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martes, 7 de octubre de 2014

86º ANIVERSARIO DEL PCP





¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL 86º ANIVERSARIO DEL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
"El presidente Gonzalo plantea la militarización de los Partidos Comunistas y la construcción concéntrica de los tres instrumentos. La militarización de los Partidos Comunistas es directriz política que tiene contenido estratégico, pues, es 'el conjunto de transformaciones, cambios y reajustes que necesita para dirigir la guerra popular como forma principal de lucha que genere el nuevo Estado' por tanto la militarización de los Partidos Comunistas es clave para la revolución democrática, la socialista y las culturales.
Define el principio de la construcción: 'Sobre la base ideológico-política, construir simultáneamente lo organizativo, en medio de la lucha de clases y la lucha de dos líneas, todo dentro y en función de la lucha armada por la conquista del Poder'."
(Línea de construcción de los tres instrumentos de la revolución, PCP, 1988)

"Mariátegui era marxista-leninista; más aún, en él, en Mariátegui, en el fundador del Partido, encontramos tesis similares a las que el Presidente Mao ha establecido a nivel universal. En consecuencia, para mí concretamente, Mariátegui sería hoy marxista-leninista-maoísta; y esto no es especulación, es simplemente producto de la compresión de la vida y obra de José Carlos Mariátegui."
(Entrevista al Presidente Gonzalo, PCP, 1988)

Con alegría y optimismo comunista este 7 de octubre celebramos un aniversario más del Partido Comunista del Perú (PCP), partido de nuevo tipo, militarizado, guiado por el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo, principalmente pensamiento Gonzalo, que viene dirigiendo de manera exitosa la guerra popular en el Perú por más de 34 años.

El Movimiento Popular Perú (MPP), organismo generado del PCP para el trabajo en el extranjero, saluda este aniversario del heroico combatiente con el optimismo al tope. Con absoluta convicción en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo, principalmente pensamiento Gonzalo, nuestra Base de Unidad Partidaria, Línea Política General y el Programa comunista; expresamos una vez más nuestro saludo a todo el Partido, su Comité Central y todo su sistema de dirección y al Ejército Popular de Liberación sin el cual el pueblo no tendría nada. Tenemos indeclinable compromiso de proseguir con las tareas pendientes de la revolución peruana, es la labor de los comunistas, de los marxistas-leninistas-maoístas, pensamiento Gonzalo. Eso hacemos y seguiremos haciendo.

La experiencia de estos 34 años de guerra popular ha servido para resolver el problema de dirección y, en la actualidad, el PCP cuenta con un Comité Central forjado y acerado en medio de la guerra popular y de la lucha de dos líneas. Ha sido el Comité Central del PCP el que combatió los “acuerdos de paz” y combate a la LOD, como también ha sido el Comité Central el que ha caracterizado a la LOI y señalado su existencia y la viene combatiendo. Es el PCP en su conjunto el que se ha elevado como fracción roja del Movimiento Comunista Internacional y ha tipificado con meridiana claridad al nuevo revisionismo embozado de maoísta, revisionismo que medra queriendo contener y desviar las luchas de las masas, camuflando sus negras y podridas entrañas de felonía y traición.

En este aniversario nos reafirmamos en lo planteado por el PCP desde los 80, que nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial, todos y cada uno de los documentos del PCP reiteran y se reafirman en esta contundente y certera verdad: que en la actualidad la lucha de los partidos comunistas y de las masas se desenvuelve dentro de la ofensiva estratégica de la revolución mundial. 

La situación mundial corrobora esta afirmación de forma concluyente: por un lado el imperialismo profundiza su crisis final;  mientras, por otro lado, los pueblos se levantan en todo el mundo luchando contra el imperialismo y la reacción. Las potencias imperialistas preparan un nuevo reparto del mundo; el imperialismo yanqui busca mantener su hegemonía y ser gendarme único, y los demás imperialismos; el socialimperialismo chino, el imperialismo ruso y los principales buitres del conglomerado de la Unión Europea, para acomodar el mundo a sus propios intereses, apuntando a arrebatarle la hegemonía al imperialismo yanqui.

En Oriente Medio, yanquis y rusos se sirven de los yihadistas moderados para implementar sus planes mediante el genocidio. Así, el sueño de estos bárbaros y genocidas imperialistas es un nuevo orden en Oriente Medio con los yihadistas moderados conteniendo a las masas para que sus luchas no apunten contra el imperialismo. 

El bombardeo de países de la Unión Europea, Rusia, Irán, Francia o Arabia Saudita contra el Estado Islámico tiene el objetivo de unir en falso al pueblo árabe para luego, enfrentando masas contra masas, la degollina se cebe en el mismo pueblo árabe. Al mismo tiempo, la política abyecta de estos imperialismos apunta a que el mismo pueblo árabe se ponga al servicio miserable, o a favor, de una u otra potencia imperialista. 

Hay que desenmascarar la contienda del imperialismo yanqui y el socialimperialismo chino y el imperialismo ruso. Hay que tener en cuenta que éstos últimos vienen del revisionismo. Y que tal y como lo han tenido (y tienen) montado, cuentan con la capacidad de mover a todos los cretinos parlamentarios y revisionistas en todo el mundo, para que las luchas de los pueblos no se transformen en guerra popular. No se trata sólo de disputarse el petróleo, narcotráfico o sistema financiero, también su interés fundamental es que el proletariado no llegue a organizarse, que no constituyan o reconstituyan su Partido Comunista; ese Partido de nuevo tipo al que realmente temen, porque ellos sí saben qué y cómo todos y cada uno de estos partidos de nuevo tipo servirán para arrastrarlos hasta su sepultura y los rematará desmontándolos en mil pedazos. Por eso arman y articulan patrañas con todos los miserables traidores, vendeobreros, revisionistas, para que ese Partido, que va a ser su verdugo, no tome el Poder, para que esos partidos de todos los países no se reconstituyan e inicien guerra popular. 

El papel del revisionismo, al servicio de una u otra potencia imperialista, consiste en copar todas y cada una de las organizaciones de las masas y los pueblos, para tener el mando y el control al servicio de quienes los amamantan. El desborde del revisionismo en el seno de las masas es un plan de parásitos y hienas: vivir del tráfico y el contrabando, medrar; mientras que, al mismo tiempo, puedan tener la capacidad y la ventaja de contener las luchas, con delaciones, traiciones, o dinamitando las organizaciones populares desde dentro. De esta forma las heroicas luchas de los pueblos acabarán sirviendo a una u otra potencia imperialista: ese es el sórdido plan que cumplen los revisionistas del mundo. 

