miércoles, 7 de agosto de 2019

EL HOXHISMO NO ES UNA UTOPÍA IV




"EL IMPERIALISMO Y LA REVOLUCIÓN"

En diciembre de 1978 se hacía pública la línea internacional del hoxhismo.

Anteriormente, en el número 6 del Albania Today de 1976 aparece completo el informe de Hoxha al VII Congreso del Partido del Trabajo de Albania (1976) y sobre la situación internacional se decía: “El mundo se encuentra en una fase en la que la causa de la revolución y de la liberación nacional de los pueblos no es solamente una aspiración y perspectiva, sino también un problema planteado que espera solución”.

Esta enigmática formulación será desarrollada en un documento fundamental en la constitución del hoxhismo: “El Imperialismo y la Revolución”. La versión sobre la que hemos trabajado es la edición española editada por la Editorial Cuestión (de Manuel Blanco Chivite), edición fácsimil de la albanesa (diciembre de 1978) y con la introducción de Raúl Marco.

La introducción de Raúl Marco no era una broma, aunque pueda parecerlo. En unas pocas líneas ya se encuentra una de las características de esta expresión del revisionismo, el uso sistemático de la mentira:

Decía Raúl Marco que:

 "En efecto, algunos partidos, entre otros el PCE (marxista-leninista), llevábamos años discrepando con el P.C. de China. Teníamos desacuerdos sobre muchos problemas...

Fue precisamente en esos momentos cuando tuvo lugar el VII Congreso del P.T.A. y el ya conocido discurso de Enver Hoxha en el que, todavía sin mencionar directamente a los revisionistas chinos, dejaba claras cuestiones esenciales que preocupaban profundamente a los marxistas-leninistas.

Y ahora, con el “Imperialismo y la Revolución”, da respuesta a los problemas planteados, aclara puntos oscuros, fija contundentemente las cuestiones de principios. Y con gran claridad ideológica, empieza poniendo sobre el tapete (y actualizando), la cuestión del imperialismo y la época en la que vivimos." (Raúl Marco, Abril de 1979)

Vamos por partes:

En el discurso de Hoxha ante el VII Congreso del PTA sobre el “revisionismo chino”, contiene como veremos buenos ejemplos de la forma “indirecta”, sin mencionar a “los revisionistas chinos”, con la que Hoxha se puso en la "vanguardia" de la lucha contra el “revisionismo chino”:

“La República Popular de Albania participa de activamente y dice su palabra en la ONU y en muchas organizaciones, reuniones y conferencias internacionales sobre problemas que actualmente preocupan a la humanidad.

Ateniéndose con fidelidad y de manera consecuente a los principios del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario en política exterior, el Partido del Trabajo de Albania y la República Popular de Albania han tenido, en primer lugar, por objeto desarrollar y fortalecer las relaciones de amistad fraternal y de unidad combativa, de colaboración y ayuda mutua con la República Popular de China. La amistad y estrecha  colaboración que unen nuestros dos pueblos, nuestros dos partidos y nuestros dos países se han forjado y templado en la gran lucha de clase contra el imperialismo y el revisionismo, contra la política hegemonista de las superpotencias, el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo soviético, y contra todas las fuerzas reaccionarias del mundo, en la lucha común por la construcción del socialismo y el triunfo de la causa de la revolución y del marxismo-leninismo. El partido del Trabajo de Albania y el pueblo albanés son fieles amigos y aliados del Partido Comunista de China y del pueblo chino. Nuestros dos pueblos y países son compañeros de armas de un mismo ideal y se inspiran en los mismos objetivos y en las mismas tareas internacionalistas. Ninguna calumnia e invención de la propaganda burguesa y revisionista puede deslucir el carácter marxista-leninista y la vitalidad de la amistad albano-china. Nuestro Partido y  nuestro pueblo trabajarán sin cesar para preservar puras y fuertes la amistad y colaboración fraternal con el gran pueblo chino, con su glorioso Partido Comunista, con la gran China Popular.

Los comunistas y el pueblo albanés se alegran inmensamente por los éxitos  que el hermano pueblo chino, bajo la dirección del Partido Comunista de China, ha conquistado en la revolución y la construcción del socialismo en China, en la lucha de clases por el fortalecimiento de la dictadura del proletariado y por la consolidación y el progreso de su Patria. La victoria de la Gran Revolución Cultural Proletaria y el desbaratamiento de los complots de Liu-Sao-Chi, Lin Piao y Teng Siao-ping han creado una situación revolucionaria y han reforzado las posiciones del socialismo y de la dictadura del proletariado.

Las victorias históricas que el pueblo chino ha logrado en su gloriosa revolución y en la construcción del socialismo, la fundación de la nueva China Popular y el elevado prestigio de que goza en el mundo están directamente ligados con el nombre, las enseñanzas y la dirección del gran revolucionario que fue el camarada Mao Tsetung. La gran obra de este eminente marxista-leninista representa una contribución que enriquece la teoría del proletariado. Los comunistas y el pueblo albaneses recordarán siempre con veneración al camarada Mao Tsetung, que ha sido un gran amigo de nuestro Partido y nuestro pueblo.

