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martes, 28 de agosto de 2018

SOBRE LA CUESTIÓN CATALANA


Presentamos un importante documento del PCE (i) línea proletaria sobre la cuestión de Cataluña. Importante porque ante los llamados del revisionismo a la clase obrera para que se ponga a la cola de la gran burguesía catalana, o de una de las facciones de la gran burguesía española con el cuento de la III República, se toma posición por la dirección proletaria de la revolución,que pasa por el combate tanto a la gran burguesía del resto del Estado, como a la gran burguesía catalana, sólo así será posible el socialismo y una verdadera independencia para Cataluña. Se denuncia el papel de la pequeña burguesía, papel hoy representado por la CUP, al servicio de la gran burguesía catalana.

Importante también es el llamado a trabajar, movilizar y organizar a lo más hondo del proletariado, el proletariado emigrante, que en el "procés" ha sido ninguneado, con el claro objetivo mantener las movilizaciones y acciones independentistas  dentro de los límites del orden reaccionario burgués.

También es importante el documento porque muestra la importancia fundamental de las aportaciones de la guerra popular en el Perú y del Pensamiento Gonzalo a la revolución proletaria mundial. Sin iniciar guerra popular, aunque sí lucha armada, el PCE (i) Línea Proletaria va a desaparecer por su concepción espontaneista de la revolución, del  gran movimiento asambleario que recorrió fábricas, centros de trabajo y barrios, no surgió la "inevitable insurrección" ni el Nuevo Poder. El PCE (i) Línea Proletaria, va a desaparecer por su incomprensión de la necesidad de la  guerra popular prolongada también en los países imperialistas, que se unió a la dura represión que sufrió la organización. Para los comunistas del Estado español, estas son lecciones que no podemos olvidar. Hoy más que ayer, dentro del reparto del mundo que se está dando entre las superpotencias (EE.UU., China y Rusia) y potencias imperialistas, dentro de los 100 años que hablara el Presidente Mao, hay que aprender del PCP, militarizar los Partidos comunistas para iniciar guerra popular hasta el comunismo, y mediante Revoluciones Culturales llegar a nuestra meta: el comunismo.

DOCUMENTO:

SOBRE EL PROBLEMA NACIONAL CATALÁN - PCE(i)

martes, 31 de julio de 2018

SOBRE LA CUESTIÓN CATALANA



Cartel del PCE (i), años 70´s

Como preparación para el próximo 11 de septiembre en Cataluña, vamos a presentar varios documentos, comenzando por el elaborado para el blog  mar armada de masses, que centra en un punto fundametal: la dirección proletaria de la revolución,  negada y combatida por el viejo y el nuevo revisionismo, como ha puesto en evidencia el apoyo al "Procés", con su dirección reaccionaria, por todo tipo de organizaciones revisionistas, algunas autodenominadas como "maoístas".


                 ACERCA DE LA CUESTIÓN CATALANA

Han pasado unos meses y el “Procés” independentista catalán parece superado, al menos temporalmente. Es hora de ampliar nuestro balance respecto a la lucha de clases en Catalunya en los últimos tiempos.

Los marxista-leninista-maoístas afirmamos el carácter de nación de Catalunya y su derecho a la separación del Estado Español. Además, hemos estado y estaremos en todo momento en la lucha contra la represión estatal por defender e intentar ejercitar este derecho.

Por otra parte, la cuestión de las nacionalidades en el Estado (y en concreto de la catalana) ha sido históricamente, y es, uno de los grandes temas de la lucha de clases española y resurge periódicamente, coincidiendo precisamente con los momentos de crisis del Estado. Por tanto, hay que analizar algunas cuestiones al respecto:

Sobre Catalunya


La situación de Catalunya respecto al Estado no es la de una dependencia colonial o semicolonial, sino dominación imperialista. La burguesía catalana (y otras clases y fracciones de clase como la aristocracia obrera) se han beneficiado también del imperialismo del Estado Español, ejercido principalmente en Latinoamérica y África, Por citar un ejemplo, en las “maquilas” de Tánger tienen su actividad unas 600 empresas españolas deslocalizadas, explotando brutalmente y en situación de semiesclavitud a la mano de obra marroquí, principalmente campesina y femenina. De ellas, unas 100 son catalanas (aunque la Generalitat sólo reconoce unas 50 por el cambio de sede social de Catalunya a otros lugares de España a raíz del “Procés”). Tenemos, pues, una dominación imperialista pero no colonial o semicolonial (al menos en los casos gallego, vasco y catalán, situación diferente es el de las africanas Islas Canarias en posible situación semicolonial, además de otros pequeños enclaves coloniales).

Sobre la dirección del “Procés”


“La burguesía de la nación oprimida, que se ve acosada por todas partes, entra, naturalmente en movimiento. Apela a “los de abajo en su país” comienza a gritar acerca de la “patria”, queriendo hacer pasar su propia causa por la causa de todo el pueblo… Y “los de abajo” no siempre permanecen sordos a sus llamadas.
“Así comienza el movimiento nacional.
“Que el proletariado se coloque bajo la bandera del nacionalismo burgués, depende del grado de desarrollo de las contradicciones de clase, de la conciencia y de la organización del proletariado. El proletariado consciente tiene su propia bandera ya probada, y no necesita marchar bajo la bandera de la burguesía”
Stalin, “el marxismo y el problema nacional”, 1912-13, pag. 23

Las masas populares catalanas son un ejemplo por su constancia y la envergadura de sus movilizaciones en estos últimos 6 años (incluidas las movilizaciones posteriores a la aplicación del artículo 155 y la supresión de la autonomía). Pero, una cosa es el carácter de clase de los movilizados por el “Procés” (básicamente pequeña burguesía, aunque arrastrando importantes apoyos populares, incluso sectores obreros) y otra la dirección del movimiento. Una parte de la gran burguesía catalana (representada por PP y Ciudadanos; pero también por patronales, círculos de empresarios, entidades bancarias  más o menos autónomas, etc.) es contraria a la independencia, pero otra parte de esta gran burguesía catalana (emergente y representada por Jordi Pujol i CiU) dirige el “Procés”·

Ya en 1975, Jordi Pujol invitó a sus partidarios “a participar en la política” y desde entonces, Convergencia, aliada con sus socios del Opus Dei (Unió), ha sido pieza clave y uno de los puntales del régimen nacido en la llamada “Transición Democrática” (con el abogado Roca como uno de los padres de la actual Constitución Española, además del intento fracasado de hacer de Convergencia un partido estatal). Éste fue un sector emergente de la oligarquía financiera (Banca Catalana y otras entidades menores, todas integradas junto con buena parte de sus Consejos de Administración finalmente en el BBVA).

 Jordi Pujol unificó y dirigió de forma mafiosa la sanidad catalana, colaboró con los sucesivos partidos que dirigieron el Estado contra los intereses de los trabajadores y los pueblos, incluido el pueblo catalán. Pujol fue visto como “un gran hombre de Estado” en Madrid y ejerció un eficaz control político e ideológico sobre el pueblo catalán en estos 40 años de democracia burguesa. Artur Mas empezó los recortes en sanidad y educación antes que lo hiciera el PP en todo el Estado. Acosado por su corrupción Convergencia cambió su nombre por “Partit Demócrata de Catalunya” (PDECat), aunque ha seguido su política antiobrera y antipopular tanto en Catalunya como en Madrid.

