lunes, 19 de agosto de 2019
miércoles, 7 de agosto de 2019
EL HOXHISMO NO ES UNA UTOPÍA IV
"EL IMPERIALISMO Y LA REVOLUCIÓN"
En diciembre de 1978 se hacía pública la línea internacional
del hoxhismo.
Anteriormente, en el número 6 del Albania Today de 1976 aparece completo el informe de Hoxha al VII Congreso del Partido del Trabajo de Albania (1976) y sobre la situación internacional se decía: “El mundo se encuentra en una fase en la que la causa de la revolución y de la liberación nacional de los pueblos no es solamente una aspiración y perspectiva, sino también un problema planteado que espera solución”.
Anteriormente, en el número 6 del Albania Today de 1976 aparece completo el informe de Hoxha al VII Congreso del Partido del Trabajo de Albania (1976) y sobre la situación internacional se decía: “El mundo se encuentra en una fase en la que la causa de la revolución y de la liberación nacional de los pueblos no es solamente una aspiración y perspectiva, sino también un problema planteado que espera solución”.
Esta enigmática formulación será desarrollada en un
documento fundamental en la constitución del hoxhismo: “El Imperialismo y la
Revolución”. La versión sobre la que hemos trabajado es la edición española
editada por la Editorial Cuestión (de Manuel Blanco Chivite), edición fácsimil
de la albanesa (diciembre de 1978) y con la introducción de Raúl Marco.
La introducción de Raúl Marco no era una broma, aunque pueda
parecerlo. En unas pocas líneas ya se encuentra una de las características de
esta expresión del revisionismo, el uso sistemático de la mentira:
Decía Raúl Marco que:
"En efecto, algunos partidos, entre otros el PCE (marxista-leninista), llevábamos años discrepando con el P.C. de China. Teníamos desacuerdos sobre muchos problemas...
"En efecto, algunos partidos, entre otros el PCE (marxista-leninista), llevábamos años discrepando con el P.C. de China. Teníamos desacuerdos sobre muchos problemas...
Fue precisamente en esos momentos cuando tuvo lugar el VII
Congreso del P.T.A. y el ya conocido discurso de Enver Hoxha en el que, todavía
sin mencionar directamente a los revisionistas chinos, dejaba claras cuestiones
esenciales que preocupaban profundamente a los marxistas-leninistas.
Y ahora, con el “Imperialismo y la Revolución”, da respuesta
a los problemas planteados, aclara puntos oscuros, fija contundentemente las
cuestiones de principios. Y con gran claridad ideológica, empieza poniendo
sobre el tapete (y actualizando), la cuestión del imperialismo y la época en la
que vivimos." (Raúl Marco, Abril de 1979)
Vamos por partes:
En el discurso de Hoxha ante el VII Congreso del PTA sobre el “revisionismo chino”, contiene como veremos buenos ejemplos de la forma “indirecta”, sin mencionar a “los revisionistas chinos”, con la que Hoxha se puso en la "vanguardia" de la lucha contra el “revisionismo chino”:
En el discurso de Hoxha ante el VII Congreso del PTA sobre el “revisionismo chino”, contiene como veremos buenos ejemplos de la forma “indirecta”, sin mencionar a “los revisionistas chinos”, con la que Hoxha se puso en la "vanguardia" de la lucha contra el “revisionismo chino”:
“La República Popular de Albania participa de activamente y
dice su palabra en la ONU y en muchas organizaciones, reuniones y conferencias
internacionales sobre problemas que actualmente preocupan a la humanidad.
Ateniéndose con fidelidad y de manera consecuente a los
principios del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario en
política exterior, el Partido del Trabajo de Albania y la República Popular de
Albania han tenido, en primer lugar, por objeto desarrollar y fortalecer las
relaciones de amistad fraternal y de unidad combativa, de colaboración y ayuda
mutua con la República Popular de China. La amistad y estrecha colaboración que unen nuestros dos pueblos, nuestros
dos partidos y nuestros dos países se han forjado y templado en la gran lucha
de clase contra el imperialismo y el revisionismo, contra la política
hegemonista de las superpotencias, el imperialismo norteamericano y el
socialimperialismo soviético, y contra todas las fuerzas reaccionarias del
mundo, en la lucha común por la construcción del socialismo y el triunfo de la
causa de la revolución y del marxismo-leninismo. El partido del Trabajo de
Albania y el pueblo albanés son fieles amigos y aliados del Partido Comunista
de China y del pueblo chino. Nuestros dos pueblos y países son compañeros de
armas de un mismo ideal y se inspiran en los mismos objetivos y en las mismas
tareas internacionalistas. Ninguna calumnia e invención de la propaganda
burguesa y revisionista puede deslucir el carácter marxista-leninista y la
vitalidad de la amistad albano-china. Nuestro Partido y nuestro pueblo trabajarán sin cesar para
preservar puras y fuertes la amistad y colaboración fraternal con el gran
pueblo chino, con su glorioso Partido Comunista, con la gran China Popular.
Los comunistas y el pueblo albanés se alegran inmensamente
por los éxitos que el hermano pueblo
chino, bajo la dirección del Partido Comunista de China, ha conquistado en la
revolución y la construcción del socialismo en China, en la lucha de clases por
el fortalecimiento de la dictadura del proletariado y por la consolidación y el
progreso de su Patria. La victoria de la Gran Revolución Cultural Proletaria y
el desbaratamiento de los complots de Liu-Sao-Chi, Lin Piao y Teng Siao-ping
han creado una situación revolucionaria y han reforzado las posiciones del
socialismo y de la dictadura del proletariado.
Las victorias históricas que el pueblo chino ha logrado en
su gloriosa revolución y en la construcción del socialismo, la fundación de la
nueva China Popular y el elevado prestigio de que goza en el mundo están
directamente ligados con el nombre, las enseñanzas y la dirección del gran
revolucionario que fue el camarada Mao Tsetung. La gran obra de este eminente
marxista-leninista representa una contribución que enriquece la teoría del
proletariado. Los comunistas y el pueblo albaneses recordarán siempre con
veneración al camarada Mao Tsetung, que ha sido un gran amigo de nuestro
Partido y nuestro pueblo.
