viernes, 18 de septiembre de 2015

EL DERROTERO DEL PARTIDO DE TRABAJO DE ALBANIA - PTA (1956-1961)

CAMPAÑA CONTRA EL VIEJO Y EL NUEVO REVISIONISMO 

-TERCERA ENTREGA-  

 

 Hoxha y Kruschev en Albania (1959)

 


Viaje de Krushchev a Albania (1959) 

Stalin: discurso XIX Congreso del PCUS.


EL DERROTERO DEL PARTIDO DE TRABAJO DE ALBANIA - PTA (1956-1961)


1. Sobre la cuestión de Stalin (1)


En febrero de 1956 Kruschev hizo público a todo el mundo el llamado «informe secreto» sobre Stalin. Sólo dos meses tardó el Partido Comunista de China (PCCH) en criticar públicamente el Informe. El 5 de abril el «Diario del Pueblo» publicó «Sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado». El 29 de diciembre el PCCH hacía público otro documento que complementaba el análisis comenzado en el documento de abril, «Una vez más sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado». Sobre el contenido de los documentos, en síntesis, lo que lo que se afirmaba rotundamente eran los siguientes puntos:

a)      Sobre el imperialismo.- el PCCH se opone a la tesis de la «coexistencia pacífica» y defiende que «La encarnizada lucha que se libra entre nosotros y nuestros enemigos es una lucha de clases a escala mundial».

b)      Sobre el balance de las últimas décadas de construcción del socialismo en la URSS, se vuelve a poner énfasis en lo positivo, en los éxitos y en la defensa de Stalin, y la necesidad de separar lo justo de lo erróneo para aprender de los errores:

«La Unión Soviética alcanzó enormes éxitos en los 39 años transcurridos después de la Revolución. Destruyendo el sistema de explotación, la Unión Soviética liquidó en la esfera de la vida económica la anarquía, las crisis y el paro forzoso. La economía y la cultura de la U. Soviética progresan a ritmos que no admiten comparación con los países capitalistas. Ya en 1956, la producción global de la industria de la U. Soviética sobrepasó 30 veces el nivel más alto prerrevolucionario de 1913. Un país que antes de la Revolución era industrial mente atrasado, con una población en su mayoría analfabeta, hoy día es ya la segunda potencia industrial del mundo, y posee adelantadas fuerzas científico-técnicas en comparación con otros países, y una cultura socialista altamente desarrollada. Los trabajadores de la Unión Soviética, oprimidos que eran antes de la Revolución, son hoy los dueños del país y de la sociedad; demostraron inmensa actividad e iniciativa creadora en la lucha revolucionaria y en el trabajo constructor, cambió radicalmente su situación material y su vida cultural. La Rusia prerrevolucionaria era realmente una cárcel de los pueblos que habitaban ese país. Después de la Revolución de Octubre, estos pueblos obtuvieron en la Unión Soviética la igualdad de derechos y rápidamente se convirtieron en naciones socialistas adelantadas.

«El camino del desarrollo de la Unión Soviética no fue llana ni mucho menos. Desde 1918 hasta 1920, la Unión Soviética sufrió el ataque de catorce Estados Capitalistas. En el periodo inicial, la Unión Soviética hubo de soportar serias adversidades; la guerra civil, el hambre, las dificultades económicas, la actividad sectario escisionista en el interior del Partido. En el periodo decisivo de la segunda guerra mundial, hasta que los países occidentales abrieron el segundo frente, la Unión Soviética por si sola soportó la agresión del ejército, de muchos millones de hombres, de Hitler y sus secuaces, y les infringió la derrota. Estas duras pruebas no quebrantaron a la Unión Soviética, no detuvieron su avance. La existencia de la Unión Soviética hizo tambalearse en su raíz la dominación del imperialismo, infundió infinitas esperanzas al movimiento revolucionario obrero y al movimiento liberador de los pueblos oprimidos, inspirándoles confianza y valor.

«Los trabajadores de todos los países prestaron apoyo a la URSS y la URSS, por su parte, prestó ayuda a los trabajadores de todos los países. La Unión Soviética llevó a cabo una política exterior de defensa de la paz en todo el mundo, de reconocimiento general de la igualdad de derechos de las naciones y de lucha contra la agresión imperialista, La Unión Soviética fue la fuerza fundamental en el mundo que conquistó la victoria sobre la agresión fascista. El heroico Ejército Soviético liberó los países de la Europa Oriental y parte de la Europa Central, el Nordeste de China y la parte septentrional de Corea, en colaboración con las fuerzas populares de esos países. La Unión Soviética estableció relaciones amistosas con todos los países de democracia popular, ayudó a estos países en la edificación de la economía y junto con ellos formó el poderoso baluarte de la paz en el mundo entero: el campo socialista. La Unión Soviética prestó así mismo serio apoyo al movimiento por la independencia de las naciones oprimidas de todo el mundo, al movimiento de los pueblos del mundo por la paz y a numerosos Estados pacíficos nacidos en Asia y África después de la segunda guerra mundial.

«Todos estos hechos son irrebatibles y conocidos desde hace tiempo. ¿Por qué recordarlos de nuevo en la actualidad? Porque los enemigos del comunismo, hoy como ayer, los niegan por completo; y porque en la hora actual ciertos comunistas, cuando analizan la experiencia de la Unión Soviética, fijan a menudo toda su atención en un aspecto secundario de la cuestión y pierden de vista lo esencial.

«Cuando hablamos de la vía que ha seguido la Revolución de Octubre, es porque la consideramos esencial (...) Este elemento esencial es una verdad universal del marxismo-leninismo, válida para el mundo entero.

«La unión soviética también tiene en su haber experiencias de errores y fracasos (...) Estos errores y fracasos son una lección importante para todos los comunistas. Por esto, merece que estudiemos con atención la experiencia de la Unión Soviética, incluida la de los errores y fracasos; lo esencial siguen siendo los éxitos conseguidos por la revolución.»

(China: antecedentes de la revolución  cultural. Tres documentos fundamentales. Ediciones de la Larga Marcha. Argentina. 1973. Págs. 1-41)



Especificando, sobre los errores de Stalin, se concluye lo siguiente:



«Los errores de Stalin no derivan del sistema socialista; para rectificar estos errores no hay necesidad de ‘rectificar’ el sistema socialista, que ha probado que corresponde a las necesidades de desarrollo de la sociedad socialista» (Ibíd.)

«El ‘stalinismo’ es, ante todo, el comunismo, el marxismo-leninismo. Este es su aspecto fundamental. Creemos que si se comparan los errores de Stalin con sus realizaciones, los errores ocuparían el segundo lugar.» (Ibíd.)



Tardó un año el PTA, tras el XX Congreso del PCUS, en presentar un balance sobre Stalin defendiendo lo principal, lo positivo:

«Nosotros no estamos de acuerdo con aquellos que rechazan todo lo positivo de la obra revolucionaria de Stalin (...) J.V. Stalin, como se sabe, es un gran marxista; ha defendido, después de Lenin, el marxismo-leninismo contra todos los enemigos y los revisionistas y ha aportado una valiosa contribución al ulterior desarrollo de esta ciencia.» (E. Hoxha. Informe sobre la situación Internacional y las tareas del Partido, presentado en el Pleno del CC del PTA, 13 de febrero de 1957. págs 40-41. Citado en Historia del Partido del Trabajo de Albania. Tirana. 1971 pág.444.)



En 1960, la posición defendida por el  PTA en la Conferencia de Moscú sobre el XX Congreso del PCUS y la cuestión de Stalin permite ver el desarrollo de las posiciones del PTA, que fue la siguiente:                

«El Partido del Trabajo de Albania se encontraba ante un gran dilema. No estaba, como por lo demás no estará jamás, convencido de la razón por la que se condenó al camarada Stalin de la manera y en la forma como lo hizo el camarada Jruschov. Si, en general, nuestro Partido aceptó las formulaciones del XX Congreso sobre esta cuestión (2) [Todos los subrayados en negrita son nuestros. Nota Mar Armado de Masas], no se ajustó estrictamente a las limitaciones fijadas por él, ni cedió frente a los chantajes e intimidaciones que se le hacían desde el exterior.

