domingo, 17 de mayo de 2015

¡VIVA EL 35º ANIVERSARIO DEL INICIO DE LA GUERRA POPULAR DEL PERÚ!



¡Proletarios de todos los países, uníos!
 
¡VIVA EL 35º ANIVERSARIO DEL INICIO
DE LA GUERRA POPULAR DEL PERÚ!
 
LA GUERRA POPULAR DEL PERÚ MANTIENE FIRMEMENTE SU RUMBO HACIA EL DORADO COMUNISMO

"En medio de un complejo sistema de guerras de todo tipo se hundirá el imperialismo y la reacción mundial y surgirá el socialismo; en consecuencia, revolución y contrarrevolución están conscientes que sólo a través de la guerra se definen los cambios políticos. Teniendo la guerra carácter de clase, hay guerras imperialistas como la I y II guerras mundiales que son guerras de rapiña por un reparto del mundo; o guerras de agresión imperialista a una nación oprimida como la de Inglaterra a Las Malvinas, la del imperialismo yanqui a Vietnam, la del socialimperialismo a Afganistán; guerras de liberación nacional como las que se dan en Asia, África y América Latina. Y siendo la guerra popular en el Perú marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo la que por su carácter justo y su correcta dirección, sin sujetarse a las superpotencias ni potencias imperialistas, es la que está a la vanguardia, es una realidad que nos demuestra que los comunistas deben poner el acento en el aspecto principal de desarrollar la guerra popular como la forma principal de lucha en el mundo para servir a la revolución."
(LÍNEA INTERNACIONAL, Partido Comunista del Perú, 1988)
"Así, la guerra popular mundial es la respuesta adecuada que sirve para impedir la guerra imperialista o si ésta se da, transformarla en guerra popular. Pero como comunistas hacemos la guerra para destruir la guerra a través de la guerra y establecer la "Paz perdurable"; somos los únicos que combatimos por la paz no como los Reagan y Gorbáchov que cuanto más hablan de paz más hacen la guerra, ellos son los guerreristas."
(LÍNEA INTERNACIONAL, Partido Comunista del Perú, 1988)

El 17 de mayo de 1980 comenzó la gran gesta heroica de la guerra popular del Perú, una nueva etapa en la historia se escribía: un Partido, el Partido Comunista del Perú, reconstituido como Partido de nuevo tipo marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo, y bajo la Jefatura del Presidente Gonzalo pasaba a ser vanguardia de las luchas del proletariado y resolvía el problema del inicio, y sobre todo, el de abrir un nuevo período de lucha del proletariado con el arma más contundente y fundamental que tiene la clase: la guerra popular. El salto a la lucha armada se dio tras intensas luchas, pero esta se sancionó de forma decisiva:
"... el Partido en la II Sesión Plenaria del Comité Central ha definido "Desarrollar la Militarización del Partido a través de acciones"; sanciona que a través de acciones bélicas el Partido devendrá la poderosa y reconocida vanguardia de la clase obrera del Perú, el reconocido centro de la revolución peruana. La II Sesión Plenaria ha sancionado un "plan de inicio de la lucha armada" que soluciona un problema no resuelto hasta hoy: el inicio de la lucha armada; esto camaradas, no es para enorgullecernos, es para comprender nuestra inmensa responsabilidad, sólo para eso. El envanecimiento nunca debe estar ni por asomo en nosotros; la modestia y la sencillez deben acompañarnos; y cuanto más hagamos, más modestos y más sencillos porque somos fieles servidores de la clase y del pueblo. Así tenemos que aprender a ser. Muchas cosas cambiarán más profundamente aún en nosotros. Tenemos camaradas, por obra de la acción de la historia universal, del marxismo-leninismo- pensamiento maotsetung, por obra de nuestro pueblo que entra a definir su historia por las armas, por obra de cincuenta años de brega del Partido, de innumerables comunistas y como derivación de lo que nuestro propio fundador puso a andar, tenemos resuelto el problema del inicio de la lucha armada. Hemos resuelto el primer problema militar fundamental, cómo iniciar la lucha armada. Sabemos qué hacer, cómo armarnos y, lo principal, cómo levantar al campesinado para en ardua brega arrancar una guerrilla de esa poderosa tierra que es el campesinado; sabemos cómo hemos de enfrentar a cercos y también cómo quebrantarlos. "
("SOMOS LOS INICIADORES", Comité Central Ampliado- Partido Comunista del Perú. 1980) 


Así, ese 17 de mayo de 1980, la guerra popular en el Perú, bajo la dirección del Partido, el proletariado y el pueblo peruano, como parte del proletariado internacional y de los pueb­los del mundo, entramos a ser protagonistas de la historia, protagonistas conscientes, organizados, armados y se concretó la gran ruptura y se comenzó a hacer el futuro, la revolución comunista.
"... la brega será dura, larga, difícil, cruenta; hay que acerar el alma, ser fuertes, vigorosos, no temer y estar seguros de la victoria; que la confianza en su conquista anide en nuestro corazón pues servimos al pueblo y a la clase. El problema es que con decisión y firmeza iniciaremos la lucha armada, la desplegaremos y sus banderas poblarán nuestra tierra, con rotundas acciones que registrará la historia. Camaradas, nuestro pueblo entra a tomar el poder por las armas; está en marcha, la gesta más grandiosa que nuestra patria ha visto. Como eso, no se verá nunca más, será grandioso. ¡Eso haremos nosotros!; a eso servimos y serviremos, el pueblo y la clase, el proletariado lo mandan. No podemos, no debemos fallar. " (Ibídem.)

