
jueves, 26 de junio de 2014
¡DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
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jueves, 19 de junio de 2014
¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡HÉROES DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ:
PERPETUO EJEMPLO DE CÓMO MANTENER EL RUMBO
Y DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
¡HÉROES DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ:
PERPETUO EJEMPLO DE CÓMO MANTENER EL RUMBO
Y DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
"La
gloriosa muerte beligerante de estos prisioneros de guerra se abriga con la
sangre ya vertida y ante ella los comunistas, los combatientes y los hijos del
pueblo, armados, asumimos el compromiso indeclinable de seguir su luminosos
ejemplo, para desarrollando guerra popular servir a la revolución mundial hasta
que la luz inmarcesible del comunismo se presente en todo el orbe bajo las
invictas banderas de Marx, Lenin y Mao Tse-tung, del siempre vivo
marxismo-leninismo-maoísmo.
¡Gloria a los héroes caídos, viva la revolución!"
¡Gloria a los héroes caídos, viva la revolución!"
(CC del Partido Comunista del
Perú Perú, Junio 1986)
El 19 de junio de 1986, el fascista gobierno aprista
de Alan García junto con las fuerzas armadas y policiales reaccionarias, con el
respaldo de la Internacional Socialista, que estaba reunida en Lima, con todo
el contubernio vil y macabro de la reacción y del revisionismo, ejecutó
el genocidio de cientos de prisioneros de guerra.
Los mejores hijos del Pueblo, fraguados en guerra
popular, dieron la vida por el Partido y la Revolución. Ellos son ejemplo de
comunistas, ellos son modelo de revolucionarios que nunca pensaron en la
capitulación. Ellos se levantan como el arquetipo de la no claudicación. Su
paradigma aplasta y barre todo el discurso de aquellos felones que ahora
quieren vender la "paz" de los cementerios, manipuladores y rufianes
que dizque "optan por nuevas formas de lucha", cretinos
parlamentarios, amamantados con el negro veneno de los genocidas; traidores y
ruines, que con engañifas y teatrillos quieren acomodar sus miserables
pellejos en el estercolero de este viejo, caduco y podrido sistema. Estos
abyectos fulanos quieren ocultar y falsificar con sus patrañas el glorioso
camino de los héroes de nuestra guerra popular, héroes del PCP: ¡vanos y
desgraciados deseos! ¡Nada podrá silenciar ni viciar el ejemplo de nuestros
héroes! Por más que canten triunfos y quieran mostrar éxitos pírricos (como los
canallas de la LOD con sus "pioneritos"): asco y desprecio es lo que
dan; repugnancia se tiene al ver cómo estos elementos se han convertido en
lacayos, en ratas, que sirven (gobierno tras gobierno) al nuevo gobierno
genocida y vendepatria en sus aspiraciones de que, como en el 79, un grupo de
revisionistas avale y dé legitimidad a esta podre de la
"democracia" burguesa, y ahora con el añadido de que se monte
el melodrama de que "abjuran de la violencia", que es la consigna de
la reacción mundial y del imperialismo para acabar con todas las luchas y
guerras revolucionarias del mundo: sino ver a ETA, FARC, Nepal, etc.; a todas las
organizaciones que abdican, que "deponen las armas", o que, en
definitiva, se venden por un plato de lentejas, se les exige eso.
Hoy, pasados 28 años, el Comité Central del Partido
Comunista del Perú mantiene su compromiso inalterable de desarrollar la guerra
popular al servicio de la revolución proletaria mundial, combatir al
imperialismo, a la reacción y al revisionismo de viejo y nuevo cuño, y de no
cejar en la lucha intensa y denodada por mantener el rumbo.
A nivel internacional el imperialismo se encuentra en
su crisis final. El imperialismo yanqui busca mantener su hegemonía en el mundo
y para esto necesita del nuevo revisionismo para que frene el inicio y
desarrollo de guerras populares en el mundo y para que no se desarrolle ningún
movimiento de apoyo a la revolución en el mundo y menos que se desarrolle
ningún movimiento que lo golpee desde dentro. Por tanto, además de desplegar
sus fuerzas alrededor de África, Asia y Rusia necesita del revisionismo para
que sólo exista contienda interimperialista y contener la revolución en el
mundo. El PCR (EE.UU.) con Avakian a su cabeza, Prachanda y todo el nuevo
revisionismo que se desarrolla en el mundo cumplen su papel de sostener este
sistema: impedir que se inicie o desarrolle guerras populares. Los nuevos
lacayos, los nuevos tontos útiles del imperialismo trabajan denodadamente
frenando la revolución mundial para que éste tenga el campo despejado y así
despelleje a los pueblos sin traba alguna. Los imperialistas contendientes (en
artera colusión y brutal pugna) quieren el mundo tranquilo para poderlo
despedazar, para poder realizar su bárbara e inhumana repartija sin
sobresaltos.