Con la entrada en la Unión Europea y al dejar de ser España el casi único mercado de la industria catalana, con la llegada de la crisis del 2008, este sector apostó como medida de defensa de sus intereses por el “Procés” y lo ha dirigido en la práctica. Las vacilaciones y la poca consistencia independentista de esta dirección (como ellos mismos han reconocido) se han visto con posterioridad a la aplicación del artículo 155 por el Estado.

Sobre la dirección proletaria de la revolución

“Por otra parte, los socialistas de las naciones oprimidas deben defender y poner en práctica con especial ahinco la unidad completa e incondicional, incluyendo en ello la unidad organizativa, de los obreros de la nación oprimida con los de la nación opresora. Sin eso, no es posible defender la política independiente del proletariado y su solidaridad de clase con el proletariado de otros países, en vista de todos los engaños, traiciones y fraudes de la burguesía”.
Lenin, “El derecho de las naciones a la autodeterminación”, 1914

“La nación tiene derecho a organizarse autonómicamente. Tiene derecho incluso a la separación. Pero esto no significa que deba hacerlo bajo cualesquiera condiciones, que la autonomía o separación sean siempre y en todas partes ventajosas para la nación, es decir, para la mayoría de ella, o sea para las capas populares”.
Stalin, “El marxismo y el problema nacional”, 1912-13, pag. 28


La postura de la clase obrera de la nación oprimida que aspira a su independencia debe ser la de máxima unidad con la clase en el Estado y a nivel internacional. Y la lucha por sus intereses, con una política independiente de clase.

El derecho a la autodeterminación de las naciones no implica que el proletariado de la nación oprimida y su partido no deba denunciar los manejos imperialistas, las maniobras de su burguesía y la dirección del proceso de autodeterminación. Y defienda una opción independiente en todo este proceso. Debe explicar con fuerza la situación política global (lucha y guerra interimperialista por un nuevo reparto del mundo) y la necesidad de la revolución social, incluso para conseguir una auténtica libertad para el pueblo catalán.

Estamos en la época de la revolución proletaria, en concreto en la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial. Lo que sucedió hace un siglo (en 1917) en Rusia marca este momento histórico. Pero también lo marcan las circunstancias históricas de Catalunya y España en aquella época. Con el potente despertar del movimiento obrero organizado (por ejemplo, la huelga de “La Canadiense”) y su trayectoria posterior, la burguesía catalana comprendió (y nunca lo ha olvidado) que las contradicciones con la clase obrera eran más importantes, agudas y decisivas que las que tenía con las clases que dominan el Estado Español.

La revolución proletaria es la necesaria e inevitable en esta época y la única que puede garantizar el fin de la opresión nacional y una verdadera independencia y libertad. Sin embargo, aun sin revolución proletaria es posible un proceso de independencia formal como el que se ha intentado actualmente bajo la dirección de la gran burguesía catalana (la pequeña burguesía es incapaz de dirigir el “Procés”), pero hay que ver con qué costes  y las contrapartidas del necesario apoyo imperialista para conseguirlo. Véase el caso de los Balcanes o de determinadas independencias formales africanas.

El Frente Patriótico


Se entiende por “Frente Patriótico” (FP) a los intentos de la pequeña burguesía independentista de un país avanzado de llegar a acuerdos o involucrar en su lucha nacional a su burguesía imperialista, profundamente enemiga del proletariado y de los pueblos.

El FP ha tenido y tiene profundas raíces en Catalunya y en el Estado Español. A finales de los 80 hubo un duro enfrentamiento entre las dos formaciones independentistas más importantes, el “Moviment de Defensa de la Terra” (MDT) sector “Independentistes dels Paisos Catalanas” (IPC) y Catalunya Lliure. Estas dos formaciones independentistas en varios 11 de Septiembre (Diada - Fiesta nacional catalana) se enfrentaron por el control del “Fossar de les Moreres” (símbolo y lugar emblemático de la resistencia catalana al rey Felipe V en 1714, donde se recuerda cada año, precisamente el 11 de septiembre, este hecho histórico). Catalunya Lliure defendía la alianza con su gran burguesía para la independencia, es decir, subordinaba la lucha de clases a las necesidades de la lucha nacional. Era la época de los tímidos intentos de los independentistas catalanes, entonces minoritarios de emular en Catalunya la lucha armada contra el Estado que desarrollaba Euskal Herria. En aquella ocasión, los maoístas, que colaboramos con algunos independentistas en el “Comité Catalá de Solidaritat amb la Revolució Peruana”, participamos indirecta pero activamente en el debate y consideramos que nuestra influencia fue importante.

De mayor calado, fueron diez años más tarde los acuerdos de Estella en el País Vasco, acuerdos que representaron allí el preludio de la situación actual. En Catalunya, estos acuerdos en Euskal Herria representaron la ruptura de la unidad de acción de maoístas con sectores independentistas y la disolución de la “Plataforma de Solidaridad Catalunya – Euskal Herria”, de la que los maoístas fuimos creadores.

En plena crisis final del imperialismo es fundamental combatir con fuerza la alianza para la independencia de la pequeña burguesía catalana y sectores populares con el enemigo de clase local (la gran burguesía catalana), alianza que es una subordinación a los intereses de esta gran burguesía contra los intereses de la clase obrera y del pueblo.

En estos meses que han pasado de aplicación del artículo 155, se ha confirmado la traición a su propia gente  y a los sectores populares de esta dirección gran burguesa del “Procés”, Como alternativa hay que promover las luchas de la clase y de las masas populares por sus intereses en el objetivo de una revolución que cambie el podrido, caduco y cruel sistema imperialista que lleva a la gran mayoría de la población a la miseria. Pequeños pero importantes destellos los podemos encontrar en el combate de la “Marea Pensionista” (a nivel estatal Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones), en la lucha de los mataderos de Vic o de los emigrantes.

Catalunya y la inmigración

Catalunya es una tierra de inmigrantes. No se entendería la actualidad de esta nación sin Estado sin las potentes inmigraciones del siglo XX e inicios del actual. De menos de 2 millones de habitantes de 1900 se ha pasado a los 7.600.000 actuales Las sucesivas llegadas, procedentes principalmente de sectores campesinos, han ido nutriendo unos pocos las filas de la pequeña burguesía urbana (tiendecitas y bares), y la mayoría, de la clase obrera.

La cuestión nacional tiene siempre un componente sentimental y cultural como señala Stalin en su definición de nacionalidad. Pero, por la propia dirección política del “Procés” se ha planteado la independencia casi exclusivamente desde los sentimientos de nación, evitando en todo momento la politización y movilización de la clase obrera, aún sabiendo que esos sentimientos son casi inexistentes dentro de la inmigración de los años sesenta del siglo XX, y más en la reciente, procendente en su gran mayoría de fuera del Estado. Esta última inmigración, que vive y trabaja desde hace muchos años en Catalunya, carece de todo tipo de derechos, desde trabajo digno a vivienda digna, con muchas dificultades para legalizar su situación, mano de obra sobreexplotada, sin DNI, ni siquiera pudo votar el 1 de octubre, en el referendum independentista, ni el 23 de diciembre, en las elecciones autonómicas convocadas por el Estado español.

No es de extrañar, pues, que gran parte de los trabajadores explotados y oprimidos, afectados por la crisis y planteándoseles sólo, sin otras contrapartidas, la dicotomía sentimental Catalunya – España, se radicalizaran en contra del “Procés” o, sencillamente, pasaron del tema.

