viernes, 26 de diciembre de 2014

¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!



 

 ¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE –TUNG!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡APLASTAR EL REVISIONISMO!

Tantas tareas por delante,
todas tan urgentes.
El mundo gira, el tiempo apremia.
Diez mil años es demasiado,
hay que aprehender el día, aprehender el instante.
Los Cuatro Mares hierven, se enfurecen las nubes y las aguas,
los Cinco Continentes se estremecen, rugen truenos y huracanes.
Hay que exterminar todas las plagas
ninguna fuerza es capaz de resistir.

(Presidente Mao Tse-tung, “A PROPÓSITO DE UN POEMA
DEL CAMARADA KUO MO-JO”,
9 de enero de 1963)

El Movimiento Popular Perú eleva su saludo y sujeción plena e incondicional a nuestra jefatura, el Presidente Gonzalo, jefe del Partido y la revolución, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente sobre la faz de la tierra, al heroico Partido Comunista del Perú, a su Comité Central y a todo el sistema de dirección partidaria. Así mismo, extiende su saludo a cada uno de los dirigentes, cuadros y militantes del Partido Comunista del Perú, como también a los combatientes del Ejército Popular de Liberación, a los Comités Populares y a las masas que trabajan con el Partido en el Perú y en el extranjero, y al pueblo en general, por el natalicio del Presidente Mao Tse-Tung.

Este 26 de diciembre se cumplen 121 años del nacimiento del Presidente Mao Tse-tung, gran maestro del proletariado y cumbre del marxismo-leninismo. En él se concentra el desarrollo general del marxismo, que el Partido Comunista del Perú enarbola, defiende y aplica como “tercera, nueva y superior etapa del marxismo”, el maoísmo. Pese a quien le pese y aplastando las burdas intenciones de la reacción y el  revisionismo (de viejo y de nuevo cuño), ha sido precisamente el Partido Comunista del Perú el que sancionó que:

“[…] la todopoderosa ideología científica del proletariado, todopoderosa porque es verdadera, tiene tres etapas: 1) marxismo, 2) leninismo, 3) maoísmo; tres etapas, momentos o hitos de su proceso dialéctico de desarrollo; de una misma unidad que en ciento cuarenta años, a partir del Manifiesto, en la más heroica epopeya de la lucha de clases, en encarnizadas y fructíferas luchas de dos líneas en los propios partidos comunistas y la inmensa labor de titanes del pensamiento y la acción que solamente la clase podía generar, sobresaliendo tres luminarias inmarcesibles: Marx, Lenin, Mao Tse-tung, mediante grandes saltos y tres grandiosos hitos nos ha armado con el invencible marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo de hoy.” (Documentos Fundamentales, 1988, Partido Comunista del Perú, Comité Central.)

La magnitud e importancia del Presidente Mao Tse-Tung está fundada en sus invalorables aportes a la clase. Su vida y sus aportes los podríamos resumir en todos los hitos que jalonan una vida dedicada cabal y plenamente a la revolución:
  1. Fundador del Partido Comunista y del Ejército Rojo de obreros y campesinos.
  2. Estableció el camino de cercar las ciudades desde el campo, desarrolló la guerra popular teoría militar del proletariado.
  3. Teórico de la Nueva Democracia, fundó la República Popular.
  4. Gestor del Gran Salto Adelante e impulsor del desarrollo del socialismo.
  5. Guía de la lucha contra el revisionismo contemporáneo de Jruschov y sus secuaces.
  6. Jefe y mando de la Gran Revolución Cultural Proletaria.
En el Siglo XX el proletariado tuvo tres gigantescos triunfos; dos corresponden al Presidente Mao y si uno es suficiente gloria, dos lo son más.

