lunes, 31 de marzo de 2014

IINFORME SOBRE LAS TAREAS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA - LENIN


Vivimos tiempos revolucionarios, la crisis general y última del imperialismo está agudizando todas las contradicciones, y exige la toma de posición clara y nítida entre los campos del proletariado y del imperialismo. El reformismo y el revisionismo, nuevo y viejo, cumplen su labor reaccionaria cada vez de forma más clara y evidente para las masas. En el Perú la LOD se empeña en ir contra el curso de la  historia, en contener la revolución y trabaja, principalmente para la potencia hegemónica yanqui. En otros lugares el revisionismo trabaja para las potencias imperialistas china y rusa, u otros imperialismos. El nacionalismo, el chovinismo, las esferas de influencia de una u otra potencia imperialista son levantadas  como las banderas del socialismo. La crisis general del imperialismo muestra la decadencia del orden capitalista, las masas se levantan en todo el mundo y es una necesidad histórica la constitución o reconstitución de Partidos Comunistas en todo el mundo. Partidos que pongan al orden del día la guerra popular y la dictadura del proletariado. La III Internacional  es  un ejemplo para todos los comunistas, por su firmeza en los principios comunistas y por su combate a muerte contra el fascismo y todo reformismo, mostrando que lo fundamental es el poder, qué clase tiene el poder, quién ejerce la dictadura:

“la creación del gobierno laborista no es un fenómeno particular de Inglaterra. Es un producto particular del periodo de desintegración capitalista, en el que las viejas formas de gobierno capitalista se vuelven incapaces de resolver los problemas engendrados por el capitalismo en el terreno nacional e internacional, social, político y económico. En este periodo la clase capitalista echa mano a diferentes medios de defensa, desde el laborismo (ministerialismo socialista), con su pacifismo social, hasta el fascismo en todas sus formas, según la agudeza de los antagonismos de clase y las relaciones que estos problemas han creado entre las clases sociales. El gobierno laborista y el gobierno fascista son los dos polos del método empleado por la burguesía para prolongar su dictadura”
(IX. Sobre el Gobierno Laborista Inglés.V Congreso de la Internacional Comunista, 1924

En este contexto, además del deslinde con el reformismo y el revisionismo el apoyo a la guerra popular en el Perú dirigida por CC del PCP se ha convertido en tarea  fundamental de todos los Partidos Comunista y de los comunistas y revolucionarios del mundo.

Hoy iniciamos la publicación de una serie de materiales como arma de combate que sirvan tanto al debate internacional dentro del MCI, como para deslindar campos con el nuevo y el viejo revisionismo.








 INFORME SOBRE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL Y LAS TAREAS FUNDAMENTALES DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA.


V. I. Lenin


19 de julio de 1920

Publicado el 24 de julio de 1920 en el núm. 162 de "Pravda".


(Clamorosa ovación. Todos se ponen en pie y aplauden. El orador intenta hablar, pero siguen los aplausos y las exclamaciones en todas las lenguas. La ovación dura mucho.)

Camaradas: Las tesis sobre los problemas relativos a las tareas fundamentales de la Internacional Comunista han sido publicadas en todos los idiomas, y no representan algo sustancialmente nuevo (en particular para los camaradas rusos), ya que en grado considerable hacen extensivos a una serie de países occidentales, a Europa Occidental, ciertos rasgos básicos de nuestra experiencia revolucionaria y las enseñanzas de nuestro movimiento revolucionario. Por eso, en mi informe me detendré con algo más de detalle, aunque brevemente, en la primera parte del tema que me ha sido asignado: la situación internacional.

Las relaciones económicas del imperialismo constituyen la base de la situación internacional hoy existente. A lo largo de todo el siglo XX se ha definido por completo esta fase del capitalismo, su fase superior y última. Todos vosotros sabéis, claro está, que el rasgo más característico y esencial del imperialismo consiste en que el capital ha alcanzado proporciones inmensas. La libre competencia ha sido sustituida por un monopolio gigantesco. Un numero insignificante de capitalistas ha podido, a veces, concentrar en sus manos ramas industriales enteras, las cuales han pasado a las alianzas, cártels, consorcios y trusts con frecuencia de carácter internacional. De este modo, los monopolistas se han apoderado de ramas enteras de la industria en el aspecto financiero, en el aspecto del derecho de propiedad y, en parte, en el aspecto de la producción, no sólo en algunos países, sino en el mundo entero. Sobre esta base se ha desarrollado el dominio, antes desconocido, de un número insignificante de los mayores bancos, reyes financieros y magnates de las finanzas, que en la práctica, han transformado incluso las repúblicas más libres en monarquías financieras. Antes de la guerra, esto era reconocido públicamente por escritores que no tienen nada de revolucionarios, como, por ejemplo, Lysis en Francia.

Este dominio de un puñado de capitalistas alcanzó su pleno desarrollo cuando todo el globo terráqueo quedó repartido no sólo en el sentido de conquista de las distintas fuentes de materias primas y de medios de producción por los capitalistas más fuertes, sino también en el sentido de haber terminado el reparto preliminar de las colonias. Hace unos cuarenta años, apenas pasaba dé 250 millones de seres la población de las colonias sometidas por seis potencias capitalistas. En vísperas de la guerra de 1914, en las colonias había ya cerca de 600 millones de habitantes, y si agregamos países como Persia, Turquía y China, que entonces eran ya semicolonias, resultará, en cifras redondas, una población de mil millones, que era oprimida mediante la dependencia colonial por los países más ricos, civilizados y libres. Y vosotros sabéis que, además de la dependencia jurídica directa de carácter estatal, la dependencia colonial presupone toda una serie de relaciones de dependencia financiera y económica, presupone toda una serie de guerras, que no eran consideradas como tales porque consistían, con frecuencia, en que las tropas imperialistas europeas y norteamericanas, pertrechadas con las más perfectas armas de exterminio, reprimían a los habitantes inermes e indefensos de las colonias.

De este reparto de toda la tierra, de este dominio del monopolio capitalista, de este poder omnímodo de un insignificante puñado de los mayores bancos -dos, tres, cuatro o, a lo sumo, cinco por Estado- nació, de modo ineluctable, la primera guerra imperialista de 1914-1918. Esa guerra se hizo para repartir de nuevo el mundo entero. Se hizo para determinar cuál de los dos grupos insignificantes de los mayores Estados- el inglés o el alemán- recibiría la posibilidad y el derecho de saquear, oprimir y explotar toda la Tierra. Como sabéis, la guerra decidió la cuestión a favor del grupo inglés. Y como resultado de esa guerra, nos encontramos ante una exacerbación incomparablemente mayor de todas las contradicciones capitalistas. La guerra lanzó de golpe a unos 250 millones de habitantes de la Tierra a una situación equivalente a la de las colonias. Lanzó a esa situación a Rusia, en la que deben contarse cerca de 130 millones, a Austria-Hungría, Alemania y Bulgaria, que suman en total no menos de 120 millones. Doscientos cincuenta millones de habitantes de países que, en parte, figuran entre los más avanzados, entre los más cultos e instruidos, como Alemania, y que en aspecto técnico se encuentran al nivel del progreso contemporáneo. Por medio del Tratado de Versalles, la guerra impuso a esos países condiciones tales, que pueblos avanzados se vieron reducidos a la dependencia colonial, a la miseria, el hambre, la ruina y la falta de derechos, pues en virtud del tratado están maniatados y, para muchas generaciones, puestos en condiciones que no ha conocido ningún pueblo civilizado. He aquí el cuadro que ofrece el mundo: nada más acabada la guerra, no menos de 1.250 millones de seres son víctimas de la opresión colonial, víctimas de la explotación del capitalismo feroz, que se jactaba de su amor a la paz y que tenía cierto derecho a jactarse de ello hace cincuenta años, cuando la Tierra no estaba repartida todavía, cuando el monopolio no dominaba aún, cuando el capitalismo podía desarrollarse de modo relativamente pacífico, sin conflictos bélicos colosales.

En la actualidad, después de esa época "pacífica", asistimos a una monstruosa exacerbación de la opresión, vemos el retorno a una opresión colonial y militar mucho peor que la anterior. El Tratado de Versalles ha colocado a Alemania, y a toda una serie de Estados vencidos, en una situación que hace materialmente imposible su existencia a económica, en una situación de plena carencia de derechos y de humillación.

¿Qué número de naciones se ha aprovechado de ello? Para poder responder a esta pregunta debemos recordar que la población de los Estados Unidos de América -los cuales son los únicos que han ganado en la guerra de modo pleno y se han transformado por completo de un país con gran cantidad de deudas en un país al que todos le deben- no pasa de 100 millones de almas. El Japón, que ha ganado muchísimo al permanecer al margen del conflicto europeo-norteamericano y apoderarse del inmenso continente asiático, tiene 50 millones de habitantes, Inglaterra, que después de esos países ha ganado más que nadie, cuenta con una población de 50 millones. Y si agregamos los Estados neutrales, cuya población es muy pequeña y que se han enriquecido durante la conflagración, obtendremos, en cifras redondas, 250 millones.

Ahí tenéis, pues, trazado en líneas generales, el cuadro del mundo después de la guerra imperialista. Colonias oprimidas con una población de 1.250 millones de seres: países que son despedazados vivos, como Persia, Turquía y China; países que, derrotados, han sido reducidos a la situación de colonias. No más de 250 millones en países que han mantenido su vieja situación, pero que han caído, todos ellos, bajo la dependencia económica de Norteamérica y que durante toda la guerra dependieron en el aspecto militar, pues la contienda abarcó al mundo entero y no permitió ni a un solo Estado permanecer neutral de verdad. Y, por último, no más de 250 millones de habitantes en países en los que, por supuesto, se han aprovechado del reparto de la Tierra únicamente las altas esferas, únicamente los capitalistas. En total, cerca de 1.750 millones de personas -que forman toda la población del globo. Quisiera recordaros este cuadro del mundo porque todas las contradicciones fundamentales del capitalismo, del imperialismo, que conducen a la revolución, todas las contradicciones fundamentales en el movimiento obrero, que condujeron a la lucha más encarnizada con la II Internacional, y de lo cual ha hablado el camarada presidente, todo eso está vinculado al reparto de la población de la Tierra.

Es claro que las cifras citadas ilustran en rasgos generales, fundamentales, el cuadro económico del mundo. Y es natural, camaradas, que sobre la base de ese reparto de la población de toda la Tierra haya aumentado en muchas veces la explotación del capital financiero, de los monopolios capitalistas.

No sólo las colonias y los países vencidos se ven reducidos a un estado de dependencia; en el interior mismo de cada país victorioso se han desarrollado las contradicciones más agudas, se han agravado todas las contradicciones capitalistas. Lo mostraré en rasgos concisos con algunos ejemplos.