Hay que señalar que en la crisis final del imperialismo, lo que está en el candelero es la revolución proletaria y no hay ya pasos intermedios ni transformaciones pendientes para llegar a ella. El Estado Español es imperialista, aunque subordinado a otros imperialismos, pero en ningún caso es un país semicolonial. No representa ya un avance una república burguesa, como algunos revisionistas defienden, ni la supresión de la monarquía. En Catalunya y en todo el Estado es preciso la constitución de un partido marxista-leninista- maoísta, principalmente maoísta que asegure la independencia de la clase obrera y dirija a la clase y a las masas en el camino de la Guerra Popular y de la toma del Poder, destruyendo el Estado imperialista y asegurando la verdadera libertad de los pueblos del Estado. 


Mar armada de masses – julio de 2018

 Texto original en catalán

jueves, 14 de junio de 2018

GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA (III)


Dentro de la campaña que está desarrollando este blog en combate a viejo y al nuevo revisionismo, con membrete de maoísta, se ha ido recogiendo y centralizando importente documentación del MCI, del 56 al 79. Trabajo que no hubiera sido posible sin el apoyo de compañeras y compañeros que nos han dado acceso a la documentación de sus archivos personales, y a las que queremos reconocerles su apoyo a esta campaña  y en la creación de este fondo documental.

Uno de los resultados de esta campaña ha sido la construcción de un apartado del blog dedicado a la Gran Revolución Cultural Proletaria, que presentamos hoy, casi concluido. Espacio donde se puede encontrar diversa documentación relacionada con la GRCP.

De esta campaña todavía queda pendiente la cuestión del Hoxhismo, esa corriente revisionista nacida en Alabania a finales de los años 70. Próximamente le dedicaremos varias entregas a su práctica, profundizando en la experiencia en Etiopía tras la toma del Poder por las fuerzas hoxhistas. Hay mucha documentación sobre el tema, ya que fue bandera de las organizaciones hoxhitas y fue presentada como un gran éxito de esta corriente. Como un ejemplo práctico de hacer la "revolución" a través de la lucha armada en contra de las ilusiones de la "transición pacífica". En realidad quedó como un ejemplo más de cómo el revisionismo se puede poner el membrete de "leninista" o "maoísta", iniciar lucha armada y entregar la lucha de las masas al imperialismo y a la gran burguesía. También quedó como un jemplo, que se une a los actuales, de la necesidad que tiene el imperialismo de organizaciones revisionistas, "leninistas" o "maoístas", para que cumplan su papel de contener y desviar las luchas de las masas de la toma del Poder, dentro del reparto del mundo que se está dando. En el estado español el PCE (m-l), creó su propio organismo de solidaridad y apoyo a la "revolución " etíope. Incluso Manuel Blanco Chivite, estuvo en Etiopía envíado por el CC del PCE (m-l), donde también acudieron numerosas delegaciones de Partidos Hoxhistas para ver en directo el "triunfo" de la "revolución". 

De los hoxhistas en el Poder vamos a adelantar un poco. Tras la retirada de rusos y cubanos de Etiopía, el régimen criminal y prosoviético encabezado por Mengistu Haile Mariam abrió las puertas a Israel, recibiendo ayuda militar y económica del Estado sionista. Una vez  abierta la puerta al imperialismo yanqui a través de Israel, cuando llegan al Poder los hoxhistas, éstos buscan el apoyo de la superpotencia yanqui para "consolidar" la "democracia" y el "multipartidismo". En Etiopía para las masas no cambió nada, sólo la superpotencia dominante.


GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA



jueves, 12 de abril de 2018

GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA (II)


La clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros no tienen, ninguna utopía lista para implantarla por decreto del pueblo. Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella esa forma superior de vida hacia la que tiende irresistiblemente la sociedad actual por su propio desarrollo económico, tendrán que pasar por largas luchas, por toda una serie de procesos históricos, que transformarán completamente las circunstancias y los hombres” (Marx. La Guerra Civil en Francia)

Hay que tener una clara conciencia de que aún existe para China el peligro de tornarse revisionista. Esto se explica no sólo porque el imperialismo y el socialimperialismo no se olvidan ni por un instante de agredirla y subvertirla, y porque aún subsisten viejos elementos de la clase terrateniente y de la burguesía, no resignados a su derrota, sino también porque se engendran nuevos elementos burgueses, como dijo Lenin, cada día, cada hora. Algunos camaradas afirman que Lenin se refirió aquí a la situación de antes de la cooperativización. Obviamente esta afirmación es incorrecta.”(Chang Chungchiao. Acerca de la dictadura omnímoda sobre la burguesía.1975)

Tras el golpe de Estado de Deng, escondido tras Hua, y su consecuencia más inmediata, la pérdida para la Revolución Proletaria Mundial de su centro, la República Popular de China, y el final de la Gran Revolución Cultural proletaria (GRCP), en 1977 la inmensa mayoría de los partidos llamados comunistas eran satélites al servicio de la superpotencia imperialista rusa o del revisionismo Chino.

El golpe de Estado en China y la restauración capitalista fue una demostración más de la justeza de las tesis del Presidente Mao Tsetung: “a lo largo de todo el periodo histórico de paso de capitalismo al comunismo, transcurre la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía”, que existe de forma real la posibilidad de restauración del capitalismo y por tanto de la necesidad de la Revolución Cultural para conjurar la restauración.

Sin embargo, a los ataques a la GRCP realizados por los socialimperialistas rusos, que convirtieron la patria de Lenin y Stalin en un Estado de tipo hitleriano, donde los comunistas y revolucionarios perseguidos y detenidos acababan en manos del “camarada” psiquiatra para recibir su “reeducación” a base de "psico-cirujía", descargas eléctricas y demás arsenal psiquiátrico, se unieron los revisionistas chinos y la mayor parte de los partidos y organizaciones que venían del campo marxista-leninista-pensamiento mao-tsetung.

Para justificasr ésto fue necesario borrar la línea de demarcación entre revolución y contrarrevolución. Las organizaciones prochinas tomaron posición por la “teoría de los tres mundos” de Deng al exterior, al interior capitularón ante su burguesía y utilizando el nombre del Presidente Mao sigueron el camino de la “acumulación de fuerzas” y las “etapas intermedias”. Otros partidos y organizaciones se volvieron hacia Moscú, usando como argumento que una vez acabada la GRCP, y había que insistir y remarcar su “fracaso”, las disputas ideológicas y políticas entre el PCUS y el PCCh no tenían sentido. Estas nuevas simpatías prosoviéticas (o procubanas para los nuevos prosoviéticos avergonzados), crearon en sus cabezas una realidad donde se compara el tiempo transcurrido entre el “desmoronamiento” del “maoísmo” en la República Popular de China tras la muerte del Presidente Mao con las tres décadas que pasaron entre la muerte de Stalin y la caída del muro. 
 
Es evidente, como hemos dicho, que para llegar a este razonamiento había que borrar la línea roja entre revolución y contrarrevolución:

Conscientemente hemos empleado aquí denominaciones poco precisas para designar a los países socialistas y a las fuerzas revolucionarias. Y no es por querer rehuir de las cuestiones más espinosas. Se nos preguntará: ¿Qué hay de la `restauración´ del capitalismo en la URSS y en los países de Europa Oriental? Debemos aclarar esto porque, apenas si hace falta decirlo, nuestra posición difiere respecto a esas ideas que tanto hemos pregonado a lo largo de los últimos años.