Por eso combatimos, barremos y aplastamos las tesis revisionistas de Avakian y Prachanda. Este par de bellacos y rufianes, han querido medrar y cabalgar en las luchas de las masas. Han desviado y contenido, como buenos lacayos del imperialismo, las luchas de las masas. Ellos son los que han acuñado frases con sus vómitos negros (“la defensiva estratégica”, “no hay condiciones”, "el imperialismo es fuerte") que sus compinches canallas repiten como viles mercachifles. 

A las masas del mundo les reiteramos y les remarcamos claramente: tanto el uno como el otro, desde la derecha, Prachanda y Avakian, bajo falsas posiciones izquierdistas para esconder mejor su revisionismo, son capituladores. Han capitulado ante el imperialismo y la reacción. Uno vendió una revolución por un plato de lentejas y el otro se erigió ridículamente como el supuesto "superador" de los clásicos. Pero todo esto lo hicieron porque son marionetas del plan del imperialismo. Ellos sembraron pesimismo y revisaron el maoísmo para boicotear las luchas de las masas, no quieren que se difunda ni se encarne el maoísmo entre las masas, buscan las argucias con sus secuaces de diferentes países para que no se reconstituyan partidos comunistas que inicien guerra popular hasta el comunismo.

Dentro de todo este siniestro plan se encuentra necesariamente el plan de tratar de aislar al PCP con el objetivo de que el ejemplo de la guerra popular en el Perú no prenda en todo el mundo, para que las luchas de las masas no apunten a la toma del Poder.

En el Perú, el nuevo revisionismo defiende miserablemente que el imperialismo está fuerte, que no hay condiciones de lucha armada, de guerra popular. Las ratas de la LOD, con su organismo de fachada, los MOVADEF, aspiran, como «buenos» cretinos parlamentarios, a ocupar un hueco dentro del viejo Estado, apuntando a las elecciones de 2016. Mientras, por otro lado, la LOI sigue desgañitándose grotescamente ante el decrépito y podrido Estado pidiendo "amnistía", así como las ratas de la LOD, y buscando presionar para negociar su capitulación. Lo que se puede ver claramente es cómo el nuevo revisionismo trata de movilizar a las masas al servicio de la facción social-fascista de la gran burguesía y a la cola de una potencia imperialista.

También vemos como el imperialismo yanqui ha desplegado conflictos armados en siete lugares, sembrando genocidio, desaparecidos, hambre y miseria con la complicidad del socialimperialismo chino y el imperialismo ruso.

Tener en cuenta que, partiendo del maoísmo, el imperialismo yanqui genera disturbios y fracasa, el proletariado organizado en su Partido Comunista maoísta militarizado debe avanzar de forma audaz. 
La situación es diferente al 49, no va a haber sólo una gran revolución como en Rusia o China, se van a desarrollar y desplegar varios movimientos revolucionarios en distintos lugares. Por eso el imperialismo yanqui quiere una guerra mundial con una conferencia de Yalta en la que se comprometan los imperialistas a frenar la revolución. Esta situación va a exigir a los Partidos Comunistas luchar contra el socialimperialismo chino, el imperialismo ruso y el de la Unión Europea, la situación es que no va a ser como antes con partidos títeres de Rusia o China. La situación se va agudizar.

La reacción y el revisionismo están coludidos para que la guerra popular no se desarrolle, saben que será su fin, así como los imperialistas saben el papel decisivo que tendrían los pueblos oprimidos en la revolución proletaria mundial, con el cerco a los Estados imperialistas, teniendo como bases de apoyo a la naciones oprimidas que desarrollan guerra popular, este es el momento en el cual nos encontramos.

En estos 34 años de guerra popular, la experiencia del PCP demuestra la importancia decisiva de mantener el rumbo hacia nuestra meta final. Por esta misma razón, el revisionismo busca desenrumbar a los partidos comunistas y al proletariado de su papel principal que es la dirección de la Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria Mundial.

Tener claro todos los revolucionarios del mundo, tenemos una gran e ineludible responsabilidad: nuestra honestidad y nuestra forja para servir al pueblo de todo corazón. Ya no valen medias tintas, ni membretes, ni fraseología seudo revolucionaria; ya no valen poses, ni declaraciones incendiarias de palabra y hueras de acción. Ha llegado el momento de aplastar a la bestia agónica. Ha llegado el momento de hacer la revolución, de hacer guerra popular. Y para eso requerimos del estado mayor de la revolución: el Partido. 
El Movimiento Comunista Internacional no se genera como consecuencia de conferencias, de foros, no es una amalgama de organizaciones, sino se conforma por los que aplican la guerra popular especificada a cada país. El MCI será de los comunistas del mundo, es una tarea inmediata, tenemos una gran responsabilidad y cada Partido debe bregar para cumplir a cabalidad su jornada.

Eso es lo que hace y hará el Partido Comunista del Perú, reafirmarse en y aplicar los principios de: el mando nunca muere y no arriar jamás la bandera de la revolución, de la guerra popular, hasta el comunismo.

¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡ABAJO EL REVISIONISMO DE VIEJO Y NUEVO CUÑO!
¡ABAJO EL CRETINISMO PARLAMENTARIO!
¡POR LA CONSTITUCIÓN O RECONSTITUCIÓN DE PARTIDOS COMUNISTAS MILITARIZADOS!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!

Movimiento Popular Perú
7 de octubre de 2014

miércoles, 7 de mayo de 2014

AMÉRICA LATINA: GUERRA POPULAR - CC del PCP



AMÉRICA LATINA: GUERRA POPULAR
Grandes Victorias, Brillante Perspectiva

Comité Central del Partido Comunista del Perú
(Mayo de 1970)

"La guerra revolucionaria es la guerra de las masas, y sólo puede realizarse movilizando a las masas y apoyándose en ellas".

"Nuestro principio es: El partido manda al fusil, y jamás permitiremos que el fusil mande al partido".
Mao Tse-tung


La situación mundial ha entrado en una nueva época: la del pensamiento Mao Tsetung. Bajo este signo hemos vivido en los últimos años hechos que han transformado enormemente el mundo. 