Hay que ver cómo las organizaciones árabes montadas
por el imperialismo yanqui y la OTAN sólo sirven para que las masas que luchan
sean carne de cañón, que sólo valen para que el imperialismo yanqui tome
posición geopolítica en su disputa con otras potencias imperialistas. El
imperialismo yanqui ya ni siquiera mantiene las formas, levantando gobiernos
fascistas. El imperialismo yanqui no va a salir de Ucrania, ni de Siria y otros
países pues necesita de recursos energéticos, materias primas, etc,. para
mantener su tambaleante hegemonía. Cada año que pasa se profundiza la crisis
del imperialismo y se amplían los ámbitos de guerra: el asunto está en que
mientras el socialimperialismo Chino y el imperialismo ruso, tratan de
reorganizar el imperialismo conforme a sus intereses, también el imperialismo
yanqui trata de mantener su hegemonía.
Los hechos demuestran que nos encontramos en la ofensiva
estratégica de la revolución proletaria mundial y dentro de ella estamos en un
momento de inflexión del Movimiento Comunista Internacional. Se necesitan
Partidos Comunistas que dirijan guerras populares, y que el maoísmo sea
único mando y guía de la revolución proletaria mundial. Será en medio de la
guerra de donde saldrán los Partidos y Jefaturas.
Tras la captura del Presidente Gonzalo el revisionismo
se desbocó dentro del MRI, y los que se opusieron al maoísmo hoy lo
tergiversan. El Partido Comunista de Nepal y otros caen en el revisionismo
mientras el imperialismo yanqui sufre la que los propios economistas burgueses
han llamado la gran recesión (2008-2014).
En el Perú, el imperialismo, la reacción y el
revisionismo tratan de llevar a cabo las tres tareas pendientes del Estado
reaccionario. Para ello La LOD y la LOI apuntan a las elecciones de 2016 y
presentar un maoísmo de membrete para legitimar el Estado reaccionario en el
momento en que el Perú entra en crisis y el imperialismo está en pugna por el
reparto del mundo.
Resumiendo, el imperialismo yanqui necesita y busca
afianzar en el mundo y en el Perú un revisionismo que enarbole “maoísmo” para
frenar la revolución en el mundo.
En el Perú el CC del PCP desarrolla la guerra popular,
manteniendo el rumbo, firme en los principios, centrando en el trabajo de masas
y combatiendo con guerra popular al imperialismo, principalmente yanqui, a la
reacción y al nuevo revisionismo, tanto a la LOD como a la LOI en el Perú, como
al nuevo revisionismo a nivel internacional.
El Partido Comunista del Perú, con su Comité Central,
vórtice de lucha, lo tiene claro y sigue adelante, sin cesar un minuto y en
dura brega, forjando dirección, formando cuadros, cuajando comunistas, acerando
camaradas que son imagen y semejanza de nuestros héroes, de aquellos que, tal y
como sancionó el presidente Gonzalo, fueron camaradas que "nunca hincaron
la rodilla" y, que ante el ciego odio y la perversa furia homicida de las
fuerzas armadas y aparatos represivos, blandieron "indoblegable,
férrea resistencia feroz [...] los camaradas, combatientes e hijos de las masas
enarbolaron ideología, valor y heroicidad desplegadas audazmente en encendido
desafío bélico; y si la bestia reaccionaria bebió sangre hasta el hartazgo para
imponer la paz de los muertos, las vidas miserable y arteramente cegadas se
transformaron en imperecederas, plasman la trilogía monumental de las luminosas
trincheras de combate del Frontón, Lurigancho y el Callao, hito histórico que
proclamará más y más la grandeza del Día de la Heroicidad".
Este día quedó grabado en las mentes y corazones del
pueblo en el Perú y en los pueblos del mundo. El "Día de la
Heroicidad" nos enseña a no rendirnos y cómo una aparente pérdida se
transforma en victoria, porque la masacre de cientos de camaradas en las
luminosas trincheras de combate fue en realidad una gran victoria política,
militar y moral para el PCP, para la clase y el pueblo: "Así, los
prisioneros de guerra, como el personaje de la historia, siguen ganando
batallas más allá de la muerte, pues viven y combaten en nosotros, conquistando
nuevas victorias; su recia e imborrable presencia la sentimos palpitante y
luminosa, enseñándonos hoy, mañana y siempre a dar la vida por el Partido y la
revolución" (Presidente Gonzalo, 1987).
¡GLORIA AL
DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
19 de junio
de 2014
Movimiento Popular Perú
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viernes, 13 de junio de 2014
LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (II)
IV. LA LUCHA DE CLASES, LA
SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (II)
(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA: TESIS, 1928)
23. La
socialdemocracia ha jugado, durante todo el período transcurrido, el papel de
última reserva de la burguesía, de partido «obrero» burgués. Gracias a ella, la
burguesía ha desembarazado el camino para la estabilización del capitalismo
(serie de gabinetes de coalición en Europa). La consolidación del capitalismo
ha hecho superflua en cierta medida, la función de la socialdemocracia como
partido dirigente. Su sustitución en las coaliciones y la formación de
gobiernos «puramente burgueses» han sucedido a la «era» llamada del «pacifismo
democrático» jugando, por una parte, el papel de oposición y por otra el de
agitador y propagandista de la política del «pacifismo realista» y de la «paz industrial»,
la socialdemocracia ha mantenido bajo su influencia capas importantes de
la clase obrera, ha conquistado una
parte de los obreros que abandonaron los partidos burgueses, ha adquirido
influencia entre las capas de la pequeña burguesía en vías de radicalización
(elecciones en Francia y en Alemania) y
ha entrado de nuevo en los gobiernos en
Europa central. Es preciso darse cuenta, sin embargo, de que estos
nuevos gobiernos de coalición, con la participación directa de la
socialdemocracia, no pueden ser ni serán jamás, una simple repetición de las
combinaciones precedentes, especialmente en lo que concierne a las cuestiones
de política exterior en general, y a las cuestiones de política militar en
particular. La dirección de la socialdemocracia desempeñará aquí un papel infinitamente
más pérfido que en todas las etapas anteriores.
Es preciso
igualmente tener en cuenta que, en relación sobre todo en la política de las
coaliciones de la socialdemocracia y con la evolución de sus líderes oficiales,
es posible un refuerzo del «ala izquierda» de la socialdemocracia (austromarxismo,
tranmelismo, ideología del lndependent Labour Party en Inglaterra, del
maximalismo en Italia) engañando con esto a las masas obreras con métodos más
sutiles y, por consecuencia, más peligrosos para la causa de la revolución
proletaria. La experiencia de los periodos críticos (revolución de 1923 en
Alemania, huelga inglesa, insurrección de Viena), así como la actitud de los
socialdemócratas de «izquierda» en la cuestión de la preparación de la guerra
de los imperialistas contra la URSS, han demostrado que los líderes
socialdemócratas de izquierda son de hecho los enemigos más peligrosos del
comunismo y de la dictadura del proletariado. Esto es particularmente
confirmado por la innoble conducta de la socialdemocracia austríaca, este
«partido modelo» del ala «izquierda» de la II Internacional, durante los
sangrientos combates del proletariado de Viena, en julio de 1927. Esta completa
derrota de los Bauer, Adler y Cía. demuestra con evidencia que el
«austromarxismo», acentuando cada vez más claramente sus tendencias reaccionarias,
sobre todo después de la represión de la insurrección de Viena, traiciona
constantemente en la práctica, de una manera innoble, a la clase obrera y es,
en manos de los reformistas, el instrumento más peligroso para engañar a las
masas revolucionarias. Por esto es por lo que, aun teniendo en cuenta el
proceso de radicalización de los obreros en el propio seno de la socialdemocracia
y esforzándose por extender cada vez más su influencia entre ellos, los
comunistas deben desenmascarar implacablemente a los líderes socialdemócratas
de «izquierda», como los más peligrosos agentes de la política burguesa en el
seno de la clase obrera y conquistar a la masa obrera que abandona fatalmente a
la socialdemocracia.
