jueves, 2 de octubre de 2014

CONFERENCIA INTERNACIONAL 2014 - MADRID




¡Proletarios de todos los países, uníos!


CONVOCATORIA


El Movimiento Popular Perú, a nombre del CC del PCP, invita a todas las organizaciones comunistas, a todos los comunistas y revolucionarios del Movimiento Comunista Internacional a una nueva Conferencia Internacional a llevarse a cabo en Madrid (España) este 26 de octubre de 2014.
Los objetivos, tal y como se establecieran en la Conferencia de 2013, son:

  1. Servir a superar la presente situación de dispersión del MCI, para llegar a la unidad basada en los principios proletarios, con el único método proletario y marxista: la lucha de dos líneas entre la línea proletaria y la línea burguesa.
  2. La unidad apuntará a sentar bases para la futura formación de una nueva Internacional Comunista, pero reconocemos que esta no se puede formar sobre la base de conciliación entre línea proletaria y línea burguesa, sino solamente sobre la base de una línea general forjada en lucha contra el revisionismo de hoy y forjada en la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, a las condiciones concretas de cada revolución por Partidos Comunistas que dirigen guerra popular.

Esta Conferencia, como corresponde, tendrá que manejar los siguientes 9 puntos:

  1. Ideología.- El marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, es la tercera, nueva y superior etapa del marxismo, la ideología universal del proletariado internacional. Nos reafirmamos en que es nuestra todopoderosa ideología científica, todopoderosa porque es verdadera, producto de la lucha de clases y de las "encarnizadas y fructíferas luchas de dos líneas en los propios partidos comunistas y la inmensa labor de titanes del pensamiento y la acción que solamente la clase podía generar". Es el deber de cada comunista enarbolar, defender y aplicar el maoísmo, imponerlo como único mando y guía de la revolución proletaria mundial, y aplastar toda intención de revisarlo o cuestionar su vigencia universal. Además, nos reafirmamos en que el maoísmo, que en si tiene su origen en la aplicación del marxismo-leninismo a condiciones concretas, principalmente de la revolución china, hoy tiene que ser aplicado en forma creadora a las condiciones concretas de cada país. Sin la aplicación concreta, expresada en programa y línea política general de cada revolución, forjadas en lucha aplastando líneas contrarias, se deja abierta la puerta para el pragmatismo, la conciliación, el revisionismo y el oportunismo.
  2. Lucha a muerte contra el revisionismo (de viejo y nuevo cuño).- Rechazamos y aplastamos la llamada "nueva síntesis" de Avakian, y todos los demás revisionistas que intentan establecer en términos "marxistas" la misma patraña de la ofensiva contrarrevolucionaria general del imperialismo; que "el marxismo ha fracasado", y que por eso es necesario "re-evaluarlo" y revisarlo.
  3. Ley universal de la Violencia Revolucionaria.- Nos reafirmamos en el principio marxista-leninista-maoísta de la violencia revolucionaria como ley universal sin excepción alguna; la revolución como sustitución violenta de una clase por otra, en la gran tesis del Presidente Mao: "el Poder nace del fusil", en el principio de "salvo el Poder, todo es ilusión", y en que el Poder es el punto fundamental del maoísmo. Es indispensable continuar la lucha implacable contra la tesis revisionista de la "transición pacífica" y el cretinismo parlamentario, que hoy sigue siendo sembrado más que nunca por el imperialismo, la reacción y el revisionismo para desarmar la revolución mundial, hoy en forma más sistemática, a través de todo un sistema de organizaciones revisionistas, ONGs y "acuerdos de paz" dirigidos por el imperialismo. Rechazamos la miserable traición de Prachanda y los demás revisionistas de Nepal, que se han vendido por un plato de lentejas para cabalgar sobre las heroicas masas que han dado sus vidas por la revolución. Lo que corresponde a los comunistas nepaleses hoy es reconstituir el Partido para iniciar guerra popular, y así aplastar y barrer el viejo Estado y todos los llamados "maoístas" que han abandonado el camino de la guerra popular, y sólo quieren ganar algunos espacios políticos y territoriales dicen que para ponerse en mejor posición para negociar con el enemigo.
  4. Aplastar y barrer el cretinismo parlamentario.- Nos reafirmamos en que mientras sigue siendo necesario desarrollar no solamente el trabajo ilegal, sino también el trabajo legal, siempre en servicio de la guerra popular, en el mundo de hoy el proletariado no puede utilizar el parlamento burgués para tomar el poder, ni como tribuna o como “táctica”. Toda la experiencia del MCI confirma que tal “táctica” solo lleva a debilitar y destruir el Partido Comunista.
  5. La más alta teoría militar del proletariado es la guerra popular.- Igualmente, nos reafirmamos en la vigencia universal de la guerra popular como la más alta teoría y estrategia militar del proletariado internacional, para aplicar a las condiciones de cada país, países imperialistas así como países oprimidos. Rechazamos la tesis revisionista de que la "acumulación de fuerzas" y la "insurrección" pueden reemplazar a la guerra popular prolongada en los países imperialistas. Igualmente, rechazamos el criterio de centrar en el aspecto defensivo de la violencia revolucionaria, convirtiéndolo en su aspecto principal, diciendo que "no queremos la violencia, solo la aplicamos porque la reacción nos ataca". Es un criterio que parte de la idea que "las masas no quieren la guerra popular", que busca ocultar nuestras intenciones, que lleva al oportunismo y a sembrar ilusiones y pacifismo entre el pueblo.
  6. Reconstitución de los Partidos comunistas.- Asumimos la tarea indispensable de luchar por y contribuir a la reconstitución de los Partidos Comunistas en todo el mundo como Partidos marxistas-leninistas-maoístas, principalmente maoístas, hechos para iniciar y desarrollar guerra popular, a lo largo de la revolución democrática (en los países semicoloniales y semifeudales), la revolución socialista y las sucesivas revoluciones culturales hasta nuestra meta final el Comunismo. Hoy más que nunca debemos reafirmarnos en que el Partido Comunista es la vanguardia del proletariado, es decir la organización de los más avanzados de la clase más avanzada. El Partido Comunista tiene carácter de masas, pero no es el llamado "partido de masas", sino "un partido de militantes, de dirigentes, una máquina de guerra tal como demandara el propio Lenin". Hoy más que nunca es indispensable luchar contra la tesis revisionista del "partido de todo el pueblo", que hoy se expresa de nuevo en los intentos del nuevo revisionismo de atacar la dirección proletaria de la revolución.
  7. El Frente Único es Frente de clases revolucionarias.- En cuanto al Frente único, nos reafirmamos en la tesis marxista del Frente único como un frente de las clases revolucionarias, dirigido por el proletariado a través de su Partido Comunista, un frente para conquistar el Poder a través de la guerra popular. El Frente está indesligablemente unido con el nuevo Estado, es decir, en los países semicoloniales y semifeudales, la dictadura conjunta de obreros, campesinos, principalmente pobres, y pequeña burguesía que respeta los intereses de la burguesía media, bajo la dirección del proletariado representado por el Partido que aplica su hegemonía a través de la alianza obrero campesina. Rechazamos los intentos del nuevo revisionismo de socavar y cuestionar la dirección proletaria del Frente, aplicando en su lugar el "pluripartidismo" burgués, aplicando la tesis revisionista de "dos se unen en uno" y la conciliación en vez de imponer la dirección proletaria y la alianza obrero campesina como fundamento del Frente, y tomando la tesis marxista de respetar los intereses de la burguesía media como pretexto para permitir que la burguesía tome o participe en  la dirección.
  8. Balance de la aplicación del maoísmo.- Nosotros llamamos a todos los Partidos Comunistas y organizaciones revolucionarias a luchar por el balance de la aplicación del maoísmo. Si somos marxistas, tal balance no se puede hacer en conciliación, sino solamente con lucha de dos líneas. Es necesario que cada Partido y organización analice y sintetice no solamente sus luchas internas, todo su derrotero de aplastamiento de líneas revisionistas en sus filas, sino también que tomen posición sobre el derrotero de la lucha en el MCI y el MRI. Como parte de este proceso, nosotros señalamos que el problema principal del MRI han sido los problemas de la dirección, es decir el CoMRI y las posiciones hegemonistas y papel destructivo del PCR (EE.UU.) en el mismo. Rechazamos la labor negra del PCR y sus seguidores para aislar y difamar al PCP y su jefatura el Presidente Gonzalo, y su colusión con el imperialismo y la reacción en difundir la patraña de los "acuerdos de paz" en el Perú. La campaña de aislamiento contra el PCP y su Jefatura, que sigue repercutiendo hoy, objetivamente forma parte de los planes del imperialismo, principalmente yanqui, contra la revolución en Perú. Uno puede estar de acuerdo con las posiciones del PCP o no, pero lo que corresponde hoy a los comunistas del mundo para combatir este plan reaccionario es reconocer la dirección del PCP, su Comité Central y todo el Partido, que hoy sigue dirigiendo la guerra popular bajo condiciones difíciles, aplicando el pensamiento gonzalo.
  9. Situación revolucionaria en desarrollo desigual.- En cuanto a la situación mundial, nos reafirmamos en que hay una situación revolucionaria mundial en desarrollo desigual, y que las condiciones objetivas para un avance audaz de los comunistas están dadas. El problema está en las condiciones subjetivas, es decir en la presente dispersión de los comunistas a nivel mundial y la influencia del revisionismo y el oportunismo. Es necesario que los comunistas avancemos no solamente en la lucha de dos líneas, sino que desarrollemos nuestra práctica, que tomemos la iniciativa hoy, que luchemos juntos con las masas que están clamando por la dirección proletaria. Tenemos la responsabilidad, en los países oprimidos y en los países imperialistas, de dar la dirección proletaria necesaria en la lucha contra la agresión imperialista y contra la intensificación de la explotación y la opresión en todo el mundo. No podemos dejar la dirección a la pequeña burguesía, no podemos abandonar nuestros principios marxistas en la lucha contra la guerra imperialista o la lucha por los derechos democráticos. A los comunistas en los países imperialistas corresponde la tarea de desarrollar y organizar el trabajo en todos los planos – y no solamente en pronunciamientos y propaganda - contra el imperialismo y su máquina de guerra en las mismas entrañas de la bestia.

