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sábado, 26 de diciembre de 2015

¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!


¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!
LA TOMA DE POSICIÓN SOBRE LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA ES PIEDRA DE TOQUE PARA LOS PARTIDOS COMUNISTAS
"Si no es un partido que sea capaz de pensar y juzgar por sí mismo y adquirir un conocimiento exacto de la tendencia de las diferentes clases en su propio país mediante una seria investigación y estudio, y que sepa aplicar la verdad universal del marxismo-leninismo e integrarla con la práctica concreta de su propio país, sino un partido que repite ciegamente las palabras de otros, copia la experiencia ajena sin análisis, y da virajes siguiendo el bastón de mando de ciertas personas del extranjero, o sea, un partido que es una ensalada surtida en que hay de todo: revisionismo, dogmatismo y otras cosas, menos principios marxista-leninistas."
"Entonces, semejante partido no puede en absoluto dirigir la lucha revolucionaria del proletariado y las amplias masas populares, conquistar la victoria de la revolución, ni cumplir la gran misión histórica del proletariado."
"Esta es una cuestión sobre la cual todos los marxistas-leninistas, todos los obreros política-mente conscientes y todos los progresistas del mundo tienen que reflexionar a fondo."
(Proposición acerca de la Línea General del Movimiento Comunista Internacional:Respuesta del CC del Partido Comunista de China a la carta del CC del PCUS, 30de marzo de 1963)
El Presidente Mao nació en la aldea de Shaoshan en la región de Xiangtang, provincia de Hunan, un 26 de diciembre de 1893, en el seno de una familia campesina acomodada. Intervino en la revolución de 1911 y como estudiante universitario en el Movimiento del Cuatro de Mayo en 1919.  En 1921 participó en el I Congreso del Partido Comunista de China. En 1926  escribe Análisis de las clases en la sociedad China (1926) y el Informe sobre una investigación del movimiento campesino de Hunan (1927).

Dentro del Partido Comunista de China combatirá tanto el oportunismo de izquierda como el de derecha:
La primera línea oportunista de izquierda (LOI) se expresó dentro del CC entre 1927-28. Tras la inflexión de 1927 esta primera LOI  pretendió que la revolución se encontraba en un ascenso ininterrumpido y exigía la continuación de la ofensiva  de las fuerzas revolucionarias a pesar de los duros golpes que recibió el Partido a manos del Kuomintang. La segunda LOI, encabezada por Li Li-san, se opuso a la creación de bases de apoyo en el campo y de cercar las ciudades desde el campo, proponiendo la toma de las grandes ciudades.

En contra de las posiciones del Presidente Mao en la IV Sesión Plenaria del PCCh, celebrada en enero de 1931, se impuso la LOI de Wang Ming, durante el periodo de la Revolución Agraria (1927-1937).  Sin entender las características de la sociedad china semicolonial y semifeudal, ni a la revolución democrática burguesa china que era en esencia una revolución campesina dirigida por el proletariado, ni al carácter prolongado de la revolución, menospreció la importancia de la lucha militar, principalmente de la lucha guerrillera y las bases de apoyo rurales, consideró como enemigo a la burguesía nacional, se opuso a la realización del frente único que incluyera a la pequeña burguesía y a la burguesía nacional anti-imperialista,  y exigió al Ejército Rojo la toma de las ciudades. Esta política  causó enormes pérdidas al Ejército Rojo que derrotado perdió la iniciativa, comenzando la «Larga Marcha» en 1934. Las consecuencias de la aplicación de la línea de Wang Ming para el Partido y la revolución fueron la pérdida de un 90 por ciento de los efectivos el Ejército Rojo y del territorio.

En enero de 1935, reunido el Politburó del Partido, la línea roja, con el Presidente Mao a la cabeza toma la dirección del Partido aplastando el oportunismo. Cuando el frente único se plasmó en la realidad la lucha principal se dio contra el oportunismo de derecha que se oponía a la dirección proletaria de la revolución, conciliando con el Kuomintang, que se oponía a la independencia del proletariado y su Partido dentro del frente, la entrega del Ejército Rojo al Kuomintang. En esencia se oponía a la dirección proletaria de la revolución.

En 1949, el PCCh dirigido por el Presidente Mao toma el Poder. Tras la instauración de la República popular China el Presidente Mao combatirá el revisionismo de Liu-Teng, Lin Piao y a nivel internacional le corresponde el primer lugar en la lucha contra el revisionismo soviético y otros como los de Tito y Togliatti.
En el Siglo XX el proletariado tuvo tres gigantescos triunfos; dos corresponden al Presidente Mao y si uno es suficiente gloria, dos lo son más:

El triunfo de la Revolución China es una.

La otra es la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP). Es precisamente ésta la que golpea en la médula del revisionismo y de los capituladores.

La actual situación mundial,  dentro de la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial, corrobora que por el lado del imperialismo, éste es un “tigre de papel” y continúa profundizando su crisis, mientras por el lado del pueblo, los pueblos se levantan en todo el mundo luchando contra el imperialismo y la reacción. Los chupasangres imperialistas están llevando a cabo un nuevo reparto del mundo interviniendo directamente y usando a otros. El imperialismo se derrumbará en medio de guerras y vemos guerras civiles creadas por el imperialismo, principalmente la superpotencia hegemónica yanqui, para posicionarse. En la lucha del pueblo kurdo y en otros lugares se expresa el justo odio contra la explotación imperialista, se expresa la disposición de las masas de levantarse en armas y barrer de la faz de la tierra al imperialismo y la reacción. Pero mientras no haya dirección proletaria estas luchas abren la puerta para ser utilizadas por una u otra potencia o superpotencia imperialista como fichas de ajedrez en el reparto del mundo que se está dando.

El imperialismo trata de centrar en el Estado Islámico, Al Qaeda, etc., engendros montados por la superpotencia hegemónica yanqui para defender su hegemonía, corresponde a los comunistas centrar en la revolución, en la guerra popular mundial. Constituir o reconstituir Partidos Comunistas militarizados para iniciar guerra popular. Destruir el viejo Estado y construir al mismo tiempo el Nuevo Poder.  Corresponde combatir al revisionismo de nuevo cuño, con membrete de maoísta, y al viejo revisionismo. La guerra popular mundial sólo puede avanzar combatiendo y aplastando sus posiciones revisionistas y combatir las convergencias que se dan en nuestras filas.

En este contexto internacional de crisis general y última del imperialismo de, agudización de las contradicciones interimperialistas y de levantamiento de los pueblos en todo el mundo, puntos medulares para poder avanzar en la unidad del MCI son:
  1. La necesidad de iniciar y desarrollar la guerra popular en todos los países, imperialistas así como países oprimidos.
  2. La importancia clave, como piedra de toque, para los partidos comunistas, de su toma de posición acerca de la Gran Revolución Cultural Proletaria, como continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado para mantener el rumbo hacia el comunismo.
Tener claro que los imperialistas no sólo plantean repartirse el mundo sino que lo están haciendo. Las contradicciones interimperialistas se han agudizado, corresponde a los Partidos Comunistas del mundo sentar su posición y actuar.

En este contexto, tener claro que la revolución democrática en China, como paso previo para pasar de forma inmediata a la revolución socialista, es un paradigma, un prototipo de revolución que va contra el imperialismo, la feudalidad y el capitalismo burocrático. Sacamos lección y nos reafirmamos en lo que el Partido Comunista del Perú ha enarbolado, defendido y, sobre todo, aplicado:

La revolución democrática lleva inevitablemente a la segunda revolución. Así, la revolución China nos lleva a tomar la revolución democrática  como etapa  en la que ya se cumplen algunos objetivos de la revolución socialista en su continuación ininterrumpida hacia la  revolución socialista.

El Presidente Mao nos enseña que la revolución socialista es continuación de la revolución democrática; y más aún que, como revolución cultural, es la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado sostenida en ejército popular capaz de defender el Nuevo Estado basado en inmensas masas; nos ha hecho ver con mucha claridad que a la revolución se le plantea la construcción del socialismo, que su construcción es sumamente compleja y demanda largo tiempo; más aún, el Presidente Mao nos dijo que aún nosotros los comunistas no habíamos logrado una comprensión cabal y completa de las leyes del socialismo y que eso requería largo tiempo. Nos dijo que implica aguda y violenta lucha de clases, que son dos caminos que se enfrentan: el camino capitalista y el camino socialista y, que no está  definido quien vencerá  a quien; claro está  que él nunca puso en duda que el socialismo vencería en perspectiva, lo que nos hacía ver era la aguda lucha de clases por la dictadura del proletariado, en concreto.

