Chou Enlai en Albania (1963)
CAMPAÑA CONTRA EL VIEJO Y EL NUEVO REVISIONISMO
-VI ENTREGA-
Presentamos un documento fundamental en la historia del Movimiento
Comunista Internacional (MCI): «Proposición acerca de la línea general del Movimiento
Comunista Internacional» (1963). Documento donde, como su título indica, el
PCCH encabezado por el Presidente Mao, frente al programa contrarrevolucionario
del PCUS presenta una alternativa comunista, una propuesta de Programa General para el MCI. Las reacciones a la
propuesta no se hicieron esperar. Como testimonio tomamos a Togliatti, partícipe directo de la lucha entre las dos líneas que se estaba dando dentro
del MCI y uno de los más firmes defensores del XX Congreso del PCUS.
Sobre el XX Congreso del PCUS:
«Se encuentra aquí una divergencia
insuperable y decisiva entre las posiciones de los camaradas chinos y las del
movimiento comunista internacional y, en modo especial, de nuestro partido. Es
verdad que aún antes del XX Congreso nosotros nos habíamos esforzado,
obteniendo incluso éxitos notabilísimos, en elaborar una doctrina propia de
lucha por la democracia y el socialismo en las condiciones de nuestro país; es
verdad que ya en 1954, en el corazón de la guerra fría, habíamos concretamente
planteado la cuestión de la perspectiva de una guerra atómica y de las
consecuencias que debían sacarse de ella para una lucha unitaria por la
distensión y por la coexistencia pacífica. El XX Congreso, sin embargo, nos ha
permitido a nosotros y a todos los partidos marchar hacia adelante con una
mayor seguridad y confianza, para liberarnos de cualquier obstáculo dañino e
iniciar un nuevo camino de elaboración teórica y política. Por eso en todas las
reuniones internacionales nuestra preocupación fue siempre la de pedir que esta
situación del XX Congreso se reafirmara y se subrayara, superando las
vacilaciones que se expresaban al respecto, en particular por los camaradas
chinos. Con las decisiones del XX Congreso, el Partido Comunista de la Unión
Soviética ha vuelto a confirmar su función iluminadora y de vanguardia en el
seno de todo el movimiento obrero y comunista. A todos les ha dado la ayuda
necesaria para salir de los pantanos y marchar hacia adelante.» (Togliatti. Por la Unidad del
Movimiento Comunista Internacional. Informe a la Sesión del CC del PCI. 21-23 de abril de 1964)
Continuaron las falsificaciones y la intoxicación en torno a las
posiciones defendidas por el PCCH, basta con comparar las acusaciones de
Togliatti, que sólo eran el eco de las posiciones revisionistas del PCUS, con
los documentos del PCCH, incluida la «Propuesta...». Como se puede comprobar
con facilidad los hoxhistas (1979)
tomaron los argumentos, difamaciones y acusaciones del estercolero del
revisionismo Kruschovita, pero sin la honestidad de citar las fuentes
verdaderas, como la acusación al Presidente Mao de negar la dirección de la clase
obrera, el ataque al gran salto adelante, etc.:
«De este rechazo a un justo
desarrollo del marxismo en forma creadora, en relación con las condiciones
actuales de la lucha contra el imperialismo y por el socialismo, surge, creo
yo, la mayor parte de las erradas posiciones chinas. Pero este rechazo se
acompaña también del intento de interpretar las condiciones actuales de manera
contraria no sólo a los fundamentos de la doctrina marxista y a las indicaciones
precisas de Lenin, sino a las necesidades de una acción que desee coronarse con
el éxito. Se tiene así un extraño menjunje, en el que se encuentra la fraseología
seudorrevolucionaria del trotskismo, pero también posiciones de naturaleza
opuesta, como la que tiende a colocar en la vanguardia del movimiento mundial
por el socialismo, —no a los países socialistas y al proletariado internacional,
sino a las masas campesinas de los países subdesarrollados. También en su
política interna y económica los dirigentes chinos han pasado —de una
determinada posición a la opuesta sin explicar las razones, desde la marcha
forzada hacia un ordenamiento comunista, con un desarrollo industrial más
rápido incluso que el soviético, hasta la actual subordinación de todo el
desarrollo económico a las necesidades de la agricultura; de la teoría de las
cien flores al rechazo de la más moderna producción cinematográfica.» (Ibid.)
