miércoles, 29 de agosto de 2012

MI VIDA-Presidente Mao Tse Tung



MI VIDA

MAO TSE TUNG
 (1937)


La marcha victoriosa del ejército comunista y su llegada
triunfal a Kansú y Shensi con sus fuerzas vitales intactas, se
deben, en primer lugar, a la justa dirección del Partido
Comunista pero también a la gran habilidad, al valor, a la
voluntad, a la fortaleza casi sobrehumana y al ardor
revolucionario de los cuadros de base de nuestra población de
soviets. El Partido Comunista de China ha estado siempre, está
ahora y estará siempre agradecido al marxismo-leninismo y
continuará luchando contra todas las tendencias oportunistas.
Esta firmeza es una de las razones de su fuerza invencible y la
inevitabilidad de su victoria final. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

SOBRE LA MORAL COMUNISTA. Presidente Mao Tse-Tung


INFORME SOBRE UNA INVESTIGACION DEL MOVIMIENTO CAMPESINO EN JUNAN

                                                                       Marzo de 1927
 
 
 
LOS LLAMADOS "EXCESOS"

Hay otros que opinan: "Cierto que las asociaciones campesina son necesarias, pero están cometiendo demasiados excesos." Así razonan los que mantienen una posición intermedia. Pero, ¿qué ocurre en realidad? Es verdad que en las aldeas los campesinos "se han desmandado" hasta cierto punto. Las asociaciones campesinas, que gozan de autoridad suprema, no dejan ni abrir la boca a los terratenientes y reducen a polvo su prestigio. Todo esto viene a ser como si después de derribarlos por tierra les pusieran el pie encima. Lo campesinos amenazan a los déspotas locales y shenshi malvado diciendo: "Te vamos a anotar en el otro registro!" Les impone multas, los cargan de contribuciones y destruyen sus palanqueen; Irrumpen en masa en las casas de los déspotas locales y shenshi malvados que se oponen a las asociaciones campesinas, deguellan su cerdos y consumen sus cereales. Se permiten incluso arrellanarse u momento en los lujosos lechos de sus hijas y nueras. A la menor provocación, efectúan arrestos, colocan cucuruchos de papel a la arrestados y los hacen desfilar por las aldeas, diciéndoles: "Ahora sí que nos vas a conocer bien, shenshi malvado!" Haciendo cuanto les viene en gana y volviendo todo patas arriba, han creado un especie de terror en el campo Eso es lo que algunos llaman cometer "excesos", "sobrepasar los límites justos al corregir un error" "cometer actos abusivos". Tales opiniones parecen razonables, pero en realidad son también erróneas. En primer lugar, son los propios déspotas locales, shenshi malvados y terratenientes sin ley quienes han forzado a los campesinos a actuar así. Por siglos, se han aprovechado de su poder para tiranizar y pisotear a los campesinos; de ahí que éstos hayan reaccionado tan enérgicamente. Las rebeliones más violentas y los desórdenes más graves han tenido lugar invariablemente allí donde los déspotas locales, shenshi malvados y terratenientes sin ley habían perpetrado los peores ultrajes. La mirada de los campesinos es penetrante. Se dan perfecta cuenta de quién es malo y quién no lo es, quién es el peor y quién no es tan perverso, quién merece severo castigo y quién trato clemente, y muy rara vez el castigo no corresponde al crimen. En segundo lugar, hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan tranquila y delicada, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra. La revolución en el campo es una revolución mediante la cual el campesinado derroca el poder de la clase terrateniente feudal. Sin recurrir a la máxima fuerza, el campesinado jamas lograría derrocar el poder de los terratenientes, profundamente arraigado a través de los milenios. El campo necesita de un poderoso auge revolucionario, pues sólo éste puede agitar a los millones y millones de campesinos y convertirlos en una gran fuerza. Los "excesos" arriba mencionados son precisamente producto de la fuerza de los campesinos despertada por el poderoso auge revolucionario en las zonas rurales. Estos "excesos" son sumamente necesarios en el segundo período del movimiento campesino, el de acción revolucionaria. En este período, es imprescindible imponer la autoridad absoluta de los campesinos, prohibir toda crítica malévola a las asociaciones campesinas, derrocar todo el poder de los shenshi, derribarlos por tierra e, incluso, ponerles el pie encima. Los llamados "excesos" en este segundo período tienen todos un significado revolucionario. Para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un breve período de terror. De lo contrario, resulta absolutamente imposible aplastar las actividades de los contrarrevolucionarios en el campo y derrocar el poder de los shenshi. Para corregir un error, hay que sobrepasar los límites justos; de otra manera, el error no será corregido (1). Los que critican los "excesos" aparentemente se diferencian de los que gritan "Muy mal!", pero en el fondo unos y otros comparten el mismo punto de vista y sostienen la misma teoría de los terratenientes, que defiende los intereses de las clases privilegiadas. No podemos dejar de combatir resueltamente esta teoría, que obstaculiza el ascenso del movimiento campesino y, por consiguiente, socava la revolución.


EL LLAMADO "MOVIMIENTO DE LA CHUSMA"

El ala derecha del Kuomintang afirma: "El movimiento campesino es un movimiento de la chusma, de campesinos holgazanes." Comentarios como éste se oyen con frecuencia en Changshá. Fui al campo y oí decir a los shenshi: "Está bien crear asociaciones campesinas, pero los que ahora trabajan en ellas no sirven, hay que reemplazarlos!" En nada difiere esta opinión de lo que dice el ala derecha del Kuomintang. Tanto los shenshi como el ala derecha de Kuomintang dicen que está bien organizar el movimiento campesino (como éste ha surgido ya, nadie se atreve a decir lo contrario), pero que la gente que lo dirige es incapaz. Sienten particular odio hacia los encargados de las asociaciones campesinas de base, y los tildar de "chusma". En suma, todos los que en otros tiempos eran despreciados y arrojados al barro y pisoteados por los shenshi y que no tenían un lugar en la sociedad ni derecho a opinar, ahora han levantado la cabeza. No sólo han levantado la cabeza, sino que han tomado el Poder. Ellos son ahora los dueños de las asociaciones campesinas de los cantones (el nivel más bajo), a las que han transformado en una fuerza terrible. Levantan sus ásperas y ennegrecidas manos y las ponen sobre la cabeza de los shenshi. Atan a los shenshi malvados les colocan cucuruchos de papel y los hacen desfilar por las aldeas tirándolos de una soga (a esto se llama en Siangtan y Siangsiang "hacen desfilar por los poblados", y en Liling, "hacer desfilar por los campos"). A diario machacan los oídos de los shenshi con sus agrias e implacables acusaciones. Los campesinos dictan órdenes y lo dirigen todo. Aquellos que eran inferiores a todos, están ahora por encima de todos, y por eso se afirma que "el mundo se ha vuelto patas arriba"