Nos enseñó que el socialismo demanda apoyarse en inmensas masas:
“¿Cuál es la verdadera muralla de hierro? Son las masas, los millones y millones de hombres que apoyan con toda sinceridad la revolución. Esta es la verdadera muralla de hierro, que ninguna fuerza podrá romper, podrá en absoluto romper. La contrarrevolución no logrará destruirnos; por el contrario, nosotros la destruiremos a ella. Uniendo a los millones y millones de hombres del pueblo en torno al gobierno revolucionario y desarrollando nuestra guerra revolucionaria, podremos aniquilar toda contrarrevolución y tomar el Poder en toda China.”
(27 de enero de 1934, Obras Escogidas, t. I.)
Nos enseñó que hay que apoyarse en el campesinado, en el proletariado, en el pueblo, para generar nuevas modalidades, para no repetir los viejos caminos capitalistas, derrumbados por la revolución y que desenrumbarían el camino socialista; más, que el socialismo habría de generar formas nuevas. Dejó bien establecido que la lucha de clases continúa y se agudiza, que el centro de la contienda es por la dictadura del proletariado apoyada en inmensas masas. Pero sobre todo, la revolución china ha demostrado la necesidad de la Revolución Cultural, que la revolución demandaba denodada lucha pero que era necesaria, para continuar, la revolución bajo la dictadura del proletariado. Obviamente, la Gran Revolución Cultural Proletaria es un canto épico de la revolución en el mundo, un hito de victoria para los comunistas y revolucionarlos en el mundo, es un hecho imborrable. Si bien ha de ser un proceso al que hemos de afrontar, esa revolución nos ha dejado grandes lecciones que ya aplicamos como, a guisa de ejemplo, la cuestión de aferrarse a la ideología como fundamental para que la clase tome el Poder.

Tener claro que la revolución china nos ha mostrado cómo la revolución se da dentro de un proceso de restauración y contrarrestauración. Ninguna clase toma el Poder de una solo vez sino que se presenta la restauración; por tanto, debe bregarse denodadamente por contrarrestaurar, hasta que, finalmente la clase se afinque en el Poder en definitiva. En este camino el proletariado atravesó el mayor trecho.

Así, la revolución china nos llama a aplicar sobre la revolución democrática (en los países coloniales, semicoloniales y semifeudales), la revolución socialista, la Gran Revolución Cultural Proletaria. Entender la restauración y contrarrestauración, como dijera Marx, como la marcha fragorosa de la clase para entrar al comunismo ejerciendo la dictadura del proletariado.

Hoy más que nunca enarbolar que el comunismo es la realidad futura a la cual marchamos inconteniblemente; hacia nuestra meta final. Pero tenemos que pasar etapas y procesos muy duros y cada etapa encierra problemas nuevos, más difíciles, pero los comunistas tenemos la fuerza necesaria para vencerlos partiendo de contar con la más poderosa ideología. Nos reafirmamos, pues, en que ésa es la meta necesaria de los comunistas a la cual la clase, el proletariado, ha de llegar por más dificultades que tenga que atravesar.

Los problemas que vemos hoy en día, no niegan esa meta, no hacen sino mostrar el largo y complejo proceso de la marcha al comunismo.

La situación del mundo nos muestra la necesidad cada vez más imprescindible de que, además de iniciar guerra popular, los partidos tienen que bregar para forjarse indefectiblemente en una perpetua lucha, en una perenne revolución, para construir el nuevo Poder y cimentar las almas de los nuevos hombres de la nueva Sociedad, que aplastarán todos los intentos de restaurar la podre del capitalismo.
Por eso, ahora más que nunca, debemos tener claro que:
“Lo más positivo y grandioso en este proceso mundial de lucha entre revolución y contrarrevolución, entre restauración y contrarrestauración en el desarrollo del socialismo es la Gran Revolución Cultural Proletaria. Que haya llegado sólo hasta el año 76, que se diera el golpe contrarrevolucionario revisionista de Teng y que se restaurara el capitalismo, no niega la revolución cultural ni su necesidad; más bien, comprueba lo que el mismo Presidente Mao dijera: no está definido quién vencerá a quién en la lucha entre capitalismo y socialismo, en la lucha a muerte entre restauración y contrarrestauración, en la lucha antagónica entre burguesía y proletariado y que la lucha de clases proseguirá hasta el triunfo final, hasta el comunismo.”
(Sobre campaña de rectificación con ‘¡Elecciones, no! ¡Guerra Popular, sí!’, PCP, 1991)

¡VIVA LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!
Movimiento Popular Perú
Diciembre de 2015

viernes, 21 de marzo de 2014

EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN DE LAS MUJERES EN CHINA.





"La mitad del Cielo» es el testimonio de un grupo de mujeres en su viaje por la República Popular China durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, en plena campaña contra Lin Piao. Entre estas 12 mujeres había estudiantes, empleadas de oficina, la mujer de un obrero, todas militantes por la liberación de la mujer. Este testimonio es sintetizado por Claudie Broyelle, que lamentablemente capituló poco después y se pasó a las filas de Teng, el imperialismo y la reacción. Ahora ya conocemos el resultado de la restauración del capitalismo en China. A ojos del feminismo burgués China es un país adelantado en cuanto a la situación de la mujer. Hay mujeres empresarias, políticas, escritoras, científicas, etc., pero el problema de la mujer no está resuelto. La situación de la mujer en el campo ha retrocedido en décadas. La vida de las niñas recién nacidas no tiene ningún valor. En la ciudad la mayor parte de las mujeres viven en condiciones de miseria y explotación. La inevitable crisis del capitalismo en China muestra un porvenir todavía mucho más negro para la mujer obrera y campesina.

Durante la Revolución en China millones de mujeres se movilizaron dirigidas por el PCCH. La participación de la mujer en la guerra contra la invasión japonesa aplastó la idea reaccionaria de que las mujeres «sólo sirven para el trabajo doméstico». La reforma agraria, donde también millones de mujeres participaron de forma activa, tuvo como resultado la demolición del sistema patriarcal-feudal. Las campesinas conquistaron títulos de propiedad personales sobre la tierra, dejaron de ser la “esposa de...”. La Revolución de Nueva Democracia demolió la antigua estructura familiar, la mujer dejó su minoría de edad respecto al hombre y pasó a estar en la vanguardia de las transformaciones revolucionarias. Hizo más por la mujer la reforma agraria: “¡la tierra para quien la trabaja!”, que los millones de discursos sobre la igualdad con que bombardea a la mujer obrera y pobre el imperialismo, la reacción y el revisionismo.

Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria más de 300 millones de mujeres se movilizaron contra el revisionismo de Liu, Teng y Lin Piao, lucha entre el camino comunista y el camino capitalista. Se crearon talleres colectivos de trabajo doméstico, comedores colectivos, se apuntaba a que la sociedad fuera responsable de los hijos y que éstos no fueran responsabilidad de la familia (propiedad de...) ni del Estado. El objetivo fue acabar con el carácter privado de la familia y de las tareas domésticas liberando a la mujer totalmente del mundo del hogar. Chian Ching es la mejor expresión de la incorporación de millones de mujeres dirigidas por el Partido de la clase obrera, el PCCH, a la transformación revolucionaria de la sociedad y al combate contra la restauración del capitalismo.

Este es el valor de este libro, presentar la experiencia más avanzada de la lucha de la mujer por su emancipación en una sociedad socialista. El Movimiento Femenino en la República Popular China combatió tanto las posiciones de Liu Shao Chi, que defendía el papel tradicional de la mujer sometida al poder marital, como las de Lin Piao, que afirmaba que la revolución ya estaba concluida, impidiendo la lucha consecuente por su emancipación y la transformación revolucionaria de la sociedad dirigida por el Partido Comunista Chino hasta el comunismo.