Por último, Togliatti también es un testimonio directo de cómo la lucha
de dos líneas, manejada como lucha entre «camaradas» y de forma abierta por
el PCCH, reventaba el objetivo del PCUS
de aislar al PCCH del Movimiento Comunista Internacional. Al contrario, alrededor
del PCCH, de la «Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional» (1963), y del Presidente Mao se estaban uniendo los verdaderos Partidos Comunistas
y dentro de los partidos de la III Internacional
la izquierda asumía su deber de combatir las posiciones revisionistas o a las direcciones revisionistas,
al mismo tiempo que se reconstituían Partidos Comunistas en todo el mundo:
«También somos decididamente
contrarios al método que los camaradas chinos han seguido para difundir sus
posiciones. Es el método, no de quien quiere reforzar un movimiento corrigiendo
también sus errores Si ello es necesario, sino de quien quiere resquebrajarlo y
romperlo. Su propaganda, además de los puntos muchas veces indicados de ruptura
orgánica entre los grandes sectores de la lucha contra el imperialismo, poco a
poco ha pasado de una manera cada vez más abierta a un llamado a la escisión
del movimiento obrero y comunista, a la constitución de pequeños grupos
secesionistas en el seno de los partidos que existen actualmente, a una lucha
que, si tuviera éxito, debería concluirse con la formación en cada pais de dos
organizaciones opuestas entre sí, Algunos partidos de Asia aceptan las posiciones
chinas o bien padecen una fuerte influencia de ellas. En otras partes se han
salido de nuestras filas grupos minúsculos, con el nombre de partido, y
haciendo en torno a esto un cierto ruido. A este fin les ha ayudado la prensa
burguesa, la cual ciertamente no nos ayudó a nosotros comunistas cuando salimos
de las filas socialdemócratas para constituimos en partidos autónomos. En
conjunto, la gran mayoría de los partidos obreros y comunistas permanece unida
en el rechazo a las criticas y a los ataques de Pekín. Si, además, observamos
con una cierta atención a aquellos que en la periferia o también en las filas
de nuestro partido demuestran simpatía por las posiciones chinas y se dejan
atraer por ellas, no se escapa a la impresión de que a menudo se trata de
camaradas que, frente a las complejidades v a las contradicciones del momento
presente, no logran detectar los motivos
de fondo y sienten la necesidad de una vía revolucionaria, pero no logran ver
cómo ésta se traduce en una política concreta. El lenguaje extremista de los
chinos los seduce, pero es una tarea vana buscar en lo que escriben o dicen una
acción dirigida, precisa y realizable. Nosotros, por tanto, debemos condenar,
sin vacilación alguna, las intenciones y las actividades secesionistas de los
dirigentes chinos. La afirmación y la defensa del movimiento obrero comunista
es un momento esencial de toda la actividad que nosotros desarrollamos en
nuestro país y en el campo internacional.» (Ibid.)
Sobre la repercusión internacional
del Partido del Trabajo de Albania en su lucha contra el revisionismo, Togliatti también dejó constancia:
«Lo
que preocupa a las masas y también (cuando menos en nuestro país) a una parte
no indiferente de los comunistas, es el hecho en si del conflicto tan agudo entre
dos países que se han vuelto ambos socialistas a través de la victoria de dos
grandes revoluciones. Este hecho pone a discusión los principios mismos del socialismo
y nosotros debemos hacer un gran esfuerzo para explicar cuáles son las
condiciones históricas, políticas, de partido y personales que han contribuido
a crear el conflicto y la oposición actual. A esto se agrega que en Italia
existen amplias zonas habitadas por campesinos pobres, entre los cuales la
revolución china se había vuelto muy popular en cuanto revolución campesina.
Esto obliga al partido a discutir las posiciones chinas, a criticarlas y a
rechazarlas también en los comicios públicos. A los albaneses, en cambio, nadie
les presta ninguna atención, aunque tengamos en el sur algunos grupos étnicos
de lengua albanesa.» (Togiatti. Memorandum
Sobre Las Cuestiones del Movimiento Comunista Internacional y Sobre Su Unidad.
Yalta, agosto de 1964)
¡Proletarios de todos los países, uníos!
PROPOSICIÓN ACERCA DE LA LÍNEA GENERAL DEL MOVIMIENTO
COMUNISTA INTERNACIONAL RESPUESTA DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE
CHINA A LA CARTA DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
DEL 30 DE MARZO DE 1963
Al
Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Queridos
camaradas:
El
Comité Central del Partido Comunista de China ha estudiado la carta del Comité
Central del Partido Comunista de la Unión Soviética de fecha 30 de marzo de
1963.