 (1)  La antigua expresión china "sobrepasar los límites justos al corregir un error" antes era citada con frecuencia para poner trabas a las actividades de la gente únicamente se permitían reformas dentro de los límites del orden establecido en tanto que se prohibía todo acto dirigido a destruir por completo el viejo orden Se consideraban "justas" las acciones dentro de dichos límites, en tanto que aquélla orientadas a la completa destrucción del viejo orden eran descritas como "sobrepasa los límites justos". Esta es también una teoría propia de los reformistas y de lo oportunistas dentro de las filas revolucionarias. El camarada Mao Tse-tung refuta aquí esta teoría reformista. Su frase "Para corregir un error, hay que sobrepasa los límites justos; de otra manera, el error no será corregido" significa que para terminar con el viejo orden feudal hay que emplear métodos revolucionarios de masas y no métodos revisionistas, métodos reformistas.    

lunes, 6 de agosto de 2012

K. MARX. EDUCACIÓN COMUNISTA.



 Tomado de: 
             "CRÍTICA AL PROGRAMA DE GOTHA" (1)

                                                 (K. Marx)


Londres, 5 de mayo de 1875

Querido Bracke:

Le ruego que, después de leerlas, transmita las adjuntas glosas críticas marginales al programa de coalición a Geib, Auer, Bebel y Liebknecht, para que las vean. Estoy ocupadísimo y me veo obligado a rebasar con mucho el régimen de trabajo que me ha sido prescrito por los médicos. No ha sido, pues, ninguna "delicia" para mí, tener que escribir una tirada tan larga. Pero era necesario hacerlo, para que luego los amigos del Partido a quienes van destinadas esas notas no interpreten mal los pasos que habré de dar por mi parte.

El caso es que, después de celebrado el Congreso de unificación, Engels y yo haremos pública una breve declaración haciendo saber que nos es del todo ajeno dicho programa de principios y que nada tenemos que ver con él.

Es indispensable hacerlo así, pues en el extranjero se tiene la idea, absolutamente errónea, pero cuidadosamente fomentada por los enemigos del Partido, de que el movimiento del llamado Partido de Eisenachesta secretamente dirigido desde aquí por nosotros. Todavía en un libro que ha publicado hace poco en ruso, Bakunin, por ejemplo, me hace a mi responsable, no sólo de todos los programas, etc., de ese partido, sino de todos los pasos dados por Liebknecht desde el día en que inicío su cooperación con el Partido Popular

Aparte de esto, tengo el deber de no reconocer, ni siquiera mediante un silencio diplomático, un programa que es, en mi convicción, absolutamente inadmisible y desmoralizador para el Partido. (...)

CARTA DE C. MARX A W. BRACKE


                                                            (...)


B. "El Partido Obrero Aleman exige, como base espiritual y moral del Estado:
1. Educación popular general e igual a cargo del Estado. Asistencia escolar obligatoria general. Instrucción gratuita".


¿Educación popular igual? ¿Que se entiende por esto? ¿Se cree que en la sociedad actual (que es de la única de que puede tratarse), la educación puede ser igual para todas las clases? ¿O lo que se exige es que también las clases altas sean obligadas por la fuerza a conformarse con la modesta educación que da la escuela pública, la única compatible con la situación económica, no sólo del obrero asalariado, sino también del campesino?

"Asistencia escolar obligatoria para todos. Instrucción gratuita". La primera existe ya, incluso en Alemania; la segunda, en Suiza y en los Estados Unidos, en lo que a las escuelas públicas se refiere. El que en algunos estados de este último país sean "gratuitos" también centros de instrucción superior, sólo significa, en realidad, que allí a las clases altas se les pagan sus gastos de educación a costa del fondo de los impuestos generales. Y -- dicho sea incidentalmente -- esto puede aplicarse también a la "administracion de justicia con carácter gratuito" de que se habla en el punto A, 5 del programa. La justicia en lo criminal es gratuita en todas partes; la justicia civil gira casi exclusivamente en torno a los pleitos sobre la propiedad y afecta, por tanto, casi unicamente a las clases poseedoras. ¿Se pretende que éstas ventilen sus pleitos a costa del Tesoro público?

El párrafo sobre las escuelas deberia exigir, por lo menos, escuelas técnicas (teóricas y prácticas), combinadas con las escuelas públicas.

Eso de "educación popular a cargo del Estado" es absolutamente inadmisible. ¡Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, las condiciones de capacidad del personal docente, las materias de enseñanza, etc., y, como se hace en los Estados Unidos, velar por el cumplimiento de estas prescripciones legales mediante inspectores del Estado, y otra cosa completamente distinta es nombrar al Estado educador del pueblo! Lo que hay que hacer es más bien substraer la escuela a toda influencia por parte del gobierno y de la Iglesia. Sobre todo en el imperio prusiano-alemán (y no vale salirse con el torpe subterfugio de que se habla de un "Estado futuro"; ya hemos visto lo que es éste), donde es, por el contrario, el Estado el que necesita recibir del pueblo una educación muy severa.

Pese a todo su cascabeleo democrático, el programa está todo él infestado hasta el tuétano de la fe servil de la secta lassalleana en el Estado; o -- lo que no es nada mejor -- de la superstición democrática; o es más bien un compromiso entre estas dos supersticiones igualmente lejanas del socialismo.


(1) El trabajo de Marx "Crítica del Programa de Gotha", escrito en 1875, consta de observaciones críticas al proyecto del futuro partido obrero unificado de Alemania. El proyecto pecaba de graves errores y hacía concesiones de principio a los lassalleanos. Marx y Engels, a la vez que aprobaban la creación del partido socialista único de Alemania, se pronunciaron en contra del compromiso ideológico con los lassalleanos y lo sometieron a dura crítica.­ 


lunes, 30 de julio de 2012

AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº 38: APLASTAR EL NUEVO REVISIONISMO CON GUERRA POPULAR.


AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO No. 38: 

APLASTAR EL NUEVO REVISIONISMO CON GUERRA POPULAR

“La historia nos enseña que una línea política y militar justa no surge ni se desarrolla en forma espontánea y apacible, sino en lucha contra el oportunismo de ‘izquierda’ por una parte, y contra el oportunismo de derecha por la otra. Sin combatir estas perniciosas desviaciones que minan la revolución y la guerra revolucionaria, y sin superarlas completamente, será imposible elaborar una línea justa y lograr la victoria en la guerra revolucionaria”

(Presidente Mao, Selección de Escritos Militares pág. 99).

“Esta convergencia de la nueva ofensiva contrarrevolucionaria revisionista coludida con el imperialismo sueña con la destrucción definitiva del marxismo, sueña con barrer todo lo que la revolución ha hecho, todos sus logros, toda su heroica acción; quieren entronizar otra vez lo viejo, el protervo dominio de la reacción en el momento más caduco y siniestro del imperialismo. Esto repercute y vemos capitulación y reniegos monstruosos, se da en la pequeña burguesía, en las costras obreras, el MRTA por ejemplo es el pregón de la capitulación en el país, difunden ‘paz’, democracia burguesa; capitulan ante el imperialismo. La capitulación se expresa en dos facetas: capitulación ante la reacción nativa y capitulación mundial, siempre es así; su objetivo es vender la revolución. Es podre, pues, que debe ser arrasada a sangre y fuego y eso requiere de una estrategia y una táctica”.

(“¡Construir la conquista del Poder en medio de la guerra popular!”, II Pleno, PCP.)

