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domingo, 24 de agosto de 2014
domingo, 17 de agosto de 2014
CENTINELA ALERTA (1972)
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domingo, 10 de agosto de 2014
viernes, 21 de marzo de 2014
EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN DE LAS MUJERES EN CHINA.
"La
mitad del Cielo» es el
testimonio de un grupo de mujeres en su viaje por la República
Popular China durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, en
plena campaña contra Lin Piao. Entre estas 12 mujeres había
estudiantes, empleadas de oficina, la mujer de un obrero, todas
militantes por la liberación de la mujer. Este testimonio es
sintetizado por Claudie Broyelle, que lamentablemente capituló poco
después y se pasó a las filas de Teng, el imperialismo y la
reacción. Ahora ya conocemos el resultado de la restauración del
capitalismo en China. A ojos del feminismo burgués China es un país
adelantado en cuanto a la situación de la mujer. Hay mujeres
empresarias, políticas, escritoras, científicas, etc., pero el
problema de la mujer no está resuelto. La situación de la mujer en
el campo ha retrocedido en décadas. La vida de las niñas recién
nacidas no tiene ningún valor. En la ciudad la mayor parte de las
mujeres viven en condiciones de miseria y explotación. La inevitable
crisis del capitalismo en China muestra un porvenir todavía mucho
más negro para la mujer obrera y campesina.
Durante
la Revolución en China millones de mujeres se movilizaron dirigidas
por el PCCH. La participación de la mujer en la guerra contra la
invasión japonesa aplastó la idea reaccionaria de que las mujeres
«sólo sirven para el trabajo doméstico». La reforma agraria,
donde también millones de mujeres participaron de forma activa, tuvo
como resultado la demolición del sistema patriarcal-feudal. Las
campesinas conquistaron títulos de propiedad personales sobre la
tierra, dejaron de ser la “esposa de...”. La Revolución de Nueva
Democracia demolió la antigua estructura familiar, la mujer dejó su
minoría de edad respecto al hombre y pasó a estar en la vanguardia
de las transformaciones revolucionarias. Hizo más por la mujer la
reforma agraria: “¡la tierra para quien la trabaja!”, que los
millones de discursos sobre la igualdad con que bombardea a la mujer
obrera y pobre el imperialismo, la reacción y el revisionismo.
Durante
la Gran Revolución Cultural Proletaria más de 300 millones de
mujeres se movilizaron contra el revisionismo de Liu, Teng y Lin
Piao, lucha entre el camino comunista y el camino capitalista. Se
crearon talleres colectivos de trabajo doméstico, comedores
colectivos, se apuntaba a que la sociedad fuera responsable de los
hijos y que éstos no fueran responsabilidad de la familia (propiedad
de...) ni del Estado. El objetivo fue acabar con el carácter privado
de la familia y de las tareas domésticas liberando a la mujer
totalmente del mundo del hogar. Chian Ching es la mejor expresión de
la incorporación de millones de mujeres dirigidas por el Partido de
la clase obrera, el PCCH, a la transformación revolucionaria de la
sociedad y al combate contra la restauración del capitalismo.
Este
es el valor de este libro, presentar la experiencia más avanzada de
la lucha de la mujer por su emancipación en una sociedad socialista.
El Movimiento Femenino en la República Popular China combatió tanto
las posiciones de Liu Shao Chi, que defendía el papel tradicional de
la mujer sometida al poder marital, como las de Lin Piao, que
afirmaba que la revolución ya estaba concluida, impidiendo la lucha
consecuente por su emancipación y la transformación revolucionaria
de la sociedad dirigida por el Partido Comunista Chino hasta el
comunismo.
Hoy,
la base de masas de la revolución proletaria mundial está en el
Tercer Mundo y son millones de proletarias y campesinas pobres las
que se han incorporado para combatir al imperialismo, la reacción y
al revisionismo. Combate que va unido al de su emancipación. Es
fácil comprobar la incorporación de la mujer bajo la bandera del
maoísmo a las guerras populares en el Perú, India, Turquía, etc.,
pues su liberación está unida al triunfo de la clase obrera. En el
Perú la guerra popular dirigida por el PCP no sólo ha movilizado a
la mujer en el campo y la ciudad, desde la lucha reivindicativa hasta
la guerra popular, sino que en el Nuevo Poder ha conquistado el papel
que la vieja sociedad le niega. Como fruto de su participación en la
guerra popular muchas mujeres han llegado a ser y son cuadros
dirigentes del Partido.
Por
todo esto, millones de mujeres se han incorporado a las filas de la
revolución proletaria de forma consciente y dirigidas por verdaderos
partidos comunistas como en el Perú, el PCP, partido
marxista-leninista-maoísta-pensamiento gonzalo, principalmente
pensamiento gonzalo, aplastan el cretinismo parlamentario, destruyen
la vieja sociedad a la vez que van construyendo la nueva, demostrando
que su presente y futuro está unido a la transformación
revolucionaria del mundo.
Claudie
Broyelle capituló a la par que la burguesía tomaba el poder en
China, y no ha sido la única que ha capitulado, abandonando las
filas del proletariado y de la revolución.
Hoy
podemos ver también cómo los vacilantes, los pusilánimes, los
elementos más atrasados abandonan las banderas del maoísmo. Sólo
fueron compañeros de viaje mientras pudieron sacar beneficio
personal de las noticias que daba la prensa burguesa de la guerra
popular en el Perú o, en su momento, de Nepal. Hoy forman parte del
basurero de la Historia.
Sin
embargo, qué es lo que debemos tener en cuenta nosotros, como
comunistas, al leer este libro: que la construcción de una nueva
Sociedad es posible. El carácter testimonial de este libro nos
demuestra que llegar al dorado comunismo no es una mera frase de
cliché, sino una maravillosa y tangible realidad.
Para
esto sirve este libro: para armar nuestras cabezas de roja ideología
de clase, y para henchir nuestros corazones plenos de optimismo
revolucionario.