Todos
los que se preocupan por la unidad del campo socialista y del movimiento comunista
internacional prestan gran atención a las conversaciones que se celebrarán
entre el PCCh y el PCUS y esperan que nuestras conversaciones contribuirán a allanar
las divergencias y a fortalecer la unidad y crearán condiciones favorables para
la convocatoria de una conferencia de representantes de todos los Partidos
Comunistas y Obreros.
Salvaguardar
y fortalecer la unidad del movimiento comunista internacional es el deber
sagrado y común de todos los Partidos Comunistas y Obreros. El PCCh y el PCUS
tienen una responsabilidad aún mayor por la unidad de todo el campo socialista
y de todo el movimiento comunista internacional y les corresponde naturalmente
hacer mayores esfuerzos.
En el
momento presente, existe toda una serie de importantes divergencias de principio
en el movimiento comunista internacional. Sin embargo, por muy serias que sean
estas divergencias, debemos buscar, con suma paciencia, el camino de su
allanamiento, a fin de unir nuestras fuerzas y fortalecer la lucha contra
nuestro enemigo común.
Es con
este sincero deseo que el CC del PCCh enfoca las próximas conversaciones entre
el PCCh y el PCUS.
En su
carta del 30 de marzo, el CC del PCUS expuso sistemáticamente sus puntos de
vista acerca de los problemas que deben discutirse en las conversaciones entre
el PCCh y el PCUS y planteó, en particular, el problema de la línea general del
movimiento comunista internacional. En la presente, nos gustaría expresar
también, como proposición, nuestros puntos de vista sobre la línea general del
movimiento comunista internacional y sobre algunos problemas de principio
relacionados con ella. Esperamos que esta exposición de nuestros puntos de
vista será útil para la comprensión mutua entre nuestros
dos
Partidos y facilitará una discusión detallada, punto por punto, en las conversaciones
entre ambos Partidos.
hermanos
comprendan nuestros puntos de vista y a que se efectúe un pleno intercambio de
opiniones en la conferencia internacional de los partidos hermanos.
(1) La
línea general del movimiento comunista internacional debe basarse en la teoría
revolucionaria marxista-leninista sobre la misión histórica del proletariado, y
no debe apartarse de ella.
Las
Conferencias de Moscú de 1957 y 1960 adoptaron las dos Declaraciones después de
un pleno intercambio de opiniones y con arreglo al principio de alcanzar la
unanimidad mediante consultas. Estos dos documentos señalan los rasgos
distintivos de nuestra época y las leyes generales de la revolución y la edificación
socialistas, y definen la línea común de todos los Partidos Comunistas y
Obreros. Constituyen el programa común del movimiento comunista internacional.
Durante
los últimos años, en el movimiento comunista internacional ha habido, efectivamente,
diferencias en la comprensión de las Declaraciones de 1957 y 1960, así como en
la actitud hacia ellas. Aquí, el problema central consiste en reconocer o no
los principios revolucionarios de las dos Declaraciones. En último término, es
un problema de reconocer o no la verdad universal del marxismo-leninismo,
reconocer o no la significación universal del camino de la Revolución de
Octubre, reconocer o no la necesidad de que hagan la
revolución
los pueblos que viven aún bajo el sistema imperialista y capitalista y que
constituyen dos tercios de la población mundial, y reconocer o no la necesidad
de que los pueblos que ya han emprendido el camino socialista y que constituyen
un tercio de la población mundial lleven su revolución hasta el fin.
La
defensa resuelta de los principios revolucionarios de las Declaraciones de 1957
y 1960 ha llegado a ser ahora una tarea importante y urgente del movimiento
comunista internacional.
Sólo
siguiendo firmemente la doctrina revolucionaria del marxismo-leninismo y el
camino común de la Revolución de Octubre, se puede tener una comprensión
correcta de los principios revolucionarios de las dos Declaraciones y una
actitud acertada hacia ellos.
(2)
¿Cuáles son los principios revolucionarios de las dos Declaraciones? En líneas
generales, son los siguientes:
Unión de
los proletarios de todos los países; unión de los proletarios y pueblos y
naciones oprimidos del mundo; lucha contra el imperialismo y los reaccionarios
de los diversos países; lucha por la paz mundial, la liberación nacional, la
democracia popular y el socialismo; consolidación y crecimiento del campo
socialista; consecución paulatina de la victoria completa de la revolución mundial
proletaria, y establecimiento de un mundo nuevo, sin imperialismo, sin capitalismo
y sin explotación.
TEXTO
COMPLETO:
https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLeYjFGcGlzcGVQMk0/edit