domingo, 4 de enero de 2015
YANKEE GO HOME!
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anti-imperialismo,
internacionalismo
viernes, 26 de diciembre de 2014
¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡VIVA EL NATALICIO DEL
PRESIDENTE MAO TSE –TUNG!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡APLASTAR EL REVISIONISMO!
¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡APLASTAR EL REVISIONISMO!
Tantas
tareas por delante,
todas tan urgentes.
El mundo gira, el tiempo apremia.
Diez mil años es demasiado,
hay que aprehender el día, aprehender el instante.
Los Cuatro Mares hierven, se enfurecen las nubes y las aguas,
los Cinco Continentes se estremecen, rugen truenos y huracanes.
Hay que exterminar todas las plagas
ninguna fuerza es capaz de resistir.
todas tan urgentes.
El mundo gira, el tiempo apremia.
Diez mil años es demasiado,
hay que aprehender el día, aprehender el instante.
Los Cuatro Mares hierven, se enfurecen las nubes y las aguas,
los Cinco Continentes se estremecen, rugen truenos y huracanes.
Hay que exterminar todas las plagas
ninguna fuerza es capaz de resistir.
(Presidente Mao Tse-tung, “A PROPÓSITO DE
UN POEMA
DEL CAMARADA KUO MO-JO”, 9 de enero de 1963)
DEL CAMARADA KUO MO-JO”, 9 de enero de 1963)
El Movimiento Popular Perú eleva su saludo y
sujeción plena e incondicional a nuestra jefatura, el Presidente Gonzalo, jefe
del Partido y la revolución, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente
sobre la faz de la tierra, al heroico Partido Comunista del Perú, a su Comité
Central y a todo el sistema de dirección partidaria. Así mismo, extiende su
saludo a cada uno de los dirigentes, cuadros y militantes del Partido Comunista
del Perú, como también a los combatientes del Ejército Popular de Liberación, a
los Comités Populares y a las masas que trabajan con el Partido en el Perú y en
el extranjero, y al pueblo en general, por el natalicio del Presidente Mao Tse-Tung.
Este 26 de diciembre se cumplen 121 años del
nacimiento del Presidente Mao Tse-tung, gran maestro del proletariado y cumbre
del marxismo-leninismo. En él se concentra el desarrollo general del marxismo,
que el Partido Comunista del Perú enarbola, defiende y aplica como “tercera,
nueva y superior etapa del marxismo”, el maoísmo. Pese a quien le pese y
aplastando las burdas intenciones de la reacción y el revisionismo (de
viejo y de nuevo cuño), ha sido precisamente el Partido Comunista del Perú el
que sancionó que:
“[…] la todopoderosa ideología científica
del proletariado, todopoderosa porque es verdadera, tiene tres etapas: 1)
marxismo, 2) leninismo, 3) maoísmo; tres etapas, momentos o hitos de su proceso
dialéctico de desarrollo; de una misma unidad que en ciento cuarenta años, a
partir del Manifiesto, en la más heroica epopeya de la lucha de clases,
en encarnizadas y fructíferas luchas de dos líneas en los propios partidos
comunistas y la inmensa labor de titanes del pensamiento y la acción que solamente
la clase podía generar, sobresaliendo tres luminarias inmarcesibles: Marx,
Lenin, Mao Tse-tung, mediante grandes saltos y tres grandiosos hitos nos ha
armado con el invencible marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo de
hoy.” (Documentos
Fundamentales, 1988, Partido Comunista del Perú, Comité Central.)
La magnitud e importancia del Presidente Mao
Tse-Tung está fundada en sus invalorables aportes a la clase. Su vida y sus
aportes los podríamos resumir en todos los hitos que jalonan una vida dedicada
cabal y plenamente a la revolución:
- Fundador del Partido Comunista y del Ejército Rojo de obreros y campesinos.
- Estableció el camino de cercar las ciudades desde el campo, desarrolló la guerra popular teoría militar del proletariado.
- Teórico de la Nueva Democracia, fundó la República Popular.
- Gestor del Gran Salto Adelante e impulsor del desarrollo del socialismo.
- Guía de la lucha contra el revisionismo contemporáneo de Jruschov y sus secuaces.
- Jefe y mando de la Gran Revolución Cultural Proletaria.
En el Siglo XX el proletariado tuvo tres
gigantescos triunfos; dos corresponden al Presidente Mao y si uno es suficiente
gloria, dos lo son más.