Nuestro Partido y pueblo saludan estas victorias del Partido y del pueblo de China y les desean éxitos. Nuestro Partido y pueblo respaldan poderosamente el derecho del hermano pueblo chino y de la República Popular de China en liberar la parte inseparable de su territorio Taiwan.” (Hoxha.1976)

No solamente el VII Congreso del PTA no fue lucha contra nada, no solamente  Raúl Marco no dijo nada del “revisionismo chino” en su intervención en el Congreso del PTA, sino que “La Declaración Conjunta de las Delegaciones de los Partidos marxistas-leninistas de América Latina” presentes en el Congreso expresaba en un comunicado lo siguiente:

“Las delegaciones presentes rindieron sentido homenaje y expresaron su profundo dolor por el fallecimiento del camarada Mao Tsetung, Presidente del Comité Central de China, líder indiscutible del pueblo chino, gran marxista-leninista y gran maestro del proletariado y de los pueblos oprimidos del mundo”

“El camarada Mao Tsetung alzó con firmeza las banderas del marxismo-leninismo y desató la lucha contra el revisionismo contemporáneo, contribuyendo así, decisivamente a la reconstrucción del movimiento comunista, marxista-leninista internacional”

El propio Raúl Marco que presumía de su desacuerdo por años con los “revisionistas chinos” en el II Congreso del PCE (marxista-leninista), en 1977, dedicaba un “sentido homenaje al camarada Mao Tsetung, creador y dirigente del Partido Comunista de China y gran estratega de la revolución China” Oficina de Información y Prensa del Comité Central del PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (marxista-leninista)

En este II Congreso también el PCE (marxista-leninista) defendió al Presidente Mao Tse-tung de los que, falsamente, atribuían al Presidente Mao Tse-tung la teoría de los tres mundos de Deng:

“Estos oportunistas tratan de encubrirse con el nombre de Mao Tsetung para colocar su podrida mercancía. Ahora bien, ellos, los oportunistas que para nada hablan de clases, sino de países, deberían conocer la frase de Mao Tse-tung:

´En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro de una determinada clase, y todas las ideas, sin excepción llevan un sello de clase.”

Si esto se afirmaba en 1977, a finales de 1978 las organizaciones hoxhistas encabezadas por el PTA atribuían al Presidente Mao posiciones que no eran suyas, entre éstas se le atribuía la creación de la teoría de los tres mundos de Deng, todo para atacar el maoísmo con falsas acusaciones, con el fin de levantar el hoxhismo como “marxismo-leninismo”  y justificar su capitulación ante el imperialismo y la reacción.

EL IMPERIALISMO Y LA REVOLUCIÓN

Tras la introducción de Raúl Marco comenzaba el documento propiamente dicho.

Empezaba Hoxha dedicando el primer capítulo a los manejos de los imperialistas y el revisionismo donde “explica” los motivos del “retroceso” de la revolución a nivel mundial:  “grandes  fuerzas representantes del oscurantismo, de la esclavitud, de la explotación del proletariado y de los pueblos -el imperialismo norteamericano y sus agentes, el socialimperialismo soviético, el socialimperialismo chino, la gran burguesía y la reacción- se han puesto en pie y luchan contra el marxismo-leninismo.”

Toda una novedad, el imperialismo se resistía a morir, y sobre esta “novedad” sonaba la voz de Hoxha llamando a la retirada.

Lo esencial de la Línea Internacional del Hoxhismo es el abandono del campo de la revolución alegando la falta de condiciones para la revolución. Lo mismo que plantean ahora tanto el viejo como el nuevo revisionismo, con membrete de maoísta.

CITAS

Sobre la caracterización general de la época, primero Hoxha esconde su revisionismo entre proclamas generales:

Nuestra época; como nos enseña Lenin, es la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias. Con esto debemos comprender que a nosotros, marxista–leninistas, nos corresponde combatir con la mayor dureza al imperialismo mundial, a cualquier imperialismo, a cualquier potencia capitalista, que son los que explotan al proletariado y a los pueblos. Sostenemos la tesis leninista de que la revolución está actualmente a la orden del día. El mundo seguirá adelante hacia una sociedad nueva, que será la sociedad socialista. El capitalismo mundial, el imperialismo y el socialimperialismo se descompondrán todavía más y serán liquidados por medio de la revolución. P.138

Después de hacer este análisis general, el mundo “seguirá adelante hacia una sociedad nueva”, hace una advertencia a los “exaltados”, la revolución hay que hacerla cuando se pueda, y como veremos en 1978, para Hoxha no era posible en ninguna parte del mundo:

En el mundo hay muchos elementos exaltados, con buenas o malas intenciones, quienes piensan que es posible hacer la revolución en cualquier época, en cualquier momento y en cualquier parte. Pero se equivocan. La revolución no puede realizarse en cualquier momento y en cualquier parte, conforme a los deseos. La revolución estalla y se realiza en el eslabón más débil de la cadena capitalista. Para que estalle y triunfe, deben condiciones apropiadas, objetivas y subjetivas, y hace falta esperar el momento favorable para lanzarse a ella. Lo principal es que cuando hagan estallar la revolución, las amplias masas del pueblo, con el proletariado al frente, estén decididas y preparadas para llevarla hasta sus últimas consecuencias. P.151

AFRICA

En África, no sólo no es posible la revolución, todos son problemas:

La población africana se ha quedado en un nivel de subdesarrollo desde el punto de vista cultural y económico y ha ido disminuyendo, decayendo, a causa de las guerras coloniales, de la feroz persecución racial, del tráfico de los negros africanos y de su traslado forzoso a las metrópolis, a los Estados Unidos de América y a otros países, para hacerlos trabajar como bestias en las plantaciones de algodón y otros cultivos, y para destinarlos a los trabajos más pesados en la industria y la construcción.