"La Mitad del Cielo"- Descargar el texto completo en:
http://mararmadomf.blogspot.com.es/
https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorVDdrSEhRdGFqVG8/edit?usp=sharing
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feminismo,
Gran Revolución Cultural Proletaria,
movimiento femenino,
PCCH,
Revolución China
sábado, 17 de agosto de 2013
DIARIO DE UN LOCO
LU SIN
Lu Sin (1381-1936), fue comandante en jefe de la revolución cultural moderna de China,gran pensador y comentarista político y también el fundador de la literatura china moderna. Ya en 1918 él había publicado en el número de mayo de la revista Nueva Juventud, su destacada obra El Diario de un Loco, que constituye un manifiesto de lucha contra el feudalismo y fue la primera novela de la literatura china moderna. Después de El Diario de un Loco, escribió una serie de novelas cortas en las cuales disecó profundamente la realidad, y combatió la sociedad oscura. La Verdadera Historia de A Q y El Sacrificio del Año Nuevo se cuentan entre ellas. Estas novelas han sido recogidas en tres colecciones: Grito de Llamada, Vagabundeos y Antiguos Relates Vueltos a Contar, que son una herencia literaria muy preciosa del pueblo chino.En el primer periodo de su vida Lu Sin fue un demócrata revolucionario, mas tarde se convirtió en comunista.
Lu Sin (1381-1936), fue comandante en jefe de la revolución cultural moderna de China,gran pensador y comentarista político y también el fundador de la literatura china moderna. Ya en 1918 él había publicado en el número de mayo de la revista Nueva Juventud, su destacada obra El Diario de un Loco, que constituye un manifiesto de lucha contra el feudalismo y fue la primera novela de la literatura china moderna. Después de El Diario de un Loco, escribió una serie de novelas cortas en las cuales disecó profundamente la realidad, y combatió la sociedad oscura. La Verdadera Historia de A Q y El Sacrificio del Año Nuevo se cuentan entre ellas. Estas novelas han sido recogidas en tres colecciones: Grito de Llamada, Vagabundeos y Antiguos Relates Vueltos a Contar, que son una herencia literaria muy preciosa del pueblo chino.En el primer periodo de su vida Lu Sin fue un demócrata revolucionario, mas tarde se convirtió en comunista.
DIARIO DE UN LOCO
(1918)
Dos hermanos, cuyo
nombre no quiero revelar, fueron amigos míos en los lejanos tiempos del
bachillerato; luego de separarnos, con el paso de los años, acabé por perder su
pista. Días atrás me entere casualmente de que uno de ellos se encontraba muy
enfermo; de regreso a mi pueblo, di un rodeo para ir a visitarles, pero sólo
encontré al mayor, quien me dijo que el que había estado enfermo era su
hermano. Te agradezco mucho el que te hayas molestado en venir a vernos; mi
hermano ya se ha recuperado
y desempeña en estos
momentos un puesto de funcionario suplente en cierto lugar. Me mostró riendo un
diario en dos libretas, en el que, según él, se podía observar la pasada
enfermedad de su hermano. No veía inconveniente alguno en que un viejo amigo
tuviera acceso a este diario. Así que me lo llevé y nada más leerlo he sabido
que la enfermedad de mi amigo no era otra que la llamada «manía persecutoria».
El lenguaje del diario es confuso y desordenado, y abunda en absurdos; tampoco
especifica fechas, aunque se ve que no ha sido escrito de una vez, debido a las
diferencias en la tinta y en la letra. He seleccionado algunos de los
fragmentos que ofrecen una relativa coherencia para que puedan servir como
material a la investigación médica. No he cambiado ni un ideograma del texto
original; sólo los nombres de los personajes, aunque se trata de
hombres de pueblo
totalmente desconocidos, han sido todos modificados al no influir en el tema.
En cuanto al título he respetado el que su autor le puso después de recobrar la
salud.
2 de abril de 1918.
Esta noche hay una
luna maravillosa.
Hacía más de treinta
años que no la veía; hoy, al contemplarla, mi espíritu se ha inundado de
felicidad. Ahora me doy cuenta de que los últimos treinta años he vivido en la
oscuridad; a pesar de todo debo extremar las precauciones. Si no, ¿por que el
perro de los Chao me ha lanzado esa doble mirada?
Mis temores están más
que justificados.
Hoy no brilla la
luna; sé que las cosas no marchan bien. Esta mañana, cuando salía de casa con
todo cuidado, Chao el Ricachón me ha mirado de una manera aún más extraña: como
si me tuviera miedo, como si quisiera matarme. Había además siete u ocho personas
cuchicheando acerca de mí, temerosas de que las viera. Y así, todo el que me
encontraba por la calle. El más terrible de todos fue un hombre que me lanzó
una risotada de oreja a oreja; sentí un escalofrío por todo el cuerpo: ahora
sabía que
sus planes estaban ya
a punto.
Pero yo no tuve
miedo, y seguí como siempre mi camino. Más adelante me tropecé con un grupo de
chiquillos; también ellos hablaban de mí, y sus miradas y sus pálidos rostros
eran idénticos a los de Chao el Ricachón, con el mismo reflejo acerado. Qué
puedo yo haberles hecho, pensé, para que también ellos… No pude contenerme y
les grité: «Decidme, ¡¿por qué?! » Pero ellos echaron a correr.
Me pregunto qué puedo
yo haberle hecho a Chao el Ricachón, qué les puedo haber hecho a la gente de la
calle; lo único fue hace veinte años, cuando pisé el libro de contabilidad del
señor Ku Chiu, y éste se enfadó muchísimo. Aunque Chao el Ricachón no conoce al
señor Ku Chiu, es seguro que ha oído hablar de aquel incidente y me guarda
rencor por ello; y además se ha puesto de acuerdo con la gente de la calle para
que todos consideren aquel asunto como un agravio. Pero, ¿y los niños? En aquel
tiempo aún no habían
nacido, ¿por qué hoy también ellos me miran de esa extraña manera, como si me
temieran, como si quisieran matarme? Esto me da realmente miedo, me intriga y
al mismo tiempo me entristece.
Acabo de
comprenderlo: ¡se lo han contado sus padres!