El triunfo de la Revolución china es una.
La otra es la Gran Revolución Cultural
Proletaria (GRCP). Es precisamente ésta la que golpea en la médula del
revisionismo y de los capituladores. De allí el visceral ataque y la miserable
campaña que hay en su contra de parte de los mismos rufianes que saben que con
ésta (y las sucesivas revoluciones culturales) se conjuran y aplastan las
intentonas de restaurar este podrido y caduco sistema. Porque el Presidente Mao
Tse-tung se abocó a sintetizar la experiencia de la revolución socialista
sentando su gran teoría y práctica de la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado encontrando la forma adecuada de desarrollarla
mediante la GRCP:
“Los representantes burgueses que se han
infiltrado en el Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores
culturales, son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que se
apoderarán del Poder y convertirán la dictadura del proletariado en dictadura
de la burguesía sí se les presenta la oportunidad. A algunas de estas personas,
ya las hemos calado; a otras todavía no. Y en algunas todavía confiamos y las
preparamos para ser nuestros continuadores. Por ejemplo, gente tipo Jruschov
todavía anida a nuestro lado”.
“La presente Gran Revolución Cultural
Proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para consolidar la
dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y
construir el socialismo”.
“La actual Gran revolución Cultural es
sólo la primera y en el futuro habrá sin duda muchas otras. En la revolución el
problema de quién vencerá a quién será resuelto en un largo período histórico.
Si no se resuelven adecuadamente las cosas, en cualquier momento habrá
posibilidad para una restauración capitalista”.
“¡Revolucionarios proletarios, uníos para
arrebatar el Poder al puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista
dentro del Partido!”.
En este tiempo, en el que elementos
indeseables quieren traficar con el maoísmo, hay que tener claro, para no
dejarse sorprender, el triunfo real que significó para el proletariado la Gran
Revolución Cultural Proletaria. Hay miserables revisionistas que enarbolan un
maoísmo de membrete, mientras hay otros que quieren confundir a las masas con
verborrea barata y con documentos espurios, mamotretos y patrañas con las que
quieren relativizar u ocultar el verdadero significado de este hito histórico
del Movimiento Comunista Internacional.
El imperialismo está viviendo su crisis
final y última. El imperialismo, principalmente la superpotencia hegemónica
yanqui, trata de salir de su crisis con más guerra imperialista, más saqueo a
los pueblos del tercer mundo y preparando un nuevo reparto del mundo. Mientras
las masas se organizan y luchan en todo el mundo contra el imperialismo y la
reacción. La expresión más alta de estas luchas es la guerra popular en el Perú
dirigida por el PCP. El imperialismo sabe que no todo es disputa
interimperialista, que no todo es lucha por mercados y zonas de influencia, por
eso también trata de socavar la revolución en el mundo con el fin de que no se
reconstituyan partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas donde no los
hay, o donde ya hay Partido que no inicie guerra popular o acabe en “acuerdos
de paz”. En este plan contrarrevolucionario es pieza clave el nuevo
revisionismo que combate el maoísmo y niega lo fundamental de éste: el poder.
El maoísmo como tercera, nueva y superior
etapa del marxismo se ha forjado en combate contra el imperialismo, la última
etapa del capitalismo, en medio de guerras mundiales, de la revolución
proletaria y del movimiento de liberación nacional. En combate contra el
troskismo, el revisionismo ruso del XX congreso, el revisionismo de Teng, Liu,
Lin Piao, Hoxa y otros. Hay que resaltar que el Presidente Mao dirigió dos
grandes cumbres e hitos de la revolución proletaria mundial del siglo XX: la
revolución China (1949) y la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1976) y
fue reconocido como el más alto, consecuente y elevado cuadro y dirigente de la
revolución china. Ha desarrollado tanto la filosofía marxista como la economía
política y el socialismo científico.
La Gran Revolución Cultural Proletaria
golpeó el cuartel burgués contrarrevolucionario encabezado por Liu Shao-chi, el
Jruschov chino, de quien fue lugarteniente Teng Siao-ping, “otro máximo
elemento con Poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido”; y
también aplastó el cuartel contrarrevolucionario conspirador encabezado por Lin
Piao. Así, se desarrolló la Gran Revolución Cultural Proletaria para consolidar
la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y construir
el socialismo; y, cuya condensación se realizó en el IX Congreso del PCCH que
es un gran hito en la historia del PCCH y del Movimiento Comunista
Internacional.