Hoy, la base de masas de la revolución proletaria mundial está en el Tercer Mundo y son millones de proletarias y campesinas pobres las que se han incorporado para combatir al imperialismo, la reacción y al revisionismo. Combate que va unido al de su emancipación. Es fácil comprobar la incorporación de la mujer bajo la bandera del maoísmo a las guerras populares en el Perú, India, Turquía, etc., pues su liberación está unida al triunfo de la clase obrera. En el Perú la guerra popular dirigida por el PCP no sólo ha movilizado a la mujer en el campo y la ciudad, desde la lucha reivindicativa hasta la guerra popular, sino que en el Nuevo Poder ha conquistado el papel que la vieja sociedad le niega. Como fruto de su participación en la guerra popular muchas mujeres han llegado a ser y son cuadros dirigentes del Partido.
Por todo esto, millones de mujeres se han incorporado a las filas de la revolución proletaria de forma consciente y dirigidas por verdaderos partidos comunistas como en el Perú, el PCP, partido marxista-leninista-maoísta-pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo, aplastan el cretinismo parlamentario, destruyen la vieja sociedad a la vez que van construyendo la nueva, demostrando que su presente y futuro está unido a la transformación revolucionaria del mundo.

Claudie Broyelle capituló a la par que la burguesía tomaba el poder en China, y no ha sido la única que ha capitulado, abandonando las filas del proletariado y de la revolución.
Hoy podemos ver también cómo los vacilantes, los pusilánimes, los elementos más atrasados abandonan las banderas del maoísmo. Sólo fueron compañeros de viaje mientras pudieron sacar beneficio personal de las noticias que daba la prensa burguesa de la guerra popular en el Perú o, en su momento, de Nepal. Hoy forman parte del basurero de la Historia.

Sin embargo, qué es lo que debemos tener en cuenta nosotros, como comunistas, al leer este libro: que la construcción de una nueva Sociedad es posible. El carácter testimonial de este libro nos demuestra que llegar al dorado comunismo no es una mera frase de cliché, sino una maravillosa y tangible realidad.

Para esto sirve este libro: para armar nuestras cabezas de roja ideología de clase, y para henchir nuestros corazones plenos de optimismo revolucionario.


"La Mitad del Cielo"-  Descargar el texto completo en:

http://mararmadomf.blogspot.com.es/

https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorVDdrSEhRdGFqVG8/edit?usp=sharing

viernes, 21 de febrero de 2014

CHIANG CHING (1967)



En su conjunto, la situación es satisfactoria y se desarrolla en sentido favorable. Esto exige el cumplimiento de varias condiciones: Liderazgo por el Comité Central del Partido encabezado por el presidente Mao, que es la más importante; la presencia del Ejército Popular de Liberación como pilar de la dictadura del proletariado y para defender la Gran Revolución Cultural Proletaria; y el establecimiento gradual de comités revolucionarios locales que fomenten la gran alianza revolucionaria y la combinación revolucionaria de las "tres vías", antes de que podamos efectuar la lucha-crítica-transformación y combinar esto con la crítica de masas en toda la extensión de la nación, ¿A este respecto; cómo se encuentran ahora las cosas? En primer lugar tenemos en el Partido miembros con autoridad que son acompañantes capitalistas, y tenemos además los terratenientes, los campesinos ricos, los contrarrevolucionarîos, la gente maleada y los derechistas, sin contar a los espías de los Estados Unidos, de la Unión Soviética, de Japón y del Kuomintang, todos ellos inclinados a destruirnos. Con tantas manos negras ocultas detrás del cuerpo, no es nada fácil descubrirlas. Presentándose como "ultraizquierdistas" o como "derechistas", coinciden en su afán por minar al Comité Central del Partido, encabezado por el presidente Mao. Jamás permitiremos que tal Cosa suceda y quienes pretendan ejecutarla están condenados al fracaso.

 Camaradas: Pensemos en ello: ¿Permitiríais que esto ocurriera? (El público: ¡No, nunca!) Tomemos ahora a Pekín como ejemplo. Existe una cosa mala, y digo que es mala porque es una organización contrarrevolucionaria, la llamada "Cuerpo 16 de Mayo". Numéricamente no es una gran organización y en apariencia, la mayoría de sus miembros son jóvenes, los cuales son en realidad los engañados. La minoría esta constituida por elementos burgueses que sienten odio profundo contra nosotros y se aprovechan de la credulidad e inestabilidad ideológica de la gente joven. Quienes realmente pulsan las cuerdas tras la escena son indudablemente malos.


Texto completo:

http://mararmadorc.blogspot.com.es/

https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLeVnpjQURocF9FSFk/edit



viernes, 14 de febrero de 2014

LUCHA DE DOS LÍNEAS EN LOS CAMPOS CHINOS



LA LUCHA DE DOS LÍNEAS EN LOS CAMPOS CHINOS

Ediciones en Lenguas Extrajeras, Pekín, 1968.

En el mismo momento en que la economía nacional china padecía dificultades temporales, en razón del sabotaje de la camarilla renegada krutcheviana y de las calamidades naturales que hicieron estragos durante tres años seguidos mientras el imperialismo, el revisionismo moderno y la reacción de todo el mundo entonaban un canto antichino, el puñado de más altos responsables del Partido comprometidos en la vía capitalista, con el Krutchev chino a su cabeza, imaginando que ya era hora de hacer «cambiar la naturaleza» de China, ordenaron a sus subalternos grandes y pequeños que lanzaran un violento ataque general contra el socialismo en los frentes político, económico, ideológico y cultural.

El más alto responsable del Partido comprometido en la vía capitalista, atacó ferozmente a la comuna popular en estos términos: «Estos últimos años, los campesinos no han obtenido ningún beneficio de la economía colectiva». En nuestros campos, debido a su instigación, se desencadenó la corriente nefasta del zanzi-yi-bao (la extensión de las parcelas individuales y los mercados libres, la multiplicación de las pequeñas empresas que asumen la total responsabilidad de sus beneficios y sus pérdidas, la fijación de las normas de producción sobre la base de la familia). Era un hermoso número de su tentativa por disgregar la comuna popular y restaurar el capitalismo.

Vociferó públicamente: «No temamos la marejada del capitalismo», «hay que mantener el mercado libre», «hay que operar una regresión suficiente de la industria y la agricultura, y al mismo tiempo extender la fijación de las normas de producción sobre la base de la familia y de la explotación individual». Sobre este punto, otro de los más altos responsables antes citados habla mucho más directamente. Dice: «Mientras podamos aumentar la producción se puede recurrir incluso a la explotación individual; no importa si un gato es blanco o negro, si caza ratones es un buen gato».

Luchar «contra el egoísmo y la refutación del revisionismo como principio rector y llevar hasta el final la lucha entre las dos vías en el campo. Siguiendo de cerca a su gran piloto, el presidente Mao, los 500 millones de campesinos chinos recorrieron durante dieciocho años, en el camino del socialismo, un glorioso combate, evitando los escollos peligrosos y luchando contra vientos y corrientes nefastos.

La historia de estos dieciocho años de pugna entre ambas vías y las dos líneas en los campos nos aportó experiencias extremadamente ricas. Las más importantes son las siguientes:

En primer lugar, la «sociedad socialista se extiende por un período histórico muy largo, durante el cual las clases, las contradicciones entre ellas y su lucha, continúan existiendo, al igual que la lucha entre la vía del Socialismo y la vía del capitalismo y el peligro de la restauración de este último».

En segundo lugar, el problema fundamental de la revolución es el problema del poder. En el campo, la lucha entre las dos vías y entre las dos líneas es, en última instancia, una lucha para consolidar la dictadura del proletariado o para derrocarla.

Texto completo:

http://mararmadorc.blogspot.com.es/

https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLea0NmYTBkaFFjSnc/edit?pli=1


viernes, 12 de julio de 2013

VERDAD Y CONOCIMIENTO




  VERDAD Y CONOCIMIENTO

Tchang En_tsé   


Presentamos parte de un documento publicado durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) como muestra de nuestro compromiso por dar armas de combate al proletariado internacional y a las masas oprimidas, principalmente a la clase obrera y masas de los países del tercer mundo, en el combate contra el nuevo revisionismo disfrazado de maoísmo.

