En 1889 comenzó en Inglaterra un movimiento lozano y enérgico, lleno de nuevo espíritu revolucionario, de los simples obreros no especializados ni cualificados (del gas, del puerto, etc.). Engels estaba entusiasmado de este movimiento y subrayó con admiración el papel de la hija de Marx, “Tussy”, que hacia agitación entre estos obreros. “Lo que más repele aquí —escribe Engels desde Londres el 7 de diciembre de 1889- es la “respectability” burguesa, que se ha hecho consubstancial a los obreros. La desarticulación de la sociedad en numerosas gradaciones, indiscutiblemente reconocidas por todos, cada una de las cuales por separado tiene su propio respeto a los “mejores” y a los “superiores”, data de tiempo tan remoto y está tan arraigada que a la burguesía no le cuesta gran trabajo engañar a las masas. Yo, por ejemplo, estoy muy poco seguro de que John Burns en su fuero interno se enorgullezca más de su popularidad entre los de su propia clase que de la que goza a los ojos del cardenal Manning, del alcalde de Londres y de la burguesía en general. Y Champion, teniente retirado, venía haciendo desde muchos años ciertos negocios sucios con elementos burgueses, sobre todo conservadores, mientras predicaba en un congreso clerical el socialismo, etc. Incluso el propio Tom Mann, a quien tengo por el mejor de todos ellos, se complace en contar que va a almorzar con el alcalde de Londres. Sólo al compararlos con los franceses se convence uno de lo bien que influye en este sentido la revolución”[1].
Los comentarios huelgan.
Un ejemplo más. En 1891 se cernía el peligro de guerra europea. Engels mantuvo correspondencia sobre esto con Bebel, y se pusieron de acuerdo los dos en que, si Rusia agredía a Alemania, los socialistas alemanes tendrían que combatir a la desesperada contra los rusos y cualesquier aliados suyos. “Si Alemania fuera estrangulada, nosotros lo seríamos con ella. Pero en el caso de que la lucha tomara un giro favorable, ésta cobraría un carácter tan encarnizado que Alemania podría sostenerse gracias sólo a medidas revolucionarias, por lo que es muy posible que nos viésemos obligados a empuñar el timón del poder y reeditar el año 1793” (carta del 24 de octubre de 1891)[2].
¡Para que se enteren los oportunistas que gritaban a voz en cuello que las perspectivas “jacobinas” aparecidas en 1905 ante el partido obrero ruso nada tenían que ver con la socialdemocracia! Engels indicaba explícitamente a Bebel la posibilidad de que los socialdemócratas hubieran de participar en un gobierno provisional.
Es muy natural que, con semejantes conceptos de las tareas de los partidos obreros socialdemócratas, Marx y Engels tuvieran la fe más halagüeña en la revolución rusa y en su gigantesca trascendencia universal. En su correspondencia vemos, durante casi veinte años, esa apasionada espera de la revolución en Rusia.
He aquí una carta de Marx del 27 de septiembre de 1877. La crisis oriental[3] despierta el entusiasmo de Marx. “Rusia hace ya mucho que se encuentra en el umbral de grandes, revoluciones, para las que han madurado ya todos los elementos necesarios. La explosión se ha adelantado en muchos años gracias a los golpes asestados por los bravos turcos... La revolución comenzará secundum artem (“según todas las reglas del arte”) por devaneos constitucionales y habrá una bulla de primera (il y aura un beau tapage). Con el beneplácito de la madre naturaleza, llegaremos a vivir ese triunfo”[4]. (Marx tenía a la sazón 59 años de edad.)
La madre naturaleza no dio (y tal vez no pudiera dar) a Marx el beneplácito para vivir “ese triunfo”. Pero él predijo “los devaneos constitucionales”, y sus palabras parecen escritas ayer mismo, tanto sobre la primera como sobre la segunda Duma. Y eso que poner al pueblo sobre aviso de “los devaneos constitucionales” constituyó justamente “el alma viva” de la táctica del boicot, tan odiada por los liberales y los oportunistas...