Las luchas de Liberación Nacional han avanzado inconteniblemente, la Gran Revolución Cultural Proletaria de China ha obtenido grandiosas victorias, el Movimiento Comunista Internacional se ha fortalecido, y las masas en todo el mundo, inclusive dentro de los países imperialistas y socialimperiastas, han desatado furiosas tormentas revolucionarias, remeciendo todo el caduco y podrido sistema de explotación del hombre por el hombre.

El mundo arde hoy por sus cuatro costados. Las chispas de la Guerra Popular incendian las praderas y el fuego violento de la revolución se extiende devorando para siempre al viejo mundo, sumiendo en la desesperación a todos los reaccionarios y abriendo nuevas y más próximas esperanzas para toda la humanidad.

América Latina es el "traspatio" del imperialismo norteamericano. Aplicando su política semicolonialista, el imperialismo ha penetrado con mayor ferocidad en los países latinoamericanos acelerando el despojo y la esquilmación de los recursos naturales, oprimiendo y arruinando a las masas populares cada vez más, principalmente obreras y campesinas.

Aplicando su estrategia global contrarrevolucionaria, los imperialistas prestan importancia al "fortalecimiento" de los regímenes títeres y lacayos. "Fortalecer" la posición de los terratenientes-feudales y los capitalistas burocráticos exige la centralización del control de la economía, de los medios de propaganda, el uso máximo del engaño político, adoptando poses "nacionalistas" y pseudoantiimperialistas, y la preparación mayor y el desarrollo sistemático del ejército reaccionario, la modernización de su armamento y aparatos de represión, el perfeccionamiento de sus métodos de asesinato, y el incremento de sus reservas materiales.

Para desatar una sangrienta guerra civil, en la que se enfrenten "nativos contra nativos", se pretende asegurar los gobiernos, no ya de venales y débiles políticos reaccionarios, sino de comandantes de ejército mucho más corruptos y sanguinarios, sin aspavientos para ensangrentar al pueblo.

A los ojos de los imperialistas son los regímenes fascistas, policiacos, los que brindan más "seguridad" y "eficacia" en el resguardo de sus intereses y en la represión violenta de la Guerra Popular. Los "golpes" militares, bajo el directo control de los imperialistas y su "agencia CIA", han sido innumerables en la última década y han sometido bajo la bota sangrienta del fascismo a la mayor parte de los países latinoamericanos.

Nuestro Partido Comunista ha señalado varias veces el carácter preventivo de estos planes imperialistas. El verdadero propósito de la modificación de determinadas estructuras es el de adecuarlas a sus planes semicolonialistas, seguros de que habrán de serles más "productivas" antes del estallido y brote de los brotes guerrilleros y la lucha armada. Apuntan, pues, a contener el avance impetuoso de la Guerra Popular.

La represión violenta siempre ha constituido el arma principal que usan los imperialistas y reaccionarios. A la menor manifestación de gérmenes guerrilleros se lanzan frenéticamente tratando de destruirlos por completo.

"Quemar todo, destruir todo, matar a todos" es la política usada contra las masas y los sectores patrióticos, "guerra sin cuartel y sin prisioneros" es su consigna ante los guerrilleros heridos y capturados.

Muestras bárbaras de ferocidad con la población y los luchadores capturados son continuas. Se usan métodos de asesinato masivo y las formas más refinadas y crueles de liquidación física.

Los reaccionarios han alentado y sostienen, principalmente en las ciudades, a grupos secretos de criminales y degenerados, los que con el apoyo público de las autoridades reaccionarias han provocado la muerte violenta de miles de patriotas y progresistas. 

La guerra popular emprendida por los pueblos latinoamericanos ha de enfrentar condiciones sumamente duras y en su desarrollo tendrá que vencer las dificultades más grandes que haya conocido la historia. Mas los imperialistas y los reaccionarios no son invencibles. Nuestros pueblos contribuirán a enterrar definitivamente a todos los explotadores.

Los socialimperialistas soviéticos y los demás revisionistas, mostrando su rostro de traidores y contrarrevolucionarios, principales cómplices del imperialismo norteamericano, actúan agitando sus '"transiciones pacíficas" (sumisión, servilismo, y adoración a los imperialistas), colaborando al mismo tiempo a sostener económica y militarmente a los deshechos y moribundos Estados terrateniente-burocráticos, aplaudiendo el engaño político y aclamando por la represión violenta de las masas.

Bajo la batuta de sus repugnantes cabecillas, los revisionistas en América Latina han realizado sucesivas y permanentes actividades contrarrevolucionarias, de sabotaje y traición desvergonzadas a la revolución y a la Guerra Popular.

En sus desesperados intentos de conseguir el "beneficio" de la legalidad no han vacilado en lanzar los más rabiosos ataques contra los partidos marxista-leninistas y la violencia revolucionaria.

Los revisionistas han cumplido "servicios" en favor del enemigo, y en la medida en que prosperan las acciones armadas y ellos son incapaces de obstruir su crecimiento desde fuera, se introducen o infiltran en sus filas, luego de hipócritas manifestaciones de apoyo, para capturar la dirección y utilizar a los grupos guerrilleros en sus negociados políticos pro "legalidad".

La experiencia de América Latina ha confirmado aun más la acción contrarrevolucionaria del trotskismo y la total falacia dañina de sus tesis de lucha "anticapitalista decisiva".

Son muchos los asesinatos por la policía "gracias" a la delación de los revisionistas y troskistas. La sangre de esos luchadores es una deuda que tendrán que saldar necesariamente con el pueblo.

Con el triunfo de la revolución armada en Cuba, a partir de 1959, y la actividad del movimiento castrista, Latino América ha sufrido una errónea y perniciosa influencia por parte del tercerismo pequeño burgués.

El tercerismo es una versión remozada de los vanos intentos de la pequeña burguesía por sustituir al proletariado como factor dirigente de la revolución y arrebatarle su hegemonía.

Los terceristas y sus ideólogos, difunden su llamado particularismo de la revolución en América Latina, atacando furiosamente el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, preconizando su caducidad, así como la de las leyes universales de la Guerra Popular.