Nuestro Partido y pueblo saludan estas victorias del Partido
y del pueblo de China y les desean éxitos. Nuestro Partido y pueblo respaldan
poderosamente el derecho del hermano pueblo chino y de la República Popular de
China en liberar la parte inseparable de su territorio Taiwan.” (Hoxha.1976)
No solamente el VII Congreso del PTA no fue lucha contra
nada, no solamente Raúl Marco no dijo
nada del “revisionismo chino” en su intervención en el Congreso del PTA, sino
que “La Declaración Conjunta de las Delegaciones de los Partidos
marxistas-leninistas de América Latina” presentes en el Congreso expresaba en un comunicado lo siguiente:
“Las delegaciones presentes rindieron sentido homenaje y
expresaron su profundo dolor por el fallecimiento del camarada Mao Tsetung,
Presidente del Comité Central de China, líder indiscutible del pueblo chino,
gran marxista-leninista y gran maestro del proletariado y de los pueblos
oprimidos del mundo”
“El camarada Mao Tsetung alzó con firmeza las banderas del
marxismo-leninismo y desató la lucha contra el revisionismo contemporáneo,
contribuyendo así, decisivamente a la reconstrucción del movimiento comunista,
marxista-leninista internacional”
El propio Raúl Marco que presumía de su desacuerdo
por años con los “revisionistas chinos” en el II Congreso del PCE
(marxista-leninista), en 1977, dedicaba un “sentido homenaje al camarada Mao
Tsetung, creador y dirigente del Partido Comunista de China y gran estratega de
la revolución China” Oficina de Información y Prensa del Comité Central del
PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (marxista-leninista)
En este II Congreso también el PCE (marxista-leninista)
defendió al Presidente Mao Tse-tung de los que, falsamente, atribuían al
Presidente Mao Tse-tung la teoría de los tres mundos de Deng:
“Estos oportunistas tratan de encubrirse con el nombre de
Mao Tsetung para colocar su podrida mercancía. Ahora bien, ellos, los
oportunistas que para nada hablan de clases, sino de países, deberían conocer
la frase de Mao Tse-tung:
´En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro
de una determinada clase, y todas las ideas, sin excepción llevan un sello de
clase.”
Si esto se afirmaba en 1977, a finales de 1978 las
organizaciones hoxhistas encabezadas por el PTA atribuían al Presidente Mao
posiciones que no eran suyas, entre éstas se le atribuía la creación de la
teoría de los tres mundos de Deng, todo para atacar el maoísmo con falsas
acusaciones, con el fin de levantar el hoxhismo como “marxismo-leninismo” y justificar su capitulación ante el
imperialismo y la reacción.
EL IMPERIALISMO Y LA REVOLUCIÓN
Tras la introducción de Raúl Marco comenzaba el documento
propiamente dicho.
Empezaba Hoxha dedicando el primer capítulo a los manejos de
los imperialistas y el revisionismo donde “explica” los motivos del “retroceso”
de la revolución a nivel mundial:
“grandes fuerzas representantes
del oscurantismo, de la esclavitud, de la explotación del proletariado y de los
pueblos -el imperialismo norteamericano y sus agentes, el socialimperialismo
soviético, el socialimperialismo chino, la gran burguesía y la reacción- se han
puesto en pie y luchan contra el marxismo-leninismo.”
Toda una novedad, el imperialismo se resistía a morir, y
sobre esta “novedad” sonaba la voz de Hoxha llamando a la retirada.
Lo esencial de la Línea Internacional del Hoxhismo es el
abandono del campo de la revolución alegando la
falta de condiciones para la revolución. Lo mismo que plantean ahora tanto el
viejo como el nuevo revisionismo, con membrete de maoísta.
CITAS
Sobre la caracterización general de la época, primero Hoxha
esconde su revisionismo entre proclamas generales:
Nuestra época; como nos enseña Lenin, es la época del
imperialismo y de las revoluciones proletarias. Con esto debemos comprender que
a nosotros, marxista–leninistas, nos corresponde combatir con la mayor dureza
al imperialismo mundial, a cualquier imperialismo, a cualquier potencia
capitalista, que son los que explotan al proletariado y a los pueblos.
Sostenemos la tesis leninista de que la revolución está actualmente a la orden
del día. El mundo seguirá adelante hacia una sociedad nueva, que será la
sociedad socialista. El capitalismo mundial, el imperialismo y el
socialimperialismo se descompondrán todavía más y serán liquidados por medio de
la revolución. P.138
Después de hacer este análisis general, el mundo “seguirá adelante hacia una sociedad nueva”,
hace una advertencia a los “exaltados”, la revolución hay que hacerla cuando se
pueda, y como veremos en 1978, para Hoxha no era posible en ninguna parte del
mundo:
En el mundo hay muchos elementos exaltados, con buenas o
malas intenciones, quienes piensan que es posible hacer la revolución en
cualquier época, en cualquier momento y en cualquier parte. Pero se equivocan.
La revolución no puede realizarse en cualquier momento y en cualquier parte,
conforme a los deseos. La revolución estalla y se realiza en el eslabón más
débil de la cadena capitalista. Para que estalle y triunfe, deben condiciones apropiadas,
objetivas y subjetivas, y hace falta esperar el momento favorable para lanzarse
a ella. Lo principal es que cuando hagan estallar la revolución, las amplias
masas del pueblo, con el proletariado al frente, estén decididas y preparadas
para llevarla hasta sus últimas consecuencias. P.151
AFRICA
En África, no sólo no es posible la revolución, todos son
problemas:
La población africana se ha quedado en un nivel de
subdesarrollo desde el punto de vista cultural y económico y ha ido
disminuyendo, decayendo, a causa de las guerras coloniales, de la feroz
persecución racial, del tráfico de los negros africanos y de su traslado
forzoso a las metrópolis, a los Estados Unidos de América y a otros países,
para hacerlos trabajar como bestias en las plantaciones de algodón y otros
cultivos, y para destinarlos a los trabajos más pesados en la industria y la
construcción.