He aquí la carta de Marx del 5 de noviembre de 1880. Se alboroza del éxito que El Capital ha tenido en Rusia[5] y se pone de parte de los adeptos de Voluntad del Pueblo y en contra del grupo Reparto Negro[6], recién formado a la sazón. Marx captó con tino los elementos anarquistas de las ideas de los populistas de Reparto Negro y, sin conocer ni tener la posibilidad de conocer entonces la futura evolución de éstos hacia la socialdemocracia, los ataca con toda la fuerza de su sarcasmo flagelador:
“Estos señores son contrarios a toda acción política revolucionaria. A juicio de ellos, Rusia debe dar un salto al milenio anarco-comunista-ateísta. Mientras tanto, preparan este salto con el más tedioso doctrinarismo. Han tomado los llamados principios de sus doctrinas del difunto Bakunin.”[7]
De ahí puede inferirse el valor que, para la Rusia de 1905 y los años ulteriores, habría concedido Marx a la importancia de “las acciones políticas revolucionarias” de la socialdemocracia*.
He aquí una carta de Engels, fechada el 6 de abril de 1887: “En cambio, parece que la crisis es inminente en Rusia. Los últimos atentados han provocado un gran desconcierto...” Y en la carta del 9 de abril de 1887 vuelve a lo mismo... “El ejército está lleno de oficiales descontentos que conspiran” (Engels se hallaba entonces impresionado por la lucha revolucionaria de los adeptos de Voluntad del Pueblo y cifraba esperanzas en los oficiales, sin poder ver aún el espíritu revolucionario de los soldados y marinos rusos que se dio a conocer con tanto esplendor dieciocho años más tarde...). “…No creo que el estado actual de cosas perdure un año siquiera. Y cuando en Rusia estalle la revolución (“losgeht”), entonces ¡hurra!”[8].
La carta del 23 de abril de 1887 dice: “En Alemania se suceden las persecuciones (de los socialistas). Dijérase que Bismarck quiere prepararlo todo para que, en el momento que la revolución estalle en Rusia, y eso es cuestión de meses, Alemania pueda seguir al punto su ejemplo” (“los-geschlagen werden”)[9].
Los meses se hicieron larguísimos. Sin duda alguna habrá filisteos que, frunciendo el ceño y torciendo el gesto, condenarán con rigor “el revolucionarismo” de Engels o se reirán condescendientes de las viejas utopías del viejo emigrado revolucionario.
Si, Marx y Engels se equivocaron mucho y a menudo en cuanto a la proximidad de la revolución, en cuanto a las, esperanzas cifradas en la victoria de la revolución (por ejemplo, en 1848 en Alemania) y en cuanto a la creencia de que “la república” alemana estaba próxima (“morir por la república”, escribía Engels sobre aquella época, recordando su estado de ánimo como participante en la campaña militar a favor de la Constitución imperial en 1848-1849[10]). También se equivocaron en 1871, cuando se empeñaron en la empresa de “alzar el sur de Francia, para lo cual (Becker escribe en primera persona de plural, refiriéndose a si mismo y a sus amigos más cercanos, en la carta núm. 14 del 21 de julio de 1871) sacrificábamos y arriesgábamos todo lo que nos era humanamente posible...” Y en la misma carta: “Si en los meses de marzo y abril hubiéramos tenido más dinero, habríamos podido levantar todo el sur de Francia y salvar la Comuna de Paris (pág. 29). Pero semejantes errores de los gigantes del pensamiento revolucionario que trataban de elevar y supieron elevar al proletariado del mundo entero por encima de las tareas mezquinas, ordinarias, de tres al cuarto, son mil veces más nobles, más excelsos, más valiosos y próximos a la verdad en el plano histórico que la impúdica sapiencia del liberalismo oficial que canta, pregona, invoca y proclama la vanidad de las vanidades revolucionarias, la inutilidad de la lucha revolucionaria y el encanto de los desvaríos “constitucionales” contrarrevolucionarios...
Con sus acciones revolucionarias llenas de errores, la clase obrera rusa conquistará su libertad e impulsaré a Europa; y que los espíritus vulgares sigan envaneciéndose de la infalibilidad de su inacción revolucionaria.