Tomad las deudas de Estado. Sabemos que las deudas de los principales Estados europeos han aumentado, de 1914 a 1920, no menos de siete veces. Citaré una fuente económica más, que adquiere una importancia muy grande: es Keynes, diplomático inglés y autor del libro Las consecuencias económicas de la paz, quien, por encargo de su gobierno, participó en las negociaciones de paz de Versalles, las siguió sobre el lugar desde un punto de vista puramente burgués, estudió el asunto paso a paso, en detalle, y, como economista, tomó parte en las conferencias. Ha llegado a conclusiones que son más tajantes, más evidentes y más edificantes que cualquiera otra de un revolucionario comunista, porque estas conclusiones las hace un burgués auténtico, un enemigo implacable del bolchevismo, del cual él, como filisteo inglés, se hace un cuadro monstruoso, bestial y feroz. Keynes ha llegado a la conclusión de que con el Tratado de Versalles, Europa y el mundo entero van a la bancarrota. Keynes ha dimitido; ha arrojado su libro a la cara del gobierno y ha dicho: Hacéis una locura. Os citaré sus cifras que, en conjunto, se reducen a lo siguiente:

¿Cuáles son las relaciones de deudores y acreedores que o establecido entre las principales potencias? Convierto las libras esterlinas en rublos oro, al cambio de 10 rublos oro por libra esterlina. He aquí lo que resulta: los Estados Unidos tienen un activo de 19.000 millones; su es nulo. Hasta la guerra eran deudores de Inglaterra. En el último Congreso del Partido Comunista de Alemania, el 14 de abril de 1920, el camarada Levi señalaba con razón en su informe que no quedaban más que dos potencias que actúan hoy independientes en el mundo: Inglaterra y Norteamérica. Pero sólo Norteamérica ha quedado absolutamente independiente desde el punto de vista financiero. Antes de la guerra era deudora; hoy es sólo acreedora. Todas las demás potencias del mundo han contraído deudas. Inglaterra se ve reducida a la siguiente situación: activo 17.000 millones, pasivo 8.000 millones, es ya mitad deudora. Además, en su activo figuran cerca de 6.000 millones que le debe Rusia. Los stocks militares que Rusia compró durante la guerra forman parte de los créditos ingleses. No hace mucho, cuando, en su calidad representante del Gobierno soviético de Rusia, Krasin tuvo la oportunidad de conversar con Lloyd George sobre los convenios relativos a las deudas, explicó claramente a los científicos y políticos, dirigentes del Gobierno inglés, que si pensaban cobrar estas deudas, se equivocaban de manera inexplicable. Y el diplomático inglés Keynes les había ya revelado este error.

Por supuesto, la cuestión no depende sólo del hecho, y ni siquiera la cosa es ésa, de que el Gobierno revolucionario ruso no quiere pagar sus deudas. Ningún gobierno se avendría a liquidarlas, por la sencilla razón de que estas deudas no representan más que los intereses usurarios de lo que ha sido ya pagado una veintena de veces, y este mismo burgués Keynes, que no siente ninguna simpatía por el movimiento revolucionario ruso dice: "Está claro que no se pueden tener en cuenta estas deudas".

Por lo que se refiere a Francia, Keynes aduce cifras como éstas: su activo es de tres mil millones y medio, su pasivo, ¡de 10.000 millones y medio! Y éste es el país del cual los franceses mismos decían que era el usurero de todo el mundo, porque sus "ahorros" eran colosales y el saqueo colonial y financiero, que le había proporcionado un capital gigantesco, le permitía otorgar préstamos de miles y miles de millones, en particular a Rusia. De estos préstamos Francia obtenía enormes beneficios. Y a pesar de ello, a pesar de la victoria, Francia ha ido a parar a la situación de deudora.

Una fuente burguesa norteamericana, citada por el camarada Braun, comunista, en su libro ¿Quién debe pagar las deudas de guerra? (Leipzig, 1920), define de la manera siguiente la relación que existe entre las deudas y el patrimonio nacional: en los países victoriosos, en Inglaterra y Francia, las deudas representan más del 50% del patrimonio nacional. En lo que atañe a Italia, este porcentaje es de 60 a 70, en cuanto a Rusia, de 90, pero, como sabéis, estas deudas no nos inquietan, ya que poco antes de que apareciese el libro de Keynes, habíamos seguido su excelente consejo: habíamos anulado todas nuestras deudas.
(Clamorosos aplausos.)

Keynes no hace más que revelar en este caso su habitual rareza de filisteo: al aconsejar anular todas las deudas, declara que, por supuesto, Francia no hará más que ganar, que, desde luego, Inglaterra no perderá gran cosa, porque, de todos modos, no se podría sacar nada de Rusia; Norteamérica perderá mucho, pero Keynes cuenta con ¡la "generosidad" norteamericana! A este respecto, no compartimos las concepciones de Keynes ni de los demás pacifistas pequeñoburgueses. Creemos que para conseguir la anulación de las deudas tendrán que esperar otra cosa y trabajar en una dirección un tanto diferente, y no en la de contar con la "generosidad" de los señores capitalistas.

De estas cifras muy concisas se infiere que la guerra imperialista ha creado también para los países victoriosos una situación imposible. La enorme desproporción entre los salarios y la subida de precios lo indica igualmente. El 8 de marzo de este año, el Consejo Superior Económico, institución encargada de defender el orden burgués del mundo entero contra la revolución creciente, adoptó una resolución que termina con un llamamiento al orden, a la Laboriosidad y al ahorro, con la condición, claro está, de que los obreros sigan siendo esclavos del capital. Este Consejo Superior Económico, órgano de la Entente, órgano de los capitalistas de todo el mundo, hizo el siguiente balance.

En los Estados Unidos, los precios de los productos alimenticios han subido en un promedio de 120%, mientras que los salarios han aumentado sólo en un 100%. En Inglaterra, los productos alimenticios han subido en 170%, los salarios, en 130%. En Francia, los precios de los víveres han aumentado en 300%, los salarios, en 200. En el Japón, los precios han subido en 130%, los salarios, en 60% (confronto las cifras indicadas por el camarada Braun en su folleto precitado y las del Consejo Superior Económico dadas por el Times del 10 de marzo de 1920).

Está claro que en semejante situación el crecimiento de la indignación de los obreros, el desarrollo de las ideas y del estado de ánimo revolucionarios y el aumento de las huelgas espontáneas de masas son inevitables. Porque la situación de los obreros se hace insoportable. Estos se convencen por su propia experiencia de que los capitalistas se han enriquecido inmensamente con la guerra, cuyos gastos y deudas cargan sobre las espaldas de los obreros. Recientemente, un telegrama nos comunicaba que Norteámerica quiere repatriar a Rusia a 500 comunistas más, para desembarazarse de estos "peligrosos agitadores".

Pero aunque Norteamérica nos enviase no 500, sino 500.000 "agitadores" rusos, norteamericanos, japoneses, franceses, la cosa no cambiaría, puesto que subsistiría la desproporción de los precios, contra la cual no pueden hacer nada Y no pueden hacer nada porque la propiedad privada se protege allí rigurosamente, porque para ellos es "sagrada". No hay que olvidar que la propiedad privada de los explotadores ha sido abolida sólo en Rusia. Los capitalistas no pueden hacer nada contra esa desproporción de los precios, y los obreros no pueden vivir con los antiguos salarios. Contra esta calamidad, ningún viejo método sirve, ninguna huelga aislada, ni la lucha parlamentaria ni la votación pueden hacer nada, porque la "propiedad privada es sagrada", y los capitalistas han acumulado ales deudas que el mundo entero está avasallado por un puñado de personas; por otra parte, las condiciones de existencia de los obreros se hacen más y más insoportables. No hay más salida que la abolición de la "propiedad privada" de los explotadores.

En su folleto Inglaterra y la revolución mundial, del cual nuestro Noticiero del Comisariado del Pueblo de Negocios Extranjeros de febrero de 1920 ha publicado valiosos extractos, el camarada Lapinski indica que en Inglaterra los precios del carbón de exportación han sido dos veces más elevados que los previstos por los medios industriales oficiales.

En Lancashire se ha llegado a una alza del valor de las acciones de un 40%. Los beneficios de los bancos constituyen del 40 al 50% como mínimo, además se debe señalar que, cuando se trata de determinar sus beneficios, todos los banqueros saben encubrir la parte leonina no llamándola beneficios, sino disimulándola bajo la forma de primas, bonificaciones, etc. Así es que también en este caso, los hechos económicos indiscutibles muestran que la riqueza de un puñado ínfimo de personas ha crecido de manera increíble, que un lujo inaudito rebasa todos los límites, mientras que la miseria de la clase obrera no cesa de agravarse. En particular, hay que señalar, además, una circunstancia que el camarada Levi ha subrayado con extraordinaria claridad en su informe precitado: la modificación del valor del dinero. Como consecuencia de las deudas, de la emisión de papel moneda, etc., el dinero se ha desvalorizado en todas partes. La misma fuente burguesa, que ya he citado, es decir, la declaración del Consejo Superior Económico del 8 de marzo de 1920, estima que en Inglaterra la depreciación de la moneda en relaci6n al dólar es aproximadamente de un tercio; en Francia, de dos tercios, en cuanto a Alemania, llega hasta el 96%.

Este hecho muestra que el "mecanismo" de la economía mundial se está descomponiendo por entero. No es posible continuar las relaciones comerciales de las cuales dependen, bajo el régimen capitalista, la obtención de materias primas y la venta de los productos manufacturados; no pueden continuar precisamente por el hecho de que toda una serie de países se hallan sometidos a uno solo, debido a la depreciación monetaria. Ninguno de los países ricos puede vivir ni comerciar, porque no puede vender sus productos ni recibir materias primas.

Así, pues, resulta que Norteamérica misma, el país más rico, al que están sometidos todos los demás países, no puede comprar ni vender. Y ese mismo Keynes, que ha conocido todos los recovecos y peripecias de las negociaciones de Versalles, está obligado a reconocer esta imposibilidad, pese a su firme decisión de defender el capitalismo y a despecho de todo su odio al bolchevismo. Dicho sea de paso, no creo que ningún manifiesto comunista, o, en general, revolucionario, pueda compararse, en cuanto a su vigor, a las páginas en las que Keynes pinta a Wilson y el "wilsonismo" en acción. Wilson fue el ídolo de los pequeños burgueses y de los pacifistas tipo Keynes y de ciertos héroes de la II Internacional (e incluso de la Internacional "II y media") que han exaltado sus "14 puntos" y escrito hasta libros "sabios" sobre las "raíces" de la política wilsoniana, esperando que Wilson salvaría la "paz social", reconciliaría a los explotadores con los explotados y realizaría reformas sociales. Keynes ha mostrado con toda evidencia que Wilson ha resultado ser un tonto y que todas estas ilusiones se han esfumado al primer contacto con la política práctica, mercantil y traficante del capital, encarnada por los señores Clemenceau y Lloyd George. Las masas obreras ven ahora cada vez más claramente por su experiencia vivida, y los sabios pedantes podrían verlo a la sola lectura del libro de Keynes, que las "raíces" de la política de Wilson estribaban sólo la necedad clerical, la fraseología pequeño-burguesa y la total incomprensión de la lucha de clases.

De todo eso dimanan de modo completamente inevitable y natural dos condiciones, dos situaciones fundamentales. De una parte, la miseria y la ruina de las masas se han acrecentado de manera inaudita, y sobre todo en que concierne a 1.250 millones de seres humanos, o sea, al 70% de la población del globo. Se trata de las colonias y países dependientes, cuya población está privada de todo derecho jurídico de países colocados "bajo el mandato" de los bandidos de las finanzas. Y, además, la esclavitud de los países vencidos ha quedado sancionada por el Tratado de Versalles y los acuerdos secretos relativos a Rusia, que a veces tienen -es verdad- tanto valor como los papeluchos en los que se ha escrito que debemos tantos y cuantos miles de millones. Presenciamos en la historia mundial el primer caso de sanción jurídica de la expoliación, de la esclavitud, de la dependencia, de la miseria y del hambre de 1.250 millones de seres humanos.