En vista del rumbo que ha tomado la política interior y exterior de la República Popular de China (muy semejante a la que ya hace tiempo emprendió la Unión Soviética), cabía la posibilidad de condenar esa nueva política y a la nueva dirección del PCCh. Aunque, al igual que en el caso de los soviéticos, esa nueva política de los chinos no nos gusta, pues difiere respecto a lo que hemos estado defendiendo hasta ahora, tampoco podemos condenarla, porque para nosotros china es un gran país socialista y su Partido Comunista un gran partido revolucionario. No podemos aceptar que se haya producido un nuevo `retroceso´ del socialismo, porque eso está en contra la verdad histórica y de nuestros propios sentimientos y aspiraciones” (PCE(r). En la encrucijada. Publicado en Bandera Roja. 2ª época-año IV –nº 33, marzo 1978)

Sólo así se podían convertir dos décadas de decidida lucha contra la restauración capitalista en la República Popular de China con su expresión más alta, la GRCP, dos décadas de indudables éxitos para la clase obrera en la RP de China y en todo el mundo, en un breve “desmoronamiento”. En concreto, mientras que el campo socialista se disolvió tras la muerte de Stalin como un azucarillo, China socialista permaneció firme durante dos décadas, si contamos desde el XX Congreso del PCUS (1956) hasta el golpe de Estado de Deng (1976), y la restauración del capitalismo fue posible sólo mediante un cruento golpe militar, evidenciando la propia debilidad de la burguesía china incapaz de seguir el camino pacífico del XX Congreso del PCUS para la restauración del capitalismo.

A esta campaña revisionista, al servicio del imperialismo y de la reacción, se unió toda una campaña de difamación contra el Presidente Mao que continúa hoy. La montaña de disparates difundidos es inmensa, por lo que sólo trataremos algunas de éstas calumnias:
  1. Hua kuofeng afirmó que el Presidente Mao personalmente le había elegido como sucesor para legitimar el golpe de Estado. Es evidente que quienes hicieron y hacen de altavoz de esta afirmación no lo hacen por holgazanería, por falta de investigación sobre el contexto y sobre la tarea que el Presidente Mao realmente confía a Hua mientras estaba reunido con una delegación de Nueva Zelanda (ver el libro La Revolución Cultural China”. R. Macfarquhar y M. Schoenhals. Critica, 2009). La tarea, no es otra que aplastar la resistencia que encuentra la campaña contra Deng Xiaoping. En esta lucha contra los dengxiaopinistas y dirigida por el propio Presidente Mao, éste escribe en un papel: “Contigo al cargo, estoy tranquilo”, al mismo tiempo que advierte a Hua, también por escrito, que se mantenga fiel a los “viejos principios del Partido”, desde luego no le nombra su “heredero”. Por tanto se repica lo que el imperialismo y la reacción levantan para atacar el maoísmo y su expresión más alta, la GRCP, no por inocencia.

  2. También se ha tratado de presentar a Lin Piao como la verdadera “izquierda” con el objetivo de presentar al Presidente Mao como un “centrista”y atacar a la GRCP y al maoísmo. Hace pocos años en uno de los blogs defensores de Avakian y del camino Prachanda se hizo campaña para “rehabilitar” a Lin Piao sobre la base de unas supuestas nuevas evidencias. Sin embargo, las pruebas de la preparación del golpe de Estado, con el que Lin Piao tenía el objetivo de asesinar al Presidente Mao y acabar con la GRCP, son contundentes. Como también existen pruebas documentadas sobre su oposición al Presidente Mao y su defensa de la teoría del “genio”. En la reunión del CC del PCCh celebrada en Lushan en 1970, Lin Piao defiende: “El talento, el saber y la experiencia del Presidente Mao por sí mismos han creado cosas nuevas”. El 13 de Agosto, dentro del comité de redacción de la nueva Constitución Lin Piao va a defender que el presidente Mao había desarrollado el marxismo-leninismo de una forma “genial, creativa y exhaustivamente”, enfrentándose a Chang Chung Chiao que vetó que estos tres adverbios aparecieran en la futura Constitución. En el campo de la filosofía, en 1970 el Presidente Mao levantó la consigna: “Que la filosofía sea liberada…”, en septiembre, el Pleno del CC del Partido acuerda la necesidad de llevar la filosofía a las masas superando el estudio de las citas del libro rojo, a lo que Lin Piao se enfrenta, como expresión de la oposición de la burguesía a que la revolución pasara a una etapa superior. 
     
  3. Sobre la “teoría de los tres mundos” de Deng Xiaoping, poco hay que decir, también se atribuyó al Presidente Mao de forma miserable. Aportamos aquí, como confesión de parte, que en el propio texto se reconoce la tajante oposición a esta teoría de los maoístas chinos:
En China también ha habido frenéticos opositores a la teoría de los tres mundos; ellos son la `banda de los cuatro´, Wnag Jung-wen, Chang Chung-Chiao, Chiang Ching y Yao Wen-yuan. Ostentando las más `revolucionarias´ divisas, se opusieron a que nuestro país apoyara al tercer mundo y se uniera con todas las fuerzas unibles y a que asestáramos golpes al enemigo más peligroso.”(Redacción de Renmin Ribao. La teoría del Presidente Mao sobre los tres mundos constituye una gran contribución al marxismo-leninismo. Ediciones en lenguas extranjeras 1977)

Aún así, tanto los revisionistas chinos, como rusos y albaneses atribuyeron la autoría de la “teoría de los tres mundos” de Deng al Presidente Mao. Para ello usaron citas de éste en las que el Presidente Mao hacía referencia a “tres mundos”, pero lo que no pudieron probar nunca es que el Presidente Mao propusiera una alianza con un imperialismo para combatir a otro, el “enemigo principal”, que es una cuestión medular de la teoría de Deng, y que hoy mismo sostiene el viejo y nuevo revisionismo, sólo hay que ver los casos de Öcalan, de su YPG, o de Filipinas.

Los revisionistas rusos nunca negaron que tras el golpe de estado de Deng la política exterior de la RP de China cambió de forma radical:

Así, durante 1977 visitaron la capital china más de 30 delegaciones de los `partidos´ y `secciones´ promaoístas de distintos países; (...) Lo mísmo ocurrió en 1978. En sus charlas con estas delegaciones los altos funcionarios chinos, explicando los acontecimientos domésticos producidos en la RP China y el viraje que ésta hizo en su política exterior para aliarse con el imperialismo, querían demostrar que China seguía siendo la `base de la revolución mundial´” (Qué hay detrás de la teoría de los tres mundos. Editorial de la revista “kommunist”. Agencia Nóvosti. Moscú, 1979)

La ayuda financiera que los líderes de Pekín prestan a los regímenes reaccionarios de América Latina testimonia persuasivamente que la RPCh ha hecho un brusco viraje en su política exterior y coincide cada vez más con los intereses de las oligarquías latinoamericanas nativas.
No obstante, en los años 60 la dirigencia de Pekín ocupó posiciones diametralmente opuestas: pregonó la `guerra popular´ , empujó a una parte de los sectores progresistas a emprender aventuras armadas, instigó el terrorismo” (Viktor Samarin. Visado para la `Ciudad Prohibida´. Agencia Novosti. Moscú, 1979)

Pero, a pesar de que se reconocía el “viraje” en la política exterior de la RP de China se trató de vincular al Presidente Mao con la política exterior de la China de Deng Xiaoping. Para ésto se utilizaron citas del propio Presidente Mao, pero como ya hemos dicho, nunca pudieron demostrar que el Presidente Mao defendiera ninguna alianza táctica con ninguna potencia o superpotencia imperialista en contra de un “enemigo principal”. Las siguientes citas tomadas de “Maoísmo: consignas y prácticas”, editado por la Agencia Novósti en 1978, son un ejemplo de ésto:

En la actualidad la situación es ésta: sólo hay un mundo, dos clases, la Tierra está dividida en tres partes”. Presidente Mao Tsetung. Tesis estratégicas, 1975

Hoy en el mundo hay dos superpotencias. A veces, metafóricamente, llamo a nuestro mundo empanada, en la que nosotros - el relleno - estamos cogidos entre dos fuerzas poderosas” Presidente Mao Tsetung. De su entrevista con George Pompidou. Septiembre de 1973

Instiga la lucha de dos tigres; espera a que uno de ellos sucumba y el otro caiga malherido. Después amarra al tigre herido...” Prsidente Mao Tsetung. Revista “ChungKung Yanchiu” (Taiwan), pág. 109. Nº 106, 1975

La transición pacífica

El ataque a la GRCP también se ha hecho y hace por supuestos defensores de ésta. La tesis de la “transición pacífica” tiene varios rostros, aunque un mismo contenido; cuanto más avanza la revolución menos resistencia debería oponer la burguesía y así lo afirmaron los revisionistas rusos:

El XX Congreso del PCUS concluyó que, en nuestra época, existe la posibilidad real de conjurar la guerra mundial. Lenin señalaba en su tiempo que bajo el dominio del imperialismo, las guerras eran inevitables; la experiencia confirmó su planteamiento. Pero desde entonces han transcurrido decenios. En el mundo se ha creado otra situación.
Aunque la esencia agresiva del imperialismo no ha cambiado, sus posibilidades ahora no son las de antes.” (Compendio de historia del Partido Comunista de la Unión Soviética. Editorial Progreso. 2ª ed. Completada. Moscú. 1975)

El XXI Congreso del PCUS extrajo una importante conclusión: el socialismo había obtenido en la URSS una victoria plena, definitiva. (…) Después de la II Guerra Mundial, la situación cambió radicalmente. Había crecido, fortaleciéndose, el poderío político, económico y militar del Estado soviético. El socialismo rebasó las fronteras de un país y se convirtió en un poderoso sistema mundial. El imperialismo internacional ya es incapaz de restaurar el capitalismo en la Unión Soviética, vencer al campo socialista” (Ibid)

También Hoxha va a defender esta posición, y así llega a afirmar que en Albania el revisionismo se ha cortado por ley:

En la República Popular Socialista de Albania no sólo se ha cortado el camino, por ley, a las tendencias revisionistas, sino que se realiza un gran trabajo de educación tendente a elevar el nivel de conciencia de los hombre, de modo que cada trabajador sea remunerado según la cantidad y la calidad del trabajo realizado” (Enver Hoxha. La democracia proletaria es la verdadera democracia. Ed. 8 Nëntori. Tirana, 1978)

Tesis combatida por todos los grandes jefes del proletariado:

El paso del capitalismo al comunismo –dice Lenin- llena toda un época histórica. Mientras esa época histórica no finalice, los explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de restauración. Después de la primera derrota seria, los explotadores derrocados, que no esperaban su derrocamiento, que no creían en él, se lanzan con energía decuplicada, con pasión furiosa, con odio centuplicado, a la lucha por la restitución del “paraíso” que les ha sido arrebatado, por sus familias, que antes disfrutaban de una vida dulce y a quienes ahora “la chusma del populacho vil” condena a la ruina y a la miseria (o al “simple”trabajo.)”

Y la burguesía tiene sus razones para hacer tentativas de restauración, pues aún después de su derrocamiento sigue siendo, durante mucho tiempo todavía más fuerte que el proletariado que la derrocó.” (Stalin. Fundamentos del Leninismo. 1924)

En al historia no se ha dado jamás el caso de que las clases moribundas se retirasen voluntariamente de la escena. No se ha dado jamás en la historia el caso el caso de que la burguesía agonizante no apelase a sus últimas fuerzas para defender su existencia. Lo mismo si nuestro aparato soviético de base es bueno que si es malo, nuestros avances, nuestras ofensivas, reducirán y desplazarán a los elementos capitalistas, y éstos, las clases agonizantes, ofrecerán resistencia por encima de todo”
Las clases agonizantes no ofrecen resistencia porque sean más fuertes que nosotros, sino porque el socialismo (…) precisamente porque se hacen más débiles, presienten que se acerca su última hora y se ven obligadas a resistirse con todas sus fuerzas, por todos los medios” (Stalin. La desviación derechista en la URSS. 1929)

Bujarin entiende que, bajo la dictadura del proletariado la lucha de clases debe extinguirse y desaparecer para que se llegue a la supresión de las clases. Lenin, por el contrario, enseña que las clases sólo pueden ser suprimidas mediante una lucha de clases tenaz, lucha que bajo la dictadura del proletariado es todavía más encarnizada que antes”
(Ibid.)

3. Los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia, en su política interior, se apartan de las posiciones de la clase obrera y rompen con la teoría marxista de las clases de la lucha de clases. Niegan el hecho del crecimiento de los elementos capitalistas en su país y la agudización de la lucha de clases en el campo yugoslavo, que de él se deriva. Esta negativa tiene su origen en la tesis oportunista según la cual, en el periodo de transición del capitalismo al socialismo, la lucha de clases no se agudiza, como enseña el marxismo-leninismo, sino que se extingue, como lo afirmaban los oportunistas del tipo Bujarin” (Resolución del Buró de Información de los Partidos Comunistas sobre la situación en el Partido comunista de Yugoslavia. 1948)

Hemos visto como años antes de la primera experiencia de restauración del capitalismo en un país socialista, tanto Lenin como Stalin adviertieron de esa posibilidad real, porque eran conscientes de la labor titánica que es el paso del capitalismo al comunismo, del poder de la burguesía agonizante, del poder de “la fuerza de la costumbre de millones y decenas de millones de personas es la fuerza más terrible”(Lenin), de 10.000 años de existencia de propiedad privada de los medios de producción. La restauración del capitalismo en todos los países socialistas es la demostración de que las advertencias de Lenin y Stalin no son vanas, y que cuanto más avanza la revolución mayor es la resistencia de la burguesía, más desesperadas y necesarias para sobrevivir son estas tentativas de restauración.