La guerra popular se inició en el 80, para no detenerse ni un solo instante hasta que lleguemos todos al comunismo; hoy comprendemos la dimensión que le corresponde, en ese momento sólo el Presidente Gonzalo, lanzando la mirada décadas por delante caló su gran significado histórico. 

La situación actual no es la de ayer. Pero, la historia nos va demostrando paso a paso, día a día, año a año, que hoy más que nunca se necesita enarbolar guerra popular para aplastar la cruel violencia genocida del imperialismo. Como se dijo en el ILA: que esa siniestra violencia encuentre hoy la horma de su zapato. Que la violencia de la revolución, se apreste a definir su contienda por las armas.

Las contradicciones interimperialistas, entre la superpotencia hegemónica yanqui y otras potencias imperialistas se agudizan día a día. El imperialismo yanqui trata de mantener su hegemonía entre las potencias imperialistas a la vez que el socialimperialismo chino, Rusia y otras potencias imperialistas están por un "nuevo orden", "multipolar", para alargar y sostener el imperialismo, un "nuevo orden" más monopolista y parasitario. El nuevo reparto del mundo a través del hecho militar ya se está llevando a cabo. Pero las superpotencias y potencias imperialistas no sólo están por repartirse el mundo, también tienen como objetivo aplastar la revolución; no es sólo pugna interimperialista, como dicen los revisionistas, también necesitan conjurar la revolución para que no ocurra lo mismo que tras la I y II Guerra Mundial, que la guerra imperialista se transformó en revolución proletaria. 

Es por esto que el Partido Comunista del Perú, como fracción roja del Movimiento Comunista Internacional, con su Comité Central a la cabeza, está llevando una intensa lucha de dos líneas a nivel internacional para aplastar al revisionismo de nuevo y viejo tipo, poniendo otra vez de relieve la importancia histórica de la guerra popular en el Perú. Combatiendo a la LOD y a la LOI en el Perú con más guerra popular y a nivel internacional desenmascarando los fundamentos del nuevo revisionismo y señalando sus cabezas (Avakian, Prachanda, Öcalan etc.). 

El inicio de la guerra popular demostró que nos encontramos en los 50-100 años de barrimiento de este podrido sistema. Que nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial. Esto es clave porque el revisionismo nuevo y viejo sólo ven contienda interimperialista, difunden que el despliegue de armas del imperialismo en el mundo, que la guerra imperialista en Oriente medio demuestra que el imperialismo está fuerte, sirviendo al plan del imperialismo de aplastar la revolución comunista. Por eso centran en hablar de democracia, derechos del pueblo, racismo, cacarean pesimismo por sus pútridas bocas diciendo que estamos en la defensiva estratégica, etc. Todo eso para desviar a la clase de la tarea fundamental: la constitución y reconstitución de Partidos comunistas que sigan el camino de la guerra popular del Perú, que inicien guerra popular para la conquista del poder y con guerra popular lleguemos hasta el comunismo. 

La perspectiva para la izquierda en esta década es avanzar, por eso el PCP ha hecho el llamado a los Partidos Comunistas, a la izquierda dentro de estos de avanzar audazmente en todo el mundo, combatiendo al revisionismo, aplastando líneas contrarias para conquistar el poder. Es necesario combatir toda línea capituladora que se oponga a que el Partido Comunista asuma su papel de Estado mayor del proletariado para convertirlo en ficha de ajedrez de los llamados "multipolares". Hay que barrer todo cretinismo parlamentario, el uso de la lucha armada sólo como medio de presión para poder participar en elecciones y/o negociar su integración en el viejo sistema. 

En el Perú los despreciables del MOVADEF están por elecciones, demostrando el papel contrarrevolucionario del nuevo revisionismo. Tratan de legitimar el viejo Estado y al mismo tiempo desviar la lucha de las masas dirigidas por el PCP de la toma del Poder. Para eso presentan al imperialismo, principalmente yanqui, como todopoderoso, la revolución como imposible y las elecciones como algo táctico. La realidad es que son parte del plan del imperialismo cuyo objetivo es que las luchas de las masas de todo el mundo no las dirija el proletariado a través de los Partidos Comunistas maoístas, para que el maoísmo no pase a ser el único mando y guía de la revolución. Para implementar este plan el imperialismo está creando nuevas organizaciones, engendros políticos como Podemos en España, en Grecia, etc., para que junto al nuevo y viejo revisionismo desvíen las luchas hacia el cretinismo parlamentario. 

¡Tenerlo claro proletarios de todo el mundo: la perspectiva es brillante!

El imperialismo agoniza en medio de su crisis final y las masas quieren la revolución. La historia ha demostrado, como en Nepal, que cuando se persiste en el camino iniciado por la guerra popular en el Perú la revolución avanza, y que cuando se cambia el rumbo y, cuando en nombre de la "unidad" se traicionan los principios, las masas lo pierden todo, el Partido, el ejército y el nuevo poder. Este es el motivo y no otro de la campaña del imperialismo y el nuevo revisionismo de aislar a la guerra popular del Perú, atacando a los «dogmáticos», atacando al Presidente Gonzalo y al pensamiento gonzalo, negando la existencia del PCP y su Comité Central, levantando otras "revoluciones" como las "Bolivarianas", "ciudadanas", al nuevo fascismo bajo la consigna de apoyar a los gobiernos que fortalecen al «movimiento popular» y la «justicia social», los homenajes a Mandela, el apoyo de «procesos de paz» del imperialismo, como en Colombia; pues, como representantes de otras clases están apanicados con la revolución proletaria mundial, con la perspectiva de una guerra popular mundial que se oponga a la guerra mundial imperialista, que barra al imperialismo, al revisionismo y la reacción de la faz de la Tierra. 