El triunfo de la Revolución china es una.
La otra es la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP). Es precisamente ésta la que golpea en la médula del revisionismo y de los capituladores. De allí el visceral ataque y la miserable campaña que hay en su contra de parte de los mismos rufianes que saben que con ésta (y las sucesivas revoluciones culturales) se conjuran y aplastan las intentonas de restaurar este podrido y caduco sistema. Porque el Presidente Mao Tse-tung se abocó a sintetizar la experiencia de la revolución socialista sentando su gran teoría y práctica de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado encontrando la forma adecuada de desarrollarla mediante la GRCP:

“Los representantes burgueses que se han infiltrado en el Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales, son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que se apoderarán del Poder y convertirán la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía sí se les presenta la oportunidad. A algunas de estas personas, ya las hemos calado; a otras todavía no. Y en algunas todavía confiamos y las preparamos para ser nuestros continuadores. Por ejemplo, gente tipo Jruschov todavía anida a nuestro lado”.

 “La presente Gran Revolución Cultural Proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y construir el socialismo”.

 “La actual Gran revolución Cultural es sólo la primera y en el futuro habrá sin duda muchas otras. En la revolución el problema de quién vencerá a quién será resuelto en un largo período histórico. Si no se resuelven adecuadamente las cosas, en cualquier momento habrá posibilidad para una restauración capitalista”.

“¡Revolucionarios proletarios, uníos para arrebatar el Poder al puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido!”.
 
En este tiempo, en el que elementos indeseables quieren traficar con el maoísmo, hay que tener claro, para no dejarse sorprender, el triunfo real que significó para el proletariado la Gran Revolución Cultural Proletaria. Hay miserables revisionistas que enarbolan un maoísmo de membrete, mientras hay otros que quieren confundir a las masas con verborrea barata y con documentos espurios, mamotretos y patrañas con las que quieren relativizar u ocultar el verdadero significado de este hito histórico del Movimiento Comunista Internacional.

El imperialismo está viviendo su crisis final y última. El imperialismo, principalmente la superpotencia hegemónica yanqui, trata de salir de su crisis con más guerra imperialista, más saqueo a los pueblos del tercer mundo y preparando un nuevo reparto del mundo. Mientras las masas se organizan y luchan en todo el mundo contra el imperialismo y la reacción. La expresión más alta de estas luchas es la guerra popular en el Perú dirigida por el PCP. El imperialismo sabe que no todo es disputa interimperialista, que no todo es lucha por mercados y zonas de influencia, por eso también trata de socavar la revolución en el mundo con el fin de que no se reconstituyan partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas donde no los hay, o donde ya hay Partido que no inicie guerra popular o acabe en “acuerdos de paz”. En este plan contrarrevolucionario es pieza clave el  nuevo revisionismo que combate el maoísmo y niega lo fundamental de éste: el poder.
El maoísmo como tercera, nueva y superior etapa del marxismo se ha forjado en combate contra el imperialismo, la última etapa del capitalismo, en medio de guerras mundiales,  de la revolución proletaria y del movimiento de liberación nacional. En combate contra el troskismo, el revisionismo ruso del XX congreso, el revisionismo de Teng, Liu, Lin Piao, Hoxa y otros. Hay que resaltar que el Presidente Mao dirigió dos grandes cumbres e hitos de la revolución proletaria mundial del siglo XX: la revolución China (1949) y la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1976) y fue reconocido como el más alto, consecuente y elevado cuadro y dirigente de la revolución china. Ha desarrollado tanto la filosofía marxista como la economía política y el socialismo científico.

La Gran Revolución Cultural Proletaria golpeó el cuartel burgués contrarrevolucionario encabezado por Liu Shao-chi, el Jruschov chino, de quien fue lugarteniente Teng Siao-ping, “otro máximo elemento con Poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido”; y también aplastó el cuartel contrarrevolucionario conspirador encabezado por Lin Piao. Así, se desarrolló la Gran Revolución Cultural Proletaria para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y construir el socialismo; y, cuya condensación se realizó en el IX Congreso del PCCH que es un gran hito en la historia del PCCH y del Movimiento Comunista Internacional.