Los terceristas pequeño burgueses suplantan la política proletaria por una política burguesa, niegan la dirección de la clase obrera y de su partido político, y confían en las acciones de un grupo de héroes pequeño burgueses más que en la acción de las masas populares. Propagadores de una línea militar burguesa, rinden culto a las armas, rechazan el prolongado y sistemático trabajo político entre las masas, especialmente campesinos, propugnan los "focos guerrilleros" para la acción de las bandas errantes, y cultivan el espontaneísmo, iniciando sus acciones militaristas sin considerar las condiciones políticas y el deseo subjetivo de las masas, actuando por sobre la conciencia de ellas.

Todos los intentos del tercerismo han terminado, como tenía que suceder, en la derrota. Sus afanes vanguardistas, que los empujaron al aventurerismo, los han conducido de fracaso en fracaso, y a sufrir pérdidas dolorosamente grandes.

Todos los revolucionarios tienen la perentoria obligación y necesidad de sistematizar las experiencias adquiridas hasta hoy. Continuar la lucha lo exige.

La mejor receta para asesinar la revolución es coludiéndose con el revisionismo y el trotskismo. La mejor receta para llevar a la revolución al fracaso es conduciéndola por el camino del tercerismo pequeño burgués. Estas son las lecciones que han costado la sangre de numerosos combatientes.

En Venezuela, por ejemplo, los terceristas pequeño burgueses analizando erróneamente las condiciones, se opusieron, al principio, a tomar el camino de cercar las ciudades desde el campo. Limitándose a movilizar a reducidos sectores pequeño burgueses, llevaron adelante las acciones guerrilleras urbanas, rindiendo culto a la espontaneidad, a la lucha de los elementos aislados. Su falta de capacidad para ligar el trabajo revolucionario al movimiento obrero y campesino y la violenta represión desatada en las ciudades por la reacción, tuvo que obligarlos a abandonar las ciudades, o a descomponerse pasando a la legalidad, tras concesiones, o a subir a las montañas a continuar la lucha en las zonas rurales.

Los revisionistas, obligados por las circunstancias a unirse a tales grupos, sirvieron de agentes de corrosión política de los combatientes, y terminaron, como en otros casos de América Latina, ofreciendo a las guerrillas a cambio de su reconocimiento legal, traicionando al fin cobardemente, colocándose a la cola de la reacción, y gritando sus estúpidos "desarrollo democrático y pacífico, participación en las elecciones, etc.

El apoyo de Castro a los terceristas, como ha sucedido en otros casos en América Latina, se hallaba condicionado a su sometimiento a orientaciones dadas por él o por pseudo organismos constituidos con tal fin, es decir centros de dirección exteriores, desconociendo el principio marxista-leninista de que la revolución la hacen los pueblos de cada país, bajo la dirección de los estados mayores, los Partidos Comunistas.

El caso de Colombia es otro de los ejemplos, la lucha armada surge allá en respuesta a una de las más brutales represiones contra el pueblo que se conozcan en toda América. Las acciones reaccionarias se personifican en la "violencia reaccionaria" que asesina sistemáticamente a miles de patriotas, y ensangrienta Colombia.

Los revisionistas y los terceristas juegan el mismo papel que en Venezuela. Sabotean y traicionan desvergonzadamente, los primeros; conducen al fracaso a los grupos guerrilleros los segundos.

Tras la traición de Vicira y los duros golpes del ejército reaccionario, los grupos se desintegran, degenerando algunos en el bandolerismo, mientras otros constituyen lo que se ha dado a conocer como "repúblicas independientes de Marquetalia y el Pato". Aislados de los grandes sectores populares, sin extender en mayor medida su influencia, y fortalecerse mediante la movilización de masas, son fáciles presas de la contrarrevolución.

En los últimos años la lucha guerrillera se ha avivado en Colombia, más ahora con la gran particularidad de orientarse hacia una concepción proletaria de la guerra popular, en la medida que tal posición avance la lucha en Colombia alcanzará éxitos para su pueblo y ser gran aporte al movimiento revolucionario latinoamericano.

En el Perú, los grupos guerrilleros que iniciaron sus acciones en 1965, bajo las influencias nocivas del tercerismo, dispersan sus fuerzas para combatir con la ilusión de así dispersarlas del enemigo. Bandas errantes, con casi ningún vínculo con las masas campesinas, aplican las reglas de oro del tercerismo: desconfianza constante, seguridad constante, vigilancia constante; en esencia desconfianza y desprecio hacia las masas campesinas. Mientras tanto, las guerrillas del Cuzco adoptan la táctica de defensa pasiva, de defender el terreno pulgada por pulgada, rechazando la defensa activa, un consecuente concepto marxista-leninista, y única guía correcta para que los pueblos logren la victoria en sus guerras revolucionarias; además construyen sus campamentos en regiones montañosas, aislados de los centros de mayor concentración campesina, considerándolos ingenuamente inexpugnables.

El caso de las guerrillas bolivianas constituye una muestra típica de acción de los terceristas pequeño burgueses en América Latina, y uno de los más importantes actos de aventurerismo cometidos por el castrismo. Cultores del espotaneísmo confiaron más en el "prestigio" que en el trabajo de movilización política de las masas, trastocaron el verdadero concepto del internacionalismo proletario, e iniciaron sus acciones esperanzados en bases logísticas exteriores, desdeñando la línea marxista-leninista de basarse en los propios esfuerzos.

El fracaso del ELN, en Bolivia, y la muerte de Guevara y los hermanos Peredo, significan para América Latina, la bancarrota total del tercerismo pequeño burgués. Es además, una nueva muestra de la traición de los revisionistas, y del falso apoyo preconizado por Castro. La errónea orientación política, y consecuentemente la errónea línea militar, el aislamiento de las masas, la pérdida de las perspectivas revolucionarias y el abandono del trabajo revolucionario, ha conducido a una parte de los terceristas a las actividades terroristas, en las ciudades, reduciéndose a tales falsos métodos, mientras un sector de aquellos se aproximan paulatinamente, y a costa de tan dolorosas y sangrientas experiencias, al camino de la Guerra Popular, al del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung.

El proletario "no solo necesita una justa línea política marxista sino también una justa línea militar marxista." Sin la guía de una correcta línea política, es imposible tener una correcta línea militar, y sin una correcta línea militar es también imposible aplicar y llevar a cabo una correcta línea política.

Esta verdad ha venido siendo comprendida por los partidos marxista-leninista de América Latina, los que han hecho esfuerzos por prepararse para la Guerra Popular y atreverse a llevar adelante la Guerra del Pueblo, de acuerdo a la línea militar proletaria del camarada Mao Tsetung.