Por las noches no
consigo conciliar el sueño. Las cosas hay que estudiarlas
a fondo para poder
entenderlas.
Algunos han sido
condenados por el gobernador del distrito a llevar la carga al cuello, hay
quien ha recibido sus buenas bofetadas del cacique del lugar, quien ha visto a
los guardias apoderarse de su mujer, e incluso algunos han perdido a sus padres
arrastrados al suicidio por la presión de los acreedores. Y con todo, a ninguno
se le ha visto nunca un rostro tan temeroso y tan feroz como ayer.
Lo más extraño ha
sido aquella mujer, ayer, en la calle. Estaba pegando a su hijo mientras le
decía:
«¡Desvergonzado!
¡Sólo dándote unos cuantos mordiscos me quedaría a gusto!» Y mientras eso decía
me miraba a mí. No pude ocultar un sobresalto; y entonces, aquel grupo de
hombres vampiro rompieron en sonoras carcajadas. Chen el Quinto llegó corriendo
y me arrastró hasta casa.
Me arrastró a casa,
pero allí fingieron no conocerme. Sus miradas eran idénticas a las de los
otros. Entré en el estudio y echaron el cerrojo por fuera, como si encerraran a
una gallina. Esto me hace aún todo más inexplicable.
Hace unos días vino
uno de nuestros arrendatarios de la aldea Los lobos a informarnos de la mala
cosecha. Le contó a mi hermano que la gente de la aldea había matado a un
criminal del lugar, y que algunas personas le habían arrancado el corazón y el
hígado y se los habían comido, después de freírlos, para aumentar su propio
valor. Al interrumpir yo la conversación, el arrendatario y mi hermano me
dirigieron varias miradas. Hoy es cuando me he dado cuenta de que sus miradas
brillaban igual que las del grupo que encontré en la calle.
Cuando lo pienso, un
escalofrío me recorre todo el cuerpo.
Si son capaces de
comer hombre, ¿por qué no iban a comerme a mí?
Piensa, si no, en los
mordiscos de aquella madre, en las carcajadas del grupo de hombres vampiro, en
las palabras del arrendatario: evidentemente se trata de una contraseña. Veo
que sus palabras son todas veneno; sus risas, puros cuchillos; y sus dientes,
tan blancos y bien afilados. Son ciertamente individuos que comen hombre.
A mi modo de ver,
aunque no soy una mala persona, desde que pisé el libro de los Ku es difícil
saberlo. Parece como si ellos tuvieran intenciones ocultas que yo no puedo
adivinar. Además, en cuanto se enfadan con alguien no dudan en calificarlo de
criminal. Recuerdo cuando mi hermano me enseñaba a disertar; por bueno que
fuese el personaje sobre el que versaba la disertación, bastaba que yo
escribiera cuatro frases de crítica para que mi hermano las subrayara en señal
de aprobación; y si disculpaba en mi escrito a personajes malos, me decía:
«eres verdaderamente original, un genio en llevar la contraria al cielo.» Cómo
voy yo a adivinar cuáles son los verdaderos pensamientos de esa gente; y más
aún tratándose del momento en que piensan comer.
Las cosas hay que
estudiarlas a fondo para poder entenderlas. En la antigüedad a menudo se comía
carne humana, yo también me acuerdo, aunque no tengo una idea muy clara. Me he
puesto a hojear la historia, pero esta historia no menciona fechas o épocas; en
todas las páginas aparecen, de través, los ideogramas ren yi, tao te (bondad y
moral). Me ha sido imposible conciliar el sueño, la mayor parte de la noche me
la he pasado
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frente cultural,
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Revolución China
jueves, 8 de agosto de 2013
Proposición acerca de la LINEA GENERAL DEL MCI
Proposición
acerca de la
Línea
General del
Movimiento
Comunista
Internacional
Respuesta
del Comité Central del Partido Comunista de China
a la
Carta del Comité Central del Partido Comunista de la Unión
Soviética
del 30 de Marzo de 1963
(…)
(8)
Las vastas zonas de Asia, África y América Latina, son las zonas
donde convergen contradicciones en el mundo contemporáneo; son las
más vulnerables de las zonas que están bajo la dominación
imperialista, y constituyen los centros de la tempestad de la
revolución mundial, que en la actualidad asesta golpes directos al
imperialismo.
El
movimiento revolucionario democrático nacional en estas zonas y el
movimiento revolucionario socialista internacional son las dos
grandes corrientes históricas de nuestra época. La revolución
democrática nacional en estas zonas es una importante parte
integrante de la revolución mundial proletaria de nuestros días.
La
lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África
y América Latina golpea y debilita seriamente los cimientos mismos
de la dominación del imperialismo y del colonialismo viejo y nuevo,
y es en la actualidad una fuerza poderosa en defensa de la paz
mundial.
Por
lo tanto, en cierto sentido, la causa revolucionaria del proletariado
internacional en su conjunto depende del desenlace de la lucha
revolucionaria de los pueblos de esas zonas, que constituyen la
abrumadora mayoría de la población del mundo.
Por
lo tanto, la lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de
Asia, África y América Latina no es en absoluto un asunto de mera
significación regional, sino de importancia general para la causa de
la revolución mundial del proletariado
internacional
en su conjunto.
Ahora
hay quienes niegan la gran significación internacional de la lucha
revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y
América Latina y, so pretexto de eliminar las barreras que dividen a
la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el
principio geográfico, tratan de borrar la línea divisoria entre las
naciones oprimidas y las opresoras y entre los países oprimidos y
los opresores y procuran refrenar la lucha revolucionaria de los
pueblos de dichas zonas. Intentan, en realidad, acomodarse a las
necesidades del imperialismo y crear una nueva "teoría"
para justificar la dominación del imperialismo en estas zonas y la
promoción de su política de colonialismo viejo y nuevo.
Semejante
"teoría" no está destinada en verdad a eliminar las
barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el
color de la piel o el principio geográfico, sino a preservar la
dominación de las llamadas "naciones superiores" sobre las
naciones oprimidas. Es del todo natural que semejante "teoría"
demagógica tropiece con el boicot de los pueblos de dichas zonas.