Por estas razones, los pueblos africanos aún tienen por
delante una gran lucha. Esta lucha es y será muy compleja, diferente en los
diversos países, debido a las condiciones del desarrollo económico, cultural y
educacional, del grado de su despertar político, de la gran influencia que
ejercen entre las masas de estos pueblos las diversas religiones, como la
cristiana, la musulmana, las viejas creencias paganas, etc. Esta lucha resulta
aún más difícil porque en muchos de estos países pesa actualmente la dominación
neocolonialista junto con la de las camarillas nativas burgués–capitalistas. En
ellos la ley la hacen los poderosos estados capitalistas e imperialistas que
subvencionan o que tienen bajo su dependencia a las camarillas dominantes, a
las que aúpan al poder y derrocan cuando lo exigen los intereses de los
neocolonizadores o cuando se rompe el equilibrio de estos intereses.p. 193-194
Sobre el sujeto revolucionario, el papel protagonista le
corresponde a la pequeña burguesía, anticipando la aplicación en Etiopía la
teoría de las “etapas” y la necesidad de una primera etapa de revolución
burguesa:
“En esta lucha le corresponde un papel papel particular a
los hombres progresistas y demócratas, a los jóvenes revolucionarios y a los
intelectuales patriotas, los cuales aspiran a
ver sus países avanzando libres e independientes en el camino del desarrollo y
del progreso” p. 195
ASIA
Continuamos con la misma cantinela, la revolución es un
“problema”:
El problema de la revolución y de la lucha de liberación en Asia,
jamás se ha planteado con tanta fuerza y
de manera tan imperativa como ahora; nunca ha sido más complicado que ahora ni
su solución más difícil. p 200-201
AMERICA LATINA
Al igual que en todos los continentes, también en América
Latina hoy las situaciones se presentan complicadas. p. 209
“El problema se ha complicado aún más, porque desde hace
tiempo en las antíguas colonias y semicolonias ha comenzado a penetrar
profundamente el socialimperialismo soviético, y porque también China
socialimperialista ha dado inicio febrilmente a sus esfuerzos para introducirse
en ellos. P. 216
MEDIO ORIENTE
Sobre las luchas de
liberación nacional de los pueblos árabes, aquí Hoxha sólo ve Estados y a las clases reaccionarias, los
pueblos no existen y, por supuesto, la revolución es imposible, la unidad de
los pueblos árabes es una utopía:
El colonialismo, el
poder de los reyes feudales y de la gran burguesía latifundista, al contar con
una organización adecuada para ejercer una represión radical y al tener también
en sus manos las fuerzas armadas, aplastaban en embrión cualquier conato de
rebelión, cualquier reivindicación, aunque fuese de unos pocos derechos
económicos muy limitados, y esto por no hablar ya de reivindicaciones políticas
y de revolución. P. 189
Por eso, cuando nos
referimos a los pueblos árabes, llegamos a la conclusión de que sus problemas
no son idénticos, aunque tienen muchos intereses comunes, ni pueden ser
solucionados de la misma manera en todos los países. Asimismo no podemos
afirmar que entre estos países exista una alianza y la misma opinión sobre la
solución de los problemas comunes. Los problemas de cada estado árabe son
diferentes, no sólo debido a la diferente actitud de sus gobiernos, sino también
a la actitud de los estados coloniales y neocoloniales que todavía hacen la ley
en la mayoría de ellos. p. 190
EUROPA
En Europa y en los países imperialistas, la revolución no es
que sea difícil, es que ni se nombra en el texto. La principal organización de
masas es el sindicato. Toca largos periodos de acumulación de fuerzas,
cretinismo parlamentario y la formación de frentes sin hegemonía del
proletariado.
FRENTE
Sobre el Frente, éste está
formado por Partidos y organizaciones y sin hegemonía del proletariado. Es un
frente típico revisionista. Construido como el Frente Sandinista, la Unión
Popular en Chile, Izquierda Unida en Perú y España, o las diferentes variantes
de Herri Batasuna en el País Vasco, etc:
En las condiciones actuales del desarrollo del movimiento
revolucionario y de liberación, en tanto un proceso complejo y con una base
social amplia, en el cual participan muchas fuerzas políticas y de clase, el
partido revolucionario del proletariado choca a menudo con el problema de la
colaboración y los frentes comunes con otros partidos y organizaciones políticas
en esta o aquella fase de la revolución, para estos o aquellos asuntos, de
interés común.
El partido marxista–leninista no es ni puede ser en
principio adversario de la colaboración o de los frentes comunes con otros
partidos y fuerzas políticas, cuando lo exigen los intereses de la causa de la
revolución y lo imponen las situaciones. Pero jamás ve esto como una coalición
de cabecillas y como un fin en sí, sino como un medio para unir a las masas y
lanzarlas a la lucha. Es importante que en tales frentes comunes el partido
proletario no pierda de vista en ningún momento los intereses de clase del
proletariado, la meta final de su lucha, que no se diluya en el frente, sino
que conserve en él su individualidad ideológica y su independencia política, organizativa
y militar, y luche para asegurar en el frente su papel dirigente y aplicar en
él una política revolucionaria. P. 234
Decía Raúl Marco que “la
aparición de ´El Imperialismo y la
Revolución´ de Enver Hoxha, en el momento oportuno, ha sido una gran
ayuda para los marxistas-leninistas del mundo”. Como vemos en realidad, fue
una gran ayuda para los capituladores, que tras el golpe de estado en China y
la restauración del capitalismo, viendo lejana la revolución buscaron, con
palabras “marxistas-leninistas”, un hueco en la vieja sociedad.
A Hoxha le correspondía ponerse a la cabeza del Movimiento
Comunista Internacional, en vez de asumir su responsabilidad huyó como una rata
del tablero de la Revolución.
Coherente con la aplicación de la Línea Internacional del Hoxhismo Raúl Marco,
Elena Odena y otros liquidaron el FRAP y comenzaron el camino de la
“acumulación de fuerzas”, en Colombia se abandona la guerra popular para
iniciar las “conversaciones” de “paz” con el Estado reaccionario y el
imperialismo, en Etiopía, unos años más tarde, una vez tomado el poder por las
fuerzas hoxhistas se abre la puerta de par en par a los yanquis, etc.
También cabe decir que es al Hoxhismo al que le corresponde
el “mérito” de destruir a Albania Socialista en una década, que va desde el
VIII Congreso y el asesinato de los mejores dirigentes comunistas como Memhet
Shehu, hasta el colapso de la Albania social-fascista.
A día de hoy, a cuatro décadas de la publicación del “Imperialismo y la Revolución”, el
revisionismo sigue sin encontrar condiciones para la revolución.
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lunes, 29 de julio de 2019
AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº 47:
AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº 47:
¿TERCERMUNDISMO O MAOÍSMO?
