miércoles, 2 de julio de 2014

J.STALIN- SOBRE LA GRAN GUERRA POR LA SALVACIÓN DE LA PATRIA




SOBRE LA GRAN GUERRA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
POR LA SALVACIÓN DE LA PATRIA

J. STALIN

(Discurso radiodifundido el 3 de julio de 1941)


¡Camaradas! ¡Ciudadanos!
¡Hermanos y hermanas!
¡Combatientes de nuestro ejército y nuestra flota!

¡Me dirijo a vosotros, amigos!

La pérfida agresión militar de la Alemania hitleriana contra nuestra patria, iniciada el 22 de junio, prosigue. Pese la resistencia heroica del Ejército Rojo, y aunque las divisiones de élite del enemigo y las mejores unidades de su aviación han sido ya derrotadas y han encontrado la muerte en los campos de batalla, el enemigo continúa avanzando, lanzando al frente nuevas fuerzas. Las tropas hitlerianas han podido apoderarse de Lituania, de una gran parte de Letonia, de la parte oeste de Bielorrusia, de una parte de la Ucrania occidental, La aviación fascista extiende la acción de sus bombarderos, sometiendo a bombardeo a Murmansk, Orcha, Moguilev, Smolensk, Kiev, Odessa, Sebastopol. Un grave peligro pesa sobre nuestra Patria.

¿Cómo ha podido ocurrir que nuestro glorioso Ejército Rojo haya abandonado a las tropas fascistas una serie de ciudades y regiones? ¿Son realmente invencibles las tropas fascistas alemanas como proclaman sin cesar los propagandistas fascistas fanfarrones?

No, por supuesto. La historia demuestra que jamás ha existido ni existe un ejército invencible. Se pensaba que el ejército de Napoleón era invencible. Pero fue batido sucesivamente por las tropas rusas, inglesas, alemanas. El ejército alemán de Guillermo estaba considerado también invencible durante la primera guerra imperialista; y sin embargo, se vio infligir muchas derrotas por las tropas rusas y anglo-francesas, y por último fue batido por las tropas anglo­francesas. Es preciso decir lo mismo del actual ejército alemán fascista de Hitler. Todavía no había encontrado una resistencia seria en el continente europeo. Sólo en nuestro territorio ha encontrado seria resistencia. Y si, a consecuencia de esta resistencia las mejores divisiones del ejército fascista alemán han sido batidas por nuestro Ejército Rojo, es que el ejército fascista hitleriano también puede ser batido y que lo será como lo fueron los ejércitos de Napoleón y de Guillermo.

El que una parte de nuestro territorio haya sido invadido, no obstante, por las tropas fascistas alemanas se explica sobre todo por el hecho de que la guerra de la Alemania fascista contra la U.R.S.S. ha sido desencadenada en condiciones ventajosas para las tropas alemanas y desventajosas para las tropas soviéticas. En efecto, las tropas de Alemania, como país que desencadena la guerra, fueron movilizadas íntegramente. Ciento sesenta divisiones lanzadas por Alemania contra la U.R.S.S. y llevadas a las fronteras de este país, estaban dispuestas para esperar Sólo la señal de ponerse en marcha. Mientras tanto, a las tropas soviéticas hubo que movilizarlas y llevarlas a las fronteras. Cosa muy importante aún es que la Alemania fascista ha violado pérfida e inopinadamente el pacto de no agresión concluido en 1939 por ella con la U.R.S.S., sin tener en cuenta que sería mirada por todo el mundo como el país agresor. Se concibe que nuestro pacífico país, que no quería asumir la iniciativa de la violación del pacto, no podía adentrarse por ese camino de felonía.

Se nos puede preguntar: ¿cómo es que el gobierno soviético ha aceptado concluir un pacto de no agresión con felones de esa especie y con monstruos como Hitler y Ribbentrop? ¿No ha cometido el gobierno soviético un error? Por supuesto que no. El pacto de no agresión es un pacto de paz entre dos Estados. Y fue un pacto de esta clase el que Alemania nos propuso en 1939. ¿Podía el gobierno soviético rechazar esta proposición? Pienso que ningún Estado pacífico puede rechazar un acuerdo de paz con una potencia vecina, aunque a la cabeza de esta última se encuentren monstruos y Caníbales como Hitler y Ribbentrop. Esto, por supuesto, con una condición expresa: que el acuerdo de paz no afecte, ni directa ni indirectamente, a la integridad territorial, a la independencia y al honor del Estado pacífico. Y se sabe que el pacto de no agresión entre Alemania y la U. R. S. S. era precisamente un pacto de este género.

(...) Es preciso que no haya en nuestras filas lugar para los llorones y los cobardes, los sembradores del pánico y los desertores; que nuestros hombres estén exentos de temor en la lucha y marchen con abnegación en nuestra guerra liberadora para la salvación de la patria contra los esclavizadores fascistas. El gran Lenin, que creó nuestro Estado, dijo que la cualidad esencial de los hombres soviéticos debe ser el coraje, el valor, la intrepidez en la lucha, la voluntad de batirse al lado del pueblo contra los enemigos de nuestra patria. Es preciso que esta excelente cualidad bolchevique se convierta en la de millones y millones de hombres del Ejército Rojo, de nuestra Flota Roja y de todos los pueblos de la Unión Soviética.

(...)

Tenemos que organizar una lucha implacable contra los desorganizadores de la retaguardia, los desertores, los sembradores de pánicos, los propagadores de rumores de toda clase, acabar con los espías, los agentes de la diversión, los paracaidistas enemigos, llevando así una ayuda rápida a nuestros batallones de lucha. No hay que olvidar que el enemigo es pérfido, taimado, experto en el arte de engañar y de expandir falsos rumores. Hay que tener en cuenta todo esto y no dejarse coger por la provocación. Hay que llevar inmediatamente ante el tribunal militar, sin tener en cuenta a las personalidades, a todos los que sembrando el pánico y dando muestras de cobardía, obstaculizan la obra de la defensa.



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