La
clase obrera de los países socialistas y de todos los países
capitalistas debe realmente llevar a la práctica las consignas
combativas de "¡Proletarios de todos los países, uníos!"
y de "¡Proletarios y naciones oprimidas de todo el mundo,
uníos!'”, estudiar la experiencia revolucionaria de los pueblos de
Asia, África y América Latina y apoyar con resolución sus acciones
revolucionarias; debe considerar la causa de la liberación de estos
pueblos como el más seguro apoyo a su propia causa y como algo que
va directamente en su propio interés. Esta es la única manera de
quebrar efectivamente las barreras que dividen a la gente según la
pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico,
y así es el verdadero internacionalismo proletario.
La
clase obrera de los países capitalistas de Europa y América no
puede liberarse sin la alianza con las naciones oprimidas y sin la
liberación de estas últimas. Lenin tenía razón cuando decía: "En
realidad, el movimiento revolucionario en los países adelantados
seria prácticamente un engaño, sin la unión completa y más
estrecha de los obreros en la lucha contra el capital en Europa y
América con los cientos y cientos de millones de esclavos
'coloniales' oprimidos por el capital”. Ahora, en los destacamentos
del movimiento comunista internacional hay quienes adoptan una
actitud pasiva, desdeñosa y negativa hacia la lucha de las naciones
oprimidas por la liberación. Están de hecho protegiendo los
intereses de la burguesía monopolista, traicionando los del
proletariado y degenerando en socialdemócratas.
La
actitud que se adopte hacia la lucha revolucionaria de los pueblos
asiáticos, africanos y latinoamericanos, es un importante criterio
para distinguir a los revolucionarios de los no revolucionarios, a
los que defienden realmente la paz mundial de los que alientan a las
fuerzas de la agresión y de la guerra.
(9)
Las naciones y pueblos oprimidos de Asia, África y América Latina
están enfrentados a la tarea urgente de luchar contra el
imperialismo y sus lacayos.
La
historia ha encomendado a los partidos proletarios de estas zonas la
gloriosa misión de mantener en alto la bandera de lucha contra el
imperialismo, contra el colonialismo viejo y nuevo, por la
independencia nacional y por la democracia popular, colocarse en las
primeras filas del movimiento revolucionario democrático nacional y
luchar por el porvenir socialista.
En
estas zonas, los más amplios sectores de la población rehúsan
vivir bajo el yugo del imperialismo. 'Estos sectores no solamente
comprenden a los obreros. campesinos, intelectuales y pequeño
burgueses, sino también a la burguesía nacional patriótica y hasta
a un número de reyes, príncipes y aristócratas de sentimientos
patrióticos.
El
proletariado y su partido deben tener confianza en la fuerza de las
masas populares y, sobre todo, unirse con los campesinos y establecer
una sólida alianza obrero-campesina. Es de importancia primordial
que los elementos avanzados del proletariado realicen actividades en
las zonas rurales, ayuden a los campesinos a organizarse y eleven su
conciencia de clase, su sentimiento de dignidad nacional y su
confianza en las fuerzas propias.
EI
proletariado y su partido deben, sobre la base de la alianza
obrero-campesina, unir a todas las capas sociales que puedan ser
unidas y organizar un amplio frente único contra el imperialismo y
sus lacayos. Para consolidar y ampliar este frente único, es
necesario que el partido del proletariado conserve su independencia
ideológica, política y de organización y mantenga firmemente su
hegemonía en la revolución.
(...)
Por
lo general, la burguesía de esos países tiene un carácter doble.
El partido del proletariado, cuando establece un frente único con la
burguesía, debe seguir una política tanto de unidad como de lucha.
Su política debe ser la de unirse con la burguesía a medida que
ésta se inclina a ser progresista, antiimperialista y antifeudal, y
de luchar al mismo tiempo contra las tendencias reaccionarias de la
burguesía al compromiso y colusión con el imperialismo y las
fuerzas del feudalismo.
La
concepción del mundo del partido proletario en relación con el
problema nacional es el internacionalismo, y no el nacionalismo. En
la lucha revolucionaria, el partido proletario apoya al nacionalismo
progresista y se opone al nacionalismo reaccionario. Debe siempre
deslindar los campos con el nacionalismo burgués, y jamás debe
dejarse cautivar por éste.
La
Declaración de 1960 señala: "Los comunistas denuncian los
intentos que el ala reaccionaria de la burguesía hace para presentar
sus estrechos intereses egoístas de clase como los intereses de toda
la nación y el uso demagógico que las consignas socialistas hacen,
con los mismos fines, los políticos burgueses".
Si
en el transcurso de la revolución el proletariado llega a marchar a
la cola de los terratenientes y de la burguesía, será imposible la
victoria real y completa de la revolución democrática nacional e
incluso si se obtiene cierto tipo de victoria, será imposible
consolidarla.
En
el curso de la lucha revolucionaria de las naciones y pueblos
oprimidos, el partido del proletariado sólo puede llevar hasta el
fin la revolución democrática nacional y conducirla al camino del
socialismo, si plantea independientemente su programa de lucha
consecuente contra el imperialismo y los reaccionarios internos y por
la independencia nacional y la democracia popular, trabaja
independientemente entre las masas, desarrolla constantemente las
fuerzas progresistas, se gana las fuerzas intermedias y aísla las
fuerzas reaccionarias.
(…)
Los
comunistas de los países capitalistas, al dirigir activamente las
luchas actuales, deben vincularlas con la lucha por los intereses de
largo alcance y de la causa en su conjunto, educar a las masas en el
espíritu revolucionario del marxismo-Ieninismo, elevar sin cesar su
conciencia política y tomar sobre si la tarea histórica de la
revolución proletaria.
Proceder
de otra manera, considerar que el movimiento actual es todo,
determinar
el
comportamiento de un caso para otro, adaptarse a los acontecimientos
del día y sacrificar los intereses fundamentales del proletariado,
esto es pura socialdemocracia.