¿Qué es el “tercermundismo”? El término se ha usado para denominar principalmente a dos diferentes fenómenos:
1) El “Movimiento de Países No Alineados”
(MPNA), es decir la agrupación de países que tiene su origen en la
Conferencia de Bandung de 1955, promovida por Nasser, Nehru, Sukarno,
Tito y otros. En síntesis fue un “antiimperialismo” bajo la dirección
de la burguesía con el motivo de buscar una posición más favorable para
algunos países oprimidos dentro del sistema imperialista, a través de
acuerdos con las superpotencias y potencias imperialistas, es decir un
“antiimperialismo” opuesto a la revolución proletaria.
2) El “tercermundismo” que se presenta
como un “desarrollo” o una “aplicación” del marxismo-leninismo o del
marxismo-leninismo-maoísmo, y tiene su origen en grupos de
intelectuales y organizaciones principalmente en los países
imperialistas en los años 60-70. Lo que planteaban los teoréticos del
“tercermundismo” (Arghiri Emmanuel, Immanuel Wallerstein, Samir Amin y
Gottfred Appel son los más conocidos) en síntesis era que la
explotación imperialista del tercer mundo no solo había generado una
aristocracia obrera y un revisionismo socialchovinista en los países
imperialistas, sino que toda la clase obrera en estos países se había
convertido en aristocracia obrera, es decir en una clase ya no
revolucionaria sino aliada con la burguesía imperialista. La conclusión
de los seguidores de tal “tercermundismo” es que no es posible hacer
la revolución en los países imperialistas y que, consecuentemente, para
los comunistas y antiimperialistas en estos países solo quedaría
dedicarse a apoyar a las luchas en el tercer mundo en vez de organizar
al proletariado y construir los Partidos Comunistas para derrocar a su
propia burguesía y construir el Poder proletario a través de la guerra
revolucionaria.
En el presente artículo, a la luz del
marxismo-leninismo-maoísmo, vamos a centrar en el segundo tipo de
“tercermundismo” aunque este, como vamos a ver, tiene puntos
fundamentales en común con la política del MPNA y con otras “teorías
antiimperialistas” burguesas o pequeñoburguesas. Ver por ejemplo el
llamado “poscolonialismo” o la “teoría poscolonial”, que no es nada más
que el “postmodernismo” aplicado al tema del
imperialismo/antiimperialismo, planteando en esencia que “el marxismo
no es válido” para los pueblos oprimidos del tercer mundo, porque es
“occidental” y “eurocentrista”. Lo que todos estos “antiimperialismos”
no marxistas tienen en común es precisamente eso: negar, combatir y/o
revisar al marxismo; negar el papel del proletariado como clase
dirigente en la revolución en cada país y a nivel mundial, y así
socavar la unión entre el movimiento de liberación nacional y el
movimiento proletario internacional.
La posición marxista-leninista-maoísta
La posición de los
marxistas-leninistas-maoístas es clara: la contradicción naciones
oprimidas – imperialismo hoy es la contradicción principal en el mundo,
y las naciones oprimidas del tercer mundo son la base de la revolución
mundial. Como el PCP lo ha definido en su Línea Internacional:
“Nuestro Partido sostiene que en el mundo actual hay tres contradicciones fundamentales: 1) Contradicción naciones oprimidas, de un lado, contra superpotencias imperialistas y potencias imperialistas, de otro lado, ahí está encerrada la tesis de tres mundos se delinean y formulamos así porque el meollo de esa contradicción es con las superpotencias imperialistas pero también se da contradicción con las potencias imperialistas. Esta es la contradicción principal y su solución es el desarrollo y triunfo de revoluciones de nueva democracia. 2) Contradicción proletariado-burguesía, tiene como solución la revolución socialista y en perspectiva la revolución cultural proletaria. 3) La contradicción interimperialista: entre las superpotencias, superpotencias y potencias imperialistas y potencias imperialistas entre sí, lo que lleva a guerra por la hegemonía mundial y guerras imperialistas, de rapiña a las que el proletariado debe contraponer la guerra popular y en perspectiva la guerra popular mundial. La contradicción socialismo-capitalismo no la ponemos hoy porque sólo se da a nivel ideológico y político pues no existe como Estado, hoy no hay sistema socialista, lo hubo y sostener que existe hoy es plantear en esencia que la URSS es socialista, lo cual es revisionismo.” (Partido Comunista del Perú – Línea Internacional, 1988)
Y como establece el Presidente Gonzalo en la Entrevista de 1988:
“…nosotros insistimos en que la contradicción naciones oprimidas, por un lado, y, por el otro, superpotencias imperialistas y potencias imperialistas es la principal y de gran trascendencia para la revolución mundial; tiene que ver, a nuestro juicio, con el peso de la masa en la historia, es evidente que la inmensa mayoría de las masas que pueblan la Tierra viven en las naciones oprimidas; es evidente, también, que éstas crecen cuatro veces más rápidamente de lo que crecen las poblaciones que viven en países imperialistas. […]Creemos firmemente en esto y no es por un chauvinismo de ser pertenecientes, como dicen algunos, a países o naciones oprimidas, no es eso; ésa es la tendencia que se ve en la historia y ése es el peso de la masa en la historia y es que los hechos, además, vienen demostrando que donde se está hundiendo y socavando más y más el imperialismo es en la lucha que se libra en las naciones oprimidas; son hechos irrebatibles, por lo tanto, consideramos que esa contradicción principal es de gran trascendencia y va a definir el barrimiento del imperialismo y de la reacción de la faz de la Tierra, siempre y cuando se ponga como mando y guía de la revolución mundial el marxismo-leninismo-maoísmo, que se desarrollen partidos comunistas sobre esa ideología y que se asuma la guerra popular, una vez más, según el tipo de revolución y las condiciones específicas.” (Entrevista al Presidente Gonzalo) [nuestro énfasis, SR]
Además, el PCP destaca que existe una
situación revolucionaria en desarrollo desigual en el mundo, incluidos
los países imperialistas:
“Y Europa donde se desarrollan persistentes acciones militares antiimperialistas, siendo necesario estudiar la ideología y la política que los sustenta, la clase a la cual sirven, su ligazón con la ideología del proletariado y su papel dentro de la revolución proletaria mundial, como su posición frente al revisionismo contemporáneo; movimientos que expresan la existencia de situación revolucionaria en desarrollo desigual en el Viejo Continente.” [el subrayado es nuestro – SR]
Es decir que la lucha de las naciones
oprimidas contra el imperialismo es base de la revolución mundial y va a
definir el barrimiento del imperialismo, bajo la condición de que el
proletariado la dirija con su ideología el marxismo, hoy el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. La contradicción
principal determina como se expresan y desarrollan las otras
contradicciones, pero no las anula. Además: “cualquiera de las
cuatro contradicciones fundamentales puede ser principal según la
circunstancia específica de la lucha de clases, transitoriamente o en
determinados países” (Línea Internacional); por ejemplo, en un
país imperialista la contradicción proletariado – burguesía sigue
siendo la principal. La contradicción naciones oprimidas – imperialismo
no niega la contradicción fundamental entre el proletariado y la
burguesía, y no niega el papel histórico del proletariado, la única
clase capaz de dirigir la revolución. No niega que la situación
revolucionaria en desarrollo desigual se expresa también en los países
imperialistas. Como vamos a ver, eso es precisamente lo que los
“tercermundistas” quieren negar: el marxismo, la dirección proletaria, la existencia de una situación revolucionaria y la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial.