Movimiento Popular Perú
Septiembre de 2014

miércoles, 24 de septiembre de 2014

XXII ANIVERSARIO DEL DISCURSO DEL PRESIDENTE GONZALO




¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡VIVA EL XXII ANIVERSARIO DEL MAGISTRAL DISCURSO DEL PRESIDENTE GONZALO, QUE RESPLANDECE VICTORIOSA Y PUJANTEMENTE ANTE EL MUNDO COMO ARMA DE COMBATE!
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO Y SUS CONTRIBUCIONES A LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!

“Así, las cosas, pensemos en el peligro, de que la nación, el país puede ser dividido, que la nación está en riesgo, quieren despedazarla, quieren dividirla, ¿quién quiere hacer eso? como siempre el imperialismo, los que explotan, los que mandan. ¿Y qué debemos hacer nosotros? ¿Qué corresponde ahora? Pues bien, corresponde que potenciemos el Movimiento Popular de Liberación, y eso lo desarrollaremos manejado en guerra popular porque el pueblo, siempre el pueblo ha sido quién ha defendido la patria, quién ha defendido la nación. Corresponde formar el Frente Popular de Liberación, corresponde formar y desarrollar a partir del Ejército Guerrillero Popular, un Ejército Popular de Liberación ¡eso es lo que corresponde! ¡y eso haremos nosotros! ¡Y eso lo estamos haciendo y eso lo vamos a hacer! Uds. serán testigos señores.”
“Todo lo que nos dijeron, la cháchara vacía y necia de la famosa "nueva etapa de paz" ¿En qué ha quedado? ¿Qué de Yugoslavia? ¿Qué de otros lugares? Todo se politizó; eso es mentira. Hoy día la realidad es una, los mismos contendientes de la I y II Guerra Mundiales, están generando, están preparando la III nueva guerra mundial. Eso debemos saber y nosotros como hijos de un país oprimido somos parte del botín ¡No lo podemos consentir! ¡Basta ya de explotación imperialista! ¡Debemos acabar con ellos! Somos del tercer mundo y el tercer mundo es base de la revolución proletaria mundial, con una condición, que los Partidos Comunistas enarbolen y dirijan. ¡Es lo que hay que hacer!”
(El Discurso del Presidente Gonzalo, Base Lima, Partido Comunista del Perú, 1992)