El surgimiento en la actualidad de un gran número de organizaciones denominadas “maoístas” de membrete, confirma y clarifica, sobre el análisis del contexto de la revolución mundial, el hecho de cuál es la nueva estrategia de la reacción y del imperialismo, principalmente yanqui.
Ha surgido el nuevo revisionismo con el título de “maoísta”, amamantado por el viejo revisionismo, la reacción y el imperialismo. El objetivo fundamental de este nuevo revisionismo es abortar la revolución, quebrar la moral de las masas y, en definitiva, aplastar cualquier lucha armada que quiera desarrollarse como guerra popular aplicando los principios del maoísmo a las condiciones concretas de cada país – así como se ha aplicado y viene desarrollándose en el caso de la guerra popular del Perú.

¿Qué requiere para esto?

1. Apuntar a capitulación. Capitulación que se da en fases de “negociación”, de argumentos infames como la solicitud de “tregua” al enemigo, como la puerta abierta a los acuerdos temporales de no agresión, como el falso puente tendido del tráfico de rehenes: todas estas acciones nefastas y viles, no son sino pasos y tentativas de regateo con el Estado reaccionario burgués en busca de prebendas, del lucro, del gaje.

2. Colusión y convergencia, a nivel internacional, con toda la zafia ralea de vendeobreros y todas las miserables organizaciones y partidos que, incapaces de llevar una revolución adelante, medran a la caza de un curul o de un feudo político. Es decir, cretinismo parlamentario para negar la dictadura del proletariado y mantener la dictadura de la burguesía y la dominación imperialista.

3. Generar patrañas y líneas oportunistas que apunten contra lo medular de la antorcha de las guerras populares hoy en el mundo: la guerra popular del Perú: su jefatura, su ideología y su partido, para a su vez apuntar contra estos mismos puntos en los demás países. Porque tal como es evidente:
a. Es gracias al aporte del PCP, su Comité Central y su Jefatura el Presidente Gonzalo que se entronizó el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa del marxismo, una lucha que el Partido sigue llevando acabo hoy bajo la dirección de su Comité Central.
b. Es el PCP que bajo la dirección de su Comité Central, en las condiciones más difíciles, enfrentando y derrotando una guerra reaccionaria de exterminio y en la situación compleja del recodo, ha sabido mantener y desarrollar el nuevo Poder, resolviendo problemas nuevos precisamente por aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo.

Nuevo Revisionismo, Viejo Revisionismo

Demostrar que el nuevo revisionismo disfrazado de “maoísmo” (maoísmo de palabra  y oportunismo de hecho) está fundamentado, en esencia, por los mismos argumentos con que se revestía el viejo revisionismo, es tarea de suma importancia.
Cuáles son los puntos clave para dilucidar al revisionismo, el que, tal como afirmaba Lenin, tienen el talento de eludir los principios del marxismo para así tergiversarlos: “En términos generales, puede decirse que de esta actitud evasiva ante la cuestión de las relaciones entre la revolución proletaria y el Estado, actitud evasiva favorable para el oportunismo y de la que se nutría éste, surgió la tergiversacióndel marxismo y su completo envilecimiento.” (“El estado y la Revolución”, Lenin, pág. 127).
  1. Oposición recalcitrante a la destrucción del viejo Estado.
  2. Oposición a la construcción del nuevo Poder. Esto es piedra de toque en la revolución mundial, en el desenvolvimiento de las guerras populares en el mundo.
Qué decía el “Che” Guevara sobre la “Reforma Agraria” en Cuba. En diciembre de 1964 él afirmaba que:

“Debido al predominio que en la organización de la producción agrícola mantenía el latifundio, y a las enormes plantaciones cañeras organizadas en forma capitalista, fue relativamente fácil convertir este tipo de unidad en granjas estatales y cooperativas que abarcaban enormes extensiones de área. Por esta vía, Cuba evitaba el lento proceso por el que han pasado otras revoluciones agrarias: repartir las tierras en un número fantástico de minifundios y después comenzar la agrupación de los mismos con el objetivo de aplicar técnicas más modernas, que sólo son factibles a ciertas escalas de producción.” (“Temas Económicos”, Ernesto Che Guevara, pág. 253).

Un año antes, en un discurso en el Seminario sobre Planificación en Argelia había corroborado que la revolución cubana:

“Era una revolución que llegaba al poder. Era un movimiento de pueblo que había destruido el poder político y militar de los títeres del imperialismo yanqui. Pero sus dirigentes eran una agrupación de combatientes de altos ideales y escasa preparación. La superestructura del Estado capitalista neocolonial estaba intacta… Los viejos ministerios eran cuevas de burócratas y de parásitos sin vida interna, sin armonía interna dentro del gobierno. Sin unificarse sus dirigentes fundamentales con la línea fundamental de la Revolución. Estos órganos del poder de la burguesía vegetaban dentro del nuevo Estado que empezaba a gestarse, y eran como arrecifes dentro del mar, independientes de él, aislados de ese mar, de la marea humana que avanzaba.”

Nunca, en ningún momento de la historia de las luchas de liberación “guiadas” por el ejemplo cubano o “guevarista” apuntaron a destruir el viejo Estado, nunca su objetivo fue aplastar al imperialismo. Fueron movimientos que nacieron deformes, con los principios torcidos, con fraseología seudorrevolucionaria que a lo que apuntaban era estructurar gobiernos más “benevolentes”, menos depredadores, meras suplantaciones gestoras, pero que en lo esencial sólo mantenían la estructura del viejo Estado y la dominación del imperialismo (en el caso de Cuba del socialimperialismo). Ninguna de dichas “revoluciones” apuntaba a construir nuevo Poder, y estaban sujetas al baston de mando del socialimperialismo ruso.

El costo de vidas que significó cada una de las luchas tienen como realidad el sacrificio de la clase y la traición del revisionismo: el proletariado, el campesinado, los mejores hijos e hijas del pueblo se sacrificaron para fundar una nueva sociedad, una nueva economía, una nueva cultura; y ¿qué es lo que les dio el grupo de revisionistas aupados en el feudo del liderato?: traición y capitulación. ¿De qué sirvió destruir las fuerzas vivas del enemigo explotador? De nada. Porque hubo traición de principios y capitulación. Porque nunca se apuntó a construir un Estado de nueva democracia para después, sin interrupción ninguna, establecer la dictadura del proletariado y construir el socialismo: nunca se apuntó a realizar guerra popular hasta el comunismo.

Y si cabe alguna duda, para muestra algunos datos sobre las normas y principios de estos movimientos:

Estatutos del FSLN:

“Arto. 4.- El Frente Sandinista lucha por una sociedad sin discriminaciones por razones de clase, raza o género, opciones sexuales, culturales o creencias religiosas, en donde todos los seres humanos sean dignificados con iguales deberes y derechos y puedan disfrutar a plenitud de los bienes materiales suficientes para satisfacer sus necesidades personales y familiares. Una sociedad en la cual todos puedan desarrollarse integralmente en lo material y en lo espiritual.”

