¡ Proletarios de todos los países, uníos¡
El proletariado internacional y los pueblos del mundo actualmente están experimentando y confrontando la pandemia del coronavirus; no solamente la enfermedad en sí, la cual afecta principalmente a los obreros y el pueblo en todos los países, sino también la crisis y la reaccionarización del moribundo sistema de explotación y opresión en sí. La crisis general y última del imperialismo no comenzó con la “crisis de coronavirus”, pero la pandemia acelera la presente crisis económica y sirve como un pretexto más para intensificar el proceso de la reaccionarización y la fascistización de los Estados reaccionarios. Revela aún más ante las masas la crisis y la caducidad del sistema, y revela el papel del Estado burgués: de proteger a toda costa las ganancias y el Poder de la burguesía monopolista e imperialista y “descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores” (Dimitrov)
(Editorial Sol Rojo nº49)
En sus intentos desesperados de salir de su crisis, intensifcar la explotación y el nuevo reparto del mundo, los explotadores chupasangres necesitan controlar la opinión pública y socavar y reprimir la resistencia del proletariado y el pueblo; por eso la burguesía imperialista aplica políticas fascistas y promueve y fomenta partidos y grupos fascistas y racistas, movilizando principalmente sectores de la burguesía y la pequeña burguesía para negar los principios de la democracia burguesa (la separación de poderes, el Estado de derecho etc.) y para fortalecer la dictadura burguesa y promover la militarización de los Estados.
(Sol Rojo. 49)
Este año 2021 se cumplirá una década desde el nacimiento de “mar armado de masas”. Desde el inicio, el blog ha desarrollado su actividad con el compromiso de servir a la revolución proletaria mundial. Tomando posición por la defensa de la guerra popular en el Perú y de otras guerras populares o luchas armadas (como en la India, Filipinas, etc.) combatiendo de forma decidida el viejo revisionismo (pro-soviético, pro-chino, hoxhista, etc.) y tanto el nuevo revisionismo (con membrete de maoísta) como las convergencias con éste. También se tomó firme posición por las aportaciones de carácter universal del Presidente Gonzalo y se ha tomado posición por la defensa implacable del MPP como organismo generado del PCP para su trabajo en el extranjero.
Es necesario recordar que en 2011, aprovechando el surgimiento de una Línea Oportunista de Izquierda en el seno del PCP y las dificultades de la guerra popular en el Perú, tanto el oportunismo tanto de izquierdas como de derechas se desbordaron dentro del MCI al mismo tiempo que se intensificaron los ataques al MPP, a la guerra popular en el Perú y al Pensamiento Gonzalo siguiendo la directiva de Avakian de aislar a la guerra popular en el Perú.
La lucha de clases se da en torno a lo fundamental del maoísmo: El Poder. Hay que recordar que Avakian y los Avakianistas, con su mascarón de proa Prachanda, levantaron su “maoísmo del siglo XXI” oponiéndose a la dirección proletaria de la revolución. En Nepal se iba a levantar un “socialismo” a la Venezolana con la participación de las ONG,s del imperialismo, una república burguesa pluripartidista donde los dirigentes revisionistas encontraban su acomodo junto a los intelectuales de la gran burguesía nepalí y del imperialismo. Todo seguiría igual para las masas, pero sin monarquía y con las puertas abiertas a una nueva superpotencia, China. Donde las masas fueron forzadas a la entrega de las armas y arrastradas a votar cada cuatro años, seguir a los “intelectuales” y producir plusvalía para los imperialistas.
El circo duró poco y el proceso de negociación puso en evidencia que tras éste, y las buenas palabras de república, periodo de transición o constituyente, sólo había menchevismo, capitulación ante el imperialismo y la reacción de unos dirigentes que buscaban encontrar un hueco dentro del viejo Estado reaccionario negociando con la sangre del pueblo.
Cuando la traición se hizo evidente, ya no se podía ocultar, de las organizaciones avakianistas no surgió ninguna autocrítica. Al contrario se intensificaron los ataques a la guerra popular en el Perú y al MPP aunque fueron el PCP y el MPP quienes señalaron que el camino emprendido en Nepal sólo podía acabar en capitulación. Se afirmaba que la guerra popular en el Perú no existía y se dejaban caer, sin ninguna prueba, todo tipo de sospechas sobre la dirección del MPP (infiltración policial, agente de la LOD, etc.) métodos propios de cualquier servicio de inteligencia del imperialismo. Métodos que todavía se emplean en la actualidad. Estamos esperando la crítica ideológica y política al MPP de los que llevan décadas sirviendo al imperialismo ya sea Chino en Nepal, Yanqui en Siria o a la gran burguesía catalana.