Un libro tercermundista
En 2018 se publicó en inglés el libro The
Global Perspective: Reflections on Imperialism and Resistance (La
Perspectiva Global: Reflecciones sobre el Imperialismo y la
Resistencia) del autor danés Torkil Lauesen. Desde 1968 hasta los años 80, Lauesen era miembro de un grupo (M-KA – Grupo de Trabajo Comunista - Manifiesto)
en Dinamarca originalmente encabezado por Gottfred Appel y guiado por
su “teoría” tercermundista, la cual consideraban un “desarrollo” o una
“aplicación” del marxismo-leninismo-pensamiento mao tsetung. Aplicando
esa “teoría” en la práctica este grupo se dedicó a formar contactos con
diferentes movimientos de liberación nacional en el tercer mundo y a
recoger recursos para estos movimientos, incluso con acciones armadas
para confiscar tales recursos. El grupo se disolvió en 1989 cuando
Lauesen y otros miembros fueron detenidos y encarcelados. Hoy, Lauesen
junto con Zak Cope y otros intelectuales siguen publicando libros y
textos promoviendo su tesis “tercermundista” adaptada a las nuevas
“teorías izquierdistas” de moda.
El libro de Lauesen, como muchos de los
textos “tercermundistas”, hace un resumen de la historia del
imperialismo, del revisionismo socialchovinista y como este ha formado
el pensamiento y la política del movimiento obrero en los países
imperialistas. En sí, este resumen y los datos presentados serían
beneficiosos de estudiar para la mayoría de “izquierdistas” en estos
países que son formados por más de cien años del revisionismo
socialchovinista que todavía constituye el fundamento ideológico de
todo tipo de organizaciones revisionistas y anarquistas. Ahí, Lauesen
refiere a las posiciones correctas de Marx, Engels y Lenin sobre el tema
de la explotación de las colonias y las implicaciones de ella para la
lucha de clases en los países imperialistas:
“Irlanda es el baluarte de la aristocracia inglesa. La explotación de esta tierra no es sólo una fuente importante de su riqueza material; es su mayor poder moral. Representan de hecho el dominio de Inglaterra sobre Irlanda. Irlanda es, por lo tanto, el gran medio a través del cual la aristocracia inglesa mantiene su dominio en la propia Inglaterra.
Por otro lado: si mañana se retiraran el ejército y la policía inglesa de Irlanda, tendríamos inmediatamente una revolución agraria en Irlanda. La caída de la aristocracia inglesa en Irlanda, sin embargo, significaría y necesariamente causaría su caída en Inglaterra. Esto último cumpliría la condición previa para una revolución proletaria en Inglaterra.” (Carta de Karl Marx a Sigfrid Meyer y August Vog, 1870)
"El capitalismo intentó superar las contradicciones de su estructura social. La sociedad burguesa es una sociedad de clases. Pero el capital de los grandes estados “civilizados” se esforzó en ahogar las contradicciones sociales. A expensas de los pueblos coloniales a los que destruía, el capital compraba a sus esclavos asalariados, creando una comunidad de intereses entre los explotadores y los explotados, comunidad de intereses dirigida contra las colonias oprimidas y los pueblos coloniales amarillos, negros o rojos. Encadenaba al obrero europeo o norteamericano a la “patria” imperialista." (I Congreso de la Internacional Comunista; Plataforma de la Internacional Comunista, 1919)
En las citas de Bernstein,
como la siguiente, se ve el origen del socialchovinismo que hoy sigue
siendo una de las características principales del revisionismo: "Las
colonias están ahí, y es preciso ocuparse de ellas; estimo que cierta
tutela de los pueblos civilizados sobre los pueblos no civilizados es
una necesidad." (Bernstein), y Lauesen explica: "Las conexiones
establecidas por Bernstein entre los intereses de la clase obrera
alemana y el colonialismo eran lógicas. Sólo el colonialismo hizo
posible mejorar la situación de los trabajadores europeos. Las
ganancias coloniales permitieron al capital mitigar las contradicciones
sociales dentro de los países europeos. Ayudó a convertir a las clases
peligrosas en ciudadanos leales. El espectro de la revolución estaba
contenido." (Lauesen, Torkil. The Global Perspective: Reflections on
Imperialism and Resistance . Kersplebedeb Publishing. Kindle Edition.)
Entonces, sobre el origen y
el carácter del revisionismo, del reformismo y de todo el oportunismo
socialchovinista todo está claro, y sigue siendo válida y correcta la
posición de Lenin:
“…los países adelantados han creado y siguen creando su cultura con la posibilidad de vivir a expensas de mil millones de habitantes oprimidos. Porque los capitalistas de estos países reciben mucho por encima de lo que podrían recibir como ganancia por el expolio de los obreros de su país. [...] Y esos miles de millones de superganancias son la base económica en que se apoya el oportunismo en el movimiento obrero." (Informe sobre la situación internacional y las tareas fundamentales de la Internacional Comunista, 1920)
El tercermundismo contra el marxismo
Aunque quieren presentarse
como luchadores contra el socialchovinismo y buenos ayudantes a las
luchas antiimperialistas, los “tercermundistas” en su análisis de la
historia y de la situación actual abandonan el marxismo y llegan a las
mismas conclusiones de la reacción y todo el revisionismo; que el
marxismo ha “fallado” debido a su “dogmatismo”, que la revolución
mundial está en “repliegue”, que hay que buscar “nuevos métodos” y ante
todo, que no es posible ni deseable organizar al proletariado para
hacer la revolución en los países imperialistas. En vez de movilizar a
la clase para combatir y aplastar al socialchovinismo, plantean
capitular ante el mismo. Niegan lo establecido por Lenin:
“Ni nosotros ni nadie puede calcular exactamente qué parte del proletariado es la que sigue y seguirá a los socialchovinistas y oportunistas. Sólo la lucha lo pondrá de manifiesto, sólo la revolución socialista lo decidirá definitivamente. Pero lo que sí sabemos con certeza es que los "defensores de la patria" en la guerra imperialista sólo representan una minoría. Y por esto, si queremos seguir siendo socialistas, nuestro deber es ir más abajo y más a lo hondo, a las verdaderas masas: en ello está el sentido de la lucha contra el oportunismo y todo el contenido de esta lucha. Poniendo al descubierto que los oportunistas y los socialchovinistas traicionan y venden de hecho los intereses de las masas, que defienden privilegios pasajeros de una minoría obrera, que extienden ideas e influencias burguesas, que, en realidad, son aliados y agentes de la burguesía, de este modo enseñamos a las masas a comprender cuáles son sus verdaderos intereses políticos, a luchar por el socialismo y por la revolución, a través de todas las largas y penosas peripecias de las guerras imperialistas y de los armisticios imperialistas.