“Arto. 5.- El F.S.L.N. propugna por un socialismo que responda a las condiciones históricas vigentes, su esencia consiste en procurar para todos los nicaragüenses una vida digna, con oportunidad de empleo, acceso a la salud, la educación, vivienda, a la cultura, el deporte y, en términos globales, a una justa distribución de las riquezas mediante el aprovechamiento de nuestro recursos naturales.”

¿Qué derechos tienen sus afiliados?

“e. Criticar en privado, o en las reuniones de los organismos partidarios, a cualquier miembro del partido, sea cual fuere el cargo que ocupe. La crítica deberá ser objetiva, oportuna, fraternal y constructiva.”
(Fuente:http://www.fsln-nicaragua.com/documentos/estatutos/index.html)

Carta de Principios y Objetivos del FMLN:

UNO. La conquista de la paz y de la revolución democrática.
Consolidar la paz realizando las transformaciones establecidas en los Acuerdos de Chapultepec y profundizar la revolución democrática, impulsando los cambios económicos, sociales y políticos que necesita el país.
DOS. Fortalecer la Sociedad Civil.
El fortalecimiento y la vigorización de la Sociedad Civil, y el desmontaje del militarismo en el país, constituyen un objetivo para despejar el camino de la democracia y modernizar a la sociedad salvadoreña.
TRES. Conquistar la Democracia política.
Construir una democracia política real y participativa, en el que los ciudadanos puedan disfrutar de todas las libertades políticas, y ejercer sus derechos, especialmente su derecho a elegir o revocar libremente a sus gobernantes, el derecho a una correcta administración de justicia, el derecho a la seguridad jurídica entendida como una garantía y servicio a la sociedad, el derecho a las libertades de asociación, a la libre expresión y a la libertad de credo y religión, lo mismo que el ejercicio de todas las libertades fundamentales que posibilite el goce pleno de sus derechos.
CUATRO. Asegurar la vigencia de los Derechos Humanos.
Alcanzar la vigencia, desarrollo y garantía de los Derechos Humanos en la sociedad salvadoreña, como una condición indispensable para la convivencia pacífica, la democracia y el desarrollo nacional.
CINCO. Impulsar el desarrollo económico.
Conquistar el desarrollo y modernización económica nacional, basados en la justicia social, la democratización de la propiedad, el ingreso y la economía en su conjunto, promoviendo la integración centroamericana y la cooperación internacional.
SEIS. La reconstrucción del país.
El Salvador sufre los efectos de una guerra interna muy reciente, lo mismo que las secuelas de largas décadas de militarismo y de un régimen económico-social que hundió al país en una crisis profunda. Para superar esta situación, erradicar la miseria y encaminarnos a un desarrollo autosostenido y con equidad, se requiere la reconstrucción de la nación en lo económico, social, cultural, moral y ecológico.
SIETE. Soberanía e Independencia Nacional.
Recuperar la soberanía y fortalecer la independencia nacional, basados en la autodeterminación de los salvadoreños, a fin de promover y desarrollar la democracia y nuestra verdadera identidad nacional, en un marco de relaciones internacionales de cooperación, amistad y respeto mutuo.
OCHO. Luchar por construir un régimen económico, social y político de carácter socialista.
Orientar la lucha del Partido en procura de transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que garanticen en el largo plazo, la consecución de un sistema de convivencia social nuevo; ese sistema estará basado en los postulados esenciales de libertad, justicia, humanismo, solidaridad, igualdad y equidad de género, equidad económica y participación democrática, orientada a superar la explotación y la marginación entre las personas de una minoría sobre la mayoría, y/o del Estado o del mercado sobre el conjunto de la sociedad, todo esto en base a nuestra propia experiencia y asimilando crítica y creadoramente las experiencias y el pensamiento humanista y socialista universal. El Socialismo así, habrá de realizar el desarrollo humano sostenible.
NUEVE. Promover y defender los derechos humanos de las mujeres.
Como objetivo primordial, tomando en cuenta que las mujeres, siendo más de la mitad de la población, son víctimas de discriminación y violación a sus más elementales derechos por el hecho de ser mujeres, y que esto se convierte en un obstáculo para cualquier proceso democrático y cualquier proyecto de desarrollo, principalmente para nuestro proyecto de sociedad socialista.”

En conclusión, ¿qué es lo que vemos con el nuevo revisionismo?

Tras el inicio de la Guerra Popular en Perú dirigida por el PCP,  partido de nuevo tipo militarizado, muchos Partidos Comunistas se han reconstituido sobre la base del maoísmo, planteando el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo. Partidos Comunistas han iniciado guerra popular o luchas armadas siguiendo el camino del PCP como en Nepal, India, Turquía, Filipinas, y otros se están preparando para iniciar. La importancia de la guerra popular en Perú no sólo ha sido reconocida por el proletariado internacional y los pueblos oprimidos sino que también ha sido reconocida por el imperialismo, la reacción y el revisionismo que combaten al PCP y a su Jefatura, con el objetivo de destruir la guerra popular por cualquier medio y que el maoísmo no pase a comandar la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial. Es la guerra popular en Perú la primera iniciada tras el golpe revisionista de Teng en China y fue el Presidente Gonzalo quien definió el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa del marxismo en dura lucha contra el revisionismo. El pensamiento gonzalo es sinónimo de guerra popular, por eso lo quieren destruir.

A 32 años del inicio de la guerra popular en Perú hoy podemos constatar cómo los pueblos del mundo se levantan en nombre del maoísmo, que las masas quieren la revolución y que dan sus vidas combatiendo esta podrida sociedad. En la actualidad las luchas de los pueblos del mundo, incluidos los países imperialistas, demuestran que la tendencia principal es la revolución.

El imperialismo, la reacción y el revisionismo en su objetivo de destruir la revolución en Perú y el maoísmo en el mundo han elaborado sus propios planes. En Perú la LOD y la patraña de “acuerdos de paz” fue un plan piloto que después aplicaron a Nepal y que intentan aplicar en otros países. El PCP basándose en su experiencia ha establecido que la LOD y la patraña de “acuerdos de paz”  fue un plan elaborado y dirigido por la superpotencia yanqui, y basándose en el análisis de la situación internacional ha establecido que existe un plan internacional de “acuerdos de paz”, cuyo objetivo es acabar con toda lucha armada revolucionaria y especialmente las guerras populares que están dirigidas por Partidos maoístas con el fin de convertirlos en Partidos maoístas de “membrete”, que se presenten a elecciones y formen parte del viejo Estado o se conviertan en revisionismo armado que hace lucha armada para presionar y llegar a acuerdos con el viejo Estado. Es dentro de este plan que han levantado la LOD y la LOI en Perú. Para llevar adelante su plan de “acuerdos de paz”, tanto en Perú como en otros países, es fundamental que viejas posiciones revisionistas ganen influencia dentro del MCI.  Revisionismo es capitulación, capitulación ante la reacción interna en cada país y ante el imperialismo a nivel internacional.

La LOI en el Perú, revisionismo armado

El imperialismo, la reacción y el nuevo y viejo revisionismo atacan a la Jefatura del Partido porque es la sujeción del CC del PCP a la Jefatura del Presidente Gonzalo y a su todopoderoso pensamiento lo que ha permitido mantener el rumbo de la revolución en muy duras condiciones, guerra popular que no ha cesado ni un segundo desde 1980. Con un CC del PCP que sigue dirigiendo la guerra popular en combate contra la LOD y la LOI con las armas en la mano.