El desarrollo de la lucha de clases en China, la lucha entre capitalismo y socialismo, entre burguesía y proletariado y entre marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung, ahora maoísmo, el revisionismo contrarrevolucionario y capitulacionista, se concretó en la gran campaña de crítica a Confucio y Lin Piao que ventiló el problema de restauración y contrarrestauración, el largo proceso de consolidación de una clase en el Poder que implica prevenir su recaptura por los reaccionarios y la consiguiente restauración y si se pierde pugnar por su reconquista; problema que se planteara en los inicios de la polémica contra el revisionismo de Jruschov y Brezhnev. Posteriormente, la lucha se centró en la cuestión decisiva y en la esencia misma del Poder, el problema de la dictadura del proletariado. El Presidente Mao dijo:

“¿Por qué Lenin hablaba de la necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Este problema es preciso tenerlo claro. La falta de claridad al respecto conducirá al revisionismo. Hay que hacerlo saber a toda la nación’’.
 “Lenin dijo: ‘La pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa’. Esto ocurre también con una parte de la clase obrera y una parte de los miembros del Partido. Tanto entre los proletarios como entre los funcionarios de los organismos oficiales hay quienes incurren en el estilo de vida burgués”.
 
Estas tesis y las anteriores son, evidentemente, continuación y desarrollo de fundamentales planteamientos de! marxismo-leninismo. El Presidente Mao Tse-tung reiteró la vigencia de los planteamientos de Marx y Lenin sobre la larga transformación revolucionaría de la vieja sociedad; la necesidad de la dictadura del proletariado y su fortalecimiento; la incesante lucha de clases en el socialismo y de su extrema agudización en determinadas circunstancias; la subsistencia del derecho burgués y su restricción necesaria; la generación constante de capitalismo y burguesía y la posibilidad de restaurar el capitalismo usurpando el Poder; la persistencia de un “derecho burgués y de un “Estado burgués” que lo protege. Sentando, además, la necesidad de apuntar contra los seguidores del camino capitalista en el seno del Partido y continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado mediante la revolución cultural.

Así, la lucha se centró contra Teng Siao-ping, quien siguiendo a Liu Shaochi, el Jruschov chino, sostuviera la teoría de la extinción de la lucha de clases.

El fallecimiento del Presidente Mao Tse-tung, como la muerte de todos los grandes dirigentes del proletariado generó profundas conmociones y amplías repercusiones en China y en el mundo; y, en las condiciones en que se desarrollaba la lucha en China, propició la coyuntura para que la derecha, tomando el control del Partido y dando un golpe de Estado, usurpara el Poder de la dictadura del proletariado, socavara las conquistas de la Gran revolución Cultural Proletaria y abriese las puertas a la restauración capitalista, a la capitulación y al revisionismo. 

Esto es historia. Y de esto hay que sacar lección. Por eso hay que tener claro que fue el Presidente Gonzalo es el que asume la tarea de establecer el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa del marxismo, y es, el mismo Presidente Gonzalo, quien es reconocido como jefe del PCP y la revolución en contundente lucha contra el nuevo y viejo revisionismo.

Por esto, el imperialismo, la reacción y el revisionismo, de viejo y nuevo cuño, atacan y difaman al Presidente Gonzalo, al PCP, a su Comité Central y a la guerra popular en el Perú, con el propósito de que no ocurra la experiencia de los años 80 donde su ejemplo se difundió por el todo mundo.

El nuevo revisionismo ataca tres pilares del maoísmo: 

1) Lo fundamental, el Poder,
2) La jefatura, con la vieja tesis del XX congreso del PCUS de “culto a la personalidad”, y
3) El pensamiento guía. 

Sobre el poder, el nuevo revisionismo es capitulación ante el imperialismo y la reacción. En Oriente Medio forma parte de la alianza del genocida Obama contra el islamismo radical, da justificación política a los bombardeos y genocidios del imperialismo yanqui y pone las tropas de infantería que los yanquis necesitan para llevar adelante su plan en esta zona del mundo.

El viejo y nuevo revisionismo buscan acomodo dentro del nuevo reparto de la región junto a los islamistas moderados, formando parte del plan de la superpotencia hegemónica yanqui para la región. Sólo hay que ver que de la misma forma que Avakian y Prachanda y sus “síntesis” y "camino" forman parte de los planes del imperialismo, también Ocalan y su “nuevo municipalismo”, no es otra cosa que capitulación ante el imperialismo, y la reacción. Es la renuncia a la toma del poder, a la dictadura del proletariado y es desviar las luchas de las masas para que estas luchas apunten sólo abajo, a lo cotidiano, que no apunten al emperador, es decir al imperialismo y al Estado reaccionario. Por tanto el nuevo revisionismo combate lo principal del maoísmo: el Poder, poder para el proletariado. Forma parte del plan del imperialismo, principalmente de la superpotencia yanqui de que sean otras clases, y no el proletariado, las que dirijan las luchas de las masas. 

Sobre la jefatura, bajo el principio de que la guerra popular no se dirige desde las cárceles no se niega el principio de la jefatura. Toda revolución va generando jefes que inician o continúan la revolución. Es falso lo que afirma el nuevo revisionismo de que los problemas de la guerra popular son debidos a la jefatura. Lo real es que las revoluciones no avanzan de forma espontánea. Los comunistas nos organizamos jerárquicamente y militarizados sujetos al CC con una Base de Unidad Partidaria. El imperialismo y el revisionismo tratan de dinamitar a los Partidos maoístas bajo la tesis del “culto a al personalidad” con el objetivo de que se formen bandos, “caudillos” con opiniones particulares que rehúyen la lucha de dos líneas para hacer yuntas. Por tanto la guerra popular no ha tenido problemas por el principio de jefatura, sino más bien es lo que ha permitido mantener el rumbo de la Guerra Popular y que el partido marche unido como un puño.

Sobre el pensamiento guía, que no es otra cosa que la aplicación del maoísmo a la realidad de cada país, el nuevo revisionismo trata de sustituir el maoísmo por las viejas prácticas del troskismo, levantar un marxismo en general y con la misma aplicación para todos los países. Es decir, un maoísmo muerto, sin aplicación concreta.

Hoy, el maoísmo se expresa en su forma más alta en las guerras populares y principalmente en la guerra popular del Perú. El CC del PCP desarrolla la guerra popular en el Perú al servicio de la revolución proletaria mundial, sin ponerse a la cola de ninguna superpotencia o potencia imperialista. A nivel internacional combate el nuevo revisionismo de Avakian y Prachanda, principalmente, y todas sus convergencias. Combate el plan imperialista de “acuerdos de paz”  (ver la LOD en el Perú y los casos de Irlanda, Sudáfrica, País Vasco, Colombia, Kurdistán, etc.) manteniendo en alto el principio de que “el Poder nace del fusil”. 

Por eso, reiteramos en nuestra denuncia para alertar a las masas para que estén vigilantes, y llamamos a los verdaderos revolucionarios a aplastar al nuevo y viejo revisionismo de forma implacable.
A los nuevos revisionistas travestidos de “maoístas” se les identifica por ir en contra de la esencia del maoísmo:
  1. Niegan la violencia revolucionaria y la verdad de que las masas hacen la historia y “La rebelión se justifica”. Por lo mismo, su lenguaje y sus acciones se enrumban hacia la capitulación y la negociación. Su capitulacionismo implica capitulación de clase ante la burguesía en el país y capitulación de la nación ante el imperialismo en lo internacional.
  2. Tergiversan la lucha de clases, la dictadura del proletariado y el internacionalismo proletario.
  3. Desvían la necesidad de que todo Partido Comunista debe ser marxista-leninista-maoísta que aplique con firmeza la independencia, la autodecisión y el autosostenimiento, y que su fin fundamental es conquistar y defender el Poder con la guerra popular; por tanto, se oponen de forma recalcitrante a la militarización del Partido y a la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución.
  4. Desfiguran la necesidad de combatir el imperialismo, el revisionismo y la reacción indesligable e implacablemente. Incluso llegan a considerar al imperialismo como súper poderoso, como intocable; siempre están a la “espera de mejores condiciones” para iniciar guerra popular, lo cual no es más que estafa descarada.
  5. Se coluden con la reacción para falsear los grandes triunfos de la GRCP y la ineludible necesidad de ésta para combatir la restauración capitalista.
El imperialismo quiere levantar partidos “maoístas” de engendro, quebrar el campo revolucionario poniendo en la contienda al revisionismo armado “maoísta” y sus “gobiernos maoístas”.