El desarrollo de la lucha de clases en
China, la lucha entre capitalismo y socialismo, entre burguesía y proletariado
y entre marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung, ahora maoísmo, el
revisionismo contrarrevolucionario y capitulacionista, se concretó en la gran
campaña de crítica a Confucio y Lin Piao que ventiló el problema de restauración
y contrarrestauración, el largo proceso de consolidación de una clase en el
Poder que implica prevenir su recaptura por los reaccionarios y la consiguiente
restauración y si se pierde pugnar por su reconquista; problema que se
planteara en los inicios de la polémica contra el revisionismo de Jruschov y
Brezhnev. Posteriormente, la lucha se centró en la cuestión decisiva y en la
esencia misma del Poder, el problema de la dictadura del proletariado. El
Presidente Mao dijo:
“¿Por qué Lenin hablaba de la necesidad de
ejercer la dictadura sobre la burguesía? Este problema es preciso tenerlo
claro. La falta de claridad al respecto conducirá al revisionismo. Hay que
hacerlo saber a toda la nación’’.
“Lenin dijo: ‘La pequeña producción
engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo
espontáneo y en masa’. Esto ocurre también con una parte de la clase obrera y
una parte de los miembros del Partido. Tanto entre los proletarios como entre
los funcionarios de los organismos oficiales hay quienes incurren en el estilo
de vida burgués”.
Estas tesis y las anteriores son,
evidentemente, continuación y desarrollo de fundamentales planteamientos de!
marxismo-leninismo. El Presidente Mao Tse-tung reiteró la vigencia de los planteamientos
de Marx y Lenin sobre la larga transformación revolucionaría de la vieja
sociedad; la necesidad de la dictadura del proletariado y su fortalecimiento;
la incesante lucha de clases en el socialismo y de su extrema agudización en
determinadas circunstancias; la subsistencia del derecho burgués y su
restricción necesaria; la generación constante de capitalismo y burguesía y la
posibilidad de restaurar el capitalismo usurpando el Poder; la persistencia de
un “derecho burgués y de un “Estado burgués” que lo protege. Sentando, además,
la necesidad de apuntar contra los seguidores del camino capitalista en el seno
del Partido y continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado
mediante la revolución cultural.
Así, la lucha se centró contra Teng Siao-ping,
quien siguiendo a Liu Shaochi, el Jruschov chino, sostuviera la teoría de la
extinción de la lucha de clases.
El fallecimiento del Presidente Mao
Tse-tung, como la muerte de todos los grandes dirigentes del proletariado
generó profundas conmociones y amplías repercusiones en China y en el mundo; y,
en las condiciones en que se desarrollaba la lucha en China, propició la
coyuntura para que la derecha, tomando el control del Partido y dando un golpe
de Estado, usurpara el Poder de la dictadura del proletariado, socavara las
conquistas de la Gran revolución Cultural Proletaria y abriese las puertas a la
restauración capitalista, a la capitulación y al revisionismo.
Esto es historia. Y de esto hay que sacar
lección. Por eso hay que tener claro que fue el Presidente Gonzalo es el que
asume la tarea de establecer el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa
del marxismo, y es, el mismo Presidente Gonzalo, quien es reconocido como jefe
del PCP y la revolución en contundente lucha contra el nuevo y viejo
revisionismo.
Por esto, el imperialismo, la reacción y el
revisionismo, de viejo y nuevo cuño, atacan y difaman al Presidente Gonzalo, al
PCP, a su Comité Central y a la guerra popular en el Perú, con el propósito de
que no ocurra la experiencia de los años 80 donde su ejemplo se difundió por el
todo mundo.
El nuevo revisionismo ataca tres pilares del
maoísmo:
1) Lo fundamental, el Poder,
2) La jefatura, con la vieja tesis del XX congreso del PCUS de “culto a la personalidad”, y
3) El pensamiento guía.
Sobre el poder, el nuevo revisionismo es
capitulación ante el imperialismo y la reacción. En Oriente Medio forma parte
de la alianza del genocida Obama contra el islamismo radical, da justificación
política a los bombardeos y genocidios del imperialismo yanqui y pone las
tropas de infantería que los yanquis necesitan para llevar adelante su plan en
esta zona del mundo.