El documento «Verdad y conocimiento» de Tchang En-tsé se reedita en China en 1970 como parte de la directiva del Presidente Mao Tse-tung para que «Que la filosofía sea liberada de la sala de conferencias y de los libros de filósofos  y se convierta en un arma en manos de las masas». Esta consigna surge como necesidad para combatir a la burguesía todavía enquistada en el Partido y en los aparatos de Estado y dar un paso más en la GRCP y en la movilización de las masas. La burguesía, ahora disfrazada de ultraizquierda, trabaja en su labor por la restauración del capitalismo presentando la ideología del proletariado como una serie de citas, un comunismo muerto y sin aplicación concreta, sin capacidad de transformar la sociedad.

Ya en el prólogo del conocido como el «libro rojo» Lin Piao afirmaba que para las masas «conviene aprender de memoria sus frases clave, estudiarlas y aplicarlas reiteradamente» o lo siguiente «Para asimilar efectivamente el pensamiento de Mao Tse-tung, es necesario estudiar una y otra vez los muchos conceptos fundamentales del Presidente Mao; conviene aprender de memoria sus frases clave, estudiarlas y aplicarlas reiteradamente.». En definitiva se trata de que la clase obrera no ejerza su dictadura, de arrebatarle a las masas y a la clase obrera su mayor arma de combate, su ideología, convirtiendo la rica experiencia del proletariado en unas cuantas frases memorizadas y estériles.

Hoy el nuevo revisionismo encabezado por Avakian, como muestra del temor de la pequeña burguesía ante la revolución proletaria ataca el maoísmo y sus principios, al PCP y a su organismo generado para el trabajo en el extranjero, el MPP. De esta forma se expresaba Avakian recientemente: «Algunos camaradas se han negado a condenar, incluso hasta la fecha, al puñado de partidarios del PCP en el extranjero, cuyos ataques extremadamente virulentos en contra del camarada Avakian y el CoMRI solo encuentran su par en los excesos de sus fantasías sobre el actual estado de la guerra popular en el Perú.» (Carta a los Partidos y organizaciones participantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista, Mayo 2012). De esta posición participan ya, siguiendo el llamado de Avakian, sus  camaradas, todo el nuevo revisionismo antimaoísta. Ya sea silenciando los documentos del CC del PCP, los documentos del MPP y a Sol Rojo, atacando directamente a la guerra popular en el Perú, al Partido que la dirige, el PCP, a su CC, o atacando a su organismo autogenerado para el trabajo en el extranjero, el MPP, o reconociendo otros supuestos organismos o bases que trabajan para la reacción y el imperialismo y que trafican con la guerra popular en el Perú.

El propio Avakian, en el mismo documento, justifica estos ataques: «En oposición a esto (a la nueva síntesis y al revisionismo moderno), se ha consolidado una línea y cosmovisión que eleva estos mismos errores a nivel de principio», es decir se ataca al MPP y a Sol Rojo por su defensa del maoísmo, y lo que Avakian llama errores son los principios fundamentales del maoísmo defendidos a muerte por el MPP. Que nadie se deje engañar, es al MPP al que Avakian muestra todo su odio de clase burgués. En la obra que presentamos, «Verdad y conocimiento», ya se alerta que «La burguesía hace pasar por error las leyes científicas más rigurosas y verdaderas si ellas no se acomodan a sus intereses, por ejemplo, el marxismo-leninismo.», hoy maoísmo.

Sobre el conocimiento de la verdad objetiva tomamos firme posición por lo planteado en el documento de Tchang En-tsé, en lo fundamental:

La verdad objetiva es una: no podrían existir múltiples verdades, según las diversas clases sociales. Pero todas las clases sociales no tienen las mismas posibilidades de descubrir la verdad; el descubrimiento de la verdad supone unos límites que son la posición de clase. Esta opinión se resume así: sólo una clase, cuyos intereses vayan en el sentido de las leyes de desarrollo objetivo del mundo, puede descubrir y utilizar la verdad objetiva; una clase cuyos intereses van en contra del sentido no podría alcanzar, y, por el contrario, le hace falta oponerse a esta verdad, atacarla, perseguirla, como lo hace Avakian cuando defiende la «verdad» al margen de las clases y sus intereses.

La burguesía se empeña por todos los medios en escamotear el carácter de clase de la verdad, para camuflar y disimular su naturaleza reaccionaria.

Liu Shao-chi propuso abiertamente la consigna: «Todos los hombres son iguales frente a la verdad», consigna que hoy ha sido actualizada por su nieto putativo, un recalcitrante avakianista virtual: «tú tienes tu verdad, yo tengo la mía y nos respetamos»; es esta una consigna burguesa por lo cual se rechaza completamente el carácter de clase de la verdad y en la que la burguesía se fundaba, y lo sigue haciendo, para hacer pasar lo blanco por negro, confundir lo verdadero y lo falso, proteger a la burguesía, y atacar al proletariado y a su ideología, hoy marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo.

Esta consigna burguesa de la igualdad de todos ante la verdad, que es, en nuestros días, una hipocresía, era ya una mistificación cuando la burguesía la lanzó por primera vez. En una sociedad donde existe la lucha de clases «la igualdad de todos ante la verdad», no existe, esto es fundamentalmente imposible, lo que existe es la desigualdad y la opresión.

Por esto los comunistas debemos sostener el carácter de clase de la verdad y llevar a cabo una lucha sin compromiso contra todo lo burgués dentro del Movimiento Comunista Internacional y todos los sofismas que niegan el carácter de clase de la verdad.




Para acceder al documento:


jueves, 4 de julio de 2013

"NACER CON CONOCIMIENTOS" - UN INVENTO



“NACER CON CONOCIMlENTOS”—UN
INVENTO; LOS CONOCIMIENTOS PRO-
VIENEN ÚNICAMENTE DE LA PRACTICA*

Lí Feng-Ian

(Pintora campesina del distrito Jusien, Shensí.)


Lin Piao, siguiendo las huellas de Confucio, agitaba la bandera raída de “dominarse y retornar a los ritos”, pregonaba la “teoría del genio” disfrazándose a si mismo de “genio” “nacido con conocimientos”, calumniaba a los trabajadores, calificándolos de “salvajes” y “necios inferiores”. Al pregonar esto, Lin Piao perseguía el objetivo de crear una base teórica para usurpar la dirección del Partido y el Poder del Estado y restaurar así el capitalismo.

¿Son congénitos los conocimientos y la capacidad del hombre o provienen de la práctica? El Presidente Mao indicó que las ideas correctas del hombre “sólo pueden provenir de la práctica social, de las tres clases de práctica: la lucha por la producción, la lucha de clases y los experimentos científicos en la sociedad”. Es decir, los conocimientos y la capacidad del hombre no son congénitos sino que se adquieren en la práctica social. La práctica crea conocimientos verídicos y la lucha incrementa la capacidad. En el mundo no existe ningún tipo de “genio” “nacido con conocimientos”.

En la atroz y vieja sociedad, las autoridades políticas, de clan, religiosa y marital eran corno cuatro sogas que nos mantenían amarradas y oprimidas en la capa más baja de la sociedad. En la Nueva China socialista, el Partido ha abierto un ancho camino para incorporamos a las mujeres en los tres movimientos revolucionarios: la lucha por la producción, la lucha de clases y la experimentación científica. Las campesinas, pobres y medias de la capa inferior han tomado parte activa en dichos movimientos, en la Gran Revolución Cultural Proletaria y en la campaña de crítica a L-in Piao y Confucio. De esta manera, su fisonomía espiritual se ha transformado mucho y su conciencia sobre la lucha de clases y la lucha entre las dos líneas se ha elevado sucesivamente. Miles y miles de mujeres vanguardias han ingresado en el Partido Comunista y en la Liga de la Juventud Comunista de China. Muchas han sido promovidas a puestos dirigentes, a diversos niveles, administrando importantes asuntos del Estado. Estos titánicos y estremecedores cambios son resultado de la revolución que dirigida por el Presidente Mao y el Partido Comunista, nos estimula a levantarnos y a luchar; también constituyen una demostración de la superioridad del sistema socialista.

El contraste entre el presente y el pasado no sólo muestra que los conocimientos y la capacidad del hombre no son congénitos, sino que provienen de la práctica social; también que la posición política y las condiciones de vida de los pueblos trabajadores no son decididas por el “hado”, sino por el sistema social.

Nosotras, junto con el resto de los trabajadores, y con nuestras propias manos, hemos creado las riquezas materiales de la sociedad así como también las espirituales. Tomemos mi aprendizaje de dibujar como ejemplo:


en la vieja sociedad, mi familia era muy pobre y no pude ir a la escuela. Después de la Liberación fui a la escuela nocturna y tomé un cursillo breve para aprender a leer y escribir. Antes me gustaba hacer papeles recortados, pero no sabía dibujar. En 1958, para prepararme, el Partido me envió al curso de capacitación de bellas artes para horas libres, en la obra de embalse organizado por el distrito, para que aprendiera a pintar al mismo tiempo que participaba en las labores. En la primera clase, estudié el escrito del Presidente Mao “Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Arte y Literatura”.

Cuanto más estudiaba tanto mayor comprensión adquiría. La enseñanza del Presidente Mao de que el arte y la literatura “se crean para los obreros, campesinos y soldados y son utilizados por ellos” señaló la dirección para mí. El espíritu y entusiasmo revolucionarios con que los comuneros luchaban contra el cielo y la tierra me educaron y estimularon mucho. Entonces dibujé “Los héroes someten a los dragones” y varias otras pinturas grandes de propaganda. La exposición de esas pinturas en el sitio de construcción animó la voluntad combativa de las masas y me dejó ver el papel de las bellas artes y afirmó mi decisión de dibujar para la revolución. En 1963, en el movimiento de la educación socialista, con el apoyo de la célula del Partido, visité a muchos viejos campesinos pobres de nuestro equipo de producción quienes antes de la Liberación padecían de grandes sufrimientos, y guardando profundo odio hacia la vieja sociedad dibuje varias series de pinturas relatando la historia saturada de sangre y de lágrimas de los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior. En la Gran Revolución Cultural Proletaria dibujé murales y diapositivas para propagar el pensamiento Mao Tse tung y la victoria de esta revolución. Todo esto fue un proceso de temple en el transcurso de la dura práctica revolucionaria. Al comienzo dejaba en la pintura la figura de una persona lejana más grande que la de primer plano y no podía colocar las piernas y los brazos en sus lugares debidamente. Gracias a la preocupación del Partido y el apasionado apoyo de los campesinos pobres y medios de la capa inferior yo practicaba con entusiasmo, llevaba siempre un cuaderno de bosquejos para dibujar en cualquier momento y lugar. A veces hacía algunos trazos incluso cuando preparaba la comida.

Mediante repetidas prácticas tanto los pinceles como las manos me iban obedeciendo poco a poco. Las masas me elogiaban diciendo que lo que dibujaba se parecía a lo real.

Al inicio, yo no sabía dibujar. Pero ¿significa eso que era una “tonta” de nacimiento? No. Y ahora lo que dibujo es relativamente verosímil. ¿Puedo por eso, calificarme de inteligente de nacimiento? Tampoco.

El saber dibujar se debe a la práctica. Soy jefa del grupo de trasplante de algodón en nuestro equipo de producción. En la práctica laboral, viendo el espectáculo emotivo de la  rica cosecha de algodón dibujé una pintura titulada “Recogiendo jubilosamente nuevo algodón”, en que aparecían figuras de muchas mujeres que estaban recogiendo algodón. Pero al ver mi obra, algunos de los comuneros dijeron: “¿Se trata del algodonal de nuestro equipo? Pero ¡no expresa ninguna característica!” Y otros comentaron: “Están metidas en la labor, y ¿para qué recogen algodón?” Tienen razón. Hay que dibujar con un tema que exprese el entusiasmo con el cual los comuneros venden el algodón al Estado para apoyar la construcción socialista, después de lograr una rica cosecha.

Más tarde, dejando el espectáculo de recoger el algodón como fondo, pinté un cuadro en que los comuneros iban  a entregar con ardor al Estado el algodón transportado en carretas de caballos y carretillas. Así su tema es más claro. Todos dijeron que resultaba bien. De hecho, la creación de este cuadro se debe a la inteligencia de las masas. Sin éstas, no habría creación de que hablar.

En poco más de diez años, con la dirección del Partido y la ayuda de los camaradas, he dibujado más de 300 pinturas. Acabo de hacer algunos trabajos para el pueblo. El Partido y el pueblo me han ofrecido un gran honor; en 1973, fui a Pekín para visitar y estudiar la exposición nacional de bellas artes, allí recibí el entusiasta estímulo de los camaradas dirigentes. Yo, una mujer que no sabía leer ni escribir una palabra en la vieja sociedad he sido elegida subsecretaria de la célula del Partido y lucho con el pincel por la revolución.

Todo esto demuestra que sólo la sociedad socialista puede poner en pleno juego la actividad, sabiduría e inteligencia de las mujeres trabajadoras. El proceso de aprender a dibujar constituye una severa crítica a la “teoría del genio” “nacido con conocimientos”, planteada por Confucio y Lin Piao. El hecho testimonia que “nacer con conocimientos” es un disparate. Los conocimientos verídicos sólo pueden provenir de la práctica. Me he
decidido, en la actual campaña de crítica a Lin Piao y Confucio, a sacar más y mejores pinturas para la revolución, refutando la “teoría del genio” “nacido con conocimientos” pregonada por Confucio y Lin Piao.




* de: "Obreros, campesinos y soldados critican a Lin Piao y a confucio". Ed. lenguas extranjeras, Pekín.


jueves, 27 de junio de 2013

GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA



El día 21 del presente mes se celebró en Madrid un encuentro entre compañeros y camaradas de varias organizaciones revolucionarias. El tema a debate fue la Gran Revolución Cultural Proletaria, presentándose dos ponencias como base de la lucha de dos líneas. Queremos saludar a todos los asistentes, amigos, compañeros y camaradas,  y saludar especialmente a la organización que puso la infraestructura necesaria para el desarrollo del importante evento. El siguiente documento es la ponencia presentada por el MIP.




«El paso del capitalismo al comunismo llena toda una época histórica. Mientras esta época no finalice, los explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas».
J.Stalin citando a Lenin. «Fundamentos del Leninismo»



la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) (1966-1976) es el más estremecedor proceso político y la mayor movilización de masas que ha visto la humanidad. Hito histórico en el desarrollo de la dictadura del proletariado hacia el afianzamiento de la clase obrera en el poder, por tanto de trascendental importancia histórica en la inevitable marcha hacia el comunismo.

La Gran Revolución Cultural Proletaria es lo más trascendental del desarrollo del marxismo-leninismo por el Presidente Mao, es la solución del gran problema pendiente de la continuación de la revolución en condiciones de dictadura del proletariado para llegar al comunismo y conjurar el peligro de restauración capitalista.

La Decisión del Partido Comunista de China sobre la GRCP (1966) establece los objetivos  de ésta: «Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y repudiar a las “autoridades” reaccionarias burguesas en el campo académico, criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras, y transformar la educación, la literatura y el arte y los demás dominios de la superestructura que no se corresponden a la base económica del socialismo, a fin de facilitar la consolidación y desarrollo del sistema socialista”. Por tanto, la revolución cultural marca los blancos en esta etapa de la revolución: los dirigentes seguidores de la vía capitalista dentro del Partido y del Estado.

El tópico “he aquí la fábrica del Estado y el Estado es el partido y el Partido son las masas y por tanto la fábrica es de las masas” fue barrido por la Revolución Cultural. También la tesis del “desarrollo de las fuerzas productivas” como motor de la historia fue aplastada. Los seguidores de la vía capitalista siguiendo a Deng y sus gatos, «da lo mismo si el gato es blanco o negro si caza ratones», llegaron y llegan al extremo de sostener que «cuanto mayor es la ganancia que una empresa socialista obtiene de esta manera (aumentando la producción, practicando una economía estricta, elevando la productividad del trabajo y reduciendo los costos), más riqueza se crea para el socialismo» a la vez que, como burgueses que son,  llaman a la disciplina de la clase obrera, a trabajar duro y a obedecer a los cuadros técnicos. 

 Lo que la burguesía puede llegar a tolerar e incluso incentivar es la «autogestión» ya sea yugoslava o piquetera, el cooperativismo o el sindicalismo, lo que no puede permitir es acabar con la división del trabajo capitalista dentro de la fábrica ni  la desaparición de la clase obrera, la clase explotada. Incluso puede permitir la planificación de la producción en un país, pero la planificación sin dictadura del proletariado, el capitalismo monopolista de estado no sólo no es socialismo, sino que es un producto propio de la época que vivimos, la del imperialismo, la del capital monopolista y su tendencia a la centralización del capital.

Por eso los comunistas chinos insistieron tanto en poner la política al mando, esto significó volver a poner la lucha de clases en el centro, el motor de la historia y centrar la economía política en la transformación de las relaciones de producción y no en las necesidades de la acumulación capitalista. 

Precisamente por esto, esta movilización en el campo de las ideas no tendría ningún sentido si no sirviera para transformar la realidad. Cuando en 1966 se inicia la GRCP todavía persiste en China la pequeña propiedad agrícola, la división en la fábrica entre cuadros técnicos y obreros, entre trabajo manual e intelectual, sigue la diferencia entre campo y ciudad, entre comunas ricas y comunas pobres, entre las zonas de la costa más desarrolladas y las del interior menos desarrolladas, entre trabajo doméstico y trabajo social, persiste el elitismo en la educación, etc., es decir hay toda una base material para el desarrollo de la ideología del individualismo burgués. La Revolución Cultural era la primera de sucesivas revoluciones culturales donde las masas bajo dirección del Partido Comunista, y en condiciones de dictadura del proletariado, transforman  la sociedad para caminar hacia una nueva sociedad sin clases, el comunismo.


SOBRE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO.

«En cada lugar y unidad donde haya que tomar el poder, es necesario poner en práctica la política de triple integración revolucionaria al establecer un órgano provisional de poder que sea revolucionario y representativo y que goce de autoridad proletaria. Es preferible que este órgano de poder se llame Comité Revolucionario» (Presidente Mao tse-tung, 1967).

En toda la República Popular China se van a ir formando nuevos órganos de poder expresión de la dictadura del proletariado, los miembros de esos órganos del nuevo poder elegidos por las masas podían ser revocados en cualquier momento por éstas. El primer caso es el de una fábrica de vidrio de Shangai donde se constituye un «comité para empeñarse en la revolución y promover la producción», de ahí la experiencia se generaliza a toda la nación. De esta forma se extienden por toda la República Popular China los Comités Revolucionarios de «triple unión», formados por cuadros del Partido Comunista Chino, representantes de las masas y representantes de la milicia o del Ejército Popular y encargados de la gestión de las provincias, municipios y centros de trabajo, un frente único bajo la dirección de la clase obrera contra la burguesía enquistada en el Partido y en el Estado. Así tenemos Partido Comunista, Frente, expresado en el nuevo poder, Ejército Rojo y la milicia, las masas armadas.


LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL EN LA INDUSTRIA.

«El pueblo debe tener derecho a hacerse cargo de la superestructura. Por lo que se refiere a los derechos del pueblo, no podemos admitir que el Estado esté administrado por sólo una parte de la gente y que el pueblo sólo pueda disfrutar de sus derechos al trabajo, instrucción y seguros sociales bajo el control de ciertas personas» (Presidente Mao Tse-Tung, Notas de lectura sobre el manual de economía política de la Unión Soviética. 1960)

«En la página 414 del manual se habla de los diferentes derechos que gozan los trabajadores, pero no se mencionan sus derechos de gestión del país, a la gestión de las diversas empresas, de las organizaciones culturales y de la educación. En realidad estos son los derechos más importantes de los trabajadores en el sistema socialista. Estos derechos fundamentales, sin los cuales el derecho a trabajar, a la instrucción, al descanso, etc., no tienen ningún valor». (Presidente Mao Tse-Tung, Notas de lectura sobre el manual de economía política de la unión Soviética. 1960)

Durante la GRCP la lucha contra los seguidores de la vía capitalista también tiene su manifestación en los centros de trabajo. El problema de las diferencias salariales, de la división del trabajo entre obreros y expertos, entre trabajo manual y trabajo intelectual diferenciaron a la línea roja de la línea burguesa.

 Los comunistas siempre hemos sido muy claros, y ya, en nuestro Programa, el «Manifiesto Comunista», se rechaza la división del trabajo dentro de la fábrica capitalista: “la industria ha transformado el pequeño taller del maestro patriarcal en la gran fábrica capitalista del capitalista industrial. Masas de obreros, hacinados en la fábrica, están organizados en forma militar. Como soldados rasos de la industria están colocados bajo la vigilancia de una jerarquía completa de oficiales. No son solamente esclavos de la clase burguesa, del Estado burgués, sino diariamente, a todas horas, esclavos de la máquina, del capataz y, sobre todo, del patrón de la fábrica.”

La burguesía propuso el incentivo material como motor de desarrollo de la economía, en concreto se especificó en el «salario por piezas» frente al salario por tiempo, más produces más cobras, poniendo el peso sobre el interés individual, trabajo para ganar más. En el caso de los cuadros técnicos: estudio para ganar más y tener mejor posición social. Se trataba de dividir a la clase obrera. Los que «mejor» trabajan, los más «capaces» más cobran.

Para el proletariado y los comunistas el objetivo es que el proletariado también ejerza su dirección en el centro de trabajo. Los problemas que se plantean en el centro de trabajo no son teóricos, hasta entonces todas las innovaciones técnicas relacionadas con el mayor bienestar de los obreros eran rechazadas por los cuadros técnicos seguidores de la vía capitalista por considerarlas poco beneficiosas económicamente, mientras que aquellas que aseguraban la sumisión del trabajador a la burguesía eran reforzadas, ahora las innovaciones técnicas se ejecutaban bajo el control obrero, dando énfasis al aspecto político y subordinado el técnico al político.

 Al mismo tiempo se trata de reducir las diferencias salariales y limitar la división del trabajo entre trabajo manual y trabajo intelectual. Sobre el tema del incentivo material la propia derecha trató de desarmar a la clase obrera, incentivó el individualismo y trató de justificar las diferencias salariales entre obreros y entre técnicos y obreros como si esto fuera un fenómeno natural debido a las diferencias en las aptitudes «naturales» de cada individuo y no por las relaciones de producción existentes.

Por tanto, en los propios centros de trabajo no solamente los cuadros técnicos participan del trabajo manual si no que los propios obreros participan de la gestión de los centros de trabajo para que la producción sirva a las necesidades de las masas. Cabe destacar la relación entre la universidad, los institutos técnicos y los centros de trabajo. Los investigadores participan del trabajo con los propios trabajadores manuales, toman contacto con las necesidades de las masas y desarrollan su labor científica con objetivos prácticos al servicio de éstas. A la vez estas estancias en los centros de producción sirven para que los trabajadores eleven sus conocimientos teóricos sobre los problemas prácticos que aparecen en el día a día, participan en las labores de investigación e innovación y controlan el proceso productivo.


LA TESIS DEL DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS:

La tesis del desarrollo de las fuerzas productivas ha sido defendida constantemente por la burguesía infiltrada dentro del movimiento comunista internacional. Trosky, en su combate por la restauración del capitalismo en la URSS socialista también levantó ésta bandera: «El marxismo considera el desarrollo de la técnica el resorte principal del progreso, y construye el programa comunista sobre la dinámica de las fuerzas productivas». Una vez triunfante la contrarrevolución en la URSS tras la muerte de Stalin, la burguesía en el poder también pone el acento en la técnica. En un folleto distribuido por la delegación soviética en la Conferencia Sindical Internacional de los Ingenieros, Cuadros y Técnicos (El papel de los Ingenieros y de los Técnicos en la URSS. Turín, 1975) se pudo leer: «El ingeniero, como educador de la joven generación de la clase obrera, juega un papel muy importante». Ya no son los cuadros los que tienen que ser educados por las masas, ahora es la clase obrera la que tiene que ser educada por los técnicos, que son los que conocen a fondo los problemas del «resorte principal del progreso», la técnica. No debe extrañar que con la restauración capitalista en la URSS la clase obrera, ahora sin partido, no se dejara engañar por el «Estado de todo el pueblo», el envoltorio con el que se quería disfrazar la dictadura de la burguesía, y boicoteara la producción tanto con sus luchas como con la pasividad en el trabajo y el absentismo laboral.