Lo que plantea la LOI es un Partido sin Jefatura, sin pensamiento gonzalo, un Partido que no golpee el capitalismo burocrático, que desarrolle acciones armadas sin construir el Nuevo Poder,  niega lo fundamental del maoísmo, el Poder, niega la dirección proletaria de la revolución. Que uno de sus cabecillas sea un colaborador directo de la reacción muestra cómo el imperialismo, la reacción y el nuevo revisionismo se mueven conjunta y planificadamente bajo la dirección del imperialismo, principalmente yanqui. Es una línea militarista que sólo centra en acciones militares. Aniquilamiento del enemigo, confiscación de armas respetando el capitalismo burocrático y la semifeudalidad. La LOI ataca al Presidente Gonzalo y al pensamiento gonzalo porque ésta se opone a la aplicación concreta del maoísmo a la realidad del Perú, a los desarrollos del maoísmo y especialmente a la guerra popular; se opone, en definitiva, a la dirección proletaria de la revolución en el Perú y habla de maoísmo en general. Es el revisionismo moderno el que levanta el concepto de que “dos se unen en uno” y por eso este revisionismo se opone a una Jefatura sustentada en un pensamiento: se opone a que una clase (el proletariado) con su partido y su ideología dirijan la revolución proletaria mundial; en cambio, levantan, como es el caso de Nepal, un “consejo de ancianos” donde varias líneas mercadean con la sangre de las masas; también es el caso de la “nueva síntesis de Avakian”, donde este sujeto plantea que en el socialismo (viendo sólo individuos y no clases) coexistirán otras líneas burguesas que además “dizque” “ayudarán” a construir el “comunismo”; el fulano afirma: “habrá muchas diferentes personas y tendencias en la sociedad socialista que influyan [corrección nuestra de la traducción al español - SR] en muchas diferentes direcciones —y a la larga todo eso podrá contribuir al proceso de llegar a conocer la verdad y de llegar al comunismo.”(Carta a los partidos y organizaciones participantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos).

De la misma forma, la LOI levanta un maoísmo en general y ataca al pensamiento gonzalo, es decir, a la aplicación concreta del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, a la realidad del Perú.

Sobre la construcción del Nuevo Estado la LOI plantea que “bajo el erróneo concepto ‘generar espacio vacío de poder’ se asesinaron a miles de regidores gobernadores, a cientos de alcaldes, congresistas, se aniquiló a miles de representantes de las comunidades y caseríos por que supuestamente eran cabezas negras representantes del imperialismo” y califica al Presidente Gonzalo de terrorista. Con la LOI las masas no ejercen su dictadura contra las clases explotadoras, opresoras, gamonales o lacayos, sigue aplicando vieja política, se respeta a las autoridades del Estado reaccionario. Aquí está la esencia de la LOI: la defensa del viejo Estado.

Sobre el Frente plantea que el Presidente Gonzalo “generó genocidio con los compañeros del MRTA, Patria Roja, PCP-U, MIR y otros que estuvieron en la senda de la lucha armada”. El Frente lo construye como un frente revisionista de organizaciones sin dirección proletaria, un frente para negociar, y no de clases con la dirección omnímoda de la clase obrera a través de su Partido. Tiende puentes al viejo Estado y se presenta como guerrilla “buena”. Afirma: no somos terroristas, el terrorista es el Presidente Gonzalo. Como revisionistas piensan que la fuerza surge de la unidad sin principios, proponen un “Frente Único” revisionista que se opone a la tesis maoísta de que la línea lo decide todo. Comparten la vieja tesis revisionista de que el Partido no dirige el Frente sino que se diluye en él.

La LOI se opone a la militarización y a la construcción concéntrica del Partido pues construye en función de la negociación y no en función de la demolición del viejo Estado donde el Partido dirige omnímodamente el ejército y el frente apuntando a la toma del poder. “La construcción concéntrica de los tres instrumentos es la plasmación orgánica de la militarización del Partido y en síntesis se resume en lo que el Presidente Gonzalo enseña: El Partido es el eje de todo, dirige omnímodamente los tres instrumentos, su propia construcción, absolutamente el ejército y al nuevo Estado como dictadura conjunta apunta a la dictadura del proletariado” (Línea de construcción. PCP). Vemos pues por qué la LOI ataca al pensamiento gonzalo pues es éste el que garantiza el rumbo de la revolución, garantiza la dirección proletaria de la guerra popular con ideología proletaria, aparatos propios y formas proletarias de organización apuntando hacia la dictadura del proletariado.

Sobre el trabajo de masas la LOI plantea que la creación del PCP de organismos generados causa fraccionamiento, paralelismo, sectarismo y destrucción de las organizaciones sociales. En su Línea de Masas el PCP, por el contrario, afirma que lo principal del trabajo de masas es el poder y que a las masas hay que organizarlas en función del Poder, Poder para la clase, Poder para el proletariado, Poder por la guerra.“Centrar en el Poder exige también organizarlas en las diversas formas nuevas que demandan las nuevas formas de lucha, pues la guerra imprime cambios en la lucha y organización de las masas. Como Lenin nos enseña, en épocas de revolución hay que conformar organizaciones nuevas e ir contra los viejos dirigentes que lo que buscan es vender la revolución para acomodarse dentro del sistema reaccionario. Ya no se puede, pues, usar las viejas formas de lucha y de organización de masas” (Línea de Masas. PCP). El objetivo de la toma del Poder en todo el país exige por tanto formas nuevas de organización en función de la guerra popular y dirigidas por el Partido, es la única forma de garantizar la dirección proletaria de la revolución. Lo que plantea la LOI, como todo el revisionismo, es condenar a las masas a derramar su sangre  por reformas y a perder sus conquistas cuando llega la crisis en un ciclo sin fin.

 Los organismos generados son definidos por el PCP en el III pleno del 73 como “organizaciones generadas por el proletariado en los diferentes frentes de trabajo; sus tres caracteres 1) Adheridos a Mariátegui 2) Organizaciones de masas y 3) Ceñidos al centralismo democrático” y todo el trabajo de masas del Partido se centró en el inicio de la guerra popular. En los organismos generados podemos ver una plasmación del principio comunista de que son las masas las que hacen la historia y el Partido quien las dirige. Las masas, bajo la dirección del Partido, van más allá del orden burgués y su legalidad a la vez que se van templando en y para la guerra popular, la lucha reivindicativa se desarrolla en función del Poder. La LOI se opone a la dirección proletaria de la revolución pues se opone a la demolición del viejo Estado, por eso se opone a la construcción de organismos generados y a que las masas rebasen el orden burgués dirigidas por su Partido.