Hoy, una de las manifestaciones de la tesis de la “transición pacífica” toma la forma de defensa “critica” de la GRCP. Crítica realizada de forma retrospectiva con ese tono de “infabilididad científica” y burguesa de la que ya se mofara Marx, que sostiene que la GRCP “ es errónea, aunque tenga cosas positivas, pues en definitiva la burguesía tomó el Poder. Teoría que vuelve a repetir una vez más, bajo otra forma, que cuando el socialismo avanza la burguesía debería ofrecer menor resistencia, o incluso suicidarse, y que cuanto más avanza la clase obrera en la construcción del socialismo las tentativas de restauración deberían desaparecer y que por tanto algo falla en el el marxismo, algo falla con la Revolución Cultural. El primero en sustentar esta posición sobre la GRCP fue Hoxha para luego revisar el marxismo, negando la lucha encarnizada y a muerte entre el proletariado y la burguesía bajo la dictadura del proletariado. En todo caso, su tracición a la clase obrera, el intento de golpe de Lin Piao, el golpe de Estado de Deng, la restauración del capitalismo en la URSS, en China, en Albania..., desmienten al propio Hoxha. Veamos la posición de Lenin:

El oportunismo no extiende el reconocimiento de la lucha de clases precisamente a lo más fundamental, el periodo de transición del capitalismo al comunismo, al periodo de derrocamiento de la burguesía y de completa destrucción de ésta. En realidad, este periodo es inevitablemente un periodo de lucha de clases encarnizada sin precedentes, que reviste formas agudas nunca antes vistas, y, por consiguiente el Estado de este periodo debe ser inevitablemente un Estado democrático de una manera nueva (para los proletarios y los desposeidos en general) y dictatorial de una manera nueva (contra la burguesía).” (Lenin. El Estado y la Revolución.1917)

La solución no puede ser “descubrir” la fórmula que nos lleve al comunismo sin sobresaltos. “Desde luego, sería muy cómodo hacer la historia universal si la lucha se pudiese emprender sólo en condiciones infaliblemente favorables”, decía Marx sobre la Comuna de París, a lo que añadía: “Gracias a la Comuna de París, la lucha de la clase obrera contra la clase de los capitalistas y contra el Estado que representa los intereses de ésta ha entrado en una nueva fase. Sea cual fuere el desenlace inmediato, esta vez, se ha conquistado un nuevo punto de partida que tiene importancia para la historia de todo el mundo.” Marx, que no tenía ningún espíritu mercantil, como jefe de la clase obrera, clase que no tiene nada que perder y un mundo que ganar, pudo ver más allá del resultado inmediato y puso a la Comuna en su lugar en la historia: “un nuevo punto de partida” para la revolución proletaria. Lenin, que no era un idealista que creyera que se puede aprender a andar con un libro de instrucciones, no se paró ante el desconocimiento de un itinerario infalible:“no sasbemos ni npodemos saber a través de qué etapas, por medio de qué medidas prácticas llegará la humanidad a este supremo objetivo (el comunismo)”. El camino de Lenin fue otro: atreverse a tropezar para aprender a andar. La perspectiva es magnífica, el imperialismo se hunde en su crisis final y contamos con el maoísmo, con su experiencia más alta, la GRCP, lo que hace falta es perseverar en la lucha y atreverse a pagar el costo para llevar la revolución hasta el final.

Sobre la GRCP, tomamos firme posición por lo defendido por el CC del PCP:
5. La Gran Revolución Cultural Proletaria en perspectiva histórica es lo más trascendental del desarrollo del marxismo-leninismo por el Presidente Mao; es la solución del gran problema pendiente de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado; "representa una nueva etapa, aún mús profunda y más amplia, en el desarrollo de la revolución socialista de nuestro país".
¿Qué situación se presentó? Como dice la Decisión del P.C.Ch. sobre la GRCP: "Aunque derrocada, la burguesía todavía trata de valerse de las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de las clases explotadoras para corromper a las masas y conquistar la mente del pueblo en su esfuerzo por restaurar su Poder. El proletariado debe hacer exactamente lo contrario: debe propinar golpes despiadados y frontales a todos los desafíos de la burguesía en el dominio ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres. Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y repudiar a las "autoridades" reaccionarias burguesas en el campo académico, criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras, y transformar la educación, la literatura y el arte y los demás dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo, a fin de facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema socialista".
En estas condiciones se produjo el más estremecedor proceso político y la mayor movilización de masas que ha visto la Tierra, cuyos objetivos los definió así el Presidente Mao: "La Presente Gran Revolución Cultural Proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y construir el socialismo".
Destaquemos además dos cuestiones: 1) que la GRCP implica un hito en el desarrollo de la dictadura del proletariado hacia el afianzamiento del proletariado en el Poder, que se concretó en los Comités Revolucionarios; y 2) la restauración del capitalismo en China, después del golpe contrarrevolucionario del 76, no es la negación de la GRCP sino llanamente parte de la contienda entre restauración-contrarrestauración y, por el contrario, nos muestra la trascendental importancia histórica que tiene la GRCP en la inexorable marcha de la humanidad al comunismo.(Comité Central del Partido Comunista del Perú. Documentos Fundamentales. 1988)


miércoles, 5 de julio de 2017

TEORÍA MARXISTA DE LA VIOLENCIA


TEORÍA MARXISTA DE LA VIOLENCIA: GILBERT MURY

En los años setenta el campo comunista encabezado por el Partido Comunista de China estaba compuesto, además de Albania, por numerosos partidos y organizaciones presentes en todos los continentes, un campo heterogéneo, donde, junto a la dirección de las luchas de millones de personas en todo el mundo contra el imperialismo y el revisionismo como enemigo principal, también se expresaron problemas ideológicos y políticos. Como ejemplo de estos problemas, en el Estado Español bajo la dictadura fascista las direcciones del PTE y la ORT tomaron el camino de las alianzas “democráticas”, legitimando la dictadura de la gran burguesía española bajo su forma pluripartidista y la vía de la “acumulación de fuerzas”, electoralismo y “frentes amplios” como camino hacia el “socialismo”, el final de este trayecto llegó con la desaparición del PTE-ORT tras la capitulación de sus dirigentes. En Francia el PCFML encontró su “burguesía nacional” en de Gaulle, convirtiéndose en la “izquierda” de un sector de la burguesía imperialista francesa. En otros lugares las organizaciones m-l no pasaron de ser pequeños grupúsculos dogmáticos, incapaces de aplicar el pensamiento mao tsetung a la realidad concreta de cada país.

El autor del documento que presentamos hoy es Gilbert Mury. Activista comunista muy ligado al PTA, fue el único invitado a título personal al VI Congreso del PTA. El texto es tanto un ejemplo de las posiciones revolucionarias defendidas dentro del movimiento comunista internacional en los años setenta del siglo pasado, como de alguno de sus problemas, fundamentalmente la falta de una toma de posición firme por la Gran Revolución Cultural Proletaria, cuando no una oposición en la práctica.

En el texto se hace un balance de la experiencia de la aplicación de la dictadura del proletariado:

Las condiciones históricas de la toma del poder, especialmente en Rusia, no permitieron la aplicación inmediata de una democracia conforme a las exigencias de la Comuna de París. Pero sí fueron tomadas en cuenta por la gran revolución cultural proletaria. Los militantes chinos han puesto constantemente el acento en la necesidad de lograr una democracia `como la Comuna´. Y toda la lucha contra el burocratismo, contra la transformación de ciertos responsables del Partido y del Estado en una nueva clase dominante ha tendido a concretar el esquema comunitario definido por Marx y Engels y retomado por Lenin.”

La vía trazada por la Comuna de París –todo el poder al pueblo bajo la dirección de la clase obrera- ha sido finalmente seguida por dos de los países –el más poblado y el más pequeño- en que se establecieron relaciones socialistas de producción. Pero fue necesario transitar por un camino distinto al de la Comuna, y un desvío semejante condujo a la multiplicación de instituciones burocráticas, en especial en la Unión Soviética”.