Volviendo a la GRCP, frente a la tesis del desarrollo de las fuerzas productivas, el Presidente Mao puso en el centro la lucha de clases y en el problema del poder. Para la burguesía la fábrica es sólo una unidad de producción que da problemas técnicos o disciplinarios, para los comunistas el centro de trabajo, además de ser un lugar dedicado a la producción, es un lugar donde la clase obrera y la burguesía se disputan el poder y los Comités Revolucionarios, los órganos a través de los cuales la clase obrera ejerce su dictadura, ponen la política al mando, llevan adelante la revolución y promueven la producción siendo el desarrollo de la milicia, el pueblo armado la garantía contra la restauración capitalista.

Sobre el final de la GRCP y el golpe de estado de Teng compartimos plenamente la valoración del PCP: “La restauración del capitalismo en China, después del golpe contrarrevolucionario del 76, no es la negación de la GRCP, sino llanamente parte de la contienda entre restauración y contrarrestauración y, por el contrario, nos muestra la trascendental importancia histórica que tiene la GRCP”.

Como trascendental es el salto que dio la ideología comunista durante la GRCP, no podemos olvidar que la GRCP nos dio el maoísmo, la tercera y superior etapa del marxismo, siendo el Presidente Gonzalo al que le ha correspondido la tarea de establecer el maoísmo como tercera y superior etapa del marxismo.

EL PCP Y LA REVOLUCIÓN CULTURAL:

Como uno de los desarrollos del Presidente Gonzalo al maoísmo plantea la militarización y la construcción concéntrica de los partidos comunistas. Tres son las razones:

La primera porque estamos en la ofensiva estratégica de la Revolución Proletaria.

Las otras dos razones hacen referencia al problema de la lucha entre restauración capitalista y contrarrestauración en el socialismo, al problema de la continuación de la lucha de clases bajo dictadura del proletariado.
Aprendiendo de la experiencia de la GRCP y de la situación que se dio en la China socialista donde coexistieron dos cabezas, la política y la militar, lo que permitió el golpe de estado de 1976 y la restauración capitalista, el Presidente Gonzalo planteó:

1. Que los partidos comunistas deben militarizarse y ejercer la dictadura omnímoda de los tres instrumentos, forjarse en la guerra popular y potenciar la organización armada de las masas, la milicia popular, para que engulla al ejército. Por esto nos dice “forjar a los militantes comunistas, primero y principalmente, como combatientes y como administradores”; por eso todo militante estará forjado en la GP y alerta contra cualquier intento de restauración”.

2. Porque marchamos a una sociedad militarizada. Militarizando al Partido plasmamos un paso hacia la militarización de la sociedad que es la perspectiva estratégica para garantizar la dictadura del proletariado. La sociedad militarizada es el mar armado de masas de que nos hablaban Marx y Engels, que cautela la conquista y defensa del Poder conquistado.


LA GRCP Y EL NUEVO REVISIONISMO

Las principales tesis levantadas por el nuevo revisionismo, que se autodenomina como maoísta, ya fueron combatidas y aplastadas por el Presidente Mao y los comunistas chinos durante la GRCP.

Sobre «la teoría del genio», que se une a la vieja tesis de «Quienes trabajan con la mente gobiernan; quienes trabajan con las manos son gobernados», nos reafirmamos en que el conocimiento sólo puede venir de la práctica revolucionaria y de que son las masas las que hacen la historia. Como el Presidente Mao dijo: «los humildes son los más inteligentes; la élite es la más ignorante».

Sobre la teoría de la benevolencia que «implica amar a todos los hombres» nos reafirmamos en la violencia revolucionaria y en la dictadura del proletariado. El Presidente Mao señaló: «Para corregir un error, hay que sobrepasar los límites justos, de otra manera el error no será corregido», también sobre el movimiento campesino en China especificó: «Para decirlo con toda franqueza , en todas las aldeas se necesita un breve periodo de terror», es decir para destruir el viejo orden hacen falta grandes movimientos de masas y realmente revolucionarios. Las masas no quieren un socialismo ni de intelectuales ni de «rostro humano».

Sobre «la doctrina del medio» que afirma que «Si dos partes luchan entre sí, se hacen hostiles; si están en paz, llegan a la amistad», la rechazamos y la aplastamos, estamos por la lucha de clases. La clase obrera y los pueblos del mundo quieren la revolución y no conciliar con la burguesía, solamente luchando se puede avanzar. Dentro de las organizaciones revolucionarias y dentro de los Partidos comunistas sólo se puede avanzar combatiendo las actitudes,ideas, posiciones burguesas que se dan dentro mediante lucha de dos líneas y no conciliando.

El marxismo se ha desarrollado siempre en lucha. Así la experiencia de la Revolución de Octubre y el combate al revisionismo de la II Internacional nos dio el leninismo. Del mismo modo la Revolución China y la Gran revolución Cultural Proletaria, el combate al revisionismo soviético y a la burguesía dentro del propio PCCH, representada por Liu Sao Chi, Deng y Lin Piao nos dieron el maoísmo, y hoy el maoísmo, la ideología del proletariado, se desarrolla sobre la experiencia de las guerras populares y guerras revolucionarias que se están desarrollando en el mundo principalmente la guerra popular en el Perú dirigida omnimodamente por el PCP y en combate a la burguesía disfrazada de maoísta como la LOD y la LOI tanto en el propio Perú como a nivel internacional.


 MIP (Movimiento por el Internacionalismo Proletario), 
Mayo 2013

miércoles, 8 de mayo de 2013

SOBRE LA MORAL COMUNISTA



LA JUVENTUD ESTA DISPUESTA A “VIAJAR” EN LAS CUATRO DIRECCIONES *
Chan Feng-meí
(Secretaría de la célula general de la Liga de la Juventud
Comunista en la brigada de producción Taikou, comuna Chang-
tien, distrito Kuantien, Liaoning.)