Hoy, en este nuevo aniversario del inicio de la lucha armada en el Perú, saludamos con optimismo revolucionario el avance, en medio de las complejas circunstancias del recodo y la inflexión, y el persistir en la guerra popular del Perú, que viene demostrando a los pueblos del mundo el camino a seguir; que la línea ideológico-política correcta lo decide todo. Así, el Comité Central del PCP guiándose por el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo, mantiene el rumbo, combatiendo al imperialismo, al revisionismo y a la reacción, hacia la toma del poder en todo el país, en tránsito al socialismo y al dorado comunismo.

¡VIVA EL 35º ANIVERSARIO DE LA GUERRA POPULAR DEL PERÚ!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PENSAMIENTO GONZALO, PRINCIPALMENTE PENSAMIENTO GONZALO!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
Movimiento Popular Perú,
Mayo de 2015

jueves, 30 de abril de 2015

1º de Mayo de 2015: ¡VIVA EL PROLETARIADO INTERNACIONAL!


¡Proletarios de todos los países, uníos!

1º DE MAYO DE 2015:

¡VIVA EL PROLETARIADO INTERNACIONAL!

¡ESTAMOS EN LA ETAPA DEL BARRIMIENTO FINAL DEL
IMPERIALISMO Y LA REACCIÓN DE LA FAZ DE LA TIERRA!
"Y ¿qué es el maoísmo? El maoísmo es la elevación del marxismo-leninismo a una tercera, nueva y superior etapa en la lucha por la dirección proletaria de la revolución democrática, el desarrollo de la construcción del socialismo y la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, como revolución cultural proletaria; cuando el imperialismo profundiza su descomposición y la revolución ha devenido la tendencia principal de la historia, en medio de las más complejas y grandes guerras vistas hasta hoy y la lucha implacable contra el revisionismo contemporáneo."
(Documentos fundamentales, Partido Comunista del Perú - Comité Central, 1988)

"Además, enarbolando lo que nos enseña el Presidente Mao de que el imperialismo y todos los reaccionarios son tigres de papel y el pueblo es el realmente poderoso, y de que: "El revisionismo soviético y el imperialismo norteamericano, confabulándose entre sí han perpetrado tantas maldades e infamias que los pueblos revolucionarios del mundo entero no les dejarán impunes. Los pueblos de todos los países están levantándose. Se ha iniciado un nuevo período histórico de lucha contra el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético", nos plantea que la destrucción del imperialismo y la reacción mundial llevada adelante por los Partidos Comunistas, dirigiendo al proletariado y a los pueblos del mundo, será una realidad incontrovertible, nos hace un llamado a luchar contra las dos superpotencias imperialistas, el imperialismo yanqui y el socialimperialismo ruso, contra las potencias imperialistas y la reacción mundial, especificando las condiciones de cada revolución para determinar el enemigo principal y conjurar la acción de los demás."
(Línea internacional, Partido Comunista del Perú, 1988)

El Movimiento Popular Perú, organismo generado del Partido Comunista del Perú para el trabajo en el extranjero, celebra este día del proletariado internacional junto con toda nuestra clase, y dirigimos nuestros más calurosos saludos a todos los comunistas y revolucionarios del mundo. Saludamos y nos sujetamos firme, voluntaria, consciente e incondicionalmente a nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo, a nuestra todopoderosa ideología el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo y a nuestro heroico combatiente el Partido Comunista del Perú, todo su sistema de dirección y su Comité Central, así como a nuestro I Congreso y nuestra Base de Unidad Partidaria.

Nos reafirmamos en que el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, es la tercera, nueva y superior etapa del marxismo; es la ideología universal del proletariado, y solo enarbolando, defendiendo y aplicándola a las condiciones de cada revolución, desarrollando pensamiento guía en lucha a muerte contra líneas contrarias, contra el revisionismo, el proletariado puede avanzar y asumir su papel de clase dirigente de la revolución. 

Hoy, como parte de la crisis general y última del imperialismo y sus preparaciones para una nueva guerra mundial de reparto, vemos un desborde del revisionismo y oportunismo que se expresa dentro y fuera de los Partidos Comunistas. Se confirma el principio de que las masas son la arena de contienda; en sus intentos desesperados de salvar su sistema con más guerra genocida, los imperialistas - en medio de su colusión y pugna interimperialista - fomentan todo tipo de revisionismo, reformismo y fascismo para desviar las luchas de las masas y arrastrarlas a la cola de la burguesía. En consecuencia, es indispensable para la revolución proletaria mundial que los comunistas insistan en la lucha a muerte contra el revisionismo y el oportunismo como peligro principal, y que defendamos y apliquemos nuestros principios proletarios: la violencia revolucionaria como ley universal sin excepción alguna; "el Poder nace del fusil"; en el Poder como punto fundamental del maoísmo; "salvo el Poder, todo es ilusión", en la vigencia universal de la guerra popular como la más alta teoría y estrategia militar del proletariado internacional - para aplicar en los países imperialistas así como países oprimidos; en la necesidad indispensable y urgente de la reconstitución de los Partidos Comunistas como Partidos de nuevo tipo, Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas; en la construcción del Frente/nuevo Estado y el Ejército omnímodamente dirigidas por el Partido. Y como se expresa en nuestra consigna ¡Guerra popular hasta el comunismo!, la guerra popular es para aplicar en la revolución democrática, ininterrumpidamente continuada como revolución socialista y en las revoluciones culturales, avanzando en un mar armado de masas hasta nuestra meta final el comunismo.
Sin defender y aplicar estos principios a nivel mundial, se deja abierta la puerta para la capitulación, promovida y fomentada por el imperialismo. La insistencia del PCP en combatir a los "acuerdos de paz" y el cretinismo parlamentario no es cuestión de "dogmatismo", sino de ver la situación concreta en el mundo a la luz de nuestra ideología: mientras que los revisionistas y oportunistas de todo tipo invocan "nuevas condiciones" para justificar una "retirada" de la revolución mundial, difundiendo que el "imperialismo es fuerte" y que "el marxismo ha fallado", la realidad innegable y evidente es que el imperialismo se está hundiendo, la revolución es la tendencia histórica y política principal, estamos en la ofensiva de la revolución proletaria mundial, y el proletariado y los pueblos ya están levantándose con armas en la mano, dispuestos a barrer el podrido sistema de explotación y opresión. Lo que corresponde en tales condiciones - una creciente situación revolucionaria de desarrollo desigual -  como dice nuestro Partido, es un avance audaz de los comunistas en todo el mundo.