Esta peculiaridad de la lucha va a ser cruenta, donde las cabezas del nuevo revisionismo y sus compinches y mascarones de proa van a cumplir su nefasto papel (papel que, lo repetimos, le ha asignado el imperialismo yanqui) de estafadores, traficantes y criminales, con la infame intención de ofertar, subastar y liquidar vilmente las luchas de los pueblos del mundo, con el macabro fin de vender la revolución sin reparar en los costes: delaciones, soplonaje, chalaneo, y, por tanto, genocidios y masacres contra los pueblos que se subleven y enarbolen las implacables banderas de la lucha de clases. 

Todo esto para que no avance la Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria Mundial que día a día dirige sus pasos, forja a sus masas, alista a sus combatientes, hacia la guerra popular, teoría militar del proletariado, la más alta forma de lucha sancionada y revalidada por el Presidente Mao Tse-tung.

Insistimos y reiteramos en el llamado a los pueblos del mundo para que se levanten en armas contra sus opresores y explotadores, a la fracción roja de los partidos que llevan adelante guerra popular, a todas las organizaciones revolucionarias que están por barrer a este infecto y gangrenado sistema, a unirnos, a fortalecer nuestros vínculos para que, juntos, hagamos frente a esta nueva ofensiva contrarrevolucionaria y la trituremos, y de esta forma, aplastar definitivamente al imperialismo, la reacción y al revisionismo. Por lo mismo, hacemos un llamado a enarbolar, defender y aplicar el maoísmo; lo que, en las actuales circunstancias, quiere decir constituir o reconstituir partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas militarizados para que inicien y dirijan guerra popular. Porque sólo con guerra popular se llegará al dorado comunismo.

¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE –TUNG!
¡VIVA EL GLORIOSO MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PRINCIPALMENTE EL MAOÍSMO!
¡VIVA EL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ Y SU COMITÉ CENTRAL!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
Movimiento Popular Perú
26 de diciembre de 2014

jueves, 18 de diciembre de 2014

LA COMUNA DE ASTURIAS (1934)



Este año se conmemora el 70 aniversario de la Comuna de Asturias. En Octubre de 1934 el proletariado de Asturias con las armas en la mano impone su dictadura durante un corto espacio de tiempo. Publicamos parte de un importante documento del camarada José Díaz en el que se sintetizan importantes lecciones de la insurrección proletaria del 34.

LA LUCHA POR LA UNIDAD EN PLENA REACCIÓN
José Díaz
(Del discurso pronunciado en el Monumental Cinema de Madrid, el 2 de junio de 1935)

Organizar la lucha.

            Sí, camaradas, el fascismo morirá. Pero, ¿habrá de morir tan sólo por explosiones de entusiasmo? No. Es verdad que existe hoy un gran espíritu revolucionario en las masas, una formidable corriente en favor del frente único y de la unión de todos los antifascistas. Es una gran verdad que el pueblo trabajador quiere la lucha unificada para salir de esta situación que os acabo de describir. Pero, vuelvo a preguntaros: ¿es suficiente que exista un claro deseo de lucha y una firme voluntad de vencer? Está muy bien el entusiasmo, está muy bien esa voluntad de lucha antifascista que se refleja en este grandioso acto y en los que se celebran estos días. Pero tenéis que comprender todos, que a este deseo ya esta voluntad hay que darles una forma orgánica, hay que encauzarlos en una fuerte organización que desarrolle la lucha y nos lleve al triunfo sobre la reacción y el fascismo. (Muy bien.)

