“La
clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros no
tienen, ninguna utopía lista para implantarla por decreto del
pueblo. Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella
esa forma superior de vida hacia la que tiende irresistiblemente la
sociedad actual por su propio desarrollo económico, tendrán que
pasar por largas luchas, por toda una serie de procesos históricos,
que transformarán completamente las circunstancias y los hombres”
(Marx. La Guerra Civil en Francia)
“Hay
que tener una clara conciencia de que aún existe para China el
peligro de tornarse revisionista. Esto se explica no sólo porque el
imperialismo y el socialimperialismo no se olvidan ni por un
instante de agredirla y subvertirla, y porque aún subsisten viejos
elementos de la clase terrateniente y de la burguesía, no
resignados a su derrota, sino también porque se engendran nuevos
elementos burgueses, como dijo Lenin, cada día, cada hora. Algunos
camaradas afirman que Lenin se refirió aquí a la situación de
antes de la cooperativización. Obviamente esta afirmación es
incorrecta.”(Chang Chungchiao. Acerca de la dictadura omnímoda
sobre la burguesía.1975)
Tras
el golpe de Estado de Deng, escondido tras Hua, y su consecuencia más
inmediata, la pérdida para la Revolución Proletaria Mundial de su
centro, la República Popular de China, y el final de la Gran
Revolución Cultural proletaria (GRCP), en 1977 la inmensa mayoría
de los partidos llamados comunistas eran satélites al servicio de la
superpotencia imperialista rusa o del revisionismo Chino.
El
golpe de Estado en China y la restauración capitalista fue una
demostración más de la justeza de las tesis del Presidente Mao
Tsetung: “a lo largo de todo el periodo histórico de paso de
capitalismo al comunismo, transcurre la lucha de clases entre el
proletariado y la burguesía”, que existe de forma real la
posibilidad de restauración del capitalismo y por tanto de la
necesidad de la Revolución Cultural para conjurar la restauración.
Sin
embargo, a los ataques a la GRCP realizados por los
socialimperialistas rusos, que convirtieron la patria de Lenin y
Stalin en un Estado de tipo hitleriano, donde los comunistas y
revolucionarios perseguidos y detenidos acababan en manos del
“camarada” psiquiatra para recibir su “reeducación” a base de "psico-cirujía", descargas eléctricas y demás arsenal
psiquiátrico, se unieron los revisionistas chinos y la mayor parte
de los partidos y organizaciones que venían del campo
marxista-leninista-pensamiento mao-tsetung.
Para
justificasr ésto fue necesario borrar la línea de demarcación
entre revolución y contrarrevolución. Las organizaciones prochinas
tomaron posición por la “teoría de los tres mundos” de Deng al
exterior, al interior capitularón ante su burguesía y utilizando el
nombre del Presidente Mao sigueron el camino de la “acumulación de
fuerzas” y las “etapas intermedias”. Otros partidos y
organizaciones se volvieron hacia Moscú, usando como argumento que
una vez acabada la GRCP, y había que insistir y remarcar su
“fracaso”, las disputas ideológicas y políticas entre el PCUS y
el PCCh no tenían sentido. Estas nuevas simpatías prosoviéticas
(o procubanas para los nuevos prosoviéticos avergonzados), crearon
en sus cabezas una realidad donde se compara el tiempo transcurrido
entre el “desmoronamiento” del “maoísmo” en la República
Popular de China tras la muerte del Presidente Mao con las tres
décadas que pasaron entre la muerte de Stalin y la caída del muro.
Es
evidente, como hemos dicho, que para llegar a este razonamiento había
que borrar la línea roja entre revolución y contrarrevolución:
“Conscientemente
hemos empleado aquí denominaciones poco precisas para designar a los
países socialistas y a las fuerzas revolucionarias. Y no es por
querer rehuir de las cuestiones más espinosas. Se nos preguntará:
¿Qué hay de la `restauración´ del capitalismo en la URSS y en los
países de Europa Oriental? Debemos aclarar esto porque, apenas si
hace falta decirlo, nuestra posición difiere respecto a esas ideas
que tanto hemos pregonado a lo largo de los últimos años.