Dentro de las organizaciones avakianistas surge entonces una lucha entre revisionistas. Por una parte, siguiendo la directiva de Avakian de combatir el “centrismo”, se unen una serie de organizaciones y blogs y por la otra parte se situaban los defensores de la “línea roja” en Nepal. La línea de “combatir el centrismo” era una línea oportunista de izquierda liquidacionista que proponía la liquidación del MRI sin hacer ningún balance de lo avanzado y de los errores cometidos dentro del MCI. Los defensores de la “línea roja” plantearon la continuación del MRI pero sin hacer ningún balance de su actividad ni de los avances y problemas surgidos dentro del MCI, una unidad sin principios y donde el ser más numeroso era más importante que la línea ideológica y política fuera la correcta. Desde entonces la lucha ideológica ha sido sustituida por manifiestos que buscan el mayor número de firmantes, sustituyendo la lucha de dos líneas por la dictadura de la mayoría. Las dos líneas coincidieron en los ataques al MPP, a la guerra popular en el Perú y en aplicar la directiva de Avakian de aislar a la guerra popular en el Perú. Con el tiempo sin ninguna autocrítica, estas organizaciones acabaron trabajando juntas haciendo borrón y cuenta nueva del debate sobre el “centrismo”, demostrando de nuevo su naturaleza oportunista y revisionista. Que este falso debate se propuso para aislar las críticas del PCP y del MPP en cuestiones fundamentales como la construcción del Frente, del Partido, de la dirección proletaria de la revolución, etc. El punto en común de todas estas organizaciones revisionistas parece ser el odio a la guerra popular en el Perú, al pensamiento gonzalo, al PCP y al MPP, organismo generado para su trabajo en el extranjero.
Estado Español
En el caso del Estado español es palpable como la lucha de líneas entre el maoísmo y el nuevo revisionismo se ha dado en torno a la dirección proletaria de la revolución. En el caso de la agresión imperialista a Siria el nuevo revisionismo se posicionó con la guerrilla del YPG, que no era otra cosa que la infantería de la superpotencia yanqui en Siria, cuyo “confederalismo democrático” sin tomar el Poder en la práctica significa la entrega del Poder al imperialismo y a la gran burguesía kurda como el desarrollo de los hechos ha confirmado.
El caso catalán es otro ejemplo del papel del nuevo revisionismo. A este blog se le ha acusado de ser españolista por el simple hecho de defender la dirección proletaria del proceso de autodeterminación en Cataluña. Por oponernos al camino que proponía el nuevo revisionismo de “transición pacífica”. Primero república catalana con la gran burguesía catalana en el Poder y después ya veremos. Con esta dirección de clase el Procés sólo podía acabar de dos formas; como Kosobo (guerra y la entrada de una potencia imperialista) o con la negociación de la gran burguesía catalana con el Estado español. En todo caso sólo podía acabar en traición al pueblo catalán y este es el camino que ha apoyado y alentado el nuevo revisionismo. Como vemos, de Nepal a Cataluña, las “inteligentes” tácticas del nuevo revisionismo tienen un elemento común, negar la dirección proletaria de la Revolución y la necesidad del Partido Comunista.
La pandemia
En su agonía el Estado imperialista español está tratado de salir de su profunda crisis reestructurando el Estado, reimpulsando la economía y preparándose para la guerra, tanto interna, contra las masas, como para la guerra imperialista.
El Estado imperialista español lleva años tratando de reimpulsar su economía al mismo tiempo que va recortando libertades a las masas (libertad de reunión, libertad de expresión, libertad de organización, sindical, etc.). Con la llegada de Podemos al gobierno de coalición con el Partido Socialista el proceso de reaccionarización del Estado no sólo ha continuado, sino que ha dado un salto cualitativo. Se ha legalizado el rastreo de teléfonos móviles, se han utilizado drones para vigilar los movimientos de las masas, bajo el amparo de la “ley mordaza” aprobada por un gobierno de derechas, este gobierno “progresista” ha detenido a miles de personas, fundamentalmente en los barrios obreros, multado a cientos de miles de jóvenes obreros por saltarse las leyes de la burguesía monopolista, propias de un Estado fascista, como los confinamientos, las prohibiciones de movilidad, o por participar en protestas defendiendo sus derechos, se ha amenazado con implantar campos de concentración llamados “arcas”, etc., etc.