La
socialdemocracia es una corriente ideológica burguesa. Lenin señaló
hace mucho que los partidos socialdemócratas son destacamentos
políticos de la burguesía, sus agentes en el movimiento obrero y su
principal pilar social. Los comunistas deben, en todo momento,
deslindar claramente los campos con los partidos socialdemócratas en
el problema fundamental de la revolución proletaria y de la
dictadura del proletariado, y eliminar la influencia ideológica de
la socialdemocracia en el movimiento obrero internacional y entre las
masas obreras de los diversos países.
(...)
En
los últimos años, el desbordamiento de la corriente revisionista en
el movimiento obrero internacional, así como muchas experiencias y
lecciones en el movimiento comunista internacional, han confirmado
plenamente la justeza de la conclusión, hecha en las dos
Declaraciones, de que el revisionismo es hoy el peligro principal en
el movimiento comunista internacional.
Sin
embargo, algunos afirman abiertamente que es el dogmatismo y no el
revisionismo el peligro principal, o que el dogmatismo no es menos
peligroso que el revisionismo, etc.
¿En
qué principio se basa esto?
Un
marxista-leninista firme, un verdadero partido marxista-leninista
debe colocar los principios en el primer plano. No debe traficar con
los principios, aprobar ya esto, ya aquello, y pronunciarse hoy por
una cosa y mañana por otra.
A
fin de defender la pureza del marxismo-leninismo y la posición de
principio de las dos Declaraciones, los comunistas chinos continuarán
junto con todos los marxistas-leninistas, la lucha irreconciliable
contra el revisionismo contemporáneo.
Al
combatir el revisionismo, peligro principal en el movimiento
comunista internacional, los comunistas deben también luchar contra
el dogmatismo. Como se señala en la Declaración de 1957. los
partidos proletarios "deben atenerse firmemente a los principios
de la conjugación de las tesis generales del marxismo-Ieninismo con
la práctica concreta de la revolución y la construcción en sus
países".
Esto
quiere decir:
Por
una parte, es necesario atenerse siempre a la verdad universal del
marxismo-Ieninismo. De otra manera, se cometerá el error de
oportunismo de derecha o de revisionismo.
Por
otra parte, es preciso en todo tiempo partir de la realidad, mantener
estrechos vínculos con las masas, sintetizar constantemente la
experiencia de la lucha de las masas, y elaborar y aplicar
independientemente una política y una táctica apropiadas a las
condiciones del propio país. Se cometerá el error de dogmatismo si
se procede de otra manera, copiando mecánicamente la política y la
táctica de otro Partido Comunista, obedeciendo a ciegas a la
voluntad de otros y aceptando, sin análisis, el programa y las
resoluciones de otro Partido Comunista como línea propia.
Algunos
violan ahora precisamente este principio fundamental, afirmado hace
tiempo en la Declaración de 1957. So pretexto de "desarrollar
de manera creadora el marxismo-Ieninismo", renuncian a la verdad
universal del marxismo-leninismo. Además, hacen pasar por "verdad
universal del marxismoleninismo" una receta nacida de conjeturas
subjetivas y divorciada de la realidad y de las masas, y obligan a
otros a aceptarla incondicionalmente.
He
aquí el origen de muchos fenómenos graves producidos en el actual
movimiento comunista internacional.
(…)
Las
revoluciones sociales en las distintas etapas de la historia de la
humanidad son históricamente inevitables y se rigen por leyes
objetivas, independientes de la voluntad del hombre. La historia
demuestra que no ha habido ninguna revolución que haya podido
coronarse con la victoria sin recodos en el camino ni sacrificios.
La
tarea del partido del proletariado reside en analizar, sobre la base
de la teoría marxista-leninista las condiciones históricas
concretas, plantear una estrategia y una táctica correctas, y
conducir a las masas populares a sortear los escollos, evitar
sacrificios innecesarios y llegar a la meta paso a paso. ¿ Es
posible evitar todo sacrificio? Este no es el caso ni en las
revoluciones de los esclavos, ni en las revoluciones de los siervos,
ni en las revoluciones burguesas, ni en las revoluciones nacionales;
ni tampoco es así en las revoluciones proletarias.
Aun
cuando la línea de dirección de la revolución sea correcta, es
imposible garantizar completamente que no se sufran ciertos reveses y
sacrificios en el curso de la revolución. Pero siempre que se
mantenga firmemente una línea correcta, la revolución se coronará
finalmente con la victoria; renunciar a la revolución so pretexto de
evitar los sacrificios, significa en realidad condenar al pueblo para
siempre a la esclavitud y a infinitos sufrimientos y sacrificios.
(…)
Desde
hace unos años, algunos, violando la teoría integra de Lenin sobre
la relación entré jefes. partido, clase y masas, han planteado la
llamada "lucha contra el culto a la personalidad": eso es
erróneo y perjudicial.
La
teoría de Lenin es como sigue:
1.
Las masas se dividen en clases:
2.
Las clases están generalmente dirigidas por partidos políticos;
3.
Los partidos políticos los dirigen, por regla general, grupos
más
o menos estables de las personas más autorizadas,
influyentes,
expertas, elegidas para los cargos más responsables
y
que se llaman jefes.
Lenin
dijo: "todo esto es el abecé". ..
El
partido del proletariado es Estado Mayor revolucionario y combativo
del proletariado. Todo partido proletario debe practicar el
centralismo basado en la democracia y formar una fuerte dirección
marxista-leninista antes de poder erigirse en vanguardia organizada y
combativa. Plantear la llamada “lucha contra el culto a la
personalidad” es en realidad contraponer los jefes a las masas,
socavar la dirección única del partido basada en el centralismo
democrático, debilitar la fuerza combativa del partido y desintegrar
sus filas.
Lenin
criticó los puntos de vista erróneos que contraponen los jefes a
las masas. Dijo que esto "es un absurdo ridículo y una
imbecilidad".
El
Partido Comunista de China siempre se ha opuesto a exagerar el papel
del individuo, ha defendido y aplicado persistentemente el
centralismo democrático dentro del Partido, y ha abogado por la
ligazón de la dirección con las masas, considerando que, para
dirigir con acierto, hay que saber sintetizar las opiniones de las
masas.