El viejo y nuevo revisionismo buscan acomodo
dentro del nuevo reparto de la región junto a los islamistas moderados,
formando parte del plan de la superpotencia hegemónica yanqui para la región.
Sólo hay que ver que de la misma forma que Avakian y Prachanda y sus “síntesis”
y "camino" forman parte de los planes del imperialismo, también
Ocalan y su “nuevo municipalismo”, no es otra cosa que capitulación ante el
imperialismo, y la reacción. Es la renuncia a la toma del poder, a la dictadura
del proletariado y es desviar las luchas de las masas para que estas luchas
apunten sólo abajo, a lo cotidiano, que no apunten al emperador, es decir al imperialismo
y al Estado reaccionario. Por tanto el nuevo revisionismo combate lo principal
del maoísmo: el Poder, poder para el proletariado. Forma parte del plan del
imperialismo, principalmente de la superpotencia yanqui de que sean otras
clases, y no el proletariado, las que dirijan las luchas de las masas.
Sobre la jefatura, bajo el principio de que
la guerra popular no se dirige desde las cárceles no se niega el principio de
la jefatura. Toda revolución va generando jefes que inician o continúan la revolución.
Es falso lo que afirma el nuevo revisionismo de que los problemas de la guerra
popular son debidos a la jefatura. Lo real es que las revoluciones no avanzan
de forma espontánea. Los comunistas nos organizamos jerárquicamente y
militarizados sujetos al CC con una Base de Unidad Partidaria. El imperialismo
y el revisionismo tratan de dinamitar a los Partidos maoístas bajo la tesis del
“culto a al personalidad” con el objetivo de que se formen bandos, “caudillos”
con opiniones particulares que rehúyen la lucha de dos líneas para hacer
yuntas. Por tanto la guerra popular no ha tenido problemas por el principio de
jefatura, sino más bien es lo que ha permitido mantener el rumbo de la Guerra
Popular y que el partido marche unido como un puño.
Sobre el pensamiento guía, que no es otra
cosa que la aplicación del maoísmo a la realidad de cada país, el nuevo
revisionismo trata de sustituir el maoísmo por las viejas prácticas del
troskismo, levantar un marxismo en general y con la misma aplicación para todos
los países. Es decir, un maoísmo muerto, sin aplicación concreta.
Hoy, el maoísmo se expresa en su forma más
alta en las guerras populares y principalmente en la guerra popular del Perú.
El CC del PCP desarrolla la guerra popular en el Perú al servicio de la
revolución proletaria mundial, sin ponerse a la cola de ninguna superpotencia o
potencia imperialista. A nivel internacional combate el nuevo revisionismo de
Avakian y Prachanda, principalmente, y todas sus convergencias. Combate el plan
imperialista de “acuerdos de paz” (ver la LOD en el Perú y los casos de
Irlanda, Sudáfrica, País Vasco, Colombia, Kurdistán, etc.) manteniendo en alto
el principio de que “el Poder nace del fusil”.
Por eso, reiteramos en nuestra denuncia para
alertar a las masas para que estén vigilantes, y llamamos a los verdaderos
revolucionarios a aplastar al nuevo y viejo revisionismo de forma implacable.
A los nuevos revisionistas travestidos de
“maoístas” se les identifica por ir en contra de la esencia del maoísmo:
- Niegan la violencia revolucionaria y la verdad de que las masas hacen la historia y “La rebelión se justifica”. Por lo mismo, su lenguaje y sus acciones se enrumban hacia la capitulación y la negociación. Su capitulacionismo implica capitulación de clase ante la burguesía en el país y capitulación de la nación ante el imperialismo en lo internacional.
- Tergiversan la lucha de clases, la dictadura del proletariado y el internacionalismo proletario.
- Desvían la necesidad de que todo Partido Comunista debe ser marxista-leninista-maoísta que aplique con firmeza la independencia, la autodecisión y el autosostenimiento, y que su fin fundamental es conquistar y defender el Poder con la guerra popular; por tanto, se oponen de forma recalcitrante a la militarización del Partido y a la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución.
- Desfiguran la necesidad de combatir el imperialismo, el revisionismo y la reacción indesligable e implacablemente. Incluso llegan a considerar al imperialismo como súper poderoso, como intocable; siempre están a la “espera de mejores condiciones” para iniciar guerra popular, lo cual no es más que estafa descarada.
- Se coluden con la reacción para falsear los grandes triunfos de la GRCP y la ineludible necesidad de ésta para combatir la restauración capitalista.
El imperialismo quiere levantar partidos
“maoístas” de engendro, quebrar el campo revolucionario poniendo en la
contienda al revisionismo armado “maoísta” y sus “gobiernos maoístas”.
Esta peculiaridad de la lucha va a ser
cruenta, donde las cabezas del nuevo revisionismo y sus compinches y mascarones
de proa van a cumplir su nefasto papel (papel que, lo repetimos, le ha asignado
el imperialismo yanqui) de estafadores, traficantes y criminales, con la infame
intención de ofertar, subastar y liquidar vilmente las luchas de los pueblos
del mundo, con el macabro fin de vender la revolución sin reparar en los
costes: delaciones, soplonaje, chalaneo, y, por tanto, genocidios y masacres
contra los pueblos que se subleven y enarbolen las implacables banderas de la
lucha de clases.
Todo esto para que no avance la Nueva Gran
Ola de la Revolución Proletaria Mundial que día a día dirige sus pasos, forja a
sus masas, alista a sus combatientes, hacia la guerra popular, teoría militar
del proletariado, la más alta forma de lucha sancionada y revalidada por el
Presidente Mao Tse-tung.
Insistimos y reiteramos en el llamado a los pueblos del mundo para que se levanten en armas contra sus opresores y explotadores, a la fracción roja de los partidos que llevan adelante guerra popular, a todas las organizaciones revolucionarias que están por barrer a este infecto y gangrenado sistema, a unirnos, a fortalecer nuestros vínculos para que, juntos, hagamos frente a esta nueva ofensiva contrarrevolucionaria y la trituremos, y de esta forma, aplastar definitivamente al imperialismo, la reacción y al revisionismo. Por lo mismo, hacemos un llamado a enarbolar, defender y aplicar el maoísmo; lo que, en las actuales circunstancias, quiere decir constituir o reconstituir partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas militarizados para que inicien y dirijan guerra popular. Porque sólo con guerra popular se llegará al dorado comunismo.
¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE
–TUNG!
¡VIVA EL GLORIOSO MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PRINCIPALMENTE EL MAOÍSMO!
¡VIVA EL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ Y SU COMITÉ CENTRAL!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡VIVA EL GLORIOSO MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PRINCIPALMENTE EL MAOÍSMO!
¡VIVA EL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ Y SU COMITÉ CENTRAL!
¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
Movimiento Popular Perú
26 de diciembre de 2014
26 de diciembre de 2014
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jueves, 18 de diciembre de 2014
LA COMUNA DE ASTURIAS (1934)
Este año se conmemora el 70 aniversario de la Comuna de Asturias. En Octubre de 1934 el proletariado de Asturias con las armas en la mano impone su dictadura durante un corto espacio de tiempo. Publicamos parte de un importante documento del camarada José Díaz en el que se sintetizan importantes lecciones de la insurrección proletaria del 34.
LA LUCHA POR LA UNIDAD EN
PLENA REACCIÓN
José Díaz
(Del discurso pronunciado
en el Monumental Cinema de Madrid, el 2 de junio de 1935)
Organizar la lucha.
Sí, camaradas, el
fascismo morirá. Pero, ¿habrá de morir tan sólo por explosiones de entusiasmo?
No. Es verdad que existe hoy un gran espíritu revolucionario en las masas, una
formidable corriente en favor del frente único y de la unión de todos los
antifascistas. Es una gran verdad que el pueblo trabajador quiere la lucha
unificada para salir de esta situación que os acabo de describir. Pero, vuelvo
a preguntaros: ¿es suficiente que exista un claro deseo de lucha y una firme
voluntad de vencer? Está muy bien el entusiasmo, está muy bien esa voluntad de
lucha antifascista que se refleja en este grandioso acto y en los que se
celebran estos días. Pero tenéis que comprender todos, que a este deseo ya esta
voluntad hay que darles una forma orgánica, hay que encauzarlos en una fuerte
organización que desarrolle la lucha y nos lleve al triunfo sobre la reacción y
el fascismo. (Muy bien.)