De otra parte, en cada país que se ha vuelto acreedor, la situación de los obreros se ha hecho insoportable. La guerra ha agravado al máximo todas las contradicciones capitalistas, y en ello está el origen de esa profunda efervescencia revolucionaria que no hace más que crecer, porque durante la guerra los hombres se hallaban bajo el régimen de la disciplina militar, eran lanzados a la muerte o amenazados de una represión militar inmediata. Las condiciones impuestas por la guerra no dejaban ver la realidad económica. Los escritores, los poetas, los popes y toda la prensa no hacían más que glorificar la guerra. Ahora que la guerra ha terminado, las cosas han comenzado a desenmascararse. Está desenmascarado el imperialismo alemán con su paz de Brest-Litovsk. Está desenmascarada la paz de Versalles que debía ser la victoria del imperialismo y ha resultado ser su derrota. El ejemplo de Keynes muestra, entre otras cosas, cómo decenas y centenares de miles de pequeños burgueses, de intelectuales o simplemente de personas un tanto desarrolladas y cultas de Europa y América han tenido que emprender la misma senda que él, que ha presentado su dimisión y arrojado a la cara de su gobierno el libro que desenmascaraba a éste. Keynes ha mostrado lo que pasa y pasara en la conciencia de millares y centenares de miles de personas cuando comprendan que todos los discursos sobre la "guerra por la libertad", etc. no han sido más que puro engaño y que como consecuencia de la guerra se ha enriquecido sólo una ínfima minoría, mientras que los demás se han arruinado y han quedado reducidos a la esclavitud. En efecto, el burgués Keynes declara que los ingleses, para proteger su vida, para salvar la economía inglesa, deben conseguir ¡que entre Alemania y Rusia se reanuden las relaciones comerciales libres! Pero ¿cómo conseguirlo? ¡Anulando todas las deudas, como lo propone él! Esta es una idea que no pertenece sólo al científico economista Keynes. Millones de personas llegan y llegarán a esta idea. Y millones de personas oyen declarar a los economistas burgueses que no hay más salida que la anulación de las deudas, que por consiguiente "¡malditos sean los bolcheviques!" (que las han anulado, y ¡¡hagamos un llamamiento a la "generosidad" de Norteamérica!!) Pienso que se debería enviar en nombre del Congreso de la Internacional Comunista un mensaje de agradecimiento a estos economistas que hacen agitación en favor del bolchevismo.

Si, de una parte, la situación económica de las masas se ha hecho insoportable; si, de otra parte, en el seno de la ínfima minoría de los países vencedores omnipotentes se ha iniciado y se acelera la descomposición ilustrada por Keynes. Realmente presenciamos la maduración de las dos condiciones de la revolución mundial.

Tenemos ahora ante los ojos un cuadro algo más completo del mundo. Sabemos lo que significa esta dependencia de un puñado de ricachones a la que están sujetos los 1.250 millones de seres colocados en condiciones de existencia inaguantables. De otro lado, cuando se ofreció a los pueblos el Pacto de la Sociedad de Naciones, en virtud del cual ésta declara que ha puesto fin a las guerras y que en adelante no permitirá a nadie quebrantar la paz, cuando este pacto -última esperanza de las masas trabajadoras del mundo entero- entró en vigor, eso fue para nosotros la victoria más grande. Cuando aún no estaba en vigor, decían: es imposible no imponer a un país como Alemania condiciones especiales; cuando haya un tratado, ya verán cómo todo marchará bien. Pero cuando este pacto se publicó ¡los enemigos furibundos del bolchevismo han tenido que renegar de él! Tan pronto como el pacto empezó a entrar en vigor resulto que el grupito de países más ricos, ¡este "cuarteto de gente gorda"! --Clemenceau, Lloyd George, Orlando y Wilson-- quedó encargado de arreglar las nuevas relaciones. ¡Y cuando pusieron en marcha la máquina del pacto, ésta llevó a la ruina total!

Lo hemos visto en las guerras contra Rusia. Débil, arruinada, abatida, Rusia, el país más atrasado, lucha contra todas las naciones, contra la alianza de Estados ricos y poderosos que dominan al mundo, y sale vencedora de esta lucha. No podíamos oponer fuerzas un tanto equivalentes y, sin embargo, fuimos los vencedores. ¿Por qué? Porque no había ni sombra de unidad entre ellos, porque cada potencia actuaba contra otra. Francia quería que Rusia le pagase las deudas y se convirtiese en una fuerza temible contra Alemania; Inglaterra deseaba el reparto de Rusia, intentaba apoderarse del petróleo de Bakú y firmar un tratado con los países limítrofes de Rusia. Entre los documentos oficiales ingleses figura un libro que enumera con extraordinaria escrupulosidad todos los Estados (se cuentan 14) que, hace medio año, en diciembre de 1919, prometían tomar Moscú y Petrogrado. Inglaterra fundaba en estos Estados su política y les daba a préstamo millones y millones. Pero hoy todos estos cálculos han fracasado y todos los empréstitos se han perdido.

Esta es la situación que ha creado la Sociedad de Naciones. Cada día de existencia de este pacto constituye la mejor agitación en favor del bolchevismo. Porque los partidarios más poderosos del "orden" capitalista nos muestran que, en cada cuestión, se echan la zancadilla unos a otros. Por el reparto de Turquía, Persia, Mesopotamia, China se arman querellas feroces entre el Japón, la Gran Bretaña, Norteamérica y Francia. La prensa burguesa de estos países está llena de los más violentos ataques y de las invectivas más acerbas contra sus "colegas" porque les quitan ante sus propias narices el botín. Somos testigos del total desacuerdo que reina en las alturas, entre este puñado ínfimo de países más ricos. Es imposible que 1.250 millones de seres, que representan el 70% de la población de la Tierra, vivan en las condiciones de avasallamiento que quiere imponerles el capitalismo "avanzado" y civilizado. En cuanto al puñado ínfimo de potencias riquísimas, Inglaterra, Norteamérica, el Japón (que tuvo la posibilidad de saquear a los países de Oriente, los países de Asia, pero no puede poseer ninguna fuerza independiente, ni financiera ni militar, sin la ayuda de otro país), estos dos o tres países no están en condiciones de organizar las relaciones económicas y orientan su política a hacer fracasar la de sus asociados y "partenaires" de la Sociedad de Naciones. De aquí se deriva la crisis mundial. Y estas raíces económicas de la crisis constituyen la razón esencial del hecho de que la Internacional Comunista consiga brillantes éxitos.

Camaradas: Ahora vamos a abordar la cuestión de la Crisis revolucionaria como base de nuestra acción revolucionaria. Y en ello necesitamos, ante todo, señalar dos errores extendidos. De un lado, los economistas burgueses presentan esta crisis como una simple "molestia", según la elegante expresión de los ingleses. De otro lado, los revolucionarios procuran demostrar a veces que la crisis no tiene absolutamente salida.

Esto es un error. Situaciones absolutamente sin salida no existen. La burguesía se comporta como una fiera insolentada que ha perdido la cabeza, hace una tontería tras otra, empeorando la situación y acelerando su muerte. Todo eso es así. Pero no se puede "demostrar" que no hay absolutamente posibilidad alguna de que adormezca a cierta minoría de explotados con determinadas concesiones, de que aplaste cierto movimiento o sublevación de Una parte determinada de oprimidos y explotados. Intentar "demostrar" con antelación la falta "absoluta" de salida sería vana pedantería o juego de conceptos y palabras. En esta cuestión y otras parecidas, la verdadera "demostración" puede ser únicamente la práctica. El régimen burgués atraviesa en todo el mundo una grandísima crisis revolucionaria. Ahora hay que "demostrar" con la práctica que los partidos revolucionarios que tienen suficiente grado de conciencia, organización, ligazón con las masas explotadas, decisión y habilidad a fin de aprovechar esta crisis para llevar a cabo con éxito la revolución victoriosa.

Para preparar esa "demostración" nos hemos reunido precisa y principalmente en el presente Congreso de la Internacional Comunista.

Citaré como ejemplo del grado en que aún domina el oportunismo entre los partidos que desean adherirse a la III Internacional, del grado en que la labor de ciertos partidos aún está lejos de la preparación de la clase revolucionaria para aprovechar la crisis revolucionaria, a Ramsay MacDonald, jefe del "Partido Laborista Independiente" inglés. En su libro El Parlamento y la Revolución, dedicado precisamente a las cuestiones cardinales que ahora nos tienen ocupados también a nosotros, MacDonald describe el estado de las cosas, poco más o menos en el espíritu de los pacifistas burgueses. Reconoce que hay crisis revolucionaria, que aumentan los sentimientos revolucionarios, que las masas obreras simpatizan con el Poder soviético y la dictadura del proletariado (adviertan que se trata de Inglaterra) que la dictadura del proletariado es mejor que la actual dictadura de la burguesía inglesa.

Pero MacDonald no deja de ser un pacifista y conciliador burgués hasta la médula, un pequeño burgués que sueña con un gobierno que esté por encima de las clases. Reconoce la lucha de clases sólo como "hecho descriptivo", como todos los embusteros, sofistas y pedantes de la burguesía. Silencia la experiencia de Kerenski, los mencheviques y los eseristas en Rusia, la experiencia homóloga de Hungría, Alemania, etc., sobre la formación de un gobierno "democrático", y, aparentemente, fuera de las clases. Adormece a su partido y a los obreros que tienen la desgracia de tomar a este burgués por un socialista, de tomar a este filisteo por un líder con las palabras: "Sabemos que esto (o sea, la crisis revolucionaria, la efervescencia revolucionaria) pasará, se calmará". La guerra originó inevitablemente la crisis, pero después de la guerra, aunque no sea de golpe, "todo se calmará".

Así escribe una persona que es el jefe de un partido que desea adherirse a la III Internacional. En ello vemos una denuncia de excepcional franqueza y tanto más valiosa de lo que se observa con no menos frecuencia en las capas superiores del Partido Socialista Francés y del Partido Socialdemócrata Independiente Alemán: no sólo el no saber, sino también el no querer aprovechar la crisis revolucionaria en sentido revolucionario, o, dicho de otro modo, el no saber y el no querer llevar a cabo una verdadera preparación revolucionaria del partido y de la clase para la dictadura del proletariado.

Ese es el mal fundamental de numerosísimos partidos que hoy se apartan de la II Internacional. Y precisamente por eso me detengo más en las tesis que propuse al presente Congreso, en la determinación, de la manera más concreta y exacta posible, de las tareas de preparación para la dictadura del proletariado.