Es decir, imponer el maoísmo como único mando y guía de la revolución mundial, aplicar nuestros principios en lucha implacable contra el revisionismo y avanzar audazmente, luchando codo a codo con las masas en las heroicas luchas de los pueblos para forjar la dirección proletaria que necesitan. Es la única forma de evitar que las luchas sean manipuladas y utilizadas por las potencias y superpotencias imperialistas y por dirigentes traidores que solo buscan cabalgar sobre las espaldas del pueblo, como Prachanda en Nepal o la LOD en Perú. Es la única forma de evitar que revisionistas y oportunistas conviertan las heroicas luchas armadas en revisionismo armado; grupos armados (como la LOI en Perú) para "presionar" a los Estados reaccionarios, no para aplastarlos y conquistar el Poder sino para negociar prebendas. Defender y aplicar nuestros principios en lucha a muerte contra el revisionismo es la única forma de ponernos en condición de desarrollar la guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista genocida.

Estas son las tareas urgentes por las cuales los comunistas tenemos que dar nuestras vidas para asumir y cumplir. Destacamos y saludamos una vez más las heroicas guerras populares y luchas armadas bajo la bandera del maoísmo en Perú, India y otros lugares que hoy sirven como brillantes ejemplos para el proletariado internacional y los pueblos oprimidos.  

¡VIVA EL 1º DE MAYO, DÍA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL!
¡VIVA EL MAOÍSMO, ABAJO EL REVISIONISMO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
¡VIVA EL GLORIOSO MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!
¡GUERRA POPULAR MUNDIAL CONTRA LA GUERRA MUNDIAL IMPERIALISTA!

Movimiento Popular Perú
Mayo de 2015

domingo, 8 de marzo de 2015

¡VIVA EL DÍA DE LA MUJER!




SOL ROJO:

!VIVA EL DÍA DE LA MUJER!
¡LAS MUJERES LLEVAN SOBRE SUS ESPALDAS LA MITAD DEL CIELO Y DEBEN CONQUISTARLA!

Con motivo del día de la mujer publicamos aquí un extracto del libro "La mitad del cielo", que nos da ejemplos brillantes de los enormes avances del movimiento femenino proletario en la revolución china, principalmente durante la Gran Revolución Cultural Proletaria. Son ejemplos concretos de cómo el feminismo proletario y toda la lucha por la emancipación de las mujeres necesariamente tiene que ser una lucha contra el revisionismo y el oportunismo dentro y fuera de nuestras filas, y que esa lucha inevitablemente es parte de la lucha del proletariado en su conjunto para aplastar y barrer al imperialismo y la reacción, continuar la lucha de clases bajo la dictadura del proletariado y marchar hasta nuestra meta final el Comunismo. Publicamos el extracto junto con una introducción al libro, hecha por el blog "Mar armado de masas". El libro completo se puede descargar aquí.
/Sol Rojo, 8 de marzo de 2015

"LA MITAD DEL CIELO" - COMENTARIO DEL BLOG "MAR ARMADO DE MASAS":
"La mitad del Cielo» es el testimonio de un grupo de mujeres en su viaje por la República Popular China durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, en plena campaña contra Lin Piao. Entre estas 12 mujeres había estudiantes, empleadas de oficina, la mujer de un obrero, todas militantes por la liberación de la mujer. Este testimonio es sintetizado por Claudie Broyelle, que lamentablemente capituló poco después y se pasó a las filas de Teng, el imperialismo y la reacción. Ahora ya conocemos el resultado de la restauración del capitalismo en China. A ojos del feminismo burgués China es un país adelantado en cuanto a la situación de la mujer. Hay mujeres empresarias, políticas, escritoras, científicas, etc., pero el problema de la mujer no está resuelto. La situación de la mujer en el campo ha retrocedido en décadas. La vida de las niñas recién nacidas no tiene ningún valor. En la ciudad la mayor parte de las mujeres viven en condiciones de miseria y explotación. La inevitable crisis del capitalismo en China muestra un porvenir todavía mucho más negro para la mujer obrera y campesina.
Durante la Revolución en China millones de mujeres se movilizaron dirigidas por el PCCH. La participación de la mujer en la guerra contra la invasión japonesa aplastó la idea reaccionaria de que las mujeres «sólo sirven para el trabajo doméstico». La reforma agraria, donde también millones de mujeres participaron de forma activa, tuvo como resultado la demolición del sistema patriarcal-feudal. Las campesinas conquistaron títulos de propiedad personales sobre la tierra, dejaron de ser la “esposa de...”. La Revolución de Nueva Democracia demolió la antigua estructura familiar, la mujer dejó su minoría de edad respecto al hombre y pasó a estar en la vanguardia de las transformaciones revolucionarias. Hizo más por la mujer la reforma agraria: “¡la tierra para quien la trabaja!”, que los millones de discursos sobre la igualdad con que bombardea a la mujer obrera y pobre el imperialismo, la reacción y el revisionismo.
Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria más de 300 millones de mujeres se movilizaron contra el revisionismo de Liu, Teng y Lin Piao, lucha entre el camino comunista y el camino capitalista. Se crearon talleres colectivos de trabajo doméstico, comedores colectivos, se apuntaba a que la sociedad fuera responsable de los hijos y que éstos no fueran responsabilidad de la familia (propiedad de...) ni del Estado. El objetivo fue acabar con el carácter privado de la familia y de las tareas domésticas liberando a la mujer totalmente del mundo del hogar. Chian Ching es la mejor expresión de la incorporación de millones de mujeres dirigidas por el Partido de la clase obrera, el PCCH, a la transformación revolucionaria de la sociedad y al combate contra la restauración del capitalismo.
Este es el valor de este libro, presentar la experiencia más avanzada de la lucha de la mujer por su emancipación en una sociedad socialista. El Movimiento Femenino en la República Popular China combatió tanto las posiciones de Liu Shao Chi, que defendía el papel tradicional de la mujer sometida al poder marital, como las de Lin Piao, que afirmaba que la revolución ya estaba concluida, impidiendo la lucha consecuente por su emancipación y la transformación revolucionaria de la sociedad dirigida por el Partido Comunista Chino hasta el comunismo.
Hoy, la base de masas de la revolución proletaria mundial está en el Tercer Mundo y son millones de proletarias y campesinas pobres las que se han incorporado para combatir al imperialismo, la reacción y al revisionismo. Combate que va unido al de su emancipación. Es fácil comprobar la incorporación de la mujer bajo la bandera del maoísmo a las guerras populares en el Perú, India, Turquía, etc., pues su liberación está unida al triunfo de la clase obrera. En el Perú la guerra popular dirigida por el PCP no sólo ha movilizado a la mujer en el campo y la ciudad, desde la lucha reivindicativa hasta la guerra popular, sino que en el Nuevo Poder ha conquistado el papel que la vieja sociedad le niega. Como fruto de su participación en la guerra popular muchas mujeres han llegado a ser y son cuadros dirigentes del Partido.
Por todo esto, millones de mujeres se han incorporado a las filas de la revolución proletaria de forma consciente y dirigidas por verdaderos partidos comunistas como en el Perú, el PCP, partido marxista-leninista-maoísta-pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo, aplastan el cretinismo parlamentario, destruyen la vieja sociedad a la vez que van construyendo la nueva, demostrando que su presente y futuro está unido a la transformación revolucionaria del mundo.
Claudie Broyelle capituló a la par que la burguesía tomaba el poder en China, y no ha sido la única que ha capitulado, abandonando las filas del proletariado y de la revolución.
Hoy podemos ver también cómo los vacilantes, los pusilánimes, los elementos más atrasados abandonan las banderas del maoísmo. Sólo fueron compañeros de viaje mientras pudieron sacar beneficio personal de las noticias que daba la prensa burguesa de la guerra popular en el Perú o, en su momento, de Nepal. Hoy forman parte del basurero de la Historia.
Sin embargo, qué es lo que debemos tener en cuenta nosotros, como comunistas, al leer este libro: que la construcción de una nueva Sociedad es posible. El carácter testimonial de este libro nos demuestra que llegar al dorado comunismo no es una mera frase de cliché, sino una maravillosa y tangible realidad.
Para esto sirve este libro: para armar nuestras cabezas de roja ideología de clase, y para henchir nuestros corazones plenos de optimismo revolucionario.

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PRIMERA PARTE

EL TRABAJO TRASFORMA A LAS MUJERES, QUIENES TRASFORMAN EL TRABAJO

Al día siguiente de la liberación, en 1949, China se topaba con este problema: ¿cómo hacer entrar a la producción social a millones y millones de mujeres confinadas desde siempre a las estrechas tareas do­mésticas? Para operar este desquiciamiento, China poseía triunfos muy favorables. En particular la victoria de la revolución, coronando veinte años de guerra nacional y civil, había trasformado profundamente la antigua sociedad, destruido caras completas de la vieja ideología de la inferioridad de las mujeres. Éstas, por millones, habían participado activamente en la guerra antijaponesa, en las regiones liberadas, habían ejercido el poder directamente, y con frecuencia de ma­nera preponderante; habían tomado a su cargo en numerosos lugares las tareas de producción agrícola. En el contexto de esta rica experiencia es donde se situaba la cuestión de proseguir su emancipación. Había ahí una adquisición extremadamente importante sobre la cual el movimiento femenino podía apoyarse para abordar la nueva etapa.