Por estas razones, los pueblos africanos aún tienen por delante una gran lucha. Esta lucha es y será muy compleja, diferente en los diversos países, debido a las condiciones del desarrollo económico, cultural y educacional, del grado de su despertar político, de la gran influencia que ejercen entre las masas de estos pueblos las diversas religiones, como la cristiana, la musulmana, las viejas creencias paganas, etc. Esta lucha resulta aún más difícil porque en muchos de estos países pesa actualmente la dominación neocolonialista junto con la de las camarillas nativas burgués–capitalistas. En ellos la ley la hacen los poderosos estados capitalistas e imperialistas que subvencionan o que tienen bajo su dependencia a las camarillas dominantes, a las que aúpan al poder y derrocan cuando lo exigen los intereses de los neocolonizadores o cuando se rompe el equilibrio de estos intereses.p. 193-194

Sobre el sujeto revolucionario, el papel protagonista le corresponde a la pequeña burguesía, anticipando la aplicación en Etiopía la teoría de las “etapas” y la necesidad de una primera etapa de revolución burguesa:

En esta lucha le corresponde un papel papel particular a los hombres progresistas y demócratas, a los jóvenes revolucionarios y a los intelectuales patriotas, los cuales aspiran a ver sus países avanzando libres e independientes en el camino del desarrollo y del progreso” p. 195

ASIA

Continuamos con la misma cantinela, la revolución es un “problema”:

El problema de la revolución y de la lucha de liberación en Asia, jamás se ha planteado con tanta fuerza  y de manera tan imperativa como ahora; nunca ha sido más complicado que ahora ni su solución más difícil. p 200-201


AMERICA LATINA

Al igual que en todos los continentes, también en América Latina hoy las situaciones se presentan complicadas. p. 209

“El problema se ha complicado aún más, porque desde hace tiempo en las antíguas colonias y semicolonias ha comenzado a penetrar profundamente el socialimperialismo soviético, y porque también China socialimperialista ha dado inicio febrilmente a sus esfuerzos para introducirse en ellos. P. 216


MEDIO ORIENTE

Sobre las luchas de liberación nacional de los pueblos árabes, aquí Hoxha sólo  ve Estados y a las clases reaccionarias, los pueblos no existen y, por supuesto, la revolución es imposible, la unidad de los pueblos árabes es una utopía:

El colonialismo, el poder de los reyes feudales y de la gran burguesía latifundista, al contar con una organización adecuada para ejercer una represión radical y al tener también en sus manos las fuerzas armadas, aplastaban en embrión cualquier conato de rebelión, cualquier reivindicación, aunque fuese de unos pocos derechos económicos muy limitados, y esto por no hablar ya de reivindicaciones políticas y de revolución. P. 189

Por eso, cuando nos referimos a los pueblos árabes, llegamos a la conclusión de que sus problemas no son idénticos, aunque tienen muchos intereses comunes, ni pueden ser solucionados de la misma manera en todos los países. Asimismo no podemos afirmar que entre estos países exista una alianza y la misma opinión sobre la solución de los problemas comunes. Los problemas de cada estado árabe son diferentes, no sólo debido a la diferente actitud de sus gobiernos, sino también a la actitud de los estados coloniales y neocoloniales que todavía hacen la ley en la mayoría de ellos. p. 190


EUROPA

En Europa y en los países imperialistas, la revolución no es que sea difícil, es que ni se nombra en el texto. La principal organización de masas es el sindicato. Toca largos periodos de acumulación de fuerzas, cretinismo parlamentario y la formación de frentes sin hegemonía del proletariado.

FRENTE

Sobre el Frente, éste está formado por Partidos y organizaciones y sin hegemonía del proletariado. Es un frente típico revisionista. Construido como el Frente Sandinista, la Unión Popular en Chile, Izquierda Unida en Perú y España, o las diferentes variantes de Herri Batasuna en el País Vasco, etc:

En las condiciones actuales del desarrollo del movimiento revolucionario y de liberación, en tanto un proceso complejo y con una base social amplia, en el cual participan muchas fuerzas políticas y de clase, el partido revolucionario del proletariado choca a menudo con el problema de la colaboración y los frentes comunes con otros partidos y organizaciones políticas en esta o aquella fase de la revolución, para estos o aquellos asuntos, de interés común.

El partido marxista–leninista no es ni puede ser en principio adversario de la colaboración o de los frentes comunes con otros partidos y fuerzas políticas, cuando lo exigen los intereses de la causa de la revolución y lo imponen las situaciones. Pero jamás ve esto como una coalición de cabecillas y como un fin en sí, sino como un medio para unir a las masas y lanzarlas a la lucha. Es importante que en tales frentes comunes el partido proletario no pierda de vista en ningún momento los intereses de clase del proletariado, la meta final de su lucha, que no se diluya en el frente, sino que conserve en él su individualidad ideológica y su independencia política, organizativa y militar, y luche para asegurar en el frente su papel dirigente y aplicar en él una política revolucionaria. P. 234

Decía Raúl Marco que “la aparición de ´El Imperialismo y la Revolución´ de Enver Hoxha, en el momento oportuno, ha sido una gran ayuda para los marxistas-leninistas del mundo”. Como vemos en realidad, fue una gran ayuda para los capituladores, que tras el golpe de estado en China y la restauración del capitalismo, viendo lejana la revolución buscaron, con palabras “marxistas-leninistas”, un hueco en la vieja sociedad.

A Hoxha le correspondía ponerse a la cabeza del Movimiento Comunista Internacional, en vez de asumir su responsabilidad huyó como una rata del tablero de la Revolución.