La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarlas para la revolución en una lucha despiadada contra él, en aprovechar la experiencia de la guerra para desenmascarar todas las infamias de la política obrera liberal-nacionalista, y no para encubrirlas.” (V.I. Lenin – El imperialismo y la escisión del socialismo, 1916)
Según Lauesen, el leninismo “fracasó”: “Lenin
quería movilizar al proletariado por debajo del nivel superior de los
trabajadores mejor pagados y sindicalizados. Su estrategia fracasó.”
(Lauesen, torkil. La perspectiva global: reflexiones sobre el
imperialismo y la resistencia.) Este tema es recurrente en el libro: “El
socialismo de estado no proporcionó el ejemplo de un mundo mejor que
habíamos esperado; Faltaban tanto las estructuras democráticas como el
progreso económico” (ibid.).
Así como el “ex-maoísta”
Avakian y otros revisionistas, Lauesen plantea que las revoluciones
socialistas “fracasaron” porque los comunistas eran “dogmáticos” y
“nacionalistas”: “Los intereses nacionales de los estados
socialistas a menudo pesaban más que la solidaridad internacional en la
lucha contra el imperialismo. Esto contribuyó a la disminución del
movimiento antiimperialista a fines de los años setenta.”(ibid.) Para Lauesen, lo que “contribuyó a la disminución”
no era el revisionismo, sino el “dogmatismo” de los comunistas que
lucharon contra este revisionismo. Para Lauesen, el problema con las
luchas en Vietnam, Palestina y otros lugares no era el bastón de mando
del socialimperialismo soviético y la influencia del revisionismo
contemporáneo, sino que los comunistas guiados por el Presidente Mao
habían “dividido” a las fuerzas revolucionarias: “[la crítica
china] causó una gran división en el movimiento socialista internacional
que tuvo consecuencias negativas para los socialistas de todo el
mundo. En retrospectiva, creo que la política soviética de
"coexistencia pacífica" fue correcta. […]En M-KA, vimos a la Unión
Soviética como un aliado táctico. "En nuestra colaboración práctica con
los movimientos de liberación en África y Oriente Medio, vimos que la
Unión Soviética estaba desempeñando un papel positivo en el terreno".
Así como niega que se
restauró el capitalismo en la Unión Soviética (en 1956), convirtiéndola
en una superpotencia socialimperialista, Lauesen hoy considera que
China no es una superpotencia imperialista sino que “Abrirá nuevas ventanas de oportunidad para un cambio social radical” y que “el gobierno chino representa cada vez más los intereses del Sur Global en los debates internacionales.” (ibid.).
Lauesen y los “tercermundistas” han sustituido al marxismo por el
pragmatismo, y niegan descaradamente la lucha entre la posición
proletaria, el marxismo, y la posición burguesa dentro de las filas
proletarias, el revisionismo. Consecuentemente plantea que “El
socialismo realmente existente, y con él el movimiento antiimperialista
de los años 70 y 80, desapareció con el colapso de la Unión Soviética
en 1991. (ibid.)” Son las mismas posiciones revisionistas que
encontramos en otros “ex-marxistas” como los Zapatistas en Mexico (los
cuales Lauesen ensalza como ejemplo de los “nuevos métodos” que tienen
que reemplazar el marxismo “autoritario” y “dogmático) y los seguidores
de Öcalan, así como en todo tipo de organizaciones revisionistas y
socialchovinistas de los países imperialistas.
Negando al proletariado como clase dirigente
Para sustentar sus
revisiones del marxismo, los tercermundistas han tenido que abandonar
la definición marxista de lo que es una clase. Según Lauesen, “El término "clase" se usa para agrupar a personas con el mismo estatus económico.” (ibid.) –
es decir más o menos la misma definición vulgar que la burguesía
quiere imponer. Para los marxistas, las clases se definen por su
relación con los medios de producción, y por su conciencia de clase.
Aplicando esa definición científica, vemos que aunque las diferencias
en nivel de vida, salarios etc. entre diferentes grupos de proletarios
sí pueden afectar cómo se desarrolla la lucha de clases, no cambia el
hecho fundamental de que todos los proletarios son explotados por los dueños de los medios de producción, y que la contradicción entre el proletariado y la burguesía es una contradicción antagónica, que
no se puede resolver sino con la revolución proletaria y la
destrucción de la burguesía como clase, sea en un país oprimido o en un
país imperialista. Esta es una verdad objetiva, científica y marxista.
Aquí vemos el fondo del revisionismo
tercermundista: negar la revolución proletaria, reemplazándola con una
supuesta “revolución de los pobres contra los ricos”, con una versión
más del “anticapitalismo” no proletario que ya hemos visto en
movimientos como “Occupy”, “Attac” y otros, es decir movimientos bajo
dirección burguesa que en última instancia solo sirven para movilizar a
las masas en torno a supuestas reformas dentro del sistema, por un
“capitalismo más humano”. Lauesen refiere a tales movimientos en
términos positivos, pero la revolución proletaria, como definida en el
Manifiesto Comunista, ya no sería válida: “Cuando El Manifiesto
Comunista fue escrito en 1848, el llamado a los 'proletarios de todos
los países' a unirse no parecía utópico. Lo hace hoy, si consideramos
tanto realidades históricas como contemporáneas. ¿Existe realmente una
clase obrera unida por la explotación?” (ibid.). Aplicando su definición burguesa de las clases, llega a la conclusión que todos los “tercermundistas” tienen en común: “Los trabajadores del Norte Global tienen un interés objetivo en preservar el sistema.” (ibid.)