24. Aun
asegurándose el concurso de la socialdemocracia, la burguesía, en los momentos
críticos y en condiciones determinadas, organiza una forma fascista del
régimen. La marca característica del fascismo es que en el momento del
quebrantamiento del régimen económico capitalista y en razón de circunstancias
objetivas y subjetivas, la burguesía se aprovecha del descontento de la pequeña
y de la media burguesía urbana y rural y aun de ciertas capas del proletariado,
para crear un movimiento de masas reaccionario con el fin de detener en su
camino el desarrollo de la revolución. El fascismo recurre a métodos de
violencia directa para romper la fuerza de las organizaciones de clase obrera y
de los campesinos pobres y para tomar el poder. Una vez en el poder, el
fascismo se esfuerza por establecer la unidad política y orgánica de todas las
clases dominantes de la sociedad capitalista (bancos, gran industria, gran
agricultura) y realiza su dictadura integral, abierta y consecuente. Pone a la
disposición de las masas dominantes sus fuerzas armadas, especialmente
adiestradas para la guerra civil. Realiza un nuevo tipo de estados apoyándose
abiertamente en la violencia, la opresión y la corrupción, no solamente de las
capas pequeñoburguesas, sino también de ciertos elementos de la clase obrera
(empleados, antiguos líderes reformistas transformados en funcionarios de estados, funcionarios sindicales
o del partido fascista, campesinos pobres y proletarios desorganizados
reclutados en la milicia fascista).
El fascismo
italiano ha conseguido en estos últimos años, por diferentes procedimientos
(apoyo del capital americano, opresión social y económica extrema de las masas,
ciertas formas de capitalismo de estado) atenuar las consecuencias de la crisis
política y económica interior y ha creado un tipo clásico de régimen fascista.
Tendencias fascistas y embriones de fascismo existen ahora en todas partes,
bajo una forma más o menos desarrollada; la ideología de la colaboración de
clases -ideología oficial de la socialdemocracia tiene muchos puntos comunes
con la del fascismo. Los métodos fascistas aplicados a la lucha contra el
movimiento revolucionario existen bajo una forma embrionaria en la práctica de
numerosos partidos socialdemócratas y de la burocracia sindical reformista.
En las
relaciones internacionales, el fascismo prosigue una política de violencia y de
provocación. La dictadura fascista en Polonia y en Italia manifiesta cada vez
más tendencias agresivas y es para el proletariado de todos los países una
amenaza constante para la paz, un peligro de aventuras militares y de guerras.
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sábado, 7 de junio de 2014
LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO.
IV. LA LUCHA DE
CLASES, LA
SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (I)
(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA:
TESIS, 1928)
18. A pesar de la agravación de la lucha de clases, el
reformismo da indicios de su vitalidad y de su tenacidad política, en el movimiento
obrero de Europa y América. La causa general, social y económica, de este hecho
fundamental, está en el desarrollo lento de la crisis del capitalismo, en el
crecimiento de algunas de sus partes principales y en la declinación
relativamente lenta de las otras. Los hechos siguientes se refieren a esto:
consolidación creciente de la posición de los Estados Unidos como explotador,
acreedor y usurero mundial (“prosperidad” de los Estados Unidos); gran potencia
colonial de Inglaterra, que pierde, de modo progresivo solamente, sus
posiciones en el mercado mundial; desarrollo de la economía alemana, etc. En
relación con este primer proceso, existe; un proceso secundario de integración
de los aparatos del Estado y de las organizaciones
patronales con los cuadros superiores de las organizaciones obreras dirigidas
por la socialdemocracia, formación de nuevos funcionarios con burócratas
obreros (funcionarios de estado, de las municipalidades, de las organizaciones
patronales, funcionarios al servicio de las organizaciones “comunes” de obreros
y de capitalistas, “representantes del proletariado” en la administración de
correos, en los consejos de los ferrocarriles, donde toman, la palabra en
nombre de los sindicatos, de la cooperación, etc.).
19. Este proceso de aburguesamiento de los cuadros
superiores de la burocracia obrera es conscientemente apoyado y favorecido por
la socialdemocracia, que ha pasado de la defensa tímida al apoyo abierto y a la
edificación activa del capitalismo, de las frases sobre la lucha de clases a la
predicción de la “paz industrial”, de la “defensa” de la “patria” a la
preparación de la guerra contra la
URSS (Kautski), de la defensa, de palabra, de las colonias, a
un apoyo directo de la política de opresión colonial, del pacifismo pequeño-burgués
a la edificación de la
Sociedad de Naciones imperialista, del revisionismo
falsamente marxista al liberalismo del Labour Party británico.