            ¿Creéis que se puede oponer solamente el entusiasmo a la fuerza de un enemigo organizado, hábil y con un feroz aparato de represión? No, camaradas; si no los encuadramos en la lucha, la voluntad y el entusiasmo serían estériles. Los aplausos con los cuales subrayáis cada consigna de nuestro partido y cada llamamiento nuestro a la acción, demuestran que estáis prestos para formar en el frente de combate, pero eso no basta. No basta con el entusiasmo y la voluntad; es necesarios organizar, organizar siempre, y que las fuerzas organizadas marchen siempre en filas compactas hacia la consecución del objetivo propuesto. El genio de la revolución mundial, Lenin, dijo “que la revolución no se hace, sino que se organiza”. Y esto mismo os decimos nosotros, os dice el Partido Comunista: que a la represión de este Gobierno, a los propósitos claros de hundirnos en el infierno fascista del hacha y del patíbulo, nosotros tenemos que oponer y oponemos ya la lucha organizada. Hoy, desde esta tribuna, como ayer con todos los medios a nuestro alcance, renovamos nuestro llamamiento a los obreros, a los campesinos, a los hombres libres, a los antifascistas, a los republicanos de izquierda, para que todos los que tenemos un punto de coincidencia en esta hora grave, nos unamos en un Bloque Popular Antifascista que rompa los propósitos de este gobierno de fascistas y reaccionarios. (Grandes aplausos.)

            Y éste es el sentido, el objeto de mi discurso en este grandioso acto. Quiero hacer llegar a la convicción de los diez mil obreros antifascistas que aquí os encontráis, y de los millares que escuchan desde la calle, que es de todo punto necesario, que es urgente crear las formas orgánicas de lucha antifascista, que hay que organizar el Bloque Popular Antifascista, si queremos arrollar a la reacción y al fascismo, si queremos vencer. El momento actual impone imperiosamente esta necesidad. En nombre del Partido Comunista me esforzaré, pues, en explicaros cómo y bajo qué plataforma de lucha debemos unirnos todos los antifascistas para dar la batalla a las fuerzas de la reacción.

Lo que decía el Partido Comunista antes de Octubre.

            Antes de Octubre, camaradas, antes de las jornadas de Octubre, nosotros luchábamos, como ahora, por la unificación de las fuerzas obreras. Nuestro partido se ha esforzado siempre por convencer a los demás sectores obreros de que ésta es la condición indispensable para el triunfo. Y ésta es una idea que queremos grabar muy bien, muy hondo en la conciencia de todos los trabajadores. La idea de que para vencer a un enemigo poderoso hay que luchar unidos, hay que presentarle batalla todos juntos. Y para que no creáis que esta afirmación es un simple recurso, vaya permitirme leeros unas breves líneas sobre lo que nuestro Partido estimaba imprescindible antes de Octubre. El Pleno extraordinario del Comité Central, celebrado un mes antes de la insurrección de Octubre, decía en su resolución:

«¡A la burguesía y a los terratenientes ya no les es posible mantener su odiosa dominación cubriéndola con el manto de la “democracia”. Hoy, este ropaje les estorba y se desprenden descaradamente de él, dando rienda suelta a las formas brutales de esclavización de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo. El Bloque dominante y su actual equipo gubernamental inspiran su política y sus métodos de represión, enfilándolos hacia la instauración de la dictadura sangrienta y terrorista del fascismo, buscando así el medio de ahogar en sangre y exterminio la creciente potencia de la revolución.»

            Y deducíamos:

«Partiendo de esta situación, el problema cardinal para asegurar el triunfo de la revolución, lo constituye la organización y la unificación de las fuerzas de la revolución, bajo una dirección firme y consciente de sus objetivos. Así lo han comprendido las masas trabajadoras.»
«Organizar el Frente único de lucha, en forma permanente y con carácter nacional, para dar la batalla a la contrarrevolución: ¡tal es el anhelo de las masas trabajadoras!»

            Esta era nuestra posición, antes de Octubre. Por eso ingresamos en las Alianzas Obreras, aun a sabiendas de que no eran la expresión acabada y consecuente del Frente único. Ingresamos en ellas, para transformarlas en verdaderas organizaciones de frente único de los obreros y campesinos. Pero no lo conseguimos con la amplitud que era necesario, por las resistencias de unos y las incomprensiones de otros. En Asturias, donde nuestro partido había conseguido hacer penetrar profundamente entre las masas la idea del Frente Único, y donde los Comités de Frente Único de lucha tenían ya una tradición, las Alianzas. Obreras se organizaron rápidamente, y en parte en el mismo curso de los combates, y así fue posible que en Asturias lograra el proletariado la victoria sobre el enemigo, mientras que en los demás sitios de España, en que los órganos de Frente único no estaban creados y desarrollados, la lucha no pudo alcanzar la misma extensión y profundidad.