Coherente con la aplicación de la  Línea Internacional del Hoxhismo Raúl Marco, Elena Odena y otros liquidaron el FRAP y comenzaron el camino de la “acumulación de fuerzas”, en Colombia se abandona la guerra popular para iniciar las “conversaciones” de “paz” con el Estado reaccionario y el imperialismo, en Etiopía, unos años más tarde, una vez tomado el poder por las fuerzas hoxhistas se abre la puerta de par en par a los yanquis, etc.

También cabe decir que es al Hoxhismo al que le corresponde el “mérito” de destruir a Albania Socialista en una década, que va desde el VIII Congreso y el asesinato de los mejores dirigentes comunistas como Memhet Shehu, hasta el colapso de la Albania social-fascista.

A día de hoy, a cuatro décadas de la publicación del “Imperialismo y la Revolución”, el revisionismo sigue sin encontrar condiciones para la revolución.

SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR ALBANESA

lunes, 29 de julio de 2019

AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº 47:

AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº 47: 

¿TERCERMUNDISMO O MAOÍSMO?

¿Qué es el “tercermundismo”? El término se ha usado para denominar principalmente a dos diferentes fenómenos: 

1) El “Movimiento de Países No Alineados” (MPNA), es decir la agrupación de países que tiene su origen en la Conferencia de Bandung de 1955, promovida por Nasser, Nehru, Sukarno, Tito y otros. En síntesis fue un “antiimperialismo” bajo la dirección de la burguesía con el motivo de buscar una posición más favorable para algunos países oprimidos dentro del sistema imperialista, a través de acuerdos con las superpotencias y potencias imperialistas, es decir un “antiimperialismo” opuesto a la revolución proletaria.

 2) El “tercermundismo” que se presenta como un “desarrollo” o una “aplicación” del marxismo-leninismo o del marxismo-leninismo-maoísmo, y tiene su origen en grupos de intelectuales y organizaciones principalmente en los países imperialistas en los años 60-70. Lo que planteaban los teoréticos del “tercermundismo” (Arghiri Emmanuel, Immanuel Wallerstein, Samir Amin y Gottfred Appel son los más conocidos) en síntesis era que la explotación imperialista del tercer mundo no solo había generado una aristocracia obrera y un revisionismo socialchovinista en los países imperialistas, sino que toda la clase obrera en estos países se había convertido en aristocracia obrera, es decir en una clase ya no revolucionaria sino aliada con la burguesía imperialista. La conclusión de los seguidores de tal “tercermundismo” es que  no es posible hacer la revolución en los países imperialistas y que, consecuentemente, para los comunistas y antiimperialistas en estos países solo quedaría dedicarse a apoyar a las luchas en el tercer mundo en vez de organizar al proletariado y construir los Partidos Comunistas para derrocar a su propia burguesía y construir el Poder proletario a través de la guerra revolucionaria. 

En el presente artículo, a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, vamos a centrar en el segundo tipo de “tercermundismo” aunque este, como vamos a ver, tiene puntos fundamentales en común con la política del MPNA y con otras “teorías antiimperialistas” burguesas o pequeñoburguesas. Ver por ejemplo el llamado “poscolonialismo” o la “teoría poscolonial”, que no es nada más que el “postmodernismo” aplicado al tema del imperialismo/antiimperialismo, planteando en esencia que “el marxismo no es válido” para los pueblos oprimidos del tercer mundo, porque es “occidental” y “eurocentrista”. Lo que todos estos “antiimperialismos” no marxistas tienen en común es precisamente eso: negar, combatir y/o revisar al marxismo; negar el papel del proletariado como clase dirigente en la revolución en cada país y a nivel mundial, y así socavar la unión entre el movimiento de liberación nacional y el movimiento proletario internacional.