20. Esta
posición ideológica corresponde entera y prácticamente a la actividad de la
socialdemocracia y de los líderes sindicales reformistas, en primer lugar su
campaña para la aplicación de los métodos “americanos” de corrupción y de
descomposición de la clase obrera (actividad del Bureau Internacional del
Trabajo, Conferencias de Delegados del Consejo General y del Labour Party con
las asociaciones patronales en Inglaterra, el Consejo Económico Nacional en
Francia, la «Schlichtungswesen» en Alemania, las leyes de arbitraje obligatorio
en diferentes países escandinavos, creación de un órgano común «Cámara de Comercio»
y “Cámara Obrera” en Austria, etc.). El pérfido papel de la socialdemocracia y
de los líderes de los sindicatos reformistas durante las huelgas y las crisis
políticas, durante los conflictos y las insurrecciones en las colonias, su
justificación del terror contra los obreros (huelga inglesa, insurección de
Viena, huelga de los obreros de los metales en Alemania, disparos contra los
obreros en Checoslovaquia y en Polonia, insurrección en Indonesia, revolución
en China, insurrección en Siria y en Marruecos, etc., etc.) se completan
actualmente con sus encarnizados ataques contra los comunistas y los obreros
revolucionarios (política de exclusión y de escisión de los sindicatos, de las
cooperativas y de otras organizaciones de masas en diferentes países).
21. Esta política de división de la clase obrera es
ampliamente practicada por los líderes reformistas que, por orden de la
burguesía, excluyen a los mejores elementos revolucionarios de las
organizaciones de masas del proletariado. Es ella una parte integrante de su
política de colaboración con la burguesía. Su objeto es minar desde el
principio la unidad interior de las filas proletarias y debilitar así su
resistencia frente a los ataques del capital. Esta política es uno de los
eslabones indispensables de toda su política social-imperialista (política de
los armamentos, política antisoviética y de bandidaje en las colonias). Para
contrabalancear estas tentativas reformistas de disgregación del frente
proletario, los comunistas deben emprender y desarrollar, actualmente sobre
todo, una contraofensiva enérgica para
resistir a la política reformista de escisión de las organizaciones de
masas del proletariado (sindicatos, cooperativas, asociaciones culturales y
deportivas, etc.) por la lucha de masas para la unidad de clase. Los
pretendidos líderes de “izquierda” de la socialdemocracia juegan un papel
particularmente odioso en los manejos escisionistas del reformismo. De palabra
preconizan la unidad, pero de hecho apoyan siempre y sin reservas los métodos criminales
de escisión de la Il
Internacional y de los partidarios de Amsterdam.
22. En el campo de la política exterior, el estado
mayor de la socialdemocracia y de los sindicatos reformistas de los países
imperialistas expresa de una manera consecuente los intereses del estado
burgués. Apoyar este Estado, sus fuerzas armadas, su policía, sus aspiraciones
de expansión, su hostilidad de principio contra la URSS, apoyar los tratados y
acuerdos expoliadores, la política colonial, las ocupaciones, las anexiones,
los protectorados y los mandatos; apoyar a la Sociedad de Naciones y la
odiosa campaña de las potencias imperialistas contra la URSS, participar en el engaño
“pacifista” de las masas, en la preparación de guerra contra las repúblicas
proletarias, en el engaño a los obreros coloniales (Purcell a las Indias,
resolución de la II
Internacional sobre la cuestión colonial) - tales son los
trazos esenciales de la línea de conducta efectiva de la socialdemocracia en el
terreno de la política exterior.
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viernes, 30 de mayo de 2014
X. SOBRE EL FASCÍSMO
V CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA.
Resoluciones, 1924.
El fascismo es
una de las formas clásicas de la contrarrevolución en la época de la decadencia
del orden capitalista, en la época de la revolución proletaria, sobre todo allí
donde el proletariado ha entablado la lucha por el poder, pero donde, falto de
experiencia revolucionaria y de un partido de clase dirigente, no ha sabido
organizar Ia lucha revolucionaria e impulsar el levantamiento de las masas
hasta la dictadura proletaria.