La LOI en un año de balance de su accionar sólo levanta acciones militares, aniquilamientos del enemigo y confiscación de armas, pero no presenta ni una sola acción contra el capitalismo burocrático ni contra la semifeudalidad. No hay construcción, no hay nueva economía. Habla de que la superpotencia yanqui trata de monopolizar el petróleo y monopolizar el negocio de las drogas en Latinoamérica. Levanta a Venezuela y su “social fascismo del siglo XXI”, demostrando que no está por llevar a cabo la Revolución de Nueva Democracia y que sólo está por ponerse tras una facción de la gran burguesía. Por eso defiende a Venezuela porque no está por desarrollar una nueva economía al servicio de las necesidades de las masas sino por defender la vieja economía que se desarrolla en los países semicoloniales, el capitalismo burocrático, al servicio de las necesidades de los países imperialistas proporcionándoles materias primas y productos no elaborados.

En cuanto a la economía la LOI defiende que hay que esperar hasta que los Partidos Comunistas de todo el mundo concreten “una transformación revolucionaria del sistema de explotación y opresión imperialista sobre la faz del mundo” para acabar con la vieja economía, y esperando a que llegue ese momento, como en Venezuela, que con Chávez se sigue desarrollando la vieja economía conviviendo la monoproducción del petróleo junto a los grandes latifundios al servicio del imperialismo, la LOI no lleva a cabo la revolución de nueva democracia. No se cuestiona el monocultivo de coca al servicio del imperialismo, principalmente de la superpotencia yanqui, sólo el monopolio de este negocio. Es importante resaltar cómo la LOI respeta los intereses de las multinacionales y de la gran burguesía peruana, en el caso del Consorcio de Camisea dedicado al negocio petrolífero se ha comprometido a respetar a esta empresa  que opera en el VRAE siempre que cumpla las exigencias de la LOI. La LOI desarrolla la lucha armada con el objetivo de presionar al imperialismo, principalmente yanqui, y al viejo Estado para llegar a acuerdos. Han usurpado la fuerza principal del Comité Regional Principal, y con ella desarrollan foquismo, más las fuerzas locales y de base están con el Partido y su Comité Central. La perspectiva de la LOI es negra. Se opone al mar armado de masas y a la dictadura conjunta dirigida por la clase obrera. Se opone a la Revolución de Nueva Democracia.

En cuanto a la lucha armada su objetivo es defender el viejo sistema sin salir del marco de la reforma dentro del caduco sistema explotador y entiende la lucha armada como lucha defensiva “porque no hay otro camino, tampoco existe otra solución”, en función de acomodarse al viejo Estado.

Tanto la LOI como la LOD en Perú, como parte del plan imperialista de “acuerdos de paz”,  como el nuevo revisionismo, atacan a la jefatura, al pensamiento gonzalo, al Nuevo Poder que es atacar la dirección proletaria de la revolución buscando acomodo dentro del viejo Estado.


miércoles, 25 de julio de 2012

MAKARENKO. EDUCACÍÓN COMUNISTA.


Epílogo
[“Poema Pedagógico”, Antón Makarenko]


Han pasado siete años. En general, todo esto ha ocurrido hace ya tiempo.
Pero todavía ahora recuerdo bien hasta el último movimiento del día en que se marchó el tren que se llevaba a Gorki. Nuestras ideas y nuestros sentimientos tendían aún en pos del tren, los ojos de los muchachos refulgían aún con el cálido brillo de la despedida, y en mi alma le llegó el turno a una pequeña y “simple” operación. A lo largo del andén estaban formados los gorkianos y los comuneros, brillaban las cornetas de las dos bandas y las astas de las dos banderas. Junto al andén vecino se disponía a partir el tren local de Rizhov. Zhurbín se me acercó:

- ¿Pueden subir los gorkianos?
- Sí.

Junto a mí pasaron corriendo los colonos hacia los vagones, llevando las cornetas. Y nuestra vieja bandera, bordada de seda. Un minuto más tarde, en todas las ventanillas del tren aparecieron ramilletes de muchachas y muchachos, que me miraban entornando los ojos y gritaban:

- ¡Antón Semiónovich, venga a nuestro vagón!
- ¿Usted no viene? ¿Se marcha con los comuneros?
- ¿Y mañana a la colonia?

En aquel entonces yo era un hombre fuerte, y sonreí a los muchachos. Cuando se me acercó Zhurbín, le entregué la orden en que se decía que, a consecuencia de mi marcha de “vacaciones”, la dirección de la colonia le era confiada a él.

Zhurbín contempló, perplejo, la orden:

- Entonces, ¿es el fin?
- El fin -asentí yo.
- ¿Cómo...? -empezó a decir Zhurbín, pero el conductor le ensordeció con su silbato y Zhurbín no dijo nada, sacudió la mano y se fue, volviendo el rostro para que no le viesen desde las ventanillas de los vagones.

Partió el tren de cercanías. Los ramos de muchachos desfilaron ante mí como en una fiesta. Me gritaban: “Hasta la vista”, y en broma, alzaban los gorros con dos dedos. En la última ventanilla estaba Korotkov. Sonrió en silencio y me saludó.
Salí a la plaza. Los comuneros me esperaban formados. Di la voz de mando y, atravesando la ciudad, nos dirigimos hacia la comuna.

* * * * * *

No volví más a Kuriazh.
Desde entonces han transcurrido siete años soviéticos y esto es mucho más que si dijéramos siete años imperiales. Durante este tiempo, nuestro país ha recorrido el glorioso camino del primer Plan quinquenal y la mayor parte del segundo; durante este tiempo, el mundo ha aprendido a respetar la llanura oriental de Europa más que en los tres siglos de los Románov. Durante este tiempo, nuestros hombres han echado nuevos músculos y ha crecido nuestra nueva intelectualidad.
Mis gorkianos han crecido también. Se han dispersado por todo el mundo soviético, y para mí es difícil ahora congregarles aunque sea en la imaginación. Cuesta trabajo encontrar al ingeniero Zadórov, metido en una de las grandiosas construcciones del Turkmenistán; no es fácil concertar una entrevista con el médico del Ejército Especial del Extremo Oriente,  Véshnev, o con el médico de Yaroslav, Burún. Hasta Nísinov y Zoreñ, con todo lo pequeños que eran, volaron de mi lado agitando las alas, sólo que ahora sus alas no son las de antes, no son las suaves alas de mi simpatía pedagógica, sino las alas aceradas de los aviones soviéticos. Tampoco se equivocaba Shelaputin al afirmar que sería aviador; también sigue la senda de los aviadores Shurka Zheveli, sin querer imitar a su hermano mayor, que ha elegido el destino de marino en el Ártico.

En su tiempo, los camaradas que visitaban la colonia solían preguntarme:

- Oiga usted, se dice que entre los niños desamparados hay muchos chicos de talento, con capacidad creadora... ¿Es verdad que hay entre ellos escritores o artistas?

Claro está que había entre nosotros artistas y escritores; sin ellos, ninguna colectividad puede existir; sin ellos, ni siquiera se podría hacer un periódico mural. Pero, al mismo tiempo, debo reconocer con tristeza que de los gorkianos no han salido ni escritores, ni artistas, y no por falta de talento, sino por otras causas: la vida los absorbió con sus exigencias prácticas e inmediatas.

Tampoco de Karabánov salió un agrónomo. Terminó los estudios en el Rabfak de Agronomía, pero no pasó al Instituto.