Aprovechando el COVID-19 se ha aterrorizado a las masas buscando su colaboración e implantar, no en la forma pero si en su contenido, un modelo a lo CDR cubano, donde las masas en vez de vigilar al Estado reaccionario vigilan al vecino, de tal forma que miles de personas en los barrios obreros se han dedicado a vigilar al vecino y no ha un gobierno y a un Estado que tiene records mundiales de mortalidad durante la epidemia y records de maltrato y abandono a las personas mayores y a sus familias.
Reimpulsar la economía
Desde la crisis de 2008 la burguesía monopolista española trata de salir de su crisis buscando nuevos “modelos productivos”, no basados en la construcción. La clase obrera lleva oyendo hablar durante bastantes años de la importancia de la tecnología, de la importancia de la inversión I+D, de la importancia de la ciencia para llegar al “paraíso”. Esta campaña constante de propaganda, donde los ministerios de Igualdad y Ciencia han sido impulsores, en lo que no era otra cosa que campañas para justificar que la plusvalía arrancada a la clase obrera acabara en manos de las empresas farmacéuticas, tecnológicas, biotecnológicas y eléctricas.
La idea fundamental es que existen problemas por encima de las clases, como el ecológico, el cambio climático, y a través de la agenda 2030 poner bonitas palabras como feminismo, inclusión, ciencia, a lo que es un feroz ataque a la clase obrera, a sus condiciones de vida, a sus condiciones de vida y a sus derechos laborales.
En marzo, no sólo quedaba claro que la sanidad española no era la mejor del mundo, también quedaba claro que para el Estado la pandemia era una oportunidad para acorazar el Estado y para impulsar la agenda 2030. De medidas sanitarias nada de nada.
En marzo el Gobierno aprueba cerca de 30 millones para la investigación frente al COVID-19 mientras moviliza 500 millones de euros para ayudas empresariales al mergen del COVID-19. Al mismo tiempo sentaba un precedente eliminando las trabas que hasta entonces, por un criterio de precaución, se ponían a la industria biotecnológica en cuanto a la investigación de organismos genéticamente modificados. En la página del gobierno se puede leer:
El 17 de marzo
El Consejo de Ministros ha aprobado la adopción de medidas para agilizar la resolución de las solicitudes para investigación con organismos modificados genéticamente (OMG) cuando éstas tengan por objeto o se demuestre su utilidad para prevenir, combatir o contener la epidemia de coronavirus provocada por el virus SARS-CoV-2019 (SARS-2).
En octubre el Gobierno presentaba su “Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia de la Economía Española”, plan que el Presidente del gobierno llamó “la segunda gran modernización de la economía española”. Una economía “más sostenibe” que justificaba enchufar 72.000 millones de euros en 3 años a las empresas biotecnológicas, farmacéuticas, tecnológicas, etc. Dinero público destinado para lo que se ha llamado el “salto tecnológico” que comenzó en marzo del año pasado y justificado con la pandemia.
En Septiembre de 2020, la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, participaba en el XX Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, organizado por la patronal farmacéutica, Farmaindustria, resaltando el “esfuerzo conjunto del sector público y de las compañías farmacéuticas implantadas en nuestro país”. Colaboración que según la ministra ha salvado vidas (el Instituto Nacional de Estadística registra un exceso de mortalidad de 80.000 personas durante el año 2020). Detrás de tanta palabrería se encontraba la promoción de los planes del Estado de subvencionar con la riqueza que genera la clase obrera a una serie de grupos monopolistas: “estamos trabajando junto con el sector para fijar la agenda sectorial para fomentar la competitividad y digitalizar la industria española para que gane peso en la economía nacional”.
En octubre el Ministro de Sanidad, en un acto organizado por la farmacéutica Roche y el diario El País, trazaban “las líneas de la sanidad” pública, esa mezcla donde no se sabe donde empieza lo privado y lo público, para los próximos años. En el acto participaron representantes de la industria farmacéutica, presidentes autonómicos de PSOE y PP y la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artifcial.
El 31 de octubre el Gobierno presentaba el presupuesto en sanidad más grande de la historia. Donde la mayor parte de la partida presupuestaria se dedica a subvencionar a empresas privadas. Mil millones de euros se dedican a comprar la vacuna contra el COVID, 400 millones a la renovación del parque tecnológico del Sistema Nacional de Salud y 295 millones se destinarán a la Estrategía Digital del Sistema Nacional de Salud.