Es decir que para los
“tercermundistas” el problema de hacer la revolución en un país
imperialista no es un problema de factores subjetivos, de conciencia de
clase, de la necesidad de combatir al revisionismo socialchovinista y
de construir los Partidos Comunistas. Para ellos el problema no está en
que sectores (e incluso grandes sectores) de la clase obrera están
bajo la influencia de la ideología y la política de la burguesía
imperialista y sus lacayos revisionistas, sino que estos obreros
“objetivamente” no tienen interés en destruir el sistema de explotación
y opresión. No es raro que los teoréticos “tercermundistas” tengan que
recurrir a las “teorías” de las clases explotadoras para “sustentar” a
tales tonterías, porque con el marxismo no se puede. En realidad, las
condiciones objetivas para la revolución en los países imperialistas
existen y se expresan cada vez más en las luchas actuales.
Aunque Lauesen admite que hay problemas
con la teoría “tercermundista” que él y su organización aplicaron en
los años 70-80, y admite que el sistema imperialista hoy está en crisis
y que las “condiciones objetivas para el cambio social son buenas”,
en sus conclusiones finales se une con todos los demás revisionistas y
socialchovinistas, planteando que el marxismo y la revolución
proletaria han “fracasado”, que no hay que destruir a los viejos Estados
reaccionarios y construir los nuevos – porque “las herramientas del poder estatal son herramientas efectivas de opresión; No son herramientas efectivas de cambio” (ibid.). En vez de la revolución proletaria, Lauesen propone seguir el ejemplo de los Zapatistas, de “no tomar el Poder, sino ejercerlo”
(Subcomandante Marcos). Enumera tantos ejemplos de organizaciones,
gobiernos y movimientos reformistas y “postmarxistas” que supuestamente
representan el “nuevo camino” que hay que seguir, pero no menciona ni
con una palabra la guerra popular en Perú, que desde su inicio en 1980
se desenvuelve como faro y guía para millones de revolucionarios
obreros y campesinos en el mundo, y la guerra popular en la India solo
la menciona incidentalmente.
Conclusiones
La situación actual es que
el imperialismo se encuentra en su crisis general y última, estamos
entrando en una nueva gran ola de la revolución proletaria mundial y
una situación revolucionaria en desarrollo desigual se expresa en todo
el mundo. La revolución proletaria mundial está en su ofensiva
estratégica. Mientras los imperialistas desenvuelven su nuevo reparto
del mundo y se preparan para una tercera guerra mundial imperialista
por la hegemonía mundial y para repartirse el botín (las naciones
oprimidas), las fuerzas revolucionarias avanzan contra viento y marea,
como se expresa en las guerras populares y luchas armadas bajo la
bandera del maoísmo en Perú, en India, en Filipinas y otros lugares, en
las luchas de liberación nacional en el tercer mundo y en las luchas
violentas y heroicas del proletariado incluso en los países
imperialistas. Los países oprimidos son la base de la revolución
mundial, y cuando las guerras populares del mundo converjan en una
guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista, las
fuerzas de las naciones oprimidas cercarán a las superpotencias y
potencias imperialistas, unidas con las fuerzas revolucionarias que
luchan dentro de las entrañas de la bestia en los países imperialistas.
En los países imperialistas la
contradicción proletariado–burguesía sigue siendo la contradicción
principal, expresándose en luchas violentas en los barrios proletarios,
en huelgas y en protestas contra el viejo orden. El avance de las
revoluciones en el tercer mundo inevitablemente va agudizando a las
condiciones objetivas en los países imperialistas, generando cada vez
más condiciones para la revolución en las entrañas de la bestia. El
imperialismo, la reacción y el revisionismo hoy se esfuerzan para
reforzar la retaguardia imperialista*, utilizando el revisionismo
socialchovinista, el fascismo y el liberalismo para movilizar a las
masas en servicio de la guerra imperialista y la dictadura burguesa,
pero al mismo tiempo ya vemos que hay nuevas organizaciones en estos
países que están por asumir el maoísmo y construir o reconstituir sus
Partidos Comunistas como Partidos marxistas-leninistas-maoístas
militarizados, aplicando la ideología universal a las condiciones
específicas para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular.
La esencia del “tercermundismo” es negar
estas verdades marxistas y reemplazarlas con viejas y podridas
“teorías” burguesas. Algunos lo hacen en forma más abierta, como
Lauesen; otros pretenden presentar su “tercermundismo” como un
“desarrollo” o una “aplicación” del marxismo-leninismo-maoísmo, pero en
todos los casos no es nada más que un pretexto para no hacer el
trabajo revolucionario en los países imperialistas; para postergar la
revolución y limitarse al trabajo legal de crear opinión pública o
“apoyar” a las luchas en el tercer mundo. Los comunistas, por otro
lado, enarbolamos el principio de que el mejor apoyo a las revoluciones
en otros países es hacer la revolución en su propio país.
“En este sentido pensamos la gran importancia de la contradicción principal que planteamos. Hay quienes no creen así y piensan que en el fondo no creemos en la revolución en los países imperialistas; creemos que estas revoluciones son una necesidad histórica y que el desarrollo de la contradicción principal les da condiciones mejores, y que hasta una guerra mundial dará mejores condiciones para que hagan la revolución y se hará porque es una necesidad; al fin y al cabo, tienen que confluir las dos grandes fuerzas, las dos grandes revoluciones: la revolución democrática y la revolución socialista para que triunfe la revolución en el mundo, sino no se podría barrer al imperialismo ni a la reacción de todo el globo. Eso es lo que pensamos.Para nosotros, se nos plantea, cuál es el punto clave: es el marxismo-leninismo-maoísmo porque el problema es tener una línea ideológica y política justas y correctas, y no puede haber línea política justa y correcta si no hay justa y correcta ideología; por eso creemos que la clave de todo es la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. En segundo lugar: desarrollar partidos comunistas, ¿por qué?, porque las masas están sedientas de revolución, las masas están expeditas y claman revolución; así que el problema no está en ellas, el proletariado clama revolución, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo claman revolución, entonces necesitamos desarrollar partidos comunistas, el resto, reitero, lo hacen las masas que son la que hacen la historia y van a barrer al imperialismo y a la reacción mundial con guerra popular.” (Entrevista al Presidente Gonzalo, 1988)
_______________________________________
* "lo más
importante de todo consiste en que la socialdemocracia [el
revisionismo] es el principal vehículo del pacifismo imperialista en el
seno de la clase obrera; por consiguiente, es el sostén fundamental del
capitalismo en la clase obrera para la gestación de nuevas guerras e
intervenciones. / Mas, para preparar nuevas guerras, no basta solamente
con el pacifismo, aunque éste sea apoyada por una fuerza tan
considerable como la socialdemocracia. Para ello se necesitan, además,
ciertos medios de aplastamiento de las masas en los centros del
imperialismo. El imperialismo no puede hacer la guerra sin reforzar la
retaguardia imperialista. No se puede forzar la retaguardia imperialista
sin aplastar a los obreros. Para ello, precisamente, existe el
fascismo. (J.V. Stalin - Balance del pleno de Julio del C.C. del
P.C.(b) de la U.R.S.S.)