Aduciré un ejemplo más. Recientemente se ha publicado un nuevo libro contra el bolchevismo. Ahora se publican en Europa y América muchísimos libros de ese género, y cuantos más libros se publican contra el bolchevismo, tanto mayores son la fuerza y rapidez con que crecen en las masas las simpatías por él. Me refiero al libro de Otto Bauer ¿Bolchevismo o socialdemocracia? En él se muestra de modo evidente a los alemanes qué es el mechenchevismo, cuyo ignominioso papel en la revolución rusa ha sido suficientemente comprendido por obreros de todos los países. Otto Bauer ha dado un panfleto menchevique de cabo a cabo, pese a haber ocultado su simpatía por el menchevismo. Mas en Europa y América hace falta difundir ahora nociones más exactas de lo que es el menchevismo pues éste es un concepto genérico para todas las tendencias pretendidamente socialistas, socialdemocrátas, etc., hostiles al bolchevismo. A nosotros, los rusos, nos aburriría escribir para Europa qué es el menchevismo. Otto Bauer lo ha demostrado de hecho en su libro, y agradecemos por anticipado a los editores burgueses y oportunistas que lo publiquen y traduzcan a diferentes idiomas. El libro de Bauer será un complemento útil, aunque original, para los manuales de comunismo. Tomad cualquier párrafo, cualquier razonamiento de Otto Bauer y demostrad dónde está ahí el menchevismo, donde las raíces de las concepciones que llevan al proceder de los traidores al socialismo, de los amigos de Kerenski, Scheidemann, etc.: tal será el problema que se podrá proponer con provecho y éxito en los "exámenes" para comprobar si el comunismo ha sido asimilado. Si uno no puede resolver este problema, no será aún comunista y valdrá más que no ingrese en el Partido Comunista. (Aplausos.)

Otto Bauer ha expresado magníficamente la esencia de las opiniones del oportunismo internacional en una frase, por la que -si pudiéramos mandar libremente en Viena- deberíamos erigirle un monumento en vida. El empleo de la violencia en la lucha de clases de las democracias contemporáneas -ha dicho O. Bauer- sería una "violencia sobre los factores sociales de la fuerza".

Probablemente os parezca esto extraño e incomprensible. Es un modelo del grado a que han llevado el marxismo, del grado de banalidad y defensa de los explotadores a que se puede llevar la teoría más revolucionaria. Hace falta la variante alemana de espíritu pequeñoburgués para obtener la "teoría" de que los "factores sociales fuerza" son el número, la organización, el lugar en proceso de producción y distribución, la actividad y la instrucción. Si un obrero agrícola en el campo y un obrero industrial en la ciudad ejercen violencia revolucionaria sobre el terrateniente y el capitalista, eso no es, ni mucho menos, dictadura del proletariado, no es, ni mucho menos, violencia sobre los explotadores y opresores del pueblo. Nada de eso. Es "violencia sobre los factores sociales de la fuerza".

Quizás el ejemplo que he puesto haya salido algo humorístico. Pero es tal la naturaleza del oportunismo contemporáneo que su lucha contra el bolchevismo se convierte en un chiste. Para Europa y América es de lo más útil y apremiante incorporar a la clase obrera, a cuanto hay de pensante en ella, a la lucha del menchevismo internacional (de los MacDonald, O. Bauer y Cía.) contra el bolchevismo. Aquí debemos plantear la cuestión de cómo se explica la solidez de semejantes tendencias en Europa y por qué ese oportunismo es más vigoroso en Europa Occidental que en nuestro país. Pues porque los países adelantados han creado y siguen creando su cultura con la posibilidad de vivir a expensas de mil millones de habitantes oprimidos. Porque los capitalistas de estos paises reciben mucho por encima de lo que podrían recibir como ganancia por el expolio de los obreros de su país.

Antes de la guerra se consideraba que tres países riquísimos: Inglaterra, Francia y Alemania tenían unos ingresos de ocho mil millones a diez mil millones de francos anuales, sin contar otros ingresos, sólo debido a la exportación de capital al extranjero.

Es claro que de esta respetable suma se pueden tirar quinientos millones, al menos, como migajas a los dirigentes obreros, a la aristocracia obrera, como sobornos de todo género. Y todo se reduce precisamente al soborno. Eso se hace por mil vías distintas: elevando la cultura en los mayores centros, creando establecimientos de enseñanza, fundando miles de cargos para dirigentes de cooperativas, para líderes tradeunionistas y parlamentarios. Pero eso se hace por dondequiera que existen relaciones capitalistas civilizadas contemporáneas. Y esos miles de millones de superganancias son la base económica en que se apoya el oportunismo en el movimiento obrero. En América, Inglaterra y Francia se observa una obstinación mucho más tenaz de los dirigentes oportunistas, de la capa superior de la clase obrera, de la aristocracia de los obreros; oponen una resistencia mucho mayor al movimiento comunista. Y por eso debemos estar dispuestos a que la curación de esta enfermedad de los partidos obreros europeos y americanos transcurra con más dificultad que en estro país. Sabemos que desde la fundación de la III Internacional se han obtenido enormes éxitos en el tratamiento de esta enfermedad, pero aún no hemos llegado a extirparla definitivamente: la obra de depurar en todo el mundo a los partidos obreros, a los partidos revolucionarios del proletariado, de la influencia burguesa y oportunistas en su propio medio aún está muy lejos de acabarse.

No me detendré en la manera concreta cómo debemos realizar eso. De ello se habla en mis tesis, que están publicadas. Aquí me incumbe señalar las profundas raíces económicas de este fenómeno. Esta enfermedad se ha prolongado y su tratamiento se ha dilatado más de lo que optimistas pudieran esperar. Nuestro enemigo principal es el oportunismo. El oportunismo en la capa superior del movimiento obrero no es socialismo proletario, sino burgués. Se ha demostrado en la práctica que los políticos del movimiento obrero pertenecientes a la tendencia oportunista son mejores defensores de la burguesía que los propios burgueses. La burguesía no podría mantenerse si ellos no dirigieran a los obreros. Eso lo demuestra no sólo la historia del régimen de Kerenski en Rusia, sino la república democrática en Alemania con su gobierno socialdemócrata al frente, lo demuestra la actitud de Albert Thomas ante su gobierno burgués. Lo demuestra la experiencia análoga de Inglaterra y los Estados Unidos. Ahí está nuestro enemigo principal, y debemos vencerlo. Tenemos que salir del Congreso con la firme resolución de llevar hasta el fin esa lucha en todos los partidos. Esa es la tarea principal.

En comparación con esa tarea, la corrección de los de la tendencia "izquierdista" en el comunismo será una tarea fácil. En toda una serie de países se observa el antiparlamentarismo, aportado no tanto por gente de la pequeña burguesía como apoyado por algunos destacamentos avanzados del proletariado debido al odio que tienen al viejo parlamentarismo, odio lógico, justo y necesario a la conducta de los miembros de los parlamentos en Inglaterra, Francia, Italia y en todos los países. Hay que dar indicaciones directrices de la Internacional Comunista, dar a conocer mejor, más a fondo, a los camaradas, la experiencia rusa, el alcance del verdadero partido político proletario. Nuestra labor consistirá en cumplir esta tarea. Y la lucha contra estos errores del movimiento proletario, contra estas faltas, será mil veces más fácil que la lucha contra la burguesía que penetra balo el manto de reformistas en los viejos partidos de la II Internacional y orienta toda su labor no en el espíritu proletario, sino en el espíritu burgués.

Camaradas:  Para concluir, me detendré a examinar otro aspecto de la cuestión. El camarada presidente ha dicho aquí que esta asamblea merece el calificativo de Congreso Mundial. Creo que tiene razón, sobre todo porque se encuentran aquí no pocos representantes del movimiento revolucionario de las colonias y de los países atrasados. Esto no es más que un modesto comienzo, pero lo importante es que ya se ha dado el primer paso. La unión de los proletarios revolucionarios de los países capitalistas, de los países avanzados, con las masas revolucionarias de los países que carecen o casi carecen de proletariado, con las masas oprimidas de las colonias, de los países de Oriente, se está produciendo en este Congreso. La consolidación de esa unión depende de nosotros, yo estoy seguro de que lo conseguiremos. El imperialismo mundial debe caer cuando el empuje revolucionario de los obreros explotados y oprimidos de cada país, venciendo la resistencia de los elementos pequeñoburgueses y la influencia de la insignificante élite constituida por la aristocracia obrera, se funda con el empuje revolucionario de centenares de millones de seres que hasta ahora habían permanecido al margen de la historia y eran considerados sólo como objeto de ésta.

La guerra imperialista ayudó a la revolución. La burguesía sacó soldados de las colonias, de los países atrasados, para hacerlos participar en esa guerra imperialista, haciéndolos salir del estado de abandono en que se encontraban. La burguesía inglesa inculcaba a los soldados de la India la idea de que los campesinos hindúes debían defender a la Gran Bretaña de Alemania; la burguesía francesa inculcaba a los soldados de las colonias francesas la idea de que los negros debían defender a Francia. Y les enseñaron el manejo de las armas. Este aprendizaje es extraordinariamente útil, y por ello podríamos expresarle a la burguesía nuestro profundo agradecimiento, en nombre de todos los obreros y campesinos rusos y sobre todo en nombre de todo el Ejército Rojo ruso. La guerra imperialista ha hecho que los pueblos dependientes se incorporaren a la historia universal. Y una de nuestras principales tareas del momento actual es pensar el modo de colocar la primera piedra de la organización del movimiento soviético en los países no capitalistas. Los Soviets son posibles en esos países; no serán Soviets obreros, sino Soviets campesinos o Soviets de los trabajadores.

Habrá que realizar un gran trabajo, los errores serán inevitables y muchos serán los obstáculos con que se tropezará en ese camino. La tarea fundamental del II Congreso consiste en elaborar o trazar los principios de carácter práctico, a fin de que el trabajo realizado hasta ahora en forma no organizada entre centenares de millones de hombres, transcurra en forma organizada, cohesionada y sistemática.

Ha pasado poco más de un año desde que se celebró el I Congreso de la Internacional Comunista y ya aparecemos como vencedores de la II Internacional. Las ideas soviéticas no sólo se difunden ahora entre los obreros de los países civilizados y no son sólo ellos los que las conocen y comprenden. Los obreros de todos los países se ríen de esos sabihondos -muchos de los cuales se llaman socialistas- que con aire doctoral o casi doctoral se lanzan a disquisiciones sobre el "sistema" soviético, como suelen expresarse los sistemáticos alemanes, o sobre la "idea" soviética, término empleado por los socialistas "gremiales" ingleses. Tales disquisiciones sobre el "sistema" soviético o la "idea" soviética suelen enturbiar a menudo los ojos y la conciencia de los obreros. Pero los obreros desechan han esa basura pedantesca y empuñan el arma proporcionada por los Soviets. En los países de Oriente se va comprendiendo también el papel y la importancia de los Soviets.

El movimiento soviético se ha iniciado en todo el Oriente, en toda Asía, en los pueblos de todas las colonias.