Algunos
vienen efectuando intensamente la llamada "lucha contra el culto
a la personalidad", cuando en realidad hacen todo lo posible
para denigrar el partido proletario y la dictadura del proletariado.
Al mismo tiempo, no se les escapa ningún medio para ensalzar el
papel de ciertos individuos, achacando a otros todos los errores y
atribuyéndose todos los éxitos a sí mismos.
Aún
más grave es que, so pretexto de la "lucha contra el culto a la
personalidad", algunos intervengan burdamente en los asuntos
internos de otros partidos y países hermanos, y cambien a la fuerza
la composición de la dirección de otros partidos hermanos a fin de
imponerles su propia línea errónea. ¿Qué es todo esto sino
chovinismo de gran nación, sectarismo, escisionismo y actividad
subversiva?
Ya
es tiempo de hacer una propaganda seria y completa de la teoría
íntegra de Lenin sobre la relación entre jefes, partido, clase y
masas.
(24)
La más importante experiencia del movimiento comunista internacional
consiste en que el desarrollo y el triunfo de una revolución
dependen de la existencia de un partido revolucionario del
proletariado. Debe haber un partido revolucionario. Debe haber un
partido revolucionario creado sobre la teoría revolucionaria
marxista-leninista y en el estilo revolucionario marxista-leninista.
Debe
haber un partido revolucionario que sepa integrar la verdad universal
del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución en
su propio país. Debe haber un partido revolucionario que sepa ligar
estrechamente la dirección con las amplias masas populares. Debe
haber un partido revolucionario que pueda defender la verdad y
corregir los errores y que sepa hacer la critica y la autocrítica.
Sólo
un partido revolucionario de este tipo es capaz de conducir al
proletariado y a las amplias masas populares a la victoria sobre el
imperialismo y sus lacayos, lograr el triunfo definitivo de la
revolución democrática nacional y conseguir la victoria de la
revolución socialista.
Si
un partido no es un partido revolucionario proletario, sino un
partido reformista burgués; Si no es un partido marxista-leninista
sino un partido revisionista; Si no es un partido de vanguardia del
proletariado, sino un partido que va a la cola de la burguesía; Si
no es un partido que representa los intereses del proletariado y las
amplias masas trabajadoras, sino un partido que representa los
intereses de la aristocracia obrera; Si no es un partido
internacionalista, sino un partido nacionalista; Si no es un partido
que sea capaz de pensar y juzgar por sí mismo y adquirir un
conocimiento exacto de la tendencia de las diferentes clases en su
propio país mediante una seria investigación y estudio, y que sepa
aplicar la verdad universal del marxismo-leninismo e integrarla con
la práctica concreta de
su
propio país, sino un partido que repite ciegamente las palabras de
otros, copia la experiencia ajena sin análisis, y da virajes
siguiendo el bastón de mando de ciertas personas del extranjero, o
sea, un partido que es una ensalada surtida en que hay de todo:
revisionismo, dogmatismo y otras cosas, menos principios
marxistas-leninistas.
Entonces,
semejante partido no puede en absoluto dirigir la lucha
revolucionaria del proletariado y las amplias masas populares,
conquistar la victoria de la revolución, ni cumplir la gran misión
histórica del proletariado.
Esta
es una cuestión sobre la cual todos los marxistasleninistas, todos
los obreros políticamente conscientes y todos los progresistas del
mundo tienen que reflexionar a fondo.
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Revolución China
viernes, 12 de julio de 2013
VERDAD Y CONOCIMIENTO
VERDAD Y CONOCIMIENTO
Tchang En_tsé
Presentamos parte de un
documento publicado durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) como
muestra de nuestro compromiso por dar armas de combate al proletariado
internacional y a las masas oprimidas, principalmente a la clase obrera y masas
de los países del tercer mundo, en el combate contra el nuevo revisionismo
disfrazado de maoísmo.
El documento «Verdad y
conocimiento» de Tchang En-tsé se reedita en China en 1970 como parte de la
directiva del Presidente Mao Tse-tung para que «Que la filosofía sea
liberada de la sala de conferencias y de los libros de filósofos y se convierta en un arma en manos de las
masas». Esta consigna surge como necesidad para
combatir a la burguesía todavía enquistada en el Partido y en los aparatos de
Estado y dar un paso más en la GRCP y en la movilización de las masas. La
burguesía, ahora disfrazada de ultraizquierda, trabaja en su labor por la
restauración del capitalismo presentando la ideología del proletariado como una
serie de citas, un comunismo muerto y sin aplicación concreta, sin capacidad de
transformar la sociedad.
Ya en el prólogo del conocido como el «libro rojo» Lin Piao
afirmaba que para las masas «conviene aprender de memoria sus frases clave,
estudiarlas y aplicarlas reiteradamente» o lo siguiente «Para asimilar
efectivamente el pensamiento de Mao Tse-tung, es necesario estudiar una y otra
vez los muchos conceptos fundamentales del Presidente Mao; conviene aprender de
memoria sus frases clave, estudiarlas y aplicarlas reiteradamente.». En definitiva
se trata de que la clase obrera no ejerza su dictadura, de arrebatarle a las masas
y a la clase obrera su mayor arma de combate, su ideología, convirtiendo la
rica experiencia del proletariado en unas cuantas frases memorizadas y
estériles.
Hoy el nuevo revisionismo encabezado por
Avakian, como muestra del temor de la pequeña burguesía ante la revolución
proletaria ataca el maoísmo y sus principios, al PCP y a su organismo generado para el trabajo en el extranjero, el MPP. De esta forma se
expresaba Avakian recientemente: «Algunos camaradas se han negado a condenar, incluso
hasta la fecha, al puñado de partidarios del PCP en el extranjero, cuyos
ataques extremadamente virulentos en contra del camarada Avakian y el CoMRI
solo encuentran su par en los excesos de sus fantasías sobre el actual estado
de la guerra popular en el Perú.» (Carta a los Partidos y organizaciones participantes
del Movimiento Revolucionario Internacionalista, Mayo 2012). De esta posición participan
ya, siguiendo el llamado de Avakian, sus
camaradas, todo el nuevo revisionismo antimaoísta. Ya sea silenciando
los documentos del CC del PCP, los documentos del MPP y a Sol Rojo, atacando
directamente a la guerra popular en el Perú, al Partido que la dirige, el PCP,
a su CC, o atacando a su organismo autogenerado para el trabajo en el
extranjero, el MPP, o reconociendo otros supuestos organismos o bases que
trabajan para la reacción y el imperialismo y que trafican con la guerra
popular en el Perú.