…En
vista del rumbo que ha tomado la política interior y exterior de la
República Popular de China (muy semejante a la que ya hace tiempo
emprendió la Unión Soviética), cabía la posibilidad de condenar
esa nueva política y a la nueva dirección del PCCh. Aunque, al
igual que en el caso de los soviéticos, esa nueva política de los
chinos no nos gusta, pues difiere respecto a lo que hemos estado
defendiendo hasta ahora, tampoco podemos condenarla, porque para
nosotros china es un gran país socialista y su Partido Comunista un
gran partido revolucionario. No podemos aceptar que se haya producido
un nuevo `retroceso´ del socialismo, porque eso está en contra la
verdad histórica y de nuestros propios sentimientos y aspiraciones”
(PCE(r). En la encrucijada. Publicado en Bandera Roja. 2ª época-año
IV –nº 33, marzo 1978)
Sólo
así se podían convertir dos décadas de decidida lucha contra la
restauración capitalista en la República Popular de China con su
expresión más alta, la GRCP, dos décadas de indudables éxitos
para la clase obrera en la RP de China y en todo el mundo, en un
breve “desmoronamiento”. En concreto, mientras que el campo
socialista se disolvió tras la muerte de Stalin como un azucarillo,
China socialista permaneció firme durante dos décadas, si contamos
desde el XX Congreso del PCUS (1956) hasta el golpe de Estado de Deng
(1976), y la restauración del capitalismo fue posible sólo
mediante un cruento golpe militar, evidenciando la propia debilidad
de la burguesía china incapaz de seguir el camino pacífico del XX
Congreso del PCUS para la restauración del capitalismo.
A
esta campaña revisionista, al servicio del imperialismo y de la
reacción, se unió toda una campaña de difamación contra el
Presidente Mao que continúa hoy. La montaña de disparates
difundidos es inmensa, por lo que sólo trataremos algunas de éstas
calumnias:
-
Hua
kuofeng afirmó que el Presidente Mao personalmente le había
elegido como sucesor para legitimar el golpe de Estado. Es evidente
que quienes hicieron y hacen de altavoz de esta afirmación
no lo hacen por holgazanería, por falta de investigación sobre el
contexto y sobre la tarea que el Presidente Mao realmente confía a
Hua mientras estaba reunido con una delegación de
Nueva Zelanda (ver el libro “La
Revolución Cultural China”. R.
Macfarquhar y M. Schoenhals. Critica, 2009). La tarea, no es
otra que aplastar la resistencia que
encuentra la campaña contra Deng Xiaoping.
En esta lucha contra los dengxiaopinistas y
dirigida por el propio Presidente Mao, éste escribe en un
papel: “Contigo al
cargo, estoy tranquilo”, al mismo tiempo que advierte a Hua,
también por escrito, que se mantenga fiel a los “viejos
principios del Partido”, desde luego no le nombra su “heredero”.
Por tanto se repica lo que el imperialismo y la reacción levantan
para atacar el maoísmo y su expresión más alta, la GRCP, no por
inocencia.
-
También
se ha tratado de presentar a Lin Piao como la verdadera “izquierda”
con el objetivo de presentar al
Presidente Mao como un “centrista”y atacar a la GRCP y al
maoísmo. Hace pocos años en uno de los blogs defensores de Avakian
y del camino Prachanda se hizo campaña para “rehabilitar” a Lin
Piao sobre la base de unas supuestas nuevas evidencias. Sin embargo,
las pruebas de la preparación del golpe de Estado, con el que Lin
Piao tenía el objetivo de asesinar al Presidente Mao y acabar con
la GRCP, son contundentes. Como también existen pruebas
documentadas sobre su oposición al Presidente Mao y su defensa de
la teoría del “genio”. En la reunión del CC del PCCh celebrada
en Lushan en 1970, Lin Piao defiende: “El talento, el saber y
la experiencia del Presidente Mao por sí mismos han creado cosas
nuevas”. El 13 de Agosto, dentro del comité de redacción de
la nueva Constitución Lin Piao va a defender que el presidente Mao
había desarrollado el marxismo-leninismo de una forma “genial,
creativa y exhaustivamente”, enfrentándose a Chang Chung Chiao
que vetó que estos tres adverbios aparecieran en la futura
Constitución. En el campo de la filosofía, en 1970 el Presidente
Mao levantó la consigna: “Que la filosofía sea liberada…”,
en septiembre, el Pleno del CC del Partido acuerda la necesidad de
llevar la filosofía a las masas superando el estudio de las citas
del libro rojo, a lo que Lin Piao se enfrenta, como expresión de la
oposición de la burguesía a que la revolución pasara a una etapa
superior.