«El Partido del Trabajo de Albania considera que no es justo, normal ni marxista que el nombre y la gran obra de Stalin sean borrados de toda esa época, como se está haciendo. La obra inmortal de Stalin nos incumbe a todos defenderla. Quien no la defiende es un oportunista y un cobarde. (Enver Hoxha. Discurso pronunciado en nombre del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania en la Conferencia de los 81 Partidos Comunistas y Obreros en Moscú, 16 de noviembre de 1960. Primera edición: Documentos Principales del PTA, t. III, 1970, ed. albanesa.)» (Ibíd. Pág.483)



En la primera edición de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» (1971), uno de los más importantes documentos elaborados en la historia del PTA, del que Hoxha afirmó que es «una poderosa arma política e ideológica» (1967) y edición no revisada hasta la década de los 80, se mantiene que cometió errores según el propio balance del PTA:

«No tomó todas las medidas necesarias para frenar los exagerados elogios enteramente innecesarios, que la propaganda soviética hacía a su persona durante los últimos años de su vida.» (Ibíd. Pág.423)»



Además del PCCH y del PTA, pocos partidos comunistas tomaron posición por la defensa de Stalin, de la dictadura del proletariado y del marxismo-leninismo: el Partido del Trabajo de Vietnam, el Partido Comunista Indonesio y algunos otros. Es tras el balance del PCCH sobre Stalin y tras la lucha de dos líneas que se desencadena a nivel internacional y en el interior del PCCH, que viendo el problema de la restauración del capitalismo en los  países socialistas, la cuestión de los dos caminos, ¿de quién vencerá a quién?, si el proletariado o la burguesía, cuando el PCCH, dirigido por el presidente Mao, iniciará y dirigirá tanto el «Gran Salto Adelante» como la «Gran Revolución Cultural Proletaria», con el objetivo de prevenir la restauración de la dictadura de la burguesía y fortalecer la dictadura del proletariado:

«El pueblo debe tener derecho a hacerse cargo de la superestructura. Por lo que se refiere a los derechos del pueblo, no podemos admitir que el Estado esté administrado por sólo una parte de la gente y que el pueblo sólo pueda disfrutar de sus derechos al trabajo, instrucción y seguros sociales bajo el control de ciertas personas» (Presidente Mao Tse-Tung. Notas de lectura sobre el manual de economía política de la Unión Soviética. 1960)

«En la página 414 del manual se habla de los diferentes derechos que gozan los trabajadores, pero no se mencionan sus derechos de gestión del país, a la gestión de las diversas empresas, de las organizaciones culturales y de la educación. En realidad estos son los derechos más importantes de los trabajadores en el sistema socialista. Estos derechos fundamentales, sin los cuales el derecho a trabajar, a la instrucción, al descanso, etc., no tienen ningún valor». (Ibíd.).





2. Los vaivenes de Hoxha y del PTA frente el revisionismo del XX Congreso del PCUS.


           

En marzo de 1956, por decisión del PTA se editan y distribuyen en Albania 10.000 copias de los informes y conclusiones del XX Congreso del PCUS. El 14 de abril, tras su regreso de Moscú, Hoxha publica un artículo en Zeri i Popullit asumiendo las posiciones del XX Congreso del PCUS sobre Stalin y el “culto a la personalidad” (ver la nota 2).

El 17 de abril de 1957 la URSS condona a Albania un crédito por valor de 422 millones de rublos.

En abril de 1958, por iniciativa del PCUS, se crea en Moscú la Sociedad de Amistad con Albania. El mismo año se establece un servicio aéreo regular entre Moscú y Tirana.

El 16 de enero de 1959 Kruschev envía una carta a Hoxha anunciándole la decisión del CC del PCUS de construir un palacio cultural en Tirana y una instalación de radio como regalo al pueblo albanés y al PTA.

Además, el año 1959 es el del XXI Congreso del PCUS y el del viaje de Kruschev a Albania (25 Mayo – 4 Junio) que aceptaba la invitación de Hoxha. Sobre el XXI Congreso Hoxha muestra su conformidad con éste. De la visita de Kruschev, éste es recibido como el gran jefe del campo socialista y gran amigo del pueblo albanés. Cuando Kruschev llega a Tirana escucha de Hoxha estas palabras: «¡El pueblo de Albania le da la bienvenida con el corazón y los brazos abiertos!». Kruschev es reconocido como ciudadano honorífico (Honorary Citizen) de la ciudad de Tirana, es decir, recibe el reconocimiento de ser un representante de los intereses de Albania. La visita dura dos semanas y se llega a un acuerdo económico por el cual Albania recibiría una gran ayuda económica, acuerdo que incumplirá la parte rusa. El convenio de asistencia  técnica entre Albania y la URSS incluía un crédito soviético de trescientos millones de rublos para la industrialización de Albania. En diciembre de ese mismo año cuatro submarinos rusos llegan a la base naval rusa de Valona, construida en Albania. Cabe recordar que hasta la invasión de Checoslovaquia por las tropas rusas en 1968 Albania siguió siendo miembro del Pacto de Varsovia.

En 1960, la lucha contra el revisionismo krushchovita llevada adelante por el PCCH, con el Presidente Mao a la cabeza, obliga al PCUS a organizar la Conferencia de Bucarest. El objetivo de la Conferencia en palabras de Hoxha (junio de1960) es la condena del PCCH y su exclusión del movimiento comunista internacional. En esta Conferencia el PTA se opuso al plan de los revisionistas «soviéticos», aunque considerando las divergencias como cuestiones entre los dos partidos y guardando silencio sobre las posiciones revisionistas defendidas por el PCUS:

            «En la reunión se creó una situación muy grave. Los representantes de diversos partidos estaban desorientados. La delegación del Partido Comunista de China refutó las acusaciones calumniosas formuladas contra él. El Comité Central del Partido del Trabajo de Albania, puesto de inmediato al corriente por su delegación, estimó la situación bastante preocupante y sacó la justa conclusión de que el campo socialista y el movimiento comunista internacional se hallaban frente a un gran complot urdido por Jruschov. La aceptación de las acusaciones calumniosas de la dirección soviética contra el Partido Comunista de China traería consecuencias desastrosas. Aplicando las directivas del Comité Central del Partido, el cama-rada Hysni Kapo se pronunció firmemente contra la puesta en discusión de los llamados “errores” del Partido Comunista de China y contra su condena. Consideró la Reunión de Bucarest como no preparada y que estaba en oposición a los reglamentos de organización que aplican los partidos comunistas y obreros. La delegación del Partido del Trabajo de Albania puso de manifiesto que las divergencias entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y el Partido Comunista de China no podían ser juzgadas únicamente en base a los materiales presentados por una so-la parte. Para juzgarlas era indispensable escuchar también la palabra de los camaradas chinos. Y preliminarmente, estas divergencias debían ser discutidas por los dos partidos.» (Historia del Partido del Trabajo de Albania. Tirana, 1971. págs. 472-473)



El 16 de julio de 1960, tras el III Congreso del Partido Comunista Rumano, donde el PCCH vuelve a ser atacado por el PCUS por combatir las tesis y posiciones revisionistas, la Unión Soviética retira de forma unilateral todos los técnicos rusos de la república Popular China con el objetivo de quebrar la economía de China Socialista.

En la posterior Conferencia de Moscú (noviembre de 1960), convocada ante el fracaso de los planes de los revisionistas kruschovitas en la Conferencia de Bucarest, el PTA se mantendrá firme en la crítica al revisionismo, centrando fundamentalmente en el revisionismo de Tito.

En el IV Congreso (1961) del PTA  se expresa una clara convergencia con los revisionistas rusos que siempre se opusieron a que el debate fuera público, igual que el nuevo revisionismo en la actualidad, además de otras como: asegurar que en la URSS se habían puesto las bases económicas del comunismo, reconocer a la URSS de Kruschev como cabeza del campo socialista  o negar la posibilidad de la restauración capitalista en los países socialistas (3):

            «Adoptando una firme posición de principios contra el revisionismo y desenmascarando los puntos de vista revisionistas, el IV Congreso no criticó, sin embargo, abiertamente a la dirección soviética con relación a estos puntos de vista, ni su actividad escisionista en el seno del movimiento comunista y del campo socialista, así como tampoco sus injerencias y actividades antimarxistas contra el Partido del Trabajo de Albania y la República Popular de Albania. Esto el Partido del Trabajo de Albania lo había hecho en la Conferencia de Moscú que era una reunión de partidos hermanos así como también en las reuniones a puertas cerradas del Comité Central y de sus organizaciones. No quería que los desacuerdos con la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética y con algunos otros partidos fueran dados a conocer públicamente.» (Ibíd. Pág.508) (4)



Si nos remontamos al III Congreso del PTA (25 de mayo de 1956):

«...el III Congreso no condenó abiertamente las tesis antimarxistas del XX Congreso. El Comité Central del Partido del Trabajo de Albania había hecho conocer a la dirección soviética su oposición y sus reservas acerca de una serie de tesis y actividades de esta dirección. Al mismo tiempo la prensa del Partido del Trabajo de Albania formulaba, sobre estas cuestiones, apreciaciones diferentes, prácticamente opuestas a las del XX Congreso. Pero el Partido del Trabajo de Albania no podía expresar públicamente en su Congreso su oposición y reservas hacia las conclusiones del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, por razón de que una tal forma de proceder en ese tiempo, no iría sino en favor de los enemigos del comunismo, quienes habían desencadenado un furioso ataque contra la Unión Soviética y contra la unidad del campo socialista y del movimiento comunista internacional. Los comunistas albaneses han considerado siempre como su más alto deber internacionalista defender el primer Estado socialista creado en el mundo, y el campo socialista. Aparte de eso, todavía no se conocía bien, en aquel entonces, el verdadero objetivo que buscaba alcanzar el grupo de Jruschov con sus nuevas tesis.» (Ibíd. pág. 230)



Es a finales de octubre de 1961 cuando el PTA comienza a luchar de forma abierta contra el revisionismo «soviético», como podemos comprobar en la edición de 1971 de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania», tras un último intento de acercamiento al PCUS:

            «La República Popular de Albania había disfrutado de una ayuda que no se había escatimado y que había sido concedida en múltiples formas por parte de la Unión Soviética. La colaboración entre el Partido y el Estado albaneses y el Partido y el Estado soviéticos, hasta el verano de 1960 había seguido su curso normal.» (Ibíd. Pág.519)

(...)

«El Comité Central del Partido del Trabajo de Albania hizo, al mismo tiempo, un nuevo llamamiento al Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética elegido en su XXII Congreso, para que analizara con más objetividad y con equidad leninistas la grave situación que había creado la actividad antimarxista del grupo de Jruschov en las relaciones soviético-albanesas.