Gracias a la correcta orientación de los partidos marxista-leninistas y la poderosa influencia del Movimiento Comunista Internacional, ha prendido fuertemente en las masas la idea de que el poder nace del fusil, preciosa enseñanza del camarada Mao Tsetung, y es mayor y más profunda la comprensión de las ideas básicas sobre la Guerra Popular y el Ejército Popular: Guerra del Pueblo, Ejército del Pueblo.

Comprendiendo el camino de la Guerra Popular, y bajo la dirección de sus Partidos Comunistas, los marxista-leninistas de América Latina han ido consecuentemente a las zonas rurales a desarrollar trabajo político entre las masas campesinas, y a desarrollar las guerras revolucionarias.

La dirección de los Partidos Comunistas, marxista-leninistas, es un importantísimo y necesario factor para el triunfo de la Guerra Popular en América Latina. Solo tales Partidos, armados con el invencible pensamiento Mao Tsetung, podrán con toda seguridad conducir adelante y victoriosamente las luchas revolucionarias hasta el final.

Nuestro glorioso Partido Comunista es un firme partido marxista-leninista. En el seno de nuestro Partido siempre han habido agudas y encarnizadas luchas, en cada etapa histórica del desarrollo de la revolución, entre las dos líneas militares diametralmente opuestas. Nuestro Partido ha sabido defender exitosamente la línea militar proletaria, contribuyendo poderosamente al descrédito de las falsas teorías del revisionismo contemporáneo y el tercerismo pequeño burgués. En especial la presente lucha interna, contra los liquidadores, ha puesto a nuestro Partido en inmejorables condiciones y nos ha aproximado a la brillante realidad de la Guerra Popular.

Nuestro Partido Comunista está decidido a contribuir a la lucha de los pueblos de América Latina con el desarrollo de la lucha del pueblo peruano, y a mantenerse firmemente al lado de los partidos hermanos de Latino América, y a realizar mayores contribuciones para la victoria total del movimiento comunista en el mundo.

Sólo combatiendo en forma decidida al revisionismo, al trotskismo, a todos los revisionistas, al tercerismo pequeño burgués, desacreditándolos total y completamente, podremos combatir verdadera y resueltamente al imperialismo y al feudalismo.

Debemos destruir enérgicamente la línea militar burguesa y erradicar su venenosa influencia en América Latina. Debemos dar prioridad a la política proletaria, es decir al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung al pensamiento de José Carlos Mariátegui, a la línea política de nuestro Partido.

Debemos persistir en armar a nuestros cuadros, militantes, a las masas, con el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung.

La década del 60 ha sido una etapa de victoria para el marxismo-leninismo en América Latina y en el mundo entero.

La nueva década del 70 habrá de significar mayores victorias aún para la revolución mundial.

Hemos logrado grandes victorias. Saludemos fervorosamente a la nueva década. Las perspectivas son brillantes.


¡VIVA EL TRIUNFO DE LA GUERRA POPULAR!

¡VIVA EL MARXISMO LENINISMO PENSAMIENTO MAO TSETUNG!

¡ABAJO EL MILITARISMO PEQUEÑO BURGUÉS!



Bandera Roja, Número 42, mayo de 1970.


viernes, 14 de febrero de 2014

LUCHA DE DOS LÍNEAS EN LOS CAMPOS CHINOS



LA LUCHA DE DOS LÍNEAS EN LOS CAMPOS CHINOS

Ediciones en Lenguas Extrajeras, Pekín, 1968.

En el mismo momento en que la economía nacional china padecía dificultades temporales, en razón del sabotaje de la camarilla renegada krutcheviana y de las calamidades naturales que hicieron estragos durante tres años seguidos mientras el imperialismo, el revisionismo moderno y la reacción de todo el mundo entonaban un canto antichino, el puñado de más altos responsables del Partido comprometidos en la vía capitalista, con el Krutchev chino a su cabeza, imaginando que ya era hora de hacer «cambiar la naturaleza» de China, ordenaron a sus subalternos grandes y pequeños que lanzaran un violento ataque general contra el socialismo en los frentes político, económico, ideológico y cultural.

El más alto responsable del Partido comprometido en la vía capitalista, atacó ferozmente a la comuna popular en estos términos: «Estos últimos años, los campesinos no han obtenido ningún beneficio de la economía colectiva». En nuestros campos, debido a su instigación, se desencadenó la corriente nefasta del zanzi-yi-bao (la extensión de las parcelas individuales y los mercados libres, la multiplicación de las pequeñas empresas que asumen la total responsabilidad de sus beneficios y sus pérdidas, la fijación de las normas de producción sobre la base de la familia). Era un hermoso número de su tentativa por disgregar la comuna popular y restaurar el capitalismo.

Vociferó públicamente: «No temamos la marejada del capitalismo», «hay que mantener el mercado libre», «hay que operar una regresión suficiente de la industria y la agricultura, y al mismo tiempo extender la fijación de las normas de producción sobre la base de la familia y de la explotación individual». Sobre este punto, otro de los más altos responsables antes citados habla mucho más directamente. Dice: «Mientras podamos aumentar la producción se puede recurrir incluso a la explotación individual; no importa si un gato es blanco o negro, si caza ratones es un buen gato».

Luchar «contra el egoísmo y la refutación del revisionismo como principio rector y llevar hasta el final la lucha entre las dos vías en el campo. Siguiendo de cerca a su gran piloto, el presidente Mao, los 500 millones de campesinos chinos recorrieron durante dieciocho años, en el camino del socialismo, un glorioso combate, evitando los escollos peligrosos y luchando contra vientos y corrientes nefastos.

La historia de estos dieciocho años de pugna entre ambas vías y las dos líneas en los campos nos aportó experiencias extremadamente ricas. Las más importantes son las siguientes:

En primer lugar, la «sociedad socialista se extiende por un período histórico muy largo, durante el cual las clases, las contradicciones entre ellas y su lucha, continúan existiendo, al igual que la lucha entre la vía del Socialismo y la vía del capitalismo y el peligro de la restauración de este último».

En segundo lugar, el problema fundamental de la revolución es el problema del poder. En el campo, la lucha entre las dos vías y entre las dos líneas es, en última instancia, una lucha para consolidar la dictadura del proletariado o para derrocarla.