Podía definirse dialécticamente la diferencia entre las dos vías elegidas por los grupos de países en los cuales se produjo la revolución socialista: en uno de los campos, la acumulación de áreas de la vida política y social, en que las decisiones son tomadas por los miembros del aparato, superó después de la muerte de Stalin, el umbral que separa el poder obrero –amenazado por deformaciones burocráticas- de un poder ejercido por una burguesía burocrática sobre la clase obrera y las otras capas populares. Pero paralelamente, los lazos entre militantes, intelectuales, cuadros políticos fieles al maoísmo, por una parte y las masas por la otra, se fortalecen y profundizan. Tan es así, que en el momento de combate decisivo, las fuerzas de la democracia obrera, de la dictadura del proletariado, del poder popular, han aplastado a los responsables de la corriente burocrática y agrupado a los confundidos y equivocados bajo la bandera de la Comuna. Así el umbral cualitativo, franqueado en ese momento de la evolución, no fue el mismo en los dos casos”

Centrando en la cuestión fundamental del Poder, de los viejos partidos revisionistas y de los nuevos, la clase obrera sólo puede esperar el fascismo:

Resumiendo, el paso de la toma revolucionaria del poder a la democracia de masas plantea un problema real ( …) frente a quién hable de socialismo, los obreros exigen que se demuestre que se trata de dar poder al pueblo (…)
Resumiendo, el hecho de que el PCF no aparezca más ante los obreros como el que quiere hacer la revolución, es más tranquilizante en la medida que esta revolución improbable sería –con él- burocrática y autoritaria.”

Dejando claro que el Estado burgués en cualquiera de sus formas es sólo y nada más que una herramienta para que la burguesía ejerza su dictadura, incluso cuando socializa los medios de producción, su destrucción violenta a través de la guerra popular es una necesidad ineludible para la clase obrera dirigida por su Estado Mayor, el Partido Comunista. La violencia revolucionaria no es “defensiva”, como pregona el nuevo y el viejo revisionismo, que es la puerta abierta a la capitulación ante el imperialismo y la reacción (negociaciones, acuerdos de paz, cretinismo parlamentario, constituyentes, etc.):

El capitalismo se define así por la utilización de fuerzas colectivas de producción en el marco de la propiedad privada de los medios de producción. Aún en una perspectiva burguesa, esta contradicción es el principio del paso de una etapa a la otra: el capitalismo liberal no permite a las pequeñas empresas del siglo XIX manejar un universo de máquinas gigantescas que exigen inversiones proporcionales. Entonces la burguesía socializa a su manera la propiedad: crea sociedades `por acciones´ y `trusts´. Entran en el capitalismo de los monopolios, en el imperialismo. Luego recurre al guardián de sus intereses generales, al Estado que toma a cargo los servicios esenciales y las industrias básicas deficitarias. Y este es el capitalismo moderno o capitalismo monopolista de Estado”

La lucha. Sólo la lucha permite a los oprimidos tomar conciencia de sus fuerzas y de sus necesidades, de alejarse de la mediocridad cotidiana (…) Este combate está dirigido contra una clase dominante poderosamente organizada para imponer sus coacciones, e incluso para emplear la fuerza armada cuando las mistificaciones ideológicas no le son suficientes. No se puede en consecuencia, más que oponer la violencia de las masas a la del Estado. Pero. ¿Puede suceder que el proletariado renuncie a enfrentar al Estado, y darse una perspectiva política de toma del poder? Es una ilusión imaginar un reino de paz –sería la paz de los cementerios.”

Los herederos políticos de Marx y Engles son los que hoy tienen confianza en la lucha violenta y armada de las masas para voltear al régimen capitalista. Los fundadores del materialismo histórico siempre han planteado esta regla.”

Para finalizar la presentación del documento es necesario señalar lo erróneo de la equiparación que hace Gilbert Mury de la Gran Revolución Cultural Proletaria con la lucha contra el burocratismo de los albaneses, tema que volveremos a abordar. Tras la experiencia de Nepal, la rendición de las FARC ante el imperialismo yanqui apadrinada por Cuba y otros revisionistas como el PCE del Estado español, la participación del Partido Comunista de Filipinas (representado por miembros del Frente) en el gobierno reaccionario y vendepatria de Duterte, la coalición formada por el YPG, el PKK, la superpotencia yanqui y el sionismo contra los pueblos árabes, etc., se hace evidente que no basta con levantar lucha armada, es imprescindible desarrollar guerra popular apuntando a lo más alto del maoísmo, la Gran Revolución Cultural Proletaria como se está plasmando en la guerra popular en el Perú dirigida omnímodamente por el PCP y su CC. Hoy no es suficiente con ser marxista-leninista; negar el maoísmo, negar la Revolución Cultural, es desviar a la clase obrera de la toma cabal del Poder en favor de la reacción interna y el imperialismo, los ejemplos ahí están. 


Enlace al documento:

GILBERT MURY - TEORÍA MARXISTA DE LA VIOLENCIA



miércoles, 7 de junio de 2017

ALBANIA 1965-1976

ALBANIA 1965-1976
Delegación de la República Popular de China visita Albania (1964)
Delegación albanesa visita la República Popular de China (1968)


CITAS:

Sobre la base de los magníficos éxitos y profundas transformaciones revolucionarias que han ocurrido en todos los países del sistema socialista mundial, la victoria total y final del socialismo está garantizada, no sólo en la Unión Soviética…” (Enver Hoxha. Informe sobre la actividad del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania: IV Congreso del PTA, Tirana, 1961)



Quién vencerá en Albania, entre el socialismo y el capitalismo, se ha “resuelto irrevocablemente en favor del socialismo” (Mehmet Shehu. Informe sobre las Directivas del IV Congreso del PTA sobre el 3º Plan Quinquenal para el Desarrollo Económico y Cultural de la República Popular de Albania. Tirana, 1961)



Mientras no esté asegurada la completa victoria de la revolución en los terrenos de la ideología y de la cultura, no podrán estar aseguradas ni garantizadas tampoco las victorias de la revolución socialista en los campos político y económico” (Enver Hoxha. Informe sobre la actividad del CC del Partido del Trabajo de Albania: V Congreso del PTA, 1 de noviembre de 1966. Tirana, 1967)



En oposición a los puntos de vista del revisionismo moderno, que han ocultado la lucha de clases de la vida de la sociedad y sólo hablan de la unidad de esta sociedad, nuestro Partido sostiene el punto de vista marxista-leninista de que la lucha de clases continúa, no sólo durante el período de transición del capitalismo al socialismo, cuando las clases explotadoras todavía existen, también después de su liquidación, durante todo el período de construcción de la sociedad socialista y la transición al comunismo. (Foto çami. Promover la Revolucionarización de la vida del país y algunas cuestiones prácticas del socialismo.Conferencia Nacional de Estudios Sociales. Tirana. 1971.Vol.I.)

La experiencia ha demostrado que después de la construcción de la base económica del socialismo y la liquidación de las clases explotadoras, el borde afilado de la lucha de clases no se dirige principalmente o sólo al frente externo, sólo o principalmente contra los enemigos extranjeros, como el problema fue tratado en el pasado. Tal punto de vista tiene un resultado directo, el debilitamiento de la lucha de clases dentro del país, que nunca debe ser olvidada, como el camarada Enver Hoxha ha enfatizado, porque, de otra forma seremos castigados severamente. Incluso cuando dentro del país esta lucha no está dirigida por los restos de las clases explotadoras y sus agentes o los enemigos extranjeros, espías, saboteadores, la lucha se extiende a las filas del pueblo y al Partido, de hecho, a todos los campos de la política, la economía, la cultura y la organización de la vida militar.” (Ibid.)