- ¡Que se vaya al cuerno la agricultura! -me dijo con decisión-. Yo no puedo vivir sin muchachos. ¡Y cuántos buenos chicos andan todavía haciendo el tonto por el mundo! Ya que usted, Antón Semiónovich, se dedicó a este trabajo, también yo puedo hacerlo.

Así entró Karabánov en la senda heroica de la educación socialista y no la ha traicionado hasta el día de hoy, aunque le ha tocado un sino más difícil que a cualquier otro asceta. Semión se casó con la muchacha de Chernígov, y les creció un chiquillo de tres años, tan fogoso como el padre y con los ojos tan negros como los de la madre. Y este hijo fue degollado en pleno día por uno de los educandos de Semión, un anormal enviado a su casa de “muchachos difíciles”, que había cometido ya más de una vez cosas semejantes. Pero ni siquiera después de eso vaciló Semión, y no abandonó nuestro frente, no gimió ni maldijo a nadie; sólo me escribió una breve carta, en la que no había tanto dolor como asombro.

Tampoco Matvéi Belujin llegó al Instituto. Inesperadamente, recibí de él esta carta:

Con toda intención, Antón Semiónovich, no le he hablado de esto; perdóneme usted, pero yo no tengo nada de ingeniero; por vocación, soy militar. Y actualmente me encuentro en una Escuela de Caballería. Claro está que me he conducido como un cerdo por haber abandonado el Rabfak. La cosa no ha salido bien. Pero usted escríbame una carta tan sólo; de lo contrario, no estaré tranquilo.

Cuando no están tranquilos hombres como Belujin, aún se puede vivir. Y se puede vivir todavía mucho tiempo si jefes como Belujin mandan los escuadrones soviéticos. Y aún más profundamente creí en ello cuando vino a verme Matvéi, luciendo ya sus distintivos de oficial, hecho un hombretón, alto, enérgico, fuerte: “todo un hombre”.

Y no sólo vino a verme Matvéi. También vinieron otros, sin que pudiera acostumbrarme a ver que ya eran hombres hechos y derechos, personas mayores: Osadchi, tecnólogo; Misha Ovcharenko, chófer; el hidrotécnico del Transcaspio, Oleg Ognev; la maestra Marusia Lévchenko; el ferroviario Soroka; el electricista Vólojov; el ajustador Korito; el contramaestre de una estación de máquinas y tractores Fedorenko; y los activistas del Partido Aliosha Vólkov, Denís Kudlati y Zhorka Vólkov, y Mark Sheinhaus, tan sensible como antes, pero con un auténtico carácter bolchevique, y otros muchos.

Sin embargo, he perdido a muchos durante estos siete años. En no sé qué mar caballuno se ha hundido y no responde Antón Brátchenko; en alguna parte han desaparecido el optimista Lápot, el buen zapatero Gud y el gran constructor Taraniets. No me apeno por ello, ni reprocho su olvido a esos muchachos. Nuestra vida está demasiado colmada, y no es necesario recordar siempre los caprichosos sentimientos de los padres y de los pedagogos. Además, “técnicamente” es imposible reunirlos a todos. ¡Cuántos muchachos y muchachas pasaron por la colonia Gorki, no nombrados aquí, pero igual de reales, igual de próximos y amigos! Desde la muerte de la antigua colectividad de la colonia Gorki, han transcurrido siete años, y todos estos años están llenos del mismo flujo turbulento de las filas juveniles, de su lucha, de sus derrotas y sus triunfos, y del brillo de los ojos conocidos y del juego de las sonrisas conocidas.

La colectividad de la comuna Dzerzhinski vive también ahora plenamente, y acerca de esta vida cabe escribir diez mil poemas.

En el País Soviético se escribirán muchos libros sobre la colectividad, porque la Unión Soviética ha pasado a ser, principalmente, un país de colectividades. Se escribirán, claro está, libros más inteligentes que los que escribieron mis amigos, los olímpicos, que definían así a la colectividad:

“La colectividad es un grupo de individuos que actúan de un modo coordinado y reaccionan conjuntamente ante unos u otros estímulos.”

Tan sólo cincuenta muchachos gorkianos llegaron un día brumoso de invierno a las bellas habitaciones de la comuna Dzerzhinski, pero llevaban consigo un conjunto de hallazgos, de tradiciones y de habilidades, un surtido completo de técnica colectiva, la joven técnica del hombre liberado del amo. Y sobre una base nueva y sana, rodeada de la solicitud de los chequistas y apoyada cada día por su energía, su cultura y su talento, la comuna se transformó en una colectividad de cegador encanto, de verdadera riqueza de trabajo, de alta cultura socialista, eliminando casi por completo el ridículo problema de la “corrección del hombre”.

Los siete años de la vida de los comuneros son también siete años de lucha, siete años de gran tensión.

Hace ya tiempo, mucho tiempo, que se olvidaron, se destrozaron y quemaron en las calderas los talleres de chapa de madera de Salomón Borísovich. Y el propio Salomón Borísovich fue sustituido por decenas de ingenieros, muchos de los cuales merecen ser citados junto a los más dignos de la Unión Soviética.

En el año 31, los comuneros construyeron su primera fábrica, una fábrica de instrumentos eléctricos. En una nave clara y espaciosa, adornada de flores y de retratos, ocuparon su puesto decenas de ingeniosísimos tornos. Ya no son calzones, ni camas de hierro lo que sale de las manos de los comuneros, sino máquinas esbeltas y complicadas, que tienen cientos de piezas, y en las que “alientan las integrales”.

Y el aliento de las integrales agita y emociona también a la sociedad de los comuneros, igual que hace poco tiempo aún nos emocionaban la remolacha, las vacas  Simmenthal, los Vasili Vasilievich y los Molodiets.

Cuando salió del taller de montaje la gran taladradora marca FD-3 y fue colocada sobre el banco de pruebas, Vaska Alexéiev, convertido en hombre hacia ya mucho tiempo, dio al conmutador eléctrico y dos decenas de cabezas -ingenieros, comuneros, obreros- se inclinaron, inquietas, sobre su zumbido. El ingeniero jefe Gorbunov dijo angustiado:

- Chispea...
- ¡Chispea la maldita! -confirmó Vaska.

Ocultando su pena con una sonrisa, llevaron la taladradora al taller, dedicaron tres días a examinarla, a comprobarla, manejando radicales y logaritmos y revisando planos. Las puntas de los compases caminaban por los planos, los sensibles pulimentadores “Kehlenberg” limaban los últimos detalles, los dedos sensibles de los muchachos montaban las piezas más finas, mientras sus sensibles almas esperaban con inquietud la nueva prueba.

Tres días después, de nuevo se colocó la FD-3 en el banco de pruebas, de nuevo dos decenas de cabezas se inclinaron sobre ella y de nuevo el ingeniero jefe Gorbunov dijo angustiado:

- Chispea...
- ¡Chispea la miserable! -repitió Vaska Alexéiev.
- La norteamericana no chispeaba -recordó con envidia Gorbunov.
- No chispeaba -corroboró Vaska.
- Sí, no chispeaba -confirmó otro ingeniero más.
- ¡Claro está que no chispeaba! -repitieron a coro todos los muchachos, no sabiendo con quién enfadarse: si consigo mismo, con los tornos, con el sospechoso acero número cuatro, con las muchachas bobinadoras o con el ingeniero Gorbunov.