La posición marxista-leninista-maoísta

La posición de los marxistas-leninistas-maoístas es clara: la contradicción naciones oprimidas – imperialismo hoy es la contradicción principal en el mundo, y las naciones oprimidas del tercer mundo son la base de la revolución mundial. Como el PCP lo ha definido en su Línea Internacional:
“Nuestro Partido sostiene que en el mundo actual hay tres contradicciones fundamentales: 1) Contradicción naciones oprimidas, de un lado, contra superpotencias imperialistas y potencias imperialistas, de otro lado, ahí está encerrada la tesis de tres mundos se delinean y formulamos así porque el meollo de esa contradicción es con las superpotencias imperialistas pero también se da contradicción con las potencias imperialistas. Esta es la contradicción principal y su solución es el desarrollo y triunfo de revoluciones de nueva democracia. 2) Contradicción proletariado-burguesía, tiene como solución la revolución socialista y en perspectiva la revolución cultural proletaria. 3) La contradicción interimperialista: entre las superpotencias, superpotencias y potencias imperialistas y potencias imperialistas entre sí, lo que lleva a guerra por la hegemonía mundial y guerras imperialistas, de rapiña a las que el proletariado debe contraponer la guerra popular y en perspectiva la guerra popular mundial. La contradicción socialismo-capitalismo no la ponemos hoy porque sólo se da a nivel ideológico y político pues no existe como Estado, hoy no hay sistema socialista, lo hubo y sostener que existe hoy es plantear en esencia que la URSS es socialista, lo cual es revisionismo.” (Partido Comunista del Perú – Línea Internacional, 1988)
Y como establece el Presidente Gonzalo en la Entrevista de 1988:
“…nosotros insistimos en que la contradicción naciones oprimidas, por un lado, y, por el otro, superpotencias imperialistas y potencias imperialistas es la principal y de gran trascendencia para la revolución mundial; tiene que ver, a nuestro juicio, con el peso de la masa en la historia, es evidente que la inmensa mayoría de las masas que pueblan la Tierra viven en las naciones oprimidas; es evidente, también, que éstas crecen cuatro veces más rápidamente de lo que crecen las poblaciones que viven en países imperialistas. […]
Creemos firmemente en esto y no es por un chauvinismo de ser pertenecientes, como dicen algunos, a países o naciones oprimidas, no es eso; ésa es la tendencia que se ve en la historia y ése es el peso de la masa en la historia y es que los hechos, además, vienen demostrando que donde se está hundiendo y socavando más y más el imperialismo es en la lucha que se libra en las naciones oprimidas; son hechos irrebatibles, por lo tanto, consideramos que esa contradicción principal es de gran trascendencia y va a definir el barrimiento del imperialismo y de la reacción de la faz de la Tierra, siempre y cuando se ponga como mando y guía de la revolución mundial el marxismo-leninismo-maoísmo, que se desarrollen partidos comunistas sobre esa ideología y que se asuma la guerra popular, una vez más, según el tipo de revolución y las condiciones específicas.” (Entrevista al Presidente Gonzalo) [nuestro énfasis, SR]
Además, el PCP destaca que existe una situación revolucionaria en desarrollo desigual en el mundo, incluidos los países imperialistas:
“Y Europa donde se desarrollan persistentes acciones militares antiimperialistas, siendo necesario estudiar la ideología y la política que los sustenta, la clase a la cual sirven, su ligazón con la ideología del proletariado y su papel dentro de la revolución proletaria mundial, como su posición frente al revisionismo contemporáneo; movimientos que expresan la existencia de situación revolucionaria en desarrollo desigual en el Viejo Continente.” [el subrayado es nuestro – SR]
Es decir que la lucha de las naciones oprimidas contra el imperialismo es base de la revolución mundial y va a definir el barrimiento del imperialismo, bajo la condición de que el proletariado la dirija con su ideología el marxismo, hoy el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. La contradicción principal determina como se expresan y desarrollan las otras contradicciones, pero no las anula. Además: “cualquiera de las cuatro contradicciones fundamentales puede ser principal según la circunstancia específica de la lucha de clases, transitoriamente o en determinados países” (Línea Internacional); por ejemplo, en un país imperialista la contradicción proletariado – burguesía sigue siendo la principal. La contradicción naciones oprimidas – imperialismo no niega la contradicción fundamental entre el proletariado y la burguesía, y no niega el papel histórico del proletariado, la única clase capaz de dirigir la revolución. No niega que la situación revolucionaria en desarrollo desigual se expresa también en los países imperialistas. Como vamos a ver, eso es precisamente lo que los “tercermundistas” quieren negar: el marxismo, la dirección proletaria, la existencia de una situación revolucionaria y la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial.

Un libro tercermundista

En 2018 se publicó en inglés el libro The Global Perspective: Reflections on Imperialism and Resistance (La Perspectiva Global: Reflecciones sobre el Imperialismo y la Resistencia) del autor danés Torkil Lauesen. Desde 1968 hasta los años 80, Lauesen era miembro de un grupo (M-KA – Grupo de Trabajo Comunista - Manifiesto) en Dinamarca originalmente encabezado por Gottfred Appel y guiado por su “teoría” tercermundista, la cual consideraban un “desarrollo” o una “aplicación” del marxismo-leninismo-pensamiento mao tsetung. Aplicando esa “teoría” en la práctica este grupo se dedicó a formar contactos con diferentes movimientos de liberación nacional en el tercer mundo y a recoger recursos para estos movimientos, incluso con acciones armadas para confiscar tales recursos. El grupo se disolvió en 1989 cuando Lauesen y otros miembros fueron detenidos y encarcelados. Hoy, Lauesen junto con Zak Cope y otros intelectuales siguen publicando libros y textos promoviendo su tesis “tercermundista” adaptada a las nuevas “teorías izquierdistas” de moda. 