EL TRABAJO NO SIEMPRE ES LIBERADOR 

No obstante, si China es hoy en día prácticamente el único país del mundo en donde la inmensa mayoría de las mujeres participan en la producción social, esto no se ha hecho sin tropiezos. Algunas cifras hacen reflexionar. Por ejemplo, en Shanghai, en 1966, en vísperas de la Revolución Cultural, más de la mitad de las mujeres habían abandonado su trabajo y re­gresado a sus hogares. Esto se explica en parte por la política del Partido Comunista Chino, política impulsada por Liu Shao-chi1, que hacía una intensa propaganda para ese regreso al hogar. Por otra parte, esto tomaba formas muy diversas. Aquí se alababan las cualidades “irremplazables” de la madre para educar a los hijos; allá se afirmaba sin ambages que las mujeres no eran buenas para nada, demasiado limitadas intelectualmente para aprender un oficio; más allá se lanzaba el argumento del insuficiente número de guarderías, de comedores, para impedir trabajar a las mujeres. En cuanto a las que trabajaban, se trataba de dar como significación a su trabajo: un salario de segunda, ¡para mejorar su situación! (“trabajen para nutrir y vestir mejor a su familia”)2. Sin duda en ese concierto reaccionario había con qué desalentar buenas voluntades; pero eso sólo no era suficiente para explicar el carácter relativamente masivo del regreso al hogar. Hay que investigar las razones de fondo en el trabajo mismo, en su organización. Si no, no se comprende cómo, mujeres que estuvieran tratando de conseguir su liberación ejerciendo un oficio, se dejaran convencer por teorías retrógradas. Es que en realidad ellas no conquistaban, o por lo menos no en todas partes, su liberación. Y por otra parte, ahí donde existía un tipo de trabajo realmente liberador, no se asistía a tal reflujo de mujeres fuera de las fábricas. En la fábrica de Chau Yan, que nosotras visitamos, solamente unas diez mujeres “regresarían tras la puerta de su casa”, como dicen los chinos.

Ya nadie puede ahora estar satisfecho con el es­quema soviético: “He aquí una fábrica del Estado, y el Estado es el partido, y el partido son las masas, por lo tanto esta fábrica es tuya obrero, q.e.d."No, esto ya no pasa. Si se me dice: “Esta fábrica es tuya, es del pueblo”, pero que obedezca ciegamente las órdenes de los directores, que no comprenda nada de mi máquina y todavía menos del resto de la fábrica, si no sé en lo que se convierte mi producto ya terminado ni por qué se ha producido, si trabajo rápidamente, muy rápidamente por el sueldo, si me aburro a morir esperando toda la semana el domingo, y la salida durante toda la jomada, si soy todavía más inculta que al principio después de años de trabajo, entonces es que esta fábrica no es mía, ¡no es del pueblo! Si la producción continúa funcionando según una organización de tipo capitalista, es decir respetando y profundizando la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual según criterios de utilidades y de rentabilidad, si la producción marcha a golpes de reglamentos burgueses, disciplina ciega y estímulos materiales, por un lado los que piensan y por el otro los que ejecutan, entonces los que son menos instruidos, y en particular las mujeres, son también los más oprimidos.
Si finalmente un número importante de mujeres había podido dejarse convencer de los beneficios del regreso al fogón, es en primer lugar porque en ciertas fábricas la lucha de clase entre la burguesía y el proletariado no había permitido todavía vencer a la burguesía en ese terreno. El trabajo, por ese hecho, permanecía sometido a criterios burgueses. No, la producción capitalista no puede “liberar” a las mujeres porque, por otra parte, jamás ha liberado a los hombres. Nosotras, que todas habíamos trabajado en fábricas, recordábamos las eternas discusiones con las otras mujeres al respecto: “Si mi marido ganara lo suficiente yo me quedarla en casa”, “Cuando yo me case ya no trabajaré”, esto volvía constantemente. Aun si las mismas afirmaban al día siguiente que “Por nada del mundo quisieran quedarse en casa porque se aburrirían demasiado”. Ese estado de espíritu vacilante no hace más que traducir la situación especialmente ambigua de las obreras de un país capitalista. Una experiencia del trabajo social suficiente para hacemos medir la “mezquindad” del trabajo doméstico, pero un trabajo social suficientemente vacío de sentido como para hacer que se reflejara como un “lujo” la vida en la casa, momentáneamente inaccesible. En una fábrica de televisores, Chantal, una soldadora, me había dicho: “El lunes en la mañana, al ver toda la semana ante mí, envidio a las que pueden quedarse en casa; el domingo en la noche, después de una jornada de ‘limpieza’, las compadezco,”

Empero si la participación de las mujeres en el trabajo social no las ha liberado, sin embargo ha constituido un factor decisivo de toma de conciencia de su opresión, de la socialización de su revuelta. Ha entrañado una toma de conciencia masiva de nuestra opresión: la “feminitud”, o la desgracia de ser mujer.

CAPÍTULO 1

LA VÍA DE INDUSTRIALIZACIÓN CHINA Y LA LIBERACIÓN DE LAS MUJERES

NI TRABAJO, NI SALARIO, ¡Y ELLAS PERMANECIERON EN LA FÁBRICA!

La fábrica de material médico Chau Yan en Pekín tiene mal aspecto. Algunas edificaciones de ladrillo de un sólo piso, en un patio que parece el de una escuela. Sin embargo, ahí suceden, discretamente, cosas decisivas para el porvenir de las mujeres. Fuimos recibidas ahí dos o tres días después de nuestra llegada, en una salita blanca, alrededor de una gran mesa, apretando con los dedos fríos las tazas hirvientes; Ma Yu Yin, una obrera de unos cincuenta años, nos cuenta la historia de esta fábrica:

En este barrio, hasta 1958, la mayoría de las mujeres permanecían todavía en sus casas al servicio de su familia, sus quehaceres, el cuidado de los hijos... Fue entonces cuando el país entero se levantó para realizar “el gran salto adelante”, es decir que todas las energías se movilizaron para franquear una nueva etapa de trasformación de la sociedad. En los campos, los campesinos reagrupaban las cooperativas de formación superior para crear comunas populares; la industria se descentralizaba ampliamente, en los lugares más apartados uno veía desarro­llarse pequeñas unidades de producción industrial. Y nosotras, las mujeres, ¿debíamos permanecer en casa, al margen de la tempestad? El presidente Mao nos excitó a “contar con nuestras propias fuerzas, desligarnos de las tareas domésticas y participar en las actividades producti­vas y sociales’. Nosotras queríamos responder a esa excitativa, dar también el gran salto adelante. Pero ¿cómo arreglárnoslas? Fue entonces cuando en este distrito una veintena de mujeres se decidieron a “franquear la puerta de la familia” para crear una fábrica de barrio. Para tal efecto, el comité de manzana nos prestó dos hangares vacíos. Viendo las cosas desde cierto ángulo se puede decir que teníamos todo en contra: éramos pocas, sin ningún equipo, sin guarderías ni comedores, sin ninguna experiencia en producción (todas éramos amas de casa), ni siquiera sabíamos qué producir. Pero por otro lado teníamos grandes triunfos en la mano: no era para aportar un poco más de comodidad a nuestra familia por lo que habíamos decidido trabajar: queríamos trasformar la sociedad, trasformar la condición femenina. ¡Que las mujeres abrieran la puerta de la casa que les obstruía la vista! No queríamos ya servir a nuestra familia, queríamos servir al pueblo. 

Finalmente, después de una encuesta entre los habitantes del barrio, decidimos producir artículos de primera necesidad que les hacían falta: ollas, tubos para estufa, cacerolas, etc. Llevamos de nuestras casas nuestras propias herramientas: martillos, pinzas, algunos destornilladores, clavos, etc. No teníamos más. Fuimos a las fábricas a recoger placas de metal, tubos de hierro, y nos pusimos a trabajar. A veces venían obreras después de su trabajo a mostramos cómo emplear tales o cuales medios. Otro problema grave era el cuidado de los niños. 

Por ejemplo, esta camarada que está aquí tenía cinco. Nos las arreglábamos como podíamos; los mayores cuidaban de los más pequeños; algunas, apoyadas por sus madres o suegras, podían confiárselos a ellas. También había vecinas que aprobaban lo que hacíamos y que nos daban una mano. Se puede decir que ese problema se resolvió por la ayuda mutua en esa época. Durante todo ese período, no recibimos ningún salario. Con frecuencia nos quedábamos en la fábrica hasta tarde en la noche para terminar algún trabajo que nos habíamos fijado. 

Aumentar la producción y profundizar los conocimientos

Finalmente, después de andar a tientas, logramos producir con nuestras manos ollas y tubos para estufas. Esta producción fue aceptada por el Estado. Fue nuestra pri­mera victoria. ¡Cómo! ¿Simples amas de casa sin calificación habían logrado, ayudándose mutuamente, a fuerza de energía y obstinación, fabricar utensilios domésticos de suficiente calidad como para que el Estado los comprara? Aumentó nuestro empeño. Se decidió entonces diversificar esa producción de acuerdo a las necesidades del pueblo; según una encuesta que nos permitió conocer nuevas necesidades locales, comenzamos la fabricación de dispositivos médicos: placas de protección contra rayos X, armarios aislantes. Utilizamos para eso máquinas viejas que ya no servían; las desmontamos, reparamos y trasformamos nosotras mismas para aumentar nuestra productividad y facilitar nuestro trabajo. Esto era más complejo y requería más conocimientos que la fabricación de ollas.
Habíamos fijado en el taller un cartel con esta frase del presidente Mao: Hoy los tiempos han cambiado, lo que puede hacer un hombre, también lo puede hacer una mujer. En el fondo no había ninguna razón para que las mujeres no pudiéramos construir aquellos dispositivos. A veces, ante las dificultades, el desaliento se abatía sobre algunas de nosotras. Decían: “Para qué todos estos esfuerzos, no triunfaremos. No tenemos instrucción, los dispositivos médicos son demasiado difíciles de producir, valdría más dedicarse a las ollas.” Discutíamos entre nosotras. “No estamos aquí para enriquecernos, mucho menos para enriquecer a algún ‘amo’. El pueblo tiene necesidad de esos dispositivos ¡y nosotras, las mujeres, bajaremos los brazos ante los fracasos! Durante siglos y siglos las mujeres climas han sido consideradas como bestias. Nosotras formamos parte de la clase obrera, ¿cómo podrá ésta dirigir el país si la mitad de sus miembros permanece inculta, incapaz de asimilar técnicas nuevas? ¡No sabemos nada! Muy bien, ¡aprendamos! ¡En páginas blancas es en donde se escriben las más bellas historias!” Y nos volvíamos a entregar a la tarea, recuperada nuestra confianza. Con la ayuda de otras fábricas que nos enviaron gente experimentada para asesoramos, logramos producir no solamente placas de protección y almarios aislantes, sino también grandes esterilizadores de alta temperatura y lámparas infrarrojas. Después del examen, el Estado nos confió esta labor de producción y nuestra fábrica tomó su nombre actual de “Fábrica de material médico de Chau Yan”. En ese momento, nuestras filas se habían engrosado, éra­mos un poco más de trescientas, entre las cuales había una veintena de hombres. En 1960, construimos otros cuatro talleres en el patio sin pedir ni un centavo al Estado, simplemente recolectando ladrillos provenientes de antiguas construcciones. Construimos ese mismo año un comedor y una guardería en el recinto de la fábrica. Todo ello con nuestras manos; nosotras podemos construir el socialismo con nuestras manos. 