Y, de pronto, entre la muchedumbre juvenil se alzó de puntillas Timka Odariuk, mostró a todos su pecosa fisonomía de pelirrojo, y ocultando los ojos bajo sus párpados, enrojeció y dijo:

- La norteamericana chispeaba exactamente igual...
- ¿Tú cómo lo sabes?
- Me acuerdo de cuando la probamos. Y debe chispear, porque tiene un ventilador igual...

No se le hizo caso a Timka. De nuevo se llevó la taladradora al taller, de nuevo comenzaron a trabajar sobre ella los cerebros, los tornos y los nervios. La temperatura de la colectividad aumentaba visiblemente. La inquietud embargó los dormitorios, las aulas, el club.

En torno a Odariuk se congregó todo un grupo de partidarios.

- Claro, los nuestros, naturalmente, están acobardados, porque es su primera máquina, pero las norteamericanas chispean más aún.
- ¡No!
- ¡Chispean!
- ¡No!
- ¡Chispean!

Y, por fin, nuestros nervios no resistieron. Enviamos emisarios a Moscú, imploramos a los superiores.

- Dennos una “Black and Decker”.

Nos la dieron.

La máquina norteamericana fue traída a la comuna y colocada en el banco de pruebas. Ya no se inclinaban sobre el banco dos decenas de cabezas, sino el taller entero, trescientas inquietudes. Vaska, muy pálido, conectó la corriente. Los ingenieros contuvieron el aliento. Y, en medio del zumbido de la máquina, Odariuk exclamó con voz inesperadamente alta:

- ¿No os lo decía yo...?

Y en aquel momento se alzó sobre la comuna un suspiro de alivio que voló hacia los cielos, y en su lugar hubo un revoltijo de caras solemnes y sonrisas.

- ¡Timka decía la verdad!

Hace tiempo que hemos olvidado ese día emocionante, porque hace tiempo que fabricamos cincuenta máquinas diarias y hace tiempo que han dejado de chispear, porque, si bien Timka decía la verdad, había otra verdad en el respirar de la integral y en el ingeniero Gorbunov:

- ¡No debe chispear!

Nos olvidamos de todo eso, porque nos absorbieron nuevas preocupaciones y nuevos asuntos.

En 1932 se dijo en la comuna:

- ¡Haremos “Leicas” (1)!

Eso lo dijo un chequista, revolucionario y obrero, y no un ingeniero, ni un óptico, ni un constructor de aparatos fotográficos. Y otros chequistas, revolucionarios y bolcheviques, dijeron:

- ¡Que los comuneros hagan “Leicas”!

En aquel instante, los comuneros no se emocionaron:

- ¿”Leicas”? ¡Claro que haremos “Leicas”!

Pero cientos de personas -ingenieros, ópticos, constructores- respondieron:

- ¿”Leicas”? ¿Vosotros? ¡Ja, ja!...

Y comenzó una nueva lucha, una complicadísima operación soviética de las muchas que se llevaron a cabo durante esos años en nuestra patria. En esta lucha participaron miles de alientos distintos, de vuelos de ideas, de vuelos en aviones soviéticos, de planos, de experimentos, de silenciosas liturgias de laboratorio, de polvo de ladrillo de las construcciones y... de ataques reiterados, ataques insistentes, de embestidas, desesperadamente tenaces de las filas comuneras en los talleres, conmocionados por los reveses. Y, alrededor, los mismos suspiros de duda, los mismos ojos entornados tras los cristales de las gafas:

- ¿”Leicas”? ¿Esos niños? ¿Cristales con una exactitud de micrón? ¡Je, je!

Pero quinientos muchachos y muchachas se habían lanzado ya al mundo de los micrones, a la finísima telaraña de los exactísimos tornos, al delicadísimo ambiente de los desvíos técnicos admisibles, de las tolerancias, de las aberraciones esféricas y de las curvas ópticas y, riéndose, contemplaban a los chequistas.

- Nada, muchachos, no tengáis miedo -decían éstos.

En la comuna se construyó una bella y espléndida fábrica de aparatos FED (2) (tipo Leica), rodeada de flores, de asfalto, de surtidores. Hace días los comuneros depositaron sobre la mesa del Comisariado del Pueblo su máquina N° 10.000, una máquina impecable y elegante.

Muchas cosas han pasado ya y muchas cosas se han olvidado. Hace tiempo que yace en el olvido el heroísmo primitivo, el lenguaje del hampa y otras supervivencias. Cada primavera, el Rabfak de la fábrica envía a las instituciones de enseñanza superior a decenas de estudiantes, y muchas decenas de ellos están ya a punto de terminar los estudios: futuros ingenieros, médicos, historiadores, geólogos, pilotos, constructores de barcos, radiotelegrafistas, pedagogos, músicos, artistas, cantantes. Cada verano, estos intelectuales visitan a sus hermanos obreros -los torneros, los fundidores, los mecánicos de precisión-, y entonces comienza la marcha anual de verano. Estas marchas constituyen una nueva tradición. Las columnas de comuneros han recorrido muchos miles de kilómetros, de a seis en fila como antes, con la banda de música y la bandera por delante. Han recorrido el Volga, Crimea, el Cáucaso, Moscú, Odesa, las costas del Mar de Azov.

Pero también en la comuna, en las marchas de verano, en los días en que “chispea”, y en los días en que la vida de trabajo de los comuneros se desliza suavemente, sale a la terracilla un muchachito de cabeza redonda y ojos claros, alza la corneta al cielo y toca una breve señal: “reunión de jefes”. Y, lo mismo que en tiempos lejanos, los jefes se sientan junto a la pared, los curiosos permanecen en la puerta, los pequeños se acomodan en el suelo. Y con la misma sarcástica seriedad el secretario del Soviet de jefes dice al nuevo culpable:

- ¡Sal al centro!... ¡Ponte firme y explica cómo y por qué!

Y también ocurre, a veces, que se resisten algunos caracteres y, como una colmena, zumba, inquieta, la colectividad y se lanza al lugar del peligro. E igualmente de difícil y complicada continúa siendo la ciencia de la pedagogía.

Sin embargo, ya es más fácil. Está lejos, muy lejos, mi primer día gorkiano, lleno de vergüenza y de impotencia, y ahora me parece un cuadro muy pequeño en el estrecho cristal de un panorama de fiesta. Ya es más fácil. Ya en muchos lugares de la Unión Soviética se han anudado los fuertes lazos de una importante obra pedagógica, y el Partido descarga los últimos golpes sobre los últimos nidos de la infancia desmoralizada e infeliz.

Y tal vez se deje muy pronto de escribir en nuestro país “poemas pedagógicos” y se escriba un libro simple y práctico: “Método de la educación comunista”.


Járkov, 1925-1935.


Notas
(1).- Máquina fotográfica.
(2).- Marca de la fábrica de máquinas fotográficas, compuesta por las iniciales de Félix Edmúndovich Dzerzhinski.