El libro de Lauesen, como muchos de los textos “tercermundistas”, hace un resumen de la historia del imperialismo, del revisionismo socialchovinista y como este ha formado el pensamiento y la política del movimiento obrero en los países imperialistas. En sí, este resumen y los datos presentados serían beneficiosos de estudiar para la mayoría de “izquierdistas” en estos países que son formados por más de cien años del revisionismo socialchovinista que todavía constituye el fundamento ideológico de todo tipo de organizaciones revisionistas y anarquistas. Ahí, Lauesen refiere a las posiciones correctas de Marx, Engels y Lenin sobre el tema de la explotación de las colonias y las implicaciones de ella para la lucha de clases en los países imperialistas:
“Irlanda es el baluarte de la aristocracia inglesa. La explotación de esta tierra no es sólo una fuente importante de su riqueza material; es su mayor poder moral. Representan de hecho el dominio de Inglaterra sobre Irlanda. Irlanda es, por lo tanto, el gran medio a través del cual la aristocracia inglesa mantiene su dominio en la propia Inglaterra.
Por otro lado: si mañana se retiraran el ejército y la policía inglesa de Irlanda, tendríamos inmediatamente una revolución agraria en Irlanda. La caída de la aristocracia inglesa en Irlanda, sin embargo, significaría y necesariamente causaría su caída en Inglaterra. Esto último cumpliría la condición previa para una revolución proletaria en Inglaterra.”  (Carta de Karl Marx a Sigfrid Meyer y August Vog, 1870)
"El capitalismo intentó superar las contradicciones de su estructura social. La sociedad burguesa es una sociedad de clases. Pero el capital de los grandes estados “civilizados” se esforzó en ahogar las contradicciones sociales. A expensas de los pueblos coloniales a los que destruía, el capital compraba a sus esclavos asalariados, creando una comunidad de intereses entre los explotadores y los explotados, comunidad de intereses dirigida contra las colonias oprimidas y los pueblos coloniales amarillos, negros o rojos. Encadenaba al obrero europeo o norteamericano a la “patria” imperialista." (I Congreso de la Internacional Comunista; Plataforma de la Internacional Comunista, 1919)
En las citas de Bernstein, como la siguiente, se ve el origen del socialchovinismo que hoy sigue siendo una de las características principales del revisionismo: "Las colonias están ahí, y es preciso ocuparse de ellas; estimo que cierta tutela de los pueblos civilizados sobre los pueblos no civilizados es una necesidad." (Bernstein), y Lauesen explica: "Las conexiones establecidas por Bernstein entre los intereses de la clase obrera alemana y el colonialismo eran lógicas. Sólo el colonialismo hizo posible mejorar la situación de los trabajadores europeos. Las ganancias coloniales permitieron al capital mitigar las contradicciones sociales dentro de los países europeos. Ayudó a convertir a las clases peligrosas en ciudadanos leales. El espectro de la revolución estaba contenido." (Lauesen, Torkil. The Global Perspective: Reflections on Imperialism and Resistance . Kersplebedeb Publishing. Kindle Edition.)

Entonces, sobre el origen y el carácter del revisionismo, del reformismo y de todo el oportunismo socialchovinista todo está claro, y sigue siendo válida y correcta la posición de Lenin:
“…los países adelantados han creado y siguen creando su cultura con la posibilidad de vivir a expensas de mil millones de habitantes oprimidos. Porque los capitalistas de estos países reciben mucho por encima de lo que podrían recibir como ganancia por el expolio de los obreros de su país. [...] Y esos miles de millones de superganancias son la base económica en que se apoya el oportunismo en el movimiento obrero." (Informe sobre la situación internacional y las tareas fundamentales de la Internacional Comunista, 1920)

El tercermundismo contra el marxismo

Aunque quieren presentarse como luchadores contra el socialchovinismo y buenos ayudantes a las luchas antiimperialistas, los “tercermundistas” en su análisis de la historia y de la situación actual abandonan el marxismo y llegan a las mismas conclusiones de la reacción y todo el revisionismo; que el marxismo ha “fallado” debido a su “dogmatismo”, que la revolución mundial está en “repliegue”, que hay que buscar “nuevos métodos” y ante todo, que no es posible ni deseable organizar al proletariado para hacer la revolución en los países imperialistas. En vez de movilizar a la clase para combatir y aplastar al socialchovinismo, plantean capitular ante el mismo. Niegan lo establecido por Lenin:
“Ni nosotros ni nadie puede calcular exactamente qué parte del proletariado es la que sigue y seguirá a los socialchovinistas y oportunistas. Sólo la lucha lo pondrá de manifiesto, sólo la revolución socialista lo decidirá definitivamente. Pero lo que sí sabemos con certeza es que los "defensores de la patria" en la guerra imperialista sólo representan una minoría. Y por esto, si queremos seguir siendo socialistas, nuestro deber es ir más abajo y más a lo hondo, a las verdaderas masas: en ello está el sentido de la lucha contra el oportunismo y todo el contenido de esta lucha. Poniendo al descubierto que los oportunistas y los socialchovinistas traicionan y venden de hecho los intereses de las masas, que defienden privilegios pasajeros de una minoría obrera, que extienden ideas e influencias burguesas, que, en realidad, son aliados y agentes de la burguesía, de este modo enseñamos a las masas a comprender cuáles son sus verdaderos intereses políticos, a luchar por el socialismo y por la revolución, a través de todas las largas y penosas peripecias de las guerras imperialistas y de los armisticios imperialistas.
La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarlas para la revolución en una lucha despiadada contra él, en aprovechar la experiencia de la guerra para desenmascarar todas las infamias de la política obrera liberal-nacionalista, y no para encubrirlas.” (V.I. Lenin – El imperialismo y la escisión del socialismo, 1916)
Según Lauesen, el leninismo “fracasó”: “Lenin quería movilizar al proletariado por debajo del nivel superior de los trabajadores mejor pagados y sindicalizados. Su estrategia fracasó.” (Lauesen, torkil. La perspectiva global: reflexiones sobre el imperialismo y la resistencia.) Este tema es recurrente en el libro: “El socialismo de estado no proporcionó el ejemplo de un mundo mejor que habíamos esperado; Faltaban tanto las estructuras democráticas como el progreso económico” (ibid.). 