-
Sobre
la “teoría de los tres mundos” de Deng Xiaoping, poco hay que
decir, también se atribuyó al Presidente Mao de forma miserable.
Aportamos aquí, como confesión de parte, que en el propio texto se
reconoce la tajante oposición a esta teoría de los maoístas
chinos:
“En
China también ha habido frenéticos opositores a la teoría de los
tres mundos; ellos son la `banda de los cuatro´, Wnag Jung-wen,
Chang Chung-Chiao, Chiang Ching y Yao Wen-yuan. Ostentando las más
`revolucionarias´ divisas, se opusieron a que nuestro país apoyara
al tercer mundo y se uniera con todas las fuerzas unibles y a que
asestáramos golpes al enemigo más peligroso.”(Redacción de
Renmin Ribao. La teoría del Presidente Mao sobre los tres mundos
constituye una gran contribución al marxismo-leninismo. Ediciones en
lenguas extranjeras 1977)
Aún
así, tanto los revisionistas chinos, como rusos y albaneses
atribuyeron la autoría de la “teoría de
los tres mundos” de Deng al Presidente Mao. Para ello usaron citas
de éste en las que el Presidente Mao hacía referencia a “tres
mundos”, pero lo que no pudieron probar nunca es que el Presidente
Mao propusiera una alianza con un imperialismo para combatir a otro,
el “enemigo principal”, que es una cuestión medular de la teoría
de Deng, y que hoy mismo sostiene el viejo y nuevo revisionismo, sólo
hay que ver los casos de Öcalan,
de su YPG, o de Filipinas.
Los
revisionistas rusos nunca negaron que tras el golpe de estado de Deng
la política exterior de la RP de China cambió de forma radical:
“Así,
durante 1977 visitaron la capital china más de 30 delegaciones de
los `partidos´ y `secciones´ promaoístas de distintos países;
(...) Lo mísmo ocurrió en 1978. En sus charlas con estas
delegaciones los altos funcionarios chinos, explicando los
acontecimientos domésticos producidos en la RP China y el viraje que
ésta hizo en su política exterior para aliarse con el imperialismo,
querían demostrar que China seguía siendo la `base de la revolución
mundial´” (Qué hay detrás de la teoría de los tres mundos.
Editorial de la revista “kommunist”. Agencia Nóvosti. Moscú,
1979)
“La
ayuda financiera que los líderes de Pekín prestan a los regímenes
reaccionarios de América Latina testimonia persuasivamente que la
RPCh ha hecho un brusco viraje en su política exterior y coincide
cada vez más con los intereses de las oligarquías latinoamericanas
nativas.
No
obstante, en los años 60 la dirigencia de Pekín ocupó posiciones
diametralmente opuestas: pregonó la `guerra popular´ , empujó a
una parte de los sectores progresistas a emprender aventuras armadas,
instigó el terrorismo” (Viktor Samarin. Visado para la `Ciudad
Prohibida´. Agencia Novosti. Moscú, 1979)
Pero,
a pesar de que se reconocía el “viraje” en la política exterior
de la RP de China se trató de vincular al Presidente Mao con la
política exterior de la China de Deng Xiaoping. Para ésto se
utilizaron citas del propio Presidente Mao, pero como ya hemos dicho,
nunca pudieron demostrar que el Presidente Mao defendiera ninguna
alianza táctica con ninguna potencia o superpotencia imperialista en
contra de un “enemigo principal”. Las siguientes citas tomadas
de “Maoísmo: consignas y prácticas”, editado por la Agencia
Novósti en 1978, son un ejemplo de ésto:
“En
la actualidad la situación es ésta: sólo hay un mundo, dos clases,
la Tierra está dividida en tres partes”. Presidente Mao Tsetung.