            Y decidme, camaradas, si esto, si el Frente Único, era una necesidad vital antes de Octubre, ¿qué no será ahora, hoy, en que el peligro fascista es más grande, más inmediato, cuando tiene ya en sus manos una parte del aparato del Estado? Hoy es de una necesidad arrolladora la creación y desarrollo de los órganos de la unidad de acción.

Posición del Partido Comunista en el movimiento de Octubre.

            Todos conocéis lo ocurrido en Octubre. Sabéis que nos levantamos en todo el país, que los trabajadores españoles, los trabajadores catalanes, los de Euskadi, los de Galicia, en fin, los de todas partes de España, se echaron a la calle para impedir el avance del fascismo por medio de la huelga general y de la lucha insurreccional. Y sabéis también que las masas lucharon con admirable coraje para derribar a la gran burguesía, a los terratenientes y a su Gobierno reaccionario y fascista, y también para adueñarse del Poder. Esto último sólo pudo conseguirse en Asturias. En Asturias, por el comportamiento heroico del proletariado. En Asturias, porque supieron marchar unidos y conquistar las armas. La bandera del Poder de los obreros y campesinos ondeó triunfante durante quince días en Asturias. Las Alianzas Obreras y Campesinas se adueñaron del Poder, luchando con las armas en la mano. Esta gesta gloriosa de nuestros compañeros de Asturias vivirá siempre en el recuerdo de todos los explotados. Mas no debemos olvidar que allí nuestros hermanos, nuestros héroes, lucharon unidos y por eso triunfaron; comunistas, socialistas y anarquistas lucharon confundidos, hombro a hombro. Por esto mismo, si queremos triunfar en todo el país, es preciso que el Frente Único sea una realidad, que la unidad de acción se imponga, que las Alianzas Obreras y Campesinas se creen y desarrollen en todo el país, que dirijan la lucha de las grandes masas hacia el aplastamiento de la reacción y el fascismo. Si hacemos esto, yo os digo que no tardaremos en ver a este Gobierno, a Gil Robles y a todos los que ellos defienden, correr, huir de la misma manera ignominiosa que los burgueses y los guardias de Asturias corrían ante las filas apretadas y en armas de los mineros y trabajadores de Asturias. (Atronadora ovación. Durante largo tiempo, se vitorea a Asturias, a la revolución y al Frente Único.)

Solidaridad con las víctimas de la represión.

            Camaradas, aprovechemos este paréntesis que habéis abierto al prolongar los aplausos y vítores a los héroes de la gloriosa Comuna de Asturias, para pediros, en nombre del hecho que tanto entusiasmo provoca en vosotros, que forméis en el cuadro de la solidaridad para con las víctimas de la represión. No olvidéis que en esa Asturias han quedado muchos hijos de mineros huérfanos, muchas compañeras en la miseria más espantosa. No olvidéis que el proletariado de Asturias ha sido condenado al hambre por la contrarrevolución. No olvidéis que en las cárceles hay veinticinco mil camaradas. No olvidéis que hay muchos héroes de la insurrección perseguidos... Es preciso reforzar la solidaridad de clase para con estos camaradas. Es preciso que cada proletario, cada trabajador, cada hombre de buena voluntad, se desprenda de unos céntimos todas las semanas para
ayudar a las víctimas del terror contrarrevolucionario. Ésta es una deuda sagrada, una deuda de honor que todos los trabajadores de España tenemos contraída con nuestros hermanos caídos en la lucha. Y sobre todo, con el heroico proletariado de Asturias, que en las condiciones de terror a que lo tiene sometido el Gobierno, no se amilana, ni se arredra, sino que sigue luchando, declarando huelgas y levantando el brazo con el puño en alto, que es una amenaza valiente a los que ensangrentaron..." (Gran ovación, que
impide al orador acabar la frase.)

El Partido Comunista asume la responsabilidad de la insurrección.

