AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO Nº
45:
Situación internacional:
PAÍS
VASCO
En el contexto de una profunda crisis
política, social, económica y moral del Estado imperialista español
se hace necesario abordar el “proceso de paz” en el País Vasco,
por varios e importantes motivos. Como ejemplo de que la lucha armada
no basta, porque plantea la cuestión de la dirección de la
revolución, y en estos momentos en el que gran parte del pueblo
catalán se moviliza tras su burguesía es un ejemplo para las masas
de Cataluña de cuál será el final del “procés” si lo dirige
la burguesía y el revisionismo, que no es otro que la traición y la
capitulación. Por último, Otegi y Bildu-Sortu son un ejemplo más
del papel rastrero de los revisionistas en los “procesos de paz”
impulsados por el imperialismo en todo el mundo, puesto en evidencia
con el autonombramiento de los capituladores y traidores al pueblo
vasco como representantes “oficiales” de la izquierda abertzale,
y la persecución por todos los medios de los activistas y militantes
contrarios al “proceso de paz”: chantajes a los familiares de los
presos de ETA, presiones a los propios presos con la amenaza de la
retirada de las ayudas: abogados, visitas de familiares, etc.,
agresiones físicas a los activistas contrarios a la rendición de
ETA y de la izquierda abertzale, señalamiento ante el Estado español
como terroristas a quienes se oponen al “proceso de paz”, como
ejemplo aprovechando el acrónimo de ATA, se habla del “entorno de
ATA”, como el juez Garzón habló del “entorno de ETA”.
Sangrante es la posición tomada respecto a los presos, que no es
otra que la salida individual para cada preso, colaborando primero
con el Estado (la ley es clara: delación) mientras se abandona y
aísla a los presos que no capitulan.
El
“proceso de paz”
El “proceso de paz” ha seguido el
mismo patrón que otros que se han dado y se están dando (Perú con
la Lod, Nepal, Filipinas, etc.), con el supuesto objetivo de “superar
las consecuencias del conflicto” y abjurar del uso del uso de la
violencia. Los actos de “reconciliación nacional” que se han
dado en todo el Estado español, que han incluido pedir perdón a la
familia de Carrero Blanco (acto realizado en Madrid en el barrio de
Entrevías), son pruebas claras de los objetivos del “proceso de
paz”: intentar remachar en las masas que la violencia
revolucionaria no es necesaria, nunca será necesaria y nunca lo fue.
El camino es la conquista de una democracia burguesa y “ganar”
elecciones. Otegi aspira a que en un hipotético escenario
“democrático” la izquierda independentista vasca llegue a ser
una alternativa electoral mayoritaria dentro del viejo Estado: “hay
en este país condiciones sociales y políticas para que, en un
escenario democrático, la unidad popular se convierta en una
alternativa de poder en Euskal Herria” (Otegi. HIKA, octubre de
1999).
Sobre el patrón seguido por el proceso
no hay misterios. En 2011, en el comunicado de tregua unilateral de
ETA se afirma que ha surgido un nuevo escenario tras el pacto de
“Lizarra”, del que formaba parte el PNV (partido del que ya Pepe
Rey documentó su estrecha relación con el Mossad israelí), y que:
“Asimismo surgió una nueva
realidad. El potencial que mostró la experiencia de Lizarra-Garazi
encendió todas las alarmas en el Estado, que decidió dar un salto
cualitativo en su estrategia: dejar a la izquierda abertzale, a
través de la ilegalización, fuera del escenario político. Sin base
social, sin referente institucional, con las opciones de profundizar
en la construcción nacional anuladas, el objetivo del Estado
consistía en reducir la iniciativa de la izquierda abertzale a sólo
la lucha armada, con la esperanza de que la represión policial la
neutralizara.