6 de abril de 1907
N. Lenin
* A propósito sea dicho. Si no me falta la memoria, entre 1900 y 1903 me contó, no sé si Plejánov o Vera Zasúlich, que existía una carta de Engels a Plejánov sobre Nuestras discrepancias y sobre el carácter de la revolución inminente en Rusia. Sería interesante saber con exactitud si ha existido tal carta, si se ha conservado y si no es hora ya de publicarla150.
[i] Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 37, pág. 270.- 261.
[2] Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 38, pág. l58.- 26l.
[3] Se alude a la guerra ruso-turca de 1877-1878.- 26l.
[4] Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 34, pág. 229.- 262
[5] Algunos insignes representantes del pensamiento social ruso trabaron conocimiento con las obras de C. Marx ya en la década del 40 del siglo XIX. En I872 vio la luz la primera edición rusa de El Capital, traducido por G. A. Lopatin y N. F. Daniclson. Fue la primera traducción de El Capital a otro idioma.- 262.
[6] Voluntad del Pueblo: organización política secreta de populistas terroristas: que se formé en agosto de 1879. La encabezaba un Comité Ejecutivo. El objetivo inmediato de la organización era derrocar la autocracia zarista y conquistar la libertad política. Su programa contenía la demanda de organizar “un cuerpo permanente representativo del pueblo”, elegido por sufragio universal, la proclamación de libertades democráticas, entrega de la tierra al pueblo y elaboración de las medidas necesarias para poner las fábricas en manos de los obreros. Los adeptos de Voluntad del Pueblo sostuvieron una lucha heroica contra la autocracia zarista, pero, partiendo de la errónea teoría de los héroes “activos” y la multitud “pasiva”, pensaban conseguir la restructuración de la sociedad sin la participación de] pueblo, con sus propias fuerzas, mediante el terror individual, la intimidación y la desorganización del Gobierno. Después del l de marzo de I881 (asesinato de Alejandro II), el Gobierno, con brutales persecuciones, ejecuciones y provocaciones, aniquiló la organización de Voluntad del Pueblo. Reparto Negro: organización formada en I879 al escindirse la organización populista Tierra y Libertad en dos organizaciones: Voluntad del Pueblo y Reparto Negro. En sus reivindicaciones programáticas defendía en lo fundamental la plataforma de Tierra y Libertad. Posteriormente una parte de los adeptos de Reparto Negro evolucionó hacia el marxismo y fundó en 1883 la primera organización marxista rusa: el grupo Emancipación del Trabajo; otros después del l de marzo de 1331 se adhirieron a Voluntad del Pueblo.- 262.
[7] Véase C. Marx y F. Engels. Obras., t. 34, pág. 380.- 462.
150 De Nuestras discrepancias y del carácter de la venidera revolución en Rusia Engels escribió en una carta a V. I. Zasúlich, del 23 de abril de 1885 (véase C. Marx y F. Engels, Obras, t. 36, págs. 259-264).-263.
[8] [este es 151] Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 36, págs. 538, 540.- 263.
[9] [este es 152] Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 36, pág. 544.- 263.
[10] [este es 153] Lenin se refiere al ensayo Morir por la república, de la serie La campaña alemana por una constitución imperial (véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 7, págs. l69-207).- 263.
Como siempre se ha ratificado, estos materiales tienen que prender. En el corazón del proletariado virgen, de esa masa que no ha sido estafada por los falsos revolucionarios, esos revisionistas sinvergüenzas que les importa un comino la liberación del pueblo. El proletariado mundial arde de ganas de revolucion de liberarse de la opresion y explotacion, pero carece de liderazgo, de organización su partido mlm. Principalmente maoista pensamiento gonzalo, ese proletariado espera la hora cero para dar inicio a la lucha armada, voz de mando que tiene que dar el liderazgo a través del partido comunista militarizado en el marco de la lucha de clases bajo el explendor de la dictadura del proletariado con guerra popular hasta el comunismo!. Honor y gloria al proletariado mudial mlm. Principalmente maoista pensamiento gonzalo!!!.
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