Partiendo de nuestro saludo y sujeción firme, voluntaria, consciente e incondicional a nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo, centro de unificación partidaria y garantía de triunfo hasta el comunismo, y a la aplicación creadora del maoísmo a las condiciones de nuestra revolución, el pensamiento gonzalo - todopoderoso porque es verdadero, y verdadero porque es científico – celebramos este XXII aniversario de su magistral Discurso del 24 de septiembre de 1992. Siendo la última ocasión en la cual el Presidente ha tomado posición públicamente y dirigiéndose al Partido, el Discurso expresa la posición marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo en cuanto al recodo que su detención implica, así como en cuanto a la situación nacional y la situación internacional  - y con el Discurso el Presidente Gonzalo llamó al Partido y al pueblo a continuar desarrollando la guerra popular, a nunca arriar la bandera hasta el comunismo. Así, aplicando el pensamiento gonzalo, aplicando lo establecido por el I Congreso del Partido, sujetándose firmemente a la Base de Unidad Partidaria y aplicando lo establecido en el Discurso, el Comité Central hoy sigue dirigiendo todo el Partido y todos sus aparatos, resolviendo problemas nuevos para retomar lo perdido desarrollando la guerra popular bajo las circunstancias complejas de la inflexión.
"Es una tarea difícil y de larga duración formar a jefes del Partido, experimentados y de alto prestigio. Pero, sin ello, la dictadura del proletariado y la ‘voluntad única’ de éste no son más que frases vacías." (Lenin)
Algunos tratan de explicar la traición de la LOD y la inflexión de la guerra popular con la vieja tesis revisionista del llamado “culto a la personalidad” para ocultar el negro papel de las posiciones revisionistas y oportunistas en los Partidos Comunistas, posiciones que en colusión con los planes del imperialismo y la reacción llevan a la estructuración de líneas revisionistas y oportunistas que actúan como delatores, traidores que difunden la capitulación en las filas del pueblo. Así, atacando y distorsionando a los principios marxistas de la relación entre jefes, partido, clase y masas, algunos que se llaman “maoístas” desvían la lucha necesaria en cada Partido y cada revolución contra el revisionismo y el oportunismo, y quieren evitar la lucha actual y esencial por la aplicación creadora del maoísmo a las condiciones de cada país – aplicación creadora que necesariamente se expresa en que el proletariado y sus luchas generan jefes y Jefaturas forjados en la lucha contra líneas contrarias, como ha sido el caso en cada revolución socialista. Los adherentes de la tesis revisionista del “culto a la personalidad” parten de una concepción idealista y metafísica; ven la forma como principal, no el contenido, y así confunden el papel de los dirigentes y jefes proletarios con el de caudillos y cabezas revisionistas como Avakian o Prachanda. Por eso, en el caso del Presidente Gonzalo, algunos han caído en la trampa montada por el imperialismo y la reacción; centran en “investigar” o especular sobre las patrañas de los “acuerdos de paz” y todas las patrañas de la reacción sobre la situación actual del Presidente Gonzalo, pero no quieren hablar sobre los pronunciamientos y posiciones del mismo Presidente. Aceptan las palabras de la reacción como verdad, pero rechazan las palabras del Partido Comunista. Así, objetivamente cumplen con el plan del enemigo de prevenir que la experiencia del proletariado peruano, expresado en el pensamiento gonzalo y sus contribuciones a nuestra ideología universal, llegue al proletariado internacional. En vez de debatir estas contribuciones y las posiciones del PCP, siguen con el aislamiento y los ataques contra el Partido y su Jefatura; como decía el Partido Comunista de China sobre los revisionistas del PCUS: “calumnia[n] la posición marxista-leninista en que perseveramos, diciendo que nosotros intentamos “imponer a los demás partidos el orden, la ideología y la moral, las formas y método de dirección, que florecieron en el período del culto a la personalidad” (PCCH – Sobre el problema de Stalin)

La situación actual del Presidente Gonzalo es que sigue en aislamiento total, y no puede comunicarse con nadie con la excepción de las guardias de la reacción y con las ratas de la LOD, con los “abogados” y “periodistas” invitados por la reacción para hacer sus montajes. Todo el negro sueño de la reacción de poder presentar al Presidente frente al mundo como un Mandela o un Öcalan, promoviendo a los “acuerdos de paz” y la “conciliación” ha fallado, porque la Jefatura del PCP no es un traidor, no es como los simples intelectualoides, marxólogos y vendeobreros que buscan cabalgarse sobre las espaldas del pueblo – al contrario, el Presidente Gonzalo es la Jefatura del Partido Comunista del Perú y la revolución peruana; Jefatura sustentada no en rasgos personales, no en la supuesta “infalibilidad” o en adoración metafísica, sino en un pensamiento, el pensamiento gonzalo, la aplicación concreta del maoísmo, producto de toda la lucha del proletariado y el pueblo y la más alta expresión de su conciencia de clase y su proceso largo y complejo de organizarse para tomar el Poder y marchar con guerra popular hasta el comunismo.

¿Por qué los imperialistas y reaccionarios buscan tan desesperadamente socavar la influencia del Presidente Gonzalo en las filas del proletariado internacional? ¿Por qué  es tan importante para ellos aislar al PCP y difamar su Jefatura y su sistema de dirección? En síntesis, porque el Presidente Gonzalo y el PCP insisten en la lucha en torno a ciertos puntos decisivos para la revolución mundial. Frente al plan mundial imperialista de “acuerdos de paz”, del “poder blando”, de las ONG:s, del “socialismo en el siglo XXI” que acompaña sus genocidios, el Presidente Gonzalo y el PCP plantean el desenmascarar y condenar firmemente todo este plan, en lucha implacable contra el nuevo revisionismo. Frente a los planes imperialistas de manipular y utilizar las luchas populares anti-imperialistas y dividir a los países oprimidos, el Presidente Gonzalo y el PCP plantean (ver el Discurso) potenciar a los movimientos populares de liberación, porque es el pueblo quien siempre ha defendido a la patria, y que lo que corresponde en cada país es construir el Frente y el Ejército bajo la dirección proletaria del Partido marxista-leninista-maoísta militarizado, aplicando la independencia, la autodecisión y el autosostenimiento. Frente a los intentos de difundir el revisionismo y el oportunismo en las filas del proletariado y reemplazar los principios proletarios en los Partidos Comunistas con los principios burgueses del liberalismo – conciliación en vez de la lucha de dos líneas - el Presidente Gonzalo y el PCP plantean enarbolar, defender y aplicar los principios de la clase y que la lucha es el motor del Partido. Para la revolución mundial, para el aplastamiento y barrimiento del imperialismo, es una necesidad urgente que el movimiento comunista internacional supere la dispersión actual y se una bajo el maoísmo – y eso no se va a cumplir con la conciliación o la unidad sin principios, sino solo con lucha implacable contra el revisionismo y el oportunismo dentro de nuestras filas, lucha para iniciar y desarrollar la guerra popular en cada país. 

¡VIVA EL XXII ANIVERSARIO DEL MAGISTRAL DISCURSO DEL PRESIDENTE GONZALO!
  ¡EXIGIMOS LA PRESENTACIÓN PÚBLICA EN VIVO Y EN DIRECTO DEL PRESIDENTE GONZALO, Y QUE SE LE PERMITA PRONUNCIARSE!
  ¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
  ¡VIVA EL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!
  ¡VIVA EL MAOÍSMO, ABAJO EL REVISIONISMO!