El propio Avakian, en el mismo documento,
justifica estos ataques: «En oposición a esto (a la nueva síntesis y al revisionismo
moderno), se ha consolidado una línea y cosmovisión que eleva estos mismos
errores a nivel de principio», es decir se ataca al MPP y a Sol Rojo por su
defensa del maoísmo, y lo que Avakian llama errores son los principios
fundamentales del maoísmo defendidos a muerte por el MPP. Que nadie se deje
engañar, es al MPP al que Avakian muestra todo su odio de clase burgués. En la
obra que presentamos, «Verdad y conocimiento», ya se alerta que «La burguesía hace pasar por error las leyes científicas más rigurosas y
verdaderas si ellas no se acomodan a sus intereses, por ejemplo, el
marxismo-leninismo.», hoy maoísmo.
Sobre el conocimiento de la verdad objetiva
tomamos firme posición por lo planteado en el documento de Tchang En-tsé, en lo fundamental:
La verdad objetiva es una:
no podrían existir múltiples verdades, según las diversas clases sociales. Pero
todas las clases sociales no tienen las mismas posibilidades de descubrir la
verdad; el descubrimiento de la verdad supone unos límites que son la posición
de clase. Esta opinión se resume así: sólo una clase, cuyos intereses vayan en
el sentido de las leyes de desarrollo objetivo del mundo, puede descubrir y
utilizar la verdad objetiva; una clase cuyos intereses van en contra del
sentido no podría alcanzar, y, por el contrario, le hace falta oponerse a esta
verdad, atacarla, perseguirla, como lo hace Avakian cuando defiende la «verdad»
al margen de las clases y sus intereses.
La burguesía se empeña por
todos los medios en escamotear el carácter de clase de la verdad, para camuflar
y disimular su naturaleza reaccionaria.
Liu Shao-chi propuso
abiertamente la consigna: «Todos los hombres son iguales frente a la verdad»,
consigna que hoy ha sido actualizada por su nieto putativo, un recalcitrante avakianista
virtual: «tú tienes tu verdad, yo tengo la mía y nos respetamos»; es esta una
consigna burguesa por lo cual se rechaza completamente el carácter de clase de
la verdad y en la que la burguesía se fundaba, y lo sigue haciendo, para hacer
pasar lo blanco por negro, confundir lo verdadero y lo falso, proteger a la
burguesía, y atacar al proletariado y a su ideología, hoy marxismo-leninismo-maoísmo,
principalmente maoísmo.
Esta consigna burguesa de
la igualdad de todos ante la verdad, que es, en nuestros días, una hipocresía,
era ya una mistificación cuando la burguesía la lanzó por primera vez. En una
sociedad donde existe la lucha de clases «la igualdad de todos ante la verdad»,
no existe, esto es fundamentalmente imposible, lo que existe es la desigualdad
y la opresión.
Por esto los comunistas debemos
sostener el carácter de clase de la verdad y llevar a cabo una lucha sin
compromiso contra todo lo burgués dentro del Movimiento Comunista Internacional
y todos los sofismas que niegan el carácter de clase de la verdad.
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jueves, 4 de julio de 2013
"NACER CON CONOCIMIENTOS" - UN INVENTO
“NACER CON CONOCIMlENTOS”—UN
INVENTO; LOS CONOCIMIENTOS PRO-
VIENEN ÚNICAMENTE DE LA PRACTICA *
Lí Feng-Ian
(Pintora
campesina del distrito Jusien, Shensí.)
Lin Piao, siguiendo las huellas de Confucio, agitaba la
bandera raída de “dominarse y retornar a los ritos”, pregonaba la “teoría del genio” disfrazándose a si mismo de “genio” “nacido con conocimientos”,
calumniaba a los trabajadores, calificándolos de “salvajes” y “necios
inferiores”. Al pregonar esto, Lin Piao perseguía el objetivo de crear una base
teórica para usurpar la dirección del Partido y el Poder del Estado y restaurar
así el capitalismo.
¿Son congénitos los conocimientos y la capacidad del hombre
o provienen de la práctica? El Presidente Mao indicó que las ideas correctas
del hombre “sólo pueden provenir de la práctica social, de las tres clases de
práctica: la lucha por la producción, la lucha de clases y los experimentos
científicos en la sociedad”. Es decir, los conocimientos y la capacidad del
hombre no son congénitos sino que se adquieren en la práctica social. La práctica
crea conocimientos verídicos y la lucha incrementa la capacidad. En el mundo no
existe ningún tipo de “genio” “nacido con conocimientos”.
En la atroz y vieja sociedad, las autoridades políticas, de
clan, religiosa y marital eran corno cuatro sogas que nos mantenían amarradas y
oprimidas en la capa más baja de la sociedad. En la Nueva China
socialista, el Partido ha abierto un ancho camino para incorporamos a las
mujeres en los tres movimientos revolucionarios: la lucha por la producción, la
lucha de clases y la experimentación científica. Las campesinas, pobres y
medias de la capa inferior han tomado parte activa en dichos movimientos, en la Gran Revolución
Cultural Proletaria y en la campaña de crítica a L-in Piao y Confucio. De esta manera, su fisonomía espiritual se ha transformado mucho y
su conciencia sobre la lucha de clases y la lucha entre las dos líneas se ha
elevado sucesivamente. Miles y miles de mujeres vanguardias han ingresado en el
Partido Comunista y en la Liga
de la Juventud Comunista
de China. Muchas han sido promovidas a puestos dirigentes, a diversos niveles,
administrando importantes asuntos del Estado. Estos titánicos y estremecedores cambios son resultado de la revolución que dirigida por el
Presidente Mao y el Partido Comunista, nos estimula a levantarnos y a luchar;
también constituyen una demostración de la superioridad del sistema socialista.