Texto completo:

http://mararmadorc.blogspot.com.es/

https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLea0NmYTBkaFFjSnc/edit?pli=1


miércoles, 1 de enero de 2014

LA LUCHA EN TORNO AL MAOISMO




DOCUMENTOS FUNDAMENTALES
PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
1988

¿Qué es lo fundamental del maoísmo? Lo fundamental del maoísmo es el Poder. El Poder para el proletariado, el Poder para la dictadura del proletariado, el Poder basado en una fuerza armada dirigida por el Partido Comunista. Más explícitamente: 1) El Poder bajo dirección del proletariado, en la revolución democrática; 2) el Poder para la dictadura del proletariado, en las revoluciones socialista y culturales; 3) el Poder basado en una fuerza armada dirigida por el Partido Comunista, conquistado y defendido mediante la guerra popular.
Y ¿qué es el maoísmo? El maoísmo es la elevación del marxismo-leninismo a una tercera, nueva y superior etapa en la lucha por la dirección proletaria de la revolución democrática, el desarrollo de la construcción del socialismo y la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, como revolución cultural proletaria; cuando el imperialismo profundiza su descomposición y la revolución ha devenido la tendencia principal de la historia, en medio de las más complejas y grandes guerras vistas hasta hoy y la lucha implacable contra el revisionismo contemporáneo.
Sobre la LUCHA EN TORNO AL MAOISMO. Escuetamente, en China la lucha por establecer el pensamiento Mao Tsetung comienza en 1935, en la Reunión de Tsunyi, cuando el Presidente Mao asume la dirección del Partido Comunista de China; el 45, el VII Congreso acordó que el PCCh se guiaba por el marxismo-leninismo y las ideas Mao Tsetung, especificación suprimida por el VIII, pues, en él primó una línea derechista. El IX Congreso del 69, resume la GRCP y sanciona que el P.C.Ch. se guía por el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung; hasta ahí se avanzó.
A nivel internacional adquiere influencia a partir de la década del 50; pero es con la GRCP que se difunde intensamente y su prestigio se eleva poderosamente y el Presidente Mao pasa a ser reconocido jefe de la revolución mundial y generador de una nueva etapa del marxismo-leninismo; así gran número de Partidos Comunistas asumen la denominación marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. A nivel mundial el maoísmo se enfrentó abierta y encarnizadamente con el revisionismo contemporáneo desenmascarándolo profunda y contundentemente, igualmente lo hizo en las propias filas del PCCh, lo cual elevó más aún la gran bandera roja del Presidente: la tercera, nueva y superior etapa de la ideología del proletariado internacional. En la actualidad el maoísmo afronta el triple ataque del revisionismo soviético, chino y albanés. Pero, además, hay incluso quienes reconocen grandes aportes del Presidente y hasta su desarrollo del marxismo, unos consideran que seguimos en la etapa del marxismo-leninismo y otros que solamente aceptan pensamiento Mao Tsetung pero en modo alguno maoísmo.
En el país, obviamente los revisionistas que siguen el bastón de mando de sus diferentes amos Gorbachov, Teng, Alía o Castro atacaron y siguen atacando furiosamente al maoísmo; entre éstos hay que condenar, desenmascarar y combatir implacablemente al encallecido revisionismo de Del Prado y su pandilla del llamado "Partido Comunista Peruano"; las sinuosidades rastreras del autodenominado "Partido Comunista del Perú, Patria Roja" que de autoerigirse en "grandes maoístas" pasaron a siervos de Teng, luego de haberlo condenado cuando su defenestración del 76; así como el antimaoísmo de la denominada "Izquierda Unida" en cuyo seno pululan todos los revisionistas y hasta posiciones antimarxistas pasando por los falsos marxistas y oportunistas de diversa laya. Enarbolar el maoísmo como espejo revelador de revisionistas para combatirlos implacablemente en función del desarrollo de la guerra popular y el triunfo de la revolución democrática en marcha, es insoslayable e inabdicable tarea de carácter estratégico.
El Partido Comunista del Perú, a través de la fracción dirigida por el Presidente Gonzalo que impulsó la reconstitución, asumió el marxismo-leninismo-maoismo el año 1966; el 79 la consigna de ¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung!; el 81: ¡Hacia el maoísmo!; y, el 82 el maoísmo como parte integrante y desarrollo superior de la ideología del proletariado internacional: el marxismo-leninismo-maoísmo. Es con la guerra popular que hemos comprendido más profundamente lo que implica el maoísmo y asumido el solemne compromiso de ¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo!; y, bregar incansablemente por coadyuvar a ponerlo como mando y guía de la revolución mundial, única rojísima e inmarcesible bandera que es garantía de triunfo para el proletariado, las naciones oprimidas y los pueblos del mundo en su inexorable marcha combatiente, de legiones de hierro hacia el dorado y por siempre resplandeciente comunismo.



LINEA INTERNACIONAL
PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
1988

4. EL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL. 
EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO INTERNACIONALISTA