Así como el “ex-maoísta” Avakian y otros revisionistas, Lauesen plantea que las revoluciones socialistas “fracasaron” porque los comunistas eran “dogmáticos” y “nacionalistas”: “Los intereses nacionales de los estados socialistas a menudo pesaban más que la solidaridad internacional en la lucha contra el imperialismo. Esto contribuyó a la disminución del movimiento antiimperialista a fines de los años setenta.”(ibid.) Para Lauesen, lo que “contribuyó a la disminución” no era el revisionismo, sino el “dogmatismo” de los comunistas que lucharon contra este revisionismo. Para Lauesen, el problema con las luchas en Vietnam, Palestina y otros lugares no era el bastón de mando del socialimperialismo soviético y la influencia del revisionismo contemporáneo, sino que los comunistas guiados por el Presidente Mao habían “dividido” a las fuerzas revolucionarias: “[la crítica china] causó una gran división en el movimiento socialista internacional que tuvo consecuencias negativas para los socialistas de todo el mundo. En retrospectiva, creo que la política soviética de "coexistencia pacífica" fue correcta. […]En M-KA, vimos a la Unión Soviética como un aliado táctico. "En nuestra colaboración práctica con los movimientos de liberación en África y Oriente Medio, vimos que la Unión Soviética estaba desempeñando un papel positivo en el terreno".
Así como niega que se restauró el capitalismo en la Unión Soviética (en 1956), convirtiéndola en una superpotencia socialimperialista, Lauesen hoy considera que China no es una superpotencia imperialista sino que “Abrirá nuevas ventanas de oportunidad para un cambio social radical” y que “el gobierno chino representa cada vez más los intereses del Sur Global en los debates internacionales.” (ibid.). Lauesen y los “tercermundistas” han sustituido al marxismo por el pragmatismo, y niegan descaradamente la lucha entre la posición proletaria, el marxismo, y la posición burguesa dentro de las filas proletarias, el revisionismo. Consecuentemente plantea que “El socialismo realmente existente, y con él el movimiento antiimperialista de los años 70 y 80, desapareció con el colapso de la Unión Soviética en 1991. (ibid.)” Son las mismas posiciones revisionistas que encontramos en otros “ex-marxistas” como los Zapatistas en Mexico (los cuales Lauesen ensalza como ejemplo de los “nuevos métodos” que tienen que reemplazar el marxismo “autoritario” y “dogmático) y los seguidores de Öcalan, así como en todo tipo de organizaciones revisionistas y socialchovinistas de los países imperialistas.

Negando al proletariado como clase dirigente

Para sustentar sus revisiones del marxismo, los tercermundistas han tenido que abandonar la definición marxista de lo que es una clase. Según Lauesen, “El término "clase" se usa para agrupar a personas con el mismo estatus económico.” (ibid.) – es decir más o menos la misma definición vulgar que la burguesía quiere imponer. Para los marxistas, las clases se definen por su relación con los medios de producción, y por su conciencia de clase. Aplicando esa definición científica, vemos que aunque las diferencias en nivel de vida, salarios etc. entre diferentes grupos de proletarios sí pueden afectar cómo se desarrolla la lucha de clases, no cambia el hecho fundamental de que todos los proletarios son explotados por los dueños de los medios de producción, y que la contradicción entre el proletariado y la burguesía es una contradicción antagónica, que no se puede resolver sino con la revolución proletaria y la destrucción de la burguesía como clase, sea en un país oprimido o en un país imperialista. Esta es una verdad objetiva, científica y marxista.

Aquí vemos el fondo del revisionismo tercermundista: negar la revolución proletaria, reemplazándola con una supuesta “revolución de los pobres contra los ricos”, con una versión más del “anticapitalismo” no proletario que ya hemos visto en movimientos como “Occupy”, “Attac” y otros, es decir movimientos bajo dirección burguesa que en última instancia solo sirven para movilizar a las masas en torno a supuestas reformas dentro del sistema, por un “capitalismo más humano”. Lauesen refiere a tales movimientos en términos positivos, pero la revolución proletaria, como definida en el Manifiesto Comunista, ya no sería válida: “Cuando El Manifiesto Comunista fue escrito en 1848, el llamado a los 'proletarios de todos los países' a unirse no parecía utópico. Lo hace hoy, si consideramos tanto realidades históricas como contemporáneas. ¿Existe realmente una clase obrera unida por la explotación?” (ibid.). Aplicando su definición burguesa de las clases, llega a la conclusión que todos los “tercermundistas” tienen en común: “Los trabajadores del Norte Global tienen un interés objetivo en preservar el sistema.” (ibid.)

Es decir que para los “tercermundistas” el problema de hacer la revolución en un país imperialista no es un problema de factores subjetivos, de conciencia de clase, de la necesidad de combatir al revisionismo socialchovinista y de construir los Partidos Comunistas. Para ellos el problema no está en que sectores (e incluso grandes sectores) de la clase obrera están bajo la influencia de la ideología y la política de la burguesía imperialista y sus lacayos revisionistas, sino que estos obreros “objetivamente” no tienen interés en destruir el sistema de explotación y opresión. No es raro que los teoréticos “tercermundistas” tengan que recurrir a las “teorías” de las clases explotadoras para “sustentar” a tales tonterías, porque con el marxismo no se puede. En realidad, las condiciones objetivas para la revolución en los países imperialistas existen y se expresan cada vez más en las luchas actuales.

Aunque Lauesen admite que hay problemas con la teoría “tercermundista” que él y su organización aplicaron en los años 70-80, y admite que el sistema imperialista hoy está en crisis y que las “condiciones objetivas para el cambio social son buenas”, en sus conclusiones finales se une con todos los demás revisionistas y socialchovinistas, planteando que el marxismo y la revolución proletaria han “fracasado”, que no hay que destruir a los viejos Estados reaccionarios y construir los nuevos – porque “las herramientas del poder estatal son herramientas efectivas de opresión; No son herramientas efectivas de cambio” (ibid.). En vez de la revolución proletaria, Lauesen propone seguir el ejemplo de los Zapatistas, de “no tomar el Poder, sino ejercerlo” (Subcomandante Marcos). Enumera tantos ejemplos de organizaciones, gobiernos y movimientos reformistas y “postmarxistas” que supuestamente representan el “nuevo camino” que hay que seguir, pero no menciona ni con una palabra la guerra popular en Perú, que desde su inicio en 1980 se desenvuelve como faro y guía para millones de revolucionarios obreros y campesinos en el mundo, y la guerra popular en la India solo la menciona incidentalmente.