El contraste entre el presente y el pasado no sólo muestra
que los conocimientos y la capacidad del hombre no son congénitos, sino que
provienen de la práctica social; también que la posición política y las
condiciones de vida de los pueblos trabajadores no son decididas por el “hado”,
sino por el sistema social.
Nosotras, junto con el resto de los trabajadores, y con
nuestras propias manos, hemos creado las riquezas materiales de la sociedad así
como también las espirituales. Tomemos mi aprendizaje de dibujar como ejemplo:
en la vieja sociedad, mi familia era muy pobre y no pude ir
a la escuela. Después de la
Liberación fui a la escuela nocturna y tomé un cursillo breve
para aprender a leer y escribir. Antes me gustaba hacer papeles recortados,
pero no sabía dibujar. En 1958, para prepararme, el Partido me envió al curso
de capacitación de bellas artes para horas libres, en la obra de embalse
organizado por el distrito, para que aprendiera a pintar al mismo tiempo que
participaba en las labores. En la primera clase, estudié el escrito del
Presidente Mao “Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Arte y Literatura”.
Cuanto más estudiaba tanto mayor comprensión adquiría. La
enseñanza del Presidente Mao de que el arte y la literatura “se crean para los
obreros, campesinos y soldados y son utilizados por ellos” señaló la dirección
para mí. El espíritu y entusiasmo revolucionarios con que los comuneros
luchaban contra el cielo y la tierra me educaron y estimularon mucho. Entonces
dibujé “Los héroes someten a los dragones” y varias otras pinturas grandes de
propaganda. La exposición de esas pinturas en el sitio de construcción animó la
voluntad combativa de las masas y me dejó ver el papel de las bellas artes y
afirmó mi decisión de dibujar para la revolución. En 1963, en el movimiento de
la educación socialista, con el apoyo de la célula del Partido, visité a muchos
viejos campesinos pobres de nuestro equipo de producción quienes antes de la Liberación padecían de
grandes sufrimientos, y guardando profundo odio hacia la vieja sociedad dibuje
varias series de pinturas relatando la historia saturada de sangre y de
lágrimas de los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior. En la Gran Revolución
Cultural Proletaria dibujé murales y diapositivas para propagar el pensamiento
Mao Tse tung y la victoria de esta revolución. Todo esto fue un proceso de temple
en el transcurso de la dura práctica revolucionaria. Al comienzo dejaba en la
pintura la figura de una persona lejana más grande que la de primer plano y no
podía colocar las piernas y los brazos en sus lugares debidamente. Gracias a la
preocupación del Partido y el apasionado apoyo de los campesinos pobres y
medios de la capa inferior yo practicaba con entusiasmo, llevaba siempre un
cuaderno de bosquejos para dibujar en cualquier momento y lugar. A veces hacía
algunos trazos incluso cuando preparaba la comida.
Mediante repetidas prácticas tanto los pinceles como las
manos me iban obedeciendo poco a poco. Las masas me elogiaban diciendo que lo
que dibujaba se parecía a lo real.
Al inicio, yo no sabía dibujar. Pero ¿significa eso que era
una “tonta” de nacimiento? No. Y ahora lo que dibujo es relativamente
verosímil. ¿Puedo por eso, calificarme de inteligente de nacimiento? Tampoco.
El saber dibujar se debe a la práctica. Soy jefa del grupo
de trasplante de algodón en nuestro equipo de producción. En la práctica laboral,
viendo el espectáculo emotivo de la rica
cosecha de algodón dibujé una pintura titulada “Recogiendo jubilosamente nuevo
algodón”, en que aparecían figuras de muchas mujeres que estaban recogiendo
algodón. Pero al ver mi obra, algunos de los comuneros dijeron: “¿Se trata del
algodonal de nuestro equipo? Pero ¡no expresa ninguna característica!” Y otros
comentaron: “Están metidas en la labor, y ¿para qué recogen algodón?” Tienen
razón. Hay que dibujar con un tema que exprese el entusiasmo con el cual los
comuneros venden el algodón al Estado para apoyar la construcción socialista,
después de lograr una rica cosecha.
Más tarde, dejando el espectáculo de recoger el algodón como
fondo, pinté un cuadro en que los comuneros iban a entregar con ardor al Estado el algodón
transportado en carretas de caballos y carretillas. Así su tema es más claro.
Todos dijeron que resultaba bien. De hecho, la creación de este cuadro se debe
a la inteligencia de las masas. Sin éstas, no habría creación de que hablar.
En poco más de diez años, con la dirección del Partido y la
ayuda de los camaradas, he dibujado más de 300 pinturas. Acabo de hacer algunos
trabajos para el pueblo. El Partido y el pueblo me han ofrecido un gran honor;
en 1973, fui a Pekín para visitar y estudiar la exposición nacional de bellas
artes, allí recibí el entusiasta estímulo de los camaradas dirigentes. Yo, una
mujer que no sabía leer ni escribir una palabra en la vieja sociedad he sido
elegida subsecretaria de la célula del Partido y lucho con el pincel por la
revolución.
Todo esto demuestra que sólo la sociedad socialista puede
poner en pleno juego la actividad, sabiduría e inteligencia de las mujeres
trabajadoras. El proceso de aprender a dibujar constituye una severa crítica a
la “teoría del genio” “nacido con conocimientos”, planteada por Confucio y Lin
Piao. El hecho testimonia que “nacer con conocimientos” es un disparate. Los
conocimientos verídicos sólo pueden provenir de la práctica. Me he
decidido, en la actual campaña de crítica a Lin Piao y
Confucio, a sacar más y mejores pinturas para la revolución, refutando la “teoría
del genio” “nacido con conocimientos” pregonada por Confucio y Lin Piao.
* de: "Obreros, campesinos y
soldados critican a Lin Piao y a confucio". Ed. lenguas extranjeras, Pekín.
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