“Profundamente preocupado por el estado deplorable y extremadamente grave de las relaciones albano-soviéticas en el momento actual, que se deriva de los actos brutales, antimarxistas de N. Jruschov y de su grupo, el Partido del Trabajo de Albania llama al Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética a que examine con tranquilidad la situación creada y a que tome las medidas necesarias para su normalización...” (Carta del CC del PTA dirigida al CC del PCUS, aprobada en la reunión del Pleno del 12 de octubre de 1961 y remitida a la embajada soviética en Tirana el 11 de noviembre de 1961-ACP.)

“Nuestro Partido siempre ha estado dispuesto, en aras de la unidad del movimiento comunista y del campo socialista, de los intereses de nuestros países, a resolver las divergencias existentes. Pero siempre ha sido y es de la opinión de que las cuestiones sean resueltas de una manera justa y so-lamente por la vía marxista-leninista, en condiciones de igualdad y no mediante presiones e imposiciones. Nosotros tenemos esperanzas y estamos convencidos de la justeza del Partido Comunista de la Unión Soviética”. (Enver Hoxha. Discurso pronunciado en la reunión solemne en conmemoración al XX aniversario de la fundación del PTA y al XLIV aniversario de la gran Revolución Socialista de Octubre. Tirana 1961, pág. 79.)

«A esta demanda de sincera camaradería, el grupo revisionista de Jruschov respondió con otro acto hostil sin precedentes en las relaciones entre países socialistas, con la ruptura de las relaciones diplomáticas con la República Popular de Albania. Como motivo para perpetrar este acto se sirvió de la patraña según la cual, ‘el gobierno albanés había desencadenado en su país una campaña hostil de calumnias contra la URSS, que ‘este gobierno aplicaba con premeditación medidas que tendían a obstaculizar la actividad normal de la embajada y de la representación comercial de la URSS en Albania’, etc. Pero el verdadero motivo era el fracaso de los esfuerzos de los dirigentes soviéticos para obligar al Partido del Trabajo de Albania a renunciar a la lucha de principios que llevaba a cabo contra su línea revisionista y las tentativas de imponer al Partido del Trabajo de Albania y a otros partidos comunistas y obreros esta línea a todo precio.

«Al comenzar la lucha abierta contra el revisionismo jruschovista, el Partido del Trabajo de Albania asumía toda la responsabilidad, tanto ante el pueblo albanés como ante el movimiento comunista internacional. Comenzó esta lucha con la convicción de que saldría victorioso, puesto que defendía una causa justa, la causa del marxismo-leninismo, la causa del socialismo, porque junto a él luchaban los comunistas y todas las fuerzas revolucionarias en el mundo. Para eliminar al mismo tiempo, cualquier idea falsa que habría podido surgir acerca de una victoria fácil y rápida, el Comité Central advertía que ‘la lucha que se le ha impuesto a nuestro Partido y a nuestro pueblo será larga y ardua. Pero las dificultades jamás han atemorizado a nuestro Partido y a nuestro pueblo.’» (Declaración del CC del PTA, 20 de octubre de 1961. “Zëri i Popullit”, 21 de octubre de 1961.)» (Ibíd.págs.520-522)



Los hechos, desde luego, son contrarios al cuento de los hoxhistas sobre la firme posición del PTA frente al  XX Congreso del PCUS y el revisionismo krushchovita, que no es otra cosa que una cascada de falsedades publicadas de 1979 en adelante. Una revisión de la historia que llegó al esperpento de falsificar el contenido de las reuniones de Stalin con Hoxha (como se puede comprobar leyendo las actas soviéticas de las reuniones y comparándolas con el mamotreto de Hoxha (1979) «Con Stalin», tema que abordaremos en entregas posteriores). La situación tras el XX Congreso del PCUS fue pues verdaderamente compleja y grave para todo el movimiento comunista como muestra el testimonio del entonces veterano comunista Jean Baby (1966) (5):

            «Tras el XX Congreso, el movimiento comunista -excepto, como ya hemos dicho el P.C.CH.- se vio sacudido por una tempestad que amenazaba con tomar proporciones dramáticas. Los más ardientes defensores de Stalin se encontraban desamparados, y respondían con dificultad a las preguntas que les eran planteadas y a las que, sin duda, ellos mismos se planteaban. Su autoridad se hallaba especialmente quebrantada, dado que no se encontraban preparados para las brutales denuncias del XX Congreso; y también porque el P.C.U.S., guía indiscutible del movimiento comunista internacional, no les proporcionaba explicaciones satisfactorias sobre las condiciones en las que el «culto a la personalidad»  de Stalin había podido desarrollarse, y conducir a los abusos que acababan de serles revelados.». (Jean Baby. Los orígenes de la controversia chino-soviética. Emiliano Escolar Editor. Madrid. 1976. Pág.10)



Solamente el PCCH, de forma firme y pública combatió de inmediato las tesis revisionistas del XX Congreso del PCUS como se puede comprobar en los documentos «Sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado» (1956) y «Una vez más sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado» (1956). Fue en la lucha contra el revisionismo a nivel internacional y dentro de los propios partidos comunistas como se fue desenmascarando el revisionismo del XX Congreso del PCUS y comprendiendo su alcance, que unido a la aplicación del marxismo-leninismo, principalmente en la República Popular China, nos dio a los comunistas una mayor compresión de la ideología del proletariado. De esta forma, los graves problemas surgidos tras el XX Congreso del PCUS fueron resueltos con la ideología comunista al mismo tiempo que  se producía un desarrollo de ésta (hoy marxismo-leninismo-maoísmo) sobre la experiencia de su aplicación a la realidad.

No debe de extrañar, que expuestos los hechos, el propio PTA, con Hoxha a la cabeza, llamara a los partidos comunistas a unirse en torno al PCCH dirigido por el Presidente Mao, pues la aportación del PCCH y del presidente Mao en esta lucha contra el revisionismo fue calificada por el V Congreso del PTA (1966) como  «colosal». Es evidente que esta valoración desapareció de las obras escogidas de Hoxha publicadas tras la muerte del Presidente Mao convirtiéndose en unos pobres puntos suspensivos.

Actualmente, la labor de los hoxhistas  es seguir mintiendo sobre el pasado para atacar el maoísmo, fundamentalmente a la guerra popular en el Perú dirigida omnímodamente por el PCP y su Comité Central. Forman, con el nuevo revisionismo con membrete de «maoísta», parte del plan del imperialismo, principalmente yanqui, para intentar aislar a la guerra popular en el Perú y del plan de «acuerdos de paz» y capitulación.

NOTAS


(1)   En esta primera parte del documento se ha tomado en parte el esquema que aparece en el capítulo primero: «Primer análisis chino sobre la cuestión de Stalin» del  libro de Jean Baby «La Grande Controverse sino-soviétique, 1956-1966», Grasset, 1966, publicado en español con el título: «Los orígenes de la controversia chino-soviética» (1976).

(2)   En el ensayo de Daniel Tretiak: «China and the Balkans: The Founding of the Sino-Albanian Entente» (1962) recoge la siguiente cita de Hoxha sobre Stalin y el «culto a la personalidad» fechada en abril de 1956:

«Marxism-Leninism does not deny the role played by individuals in history so long as they understand the needs of society and facilitate the settlement of problems in the progress of society.

«When distinguished individuals place themselves above the masses and thereby detach themselves from the masses, then conditions conducive to mistakes readily occur and seriously endanger the masses. We must say that when the CPSU and the Soviet Unión achieved the great victories which led to the triumph of Socialism, Stalin began to put himself above the Party and the people and detach himself from the masses. Thus, great mistakes were committed which harmed the Soviet people and the cause of Socialism». (Enver Hoxha, “Marxism-Leninism Teaches that the people are the Creators of History” in Zeri i Popullit, as broadcast by Tirana Radio, Home Service, April 14, 1956.)

Para ir al documento:

http://www.nonstopsystems.com/radio/pdf-hell/article-hell-tretiak-china.pdf

Traducción:

«El marxismo-leninismo no niega el papel desempeñado por los individuos en la historia con tal de que comprendan las necesidades de la sociedad y faciliten la solución de los problemas para el progreso de la sociedad.

«Cuando individuos importantes se colocan por encima de las masas y con ello se separan de las masas, entonces se crean las condiciones propicias para que puedan ocurrir errores fácilmente  y poner en serio peligro a las masas. Hay que decir que cuando el PCUS y la Unión Soviética lograron las grandes victorias que llevaron al triunfo del socialismo, Stalin comenzó a ponerse por encima del Partido y del pueblo y a separarse de las masas. Por lo tanto, los grandes errores que se cometieron dañaron al pueblo soviético y a la causa del Socialismo.» (Hoxha. abril de 1956)



(3)   Del Informe de Hoxha al CC del PTA:

«During the forty-three years, after the October Revolution, socialism has scored decisive victories of world historic importance. The glorious Soviet Union has became now the most superpowerful state in the world, the invincible bulwark of socialism and the support of all the people of the world in their struggle for peace, national independence, democracy and socialism. It is the first to open the road towards to communism, the road of a splendid and happy future for all mankind. Now the Soviet Union is successfully building the technical and material basis of communism» (E. Hoxha. Report of the activity of the CC of the Party of Labour of Albania. Held at the 4th Congress of PLA on february 13th, 1961.Tirana, 1961. págs. 6-7. Edición digital: The Socialist Truth in Cyprus - London Bureaux. http://www.st cyprus.co.uk/intro.htm.)