Tesis estratégicas, 1975
“Hoy
en el mundo hay dos superpotencias. A veces, metafóricamente, llamo
a nuestro mundo empanada, en la que nosotros - el relleno - estamos
cogidos entre dos fuerzas poderosas” Presidente Mao Tsetung. De su
entrevista con George Pompidou. Septiembre de 1973
“Instiga
la lucha de dos tigres; espera a que uno de ellos sucumba y el otro
caiga malherido. Después amarra al tigre herido...” Prsidente Mao
Tsetung. Revista “ChungKung Yanchiu” (Taiwan), pág. 109. Nº
106, 1975
La
transición pacífica
El
ataque a la GRCP también se ha hecho y hace por supuestos defensores
de ésta. La tesis de la “transición pacífica” tiene
varios rostros, aunque un mismo contenido; cuanto más avanza la
revolución menos resistencia debería oponer la burguesía y así lo
afirmaron los revisionistas rusos:
“El
XX Congreso del PCUS concluyó que, en nuestra época, existe la
posibilidad real de conjurar la guerra mundial. Lenin señalaba en su
tiempo que bajo el dominio del imperialismo, las guerras eran
inevitables; la experiencia confirmó su planteamiento. Pero desde
entonces han transcurrido decenios. En el mundo se ha creado otra
situación.
Aunque
la esencia agresiva del imperialismo no ha cambiado, sus
posibilidades ahora no son las de antes.” (Compendio de historia
del Partido Comunista de la Unión Soviética. Editorial Progreso. 2ª
ed. Completada. Moscú. 1975)
“El
XXI Congreso del PCUS extrajo una importante conclusión: el
socialismo había obtenido en la URSS una victoria plena, definitiva.
(…) Después de la II Guerra Mundial, la situación cambió
radicalmente. Había crecido, fortaleciéndose, el poderío político,
económico y militar del Estado soviético. El socialismo rebasó las
fronteras de un país y se convirtió en un poderoso sistema mundial.
El imperialismo internacional ya es incapaz de restaurar el
capitalismo en la Unión Soviética, vencer al campo socialista”
(Ibid)
También
Hoxha va a defender esta posición, y así llega a afirmar que en
Albania el revisionismo se ha cortado por ley:
“En
la República Popular Socialista de Albania no sólo se ha cortado el
camino, por ley, a las tendencias revisionistas, sino que se realiza
un gran trabajo de educación tendente a elevar el nivel de
conciencia de los hombre, de modo que cada trabajador sea remunerado
según la cantidad y la calidad del trabajo realizado” (Enver
Hoxha. La democracia proletaria es la verdadera democracia. Ed. 8
Nëntori. Tirana, 1978)
Tesis
combatida por todos los grandes jefes del proletariado:
“El
paso del capitalismo al comunismo –dice Lenin- llena toda un época
histórica. Mientras esa época histórica no finalice, los
explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de
restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de
restauración. Después de la primera derrota seria, los explotadores
derrocados, que no esperaban su derrocamiento, que no creían en él,
se lanzan con energía decuplicada, con pasión furiosa, con odio
centuplicado, a la lucha por la restitución del “paraíso” que
les ha sido arrebatado, por sus familias, que antes disfrutaban de
una vida dulce y a quienes ahora “la chusma del populacho vil”
condena a la ruina y a la miseria (o al “simple”trabajo.)”