La tesis de que los explotados deben rebelarse contra los explotadores y crear sus Soviets no es demasiado complicada. Después de nuestra experiencia, después de dos años y medio de República Soviética en Rusia, después del I Congreso de la III Internacional, la comprensión de esa tesis está al alcance de centenares de millones de seres oprimidos por los explotadores en el mundo entero. Y si ahora, en Rusia, nos vemos obligados con frecuencia a concertar compromisos y a dar tiempo al tiempo, pues somos más débiles que los imperialistas internacionales, sabemos, en cambio, que 1.250 millones de seres de la población del globo constituyen esa masa cuyos intereses defendemos nosotros. Por ahora tropezamos con los obstáculos, los prejuicios y la ignorancia, que con cada hora que pasa van siendo relegados al pasado; pero cuanto más tiempo pasa, más nos vamos convirtiendo en los representantes y los defensores efectivos de ese 70% de la población del globo, de esa masa de trabajadores y explotados. Podemos decir con orgullo que en el I Congreso éramos, en el fondo, tan sólo unos propagandistas, que nos limitábamos a lanzar al proletariado de todo el mundo unas ideas fundamentales, un llamamiento a la lucha, y preguntábamos: ¿dónde están los hombres capaces de seguir ese camino? Ahora tenemos en todas partes un proletariado de vanguardia. En todas partes hay un ejército proletario, aunque en ocasiones esté mal organizado y exija una reorganización, y si nuestros camaradas internacionales nos ayudan ahora a organizar un ejército único, no habrá fallas que nos impidan realizar nuestra obra. Esa obra es la revolución proletaria mundial, es la creación de la República Soviética universal.

(Prolongados aplausos.)




viernes, 21 de marzo de 2014

EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN DE LAS MUJERES EN CHINA.





"La mitad del Cielo» es el testimonio de un grupo de mujeres en su viaje por la República Popular China durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, en plena campaña contra Lin Piao. Entre estas 12 mujeres había estudiantes, empleadas de oficina, la mujer de un obrero, todas militantes por la liberación de la mujer. Este testimonio es sintetizado por Claudie Broyelle, que lamentablemente capituló poco después y se pasó a las filas de Teng, el imperialismo y la reacción. Ahora ya conocemos el resultado de la restauración del capitalismo en China. A ojos del feminismo burgués China es un país adelantado en cuanto a la situación de la mujer. Hay mujeres empresarias, políticas, escritoras, científicas, etc., pero el problema de la mujer no está resuelto. La situación de la mujer en el campo ha retrocedido en décadas. La vida de las niñas recién nacidas no tiene ningún valor. En la ciudad la mayor parte de las mujeres viven en condiciones de miseria y explotación. La inevitable crisis del capitalismo en China muestra un porvenir todavía mucho más negro para la mujer obrera y campesina.

Durante la Revolución en China millones de mujeres se movilizaron dirigidas por el PCCH. La participación de la mujer en la guerra contra la invasión japonesa aplastó la idea reaccionaria de que las mujeres «sólo sirven para el trabajo doméstico». La reforma agraria, donde también millones de mujeres participaron de forma activa, tuvo como resultado la demolición del sistema patriarcal-feudal. Las campesinas conquistaron títulos de propiedad personales sobre la tierra, dejaron de ser la “esposa de...”. La Revolución de Nueva Democracia demolió la antigua estructura familiar, la mujer dejó su minoría de edad respecto al hombre y pasó a estar en la vanguardia de las transformaciones revolucionarias. Hizo más por la mujer la reforma agraria: “¡la tierra para quien la trabaja!”, que los millones de discursos sobre la igualdad con que bombardea a la mujer obrera y pobre el imperialismo, la reacción y el revisionismo.

Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria más de 300 millones de mujeres se movilizaron contra el revisionismo de Liu, Teng y Lin Piao, lucha entre el camino comunista y el camino capitalista. Se crearon talleres colectivos de trabajo doméstico, comedores colectivos, se apuntaba a que la sociedad fuera responsable de los hijos y que éstos no fueran responsabilidad de la familia (propiedad de...) ni del Estado. El objetivo fue acabar con el carácter privado de la familia y de las tareas domésticas liberando a la mujer totalmente del mundo del hogar. Chian Ching es la mejor expresión de la incorporación de millones de mujeres dirigidas por el Partido de la clase obrera, el PCCH, a la transformación revolucionaria de la sociedad y al combate contra la restauración del capitalismo.

Este es el valor de este libro, presentar la experiencia más avanzada de la lucha de la mujer por su emancipación en una sociedad socialista. El Movimiento Femenino en la República Popular China combatió tanto las posiciones de Liu Shao Chi, que defendía el papel tradicional de la mujer sometida al poder marital, como las de Lin Piao, que afirmaba que la revolución ya estaba concluida, impidiendo la lucha consecuente por su emancipación y la transformación revolucionaria de la sociedad dirigida por el Partido Comunista Chino hasta el comunismo.

Hoy, la base de masas de la revolución proletaria mundial está en el Tercer Mundo y son millones de proletarias y campesinas pobres las que se han incorporado para combatir al imperialismo, la reacción y al revisionismo. Combate que va unido al de su emancipación. Es fácil comprobar la incorporación de la mujer bajo la bandera del maoísmo a las guerras populares en el Perú, India, Turquía, etc., pues su liberación está unida al triunfo de la clase obrera. En el Perú la guerra popular dirigida por el PCP no sólo ha movilizado a la mujer en el campo y la ciudad, desde la lucha reivindicativa hasta la guerra popular, sino que en el Nuevo Poder ha conquistado el papel que la vieja sociedad le niega. Como fruto de su participación en la guerra popular muchas mujeres han llegado a ser y son cuadros dirigentes del Partido.
Por todo esto, millones de mujeres se han incorporado a las filas de la revolución proletaria de forma consciente y dirigidas por verdaderos partidos comunistas como en el Perú, el PCP, partido marxista-leninista-maoísta-pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo, aplastan el cretinismo parlamentario, destruyen la vieja sociedad a la vez que van construyendo la nueva, demostrando que su presente y futuro está unido a la transformación revolucionaria del mundo.

Claudie Broyelle capituló a la par que la burguesía tomaba el poder en China, y no ha sido la única que ha capitulado, abandonando las filas del proletariado y de la revolución.
Hoy podemos ver también cómo los vacilantes, los pusilánimes, los elementos más atrasados abandonan las banderas del maoísmo. Sólo fueron compañeros de viaje mientras pudieron sacar beneficio personal de las noticias que daba la prensa burguesa de la guerra popular en el Perú o, en su momento, de Nepal. Hoy forman parte del basurero de la Historia.

Sin embargo, qué es lo que debemos tener en cuenta nosotros, como comunistas, al leer este libro: que la construcción de una nueva Sociedad es posible. El carácter testimonial de este libro nos demuestra que llegar al dorado comunismo no es una mera frase de cliché, sino una maravillosa y tangible realidad.

Para esto sirve este libro: para armar nuestras cabezas de roja ideología de clase, y para henchir nuestros corazones plenos de optimismo revolucionario.


"La Mitad del Cielo"-  Descargar el texto completo en:

http://mararmadomf.blogspot.com.es/

https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorVDdrSEhRdGFqVG8/edit?usp=sharing

domingo, 16 de marzo de 2014

EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS OBRERAS - LENIN




V. I. LENIN

El día internacional de las obreras

Lo principal y fundamental del bolchevismo y de la Revolución de Octubre en Rusia consiste precisamente en la incorporación a la política de los que sufrían mayor opresión bajo el capitalismo. Los capitalistas los oprimían, los engañaban y los saqueaban con monarquía y con repúblicas democráticas burguesas. Esta opresión, este engaño, este saqueo del trabajo del pueblo por los capitalistas eran inevitables mientras existía la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas.

La esencia del bolchevismo, la esencia del Poder soviético radica en concentrar la plenitud del poder estatal en manos de las masas trabajadoras y explotadas, desenmascarando la mentira y la hipocresía de la democracia burguesa y aboliendo la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas. Estas masas toman a su cargo la política, es decir, la tarea de edificar una nueva sociedad. La obra es difícil; las masas están atrasadas y agobiadas en virtud de haber vivido bajo el capitalismo, de haber vivido bajo el capitalismo, pero no hay ni puede haber otra salida de la esclavitud asalariada, de la esclavitud capitalista.

Y no es posible incorporar las masas a la política sin incorporar a las mujeres. Porque, bajo el capitalismo, la mitad femenina del género humano esta doblemente oprimida. La obrera y la campesina son oprimidas por el capital, y además, incluso en las repúblicas burguesas más democráticas no tienen plenitud de derechos, ya que la ley les niega la igualdad con el hombre. Esto, en primer lugar, y en segundo lugar –lo que es más importante-, permanecen en la “esclavitud casera”, son “esclavas del hogar”, viven agobiadas por la labor más mezquina, más ingrata, más dura y más embrutecedora: la de la cocina y, en general, la de la economía doméstica familiar individual.

La revolución bolchevique, soviética, corta las raíces de la opresión y de la desigualdad de la mujer tan profundamente como no osó cortarlas jamás un solo partido ni una sola revolución en el mundo. En nuestro país, en la Rusia Soviética, no han quedado ni rastros de la desigualdad de la mujer y el hombre ante la ley. Una desigualdad sobremanera repulsiva, vil e hipócrita en el derecho matrimonial y familiar, la desigualdad en lo referente al niño, ha sido eliminada totalmente por el Poder soviético.
Esto constituye tan sólo el primer paso hacia la emancipación de la mujer. Pero ninguna república burguesa, aun la más democrática, se atrevió jamás a dar ni siquiera este primer paso. No se atrevió por temor ante la “sacrosanta propiedad privada”.

El segundo paso, el principal, ha sido la abolición de la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas. Así, y únicamente así, se abre el camino para la emancipación completa y efectiva de la mujer, para su liberación de la “esclavitud casera”, mediante el paso de la pequeña economía doméstica individual a la grande y socializada.

El tránsito es difícil, pues se trata de transformar las “normas” más arraigadas, rutinarias, rudas y osificadas (a decir verdad, son bochorno y salvajismo, y no “normas”). Pero el tránsito ha comenzado, se ha puesto inicio a la obra, hemos entrado en el nuevo camino.

Y en el día internacional de las obreras, en innumerables reuniones de trabajadoras de todos los países del mundo resonarán saludos a la Rusia Soviética, que ha emprendido una obra difícil y pesada hasta lo inaudito, pero grande, de trascendencia universal, verdaderamente liberadora. Resonarán llamamientos optimistas, exhortando a no desfallecer ante la reacción burguesa, brutal y a menudo feroz. Cuanto más “libre” o “democrático” es un país burgués, tanto más brutalidades y ferocidades comete la banda capitalista contra la revolución de los obreros; la República democrática de los Estados Unidos de Norteamérica es, a este respecto, un ejemplo ilustrativo. Pero el obrero ha despertado ya en masa. La guerra imperialista ha despertado definitivamente a las masas durmientes, soñolientas y rutinarias tanto en América como en Europa y en la atrasada Asia.

Se ha roto el hielo en todos los confines del mundo.

La liberación de los pueblos del yugo del imperialismo, la liberación de los obreros y de las obreras del yugo del capital avanza inconteniblemente. La han impulsado decenas y cientos de millones de obreros y obreras, de campesinos y campesinas. Y por eso la causa de la emancipación del trabajo del yugo del capital triunfará en el mundo entero.


4.III.1921
Publicado el 8 de marzo de 1921, en el suplemento al núm. 51 de “Pravda”.
Firmado: N. Lenin
T. 42 , págs.368-370

sábado, 8 de marzo de 2014

¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO!






¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL DÍA DE LA MUJER!
¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO!

(CITAS)

"La propiedad, cuyo primer germen, cuya forma inicial se contiene ya en la familia, donde la mujer y los hijos son los esclavos del marido. La esclavitud, todavía muy rudimentaria, ciertamente, latente en la familia, es la primera forma de propiedad, que, por lo demás, ya aquí corresponde perfectamente a la definición de los modernos economistas, según la cual es el derecho a disponer de la fuerza de trabajo de otros."
- Carlos Marx - La ideología alemana

"El primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino. La monogamia fue un gran progreso histórico, pero al mismo tiempo inaugura, juntamente con la esclavitud y con las riquezas privadas, aquella época que dura hasta nuestros días y en la cual cada progreso es al mismo tiempo un regreso relativo y el bienestar y el desarrollo de unos verifícanse a expensas del dolor y de la represión de otros. La monogamia es la forma celular de la sociedad civilizada, en la cual podemos estudiar ya la naturaleza de las contradicciones y de los antagonismos que alcanzan su pleno desarrollo en esta sociedad."
 - F. Engels - El origen de la familia, la propiedad y el Estado

"El carácter particular del predominio del hombre sobre la mujer en la familia moderna, así como la necesidad y la manera de establecer una igualdad social efectiva de ambos, no se manifestarán con toda nitidez sino cuando el hombre y la mujer tengan, según la ley, derechos absolutamente iguales. Entonces se verá que la manumisión de la mujer exige, como condición primera, la reincorporación de todo el sexo femenino a la industria social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como unidad económica de la sociedad."
 - F. Engels - El origen de la familia, la propiedad y el Estado

"Por eso es totalmente justo que presentemos reivindicaciones en favor de la mujer. Esto no es un programa mínimo, no es un programa de reformas en el espíritu socialdemócrata, en el espíritu de la II Internacional. Esto no es el reconocimiento de que creamos en la eternidad o al menos en una existencia prolongada de la burguesía y de su Estado. Tampoco es un intento de apaciguar a las masas femeninas con reformas y desviarlas de la lucha revolucionaria. Esto nada tiene de común con las supercherías reformistas. Nuestras reivindicaciones se desprenden prácticamente de la tremenda miseria y de las vergonzosas humillaciones que sufre la mujer, débil y desamparada bajo el régimen burgués. Con esto testimoniamos que conocemos estas necesidades, que comprendemos igualmente la opresión de la mujer, que comprendemos la situación privilegiada del hombre y odiamos —sí, odiamos— y queremos eliminar todo lo que oprime y atormenta a la obrera, a la mujer del obrero, a la campesina, a la mujer del hombre sencillo e incluso, en muchos aspectos, a la mujer de la clase acomodada. Los derechos y las medidas sociales que exigimos de la sociedad burguesa para la mujer, son una prueba de que comprendemos la situación y los intereses de la mujer y de que bajo la dictadura proletaria las tendremos en cuenta. Naturalmente, no con adormecedoras medidas de tutela; no, naturalmente que no, sino como revolucionarios que llaman a la mujer a trabajar en pie de igualdad por la transformación de la economía y de la superestructura ideológica."
- V.I. Lenin, en "Recuerdos sobre Lenin" de Clara Zetkin

"Nuestras secciones nacionales conciben la labor de agitación y propaganda entre las masas femeninas, su despertar y su radicalización como algo secundario, como una tarea que afecta exclusivamente a las mujeres comunistas. Se reprocha a las comunistas que esta obra no avanza con la debida rapidez y energía. ¡Esto es injusto, totalmente injusto! Verdadero separatismo e igualdad de derechos de la mujer à la rebours, como dicen los franceses, es decir, igualdad de derechos de la mujer al revés. ¿En qué se basa esta posición errónea de nuestras secciones nacionales? (No hablo de la Rusia Soviética). En definitiva, esto no es otra cosa que una subestimación de la mujer y de su trabajo. Eso es. Lamentablemente, de muchos de nuestros camaradas aún se puede decir: “Escarbad en un comunista y encontraréis a un filisteo”. Naturalmente, es preciso escarbar en el punto sensible: en su sicología con relación a la mujer. ¿Existe prueba más evidente que el hecho de que los hombres vean con calma cómo la mujer se desgasta en el trabajo doméstico, un trabajo menudo, monótono, agotador y que le absorbe el tiempo y las energías; cómo se estrechan sus horizontes; se nubla su inteligencia, se debilita el latir de su corazón y decae la voluntad? Naturalmente, no aludo a las damas burguesas, que encomiendan todos los quehaceres domésticos, incluido el cuidado de los niños, a personas asalariadas. Todo lo que digo se refiere a la inmensa mayoría de las mujeres, comprendidas las mujeres de los obreros, aunque se pasen todo el día en la fábrica y ganen su salario."
- V.I. Lenin, en "Recuerdos sobre Lenin" de Clara Zetkin

"Con el fin de construir una gran sociedad socialista, es de suma importancia movilizar a las grandes masas de mujeres para que se incorporen a las actividades productivas. En la producción, hombres y mujeres deben recibir igual salario por igual trabajo. Sólo en el proceso de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto se podrá alcanzar una auténtica igualdad entre ambos sexos."
- Presidente Mao Tse-tung - Nota de introducción al artículo "Las mujeres se integran al frente de trabajo"

"Nadie debe sorprenderse de que todas las mujeres no se reúnan en un movimiento feminista único. El feminismo tiene, necesariamente, varios colores, diversas tendencias. Se puede distinguir en el feminismo tres tendencias fundamentales, tres colores sustantivos: feminismo burgués, feminismo pequeño burgués y feminismo proletario. Cada uno de estos feminismos formula sus reivindicaciones de una manera distinta. La mujer burguesa solidariza en feminismo con el interés de la clase conservadora. La mujer proletaria consustancia su feminismo con la fe de las multitudes revolucionarias en la sociedad futura. La lucha de clases -Hecho histórico y no aserción teórica- se refleja en el plano feminista. Las mujeres, como los hombres, son reaccionarias, centristas o revolucionarias. No pueden por consiguiente, combatir juntas la misma batalla. En el actual panorama humano, la clase diferencia más a los individuos que en el sexo".
- José Carlos Mariátegui -  Las Reivindicaciones Feministas

"Por otro lado la participación económica y el desarrollo de la lucha de clases impulsan la POLITIZACIÓN DE LA MUJER. Ya destacamos cómo la revolución francesa impulsó el desarrollo político y organizativo de las mujeres y cómo uniéndolas, movilizándolas y haciéndolas combatir sentó bases para el movimiento femenino; vimos también cómo las reivindicaciones femeninas fueron alcanzadas a través del ascenso revolucionario, y cómo fueron conculcados sus derechos y barridas sus conquistas cuando se frenó y reaccionarizó el proceso. Sin embargo, con todo lo positivo que tuvo la incorporación femenina a la revolución francesa, la politización de la mujer resultante no es sino elemental, restringida y pequeñísima comparada con el grandioso avance que implica la politización de las mujeres por la clase obrera, ¿Qué implica ésta politización? Al incorporar el capitalismo masivamente a las mujeres al proceso económico las arranca de las cuatro paredes domésticas, para atraerlas en su inmensa mayoría, a la explotación fabril convirtiéndolas en obreras; así las mujeres se forjan y desarrollan como parte constituyente de la clase más avanzada y última de la historia; la mujer inicia su radical proceso de politización a través de su incorporación a la lucha sindical (el gran cambio que esto implica lo vemos en concreto en nuestra patria en la transformación que se opera en las obreras, campesinas y maestras del Perú, en medio de la lucha sindical); la mujer adviene a formas más desarrolladas de organización, va siendo ganada y formada ideológicamente por la concepción del proletariado y, finalmente, arriba a las formas superiores de la lucha y organización políticas incorporándose, a través de sus mejores exponentes, a las filas del partido de la clase obrera, para servir al pueblo en todas las formas y frentes de lucha que organiza y dirige la clase obrera mediante su vanguardia política. Este proceso de politización que sólo es capaz de producir el proletariado y el nuevo tipo de mujeres combatientes que genera se ha concretizado en múltiples y gloriosas luchadoras cuyos nombres registra la historia: Luisa Michel, N. Krupskaya, Rosa Luxemburgo, Liu Ju-lan y otras cuya memoria guardan el pueblo y el proletariado."
- Comité Central, Partido Comunista del Perú - El marxismo, Mariátegui y el movimiento femenino

"Estas simples observaciones muestran la certeza de la tesis de la emancipación de la mujer la que se concibe como parte de la liberación del proletariado. En tanto que la tesis de la liberación femenina históricamente aparece como una tesis burguesa en cuyo fondo se oculta la contraposición de hombres y mujeres por el sexo y se camufla la raíz de la opresión de la mujer; hoy vemos como se desenmascara cada vez más la liberación femenina como feminismo burgués, que apunta a la división del movimiento popular apartando del mismo a las masas femeninas y que busca principalmente oponerse al desarrollo del movimiento femenino bajo la guía y conducción de la clase obrera."
- Comité Central, Partido Comunista del Perú - El marxismo, Mariátegui y el movimiento femenino

"Las mujeres que son la mitad del mundo y desarrollar el movimiento femenino por la emancipación de la mujer, tarea que es obra de las mujeres mismas pero bajo la dirección del Partido."
- Presidente Gonzalo

Movimiento Popular Perú
8 de marzo de 2014

http://www.solrojo.org/

sábado, 1 de marzo de 2014

BALANCE DE UN AÑO


LEVANTAMIENTO EN MELILLA (ESPAÑA, ENERO 2014)


BALANCE DE UN AÑO


Mientras esperamos a que lleguen los días de «gloria» del viejo y del nuevo revisionismo, como el que espera a Godot, ya se cumple el segundo aniversario de «Mar Armado de Masas» y es el momento de hacer balance de este último año.

Primero, hay que resaltar que seguimos vivos y combatiendo el revisionismo.

El trabajo de difusión del maoísmo y el combate al revisionismo, en especial al nuevo revisionismo disfrazado de maoísta, emprendido por el blog hace ya dos años, se está dando en medio de la crisis general y última del imperialismo, la lucha de las masas en todo el mundo y principalmente en el tercer mundo, donde millones de ellas combaten bajo la bandera del maoísmo con las armas en la mano (Perú, India, Filipinas, entre otros). Ésto, más el avance de la guerra popular en el Perú dirigida por el CC del PCP, confirman que la revolución es la tendencia principal y que estamos en la etapa de la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial, situación que se da en medio de la colusión y pugna entre las potencias imperialistas por un nuevo reparto del mundo (la superpotencia hegemónica yanqui, el socialimperialismo chino, Rusia, Alemania y otras potencias imperialistas).

Este último año se han aclarado todavía más las posiciones que en lucha de dos líneas se dan dentro del movimiento comunista internacional. Por un lado están las posiciones de los partidos que formaron parte de la dirección del MRI y las posiciones del Comité Central del PCP. Que en definitiva se trata de las posiciones en lucha a muerte entre el proletariado y la burguesía dentro de las filas del movimiento comunista.