Todo ello provocó un parón en el
proceso de liberación: el bloqueo. Y lo que era aún más
perjudicial, colocó en grave peligro las condiciones creadas. La
izquierda abertzale debía tomar la iniciativa, para escapar de esta
trampa y poner las bases de un nuevo ciclo político cuyo objetivo
debía ser materializar el cambio (…) Había que cerrar un ciclo
para abrir del todo el nuevo. Y eso incidía de lleno en la lucha
armada” (…)
“Tal como señalamos en el
comunicado de finales de septiembre, llevamos mucho tiempo trabajando
por impulsar el proceso de solución y, para ello, resultaba muy
importante incrementar la participación de la comunidad
internacional. Por eso, no sólo hemos tenido relación, sino que
hemos tomado compromisos con ella”.
(Entrevista a ETA. Gara. 11 de
Noviembre de 2011. pág. 11)
“Cambio de condiciones”, como
siempre, “comunidad internacional”, es decir “compromiso”
(capitulación) ante el imperialismo y recurrir al argumento de la
“táctica” como disfraz a la conciliación con la reacción. El
papel de Otegi es el mismo que los Mandela, Gerry Adams, Ocalan, y
otros promotores de “procesos de paz”, que han estado durante
años en manos del viejo Estado. Sobre la “comunidad
internacional”, hay que señalar que sólo es un eufemismo para
referirse a los países imperialistas, y es cierto, el “proceso de
paz” no sólo ha contado con la participación de países
imperialistas a través de sus ONG´s y sus agentes, sino que ha
contado con la participación del Estado Español. Es difícil pensar
que Otegi y el grupo de poli-milis que copan en la actualidad la
dirección “oficial” del Movimiento de Liberación Nacional Vasco
(MLNV) hubiera podido llegar a tomar la dirección de la izquierda
abertzale sin la detención la dirección de HB en 1997. La detención
es lo que permite la llegada de este grupillo de poli-milis a tomar
la dirección de Herri Batasuna y hoy de Bildu- Sortu.
Las entradas y salidas de Otegi de las
cárceles españolas han sido parte del papel del Estado Español
para impulsar el “proceso”, creando la imagen de un mártir, a la
vez que Otegi hacía su trabajo dentro del colectivo de presos
“preparando” el apoyo de éste a la nueva “táctica”, la
capitulación ante el Estado Español. El atentado de ETA en el
aeropuerto de Barajas en diciembre de 2007 es aprovechado por este
grupillo para lanzar una nueva ofensiva a favor del abandono de la
lucha armada. En 2009, ETA comienza de forma abierta el proceso de
rendición que culmina con la entrega de armas el 8 de abril de 2017.
A principios de 2009 es detenido Otegi, pero ya está todo atado. En
2010 se aprueba a resolución “Zutic Euskal Herria” que recoge
las posiciones del grupo poli-mili. Ahora bien, explicar la rendición
de ETA sólo por el factor “traición” es no querer aprender. El
problema es ideológico y político, en concreto de la falta de una
dirección proletaria del MLNV, la falta de Partido Comunista. La
traición es sólo uno de los dos posibles finales, la derrota o la
capitulación, bajo una dirección revisionista.
El
nacimiento de KAS
Tras la muerte del dictador fascista,
se reúne el Esuskadiko Herrikoi Batzarra (Asamblea Popular de
Euskadi), organismo compuesto por ETA, EHAS, Partido Carlista de
Euskadi, Movimiento Comunista y la Organización Revolucionaria de
Trabajadores, presentando al pueblo vasco los siguientes puntos
mínimos para que pudiera hablarse de un cambio democrático:
libertades democráticas, amnistía total para presos y exiliados,
mejora de las condiciones de vida y trabajo para los trabajadores y
trabajadoras vascos y vascas, reconocimiento del País Vasco como
nacionalidad con derecho a la escisión del Estado español,
implantación inmediata de un estatuto provisional de autonomía con
un grado superior al Estatuto de 1936 y la formación de un gobierno
provisional vasco.
Con la coronación de Juan Carlos I, y
esto es importante, ETA detiene sus acciones que justifica del
siguiente modo: “Nuestros presupuestos sólo podrían verse
modificados de modo serio si se produjeran cambios fundamentales en
el estado español. No es éste el caso. No obstante somos
conscientes de que se está abriendo nuevas perspectivas que nos
obligan a perfilar cuidadosamente nuestra línea táctica actual.
Trataremos de analizar y denunciar los límites de la maniobra
gubernamental y de sentar claramente ante el pueblo vasco que, en el
fondo, las cosas no han cambiado, que será la lucha la única forma
de libertad para Esuskadi”. La tregua de ETA finaliza con el
secuestro de José Luis Arrasate, pero ya muestra que la lucha armada
es considerada como un elemento táctico y válido mientras no se de
una democracia “real” (burguesa) en el País Vasco.
En agosto de 1975 nace KAS
(Coordinadora Abertzale Socialista) con el fin de crear un órgano de
coordinación de las fuerzas independentistas revolucionarias y en
agosto de 1976 se presenta la Alternativa Kas, cuyos puntos se
considera que no son ni rebajables ni negociables, son lo mínimo que
se puede exigir al Estado español:
1. Establecimiento de libertades
democráticas.
2. Amnistía.
3. Adopción de medidas destinadas a
mejorar las condiciones de vida de las masas populares y en
particular de la clase obrera.
4. Disolución de los cuerpos
represivos.
5. Reconocimiento de la Soberanía
Nacional de Euskadi, lo que conlleva el derecho del pueblo vasco a
disponer con entera libertad de su destino nacional y la creación de
un Estado propio.
6. Establecimiento inmediato y a título
provisional de un Estatuto de Autonomía que surta efecto en Araba,
Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia.
7. Constitución, en el marco de tal
Estatuto, de un Gobierno Provisional de Euskadi.
Tras las elecciones legislativas de
1977, los polimilis salen de Kas, ya que consideran que dentro del
Estado español ya se dan las condiciones de una democracia burguesa,
creando Euskadiko Ezkerra , para más tarde acabar en el Partido
Socialista de Euskadi (PSOE). Dentro de Kas, ETA, HASI y LAIA por el
contrario consideran que la única garantía para el pueblo vasco de
una democracia burguesa es la alternativa KAS, y que la lucha armada
es fundamental. En 1978 las organizaciones que componen KAS son ETA,
HASI, LAB, ASK y LAIA, en 1979 se incorpora Jarrai.
Para ETA la Alternativa KAS es
condición necesaria para lograr la independencia y el socialismo de
forma “menos violenta”, en mejores condiciones para el pueblo
vasco, pasando primero por una etapa de democracia burguesa “real”.
En 1978 ETA vuelve a reafirmarse en la lucha armada y en la
Alternativa Kas como garantía de una democracia “real” que
permita la lucha por el objetivo estratégico: la independencia y el
socialismo (“la eliminación de la explotación capitalista del
hombre por el hombre”), y también va a plantear sus “peros”:
“Sin embargo reconocemos que, ni el grado de concienciación
existente en los trabajadores, ni la correlación de fuerzas
alcanzadas por los sectores abertzales de izquierda aconseja
plantearnos en la coyuntura la inmediata lucha por la consecución
del objetivo estratégico”. De ahí el impulso que se da desde KAS
a la participación en las elecciones del viejo Estado, manteniendo
todavía la lucha armada como un instrumento de lucha fundamental:
“interrelacionada con la lucha de masas y la lucha institucional al
servicio esta última de las anteriores, constituye la clave del
avance y del triunfo revolucionario, que la lucha de masas requiere
asimismo una alianza histórica de Unidad Popular cuya concreción
actual es HERRI BATASUNA” (KAS bloque dirigente de la Revolución
Vasca, 1979). Así nace la coalición electoral Herri Batasuna (ANV,
ESB, HASI, LAIA) que gracias al prestigio de la lucha armada de ETA,
recibirá en las elecciones generales un amplio apoyo popular; en
1979 unos 172.000 votos (el PNV tendrá unos 275.000 votos) y antes
de su ilegalización superará los 217.000 votos en 1989, muy cerca
de los 254.681 votos del PNV.
En síntesis, ETA con la Alternativa
Kas va a defender en el País Vasco, lo que la izquierda
revolucionaria también va a plantear en el resto del Estado español:
la “ruptura democrática”. “Ruptura democrática” que
expresaba la desconfianza de la izquierda revolucionaria en las
masas, en la voluntad y capacidad revolucionaria de éstas.
Básicamente la “ruptura” consiste en la reforma del Estado
burgués (República, amnistía, disolución de la guardia civil,
depuración de los aparatos de Estado de fascistas, juicio a los
criminales franquistas, transparencia de las instituciones, etc.)
para hipotéticamente poder acumular fuerzas bajo una correlación de
fuerzas supuestamente favorable a las fuerzas revolucionarias. La
premisa de la necesidad de esta “etapa intermedia” de democracia
burguesa, será que en ese momento “no hay condiciones”
revolucionarias o como afirma ETA “las masas no quieren la
revolución”, repetimos: “ni el grado de concienciación
existente en los trabajadores, ni la correlación de fuerzas
alcanzadas por los sectores abertzales de izquierda aconseja
plantearnos en la coyuntura la inmediata lucha por la consecución
del objetivo estratégico”.
Una vez que la izquierda revolucionaria
no impone la “ruptura democrática”, en el país vasco la
Alternativa Kas, el MLNV con ETA a su cabeza emprende el camino de lo
institucional, los pactos con la burguesía vasca (Lizarra, con la
participación de Otegi) y las negociaciones de ETA con el Estado
español. La lucha armada un fenómeno defensivo, sólo necesario si
no se dan las condiciones “democráticas” para el pueblo vasco:
“Nuestra actual reivindicación táctica viene concretada en el
logro de una Democracia política que permita la libre elección de
unos vínculos y unas instituciones verdaderamente populares que
garanticen un proceso autónomo vasco, al margen de ingerencias
externas a su voluntad” (Zutik, nº69, 1978).
País
Vasco: tras la muerte de Franco
El País Vasco tras la muerte de Franco
es un hervidero revolucionario. Junto a la lucha armada como
expresión más alta de la lucha popular, (con un gran prestigio de
ETA entre el pueblo vasco), se da un enorme movimiento de masas
conscientes de que sólo con la lucha revolucionaria se puede
transformar la realidad. Las manifestaciones ilegales recorren el
País Vasco. En los Sanfermines los mozos cantan: “Askatasuna,
presoak etxera” (libertad, presos a casa). Las masas van dotándose
de organismos de lucha al margen del Estado y de sus aparatos. En
Guipúzcoa y Navarra (1978) en la negociación de los convenios
provinciales del metal participan, a partes iguales, los sindicatos y
los representantes de las asambleas de obreros. Las patronales de
Guipúzcoa denuncian al final de la negociación que éste ha sido un
convenio “asambleario”, con subidas salariales por encima de los
Pactos de la Moncloa. En Rentería una grúa mata a una niña, la
asamblea popular acuerda la paralización de las obras y obliga al
ayuntamiento a celebrar una sesión extraordinaria para tratar el
caso. En Lemona se fuerza la dimisión del alcalde. En Lejona se
celebran en diciembre de 1977 unas jornadas feministas con la
participación de más de 3000 mujeres. Las protestas contra la
central nuclear de Lemoiz concentran a miles de personas. La lucha
por la amnistía en muchos lugares genera diversas formas de
organización popular, las Gestoras Pro-amnistía nacen en 1977 y una
gran parte surge de asambleas populares. La valoración de ETA de “no
hay condiciones” en esta realidad, es al menos peculiar.
El proceso de inicio de la
institucionalización y burocratización del movimiento de masas y de
sus organismos asamblearios está más que documentado, pues ya en su
momento se presentó como algo revolucionario y merecedor de dejar
testimonio. El caso del ayuntamiento de Llodio es un ejemplo de lo
que se llamó Gestión Municipal Popular y del camino hacia la
integración del movimiento popular dentro del viejo Estado.