Movimiento Popular Perú 24 de septiembre de 2014

martes, 16 de septiembre de 2014

REVISTA SOL ROJO Nº 41




CONTENIDO
 
  • Editorial
  • Documento del Movimiento Popular Perú:
    ¡Viva el 1º de mayo, día del proletariado internacional!
    ¡Contra la guerra imperialista de rapiña, desarrollar guerra popular!
  • Documento del Movimiento Popular Perú:
    ¡Viva el día de la heroicidad!
    ¡Héroes del partido comunista del perú: Perpetuo ejemplo de cómo
    mantener el rumbo Y dar la vida por el partido y la revolución!
  • Situación nacional
  • Situación internacional
  • Situación internacional: España


DESCARGAR DESDE:

http://www.solrojo.org/SR41.pdf

lunes, 8 de septiembre de 2014

AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO No 41:

¡Proletarios de todos los países, uníos!


EDITORIAL
Desde la publicación del número anterior de nuestra revista (en diciembre de 2013) hasta hoy, el trabajo internacional del Partido Comunista del Perú ha continuado con su punto de partida en los éxitos y avances logrados con la Conferencia Internacional en Madrid en Octubre de 2013 y las reuniones, debates y documentos que fueron resultados de ella. Y todo el trabajo de este período, bajo la dirección del Partido y su Comité Central, aplicando el pensamiento gonzalo, confirma que estos éxitos en la lucha contra el revisionismo y el oportunismo dentro y fuera de nuestras filas a nivel mundial son éxitos verdaderos. En este trabajo vemos que los comunistas y revolucionarios en todo el mundo no se dejan engañar por un revisionismo disfrazado de "maoísmo", ni por las patrañas difundidas por el imperialismo, la reacción y el revisionismo contra el PCP y su Jefatura el Presidente Gonzalo, ni por los planes de aplicar la misma patraña de "acuerdos de paz" en otros lugares. Vemos que hay camaradas que están por desarrollar la lucha de dos líneas, no rehuirla, y camaradas que están asumiendo la tarea de aplicar el maoísmo a las condiciones de sus países para iniciar y desarrollar guerra popular, tomando nuestra guerra popular en Perú como ejemplo para seguir y asumiendo las contribuciones del Presidente Gonzalo a nuestra ideología universal. Al mismo tiempo, vemos que esta exitosa lucha sirve como espejo revelador de revisionistas, cuando algunos rehúyen de la lucha y se alistan bajo las podridas banderas del revisionismo. Saludamos a todos los camaradas en el mundo que se mantienen firmes en la posición proletaria, y saludamos a todo el glorioso movimiento comunista internacional. Todo eso para nosotros confirma que estamos en lo correcto, y seguiremos avanzando contra la corriente, luchando junto con los comunistas del mundo para imponer el maoísmo como único mando y guía de la revolución proletaria mundial.
Así también, la situación internacional sigue confirmando lo establecido por el Presidente Gonzalo y el PCP sobre la crisis del imperialismo y su colusión y pugna, sobre el plan imperialista de "acuerdos de paz" etc. En su magistral Discurso, el Presidente nos ha dicho: "los mismos contendientes de la I y II Guerra Mundiales, están generando, están preparando la III nueva guerra mundial", y ahora lo vemos; como el imperialismo yanqui, en colusión y pugna con los imperialistas de Europa, principalmente Alemania, avanzan hacia el este, apuntando a la repartición de Europa a la vez que buscan desplazar a Rusia del Medio Oriente. Es decir, pugna por el botín, las semicolonias del tercer mundo, mientras apuntan a incorporar toda Rusia y la Europa de Este en su imperio. Rusia y China, que no representan en ninguna manera una lucha contra el imperialismo, sino que son chupasangres imperialistas que tratan justificarse con el cuento del llamado "mundo multipolar", se juntan y se preparan para poder desafiar la hegemonía yanqui y defender sus intereses en el tercer mundo. Todos estos imperialistas hoy utilizan el fascismo y el chovinismo al lado del revisionismo, los "acuerdos de paz", los "derechos humanos" y las "intervenciones humanitarias" para controlar, corromper y desviar las luchas de las masas, para subordinarlas a sus intereses y utilizarlas en la pugna interimperialista. Y mientras la reacción mundial hipócritamente "condenan la violencia" el imperialismo sigue con su matanza genocida en todo el mundo: el genocidio realizado por los sionistas, por cuenta de los yanquis, contra el pueblo palestino; el genocidio en marcha cometido por los fascistas pro-yanquis de Ucrania contra el proletariado y el pueblo del país; grupos reaccionarios "islamistas", fomentados y armados por el imperialismo yanqui, que matan a los pueblos y sirven a desviar sus heroicas luchas antiimperialistas.
Pero nosotros, los marxistas-leninistas-maoístas, con el punto de vista del materialismo dialectico, no vemos todo negro como los revisionistas, sino vemos que en realidad, el aspecto positivo es principal y la revolución es la tendencia histórica y política principal. El imperialismo no es tan fuerte, no es invencible, como quieren sustentar los revisionistas. Al contrario: las fuerzas del imperialismo hoy están desplegadas en lugares remotos, y eso genera vulnerabilidad. Y en nuestra colina, los pueblos están luchando cada día más contra la explotación y la opresión, armándose cada vez más con mayor conciencia de clase, como muestran las guerras populares y luchas armadas bajo la bandera del maoísmo, en Perú, en India, en Filipinas etc. Lo que falta en la mayor parte de las luchas es la dirección correcta. Los pueblos luchan, pero sus luchas son separadas, porque han sido despojados de la ideología internacionalista y la dirección del proletariado. Y así, separadas y sin la dirección proletaria, las luchas contra el imperialismo se quedan atrapadas en sus debilidades; separadas del apoyo de los pueblos del mundo se dejan engañar por los "acuerdos de paz" del imperialismo, o no tienen otra salida que buscar la "ayuda" de una potencia imperialista para desprenderse de otra. Así vemos, en Palestina y Ucrania, como las luchas heroicas de estos pueblos, sin la dirección y la teoría y estrategia militar del proletariado, la guerra popular, son debilitadas por "acuerdos de paz" impuestos bajo la batuta del imperialismo, y no construyen los ejércitos que necesitan para establecer y defender su poder y  mantener su independencia política y militar frente al imperialismo y derrotarlo. De ahí, una vez más, la urgente necesidad de llevar a cabo la lucha necesaria para unir a los comunistas a nivel mundial y dar la dirección que los pueblos exigen - y fundamentalmente tiene que ser una lucha a muerte contra el revisionismo y el oportunismo dentro de cada Partido y a nivel mundial.
Esta es la posición marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo sobre la situación mundial, es la posición asumida por nuestro Partido, que sigue llevando a cabo la tarea de servir a la revolución mundial, a la vez que sigue dirigiendo la guerra popular en Perú bajo las complejas condiciones de la inflexión. El trabajo de masas que el Partido está desarrollando es un trabajo de largo plazo, un trabajo que hoy implica desarrollar las fuerzas, retomando lo perdido, retomando la dirección de los gremios, luchando con los obreros, campesinos e intelectuales por sus reivindicaciones en función de la lucha por el poder - así aplastando a las ratas miserables de la LOD, a su camino electorero, a su Movadef y a todas sus patrañas, y aplastando a la posición militarista y oportunista de la LOI de solo hacer acciones para servir a su poder personal y solo ver las reivindicaciones del campesinado cocalero.



domingo, 10 de agosto de 2014

viernes, 1 de agosto de 2014

jueves, 24 de julio de 2014

SEMANA INTERNACIONAL DEL NIÑO




LA SEMANA INTERNACIONAL DEL NIÑO
N.KRUPSKAYA
(Artículo publicado en «Pravda», año 1923)

            El Comité Ejecutivo de la Internacional juvenil Comunista ha Dispuesto que se celebre la III Semana Internacional del Niño desde el 24 al 30 de julio. El movimiento infantil de Rusia está todavía en la fase de organización y aprovechamos la «Semana del Niño» para hacer propaganda de este movimiento.

            «¿Qué falta hace un movimiento infantil, una organización de niños? Cuando crezcan y empiecen a comprender algo que entren el komsomol; ¿qué entienden los niños? Dejadlos que jueguen y estudien» - suelen decir algunos camaradas.

            En los jóvenes Pioneros, como se llama la organización comunista infantil, pueden ingresar los muchachos y las muchachas a partir de los 11 años.

            Los jóvenes Pioneros se esfuerzan en educar los instintos colectivistas en sus afiliados, acostumbrándolos a compartir las alegrías y las penas con la colectividad, a no separarse de ella y a pensar en que son miembros de la colectividad, se esfuerzan en formar hábitos colectivistas, es decir, el arte de trabajar y actuar colectivamente, de manera organizada, supeditando su voluntad a la colectividad, de llevar a cabo sus iniciativas a través de ella, conquistando la opinión de la colectividad y, por fin, procuran forjar la conciencia comunista de los niños, contribuyendo a que  comprendan que son miembros de la clase obrera que lucha por la dicha de la humanidad, miembros del gran ejército del proletariado internacional.

            La sola enumeración de estas tareas muestra que cuanto antes se incorporen los niños al movimiento infantil tanto mejor será. A los hijos de los obreros se les oye decir con frecuencia: «No vemos nunca al padre, por el día trabaja y por la tarde va a las reuniones». La madre también trabaja o está absorbida por los quehaceres domésticos y el cuidado de los hijos. Los chicos de los obreros crecen a la buena de Dios: bien están en casa sin ver nada, haciendo travesuras por aburrimiento, o bien caen bajo la influencia de la calle. La organización infantil les proporcionara muchas emociones jubilosas, campo para que apliquen sus fuerzas y desarrollen su actividad y alimento a sus mentes.

            La organización de pioneros no debe parecerse a la de los adultos. Sería un gran mal si fuera copia de la organización de los mayores, pero debe estar saturada de espíritu comunista.

            Ante todo ha de hacer sentir a los niños muchas emociones jubilosas. Los coros, los juegos, las excursiones al campo, la poesía de los cuentos en torno a la hoguera, las visitas a las fábricas y la participación en las fiestas proletarias dejan una impresión que no se borra en toda la vida, y unen todas estas emociones con la idea de la organización, de la colectividad. La participación en las fiestas proletarias, las visitas a los clubs obreros, a las fábricas y la asistencia a las reuniones de los trabajadores ligan con fuertes lazos a los niños de la clase obrera, lazos que hay que robustecer por todos los medios. Las secciones de mujeres, las células del Partido y los sindicatos deben patrocinar a los pioneros y no regatear esfuerzos para fortalecer en los niños el espíritu de la solidaridad de clase.

            Durante la semana del movimiento infantil, las organizaciones obreras deben apadrinar a los pioneros, organizar excursiones, mostrarles su trabajo, hablarles de el, designar a obreros y obreras que hablen de su infancia v de su lucha a los niños, en una palabra, la clase obrera debe prohijar durante la «semana del niño» a los pioneros.

            Los chicos son chicos. Por eso los jóvenes Pioneros prestan gran atención a los juegos. El juego es una necesidad del organismo infantil en desarrollo, acrecienta las fuerzas físicas de los niños, hace más firme la mano, más ágil el cuerpo, más certero el ojo y desarrolla la inteligencia, el ingenio y la iniciativa. En el juego adquieren los niños hábitos de organización, entereza, y
aprenden a sopesar las circunstancias, etc. Pero hay juegos y juegos. Hay juegos que fomentan la crueldad, la grosería, el odio nacional, que influyen nocivamente en el sistema nervioso, que exaltan y estimulan la vanidad. Hay otros que tienen gran valor educativo, que fortalecen la voluntad y el sentido de la justicia, que enseñan a ayudar en la desgracia, etc. Por medio de los juegos se puede hacer de un niño una bestia y se puede hacer un comunista. Los pioneros se plantean esta última tarea y los Komsomoles les ayudan a cumplirla.

            Los pioneros no se ocupan solamente de los juegos. Los niños de nuestros dias han visto y oído mucho y sienten el deseo de participar en la lucha por la dicha de la humanidad, en la construcción de la nueva vida. Aunque su labor colectiva no sea mucha - recoger hierbas medicinales, plantar flores delante de las fábricas, hacer camisitas para las casascuna, distribuir invitaciones para los actos, adornar los clubs obreros, etc.-, les hace pensar en que son miembros útiles de la sociedad y les da ánimos para trabajar. Es necesario que todas las instituciones soviéticas presten atención a los pioneros y les den la posibilidad de trabajar en nuevas ramas.

            El movimiento infantil tiene gran valor para la escuela, ya que proporciona hábitos que contribuyen a organizar acertadamente la autogestión de los niños en ella y propician la aplicación de nuevos métodos de enseñanza. El movimiento infantil acrecienta en los alumnos el interés por el estudio y el ansia de saber. De ahí que los maestros avanzados lo vean con satisfacción. Durante la Semana Internacional del movimiento infantil, las escuelas deben abrir de par en par las puertas a los pioneros. Los pioneros deben ayudar con entusiasmo a los maestros a organizar la nueva escuela y deben ser la solera de ella.