Como hemos expresado, se han clarificado más los dos campos, el del proletariado y el de la burguesía, el campo del maoísmo y el del nuevo revisionismo y las convergencias con éste. Se ha demostrando otra vez que el verdadero rostro del nuevo revisionismo autotitulado como maoísta, es el de la traición al proletariado y la capitulación ante el imperialismo y la reacción.

Por otra parte, ha continuado la campaña contra el maoísmo dirigida por el imperialismo, principalmente yanqui (biografías, «testimonios», «estudios históricos», ensayos, documentales, etc.). Campaña que trata de desacreditar el maoísmo ante las masas. Campaña que se ha dirigido desde las masas más atrasadas a las más avanzadas, para esto ha contado con la colaboración necesaria del viejo y del nuevo revisionismo. Por tanto, de la campaña antimaoísta del imperialismo han formado tanto la noticia del secuestro de Londres, que ha tenido difusión internacional, y cuyos titulares han sido de este estilo: “Los autores del secuestro de Londres eran maoístas: la pareja mantuvo supuestamente a tres mujeres como esclavas durante treinta años”. Ejemplo de la campaña dirigida a sectores más avanzados de las masas ha sido un falso debate que se ha dado entre blogueros sobre el maoísmo y la lucha de dos líneas. Se ha querido hacer pasar las posiciones de Avakian y el nuevo revisionismo sobre la lucha de dos líneas como la posición de los maoístas sobre la lucha de dos líneas. Es más, la concepción de Avakian sobre la lucha de dos líneas apesta a troskismo. Así,un debate entre revisionistas se ha querido hacer pasar por un debate entre maoístas y revisionistas. Lo decimos claramente: se opusieron al maoísmo y ahora lo tergiversan. Tratan de desprestigiarlo entre las masas como parte del plan del imperialismo para que los partidos comunistas maoístas militarizados no dirijan la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial.

Lo tergiversan cuando asumen la consigan de Bernstein:  «¡El objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo!», aunque lo disfracen tras la consigna comunista de que el “marxismo es una guía para la acción”.

El marxismo, hoy maoísmo, es una guía para la acción en la medida que transforma la realidad, para eso es necesario una aplicación concreta a la realidad concreta, al país y a la etapa de la revolución, es decir pensamiento guía («guía viva para la acción»), construir aparatos superiores a los del enemigo (Partido, Ejército y Frente) y luchar implacablemente por los principios. Lenin lo expresó de esta forma tan contundente:


Precisamente porque el marxismo no es un dogma muerto, no es una doctrina acabada, terminada, inmutable, sino una guía viva para la acción, no podía que por menos de reflejar en sí el cambio asombrosamente brusco de las condiciones de la vida social. El reflejo de ese cambio ha sido una profunda disgregación , la dispersión, vacilaciones de todo género en una palabra , una crisis interna sumamente grave del marxismo. La resistencia decidida a esa disgregación, la lucha resuelta y tenaz en pro de los fundamentos del marxismo se ha puesto de nuevo a la orden del día”


Lenin.: “Acerca de algunas particularidades del desarrollo histórico del marxismo”. 1910



Que "el movimiento lo es todo" es la derrota de la clase obrera, es la negación de su papel dirigente y el de su Partido, es sustituir el programa comunista por un programa revisionista:


Así, en la lucha por ganar y consolidar el poder político, los obreros organizarán instituciones que reúnan a los diferentes estratos proletarios de la manera más cohesionada y efectiva. Como lo demuestra la experiencia histórica, los obreros tratan de construir comités y consejos que, entre otras cosas, garantizan el derecho de huelga y de constitución de sindicatos independientes y, a nivel político, el derecho a debatir libremente los problemas tácticos y de acción mediante la formación de varios partidos. Para los marxistas revolucionarios, esto abre la posibilidad de ganar una mayoría para propuestas y para la construcción del partido revolucionario de masas, una de las premisas para llevar a la situación revolucionaria al triunfo. La mayoría de la clase obrera vacilará antes de derrocar las instituciones del estado Burgués si no estuviera convencido que el poder obrero significa extensión y no restricción de los derechos políticos de los oprimidos.

Estas pautas están esbozadas en las resoluciones de los cuatro congresos de la Internacional Comunista y el Programa de Transición aprobado por el Congreso de fundación de la Cuarta Internacional”


Proyecto de resolución para el V Congreso Mundial después de la Reunificación (XI Congreso Mundial. Presentado por la Mayoría del secretariado Unificado. (Julio 1978)

Espontaneísmo, marxismo en general sin aplicación particular, el movimiento lo es todo y … a esperar a Godot. Este es el programa del reformismo, del Programa de Transicion del troskismo. Programa también asumido por el nuevo revisionismo, troskismo que se quiere vender como maoísmo.


Por el lado del nuevo revisionismo este último año ha sido el año de la bancarrota de la campaña contra el centrismo, campaña iniciada por Avakian en 2008 e impulsada por otros a partir de 2009:


En el año 2005, consumada la traición del PCN(m), Avakian envía varias cartas a Prachanda que hará públicas en 2008 levantando la bandera de la lucha contra el “centrismo” que no era otra cosa que oportunismo. Incluso llega a criticar la unidad de Prachanda, del PCN (m) con los viejos revisionistas en un único partido unificado cuando él intentó lo mismo con el PCP y la LOD en el Perú. En 2009 ya hay organizaciones que se suben al carro de Avakian. La “lucha contra el centrismo” sólo era una forma de ocultar que la capitulación era la cosecha recogida por la aplicación de sus ideas en Nepal y el abandono del camino iniciado por el PCP en Perú. Era una forma de evitar el balance de lo aplicado en Nepal y sacar lección. En definitiva era una forma de hacer borrón y cuenta nueva.”

SOL ROJO Nº 40: SOBRE EL PLAN IMPERIALISTA DE “ACUERDOS DE PAZ”


Una prueba más del oportunismo de esta campaña la ha dado uno de los más beligerantes «anticentristas» que hoy le faltan adjetivos para encumbrar la labor de la organización que hace dos días era la cabeza del «centrismo». Este es su credo: el movimiento lo es todo, los principios no son nada.


También la supuesta base roja del PCP, levantada por algunas organizaciones revisionistas como parte de la campaña del imperialismo contra la guerra popular en el Perú y contra el CC del PCP, ha desaparecido del mapa. El programa que levantó esta supuesta base del PCP era el programa del MRTA recogido del programa del fascista Velasco Alvarado sobre la “segunda emancipación del Perú”:


Este esfuerzo fundamental de la Revolución forma, naturalmente, parte del cumplimiento de aquella sagrada responsabilidad que la Fuerza Armada asumió al anunciar en el Manifiesto de Octubre como objetivo final de su gobierno la conquista de “la emancipación definitiva” del Perú”

Velasco Alvarado, “Mensaje a la Nación”,3 de octubre de 1973




El fascista Velasco alvarado no viajó solo, y entre obrero,estudiante, campesino y comunista asesinado por la junta militar, se podían oír los aplausos y vítores de Fidel Castro, troskistas, antiguos guerrilleros que capitularon y el socialimperialismo. El gobierno fascista de Velasco es un precedente histórico del gobierno «Bolivariano», no es una afirmación gratuita, así lo considera el propio Fidel Castro. Como gobierno que ha servido de modelo es preciso aclarar tanto su contexto histórico como su crácter de clase.

Velasco Alvarado gobernó desde el año 1968 hasta 1975. Del movimiento comunista ya se había escindido la basura revisionista que salió a la luz tras el XX congreso del PCUS (conciliación de clases, cretinismo parlamentario, transición pacífica, estado de todo el pueblo, lucha armada defensiva, la tesis del «culto a la personalidad», etc) y la cabeza del campo comunista era el Partido Comunista Chino dirigido por el Presidente Mao, a nivel internacional aplastando al revisionismo ruso y en China dirigiendo la Gran Revolución Cultural Proletaria en contra de la burguesía enquistada dentro del Partido y de los aparatos de Estado. Este es el contexto internacional. En el Perú también se va a expresar esta división. El gobierno de Velasco va a presentar su programa y objetivos de gobierno el 3 de octubre de 1968 haciendo público su «manifiesto» programa. De éste destacamos dos puntos:

1) «El gobierno revolucionario declara respeto a los tratados que en el orden internacional tiene celebrado el Perú (...) y que alentará la inversión extranjera que se sujete a las leyes e intereses nacionales»
2) «El orden económico, que la Revolución está creando es positivo para obreros y empresarios» (...) «Ni capitalismo ni comunismo».


Ante este programa que tiene el objetivo de asegurar la inversión extranjera y contener la movilización social y la revolución va a tener el apoyo de toda la podre salida del XX congreso del PCUS. Fidel Castro que echó al imperialismo yanqui para abrir la entrada al socialimperialismo ruso pronto apoyó a la junta militar peruana. El PC cubano el 14 de julio a través de Fidel toma posición: la junta militar «ha adoptado algunas medidas que sin vacilacionesse pueden calificar de revolucionarias», que la medida de un gobierno revolucionario «es la medida de hasta qué punto un gobierno destaca o no al imperialismo yanqui», «que lo que menos esperaban los imperialistas es que de las filas de las fuerzas armadas surgiera un movimiento que tomara conciencia del subdesarrollo y se impusiera el propósito de llevar adelante un programa de desarrollo del país».

El programa "positivo para obreros y empresarios" se tradujo para las masas en la misma miseria, explotación y opresión de siempre. De aquellos tiempos quedó "La flor de la retama", homenaje a las masas que lucharon y murieron por el comunismo. Con el gobierno genocida se posicionaron los troskistas (pablistas y posadistas), el PC pro-ruso, el PC cubano, el PCUS, etc., enfrente quedaron los maoístas dirigidos por el Presidente Gonzalo. Expresión de que nada cambió en el Perú para las masas fue el inicio de la guerra popular dirigida por el PCP, las masas dirigidas por su Partido Comunista se levantaron y combaten hoy para acabar con siglos de explotación y miseria. Que el revisionismo y la basura reformista destacara que el Perú de Velasco fue el primer país que no dejó entrar a Rockefeller o la expulsión de las misiones militares del imperialismo yanqui, dejaba claro el objetivo del revisionismo: trabajar para otras potencias imperialistas, contener la revoluciòn, cambiar la forma de gobierno para defender la dictadura de la burguesía, y poner a las masas tras la facción socialfascista de la gran burguesìa peruana.

Por eso no ha extrañado que algunos que en nombre del maoísmo habían levantado el programa reaccionario de Velasco Alvarado, al servicio de la facción socialfascista de la gran burguesía en el Perú, hayan llorado la muerte del fascista Chávez. De otros no pensábamos que podían caer tan bajo, da vergüenza ajena. El papel del chavismo en Venezuela es claro: contener la revolución, impulsar el capitalismo burocrático y asegurar las inversiones del imperialismo. El papel del revisionismo es poner las luchas populares bajo la dirección de una de las dos facciones de la gran burguesía venezolana. En el duelo a Chávez aprecieron de nuevo los Castro, el troskismo (“el militante”, José Ramón Rivero, etc.), el socialimperialismo chino, el imperialismo ruso y el nuevo revisionismo con Prachanda a la cabeza, que era coherente con el camino tomado en el 2001 en Nepal:


R [entrevistador]: Efectivamente, la concepción maoísta (“protracted peoples war”), implica que se parte de una situación de gran desequilibrio estratégico con el enemigo. Esto obliga a prolongar la guerra popular, no intentar definiciones rápidas hasta que no se alcance el llamado “equilibrio estratégico” con el adversario. Queda muy clara vuestra experiencia particular de la lucha armada.