El jueves 17 de diciembre la patronal de las biotecnológicas a través de su presidenta Ana Polanco aplaudía la llegada al Estado Español de 140.000 millones de euros de la Unión Europea durante los próximos seis años y la inversión (regalo de dinero público a una industria privada) en su sector. También se refería a las bondades de su negocio: “El sector biotecnológico es un motor incuestionable para contribuir a la agenda 2030 y luchar contra la emergencia climática”...”El cumplimiento de la Agenda 2030 hace que el impulso a la ciencia y el crecimiento económico basado en sectores estratégicos sea un imperativo para las generaciones actuales”.
La agenda 2030 es una cuestión de Estado como lo demuestra que desde la extrema derecha (VOX) hasta Podemos están en la defensa de este camino tomado por la gran burguesía española. Pablo Iglesias, Secretario General de Podemos, es el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030.
El sábado 2 de enero, a través de la prensa nos enterábamos, de que la industria farmacéutica y biotecnológica buscan 12.000 millones para gestión y digitalización de los Fondos Europeos. Se podría decir que frente a la virtud de pedir está la de no dar, pero desde la Unión Europea ya se está financiando a estas empresas privadas con la riqueza creada por la clase obrera. A través de programas como Horizonte Europeo, EU4Health, a través del Fondo Social Europeo Plus o Europa Digital se están regalando miles de millones de euros a las empresas de telecomunicaciones, biotecnológicas y farmacéuticas. El 1 de diciembre de 2020 el gobierno anunciaba un Plan para la Conectividad y las Infraestructuras Digitales que tiene prevista la inversión de 2.320 millones de euros hasta 2025, cuyo objetivo es apoyar la “transformación digital”. El 27 de enero Pedro Sánchez anunciaba que el gobierno va ha destinar 11.006 millones de euros hasta 2025 para la digitalización de las administraciones públicas. Dinero que vendrá de los fondos europeos. Hace pocos días VOX permitía al gobierno "izquierdista" (PSOE-Podemos-PCE) la aprobación del decreto para el reparto de los fondos europeos, dedicados en su totalidad al "salto tecnológico", por el “bien de España”. El 27 de enero el jefe del Estado, Felipe VI, en la II Edición de los premios Nacionales Industria Conectada afirmaba que la salida de la crisis económica pasa por la transformación digital.
El “salto” tecnológico, a pesar de todo lo que cuenta la patronal, los organismos de la burguesía europeos, el gobierno español, VOX, Partido Popular, los medios de comunicación de la burguesía, los republicanos de Podemos o el Jefe del Estado sólo puede traer, en el capitalismo, más miseria para las masas. El aumento de la automatización en el proceso productivo, el “salto tecnológico” en la logística y distribución de mercancías inevitablemente traerán más paro, caída en los ingresos de la clase obrera, más ruina, más deshaucios y mas desigualdad social. En estos meses ya hemos visto las consecuencias del “salto tecnológico” y el modelo “amazón” de la economía funcionando. Paro, miseria, precariedad laboral, explotación y aumento de las desigualdades.
El nuevo y viejo revisionismo
El “salto tecnológico” nunca ha sido una necesidad provocada por la epidemia. Ya en diciembre de 2019 la ex ministra de sanidad, Mª Luisa Carcedo, afirmaba que “debemos desarrollar políticas sanitarias que garanticen la incorporación de tecnologías eficaces, seguras y de calidad. Si no lo hacemos así, ataremos al Sistema Nacional de Salud de pies y manos y no podrá seguir siendo este tractor fundamental de innovación que es hoy”, insistiendo que los problemas sociales se deben abordar desde la tecnología.
Como todas las medidas represivas, como los estados de sitio, las detenciones, las prohibiciones de todo tipo, el control social, etc., tampoco están relacionadas con la epidemia y sí, con el propósito del Estado burgués de prepararse para la guerra, tanto la imperialista por nuevos mercados, como la guerra en contra de la clase obrera.
Las medidas se han ido endureciendo y las restricciones cada día son mayores con independencia de la mortalidad y la salud de la población. Para ello los medios de comunicación justifican estas medidas creando un estado de terror entre las masas con un continuo torrente de malas “noticias” aunque la realidad fuera otra.
Dos ejemplos son La Comunidad de Madrid y Cataluña. Tras los miles de fallecidos en abril y marzo, por el COVID, el colapso de la sanidad pública, el abandono de las residencias, la sedación de cientos de personas mayores, etc., podemos comprobar sus datos de mortalidad desde mayo.