miércoles, 19 de junio de 2019
¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡VIVA EL XXXIII ANIVERSARIO DEL DÍA DE LA HEROICIDAD!
“El inagotable seno del pueblo los nutrió con sobrio alimento y los puso a andar; la lucha de clases fue modelando su mente; y el Partido como la primera y más alta forma social, elevó su conciencia política armándola con el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento guía, potenció su combatividad organizándolos en Ejército Guerrillero Popular y fundiéndolos con las masas del campesinado pobre aceró su cuerpo y espíritu en la fragua inextinguible de la guerra popular. Devenidos en prisioneros de guerra nunca hincaron la rodilla y persistiendo en combatir, movilizar y producir en ardorosas bregas transformaron las sórdidas mazmorras del caduco y podrido Estado peruano en luminosas trincheras de combate.”
Presidente Gonzalo, junio de 1987
“Los combatientes del Ejército Guerrillero Popular, prisioneros de guerra, enarbolando “La rebelión se justifica” se batieron heroica y denodadamente sellando un hito de heroicidad, valor y coraje que la historia guardará como demostración ejemplar de los hombres heroicos que sólo la guerra popular es capaz de generar.Así, el diecinueve de junio se estampa imperecedero como DÍA DE LA HEROICIDAD; la sangre de estos héroes ya fructifica la revolución armada incendiándola más, levantándose como monumental bandera tremolante e inagotable grito de guerra que convoca al inevitable triunfo final.La gloriosa muerte beligerante de estos prisioneros de guerra se abriga con la sangre ya vertida y ante ella los comunistas, los combatientes y los hijos del pueblo, armados, asumimos el compromiso indeclinable de seguir su luminoso ejemplo, para desarrollando la guerra popular servir a la revolución mundial hasta que la luz inmarcesible del comunismo se aposente en todo el orbe bajo las invictas banderas de Marx, Lenin y el Presidente Mao Tsetung, del siempre vivo marxismo-leninismo-maoísmo.¡Gloria a los héroes caídos, viva la revolución!”
Comité Central, Partido Comunista del Perú, junio de 1986
En la ocasión de este XXXIII
aniversario del día de la heroicidad, el Movimiento Popular Perú,
organismo generado del Partido Comunista del Perú para el trabajo en el
extranjero, extiende sus más calurosos saludos comunistas a todos los
prisioneros de guerra y prisioneros políticos de nuestra clase y de los
pueblos oprimidos en todo el mundo; militantes, combatientes y masas de
los Partidos Comunistas, de las heroicas guerras populares y luchas
armadas bajo la bandera del maoísmo en Perú, India, Turquía, Filipinas y
otros lugares; de las guerras de liberación nacional en los países
oprimidos contra la agresión y explotación imperialista; de las luchas
antifascistas y las luchas del proletariado en los países imperialistas
así como en el tercer mundo; y nuestro saludo especial a los
luchadores palestinos encarcelados en las mazmorras del sionismo. Así
también, saludamos a todos los intelectuales revolucionarios y
progresistas, detenidos por el imperialismo, la reacción y el
revisionismo por haber llevado a cabo su trabajo, revelando los
siniestros planes y crímenes del imperialismo e informando a las masas
del mundo sobre las luchas revolucionarias. Saludamos a todos estos
prisioneros políticos y de guerra que dan sus vidas para destruir este
viejo y podrido sistema de explotación y opresión y construir lo nuevo, y
los llamamos a seguir el ejemplo del glorioso Día de la Heroicidad y
de nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo – el más importante
prisionero político hoy en el mundo – de transformar las sórdidas
mazmorras de la reacción en luminosas trincheras de combate.
Los héroes caídos del Frontón,
Lurigancho y Callao, nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo y los
prisioneros del Partido Comunista del Perú que hoy siguen luchando
contra el revisionismo y el capitulacionismo de las ratas de la LOD y
la LOI, son ejemplos importantísimos ante todo el mundo de cómo combatir
y resistir bajo las condiciones del encarcelamiento, en manos del
enemigo. Contra todas las formas de tortura y aislamiento, todos los
intentos de la reacción de manipularlos y difundir la capitulación, la
traición y los “acuerdos de paz” a través su sistema penitenciario,
estos héroes del proletariado y del pueblo levantan la bandera roja de
nuestra clase y de la revolución, la bandera inmarcesible del
marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente el
pensamiento gonzalo, la bandera de la guerra popular. ¡Y solo con
guerra popular los liberaremos!
¡GLORIA A LOS HÉROES CAIDOS, VIVA LA REVOLUCIÓN!
¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡LA SANGRE NO AHOGA LA REVOLUCIÓN, LA RIEGA!
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO, JEFE DEL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
¡EXIGIMOS LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL PRESIDENTE GONZALO, EN VIVO Y EN DIRECTO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ, SU COMITÉ CENTRAL Y TODO SU SISTEMA DE DIRECCIÓN!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡LA SANGRE NO AHOGA LA REVOLUCIÓN, LA RIEGA!
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO, JEFE DEL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!
¡EXIGIMOS LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL PRESIDENTE GONZALO, EN VIVO Y EN DIRECTO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ, SU COMITÉ CENTRAL Y TODO SU SISTEMA DE DIRECCIÓN!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
Movimiento Popular Perú
Junio de 2019
Junio de 2019
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