«On the basis of the magnificent success and revolutionary transformations, which have taken place throughout all the countries of the world socialist system, the full final victory of socialism is now secured, not only the Soviet Union, but in the framework of the socialist system as a whole. (Applause).» (Ibíd. pag. 7)

«Thus, in our country, the multiform economy has generally disappeared and instead of it a single system of socialist economy has been created. Thus the economics basis has been created in the town as well as in the countryside. The problem “who is going to win?” has been definitely solved in favor of socialism. Capitalism economy, the exploiting classes and the exploitation of man by man have been abolished for ever.» (Ibíd. págs. 44-45)



Traducción:

«Durante los cuarenta y tres años, tras la Revolución de Octubre, el socialismo ha conseguido victorias decisivas de importancia histórica mundial. La gloriosa Unión Soviética se ha convertido ahora el estado más  poderoso del mundo, el baluarte invencible del socialismo y el apoyo de todos los pueblos del mundo en su lucha por la paz, la independencia nacional, la democracia y el socialismo. Es el primero en abrir el camino hacia el comunismo, el camino de un espléndido y feliz futuro para toda la humanidad. Ahora la Unión Soviética está construyendo con éxito la base técnica y material del comunismo» (E. Hoxha. Report of the activity of the CC of the Party of Labour of Albania. Held at the 4th Congress of PLA on february 13th, 1961.Tirana, 1961. págs. 6-7. Edición digital: The Socialist Truth in Cyprus - London Bureaux. http://www.st cyprus.co.uk/intro.htm.)

            «Sobre la base del éxito de  las magníficas transformaciones  revolucionarios que han tenido lugar a lo largo de todos los países del sistema socialista mundial, la victoria final  y completo del socialismo está asegurada, no sólo en la Unión Soviética, sino también en el marco del sistema socialista como un todo.» (Aplausos)» (Ibíd. pag. 7)

            «Así, en nuestro país, diversas formas de economía  han desaparecido en general y se ha creado un solo sistema de economía socialista. Por tanto, la base de la  economía se ha creado tanto en la ciudad como en el campo. El problema de "¿quién vencerá?" Ha sido definitivamente resuelto a favor del socialismo. La economía capitalista, las clases explotadoras y la explotación del hombre por el hombre han sido abolidas para siempre.»  (Ibíd. págs. 44-45)



(4)   En 1960, un año antes del Congreso del PTA, la revista Hongqi  (Bandera Roja) publicó el documento ¡Viva el Leninismo!, donde el PCCH hace públicas sus críticas a las tesis revisionistas de la dirección del PCUS, con las consecuencias ya mencionadas: Conferencia de Bucarest, el ataque del PCUS en el Congreso del PC Rumano al PCCH, el boicot económico de la URSS a la economía de China socialista que se sumaba al bloqueo económico del imperialismo yanqui y la Conferencia de Moscú. Por el lado de los comunistas del mundo este documento sirvió para impulsar el campo marxista-leninista y como herramienta de combate para los verdaderos comunistas contra el revisionismo.

(5)   J. Baby fue militante del Partido Comunista de Francia (PCF) de 1925 a 1960 cuando fue expulsado por oponerse a las tesis del XX Congreso del PCUS y a la dirección revisionista del PCF que estaba en manos del revisionista M.Thorez.



DOCUMENTOS:

 

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miércoles, 12 de agosto de 2015

LA LUCHA CONTRA EL REVISIONISMO KRUSCHOVITA



CAMPAÑA CONTRA EL VIEJO Y EL NUEVO REVISIONISMO

-SEGUNDA ENTREGA-


LA LUCHA CONTRA EL REVISIONISMO KRUSCHOVITA

En 1963 las posiciones revisionistas de la burguesía burocrática «soviética» presentaban ya un alto grado de sistematización, desarrollo y coherencia interna. Un producto de esa sistematización, de ese taimado plan revisionista, se expone en «Kommunist», órgano teórico del PCUS, donde se publicaba un documento («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional») que trataba de descalificar las posiciones comunistas del Partido Comunista de China (PCCH), en su combate a las tesis del XX Congreso del PCUS, calificándolas de «oportunismo de izquierdas». El documento fue rebatido contundentemente por el PCCH poniendo en evidencia no sólo el anticomunismo de Kruschev y del PCUS, sino también desenmascarando el uso de la mentira por parte de los revisionistas como arma política.
Sobre las mentiras, la primera y más descarada, fue la afirmación de que la lucha contra las tesis revisionistas levantadas por el XX Congreso no empezaron hasta 1960, tesis repetida hasta la náusea por Hoxha (paradigma y paladín de la felonía y el oportunismo) algunas décadas más tarde.
De esta forma, el PCCH, dirigido por el Presidente Mao, contestaba de forma contundente, y al mismo tiempo, refutando con hechos, las afirmaciones de «Kommunist» centrando en el fondo del asunto:

[…] la carta abierta del CC del PCUS difunde una versión según la cual las divergencias en el movimiento comunista internacional fueron provocadas por los tres artículos que publicamos en abril de 1960 bajo el título de Viva el Leninismo. Esta es una mentira monstruosa.
¿Cuál es la verdad? La verdad es que ya hace más de siete años se inició toda una serie de divergencias de principio en el movimiento comunista internacional. Concretamente, estas divergencias se iniciaron con el XX Congreso del PCUS en 1956. («Las divergencias se iniciaron con el XX Congreso del PCUS», Redacción del Renmin Ribao y la redacción de la revista Hongqui, 1963.)

Sobre los puntos importantes de las posiciones rusas, además las publicadas en 1963, trataremos algunos de los más significativos, presentando primero y entrecomilladas las argumentaciones revisionistas de «Kommunist», pasando a comentarlas después. También se han incluido anotaciones nuestras en las citas más extensas, presentadas al final del presente documento; esto se realiza con el fin de facilitar la lectura de todo el documento y ver el calado de inmoralidad, miseria y tergiversación de la que hizo gala Hoxha diciendo y luego desdiciéndose oportunistamente después de la muerte del presidente Mao.



Sobre la lucha de clases en el socialismo:

                      Hablando de la lucha de clases en la sociedad soviética los camaradas chinos transfieren mecánicamente las leyes objetivas del desarrollo de la sociedad en el período de transición del capitalismo al socialismo, al período de paso del socialismo al comunismo. Durante el paso al socialismo en la sociedad existen realmente clases antagónicas, existe la lucha de clases. Pero otra cosa es cuando el socialismo ha triunfado, cuando se ha afianzado la propiedad social sobre los medios de producción y están liquidadas las clases explotadoras y las causas que las engendran. Pues no es posible impugnar el hecho de que la sociedad soviética está constituida por dos clases amigas de trabajadores socialistas, los obreros y los campesinos, así como también los intelectuales del pueblo.Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Comentario:
Tanto a nivel nacional como a nivel internacional los revisionistas rusos manejaron una tesis ajena al marxismo en torno a la lucha de clases. De la argumentación de los revisionistas sobre sus tesis de «transición pacífica», «coexistencia pacífica» y «Estado de todo el pueblo» se deduce que las clases explotadoras se acaban suicidando. Contraria a la tesis comunista, expresada en numerosas ocasiones por los grandes jefes del proletariado, y a la experiencia histórica, cuanto más débil es una clase explotadora más se esfuerza en sobrevivir y más brutal es su resistencia a desaparecer. Citamos a J. Stalin:

En la historia no se ha dado jamás el caso de que las clases moribundas se retirasen voluntariamente de la escena. No se ha dado jamás en la historia el caso de que la burguesía agonizante no apelase a sus últimas fuerzas para defender su existencia. Lo mismo si nuestro aparato soviético de base es bueno que si es malo, nuestros avances, nuestra ofensiva, reducirán y desplazarán a los elementos capitalistas, y éstos, las clases agonizantes, ofrecerán resistencia por encima de todo. (J. Stalin. “Sobre la desviación derechista en el P.C.(b) de la U.R.S.S.”. )

 El interés de la burguesía burocrática soviética en el Poder no era otro que esconder y legitimar su dictadura, negando la existencia de la lucha de clases en la U.R.S.S., y a nivel internacional esconder su nueva política chovinista e imperialista.



Caracterización de la época actual:

El sistema socialista es la fuerza determinante del movimiento revolucionario mundial. Con esto evidentemente no está de acuerdo la dirección del PCCH. Justamente por ello plantea con machaconería la cuestión del epicentro del proceso revolucionario mundial.
A juicio de los camaradas chinos, este epicentro o «principal zona de tormentas», lo constituyen las regiones de Asia, África y América Latina, donde cobra auge el movimiento nacional liberador. Paralelamente, atribuyen una importancia secundaria, suplementaria, a la lucha de los dos sistemas contrapuestos, el socialista y el capitalista, pese a que precisamente entre ellos se despliega en escala gigantesca la batalla histórico-mundial de cuyo desenlace depende el futuro de toda la Humanidad. («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)
El PCUS y todo el movimiento comunista mundial rechazan resueltamente, como no marxista, la tesis de que la vía de la revolución obligatoriamente pasa por la guerra. (Ibíd.)