La historia del movimiento comunista internacional es un glorioso proceso de lucha a través del cual los comunistas en el mundo han bregado y bregan por unirse al servicio de la consecución de su meta inalterable, la sociedad comunista. En esta heroica brega se han concretado tres Internacionales.
La Asociación Internacional de los Trabajadores o 
I Internacional fue fundada por Marx y Engels en 1864 y en dura lucha y aplastamiento de las posiciones anarquistas de Bakunin, establece que es una sola la doctrina del proletariado: el marxismo. Lenin dice el papel que cumplió la I Internacional es el poner las bases ideológicas de la doctrina del proletariado. La Internacional se dividió y se imputó a Marx y Engels el haber escindido, ellos respondieron que si esa división no se hubiera producido, la Internacional de todas maneras hubiera muerto asesinada por la unidad poniendo de lado los principios. La II Internacional fue fundada por Engels en 1889, va a servir a la multiplicación de las organizaciones y los partidos; muerto Engels se produce desenfreno del viejo revisionismo el cual va a ser combatido y aplastado por Lenin; esta Internacional entró en bancarrota en la Primera Guerra Mundial cuando sus dirigentes, como Kautsky, Berstein, en vez de combatir la guerra imperialista y transformarla en revolución apoyan esa guerra de rapiña, y a sus burguesías deviniendo en socialpatriotas. En 1919 Lenin forma la III Internacional, la Internacional Comunista, y la concibió como máquina de combate que tiene que asumir la revolución mundial y la construcción de la dictadura del proletariado. En la IC surgen en los años 20 dos problemas de gran repercusión, el problema de Alemania, o sea, la revolución en un país avanzado y el problema de China o sea la revolución en un país atrasado. Posteriormente, la situación se agudiza con el surgimiento y el triunfo del fascismo y sobre cómo concebir el Frente; había criterios revisionistas de Togliatti y Thorez que buscaban sostener el orden y no derrumbarlo y centraban sólo en la lucha contra el fascismo. Para los comunistas y para nuestro Partido hacer el balance de la Internacional Comunista, especialmente de su VII Congreso, ligado a la guerra mundial y al papel del camarada Stalin, es tarea perentoria. En 1943 fue disuelta la Internacional y quedó un Comité de Información.
La lucha de los comunistas por unirse a nivel internacional es dura y compleja y ésta se da después de la Segunda Guerra Mundial contra el revisionismo contemporáreo. En 1948 se condena a Tito. Las ideas de Browder también causaron un nefasto papel. En los años 1957 y 60 se reúnen los partidos comunistas y obreros en Moscú, estos eventos se realizaron después del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), año 56, en que Jruschov ya ha usurpado la dictadura del proletariado en la URSS y la ataca so pretexto de combatir al camarada Stalin. El peso de la URSS era muy grande en el mundo y en estas circunstancias las reuniones del 57 y el 60 acuerdan posiciones ambiguas no obstante la firme posición de principios sostenida por el PCCh, especialmente por el Presidente Mao, y del Partido del Trabajo de Albania. La posición del Presidente Mao hizo cambiar algunas posiciones del PCUS. En 1961 se celebra el XXII Congreso del PCUS, allí se sistematiza las posiciones del revisionismo contemporáneo.
El Presidente Mao dirigiendo al Partido Comunista de China (PCCh) caló la esencia del revisionismo nuevo que se sistematiza en las "tres pacíficas" y los "dos todos". La coexistencia pacífica, Jruschov tuerce esta tesis de Lenin que diferencia la relaciones entre Estados de las que se dan dentro de los Estados y va a plantear que la línea general del movimiento comunista internacional es "la coexistencia pacífica"; para Jruschov el problema era impedir la guerra porque según él las armas atómicas no distinguían explotadores de explotados y que los hombres debían confraternizar para impedir la desaparición de la humanidad. La "transición pacífica" plantea que la revolución ya no necesitaba la violencia revolucionaria sino que se podía cambiar un sistema social por otro a través de la "vía pacífica", a través de las elecciones, del parlamentarismo. La "emulación pacífica" aquí sostenía que el sistema socialista para destruir al sistema imperialista lo que debía hacer es una emulación para demostrar a los imperialistas que el sistema socialista es superior y así los imperialistas se iban a pasar al socialismo. El "Estado de todo el pueblo" tesis revisionista con la que Jruschov pretendía negar el carácter de clase del Estado y apuntaba concretamente contra la dictadura del proletariado y, el "partido de todo el pueblo" es otro engendro que negaba el carácter de clase del Partido como Partido del proletariado. Así, Jruschov sostuvo que el XXII Congreso del PCUS era el nuevo programa de los comunistas y sustituyó el Manifiesto Comunista por la consigna burguesa de "libertad", "igualdad" y "fraternidad". El Manifiesto es el programa de los comunistas y su negación atizó y agudizó la lucha entre marxismo y revisionismo.
El 14 de junio de 1963 se publica la "Proposición acerca de la línea general del movimiento comunista internacional", conocida también como "la carta china" y fue seguida por la difusión de "los 9 comentarios" en los que brillantemente el Presidente Mao y el PCCh desenmascararon y aplastaron al revisionismo contemporáneo en todas sus facetas.
Entendemos que el Presidente Mao y el PCCh consideraban que no era conveniente en tales circunstancias el conformar una nueva Internacional Comunista porque no estaba definida la base ideológico-política, ésta debía ser el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, pero especialmente el Partido del Trabajo de Albania dirigido por Hoxha no aceptaba el pensamiento Mao Tsetung y pretendía una Internacional basándose sólo en el marxismo-leninismo sin considerar el nuevo desarrollo que éste tenía porque en esencia Hoxha era opuesto al pensamiento Mao Tsetung.
Con la Gran Revolución Cultural Proletaria se desenvuelve la influencia creciente del Presidente Mao por el mundo, el PCCh centró en problemas muy urgentes como recuperar el Poder en la República Popular China de la usurpación revisionista de Liu Siao-chí y Teng Siao-ping y, cómo continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. Así el Presidente Mao en la lucha de clases a nivel nacional e internacional contra el revisionismo se convierte en el gran maestro del proletariado y en el Jefe de la revolución mundial, y su pensamiento deviene en la tercera etapa del marxismo, en esa época los comunistas decíamos marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. El Partido Comunista del Perú en la VI Conferencia Nacional en enero del 69 adoptó como base de unidad partidaria el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung como producto de la lucha del Presidente Gonzalo y de la fracción roja del partido que desde 1966 ya adhería al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung aunque el Presidente Gonzalo ya en el 62 va a adherir a las posiciones del Presidente Mao y en esa concepción va a forjar a la fracción roja. Los auténticos comunistas esperábamos que fuera el PCCh el que definiera maoísmo como tercera etapa del marxismo pero muerto el Presidente Mao, en setiembre de 1976, los revisionistas chinos que dieron un golpe contrarrevolucionario apuntaron contra el Presidente Mao y su pensamiento. Así, la unidad de los marxistas entró en graves y complejos problemas, pero el Partido Comunista del Perú se mantuvo firme e inconmovible en la defensa del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y desenmascaró el golpe contrarrevolucionario y la usurpación revisionista dada en China, fue entonces que el Buró Político Ampliado de octubre del 76 acordó "Ser marxista es adherir al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung".