Afirmamos que durante todo el período histórico de transición del capitalismo al comunismo la lucha de clases continúa. La lucha entre las dos líneas continúa. El peligro de volver atrás es siempre un peligro, una posibilidad pero nunca algo inevitable. Sobreestimar o absolutizar este peligro siembra el pesimismo, la falta de confianza en el futuro, paraliza la voluntad y los esfuerzos de los hombres. Así como la subestimación de éste conduce a la falta de vigilancia y pone en peligro las victorias logradas. Sin subestimar el peligro, pero estando siempre vigilantes, tenemos plena fe en la victoria. Somos optimistas para el futuro. Porque a pesar de los zig zags de la historia, la victoria del socialismo y el comunismo en el mundo es inevitable” (Ibíd.)



La forma más adecuada para la penetración de esta ideología en las condiciones del socialismo es el revisionismo, la ideología burguesa disfrazada de fraseología socialista. De ahí surge la importancia de la tesis de la 5ª Conferencia del Partido, "mientras la victoria de la revolución socialista en el campo de la ideología y de la cultura no se ha asegurado, ninguna victoria de la revolución socialista en el campo de la política y la economía está garantizada ». (Ibíd.)



La amarga experiencia de la Unión Soviética y de algunos otros países del Este de Europa había confirmado que los enemigos de clase, internos y externos, trataban de alcanzar este objetivo (restaurar el Poder político y el régimen económico-social capitalista) preparando el terreno para la contrarrevolución política mediante la contrarrevolución en los campos ideológico y cultural” (Historia del Partido del Trabjo de Albania. Instituto de Estudios marxistas-leninistas adjunto al CC del PTA. Ed. Naim Frashëri. Tirana, 1971)



Las citas anteriores son una muestran del impacto en Albania del Gran Salto Adelante y fundamentalmente de la Gran Revolución Cultural Proletaria en el PTA y refrendado en su V Congreso. Mientras el IV Congreso del PTA (1961) aseguraba que la victoria del socialismo era cosa segura, tanto en la URSS de Jruschov, como en todo el campo socialista, desde 1965 hasta 1976, el PTA va a asumir:

  • La existencia de contradicciones en la sociedad socialista, antagónicas y no antagónicas.
  • La continuación de la lucha de clases en el socialismo.
  • La posibilidad real de la restauración del capitalismo, no sólo por factores externos (la acción del imperialismo), también y fundamentalmente por factores internos.
  • La línea de masas.
  • La necesidad de crear opinión pública y movilizar a las masas para consolidar la dictadura del proletariado y aplastar a la burguesía en el campo de la cultura una vez que ésta ha perdido su poder político, económico y militar.
  • La lucha de dos líneas para mantener la unidad interna del Partido.
  • Poner la política al mando: “a diferencia de los revisionistas, quienes han declarada el beneficio como el objetivo única y absoluto de las empresas económicas, los órganos estatales y las empresas de la República Popular de Albania en toda su actividad económica pondrían siempre la política del Partido, los intereses de la construcción de la sociedad socialista y de la defensa de la Patria en primer plano.” (Historia del Partido del Trabajo de Albania. Instituto de estudios marxistas-leninistas: publicado por decisión del CC del PTA. Ed. “Naim Frashëri”, 1971)

Sin embargo, el camino tomado por el PTA para impedir la restauración del capitalismo no fue la Revolución Cultural Proletaria, sino la lucha contra el “burocratismo”. A diferencia de la Revolución Cultural, el PTA manejó la lucha de dos líneas como si no existieran los seguidores de la vía capitalista, las masas nunca conocieron las luchas que se dieron dentro del PTA. Desde el III Congreso, donde Hoxha se hace autocrítica y asume el camino del XX Congreso del PCUS, hasta el V Congreso, las masas no conocieron qué pasó en la dirección del PTA para que se diera ese salto y ruptura (al menos en cuestiones importantes) con el viejo revisionismo, qué posiciones se defendieron en el Comité Central, quiénes las defendieron y cómo se desarrolló esa lucha. Si vemos la crítica a Lin Piao realizada por el Partido Comunista de China: “hizo lo imposible por propagar la concepción reaccionaria de la historia de la lucha de clases como una historia de golpes `palaciegos´en los que un puñado de cortesanos luchaban sangrientamente por el Poder. De esta manera, negó que el pueblo es la fuerza motriz que hace la historia” (Pekín Informa, 31-12-1973) podemos señalar la convergencia del PTA con el viejo revisionismo en este punto. En el VIII Congreso del PTA (1981), en lo que se llamó “desmaoización”, lo que fue una práctica errónea, con otras, se convierte en línea del PTA negando todos los avances de más de dos décadas de lucha contra el viejo revisionismo. Así, en el asesinato a Sehu (1981), y a otros miembros del CC del PTA, Sehu es acusado de ser triple-espía, pero no se especifica como se ha expresado ideológicamente y políticamente el supuesto trabajo de zapa de Sehu dentro del Comité Central, cómo se manifestó este supuesto trabajo para el imperialismo dentro de la dirección del PTA, qué daños generó a la revolución, a la construcción del socialismo, etc., en definitiva la lucha contra el “burocratismo” no resolvió la contradicción entre dirigentes y masas, al contrario, desvió la lucha de las masas de su blanco, los seguidores de la vía capitalista en la dirección del Partido, siendo un obstáculo para la participación plena y consciente de las masas en la construcción del socialismo y una palanca de la restauración capitalista en Albania.

En el VIII Congreso del PTA, noviembre de 1981, se oficializa el cambio de línea ideológica y política del PTA. La sociedad albanesa se presenta como una sociedad unida sin fisuras, la “antropología” albanesa “encuentra” las raíces de esa “unidad” en el neolítico, siendo el pueblo albanés uno e inmutable desde tiempos inmemoriales. Se niega el peligro de restauración del capitalismo argumentando que los modestos sueldos de los funcionarios, cuadros y técnicos lo impide, en una especie de teoría de andar por casa, que da a entender que cuanto menos se tiene menos se quiere. La formación de la “burocracia” se presenta como un proceso social inconsciente, y las medidas administrativas respecto a los sueldos la solución: “Al igual que la `propiedad privada´ engendra cada día capitalismo los sueldos altos tienen como resultado un deseo de ganancias más altas, regular e irregularmente. Estos crean un deseo de vivir, comer y vestir mejor que otros, y tú te haces burgués a la vez que te escondes bajo consignas comunistas y llevar el carnet del Partido en el bolsillo” (Historia del PTA. 2ª ed. 1980). Para la clase obrera, la rebelión ya no se justifica, su “Poder” consiste en obedecer: “El obrero debe conocer bien las leyes de su Poder, particularmente las que le enseñan cómo cumplir correctamente sus tareas a fin de que el plan sea realizado en todos sus índices; cómo defender y administrar la propiedad socialista común; cómo reforzar el orden y la disciplina en el trabajo, etc.” (Enver Hoxha. Informe sobre la actividad  del CC del PTA. Presentado ante el VIII Cogreso del PTA. 1981). La defensa de la ciencia y la técnica "puras", al margen de la lucha de clases, por parte de Hoxha sólo fue una justificación para poner al mando de la economía y del país a una minoría “cualificada”, y así el VIII Congreso: “plantea con energía que se escuche más la voz de los especialistas, que se apoye y respalde más su opinión cualificada para asentar la producción sobre bases científicas”. Pasada una década no quedaba brizna de socialismo en Albania.