Conclusiones

La situación actual es que el imperialismo se encuentra en su crisis general y última, estamos entrando en una nueva gran ola de la revolución proletaria mundial y una situación revolucionaria en desarrollo desigual se expresa en todo el mundo. La revolución proletaria mundial está en su ofensiva estratégica. Mientras los imperialistas desenvuelven su nuevo reparto del mundo y se preparan para una tercera guerra mundial imperialista por la hegemonía mundial y para repartirse el botín (las naciones oprimidas), las fuerzas revolucionarias avanzan contra viento y marea, como se expresa en las guerras populares y luchas armadas bajo la bandera del maoísmo en Perú, en India, en Filipinas y otros lugares, en las luchas de liberación nacional en el tercer mundo y en las luchas violentas y heroicas del proletariado incluso en los países imperialistas. Los países oprimidos son la base de la revolución mundial, y cuando las guerras populares del mundo converjan en una guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista, las fuerzas de las naciones oprimidas cercarán a las superpotencias y potencias imperialistas, unidas con las fuerzas revolucionarias que luchan dentro de las entrañas de la bestia en los países imperialistas.

En los países imperialistas la contradicción proletariado–burguesía sigue siendo la contradicción principal, expresándose en luchas violentas en los barrios proletarios, en huelgas y en protestas contra el viejo orden. El avance de las revoluciones en el tercer mundo inevitablemente va agudizando a las condiciones objetivas en los países imperialistas, generando cada vez más condiciones para la revolución en las entrañas de la bestia. El imperialismo, la reacción y el revisionismo hoy se esfuerzan para reforzar la retaguardia imperialista*, utilizando el revisionismo socialchovinista, el fascismo y el liberalismo para movilizar a las masas en servicio de la guerra imperialista y la dictadura burguesa, pero al mismo tiempo ya vemos que hay nuevas organizaciones en estos países que están por asumir el maoísmo y construir o reconstituir sus Partidos Comunistas como Partidos marxistas-leninistas-maoístas militarizados, aplicando la ideología universal a las condiciones específicas para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular. 

La esencia del “tercermundismo” es negar estas verdades marxistas y reemplazarlas con viejas y podridas “teorías” burguesas. Algunos lo hacen en forma más abierta, como Lauesen; otros pretenden presentar su “tercermundismo” como un “desarrollo” o una “aplicación” del marxismo-leninismo-maoísmo, pero en todos los casos no es nada más que un pretexto para no hacer el trabajo revolucionario en los países imperialistas; para postergar la revolución y limitarse al trabajo legal de crear opinión pública o “apoyar” a las luchas en el tercer mundo. Los comunistas, por otro lado, enarbolamos el principio de que el mejor apoyo a las revoluciones en otros países es hacer la revolución en su propio país.
“En este sentido pensamos la gran importancia de la contradicción principal que planteamos. Hay quienes no creen así y piensan que en el fondo no creemos en la revolución en los países imperialistas; creemos que estas revoluciones son una necesidad histórica y que el desarrollo de la contradicción principal les da condiciones mejores, y que hasta una guerra mundial dará mejores condiciones para que hagan la revolución y se hará porque es una necesidad; al fin y al cabo, tienen que confluir las dos grandes fuerzas, las dos grandes revoluciones: la revolución democrática y la revolución socialista para que triunfe la revolución en el mundo, sino no se podría barrer al imperialismo ni a la reacción de todo el globo. Eso es lo que pensamos.
Para nosotros, se nos plantea, cuál es el punto clave: es el marxismo-leninismo-maoísmo porque el problema es tener una línea ideológica y política justas y correctas, y no puede haber línea política justa y correcta si no hay justa y correcta ideología; por eso creemos que la clave de todo es la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. En segundo lugar: desarrollar partidos comunistas, ¿por qué?, porque las masas están sedientas de revolución, las masas están expeditas y claman revolución; así que el problema no está en ellas, el proletariado clama revolución, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo claman revolución, entonces necesitamos desarrollar partidos comunistas, el resto, reitero, lo hacen las masas que son la que hacen la historia y van a barrer al imperialismo y a la reacción mundial con guerra popular.” (Entrevista al Presidente Gonzalo, 1988)
_______________________________________
* "lo más importante de todo consiste en que la socialdemocracia [el revisionismo] es el principal vehículo del pacifismo imperialista en el seno de la clase obrera; por consiguiente, es el sostén fundamental del capitalismo en la clase obrera para la gestación de nuevas guerras e intervenciones. / Mas, para preparar nuevas guerras, no basta solamente con el pacifismo, aunque éste sea apoyada por una fuerza tan considerable como la socialdemocracia. Para ello se necesitan, además, ciertos medios de aplastamiento de las masas en los centros del imperialismo. El imperialismo no puede hacer la guerra sin reforzar la retaguardia imperialista. No se puede forzar la retaguardia imperialista sin aplastar a los obreros. Para ello, precisamente, existe el fascismo. (J.V. Stalin - Balance del pleno de Julio del C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S.)