P [Prachanda]: Nosotros no nos quedamos sólo allí. Para nosotros todo esto fue muy importante porque alcanzamos una nueva comprensión también en lo que se refiere a la necesidad de una competencia política multipartidaria. La necesidad de una competencia política multipartidaria. La necesidad de una competencia política dentro de un marco constitucional. Y alcanzar un marco constitucional antifeudal y antiimperialista con ese tipo de competencia. Una competencia política es muy importante, muy útil para crear una sociedad vibrante. Sin ella es muy difícil poder construir esta sociedad. No podemos liderar las masas del pueblo sin esta competencia política multipartidaria. Esta es una nueva comprensión, un nuevo planteamiento. Era necesaria una nueva personalidad, y también algunas ideas nuevas.

R: Es un concepto definitivamente del S. XXI. Es la experiencia de Chávez, Correa, Morales. Distinta -por muchas razones- a la de Cuba y su revolución de mediados del siglo pasado. ¿Y cómo enfrentaron las desviaciones de dogmatismo y sectarismo?

P: Al interior del movimiento, y en nuestro partido tratamos de luchar siempre contra el dogmatismo y el sectarismo. En todos los sentidos. En un sentido muy amplio, y en todos los espacios… pero al interior del movimiento maoísta especialmente. En ese sentido, al movimiento maoísta especialmente. En ese sentido, al crear un frente político e ideológico hemos derrotado al revisionismo, al dogmatismo y al sectarismo. Si no dejamos de lado el dogmatismo no es posible desarrollar nuestra ideología. No es posible aplicarla de manera correcta y científica. Esto es lo que establecimos en nuestro partido y a través de la nueva comprensión lo logramos. El ejemplo negativo del movimiento peruano, particularmente el ejemplo negativo del movimiento Sendero Luminoso nos ayudó a comprender.”

Entrevista a Prachanda. 22 de mayo de 2010


Redondo. Todo cuadra. Los mismos miserables se tiran contra el PCP y se alínean con la campaña negra contra la guerra popular en el Perú.

Pero tan patética como la defensa del chavismo fue la de Evo Morales. Y mientras algún corto de cerebro se ponía la medalla de antimperialista y denunciaba a las ¿colonias? europeas y el “ataque” a Evo en uno de sus viajes por el mundo, Evo seguía con su venta del país a las multinacionales extranjeras. En diciembre comenzaba la producción del pozo Margarita 6 por Repsol en Bolivia. Los presidentes de Bolivia, Evo, y el de Repsol, Antonio Brufau, inauguraron en octubre la ampliación de la planta que es parte del plan de «desarrollo» del área de Margarita-Huacaya, y según la propia página de la multinacional española: «El plan de desarrollo del área Margarita-Huacaya, que contempla una inversión total de 640 millones de dólares, es uno de los proyectos clave de crecimiento contemplado en el Plan Estratégico 2012-2016 de Repsol.»

Para completar el tema, REPSOL está comprometida con el Pacto Mundial de Davos, que forma parte de toda esa maraña de ONG´s, cooperación internacional del imperialismo y multinacionales que conforman el plan imperialista de acuerdos de paz. Las empresas adheridas al Pacto de Davos asumen su responsabilidad en los procesos de paz, a la vez que la sostenibilidad, los derechos humanos, las políticas de género, el cambio climático, etc., se levantan como problemas prioritarios, por encima de las clases, y la propiedad privada de los medios de producción (en manos privadas o estatales) no se cuestiona. Ni se cuestiona el saqueo de los recursos naturales del Tercer Mundo. Por otra parte, la expresión orgánica de la fascistizacion del Estado Boliviano está siendo implementada con la colaboración directa y necesaria del imperialismo a través de sus organizaciones. Es el caso de la cooperación del imperialismo alemán:


«Apoyar al desarrollo en Bolivia ha supuesto, para la Cooperación Alemana, transitar por procesos de reforma del Estado en los cuales hemos sido actores y, por tanto, a diferentes intensidades, responsables de los procesos como de sus resultados.
Asumirse actor con responsabilidad, supone comprender que el contexto en el cual se desarrollan las acciones se ve influido por éstas y, del mismo modo, en sentido inverso. Esta ida y vuelta, en circunstancias de conflicto y conflictividad, supone valorar los posibles efectos y consecuencias de las acciones de la cooperación internacional al desarrollo, siempre bien intencionadas aunque no ajenas al riesgo de su instrumentalización por parte de la contienda política y de los procesos de polarización social y políticos.
Precisamente, a esto llama la Cooperación Alemana al Desarrollo “Sensibilidad al Conflicto”, lo cual implicó para su programa de la GIZ: Apoyo a la Gestión Pública Descentralizada y Lucha contra la Pobreza - PADEP, luego de la implementación de métodos e instrumentos, como lo son el Peace and Conflict Assessment (PCA) y Do No Harm (DNH), la aplicación de estos resultados y sus ajustes pertinentes. Ambos métodos son orientados a diseñar procesos de asistencia técnica que eviten ser escaladores de conflicto y, más bien, permitan su mitigación y su transformación constructiva.»



La Paz, 2011


Resumiendo: Antonio Brufau, también opina que Evo es un gran antimperialista. Indudablemente que Merkel también es de la misma opinión.

Por si fuera poco, la muerte del miserable de Mandela nos trajo más “sorpresas”, y otra vez, el nuevo revisionismo lloró la muerte del traidor. Somos claros, Mandela fue un miserable que capituló hace décadas en las cárceles de Sudáfrica, hace décadas que es un agente del imperialismo y de la reacción con la cobertura del revisionista Partido Comunista sudafricano. En su funeral pudimos ver otra vez juntos a uno de los Castro, al Socialimperialismo chino, a Obama, al imperialismo ruso y a otros cerdos de esta calaña.

Este año ha sido un año importante, el revisionismo (el antimaoísmo) que usa el membrete de maoísta se ha desenmascarado todavía más y ha dejado clara su naturaleza de clase reaccionaria, confirmando en la práctica que es capitulación ante el imperialismo y la reacción. No importa qué consignas levanten, sus hechos les delatan como reaccionarios y agentes del imperialismo y la reacción. Los que atacan al CC del PCP, al MPP y callan ante estos hechos también se delatan: comparten las posiciones del nuevo revisionismo.

Se entiende, por tanto, la razón por la que todos los antimaoístas están unidos en torno al ataque a la guerra popular en el Perú. La única justificación para su capitulación y para mostrar tan abiertamente su programa revisionista es pregonar que la guerra popular en el Perú ha sido derrotada o que no existe, es decir que el maoísmo ha fracasado. Que sigan soñando.

Aprovechar los problemas de los comunistas para atacar el comunismo, a la ideología y a las organizaciones que la encarnan para justificar el levantar programas reaccionarios no es nuevo y forma parte de la naturaleza negra del reformismo. Tomemos como ejemplo el POUM en España. En qué se sustentaba su ataque al marxismo-leninismo, a la III Tercera internacional y al camarada Stalin:

«La desaparición de Lenin y el cambio de ruta de la Internacional Comunista coinciden. (...) Ese falso rumbo, que tiene como conscuencias más sobresalientes determinar el fracaso de la revolución china, (...) La IC es tan responsable o más que la II Internacional de la catástrofe de la clase trabajadora alemana, y con ella de todo el mundo».

Qué es y qué quiere el POUM. Comité Ejecutivo del POUM, 1935

Hoy sabemos cómo acabó la «derrota» de la revolución China dirigida por su Partido Comunista y en combate al troskismo y cómo acabó la II Guerra Mundial. También sabemos a quién sirven, ayer y hoy, estas posiciones.


En nuestra colina el balance no puede ser mejor. En estos dos años el CC del PCP y el MPP han demostrado por qué son un referente para los comunistas del mundo. El PCP sigue manteniendo el rumbo y la guerra popular se viene desarrollando y avanzando. El MPP desde el 2011, desde la expulsión del grupillo negro de degenerados, ha publicado varios documentos importantes para los comunistas, los revolucionarios y los pueblos del mundo: “¡Apoyar las guerras populares y luchas armadas en el mundo combatiendo y aplastando el revisionismo y al oportunismo!”, “Sobre el fascismo – reacción en toda línea”, “Sobre el plan imperialista de acuerdos de paz”, y otros.

La Conferencia Internacional de este año (2013), organizada conjuntamente por el MPP y el Comité de Reconstrucción del PCE, ha sido un duro golpe para el imperialismo, la reacción y el imperialismo. La consigna de Avakian de aislar a la guerra popular en el Perú y al MPP fracasó. En ella han participado organizaciones revolucionarias, maoístas y no maoístas. Importante ha sido la presencia de Latino América, desde aquí saludamos el éxito reciente de los camaradas chilenos en su boicot a las elecciones. En lucha de dos líneas se ha podido llegar a un nivel mayor de unidad. De la Conferencia salió un importante documento firmando por cuatro organizaciones que es un paso más en la unidad de los comunistas a nivel internacional.

http://www.solrojo.org/Conf_Madrid_2013/Carta%20MCI%202013.html


La Conferencia también por el lado de la reacción, del nuevo revisionismo y sus convergencias tuvo repercusión tanto en el Perú, donde la prensa reaccionaria habló de “cumbre de terroristas”, como en España, donde el diario “el País” en su edición del 22 de octubre dedicó un artículo a “las víctimas olvidadas”


http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/22/actualidad/1382451429_519745.html



“Casualmente” en los días próximos a la Conferencia también se celebró en Madrid una conferencia en la Casa de las Américas donde una supuesta líder indígena narró “cómo a los 12 años perdió a su padre y tuvo que hacerse cargo de sus cinco hermanos y su madre enferma aislados en la selva durante un año huyendo de la organización terrorista Sendero Luminoso”. A esta campaña contra la Conferencia y contra el maoísmo no faltaron los blogs voceros del nuevo revisionismo, ver:


http://mar-armado.blogspot.com.es/2013/10/apoyo-la-conferencia-internacional-en.html


Hay que destacar cómo al mismo tiempo que se van dando pasos en la unidad y mayor cohesión dentro del movimiento comunista éste se va depurando de sus elementos más vacilantes y atrasados, que ante las dificultades están abandonando la bandera del maoísmo como ratas, creándose las condiciones para un mayor avance de la revolución proletaria mundial.

Este el contexto en el que se ha desarrollado la labor del blog, que se ha convertido también en un verdadero dazibao para las masas. Además se ha ampliado el blog con una necesaria sección dedicada a la Gran Revolución Cultural Proletaria. En lo ideológico y político se ha tomado firme posición por marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, por la guerra popular en el Perú, faro y guía de la revolución proletaria mundial y por la firme defensa de su jefatura. Se han publicado los documentos del PCP, se ha participado de la convocatoria de la Conferencia Internacional en Madrid y se ha combatido el nuevo revisionismo y sus viejas tesis, como la del «culto a la personalidad».


Nuestro compromiso es mantener el rumbo sabiendo que la victoria de la causa del comunismo es inevitable.