En la Comunidad de Madrid, según los datos oficiales que aporta la propia Comunidad de Madrid, “Con datos del Registro General de Registros Civiles y Notarios del Ministerio de justicia desde el 11 de mayo hasta el 18 de enero de 2021 el porcentaje de fallecidos es un 1,2% mayor que los valores medios esperados. Porcentaje que en las últimas cuatro semanas, desde el 15 de diciembre, está por debajo del 16% de la mortalidad esperada, es decir, 589 fallecidos por debajo de lo esperado.” Tras el desastre sanitario de marzo y abril, no hay rastro de la existencia de una epidemia en la Comunidad de Madrid. En Cataluña, consultado el Instituto Nacional de Estadística, los datos actuales de mortalidad por todas las causas están muy por debajo de los cuatro años anteriores por estas fechas, siendo desde mayo la situación similar a la de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, con independencia de la mortalidad, de la situación sanitaria, el estado de sitio, la represión no para.
Es importante señalar que dentro del “salto tecnológico” se encuentra la implantación del 5G que es una tecnología militar y de control social. Tecnología necesaria para que el Estado burgués tenga sistemas de vigilancia más rápidos, con mayor capacidad de procesar más datos en menos tiempo y adaptada a las necesidades el imperialismo, drones, control facial, video vigilancia, etc…
La respuesta del revisionismo ha sido la previsible. Lo más lejos que ha llegado es a pedir más sector público o nacionalizaciones dentro del Estado burgués. Pero lo fundamental ha sido su apoyo a este gobierno criminal (dicen que por miedo a que venga la derecha) y la criminalización de cualquier protesta en contra de las medidas represivas que ha tomado el gobierno español con el apoyo de todo el parlamento, incluida la extrema derecha (VOX). Llamando a las masas a seguir a los “expertos” y a confiar en la dictadura de la burguesía. El revisionismo (viejo y nuevo) es el cómplice necesario de todo el terror que ha desatado el Estado burgués sobre las masas. Disfrazado de discurso sanitario las organizaciones revisionistas han exigido la realización masivas de test PCR cuyos resultados han servido para justificar el Estado de emergencia con todas sus medidas represivas y el salto que ha dado la “agenda 2030”. Ha callado cuando se han desalojado “centro sociales” o ateneos libertarios, cuando se ha detenido a activistas que defendían una sanidad pública, “menos policía; más sanidad”, porque no era el momento, para el reformismo nunca es el momento, ha callado frente a las miles de detenciones que se han dado y se están dando en los barrios obreros. El revisionismo ha demostrado que no puede vivir sin el imperialismo y que desarrolla su actividad como quinta columna de la gran burguesía entre las masas.
Las masas
La represión, la campaña de terror diaria no ha parado la lucha de las masas. Este es el aspecto principal, lo positivo sigue siendo lo principal de todo lo sucedido en 2020.
La juventud obrera ha sido la protagonista de grandes movilizaciones en contra de las medidas represivas de los diferentes gobiernos (central y autonómicos). En Gamonal, en Vallecas y en otros lugares la juventud obrera ha mantenido en alto la bandera de la dignidad de clase. Se está desarrollando, poco a poco, un nuevo sindicalismo lejos de la administración pública y de los grandes centros de trabajo. Un sindicalismo que está desarrollándose entre la clase obrera más precaria como en la hostelería. El movimiento anti-represivo no ha parado. Con las masas revolucionarias, con la clase obrera más combativa estamos los maoístas. Con el firme compromiso de derribar este viejo y caduco sistema cuyo final se encuentra cada vez más cercano.
Transcurrida una década, volvemos a reafirmarnos en nuestros objetivos: la defensa y apoyo a la guerra popular en el Perú dirigida omnímodamente por el CC del PCP (faro y guía de la revolución proletaria mundial) y otras guerras populares o luchas armadas anti-imperialistas, la defensa del MPP organismo generado por el PCP para su trabajo en el extranjero, el combate a muerte al revisionismo y reiteramos el compromiso de codyuvar a la reconstitución del Partido Comunista o Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas, principalmente maoístas en el Estado español con el objetivo de iniciar guerra popular hasta el comunismo.
Acciones y movilizaciones año 2021
Diada. 12 de septiembre
Vallecas se defiende gobierne quien gobierne. Madrid
Concentración en hostelería en contra de la precariedad y la explotación
El Gamonal. Burgos.
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