Y
la burguesía tiene sus razones para hacer tentativas de
restauración, pues aún después de su derrocamiento sigue siendo,
durante mucho tiempo todavía más fuerte que el proletariado que la
derrocó.” (Stalin. Fundamentos del Leninismo. 1924)
“En
al historia no se ha dado jamás el caso de que las clases moribundas
se retirasen voluntariamente de la escena. No se ha dado jamás en la
historia el caso el caso de que la burguesía agonizante no apelase a
sus últimas fuerzas para defender su existencia. Lo mismo si nuestro
aparato soviético de base es bueno que si es malo, nuestros avances,
nuestras ofensivas, reducirán y desplazarán a los elementos
capitalistas, y éstos, las clases agonizantes, ofrecerán
resistencia por encima de todo”
“Las
clases agonizantes no ofrecen resistencia porque sean más fuertes
que nosotros, sino porque el socialismo (…) precisamente porque se
hacen más débiles, presienten que se acerca su última hora y se
ven obligadas a resistirse con todas sus fuerzas, por todos los
medios” (Stalin. La desviación derechista en la URSS. 1929)
“Bujarin
entiende que, bajo la dictadura del proletariado la lucha de clases
debe extinguirse y desaparecer para que se llegue a la supresión de
las clases. Lenin, por el contrario, enseña que las clases sólo
pueden ser suprimidas mediante una lucha de clases tenaz, lucha que
bajo la dictadura del proletariado es todavía más encarnizada que
antes”
(Ibid.)
“3.
Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia, en su política
interior, se apartan de las posiciones de la clase obrera y rompen
con la teoría marxista de las clases de la lucha de clases. Niegan
el hecho del crecimiento de los elementos capitalistas en su país y
la agudización de la lucha de clases en el campo yugoslavo, que de
él se deriva. Esta negativa tiene su origen en la tesis oportunista
según la cual, en el periodo de transición del capitalismo al
socialismo, la lucha de clases no se agudiza, como enseña el
marxismo-leninismo, sino que se extingue, como lo afirmaban los
oportunistas del tipo Bujarin” (Resolución del Buró de
Información de los Partidos Comunistas sobre la situación en el
Partido comunista de Yugoslavia. 1948)
Hemos
visto como años antes de la primera experiencia de restauración del
capitalismo en un país socialista, tanto Lenin como Stalin
adviertieron de esa posibilidad real, porque eran conscientes de la
labor titánica que es el paso del capitalismo al comunismo, del
poder de la burguesía agonizante, del poder de “la fuerza de la
costumbre de millones y decenas de millones de personas es la fuerza
más terrible”(Lenin), de 10.000 años de existencia de propiedad
privada de los medios de producción. La restauración del
capitalismo en todos los países socialistas es la demostración de
que las advertencias de Lenin y Stalin no son vanas, y que cuanto más
avanza la revolución mayor es la resistencia de la burguesía, más
desesperadas y necesarias para sobrevivir son estas tentativas de
restauración.
Hoy,
una de las manifestaciones de la tesis de la “transición
pacífica” toma la forma de defensa “critica” de la GRCP.
Crítica realizada de forma retrospectiva con ese tono de
“infabilididad científica” y burguesa de la que ya se mofara
Marx, que sostiene que la GRCP “ es errónea, aunque tenga cosas
positivas, pues en definitiva la burguesía
tomó el Poder. Teoría que vuelve a repetir una vez más, bajo
otra forma, que cuando el socialismo avanza la burguesía debería
ofrecer menor resistencia, o incluso suicidarse, y que cuanto más
avanza la clase obrera en la construcción del socialismo las
tentativas de restauración deberían desaparecer y que por tanto
algo falla en el el marxismo, algo falla con la Revolución Cultural.