¿Creéis que se puede
oponer solamente el entusiasmo a la fuerza de un enemigo organizado, hábil y
con un feroz aparato de represión? No, camaradas; si no los encuadramos en la
lucha, la voluntad y el entusiasmo serían estériles. Los aplausos con los
cuales subrayáis cada consigna de nuestro partido y cada llamamiento nuestro a
la acción, demuestran que estáis prestos para formar en el frente de combate,
pero eso no basta. No basta con el entusiasmo y la voluntad; es necesarios
organizar, organizar siempre, y que las fuerzas organizadas marchen siempre en
filas compactas hacia la consecución del objetivo propuesto. El genio de la
revolución mundial, Lenin, dijo “que la revolución no se hace, sino que se
organiza”. Y esto mismo os decimos nosotros, os dice el Partido Comunista: que
a la represión de este Gobierno, a los propósitos claros de hundirnos en el infierno fascista del hacha y del patíbulo, nosotros tenemos que oponer
y oponemos ya la lucha organizada. Hoy, desde esta tribuna, como ayer con todos
los medios a nuestro alcance, renovamos nuestro llamamiento a los obreros, a
los campesinos, a los hombres libres, a los antifascistas, a los republicanos
de izquierda, para que todos los que tenemos un punto de coincidencia en esta
hora grave, nos unamos en un Bloque Popular Antifascista que rompa los
propósitos de este gobierno de fascistas y reaccionarios. (Grandes aplausos.)
Y éste es el sentido,
el objeto de mi discurso en este grandioso acto. Quiero hacer llegar a la convicción
de los diez mil obreros antifascistas que aquí os encontráis, y de los millares
que escuchan desde la calle, que es de todo punto necesario, que es urgente
crear las formas orgánicas de lucha antifascista, que hay que organizar el
Bloque Popular Antifascista, si queremos arrollar a la reacción y al fascismo,
si queremos vencer. El momento actual impone imperiosamente esta necesidad. En
nombre del Partido Comunista me esforzaré, pues, en explicaros cómo y bajo qué
plataforma de lucha debemos unirnos todos los antifascistas para dar la batalla
a las fuerzas de la reacción.
Lo que decía el Partido
Comunista antes de Octubre.
Antes de Octubre,
camaradas, antes de las jornadas de Octubre, nosotros luchábamos, como ahora,
por la unificación de las fuerzas obreras. Nuestro partido se ha esforzado
siempre por convencer a los demás sectores obreros de que ésta es la condición
indispensable para el triunfo. Y ésta es una idea que queremos grabar muy bien,
muy hondo en la conciencia de todos los trabajadores. La idea de que para
vencer a un enemigo poderoso hay que luchar unidos, hay que presentarle batalla
todos juntos. Y para que no creáis que esta afirmación es un simple recurso,
vaya permitirme leeros unas breves líneas sobre lo que nuestro Partido estimaba
imprescindible antes de Octubre. El Pleno extraordinario del Comité Central,
celebrado un mes antes de la insurrección de Octubre, decía en su resolución:
«¡A la burguesía y a los terratenientes ya no
les es posible mantener su odiosa dominación cubriéndola con el manto de la
“democracia”. Hoy, este ropaje les estorba y se desprenden descaradamente de
él, dando rienda suelta a las formas brutales de esclavización de las masas
trabajadoras de la ciudad y del campo. El Bloque dominante y su actual equipo gubernamental
inspiran su política y sus métodos de represión, enfilándolos hacia la
instauración de la dictadura sangrienta y terrorista del fascismo, buscando así
el medio de ahogar en sangre y exterminio la creciente potencia de la
revolución.»
Y deducíamos:
«Partiendo de esta situación, el problema
cardinal para asegurar el triunfo de la revolución, lo constituye la
organización y la unificación de las fuerzas de la revolución, bajo una
dirección firme y consciente de sus objetivos. Así lo han comprendido las masas
trabajadoras.»
«Organizar el Frente único de lucha, en forma
permanente y con carácter nacional, para dar la batalla a la contrarrevolución:
¡tal es el anhelo de las masas trabajadoras!»
Esta era nuestra
posición, antes de Octubre. Por eso ingresamos en las Alianzas Obreras, aun a
sabiendas de que no eran la expresión acabada y consecuente del Frente único.