            En la semana que va del 24 al 30 de julio hay que echar los cimientos del movimiento infantil en la Federación Rusa.



Descargar "Pequeños Guardias Rojos":

https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorTXFma3BDTFNlMEk/edit?usp=sharing

viernes, 18 de julio de 2014

LA CRISIS REVOLUCIONARIA Y LA SOCIALDEMOCRACIA.




PROGRAMA DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

II.LA CRISIS GENERAL DEL CAPITALISMO Y LA PRIMERA FASE DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL

(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA)


2. La crisis revolucionaria y la socialdemocracia contrarrevolucionaria.

En el curso de la revolución mundial, los jefes socialdemócratas, por un lado, y las organizaciones capitalistas de combate de tipo fascista, por otro, han adquirido una significación especial como fuerzas contrarrevolucionarias de la mayor importancia, que han luchado activamente contra la revolución y que han prestado un apoyo a la estabilización parcial capitalista.

La crisis producida por la guerra de 1914-1918, vióse acompañada de la ignominiosa bancarrota de la Internacional socialdemócrata, de la II Internacional. En contradicción completa con la tesis del Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, según la cual los proletarios no tienen patria en el régimen capitalista, en oposición absoluta a las resoluciones contra la guerra tomadas por los congresos de Stuttgart y de Basilea, los líderes de los partidos socialdemócratas nacionales, salvo contadas excepciones, votaron en favor de los créditos de guerra, proclamaronse defensores decididos de las «patrias» imperialistas (o, lo que es lo mismo, de las organizaciones estatales de la burguesía imperialista), y, en vez de luchar contra la guerra imperialista, se convirtieron en fieles soldados, propagandistas y cantores del socialchauvinismo, transformado bien pronto en socialimperialismo. En el período que siguió inmediatamente a la guerra, la socialdemocracia apoyó los tratados de rapiña (Brest, Versalles); Se puso de un modo activo al lado de los generales cuando las revoluciones proletarias eran abogadas en sangre (Noske); luchó con las armas en la mano contra la primera república proletaria (Rusia de los soviets); traicionó pérfidamente al proletariado en el poder (Hungría); entró en la Sociedad de las Naciones imperialistas (Thomas, Paul Boncour, Vandervelde); se colocó directamente al lado de los imperialistas contra los esclavos coloniales (Partido Laborista ingles); apoyó activamente a los verdugos mas reaccionarios de la clase obrera (Bulgaria, Polonia), tomó sobre sí la iniciativa de las «leycs militares» imperialistas (Francia); traicionó la gran huelga general del proletariado ingles; contribuyó a ahogar la huelga de los mineros, ayudó y ayuda a estrangular a China y a la India (gobierno MacDonald); es el agente de propaganda de la Sociedad de las Naciones imperialistas, es el heraldo del capital y el centro de organización de la lucha contra la dictadura del proletariado en la URSS (Kautsky, Hilferding). La socialdemocracia realiza esta política contrarrevolucionaria de un modo sistemático operando activamente por medio de sus dos alas: el ala derecha, abiertamente contrarrevolucionaria, necesaria para las negociaciones y la relación directa con la burguesía, y el ala izquierda, para poder engañar de un modo particularmente sutil a los obreros. La socialdemocracia de “izquierda”, sin dejar de esgrimir la frase pacifista y, a veces, la frase revolucionaria inclusive, de hecho se coloca contra los obreros, particularmente en los momentos más críticos (los «independientes» ingleses y los jefes de «izquierda» del Consejo General durante la huelga general de 1926. Otto Bauer y Cía., durante la insurrección vienesa, etcétera), siendo, por consiguiente, la fracción más perniciosa de los partidos socialdemócratas. Sin dejar de servir los intereses de la burguesía en el terreno de la colaboración de clases y de la coalición con la burguesía, la socialdemocracia se ve obligada, en ciertos periodos, a pasar a la situación de partido de oposición e incluso a simular la defensa de los intereses del proletariado en su lucha económica con un solo objetivo: Conquistar la confianza de una parte de la clase obrera y, gracias a ello, traicionar de un modo todavía más vergonzoso sus intereses permanentes durante las contiendas decisivas de clase.

La función esencial de la socialdemocracia en la actualidad consiste en socavar la unidad de combate necesaria del proletariado en su lucha contra el imperialismo. Al escindir y desmoralizar el frente único de la lucha proletaria contra el capital, la socialdemocracia se trueca en el sostén más firme del imperialismo en el seno de la clase obrera.

La socialdemocracia internacional de todos los matices, la Segunda internacional y su sucursal sindical, la Internacional de Amsterdam, se han convertido, pues, en la reserva de la sociedad burguesa, en su apoyo más seguro.

3. La crisis del capitalismo y el fascismo.

Al lado de la socialdemocracia, por cuya mediación la burguesía aplasta a los obreros y adormece su sensibilidad de clase, entra en acción el fascismo.

La época del imperialismo, la exacerbación de la lucha de clases y la acumulación, particularmente después de la guerra imperialista mundial, de los elementos de guerra civil, han determinado la quiebra del parlamentarismo. De aquí «nuevos» métodos y formas de gobierno (por ejemplo, el sistema de gabinetes poco numerosos, la creación de grupos oligárquicos que actúan tras cortina, la degeneración y la falsificación de las funciones de la «representación nacional», la limitación y la supresión de las «libertades democráticas», etcétera). Este proceso de ofensiva de la reacción burguesa-imperialista adopta, en condiciones históricas determinadas, la forma del fascismo. Dichas condiciones son: la inestabilidad de las relaciones capitalistas; la existencia de un gran número de elementos sociales desplazados; la pauperización de grandes sectores de la pequeña burguesía urbana y de los intelectuales; el descontento de la pequeña burguesía agraria y, finalmente, la amenaza constante de acciones de masa proletarias. Con objeto de asegurarse un poder mas estable, más firme, más duradero, la burguesía se ve obligada cada día más a pasar del sistema parlamentario al método fascista, que no se halla sujeto a las relaciones y combinaciones entre partidos. Este método es el de la dictadura directa, cuya verdadera faz se halla ideológicamente cubierta por medio de «ideales nacionales», representaciones «profesionales» (es decir, grupos diversos de las clases dominantes), y el método de utilización del descontento de la pequeña burguesía y de los intelectuales mediante una demagogia social particular (antisemitismo, ataques parciales al capital usurario, indignación ante el charlatanismo parlamentario) y la corrupción bajo la forma de creación en la milicia fascista, en el aparato del partido y entre los funcionarios de una jerarquía cohesionada y bien retribuida. Al mismo tiempo, el fascismo hace esfuerzos para introducirse en los medios obreros, reclutando a los elementos más atrasados, explotando su descontento y la pasividad de la socialdemocracia, etcétera. El objetivo principal del fascismo consiste en la devastación de la vanguardia obrera revolucionaria, es decir, el sector comunista del proletariado y, particularmente, sus militantes más activos. La combinación de la demagogia social, de la corrupción y del terror blanco, al lado de una agresividad imperialista extrema en la esfera de la política exterior, constituyen los rasgos más salientes del fascismo. Después de haber sido utilizada la fraseología anticapitalista en los períodos particularmente críticos para la burguesía, el fascismo, sintiéndose firme en el poder, ha ido perdiendo por el camino sus oropeles anticapitalistas, para manifestarse cada vez más como la dictadura terrorista del gran capital.