El primero en sustentar esta posición sobre la GRCP fue Hoxha para
luego revisar el marxismo, negando la lucha encarnizada y a muerte
entre el proletariado y la burguesía bajo la dictadura del
proletariado. En todo caso, su tracición a
la clase obrera, el intento de golpe de Lin Piao,
el golpe de Estado de Deng, la restauración del
capitalismo en la URSS, en China, en Albania..., desmienten al
propio Hoxha. Veamos la posición de Lenin:
“El
oportunismo no extiende el reconocimiento de la lucha de clases
precisamente a lo más fundamental, el periodo de transición del
capitalismo al comunismo, al periodo de derrocamiento de la
burguesía y de completa destrucción de ésta. En realidad, este
periodo es inevitablemente un periodo de lucha de clases encarnizada
sin precedentes, que reviste formas agudas nunca antes vistas, y, por
consiguiente el Estado de este periodo debe ser inevitablemente un
Estado democrático de una manera nueva (para los proletarios y los
desposeidos en general) y dictatorial de una manera nueva (contra la
burguesía).” (Lenin. El Estado y la Revolución.1917)
La
solución no puede ser “descubrir” la fórmula que nos lleve al
comunismo sin sobresaltos. “Desde luego, sería muy cómodo
hacer la historia universal si la lucha se pudiese emprender sólo en
condiciones infaliblemente favorables”, decía Marx sobre la
Comuna de París, a lo que añadía: “Gracias a la Comuna de
París, la lucha de la clase obrera contra la clase de los
capitalistas y contra el Estado que representa los intereses de ésta
ha entrado en una nueva fase. Sea cual fuere el desenlace inmediato,
esta vez, se ha conquistado un nuevo punto de partida que tiene
importancia para la historia de todo el mundo.” Marx, que no
tenía ningún espíritu mercantil, como jefe de la clase obrera,
clase que no tiene nada que perder y un mundo que ganar, pudo ver más
allá del resultado inmediato y puso a la Comuna en su lugar en la
historia: “un nuevo punto de partida” para la revolución
proletaria. Lenin, que no era un idealista que creyera que se puede
aprender a andar con un libro de instrucciones, no se paró ante el
desconocimiento de un itinerario
infalible:“no sasbemos ni npodemos saber a través de qué
etapas, por medio de qué medidas prácticas llegará la humanidad a
este supremo objetivo (el comunismo)”. El camino de Lenin fue
otro: atreverse a tropezar para aprender a andar. La perspectiva es
magnífica, el imperialismo se hunde en su crisis final y contamos
con el maoísmo, con su experiencia más alta, la GRCP, lo que hace
falta es perseverar en la lucha y atreverse a pagar el costo para
llevar la revolución hasta el final.
Sobre
la GRCP, tomamos firme posición por lo defendido por el CC del PCP:
5.
La Gran Revolución Cultural Proletaria en perspectiva
histórica es lo más trascendental del desarrollo del
marxismo-leninismo por el Presidente Mao; es la solución del gran
problema pendiente de la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado; "representa una nueva etapa, aún
mús profunda y más amplia, en el desarrollo de la revolución
socialista de nuestro país".
¿Qué
situación se presentó? Como dice la Decisión del P.C.Ch. sobre la
GRCP: "Aunque derrocada, la burguesía todavía trata de valerse
de las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de las clases
explotadoras para corromper a las masas y conquistar la mente del
pueblo en su esfuerzo por restaurar su Poder. El proletariado debe
hacer exactamente lo contrario: debe propinar golpes despiadados y
frontales a todos los desafíos de la burguesía en el dominio
ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad
utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres.
Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a los que
ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y
repudiar a las "autoridades" reaccionarias burguesas en el
campo académico, criticar y repudiar la ideología de la burguesía
y demás clases explotadoras, y transformar la educación, la
literatura y el arte y los demás dominios de la superestructura que
no corresponden a la base económica del socialismo, a fin de
facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema socialista".
En
estas condiciones se produjo el más estremecedor proceso político y
la mayor movilización de masas que ha visto la Tierra, cuyos
objetivos los definió así el Presidente Mao: "La Presente Gran
Revolución Cultural Proletaria es completamente necesaria y muy
oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la
restauración del capitalismo y construir el socialismo".
Destaquemos
además dos cuestiones: 1) que la GRCP implica un hito en el
desarrollo de la dictadura del proletariado hacia el afianzamiento
del proletariado en el Poder, que se concretó en los Comités
Revolucionarios; y 2) la restauración del capitalismo en China,
después del golpe contrarrevolucionario del 76, no es la negación
de la GRCP sino llanamente parte de la contienda entre
restauración-contrarrestauración y, por el contrario, nos muestra
la trascendental importancia histórica que tiene la GRCP en la
inexorable marcha de la humanidad al comunismo.(Comité
Central del Partido Comunista del Perú. Documentos
Fundamentales. 1988)