La institucionalización del movimiento
popular: un ejemplo
El 4 de enero de 1977, tres concejales
presentan una moción en el ayuntamiento de Llodio, que es apoyada
por seis concejales más y aprobada el día 21 de enero. Aprobada la
moción se convocaron en asamblea a las diferentes asambleas (de
barrio, de asociaciones, obrera) ofreciendo la posibilidad de una
“nueva” forma de gestión municipal. A finales de mayo las
asambleas elaboraron un listado de necesidades para los barrios, sus
prioridades, un programa de actuación y un presupuesto que rondaba
los 1500 millones de pesetas. Con un presupuesto ordinario de 120
millones el ayuntamiento negocia con la diputación para conseguir el
dinero necesario. Apoyado por las asambleas, el ayuntamiento el 28 de
julio llega a un acuerdo con la diputación: ésta aportaba 600
millones de pesetas a fondo perdido y establecía una serie de
mecanismos para financiar el resto de los 1200 millones. Tras una
ofensiva del parlamento vasco (PNV), que exige la dimisión de todas
las corporaciones municipales y su sustitución por gestoras
compuestas por partidos políticos, en LLodio se crea una Comisión
Mixta, donde estaban representantes de las asambleas y concejales,
los acuerdos se toman antes del pleno municipal y los concejales
refrendan lo acordado por la Comisión Mixta.
Sobre la experiencia de Llodio se
pronunció HASI (Erriko Alderdi Sozialista Iraultzailea), asumiendo
“totalmente y sin reservas el actual tipo de gestión municipal”
y, esto es importante, advierte que: “Somos conscientes de la
importancia que tienen las próximas elecciones para un proceso de
asentamiento de esta alternativa. Ello dependerá de las personas que
salgan elegidas la propicien”. Advertencia de calado como iremos
viendo.
El camino andado desde entonces ha sido
la búsqueda de resquicios dentro del viejo Estado, aplicando algo ya
viejo: la reforma como vía al “socialismo”. En vez reventar el
viejo Poder al mismo tiempo que se construye nuevo Poder, el MLNV se
ha dedicado a encuadrar a las masas dentro del viejo Estado, da lo
mismo que este sea vasco o español. Se ha producido un auténtico
secuestro del movimiento de masas por ETA y el MLNV. Con el tiempo,
la advertencia de HASI de que sólo votando a la gente adecuada puede
haber Comisión Mixta, se convirtió en todo un entramado
institucional donde las asociaciones populares (ecologistas,
musicales, gastronómicas, de enseñanza, vecinales, cooperativas,
etc.) ligadas al MLNV sobreviven gracias al apoyo institucional vía
representantes abertzales en las instituciones del viejo Estado.
Donde se cumple: si no salgo elegido no hay ayudas ni apoyo
institucional Por otra parte, las movilizaciones de las masas son la
plataforma para que los más arribistas busquen su hueco dentro del
viejo Estado.
En la actualidad, con la dirección del
MLNV en manos de Otegi (Bildu-Sortu) esto se hace más obvio. El caso
de los presos es meridiano, el que se sale de la vía del “acuerdo
de paz” pierde la asistencia jurídica, a los familiares de les
retira la ayuda para los viajes, etc. En el caso de las
movilizaciones del AVE también se puede palpar, el movimiento
ecologista ligado a Bildu-Sortu desmoviliza para no erosionar el
poder institucional de Bildu-Sortu y así mantener sus subvenciones y
ayudas, al mismo tiempo que Bildu-Sortu apoya a espaldas de las masas
los acuerdos del PNV sobre el AVE con el Estado español.