Un ejemplo de resistencia femenina que triunfa

En la fábrica había un ambiente de solidaridad, de dina­mismo y de abnegación. No era raro ver a las obreras quedarse después de su jomada de trabajo para terminar una tarea, o para entrenarse en una técnica difícil. Por supuesto que no estábamos obligadas a hacerlo ni tampoco se nos pagaba por ese “suplemento”. ¿Debe una recibir primas por hacer la revolución? Pues estaba bien de lo que se trataba. Por otra parte, nuestra experiencia no a todo el mundo le agradaba. En 1961, una parte de la dirección de la fábrica, completamente cegada por las órdenes de la municipalidad de Pekín3 decidió “racionalizar” la producción; decidió que éramos demasiado numerosas para el trabajo que había que hacer, que debíamos dejar de fabricar ollas puesto que en adelante seríamos una fábrica de material médico. ¡Con qué desprecio hablaba de nuestras ollas! Según esta “reorganización” una buena parte de nosotras debía regresar a casa. Creían convencemos diciendo que “los salarios de los hombres serían aumentados a fin de que pudiéramos quedamos en casa para ocupamos de la familia”. ¿No era todo más simple de esta manera? Pero esos proyectos chocaron con una viva resistencia de las mujeres que declararon: “¡No regresaremos a nuestros fogones, no abandonaremos nuestro lugar!” La vida en la fábrica se volvió muy tensa. Hubo una lucha encarnizada entre esa parte de la dirección que quería hacer marchar la fábrica en función de utilidades inmediatas, que, sobre todo, no quería qué las obreras se liberaran, y la gran mayoría de las obreras que querían continuar en la misma vía. 

Esa lucha se llevó conscientemente. Comprendíamos lo que se arriesgaba. En la mayoría de los casos, nuestros maridos y los demás hombres nos apoyaban. Esto se explica; lo que pasaba en Chau Yan no era un hecho aislado. En todas las fábricas había una ofensiva reaccionaria orquestada por Liu Shao-chi enfocada ya a restablecer las normas capitalistas de producción, ya a impedir que las masas las destruyeran. Eso explica que los hombres que también tenían que enfrentar esta ofensiva burguesa comprendieran y apoyaran generalmente la resistencia de las mujeres. Como para muchas de nosotras ya no había trabajo, tampoco había salario. Pero eso no importó. ¿No nos dan trabajo? ¡Nos lo inventaremos nosotras mismas! ¿No tenemos salario? ¡Nos mantendremos ayudándonos mutuamente! Pedimos a otras fábricas que nos confiaran trabajos que veníamos a realizar en “nuestra fábrica”; algunas obreras llevaban a la fábrica materiales de demolición (ladrillos, láminas de acero, etc.) que nosotras recuperábamos, limpiábamos y que así podían ser vueltos a utilizar. El trabajo de las obreras era útil, aunque no fuera “rentable”; lo habíamos probado. No obstante, no todas fueron capaces de superar esas pruebas, pero eran raras, apenas unas quince. Se fueron a trabajar a grandes fábricas, o bien volvieron a sus casas. Durante la Revolución Cultural comprendimos todavía mejor la naturaleza profunda de esa política reaccionaria. Realizamos campañas de denuncia del método de la pretendida “racionalización”. La mayoría de los que habían apoyado las posiciones de Liu Shao-chi descubrieron a qué intereses habían servido; ahora trabajan entre nosotras codo con codo. De las mujeres que habían dejado la fábrica, casi todas han regresado a trabajar aquí. Recientemente, las obreras de esta fábrica han logrado la fabricación de silicio. Anteriormente, las obreras de aquí eran todas antiguas amas de casa, en general relativamente mayores, de cuarenta a cincuenta años. Ahora hay también jóvenes diplomadas de las escuelas que enseñan sus conocimientos a las mayores, al mismo tiempo que aprenden de ellas las cualidades de rebeldía revolucionaria y de firmeza proletaria de las antiguas amas de casa. En el barrio, prácticamente ya no hay mujeres que permanezcan en casa, salvo las que son demasiado viejas o que tienen mala salud, pero hasta para ellas la vida ha cambiado. Se ayudan mutuamente y toman a su cargo ciertas tareas domésticas para aligerar a las que trabajan fuera; organizan la vida política y cultural de los barrios; no están ya aisladas como antes. Este cambio es el resultado de la “partida” de millares de mujeres hacia las actividades productivas y sociales. En cuanto a nosotras, por supuesto que somos asalariadas, y es importante haber conquistado nuestra independencia económica; pero hay que comprender que lo que es todavía más importante es estar al mismo nivel en el mundo, preocuparse de los asuntos colectivos en lugar de estar preocupadas por los solos problemas familiares. Hemos hecho de la producción un arma para liberamos, para servir mejor al pueblo chino y a la revolución mundial.
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1 Liu Shao-chi, ex presidente de la República Popular China.
2 Cf. boletín de Chine nouvelle núm. 61, de marzo de
1968, p. 8, núm. 031406, “los chinos estigmatizan la línea revisionista en el movimiento de las mujeres”.
3 La municipalidad de Pekín era un bastión de los partidarios de Liu Shao-chi. Intervenía con frecuencia en las direcciones de las fábricas para que éstas “racionalizaran” el trabajo, como entre nosotros; intentaba reducir el poder de los obreros.



sábado, 7 de marzo de 2015


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  • Documento del PCP-COMITÉ CENTRAL: ¡IMPONER EL MAOÍSMO COMO ÚNICO MANDO Y GUÍA DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
  • SITUACIÓN NACIONAL: ¡FORJAR LUCHA DE LAS MASAS EN FUNCIÓN * DE LA GUERRA POPULAR!
  • SITUACIÓN INTERNACIONAL: POR UN AVANCE AUDAZ DE LOS COMUNISTAS EN TODO EL MUNDO: ARMAR A LAS MASAS PARA APLASTAR AL REVISIONISMO Y CONQUISTAR EL PODER
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  • ESPAÑA: “PODEMOS” - O CÓMO EL IMPERIALISMO PONE EN MARCHA SU PLAN DE CONTENER, DESVIAR Y CONTROLAR LA LUCHA DE LAS MASAS