Con la muerte del Presidente Mao y la usurpación revisionista en China por Teng y sus compinches, los comunistas nos quedamos desperdigados en el mundo sin centro ni base de la revolución mundial; la contrarrevolución sacó sus garras para negar al Presidente Mao y la validez del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y se desencadenó el triple ataque revisionista de Teng Siao-ping (revisionismo chino), Hoxha (revisionismo albanés) y Brezhnev (revisionismo ruso). Ante esto el Presidente Gonzalo en la I Conferencia Nacional de noviembre del 79 llamó a todo el Partido a enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung contra el triple ataque revisionista. En estas posiciones el Partido se mantuvo firme y llevó una inalterable posición de principios. En 1980 el PCP inició la guerra popular basándose en el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y es aplicando y desarrollando la guerra popular que avanzó más en la comprensión del maoísmo como tercera etapa del marxismo, por lo que en la II Conferencia Nacional de mayo del 82 acordó que el marxismo-leninismo-maoísmo era la tercera etapa del marxismo, así el PCP fue el único partido en el mundo que estuvo a la vanguardia en la defensa del maoísmo y asumió el bregar por la unidad de los marxistas-leninistas-maoístas del mundo para que esta ideología sea mando y guía de la revolución peruana y mundial.
La aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo debe ser especificada a cada revolución para no caer en una aplicación mecánica y es por esta razón que, la revolución peruana ha generado al Presidente Gonzalo y al pensamiento Gonzalo que es principal en la base de unidad partidaria. Así, cada revolución debe especificar su pensamiento guía sino no hay aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo ni desarrollo de una revolución.
En el otoño de 1980, trece Partidos y organizaciones comunistas suscribieron una declaración: "A los marxistas-leninistas, a los obreros y a los oprimidos de todos los países" por la cual llaman a los comunistas a unirse en torno al marxismo-leninismo y toman al Presidente Mao pero sin considerarlo una nueva etapa y que no tiene vigencia universal, labor conducida por el Partido Comunista Revolucionario de los EE.UU, principalmente. El año 83 el PCR de los EE.UU. se vinculó con el PCP y lo invitó a suscribir la declaración del 80, el PCP no estuvo de acuerdo porque no estaba ahí considerado el pensamiento Mao Tsetung y más aún nosotros ya nos basábamos en el marxismo-leninismo-maoísmo. En marzo del 84 se llevó a cabo la II Conferencia de estas organizaciones donde se acordó la conformación del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) y aprobaron una declaración conjunta en la que se habla de unirse en torno al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. Nuestra posición sobre la incorporación del PCP al MRI está condensada en una carta escrita al Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista, de octubre del 86: "Dos cuestiones quisiéramos reiterar acerca de este punto. Primeramente, desde el inicio de nuestras vinculaciones el punto de partida de nuestras divergencias fue el sustancial y decisivo problema del marxismo-leninismo-maoísmo como única, verdadera y nueva etapa del desarrollo de la ideología del proletariado, de vigencia universal y principalmente del maoísmo como clave de la cuestión; y, en consecuencia, nuestra disconformidad con la nominación de marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. Sin embargo, hemos pensado y pensamos que resolver éste, para nosotros indispensable punto de partida, es complejo, demanda tiempo y, especialmente desarrollar la revolución".
"En segundo lugar, al suscribir la Declaración derivada de la II Reunión que creó el MRI, lo hicimos con observaciones y hasta claras contraposiciones expresamente planteadas en forma breve, así como reiteradas en reuniones, informes o comunicaciones que obviamente muestran divergencias sobre contradicción principal, situación revolucionaria de desarrollo desigual, guerra mundial y algunos criterios sobre el papel del Movimiento y, puntos más importantes aún como la validez universal del marxismo-leninismo-maoísmo y particularmente la vigencia general de la guerra popular, expresión de la teoría militar del proletariado que recién con el Presidente Mao Tsetung la clase ha plasmado cabal y completamente, así como nuestra insistencia en elevar siempre el gran lema "Proletarios de todos los países, uníos". No obstante, pensábamos y pensamos que la Declaración encerraba y encierra aún una base de unidad relativa cuyo desarrollo y superación lo exigirían el propio avance del Movimiento, como los hechos ya lo están demostrando palmariamente".
Hoy día, la Declaración ha sido tachada por unos de oportunista, por otros que no sirve para resolver los problemas candentes que la revolución exige y que por tanto se debe marchar a una nueva declaración. El PCP considera que el MRI enfrenta problemas en diferentes planos: en lo ideológico avanzar en la comprensión del marxismo-leninismo-maoísmo, este avance es principal y de él depende incluso desarrollar políticamente; en lo político avanzar en definir las contradicciones fundamentales y la principal en el mundo, la cuestión de la tercera guerra mundial y que la revolución es la tendencia principal y de darse guerra imperialista transformarla en guerra popular; en cuanto construcción qué lineamientos hemos de seguir para llegar a conformar la Internacional que necesitamos que debe ser continuación del glorioso Movimiento Comunista Internacional; en cuanto a trabajo de masas partimos de nuestras divisas "las masas hacen la historia" y "la rebelión se justifica" y "el montón colosal de basura" y que el trabajo de masas es para iniciar o desarrollar la guerra popular; en cuanto a dirección, es clave y requiere tiempo para su formación, desarrollo y autoridad reconocidas; y en cuanto a lucha de dos líneas no se la maneja como corresponde. Estos son problemas de desarrollo pero que si no son justa y correctamente manejados pueden devenir en fenómenos de desarticulación y estas posibilidades negativas no pueden menos que preocupar. Consideramos que el Comité del MRI apunta a imponer la denominación "marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung", a encuadrarnos dentro de la declaración y a resolver los problemas de dirección del Comité que dan margen a pensar en la existencia de tendencias hegemonistas.
Teniendo en cuenta esta situación, nos reafirmamos en la IV Conferencia Nacional del PCP de octubre 86 de desenvolvernos como fracción dentro del Movimiento Comunista Internacional para que el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo sea mando y guía de la revolución mundial y llamamos a ¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo!, puesto que, solamente así el proletariado internacional mediante sus Partidos Comunistas será capaz de dirigir la conquista del Poder y emancipar a los oprimidos para emanciparse a sí mismo como clase.
Estamos por la reconstitución de la Internacional Comunista y consideramos al Movimiento Revolucionario Internacionalista como un paso en ese rumbo, al cual servirá en tanto se sustente y siga una línea ideológica política justa y correcta.
La lucha por imponer el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo como mando y guía de la revolución mundial será larga, compleja, dura pero al final los marxista-leninista-maoístas de la Tierra lo impondremos porque el marxismo no ha dado ni un solo paso en la vida sin lucha.