Con objeto de adaptarse a las modificaciones de la coyuntura política, la burguesía utiliza alternativamente los métodos fascistas y los métodos de coalición con la socialdemocracia, dándose el caso de que, a menudo, esta última desempeña abiertamente un papel fascista. En el curso de los acontecimientos manifiesta tendencias fascistas, lo cual no le impide, en otras circunstancias políticas, agitarse contra el gobierno burgués en calidad de partido de oposición. El método fascista y el de coalición con la socialdemocracia, que no son habituales para el capitalismo «normal» y constituyen un signo de la crisis capitalista general, son utilizados por la burguesía para retrasar la marcha progresiva de la revolución.



miércoles, 9 de julio de 2014

LA INTERNACIONAL COMUNISTA Y LA LUCHA POR LA DICTADURA DEL PROLETARIADO



VI. LA ESTRATEGIA Y LA TÁCTICA DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA EN LA LUCHA POR LA DICTADURA DEL PROLETARIADO.

(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA: PROGRAMA)


1. Las ideologías adversas al comunismo en la clase obrera.

(...)

En el terreno teórico, la socialdemocracia ha traicionado al marxismo, completamente, pasando, a través de la etapa revisionista, al reformismo liberalburgués definido y, abiertamente, al socialimperialismo. Las enseñanzas de Marx sobre las contradicciones del capitalismo han sido remplazadas por ella por la teoría de su evolución armónica, las enseñanzas sobre las crisis y la pauperización del proletariado las ha relegado al archivo; la teoría inflamada de la lucha de clases, llena de amenazas, la ha convertido en prédica vulgar de la paz social; las enseñanzas sobre la exacerbación de las contradicciones de clase han sido remplazadas por la fabula pequeñoburguesa de la «democratización» del capital; la teoría de lo inevitable de las guerras imperialistas en el régimen capitalista, por la farsa burguesa del pacifismo y la prédica del «ultraimperialismo»; la teoría del derrumbamiento revolucionario del capitalismo, la ha cambiado por la moneda falsa del capitalismo «sano» que se transforma pacíficamente en socialismo; la revolución la ha reemplazado por la evolución, la destrucción del estado burgués, por su edificación activa; las enseñanzas sobre la dictadura del proletariado por la teoría de la coalición con la burguesía; las enseñanzas sobre la solidaridad internanacional, por las de la defensa de las patrias imperialistas; el materialismo-dialéctico de Marx, por la filosofía idealista y el coqueteo con los desechos religiosos de la burguesía.

En el interior de este reformismo socialdemocratico se manifiesta una serie de tendencias particularmente características desde el punto de vista de la degeneración burguesa de la socialdemocracia.

El «socialismo constructivo» (Macdonald y compañía), cuya sola denominación indica la idea de luchar contra la revolución del proletariado y de respeto al régimen capitalista, continúan las tradiciones liberalfilantrópicas, antirrevolucionarias y burguesas del fabianismo (los Web, B. Shaw, lord Olivier, etcétera). Al rechazar, por principio, la dictadura del proletariado y todo «procedimiento de violencia» en general, contra la burguesía, el «socialismo constructivo» apoya la lucha violenta contra el proletariado y los pueblos coloniales. Al mismo tiempo que es el apologista del estado capitalista, que predica, con el nombre de socialismo, el capitalismo de estado, que proclama -junto con los ideólogos más vulgares del imperialismo de los dos continentes- que la teoría de la lucha de clases es una teoría «precientifica», el «socialismo constructivo» predica verbalmente un programa moderado de nacionalización con indemnización, impuesto sobre la renta, la herencia y los extrabeneficios. Enemigo decidido de la dictadura del proletariado en la URSS, el «socialismo constructivo», en estrecha alianza con la burguesía, es un adversario activo del movimiento comunista del proletariado y de las revoluciones coloniales.

Una de las formas particulares del «socialismo constructivo» es el corporativismo o socialismo cooperativo (Charles Gide, Totomiantz y compañía), el cual rechaza asimismo enérgicamente la lucha de clases y propaga la organización cooperativa de los consumidores,
como medio de eliminar el capitalismo por vías pacíficas mientras que, de hecho, contribuye a fortalecerlo por todos los medios. El «cooperativísmo», que dispone, con las organizaciones de masa de la cooperación de consumo, de un vasto aparato de propaganda para ejercer una influencia cotidiana sistemática, sobre la clase obrera, lucha enérgicamente contra el movimiento obrero revolucionario, creando obstáculos a la realización de sus objetivos y representa actualmente uno de los factores más activos en el campo de la contrarrevolución reformista.

El llamado socialismo gremial (Penty, Orage, Hobson, ectétera) constituye una tentativa ecléctica para unir el sindicalismo «revolucionario» al fabianismo liberalburgués, la descentralización anarquista (las «ghildas» nacionales industriales) a la centralización estatal capitalista, la limitación artesana corporativa de la edad media al capitalismo contemporáneo. Tomando como punto de partida la exigencia verbal de la supresión del «sistema del asalariado» por considerarlo como una institución «inmoral» que debe ser abolida por medio del control obrero de la industria, el socialismo gremial deja completamente de lado el problema más importante; la cuestión del poder. Al aspirar a unir a los obreros, intelectuales y técnicos en una federación de «ghildas» (gremios) industrias nacionales y convertirlas por medios pacíficos (control desde el interior) en órganos de dirección de la industria en el marco del estado burgués, el socialismo gremial defiende de hecho a dicho estado, vela su carácter de clase, imperialista, antiproletario - y le asigna el puesto- de representante «por encima de las clases» de los intereses de los «consumidores» como contrapeso de los «productores» organizados en las «ghildas». Con su prédica de la «democracia funcional», es decir, de la representación de las clases de la sociedad capitalista, presentadas como profesiones con funciones sociales y de producción particulares, el socialismo gremial prepara el terreno para el «estado corporativo» del fascismo.