El fascismo es
el instrumento de combate de la gran burguesía contra el proletariado, al que
los instrumentos legales del Estado no han bastado para aniquilar; es el arma
extralegal de la gran burguesía para establecer y consolidar su dictadura. Pero
por su estructura social el fascismo es un movimiento pequeñoburgués. Hunde sus
raíces en las clases medias destinadas a desaparecer por la crisis del
capitalismo, así como en los elementos desclasados de la posguerra (antiguos
oficiales, etcétera), y en parte hasta en los elementos del proletariado decepcionados
en sus esperanzas revolucionarias y agriados.
Cuanto más se
descompone la sociedad burguesa, más adquieren los partidos "burgueses", sobre
todo la socialdemocracia, un carácter medianamente fascista, valiéndose de métodos
violentos contra el proletariado y disolviendo así ellos mismos el orden social
para cuyo mantenimiento se los había formado. El fascismo y la socialdemocracia
son los dos aspectos de un sólo y mismo instrumento de la dictadura del gran
capital. He ahí por qué la socialdemocracia nunca podrá ser una aliada segura
del proletariado en la lucha contra el fascismo.
Por sus
contradicciones (antagonismos de intereses entre la gran burguesía por un lado
y los elementos pequeñoburgués y proletarios por el otro) el fascismo se hunde
tras la victoria en una bancarrota política que conduce a su descomposición
interna (Italia). Cae en
una crisis
semejante allí donde, sin haberse alzado con la victoria formal, se ve obligado
a sostener y defender abiertamente el régimen de la gran burguesía (Alemania).
Vistos el papel
histórico, el carácter y la estructura social del fascismo, la lucha de los comunistas
contra él debe ser llevada con métodos y medios que permitan a la vez triunfar
políticamente sobre él y rechazar directamente su agresión armada contra el
proletariado revolucionario. Esos medios son, entre otros:
a) EN EL
TERRENO POLÍTICO
1) Una estrategia
y una política verdaderamente revolucionarias que inspiren en el proletariado,
en los elementos pequeñoburgueses y en los pequeños campesinos confianza en el
movimiento comunista, originando y fortaleciendo en ellos la idea de que los
problemas económicos, sociales, políticos y culturales se resolverán por la
dictadura del proletariado.
2) Una
educación sistemática de la clase obrera acerca del carácter contrarrevolucionario
y antiobrero del fascismo.
3) Una
educación sistemática de las masas pequeñoburguesas y pequeñocampesinas proletarizadas y oprimidas
por la crisis capitalista sobre su situación y el papel puramente gran
capitalista del fascismo.
4) Una política
exterior activa contra los tratados imperialistas, las reparaciones, la engañifa
de la Sociedad de las Naciones, etcétera; el desenmascaramiento de la política
imperialista y sus consecuencias desastrosas para las masas trabajadoras.
5) La lucha por
la alianza revolucionaria con la Unión de Repúblicas Soviéticas; una política
leninista en el problema nacional; la lucha por el derecho de autodeterminación
y secesión de todas las naciones oprimidas.
6) La campaña
por el frente único de todas las clases trabajadoras contra el fascismo; por el
frente único internacional del proletariado bajo la dirección de la
Internacional Comunista.
7) La
subordinación de la propaganda antifascista a los comités centrales de los partidos;
amplia propaganda antifascista mediante afiches y octavillas y a través de la
prensa.
b) EN EL
TERRENO MILITAR Y ORGANIZATIVO
1) Organización
de la defensa armada contra el fascismo armado (centurias proletarias,
etcétera).
2) Desarme de
los fascistas, confiscación de sus depósitos de armas y municiones.
3) En contra de
las demostraciones fascistas, contramanifestaciones de la clase obrera bajo
protección armada.
4) Contra los
actos terroristas de los fascistas (destrucción de las casas sindicales, imprentas,
etcétera, y atentados contra los obreros y los líderes obreros) organización de
la huelga general, terror obrero, represalias contra los fascistas, sus jefes,
sus imprentas y sus empresas.
5) Sabotaje de
los trasportes con motivo de las movilizaciones expediciones, concentraciones y
demostraciones fascistas.
6) Expulsión de
los fascistas de las fábricas; sabotaje, resistencia pasiva, huelgas en las
empresas en las que haya empleados fascistas que desempeñen el papel de
soplones o agentes provocadores.
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