Ingresamos en ellas, para transformarlas en verdaderas organizaciones de frente
único de los obreros y campesinos. Pero no lo conseguimos con la amplitud que
era necesario, por las resistencias de unos y las incomprensiones de otros. En
Asturias, donde nuestro partido había conseguido hacer penetrar profundamente
entre las masas la idea del Frente Único, y donde los Comités de Frente Único de
lucha tenían ya una tradición, las Alianzas. Obreras se organizaron
rápidamente, y en parte en el mismo curso de los combates, y así fue posible
que en Asturias lograra el proletariado la victoria sobre el enemigo, mientras
que en los demás sitios de España, en que los órganos de Frente único no
estaban creados y desarrollados, la lucha no pudo alcanzar la misma extensión y
profundidad.
Y decidme, camaradas,
si esto, si el Frente Único, era una necesidad vital antes de Octubre, ¿qué no
será ahora, hoy, en que el peligro fascista es más grande, más inmediato,
cuando tiene ya en sus manos una parte del aparato del Estado? Hoy es de una
necesidad arrolladora la creación y desarrollo de los órganos de la unidad de
acción.
Posición del Partido
Comunista en el movimiento de Octubre.
Todos conocéis lo
ocurrido en Octubre. Sabéis que nos levantamos en todo el país, que los
trabajadores españoles, los trabajadores catalanes, los de Euskadi, los de
Galicia, en fin, los de todas partes de España, se echaron a la calle para
impedir el avance del fascismo por medio de la huelga general y de la lucha
insurreccional. Y sabéis también que las masas lucharon con admirable coraje
para derribar a la gran burguesía, a los terratenientes y a su Gobierno
reaccionario y fascista, y también para adueñarse del Poder. Esto último sólo pudo conseguirse en Asturias. En Asturias, por el
comportamiento heroico del proletariado. En Asturias, porque supieron marchar
unidos y conquistar las armas. La bandera del Poder de los obreros y campesinos
ondeó triunfante durante quince días en Asturias. Las Alianzas Obreras y
Campesinas se adueñaron del Poder, luchando con las armas en la mano. Esta
gesta gloriosa de nuestros compañeros de Asturias vivirá siempre en el recuerdo de todos los explotados. Mas no debemos olvidar que allí
nuestros hermanos, nuestros héroes, lucharon unidos y por eso triunfaron;
comunistas, socialistas y anarquistas lucharon confundidos, hombro a hombro.
Por esto mismo, si queremos triunfar en todo el país, es preciso que el Frente
Único sea una realidad, que la unidad de acción se imponga, que las Alianzas
Obreras y Campesinas se creen y desarrollen en todo el país, que dirijan la lucha de las grandes masas hacia el aplastamiento de la
reacción y el fascismo. Si hacemos esto, yo os digo que no tardaremos en ver a
este Gobierno, a Gil Robles y a todos los que ellos defienden, correr, huir de
la misma manera ignominiosa que los burgueses y los guardias de Asturias
corrían ante las filas apretadas y en armas de los mineros y trabajadores de
Asturias. (Atronadora ovación. Durante largo tiempo, se vitorea a Asturias, a la
revolución y al Frente Único.)
Solidaridad con las
víctimas de la represión.
Camaradas,
aprovechemos este paréntesis que habéis abierto al prolongar los aplausos y
vítores a los héroes de la gloriosa Comuna de Asturias, para pediros, en nombre
del hecho que tanto entusiasmo provoca en vosotros, que forméis en el cuadro de
la solidaridad para con las víctimas de la represión. No olvidéis que en esa
Asturias han quedado muchos hijos de mineros huérfanos, muchas compañeras en la
miseria más espantosa. No olvidéis que el proletariado de Asturias ha sido
condenado al hambre por la contrarrevolución. No olvidéis que en las cárceles
hay veinticinco mil camaradas. No olvidéis que hay muchos héroes de la
insurrección perseguidos... Es preciso reforzar la solidaridad de clase para
con estos camaradas. Es preciso que cada proletario, cada trabajador, cada
hombre de buena voluntad, se desprenda de unos céntimos todas las semanas para
ayudar a las víctimas del terror contrarrevolucionario. Ésta es una
deuda sagrada, una deuda de honor que todos los trabajadores de España tenemos
contraída con nuestros hermanos caídos en la lucha. Y sobre todo, con el
heroico proletariado de Asturias, que en las condiciones de terror a que lo
tiene sometido el Gobierno, no se amilana, ni se arredra, sino que sigue
luchando, declarando huelgas y levantando el brazo con el puño en alto, que es
una amenaza valiente a los que ensangrentaron..." (Gran ovación, que
impide al orador acabar
la frase.)