Al rechazar simultáneamente el parlamentarismo y la «acción directa», la mayoría de los socialistas gremiales condenan a la clase obrera a la inacción completa y a la sumisión pasiva a la burguesía. Se trata, pues, de un oportunismo tradeunionista utópico particular, y, como tal, no puede dejar de desempeñar un papel antirrevolucionarro.

Finalmente, una de las formas particulares del reformismo socialdemócrata es el austromarxismo. El austromarxismo, que figura en el ala «izquierda» de la socialdemocracia, representa una de las formas más sutiles de mistificación de las masas trabajadoras. Dicha
tendencia prostituye la terminología marxista, rompiendo al mismo tiempo decididamente con las bases del marxismo revolucionario (kantismo, machismo, etcétera, en el terreno filosófico); Coquetea con la religión, hace suya la teoría de los reformistas ingleses de la «democracia funcional»; se coloca en el punto de vista de la «edificación de la república», es decir, la edificación del estado burgués; recomienda la «cooperación de las clases» en el período llamado «equilibrio» de las fuerzas de clase, esto es, precisamente cuando madura las crisis revolucionaria. Esa teoría implica la justificación de la coalición con la burguesía para abatir la revolución proletaria, bajo la máscara de la defensa de la «democraca» contra los ataques de la reacción. Objetivamente, en la práctica, la violencia aceptada por el austromarxismo en los casos de ataque de la reacción, se convierte en violencia de la reacción contra la revolución del proletariado. El «papel funcional» del austromarxismo consiste en engañar a los obreros que van hacia el comunismo, y por esto el austromarxismo es un enemigo particularmente peligroso para el proletariado, más peligroso aún que los partidarios francos del socialimperialismo de rapiña.

Si todas estas tendencias, que forman parte del reformismo «socialista», son otras tantas agencias de la burguesía imperialista en el seno de la clase obrera, por otra parte, el comunismo tropieza con una serie de tendencias pequeñoburguesas que reflejan y expresan las oscilaciones de los sectores sociales inconsistentes (pequeña burguesía urbana, lumpen-proletariat, artesanos pauperizados, ciertos sectores campesinos, etcétera). Dichas tendencias, que se distinguen por su inconsistencia política extrema, a menudo cubren la política de derecha con una fraseología de izquierda o aen en el aventurerismo, remplazando el cálculo objetivo de las fuerzas por la gesticulación política vocinglera, pasando con frecuencia de una fanfarronada revolucionaria increíble al pesimismo más profundo y a la capitulación efectiva ante el enemigo. Estas tendencias, en ciertas condiciones, particularmente en los momentos en que se producen cambios bruscos de la situación política o en que es necesaria una retirada temporal, pueden convertirse en desorganizadores peligrosísimos de las filas proletarias y, por tanto, en freno del movimiento revolucionario del proletariado.

(...)

Todas estas tendencias coinciden con la socialdemocracia, principal enemigo de la revolución proletaria, en la cuestión política fundamental: la cuestión de la dictadura del proletariado. Por este motivo todas ellas actúan, de un modo más o menos determinado, contra la URSS, en su frente único con la socialdemocracia. Por otra parte, la socialdemocracia, que ha traicionado por completo al marxismo, apóyase cada vez más en la ideología de los fabianos y de los socialistas «constructivos» y gremiales. Estas tendencias se convierten en la ideología liberal reformista oficial del «socialismo» burgués de la Segunda Internacional.

En los países coloniales y entre las razas y los pueblos oprimidos en general, el comunismo tropieza en el movimiento obrero con la influencia de aquellas tendencias especiales, que en una fase determinada de desarrollo del movimiento han desempeñado un papel positivo importante, pero que, en una nueva etapa de evolución, se convierten en una fuerza de conservación.

El sun-yet-senismo era la ideología del «socialismo» pequeñoburgués populista. En la teoria de los «tres principios» (nacionalismo, democracia, socialismo), la noción de pueblo cubría y ocultaba la  noción de las clases; el socialismo era presentado no como un sistema específico y particular de producción realizado por el proletariado, sino como un bienestar social indeterminado; la lucha contra el imperialismo no se hallaba enlazada con las perspectivas de desarrollo de la lucha de clases en el interior del país. Por este motivo, el sun-yet-senismo que desempeñó en el primer estadio de la revolución china un inmenso papel positivo, como resultado de la diferenciación de clases en el país y del desarrollo ulterior de la revolución china, se convirtió de forma ideológica de dicha revolución en un obstáculo a la misma. Los epígonos del sun-yet-senismo, al preconizar con preferencia, precisamente, los principios ideológicos de este último, que han terminado por ser objetivamente reaccionarios, lo han convertido con ello en la ideología oficial del Kuomintang, el cual es, en la actualidad, una fuerza abiertamente contrarrevolucionaria. El progreso idelógico de las masas del proletariado chino y de los campesinos explotados debe ir acompañado de una lucha decidida contra la mistificación representada por el Kuomintang y la eliminación de las reminiseencias de la ideología del sun-yet-senismo.

Tendencias como el gandismo en la India, impregnadas de espíritu religioso, que idealizan las forrnas de existencia más atrasadas y económicamente reaccionarias, que ven la salvación en el retorno a lo viejo, que predican la pasividad y la negación de la lucha de clases, se convierten, en el proceso de desarrollo de la revolución, en una fuerza abiertamente contrarrcvolucionaria. El  gandismo es cada día más una ideología dirigida contra la revolución de las masas populares y, por ello, debe ser combatido decididamente por parte del comunismo.

El garvismo, que era antes la ideología de los pequeños propietarios y obreros negros en los Estados Unidos y que ejerce hoy todavía cierta influencia sobre las masas negras, se ha eonvertido, asímismo, en un obstáculo en el camino de la evolución revolucionaria. Después de haberse pronunciado en un principio por la igualdad social completa de derechos de los negros, se ha transformado en una especie de sionismo negro, el cual, en vez de la lucha contra el imperialismo norteamericano, ha lanzado la consigna «¡Retorno al África!» Esta ideología peligrosa, carente de todo rasgo deimocrático auténtico, que coquetea con los atributos de un «reinado negro» inexistente, debe ser combatida sañudamente pues, no sólo no fomenta, sino que obstaculiza la lucha libertadora de las masas negras contra el imperialismo norteamericano.

Frente a todas estas tendencias se levanta el comunismo proletario; en su calidad de ideología del movimiento revolucionario internacional de la clase obrera, se distingue de todas estas tendencias y  en primer lugar, de la socialdemocracia, en que, en completo acuerdo con las enseñanzas de Marx y Engels, lleva a cabo una lucha revolucionaria teórica y práctica por la dictadura del proletariado aplicando todas las formas de acción proletaria de las masas.