El MLNV fue construyendo una red
compleja de ayudas y favores, donde el poder institucional ha sido
clave para mantener todo un tejido asociativo cautivo, que a su vez
ha servido para mantener una base social de votantes. Por eso, en
2011, cuando ETA anuncia el alto el fuego y afirma que el Estado
imperialista español al ilegalizar a la izquierda abertzale
pretendía dejar a ésta “sin referente político-institucional,
con las opciones de profundizar en la construcción nacional
anuladas, el objetivo del Estado consistía en reducir la iniciativa
de la izquierda abertzale sólo a la lucha armada, con la lucha
armada, con la esperanza de que la represión policial la
neutralizara. Todo ello provocó un parón en el proceso de
liberación: el bloqueo.”, ETA tiene razón desde su punto de vista
reformista. Cuando en apariencia más fuerte es la izquierda
independentista vasca, (ETA mantiene la capacidad para realizar
acciones espectaculares, el MLNV tiene una gran capacidad de
movilización de masas y una fuerte implantación institucional), la
Ley de Partidos demostró que esta fortaleza era sólo apariencia, un
armazón hueco. El MLNV no podía desarrollarse como lo estaba
haciendo sin poder institucional. La lucha armada sólo era algo
secundario en la estrategia de ETA en esa búsqueda de una “mayoría
social” independentista dentro del viejo Estado.
En 2002 se aprueba la Ley de Partidos
Políticos, dice Gaspar Llamazares (IU) que votó a favor por error,
y en 2003 comienza la ilegalización del aparato legal del MLNV. La
Ley de Partidos supone la pérdida de 891 concejales en el País
Vasco (incluida Navarra), la pérdida de 49 alcaldes y la pérdida
del manejo de unos 130.000 millones de euros (en cuatro años) de los
presupuestos de los municipios gestionados. Dinero que además de
servir para limpiar calles, mantener el alcantarillado, etc., sirvió
para contratar personal cercano al MLNV, subvencionar asociaciones,
cooperativas, contratar grupos musicales, teatrales, etc. y para que
activistas de los movimientos sociales acabaran dentro de la
administración con un buen sueldo. En Llodio, la izquierda abertzale
va a perder la gestión sobre unos 22 millones de euros anuales.
Pero esta búsqueda de “condiciones”
óptimas para la “revolución”, de “acumulación de fuerzas”
y de “cretinismo parlamentario”, hasta crear una “mayoría
social” como hemos visto comenzó hace décadas, Otegi es sólo el
final de un camino con sólo dos destinos posibles: la capitulación
o la derrota, y desde luego no es el camino hacia el mar armado de
masas.
Lo
fundamental del maoísmo: el Poder
ETA y el MLNV, ahora y desde hace
décadas, “confunden” ganar elecciones con tener el Poder. Así,
HASI sobre la “gestión popular” en Llodio (Gestión Municipal
Popular) se expresó de la siguiente forma: “respecto al modelo de
organización de una Euskadi Socialista, considera necesaria y
copiamos textualmente de nuestras bases `la superación de las
clásicas formas de Estado y de la burocracia por una democracia
popular bajo la hegemonía de la clase trabajadora, que promueva la
participación directa en la gestión del pueblo, mediante un sistema
de delegación controlada desde las asambleas (de fábrica, de
barrio, etc.) hasta la constitución de una sociedad sin clases´.
Asimismo la línea de acción de nuestro partido se centra en la
creación y fortalecimiento del poder popular, en la gestión y
control a todos los niveles, con prioridad sobre las formas
electoralistas de intervención pública y política, como base de la
efectiva hegemonía de la clase trabajadora. Por todo ello, HASI
asume totalmente y sin reservas el actual tipo de gestión
municipal”.
De esta forma se tergiversa el
significado de Nuevo Poder y bajo la figura del “poder popular”,
se quiere hacer pasar mayorías electorales en las instituciones del
Estado burgués (vasco o español) como Nuevo Poder (dictadura del
proletariado). No es difícil imaginarse esa república vasca de ETA
y el MLNV. El pueblo desarmado y participando en elecciones, vieja
economía, vieja cultura (mucha herriko taberna, rock radical y poca
formación comunista de la juventud), vieja política, y en los
lugares donde gobernara la izquierda abertzale, el desarrollo de una
red clientelar de asociaciones y cooperativas financiadas desde el
Estado burgués vasco y un “movimiento popular” dedicado a la
gestión de lo cotidiano, sin apuntar a la destrucción del viejo
Estado, sin apuntar a resolver la contradicción capital-trabajo.
