Editorial
Es con gran alegría y
optimismo proletario que presentamos este número 45 de la revista
Sol Rojo como parte de nuestra celebración del centenario de la
Revolución de Octubre. Celebramos este aniversario junto con toda
nuestra clase el proletariado internacional, junto con el movimiento
comunista internacional y junto con los pueblos oprimidos del mundo;
un aniversario de importancia trascendental no solamente porque es el
aniversario de una revolución triunfante, sino porque como dice el
PCP en la Línea internacional:
“Con el triunfo de
la Revolución de Octubre, 1917, se marca un hito extraordinario en
la historia mundial, el término de la revolución burguesa y el
comienzo de la revolución proletaria mundial. Esta nueva era signada
por la potenciación de la violencia expresa la caducidad de la
burguesía para dirigir la revolución y la madurez del proletariado
para tomar, dirigir y mantener el Poder de la dictadura del
proletariado; dentro de la cual se enmarcan también las revoluciones
de las naciones oprimidas.”
En este espíritu, el PCP
y su organismo generado el Movimiento Popular Perú durante todo este
año ha realizado acciones y eventos como parte de las celebraciones
a nivel mundial, culminando entre otras cosas con una Conferencia
internacional en Barcelona el 3 de noviembre y con la publicación
del presente número de nuestra revista.
Desde la publicación del
número anterior, vemos como se confirma cada vez más lo establecido
por el Presidente Gonzalo y por el Comité Central del PCP que sigue
aplicando el pensamiento gonzalo a la situación actual en la guerra
popular y a nivel internacional. Así vemos como se confirma que “el
maoísmo, encarnándose en los pueblos del mundo, marcha
inconteniblemente a comandar la nueva gran ola de la revolución
proletaria mundial”: la guerra popular en Perú, como antorcha de
la revolución mundial, y las heroicas guerras populares y luchas
armadas bajo la bandera del maoísmo en India, Filipinas y otros
lugares son ejemplos brillantes de como el maoísmo avanza, y hoy se
manifiestan sus repercusiones en todo el mundo en nuevos Partidos y
organizaciones, en toda una nueva generación de comunistas y
revolucionarios que avanzan en asumir el maoísmo y rechazar el
revisionismo en medio de una creciente situación revolucionaria en
desarrollo desigual incluso en los países imperialistas.
La situación actual en
el mundo también confirma lo establecido por el Presidente Gonzalo y
el PCP sobre la situación del imperialismo, el nuevo reparto del
mundo y el papel del revisionismo como sirviente de las
superpotencias y potencias imperialistas y como peligro principal
para la revolución proletaria. Mientras las masas de nuestra clase y
de los pueblos oprimidos claman por la revolución y la dirección
proletaria que se necesita para destruir este sistema de explotación
y opresión, la costra de dirigentes revisionistas dentro y fuera de
los Partidos Comunistas promueve en diferentes formas la capitulación
y la colaboración con el imperialismo. Dentro del movimiento
comunista internacional y de los Partidos
marxistas-leninistas-maoístas sigue expresándose posiciones del
nuevo revisionismo: en el cuestionamiento de la vigencia universal de
la guerra popular, en la política de “acuerdos de paz”, en la
distorsión de la tesis maoísta de la Nueva Democracia, en la
negación de la dirección proletaria en la revolución y de la
dictadura proletaria, en la política de venderse a una u otra
potencia imperialista bajo el pretexto de un supuesto “frente
antiimperialista”, etc. Y en vez de abordar las divergencias en
lucha de dos líneas abierta y honesta – que es el método marxista
– muchos de los dirigentes prefieren evitar el debate, refiriéndose
a la supuesta “unidad” y así en realidad conciliándose con el
revisionismo y el socialchovinismo descarado.
Cuando los comunistas
insistimos en la lucha a muerte contra el revisionismo, los
oportunistas y revisionistas como siempre nos acusan de ser
“dogmáticos” o “pesimistas”. Nosotros nos reafirmamos
firmemente en lo establecido por el gran Lenin (el énfasis es
nuestro):
“El propósito y el objeto de esta falsedad teórica [de
Kautsky] se reducen exclusivamente a disimular las contradicciones
más profundas del imperialismo y a justificar de este modo la teoría
de la "unidad" con sus apologistas: con los oportunistas y
socialchovinistas descarados.
(...)
Y,
en realidad, todos estos kautskianos, Hilferding, los partidarios del
CO, Mártov y Cía. son optimistas… en lo que respecta al
oportunismo. ¡este es el quid de la cuestión!
el
proletariado es fruto del capitalismo, pero del capitalismo mundial,
y no sólo del europeo, no sólo del imperialista. en escala mundial,
cincuenta años antes o cincuenta años después -- en tal escala
esto es un problema secundario --, el "proletariado",
naturalmente, "llegará" a la unidad y en él triunfará
"ineludiblemente" la socialdemocracia revolucionaria. No se
trata de esto, señores kautskianos, sino de que ustedes, ahora, en
los países imperialistas de europa, se prosternan como lacayos ante
los oportunistas, que son extraños al proletariado como clase, que
son servidores, agentes y portadores de la infl uencia de la
burguesía y, si no se desembaraza de ellos, el movimiento obrero
seguirá siendo un movimiento obrero burgués. vuestra prédica de la
"unidad" con los oportunistas, con los Legien y los David,
los Plejánov y los Chjenkeli, los Potrésov, etc., es,
objetivamente, la defensa de la esclavización de los obreros por la
burguesía imperialista a través de sus mejores agentes en el
movimiento obrero. La victoria de la socialdemocracia revolucionaria
en escala mundial es absolutamente ineludible, pero marcha y
marchará, avanza y avanzará sólo contra ustedes, será una
victoria sobre ustedes.”
(v.I.
Lenin - el imperialismo y la escisión del socialismo, 1916)
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