            En las primeras filas de la lucha se ha encontrado el Partido Comunista. En Asturias y en todas partes, los comunistas tomaron las armas y lucharon en la primera línea de batalla. Sobre todo en Asturias, donde nuestro partido era más fuerte, tenemos que decir que una gran parte del triunfo nos corresponde. (Grandes aplausos.)

            Y oídlo bien, camaradas, que lo oigan cuantos quieran oírlo: los comunistas han llamado a la lucha y a la insurrección a las masas, se han puesto a la cabeza y han luchado contra las fuerzas represivas de la reacción y del fascismo con las armas en la mano. El Partido Comunista está, pues, identificado con el movimiento insurreccional y asume su plena responsabilidad política. Repito esto, porque parece que hay por ahí gentes que se sacuden las pulgas y no quieren que se les diga nada de lo que ha pasado. No quieren nada con la insurrección de Asturias ni con las luchas de Octubre.

            Nosotros, el Partido Comunista, comprendemos muy bien que ciertas gentes se desentiendan de las responsabilidades del movimiento. Y si nosotros no saliéramos a la plaza pública a gritar a pleno pulmón que todo cuando hicieron las masas revolucionarias en Octubre, que la insurrección de Asturias, es un hecho glorioso y que es el resultado de toda nuestra lucha, de toda nuestra agitación, del ejemplo que los comunistas dan al proletariado, parecería como si estos hechos gloriosos constituyeran una vergüenza que tenemos que ocultar. No, camaradas; nosotros estamos orgullosos de cuanto han hecho las masas y estamos orgullosos sobre todo de la insurrección de Asturias. Hay, en aquella región, uno de nuestros héroes, un camarada responsable de nuestro partido preso hoy y amenazado de muerte por la contrarrevolución, el camarada Manso... (Gran ovación y vivas a Manso.) El camarada Manso y otros camaradas dirigentes regionales de nuestro partido, se han declarado responsables políticos del movimiento de Asturias. Y, por si esto no es bastante, por si aún hubiese alguna duda, yo, en nombre del Partido Comunista, digo a todos los obreros, a los campesinos, a los trabajadores todos –y que nos oigan también las huestes de la reacción-, que nosotros somos los responsables del movimiento revolucionario de Octubre, que el Partido Comunista de España recaba para sí toda la responsabilidad política que se derive del movimiento y de la insurrección victoriosa de Asturias. (Aplausos atronadores. Los trabajadores se ponen en pie y saludan con el puño en alto. Grandes vivas al Partido Comunista.)

            Después de dominado el movimiento por la reacción, el Gobierno se aprovecha de su triunfó momentáneo sobre la clase obrera para desatar una orgía de represión de tal naturaleza, que no tiene precedentes ni aun en los países de imperio más feroz del fascismo. La venganza llega a extremos que causan espanto. A pesar de la mordaza gubernamental, muchos de estos horrores han llegado a conocimiento del pueblo. Aquí mismo, el camarada Bolívar os ha referido algunas torturas que se han aplicado y se aplican a los trabajadores. Los muertos se cuentan por millares. Pero no sólo los muertos en la lucha, sino los muertos después del triunfo circunstancial de la contrarrevolución, los muertos durante la represión.

            La CEDA y los radicales cumplen fielmente el mandato de sus amos, de los capitalistas y terratenientes. Tienen el encargo de reprimir a sangre y fuego el movimiento revolucionario, y no reparan en medios. Esa es su triste misión.

            La misión de los católicos de la CEDA, que consiste en enviar a los moros a “pacificar” a los “cristianos” con las gumías y a los degenerados del Tercio a imponer el “orden” en Asturias. Misión que consiste en torturar a los detenidos para hacerles firmar declaraciones de culpabilidad. Misión que consiste en ejecutar a los obreros revolucionarios, en sitiar por hambre a los mineros...


            Éste es el Gobierno del hambre, de la sangre y de la muerte. Éste es el Gobierno que ha realizado actos de barbarie tan feroz, que no tienen precedente en la historia. (El camarada Díaz relata algunos hechos concretos y el público prorrumpe en gritos de indignación. Algunas mujeres lloran. El momento es de una emoción indescriptible.)