Comentario:
Punto destacado en la lucha de dos líneas fue la caracterización de la época actual.
Para justificar su política de «coexistencia pacífica», los revisionistas rusos sostuvieron que la teoría de Lenin sobre el imperialismo ya no se correspondía con la realidad. Que Lenin formuló supuestamente sus tesis sobre el imperialismo en el momento de «apogeo» de éste, pero que ahora, el momento era otro. Según estos traficantes, el campo socialista era tan fuerte que el imperialismo estaba en retirada. Por tanto, las luchas de liberación nacional, no sólo eran secundarias, sino que la lucha armada se convertía en algo sólo táctico y sólo justificable cuando la burguesía no permitía la vía legal para la lucha por reformas. Esta posición (cretinismo parlamentario, unido a la lucha armada como táctica) es sostenida hoy por el nuevo revisionismo, con el membrete de “maoísta”. Pudimos leer hace poco tiempo, en un documento difundido por los que están haciendo públicos documentos falsos a nombre del PCP, lo siguiente: «El manejo magistral de la combinación entre la lucha legal y la ilegal es la mejor línea de actuación. La participación en elecciones no es la forma principal de lucha sino solo una de ellas.» («Sobre la necesidad de un debate para conseguir la unidad de acción de las fracciones del PCP ante la llegada del ejército yanqui a Perú»).
El siguiente texto es el punto 8, de lo que se llamó «La carta china» (1963), donde se expone con claridad la posición del PCCH y deja en evidencia los intereses nacionales de las posiciones rusas:
«Las vastas zonas de Asia, África y América Latina son las zonas donde convergen las contradicciones en el mundo contemporáneo; son las más vulnerables de las zonas que están bajo la dominación imperialista, y constituyen los centros de la tempestad de la revolución mundial, que en la actualidad asesta golpes directos al imperialismo.
«El movimiento revolucionario democrático nacional en estas zonas y el movimiento revolucionario socialista internacional son las dos grandes corrientes históricas de nuestra época.
«La revolución democrática nacional en estas zonas es una importante parte integrante de la revolución mundial proletaria de nuestros días.
«La lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina golpea y debilita seriamente los cimientos mismos de la dominación del imperialismo y del colonialismo viejo y nuevo, y es en la actualidad una fuerza poderosa en defensa de la paz mundial.
«Por lo tanto, en cierto sentido, la causa revolucionaria del proletariado internacional en su conjunto depende del desenlace de la lucha revolucionaria de los pueblos de esas zonas, que constituyen la abrumadora mayoría de la población del mundo.
«Por lo tanto, la lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina no es en absoluto un asunto de mera significación regional, sino de importancia general para la causa de la revolución mundial del proletariado internacional en su conjunto.
«Ahora hay quienes niegan la gran significación internacional de la lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina y, so pretexto de eliminar las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, tratan de borrar la línea divisoria entre las naciones oprimidas y las opresoras y entre los países oprimidos y los opresores y procuran refrenar la lucha revolucionaria de los pueblos de dichas zonas. Intentan, en realidad, acomodarse a las necesidades del imperialismo y crear una nueva “teoría” para justificar la dominación del imperialismo en estas zonas y la promoción de su política de colonialismo viejo y nuevo. Semejante «teoría» no está destinada en verdad a eliminar las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, sino a preservar la dominación de las llamadas «naciones superiores» sobre las naciones oprimidas. Es del todo natural que semejante «teoría» demagógica tropiece con el boicot de los pueblos de dichas zonas.
«La clase obrera de los países socialistas y de todos los países capitalistas debe realmente llevar a la práctica las consignas combativas de “¡Proletarios de todos los países, uníos!” y de “¡Proletarios y naciones oprimidas de todo el mundo, uníos!”, estudiar la experiencia revolucionaria de los pueblos de Asia, África y América Latina y apoyar con resolución sus acciones revolucionarias; debe considerar la causa de la liberación de estos pueblos como el más seguro apoyo a su propia causa y como algo que va directamente en su propio interés. Esta es la única manera de quebrar efectivamente las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, y así es el verdadero internacionalismo proletario. La clase obrera de los países capitalistas de Europa y América no puede liberarse sin la alianza con las naciones oprimidas y sin la liberación de estas últimas. Lenin tenía razón cuando decía: “En realidad, el movimiento revolucionario en los países adelantados sería prácticamente un engaño, sin la unión completa y más estrecha de los obreros en la lucha contra el capital en Europa y América con los cientos y cientos de millones de esclavos ‘coloniales’ oprimidos por el capital”.»


Sobre la “hegemonía” de la clase obrera:

                      Es del todo evidente que el concepto de «zona intermedia» suplanta el enfoque social por el geográfico. Huelga demostrar que los países subindustrializados tienen agudísimas contradicciones, aparte de con los EE.UU., también con otros Estados imperialistas: Inglaterra, Francia, RFA, Japón. No obstante, la teoría de la «zona intermedia» agrupa en esencia en un todo único a los países imperialistas (excepto los EE.UU.) y, en general, a todos los países capitalistas desarrollados con los países y pueblos que hace poco se liberaron de la dependencia colonial. Pero es claro que ni hablarse puede de unidad de intereses entre los países subdesarrollados económicamente y los Estados imperialistas. Al contrario, de hecho existe la unidad (pareja a las contradicciones) de todos los Estados imperialistas en su lucha contra el movimiento nacional liberador. («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Como vemos, en la cuestión de la fuerza rectora del proceso revolucionario mundial, los dirigentes chinos se han apartado del enfoque proletario y de clase, suplantándolo por un enfoque pequeño-burgués. El marxismo-leninismo formuló y fundamentó la idea de la dirección (hegemonía) de la clase obrera como condición precisa para la victoria en la lucha por la transformación revolucionaria del mundo. Sólo con la hegemonía de la clase obrera, y hay que decir que hoy día la fuerza de la clase obrera internacional está plasmada, ante todo, en el sistema socialista mundial, el movimiento antiimperialista de las masas populares adquiere en fin de cuentas genuino carácter socialista y culmina con el paso a la vía de la revolución socialista. (Ibíd.)

Comentario:
Tardó casi 20 años Hoxha en «descubrir», o mejor dicho, en hacer suyo uno de los ataques, con los mismos argumentos, del viejo revisionismo kruschovita: que el Presidente Mao negaba la dirección proletaria de la revolución. No vamos a perder el tiempo en refutar esta inmunda mentira, no sustentada en ningún hecho y ya aplastada en lucha contra el revisionismo cuando la levantaron Suslov (1963), Togliatti (1964) y otros revisionistas, y que aún siguen repitiendo y repicando vilmente los nuevos y viejos revisionistas y demás ralea de felones.
Pero sí es necesario conocer qué es aquello que «Kommunist» nombra como concepto de «zona intermedia» y «demostración» de que el Presidente Mao sustituía el análisis de clase por el geográfico o racial (Asia, Latinoamérica y África). Para este fin, reproducimos un fragmento de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» (Casa editora: Naim Frashëri. Tirana. 1ª ed. 1971. págs. 626-635), sobre la posición defendida por el PTA en su V Congreso (1966) sobre la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y cuál era el lugar de potencias imperialistas como Francia en la cadena imperialista, que fue la posición, en lo fundamental, de todos los partidos comunistas, en su combate contra el revisionismo «soviético» [1]:

«El V Congreso [1966.- Nota Mar Armado de Masas] hizo un análisis profundo marxista-leninista de la situación internacional, sacando de él la conclusión principal de que, la lucha sin compromisos contra el imperialismo encabezado por el norteamericano y contra el revisionismo contemporáneo con el soviético a la cabeza, era un deber de importancia decisiva para los destinos de la libertad y la independencia, para el futuro del socialismo en escala nacional e internacional.
«Una de las fundamentales características de la situación internacional, era la cristalización de una nueva alianza entre el imperialismo norteamericano y el imperialismo revisionista soviético. Esta alianza tenía por base los intereses y los objetivos estratégicos inmediatos comunes de estas dos grandes potencias por el reparto de las zonas de influencia y el establecimiento de su hegemonía en el mundo. Para el logro de este objetivo, tanto los imperialistas norteamericanos como los dirigentes soviéticos se fijaron por tarea: combatir el marxismo-leninismo, la teoría científica de la revolución socialista y la construcción del socialismo, y luego sustituirla con teorías modernas burguesas y oportunistas; destruir a los partidos marxista-leninistas principalmente mediante la degeneración y transformarlos en partidos reformistas, contrarrevolucionarios de tipo socialdemócrata; liquidar el régimen socialista, la dictadura del proletariado a través de la degeneración, y allí donde no fuese posible, mediante la intervención armada; destruir el sistema socialista mundial y el movimiento comunista internacional. El imperialismo norteamericano y el imperialismo revisionista soviético tenían como principal enemigo común a los países socialistas que se mantenían en posiciones revolucionarias y a todas las fuerzas revolucionarias que luchaban por la libertad, la independencia y el socialismo. El mayor enemigo, el obstáculo insuperable en la realización de los designios hegemónicos de los capitalistas norteamericanos y de los revisionistas contemporáneos era la República Popular China. Por ello es que todos sus golpes principales los habían dirigido contra ella.
«Los dirigentes revisionistas soviéticos se esforzaban en encubrir en cualquier forma la nueva alianza soviético-norteamericana utilizando una fraseología demagógica «antiimperialista». Pero esto no era posible, ya que toda su política exterior y su actividad práctica en el plano internacional estaban impregnadas de la amistad y la colaboración con los imperialistas norteamericanos. La alianza soviético-norteamericana se concretaba pues el día a día y se desarrollaba en todos los terrenos mediante tratados y diversos acuerdos, tanto abiertos como secretos. Pero la alianza entre los Estados Unidos de América y la Unión Soviética no se desarrollaría sin dificultades ni contradicciones.
           “Al mismo tiempo -señalaba el camarada Enver Hoxha- cada una de estas dos potencias se esfuerza en hacer prevalecer su superioridad, en fortalecer al grupo de sus amigos en torno suyo, en combatir a los grupos del otro con el fin de quitarle a sus aliados, en ampliar su esfera de influencia a costa de su socio.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 23.)
«El imperialismo norteamericano había aceptado la coexistencia pacífica y la colaboración con la Unión Soviética únicamente para frenar la revolución mundial, para obstaculizar la difusión de las ideas del marxismo-leninismo, para oponerse a la República Popular China, para sofocar las luchas de liberación de los pueblos, sobre todo la lucha del pueblo vietnamita. Los Estados Unidos no renunciarían jamás a su último objetivo de tener ellos solos la hegemonía en el mundo.
«Sus objetivos de dominación mundial y la ley del desarrollo desigual de los países capitalistas habían puesto al imperialismo norteamericano en profundas contradicciones no sólo con todos los pueblos del mundo, sino también con sus aliados -las otras potencias imperialistas, sobre todo con Francia, lo mismo que con Alemania Occidental, Inglaterra, Japón, etc. Estas contradicciones habían ocasionado profundas grietas en el campo imperialista mundial y debilitaban el potencial del imperialismo norteamericano. Contradicciones de tal índole, que socavaban el frente imperialista, socavaban también el frente revisionista mundial.
                      “Actualmente el frente revisionista está minado desde sus cimientos, y semeja a una manada de lobos hambrientos prestos a devorarse unos a otros. La orquesta revisionista no obedece ya a la batuta del director. Las tendencias centrífugas y policentrístas se están pues acentuando, el chovinismo de gran potencia ha engendrado, como reacción inevitable, el estrecho nacionalismo local. Las diversas variantes del revisionismo pugnan entre ellas por zonas de influencia, buscan ser más libres, más independientes del rublo para ponerse bajo la dependencia del dólar. Cada cual se esfuerza en defender sus intereses económicos, políticos y militares para hacerlos prevalecer sobre los de los otros revisionistas.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 179.)
«La presencia y la constante agudización de las contradicciones en el frente imperialista y el revisionista, entre los imperialistas norteamericanos y los revisionistas de la Unión Soviética (a la par de las profundas contradicciones antagónicas que se manifestaban dentro de los mismos países imperialistas y en los países donde dominaban los revisionistas) eran muestra de su debilidad, la que constantemente se agudizaba. Este hecho, subrayaba el Congreso, exige que se lo comprenda correctamente, no se debe sobrestimar las contradicciones entre los enemigos. Pueden en un momento reñir y devorarse entre ellos, pero se juntan para golpear la revolución y el socialismo. El más grande peligro para la humanidad constituye sobre todo la alianza soviético-norteamericana. Para conjurar este peligro, fortalecer la lucha revolucionaria, para acrecentar la confianza de los pueblos en la victoria final de esta lucha sobre el imperialismo y el revisionismo, es necesario aprovechar las contradicciones en las filas de los enemigos.
«El V Congreso reafirmó una vez más la convicción del Partido del Trabajo de Albania que
“sólo con la lucha resuelta y común de todos los pueblos del mundo, de las fuerzas revolucionarias de nuestra época -el socialismo, los movimientos de liberación nacional y el movimiento comunista y obrero internacional- se pueden desbaratar los planes de agresión y de esclavización del imperialismo encabezado por los Estados Unidos de América, conjurar una nueva guerra mundial, llevar adelante la revolución y lograr la liberación de los pueblos y la victoria del socialismo y del comunismo.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 19.)
«El Congreso puso bien en claro que esta lucha no era fácil y que la victoria no sería rápida. Surgía pues el imperativo de que los pueblos se preparasen para una ardua lucha, prolongada y difícil, que exigía sangre y sacrificios, una firmeza indoblegable y heroísmo. Esta lucha se desarrollaría con ascensos y descensos, con avances y retrocesos, con éxitos y fracasos temporales hasta el logro de la victoria final. La revolución avanzaba sin detenerse por un camino lleno de obstáculos y dificultades. En todas partes del mundo el imperialismo era vapuleado continuamente. La marejada revolucionaria había abarcado sobre todo a Asia, África y América Latina. El heroico pueblo vietnamita con su denodada lucha contra el imperialismo norteamericano se convirtió en ejemplo para todas las fuerzas revolucionarias antiimperialistas que amaban la paz en el mundo. El imperialismo, el revisionismo y todas las fuerzas de la reacción mundial, por débiles que sean no mueren de por sí. Cuanto más se aproxima su fin, tanto más feroces y agresivos se vuelven.
«Para destruir todos los planes de agresión del imperialismo norteamericano, del revisionismo jruschovista y de toda la reacción mundial, para el desarrollo exitoso de la lucha por el logro de la victoria final, el V Congreso planteó, como una necesidad objetiva de gran importancia internacional:
           “la unión de los pueblos en un amplio frente antiimperialista mundial, dirigido en primer lugar contra el principal enemigo de la libertad -el imperialismo norteamericano... El núcleo de este frente son los países socialistas que se mantienen en posiciones revolucionarias y el proletariado mundial, mientras que su base es la alianza de los pueblos y naciones oprimidos que en su conjunto constituyen la inmensa mayoría de la población del globo. El frente unido y revolucionario de los pueblos del mundo entero debe contraponerse hoy al frente común imperialista-revisionista.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 34.)
«Para que este frente tuviera un carácter verdaderamente antiimperialista era enteramente razonable unirse con todos los que mantenían, en una forma u otra, una actitud antiimperialista de hecho y no de palabra, que en cualquier medida luchasen contra el imperialismo, principalmente contra el imperialismo norteamericano.
           “Los revisionistas jruschovistas, -subrayaba el Congreso- por toda su política y actividad se han excluido ellos mismos del frente antiimperialista. Admitirlos en este frente significa admitir una quinta columna, un ‘caballo de Troya’, y minar desde dentro la revolución.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 189.)
«El Partido del Trabajo de Albania en su V Congreso puso una vez más de relieve que no aceptaría ninguna clase de unidad de acción con los revisionistas jruschovistas. Actuar en forma diferente, no sería otra cosa sino traicionar a su propio pueblo, al socialismo, al marxismo-leninismo. El revisionismo contemporáneo con centro en la dirección soviética constituía no solamente uno de los principales peligros, sino también uno de los principales enemigos del movimiento comunista y obrero internacional.
«El Congreso reiteró que la consigna de “unidad de acción” que utilizaban los revisionistas para una supuesta “lucha contra el imperialismo” era simplemente una embaucadora maniobra demagógica. Sobre la base de los principios, el Congreso criticó acremente a todos aquellos que estando lejos de combatir directamente al revisionismo aparentaban hacerlo, cerraban los ojos ante la realidad, fingían no percatarse de la traición de la dirección revisionista, buscaban la conciliación y la unidad con los revisionistas, y se situaban en una posición centrista. [2]
«En la lucha contra el revisionismo, señalaba el Partido del Trabajo de Albania,
“no puede haber una línea intermedia. La línea de ‘tercera posición’ es la línea de conciliación de los contrarios, de los que jamás podrá conciliarse. Esta línea intermedia no puede servir ni siquiera para encubrir las desviaciones de los principios marxista-leninistas, ya que la lucha contra el revisionismo, si no se inspira en una causa ideológica, sino sólo en algunas contradicciones económicas, políticas, en bases nacionalistas chovinistas, no es más que un engaño que no irá muy lejos. Quien mantenga esa línea en su actitud hacia los renegados del marxismo-leninismo, tarde o temprano corre el peligro de deslizarse a las posiciones de estos últimos... A nuestro juicio, hoy se plantea con gran fuerza en el orden del día, como uno de los problemas más agudos y actuales, no la conciliación y la unidad con los revisionistas sino el romper y separarse definitivamente de ellos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, págs. 193-194.) [3]
                      “El Partido del Trabajo de Albania estima que la lucha contra el revisionismo en general y contra el revisionismo jruschovista y titoísta en particular debe ser elevada a un más alto nivel.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, págs. 183-184.)
«El Congreso saludó la creación de una serie de nuevos partidos y grupos marxista-leninistas en diversos países del mundo, incluyendo también a los de algunos países dominados por los revisionistas.
«Expresó una vez más la disposición del Partido del Trabajo de Albania de ayudar en la medida de todas sus posibilidades, a las nuevas fuerzas marxista-leninistas y a todos los que luchaban contra el imperialismo y revisionismo.
           “Nosotros consideramos esto como nuestra elevada tarea internacionalista, ya que vemos en el crecimiento y desarrollo de estas nuevas fuerzas revolucionarias el única camino justo que conduce al triunfo del marxismo-leninismo y a la derrota del revisionismo” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 183.)
«La creación de los nuevos partidos y grupos marxista-leninistas era la consecuencia del proceso de diferenciación que había comenzado y continuaba desarrollándose ininterrumpidamente entre el marxismo-leninismo y el revisionismo. Este era un proceso lógico de la lucha entre las dos ideologías opuestas que nunca podrían coexistir en el seno de un partido marxista-leninista, ni en el del movimiento comunista internacional. El oportunismo y el revisionismo han sido y seguirán siendo siempre los principales causantes de la escisión de los partidos de la clase obrera y del movimiento comunista y obrera internacional.
“La historia del movimiento comunista internacional demuestra que éste ha ido de la unidad a la escisión, y de la escisión a una nueva unidad sobre una nueva y más elevada base.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 162.)
«El Partido de Trabajo de Albania tomaba en consideración precisamente esta ley objetiva al declarar firmemente que:
“la unidad en el movimiento comunista y en el campo socialista será restablecida, pero esta lo harán los marxista-leninistas, sin revisionistas ni traidores y mediante una resuelta lucha contra ellos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 168.)
«Para desbaratar el frente imperialista-revisionista, para fortalecer el espíritu revolucionario y combativo del comunismo internacional, el V Congreso juzgó imprescindible y urgente, el establecimiento de vínculos y de estrecha colaboración, y el fortalecimiento de la unidad ideológica y de la acción entre los partidos y todas las fuerzas marxista-leninistas de los diversos países, sobre la base del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.
«Considerando el gran papel que desempeñaban la República Popular China y el Partido Comunista de China, conducidos por el gran marxista-leninista Mao Tsetung en el movimiento comunista revolucionario y de liberación mundial, el Partido del Trabajo de Albania estimaba
“que todos los partidos y fuerzas marxista-leninistas, sobre bases de igualdad e independencia, deben unirse estrechamente con el Partido Comunista de China y la República Popular China y formar con ellos un bloque de acero donde se estrellen todos nuestros enemigos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 197.) [4]



La “teoría del desarrollo de las fuerzas productivas”:

Con las enormes conquistas de la ciencia y la técnica los países socialistas crean con acierto una base material y técnica que les permite elevar en flecha el nivel de vida de la población y sienta las premisas indispensables para llegar a la completa igualdad social de todos los miembros de la sociedad, para aplicar el principio del comunismo: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”. Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Comentario:
Como consecuencia lógica de la supuesta desaparición de los antagonismos de clase en la sociedad socialista, como afirmaba la burguesía burocrática rusa en el poder, la técnica y la ciencia desplazaban a la lucha de clases y al combate a la burguesía en todos los campos en el camino hacia el comunismo.
En el XXIV Congreso del PCUS (1971), ya con Brézhnev, la camarilla revisionista soviética va a prestar una atención especial a la cuestión de la técnica y a la «teoría del desarrollo de las fuerzas productivas». Primero negaron la lucha de clases en el socialismo y la necesidad de la dictadura del proletariado, y ahora desarrollaban plenamente la tesis contrarrevolucionaria del papel fundamental de la técnica, de los técnicos y de la obediencia ciega de la clase obrera a éstos, destacando el papel de la llamada revolución científico técnica (RCT). Para llegar al comunismo y poder aplicar el principio de “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”, bastaba con incrementar la producción, siendo los tres pilares de la sociedad «socialista»: la técnica, la ciencia y la organización del trabajo. Carrillo lo explicó muy bien: nuestro «socialismo» es igualito al capitalismo, sólo que gobernamos los revisionistas.
En Cuba, como ejemplo de revisionistas y fieles lacayos y servidores del hegemonismo ruso, también se planteó la cuestión científico-técnica: «En la lucha por aumentar la productividad del trabajo es fundamental conocer y aprovechar los logros de la Revolución Científico-Técnica,...». (Rojas, Ernesto A. Tesis y Resoluciones. Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. Ciudad de La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1978.)
En Albania, Hoxha hace suya esta tesis revisionista. El 20 de septiembre de 1978 en un discurso pronunciado en una reunión del Consejo General del Frente Democrático de Albania afirmaba lo siguiente:
La República Popular Socialista de Albania y nuestra sociedad socialista difieren radicalmente de los Estados y las sociedades capitalistas-revisionistas de los diversos países del mundo. ¿En qué consiste esa diferencia? En primer lugar, en la base económica, en la estructura de la sociedad y en la superestructura que refleja esta base. La base y la superestructura en las sociedades capitalistas y revisionistas tienen una estructura interna antagónica, mientras en nuestra sociedad están exentas de antagonismos de clase y, como tales, se perfeccionan continuamente. (E. Hoxha. La democracia proletaria es la verdadera democracia. Ed. «8 Nëntori», Tirana, 1978.p.9)

Y como poseído por el espíritu de Brézhnev, en una sociedad digna del propio Confucio y tan «armónica» como la albanesa, sin antagonismos de clase, Hoxha se lanzó también por el camino de la RCT. De esta forma en el VIII Congreso del PTA, la técnica, el cálculo económico y el control sobre la clase obrera habían desplazado plenamente a la lucha de clases como motor de la historia:
El trabajo de dirección y organización debe materializarse en el incremento de la producción y en el aumento de la efectividad de los gastos en todas las esferas de la actividad económica. A lo largo del séptimo plan quinquenal la renta nacional acusará un aumento más rápido que la producción social; este incremento será obtenido, en una proporción superior al 46 por ciento, de la elevación de la productividad del trabajo, la que, en el sector de la industria y la construcción, aumentará de 2 a 3 veces más rápidamente que en el quinquenio precedente; el aumento de los ingresos netos de las empresas se logrará en su mayor parte gracias a la reducción del costo de la producción, de la construcción y de los servicios.
De la realización de estos objetivos depende en una considerable medida el desarrollo proporcional de toda la economía, la realización de los ritmos previstos y de todas las tareas del plan con nuestras propias fuerzas. Los caminos para alcanzarlos deben buscarse en la producción, en la profundización de la revolución técnico-científica, en la ampliación de la mecanización, en el reforzamiento de la disciplina y en el aprovechamiento del tiempo de trabajo, en la reducción del costo, en la utilización racional de la base material y técnica, es decir, en el descubrimiento y en el aprovechamiento de todas las reservas internas de que dispone la economía, apoyándose firmemente en la experiencia avanzada, en los logros de la ciencia y la técnica.
El trabajo de la gente, con alta calidad y rendimiento, es el factor determinante para asegurar el aumento de la efectividad de la producción y para impulsar toda la economía. (E. Hoxha. Informe sobre la actividad del Comité Central del PTA. Presentado ante el VII Congreso del PTA. 1981)           

Remarcamos cómo para Hoxha: la ampliación de la mecanización, el reforzamiento de la disciplina de la clase obrera en los centros de trabajo, el aprovechamiento del tiempo de trabajo, la reducción del costo, la utilización racional de la base material y la técnica son los factores principales para impulsar la economía y no la lucha de clases y la transformación de las relaciones de producción.
La dirección revisionista china, tras el golpe de estado contrarrevolucionario, en el XI Congreso del PCCH (1977) enarboló sin ningún rubor la teoría del «desarrollo de la fuerzas productivas» y anunció la implementación de las «cuatro modernizaciones». No parafraseó a Breznhev como Hoxha, simplemente afirmaron que «las fuerzas productivas son el factor más revolucionario». La lucha de clases y la dictadura del proletariado sólo las nombraron para legitimarse y llevar adelante la contrarrevolución, negar la Gran Revolución Cultural Proletaria, tratar de apuntalar la restauración capitalista y conducir al país a un «gran orden»... fascista en el interior e imperialista en el exterior.           
En el «Informe sobre la labor del Gobierno» presentado por Hua kuofeng ante la II Sesión de la V Asamblea Popular Nacional (1979) sobre la lucha de clases afirma: «La lucha de clases que realizamos ha dejado de ser hoy día la contradicción principal en nuestra sociedad y debe girar en torno a la tarea central, la modernización socialista, y estar a su servicio». Sobre la burguesía: «En las condiciones históricas de nuestro país, la clase capitalista forma parte del pueblo de la República Popular China», «la clase capitalista ha desaparecido como tal», además se debían corregir «las tendencias igualitaristas». Fue la línea roja encabezada por Chiang Ching, a la muerte del Presidente Mao, la que combatió la restauración del capitalismo en China como reconocen los revisionistas chinos. Fue la línea roja la que luchó resueltamente contra las «cuatro modernizaciones» y la «Teoría de los Tres Mundos», y así lo recogen los documentos publicados por la gran burguesía china ya en el Poder:

«La banda [5] hizo cuanto pudo por difamar y atacar la modernización, alegando que ‘el día del cumplimiento de las cuatro modernizaciones será el de la restauración del capitalismo’». (Documentos de la II Sesión de la V Asamblea Popular Nacional de la República Popular China. Ediciones en lenguas Extranjeras. Pekín. 1ª ed. 1979. pág. 13)

«En China, también ha habido frenéticos opositores a la teoría... de los tres mundos; ellos son la ‘banda de los cuatro’, Wang Jung-weng, Chang Chun-chiao, Chiang Ching y Yao Wen-yuan. Ostentando las más ‘revolucionarias’ divisas, se opusieron a que nuestro país apoyara al tercer mundo y se uniera con todas las fuerzas unibles y a que asestáramos golpes al enemigo más peligroso. Ellos intentaron sabotear el establecimiento de un frente único internacional contra el hegemonismo e interfirieron en nuestra lucha antihegemonista, amoldándose a las necesidades del socialimperialismo soviético.» (La teoría del Presidente Mao sobre los tres mundos constituye una gran contribución al marxismo-leninismo. Redacción del Renmin Ribao. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín. 1ª ed. 1977. pág. 24)


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NOTAS

MAR ARMADO DE MASAS


[1]            En la Conferencia de Bucarest (1960) se dio una aguda lucha de dos líneas entre el PCCh y el PCUS. El PTA guarda silencio ante las tesis revisionistas de Kruschev. En la posterior Conferencia de Moscú (1960) el PTA toma posición por las posiciones defendidas por el PCCh, por tanto, lo que los revisionistas kruschovitas llamaron «teoría de las zonas intermedias» fue defendida en Bucarest por el PTA y por Hoxha:
Al comienzo el camarada Enver Hoxha trató sobre los problemas fundamentales sobre los cuales existían contradicciones en el seno del movimiento comunista y obrero internacional tales como: la definición del carácter de nuestra época; la guerra y la paz; los caminos de transición al socialismo; la coexistencia pacífica; el revisionismo y el dogmatismo; la unidad del campo socialista y del movimiento comunista y obrero internacional.
Una gran lucha de principios primero en Bucarest, donde, como es sabido, los dirigentes soviéticos y los de algunos otros partidos pretendieron plantear como un hecho consumado la «condena» del marxismo, la condena de los correctos puntos de vista defendidos por el Partido Comunista de China, calificándole de «dogmático» y «sectario». (E. Hoxha. Informe en el XXI Pleno del CC del PTA: Albania frente a los jruschovistas, 1960. Casa Editora: 8 Nëntori. Tirana, 1977. Versión digital: http://www.enverhoxha.ru. págs. 366-367)

            
[2]           En la segunda edición de la Historia del Partido del Trabajo de Albania (1980) se añade este texto como ejemplo de la manipulación del texto original:

«Una vez más el PTA declaró con determinación en su respuesta a las posturas vacilantes de los dirigentes del PC de China respecto a esta cuestión, a sus tendencias a unirse con los diversos revisionistas, incluidos los soviéticos, en un frente único antiimperialista».

Esta afirmación de Hoxha es claramente contraria a los hechos, es una mentira. Así se refleja, entre otros documentos, en el Informe presentado por Hoxha el 19 de diciembre de 1960 en el XXI Pleno del CC del PTA «Sobre la Conferencia de los Representantes de los Partidos Comunistas y obreros reunida en Moscú en noviembre de 1960» donde sobre la unidad del movimiento comunista y la posición del PCCh informa:

«El discurso de su delegado demostró que el Partido Comunista de China permanece firmemente en sus justas posiciones marxista-leninistas, que éste es el único camino justo para alcanzar la unidad.» (E. Hoxha. Albania frente a los revisionistas jruschovistas: 1960. Ed. 8 Nëntori. Tirana, 1977. pág. 423. Versión digital: http://www.enverhoxha.ru)

«En los últimos tiempos, los vínculos y las relaciones con los camaradas chinos se han hecho aún más estrechos. Esto lo explica el hecho de que nuestros dos partidos avanzan por el mismo camino, con el mismo objetivo, y a ambos les unió y les vinculó más estrechamente la lucha de principios en defensa del marxismo leninismo.» (Ibíd. Pág. 431)

¿Cómo es posible que en el lapso de 20 años la historia se cambie, se adultere y se manipule de semejante forma? Simple y llanamente por un deliberado plan de intoxicación y tráfico de patrañas por parte del revisionismo al servicio del imperialismo y la reacción. La intención obvia es sin lugar a dudas: mentir y mentir que algo quedará. A todos los comunistas y revolucionarios del mundo se les conmina ahora a tener en cuenta todo esto: no es posible creerse esta sarta de embustes. Desde 1979 falsifican los escritos y se erigen en los miserables oportunistas que son, dizque afirmando que ellos en su momento (1960) hicieron “lucha” y que estaban en contra, y bla, bla, bla... Falsedad, tras falsedad, sólo para coludirse con los demás revisionistas del mundo, tergiversar, deformar y enturbiar la ideología del proletariado y así desviar y boicotear la revolución mundial. Todo esto, también, para encubrir el cambio de la Línea ideológica y política del PTA que hasta el VII Cogreso tantos triunfos dio.


[3]            Este párrafo desaparece por completo en la segunda edición, mostrando una vez más la manipulación flagrante de la historia del PTA en ésta edición. ¿Por qué desaparece si no hay ninguna referencia a la República Popular China? Pues, porque hace referencia a un texto de J. Stalin donde se defiende firmemente la lucha de dos líneas dentro del Partido y afirma que “no puede haber línea intermedia en las cuestiones de principios”, para añadir: “todo el pasado de nuestro partido refrenda la afirmación de que su historia es la historia de la superación de contradicciones en su seno y del fortalecimiento constante de sus filas sobre la base de esa superación”, “únicamente quiero decir que sólo mediante la lucha por una línea basada en los principios marxistas se podrá salvaguardar al Partido de la presión y la influencia de la burguesía. Únicamente quiero decir que sólo superando sus contradicciones internas es posible sanear y fortalecer el partido.” (Una vez más sobre la desviación socialdemócrata en nuestro Partido. Las discrepancias en el PC(b) de la URSS. 1926. J.V. Stalin. Obras Escogidas. Ed. 8 Nëtori. Tirana. 1981. Págs. 226-232)

[4]            Es necesario recalcar cómo en la 2ª edición de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» (1982) Hoxha ataca la línea internacional defendida por el PTA en años de combate al revisionismo, por tanto, no debe extrañar que en la segunda edición aparezca sosteniendo posiciones contrarias a la primera. Una prueba más de que la campaña antimaoísta sólo encubría el ataque hecho por el propio Hoxha a la línea ideológica y política defendida y aplicada por el PTA hasta su VII Congreso.
La construcción de un frente antiimperialista mundial fue abandonada por el PTA y sustituida por el nacionalismo burgués, como actualmente ocurre con el nuevo revisionismo con membrete de «maoísta», que para no enarbolar, defender y aplicar el maoísmo y la guerra popular se escuda en justificaciones y excusas por la difícil situación internacional:

«Las complejas y difíciles situaciones que se han creado y se crean en el mundo, plantean ante nuestro Partido y nuestro Estado socialista la tarea de mantener siempre en alto la vigilancia revolucionaria y de adoptar medidas para reforzar en todos los sentidos la economía y la defensa, la unidad del pueblo y la conciencia política de las personas. Estas situaciones exigen, asimismo, que nuestra política exterior sea activa, que sirva cada vez mejor a la defensa de los intereses de la patria y de las victorias del socialismo, al progreso de la causa de la revolución, de la liberación de los pueblos y de la paz en el mundo, al respaldo de todos los procesos que benefician a la emancipación y el progreso de la sociedad humana actual.» (La situación internacional y la política exterior de la RPS de Albania. Informe sobre la actividad del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania. Presentado ante el VIII Congreso del PTA. E. Hoxha. 1° de noviembre de 1981. pág. 204. Edición digital: http://www.enverhoxha.ru) (*)

Sobre la práctica hoxhista a nivel internacional sólo cabe señalar lo mismo. La revista «Teoría y práctica» que nace con el objetivo de aglutinar el campo hoxhista dice:

“La actual situación internacional de creciente peligro de guerra imperialista, así como la aguda crisis económica del conjunto del sistema capitalista; la exacerbada lucha por la hegemonía mundial entre las dos superpotencias y otros países imperialistas cada día más agresivas y rapaces, la Unión soviética y los Estados Unidos, hacen más urgente que nunca el reforzamiento de los lazos y la colaboración entre todos los auténticos Partidos marxistas-leninistas, sobre la base de un mejor conocimiento mutuo.” (Teoría y Práctica. nº1. 1983. Pág.5)

Y eso fue «Teoría y Práctica», una publicación donde cada organización exponía sus cuestiones locales al margen de la revolución proletaria mundial, y no dudamos que debió de servir para un «mayor conocimiento mutuo» sin lucha ideológica alguna, pero no para levantar un potente movimiento antiimperialista mundial, pues ese no fue nunca su objetivo. Ahora, el viejo y nuevo revisionismo, en sus publicaciones refleja esta posición revisionista, convirtiendo a éstas en un catálogo de cuestiones nacionales y problemas «propios»: que el mundo está muy complicado para la revolución, como defienden la LOD en el Perú, Avakian en Estados Unidos y Pachandra en Nepal, entre otros miserables oportunistas. Llegando a considerar cualquier crítica ideológica, política u orgánica a un Partido u organización un ataque o una injerencia en asuntos internos, no viendo los procesos revolucionarios como parte de la revolución proletaria mundial, sino como desarrollos locales. Tener en cuenta, revolucionarios y comunistas del mundo, sinceramente comprometidos con la clase, que, con esta posición, (la que se usó en Etiopía como hoxhismo, o en Nepal como nuevo revisionismo), sólo se puede terminar capitulando ante el imperialismo.

[5]            Los revisionistas chinos como forma de descalificar las posiciones revolucionarias de Chiang Ching y sus camaradas, defensores de la línea roja del Presidente Mao, usaron el ataque personal y la difamación llamándoles la “banda de los cuatro”.

(*)            Todo el texto está resaltado en negrita en el documento original.


DOCUMENTACIÓN ADICIONAL:

https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLeSTR5MnJ6NXJLU1k/edit

 https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorY1JMSTNUOGRlRHM/view?usp=sharing

 https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorWC1fM2RkendKTjA/view