El Partido Comunista
asume la responsabilidad de la insurrección.
En las primeras filas
de la lucha se ha encontrado el Partido Comunista. En Asturias y en todas
partes, los comunistas tomaron las armas y lucharon en la primera línea de
batalla. Sobre todo en Asturias, donde nuestro partido era más fuerte, tenemos
que decir que una gran parte del triunfo nos corresponde. (Grandes aplausos.)
Y oídlo bien,
camaradas, que lo oigan cuantos quieran oírlo: los comunistas han llamado a la
lucha y a la insurrección a las masas, se han puesto a la cabeza y han luchado
contra las fuerzas represivas de la reacción y del fascismo con las armas en la
mano. El Partido Comunista está, pues, identificado con el movimiento
insurreccional y asume su plena responsabilidad política. Repito esto, porque
parece que hay por ahí gentes que se sacuden las pulgas y no quieren que se les
diga nada de lo que ha pasado. No quieren nada con la insurrección de Asturias
ni con las luchas de Octubre.
Nosotros, el Partido
Comunista, comprendemos muy bien que ciertas gentes se desentiendan de las responsabilidades del movimiento. Y si nosotros
no saliéramos a la plaza pública a gritar a pleno pulmón que todo cuando
hicieron las masas revolucionarias en Octubre, que la insurrección de Asturias,
es un hecho glorioso y que es el resultado de toda nuestra lucha, de toda
nuestra agitación, del ejemplo que los comunistas dan al proletariado,
parecería como si estos hechos gloriosos constituyeran una vergüenza que
tenemos que ocultar. No, camaradas; nosotros estamos orgullosos de cuanto han
hecho las masas y estamos orgullosos sobre todo de la insurrección de Asturias.
Hay, en aquella región, uno de nuestros héroes, un camarada responsable de
nuestro partido preso hoy y amenazado de muerte por la contrarrevolución, el
camarada Manso... (Gran ovación y vivas a
Manso.) El camarada Manso y
otros camaradas dirigentes regionales de nuestro partido, se han declarado
responsables políticos del movimiento de Asturias. Y, por si esto no es
bastante, por si aún hubiese alguna duda, yo, en nombre del Partido Comunista,
digo a todos los obreros, a los campesinos, a los trabajadores todos –y que nos
oigan también las huestes de la reacción-, que nosotros somos los responsables
del movimiento revolucionario de Octubre, que el Partido Comunista de España
recaba para sí toda la responsabilidad política que se derive del movimiento y
de la insurrección victoriosa de Asturias. (Aplausos atronadores. Los
trabajadores se ponen en pie y saludan con el puño en alto.
Grandes vivas al Partido Comunista.)
Después de dominado el
movimiento por la reacción, el Gobierno se aprovecha de su triunfó momentáneo
sobre la clase obrera para desatar una orgía de represión de tal naturaleza,
que no tiene precedentes ni aun en los países de imperio más feroz del
fascismo. La venganza llega a extremos que causan espanto. A pesar de la
mordaza gubernamental, muchos de estos horrores han llegado a conocimiento del
pueblo. Aquí mismo, el camarada Bolívar os ha referido algunas torturas que se
han aplicado y se aplican a los trabajadores. Los muertos se cuentan por millares. Pero no sólo los
muertos en la lucha, sino los muertos después del triunfo circunstancial de la
contrarrevolución, los muertos durante la represión.
La CEDA y los
radicales cumplen fielmente el mandato de sus amos, de los capitalistas y
terratenientes. Tienen el encargo de reprimir a sangre y fuego el movimiento
revolucionario, y no reparan en medios. Esa es su triste misión.
La misión de los
católicos de la CEDA, que consiste en enviar a los moros a “pacificar” a los
“cristianos” con las gumías y a los degenerados del Tercio a imponer el “orden”
en Asturias. Misión que consiste en torturar a los detenidos para hacerles
firmar declaraciones de culpabilidad. Misión que consiste en ejecutar a los
obreros revolucionarios, en sitiar por hambre a los mineros...
Éste es el Gobierno
del hambre, de la sangre y de la muerte. Éste es el Gobierno que ha realizado
actos de barbarie tan feroz, que no tienen precedente en la historia. (El camarada Díaz relata
algunos hechos concretos y el público prorrumpe en gritos de indignación.
Algunas mujeres lloran. El momento es de una emoción indescriptible.)
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