Apuntar a lo más alto del maoísmo: la
Gran Revolución Cultural Proletaria
Comenzábamos con el “no hay
condiciones” de ETA y vamos a terminar poniendo sobre la mesa la
línea ideológica de la dirección del MLNV hasta la actualidad.
Ha habido una clara insistencia desde
el MLNV por presentar como una necesidad construir el País Vasco
desde lo municipal, de ahí iniciativas como Udalbiltza (Asamblea de
Municipios Vascos), presentada como un embrión del nuevo Estado
Vasco y de la mano de la burguesía vasca (PNV y Eusko Alkartasuna).
Siendo palpable la influencia del viejo revisionismo dentro del MLNV
y especialmente del cubano.
El 22 de agosto de 1974, Raúl Castro
en la clausura del Seminario para los delegados del Poder Popular de
la provincia de Matanzas, planteaba el nuevo papel que debía asumir
el poder local: “Los órganos de poder popular deben asumir a nivel
de municipio, de la región o de la provincia, la erradicación del
centralismo burocrático existente en muchas partes de nuestro
aparato estatal…” “el Poder popular local contará con
Comisiones que actuarán de manera permanente y existirán otras
extraordinarias para solucionar problemas en cualquiera de los tres
niveles o instancias territoriales ya citadas”, Raúl Castro
también va a aclarar cuáles son los límites del “poder local”,
no tiene poder de decisión sobre las fábricas de azúcar, ni sobre
la planificación agrícola, que de eso se encargan ya los rusos. Por
tanto, la propuesta de Raúl Castro refrendada en la Constitución de
1977, la “autogestión” en Yugoslavia o el “control obrero”
en Albania, plantean que el papel de las masas es centrarse en lo
inmediato para no apuntar hacia arriba, a lo alto del Estado, a
bombardear el cuartel general burgués. De esta forma el Poder de la
burguesía se hace invisible tapado por los numerosos problemas
cotidianos y locales. Es decir, las decisiones trascendentes se dejan
en manos de unos pocos mientras las masas se dedican a gestionar lo
más cercano permaneciendo ajenas a lo fundamental del maoísmo el
Poder, el Poder para la clase bajo la dirección de su Partido.
El pueblo vasco cuenta con una rica y
heroica historia de lucha. Hoy mismo están surgiendo en todo el País
Vasco organizaciones, como ATA, opuestas al “proceso de paz” y a
la rendición de ETA, muy a contracorriente y con la oposición tanto
del Estado español como de Bildu-Sortu. La campaña por la Amnistía
todavía es reducida, aunque va tomando cuerpo y ganando respaldo
social. Está claro que en todos estos años lo que no han faltado
son las “condiciones”, las masas quieren la revolución y lo
sacrificaron todo por ella, lo que faltó en el país Vasco fue
Partido Comunista, un Partido que enarbolara, defendiera y aplicara
el maoísmo. Aunque es preocupante escuchar todavía a miembros de
ATA defender el proyecto fascista de Chávez-Maduro en Venezuela y
otras cosas, sin duda, los revolucionarios vascos harán balance de
su historia, sobre el revisionismo armado de ETA, la “acumulación
de fuerzas”, el cretinismo parlamentario y aplastarán el
revisionismo como enemigo principal, para iniciar guerra popular
hasta el comunismo.
Cada día que pasa, se hace más
patente la importancia del llamamiento del CC del PCP a apuntar a lo
más alto del maoísmo, la Gran Revolución Cultural Proletaria, como
fundamental para una conquista cabal del Poder mediante la guerra
popular, mantener el Poder en manos del proletariado evitando la
restauración capitalista y con guerra popular llegar hasta el
comunismo.
http://www.solrojo.org/mpp_doc/SR45_avance_vasco.html
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