“Cuando los padres viven, los hijos no deben ir lejos”. Esto constituye un importante contenido en la reaccionaria doctrina de Confucio, cuya influencia es amplia y debe ser censurada.
¿Por qué Confucio planteó ritos y reglamentos como el que acabamos de citar? Sólo se puede encontrar la respuesta en la lucha de clases que se desarrollaba en la época en que vivió Confucio y en la posición política de éste.
Confucio vivió en las postrimerías del Período de Primavera y Otoño, período que registra un tremendo cambio social, el paso del sistema esclavista al sistema feudal. La clase terrateniente recién surgida rivalizó con la reaccionaria clase de los esclavistas, en lo económico, político e ideológico y lanzó vigorosos ataques contra ella, a la vez que los esclavos se levantaban en rebelión contra los propietarios esclavistas. Bajo esta situación revolucionaria llena de desórdenes bajo el cielo, la reaccionaria clase esclavista no solamente cayó en desintegración en lo tocante a la dominación económica y política, sino que también marchaba hacia la descomposición ideológica y moral en las relaciones de clan y tribu. Por aquel entonces, los ministros no eran fieles a sus reyes, los hijos no sentían amor por los padres y los hermanos menores no obedecían a los mayores; los esclavos escapaban y los hijos se iban lejos de sus hogares, todo esto destruía los conceptos tradicionales que sobre la familia tenía la clase de los esclavistas, debilitaba y perjudicaba su dominación reaccionaria. Bajo estas circunstancias, Confucio, colocándose en la posición reaccionaria esclavista, planteó una serie completa de ritos y reglamentos, incluyendo el reaccionario programa de “cuando los padres viven, los hijos no deben ir lejos”, tendientes todos ellos a salvaguardar la clase esclavista.
El núcleo del sistema ético de Confucio es lo que él llamó “piedad filial y deber fraternal”. Confucio abogó porque estos postulados fueran tomados como regla de virtud de la gente determinando que los hijos debían tomar por objetivo de su vida el sostener a sus padres, en caso contrario, según este abogado de los esclavistas, sería “despiadado” y “carente de virtud” y debería ser condenado. Confucio perseguía, al formular estos conceptos éticos de clan y tribu, proteger el sistema filial y legal esclavista “desde el supremo del Estado hasta el linaje familiar”. Al propagar que los hijos tuvieran piedad por sus padres, que los hijos debían actuar alrededor de los padres y, al difundir que los padres debían respetar y tener filialidad por el soberano, Confucio deseaba que todos los padres actuaran alrededor del “hijo del cielo”. En realidad, lo esencial de su exigencia era que las gentes “se dominaran a sí mismos y retornaran a los ritos”, que no “causaran daño a los superiores y desórdenes” y fueran dóciles “hijos piadosos”, “pueblo sumiso” de la tiranía esclavista. Confucio planteó los reglamentos y la doctrina filial de “cuando los padres viven, los hijos no deben ir lejos”, precisamente para lograr su finalidad criminal de defender la dominación reaccionaria de la clase esclavista. Pero esto no podía ser más que una  quimera.
El marxismo considera que las relaciones entre padres e hijos y las relaciones familiares en una sociedad clasista sólo pueden ser las existentes entre las clases. A una etapa histórica determinada, corresponden determinadas relaciones de familia que sólo pueden ser producto de las determinadas relaciones de producción existentes en dicha etapa histórica. A medida que se desarrollan y cambian las relaciones de producción, se desarrollan y cambian, correspondientemente, las relaciones de familia y sus conceptos. Esta es una tendencia histórica que ningún reaccionario es capaz de impedir. Los ritos y reglamentos reaccionarios de Confucio con toda su doctrina no lograron salvar de la ruina a la clase esclavista ni tampoco salvaron de la desintegración y la ruina a las familias aristócratas esclavistas. La causa radica en que el programa de Confucio representa la reacción. Confucio no quiso que los demás “fueran lejos” para organizar la rebelión contra los propietarios de esclavos, pero, él mismo “viajaba lejos” por los diferentes Estados a fin de dar sugerencias y planes a la clase esclavista de los diversos lugares, sin sentir ningún cansancio. Es claro que Confucio se oponía solamente al “viaje” revolucionario y no al contrarrevolucionario. En cuanto a esto último, no sólo no se oponía, sino que era el primero que encabezaba la violación de su propio rito, dejando así, al desnudo, su esencia de reaccionario.
Durante más de dos mil años, todo personaje representante de las clases explotadoras, traficó siempre con esa mercancía negra de la reaccionaria “doctrina filial”, como opio espiritual que adormece a la juventud, a fin de defender la dominación reaccionaria. Los arribistas e intrigantes antipartido Liu Shao-chi y Lin Piao, depositaron sus esperanzas, de hacer realidad su sueño de restaurar el capitalismo, en la joven generación; por ello, se opusieron y sabotearon en lo posible la integración de los Jóvenes instruidos con los obreros y campesinos, izaron de nuevo la bandera negra de la “tienda de Confucio” para invocar su espíritu y deliraron diciendo: “Si no sabes ser buen hijo, ¿cómo podrás ser un hombre?”, “la nostalgia del pueblo natal es sentimiento general de la gente”. Esta es una nueva edición del reaccionario programa confuciano de “cuando los padres viven, los hijos no deben ir lejos”. Ellos intentaban en vano envenenar a la juventud con “sentimientos entre madre e hijos”, “amor a los propios hijos” y cosas de semejante “naturaleza humana”, para hacer que los jóvenes concentraran su visión en el pequeño círculo de los padres y de’ la familia, haciéndoles así olvidar los intereses fundamentales del proletariado en su totalidad la causa del Partido, la gran meta de la revolución, y convertirlos en mediocres con corta vista. Taimadamente y partiendo de los conceptos de “virtud”, de “fidelidad y fllialidad” de clase explotadora, traficaban con las siniestras mercancías del apriorismo idealista e inculcaban en los jóvenes la teoría de “estudiar para ser funcionario”, llamándoles a “no prestar oído a lo que sucede fuera de la ventana y concentrar su atención en la lectura de los libros de los santos y sabios”, pregonando que “al obtener fama, ilustras a tu familia y tus antepasados sienten gran honor”. Utilizaban el egoísmo burgués para seducir a la juventud a fin de que siguiera el camino siniestro de apartarse de la política proletaria, se divorciara de las masas obreras y campesinas y de las tres prácticas revolucionarias — la lucha por la producción, la lucha de clases y la experimentación científica —, a fin de que se convirtiera en aristocracia espiritual burguesa que desprecia el trabajo manual, con el objetivo de hacer de la juventud una “fuerza servil” e instrumentos dóciles para la restauración capitalista. Pero la historia ha demostrado que esta artimaña no fue más que una vana intención.
El marxismo considera que en una sociedad de clases la moral tiene un carácter clasista. Engels señaló: “Hasta hoy toda teoría moral ha sido, en última instancia, producto de las condiciones económicas de la sociedad en el período correspondiente. Y como hasta el día la sociedad se ha agitado entre antagonismos de clase la moral ha sido siempre una moral de clase.” La moral del proletariado toma los mayores intereses y exigencias del proletariado y del resto del pueblo trabajador como su norma más alta y tiene como principio de su moral el servir a los intereses de la abrumadora mayoría de la gente en el mundo. Sienta  sobre la base clasista las relaciones familiares, sirve a la consolidación y desarrollo de la base económica socialista, a la consolidación y fortalecimiento de la dictadura del proletariado. El proletariado considera que si su clase en su conjunto no logra sus intereses, tampoco se lograrán los intereses de los padres, de la familia, ni de los individuos. El “viajar lejos” o no, no obedece a las necesidades de los padres sino a las de la revolución. La revolución no se limita a un lugar fijo (no tiene campos delimitados ni es estática) y los jóvenes deben tener una firme voluntad para “viajar” en las cuatro direcciones. Nosotros, los jóvenes, instruidos bajo la educación cuidadosa del Partido Comunista y del Presidente Mao y sobre todo a través del temple que nos ha dado la Gran Revolución Cultural Proletaria y la campaña de critica a Lin Piao y Confucio, llegamos a comprender plenamente que las falacias difundidas por estafadores del tipo de Liu Shao-chi y Lin Piao, falacias como la del “sentimiento entre madre e hijos”, “amor del hijo”, envenenan el alma y son como suave puñal que mata sin que aflore la sangre. Este entendimiento ha afirmado aún más nuestra decisión de seguir el camino de la integración con los obreros y campesinos. Millones de jóvenes revolucionarios instruidos, tras condenar seriamente las falacias de Liu Shao-chi y Lin Piao sobre “estudiar para ser funcionario”, “ir al campo para obtener un barniz de revolucionario”, “transformación mediante trabajo forzoso”, etc. se deciden a entregar toda su vida al Partido, a ir a las zonas rurales, a las regiones fronterizas y a aquellos lugares que presentan mayores dificultades, ya que se trata de una gran revolución que modifica las costumbres y los hábitos viejos, censurando severamente los viejos conceptos tradicionales representados por la doctrina de Confucio y Mencio.
Respondiendo al gran llamamiento del Presidente Mao, en 1968 yo vine desde a ciudad Lüta a establecerme aquí, en la brigada de producción Taikou de la comuna Changtien. En estos años de vida en el amplio escenario del campo, he salido al encuentro de la tempestad y he enfrentado al mundo limpiando ‘de mi mente las influencias dejadas por los viejos conceptos que nos hacen menospreciar a los campesinos y huir de las labores. Gracias a la ayuda y a la educación que los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior me han brindado, mi conciencia política e ideológica se ha elevado considerablemente. La práctica de estos años me ha hecho comprender profundamente que ir a las zonas rurales a integrarse con las masas obreras y campesinas es un camino que se necesita seguir para llegar a ser continuadores de la causa revolucionaria del proletariado, que se trata de un problema de importancia fundamental para el largo período de la consolidación de la dictadura del proletariado y para prevenir la restauración del capitalismo. Los hechos han corroborado que, para los jóvenes instruidos, el ir a las zonas rurales implica una enorme significación en la tarea por eliminar las diferencias entre la ciudad y el campo, entre los obreros y los campesinos, entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Los jóvenes instruidos constituyen una fuerza vigorosa para transformar las costumbres y hábitos viejos en el campo y para transformar la sociedad.
En un patio no es posible adiestrar caballos alados ni en el florero pueden crecer pinos milenarios. Los jóvenes revolucionarios debemos poner la mirada en todas  partes, ir al campo, a las zonas fronterizas, a los lugares donde más nos necesiten. Debemos asumir la importante responsabilidad que nos asigna la historia y consagrar nuestra juventud a la realización del comunismo.

*Obreros,  campesinos y soldados critican a lin Piao y Confucio. Ediciones en lenguas extranjeras,  Pekín.