Publicamos el siguiente volante traducido del sueco del Círculo de Estudios el 24 de Septiembre, como parte de la campaña de boicot al circo electoral. Más información se puede encontrar en el siguiente enlace: FORO MAOISTA
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡NO VOTAR EN LAS ELECCIONES DE LA
BURGUESÍA!
¡EL PODER A LA CLASE OBRERA!
Así como en cada campaña
electoral hoy en día, todo tipo de
partidos y organizaciones hoy nos llaman a votar a cualquier precio; casi ya no es importante
por quién votamos, lo importante es que votamos y contribuimos a mantener la
ilusión de una sociedad “democrática”. Pero lo que la clase obrera ha aprendido
de casi doscientos años de lucha es que el sistema basado en la explotación del
hombre por el hombre no se puede abolir a través de los votos, e incluso cuando
la clase dominante, la burguesía, permite cierto grado de democracia, su
sistema sigue siendo una dictadura. Una dictadura – un Estado burgués – que
puede utilizar diversos tipos de política burguesa según lo que sirve a las
ganancias del capital, pero que nunca va a permitir que ningún parlamento o
gobierno amenace al sistema de explotación y la propiedad privada de los medios
de producción.
La clase obrera tiene larga experiencia del
papel del parlamento burgués en la dictadura de la burguesía. Los caudillos dentro
del movimiento obrero reformista, quienes tempranamente abandonaron el marxismo
y promovían reformas “socialistas” graduales a través del parlamento burgués,
ya hace mucho tiempo que se volvieron
fieles colaboradores del capital y desde hace mucho tiempo que vienen
contribuyendo a mantener – y ejecutar – la opresión y la explotación de la
clase obrera aquí así como de los pueblos oprimidos del tercer mundo. Por otro
lado, el movimiento obrero revolucionario, que continuó y hoy continúa la lucha
por derrocar el Poder de la burguesía y conquistar el Poder de la clase obrera,
aprendió tempranamente que eso no se puede hacer a través del parlamento
burgués.
Incluso cuando en ocasiones únicas
en la historia, bajo condiciones muy específicas, ha sido posible para los
partidos revolucionarios de la clase obrera utilizar los parlamentos y
elecciones burgueses como instrumento de agitación y propaganda, para llegar a
la clase y el pueblo, los comunistas han sido plenamente conscientes de que
nunca sería posible conquistar el Poder a través del Estado burgués y su
“democracia”. Hoy, cuando el capitalismo en su fase imperialista y su prolongada
crisis final demanda cada vez más represión, guerra y fascismo para sobrevivir,
tampoco va a permitir a movimiento
revolucionario alguno que utilice su
parlamento para agitar por la rebelión contra el sistema. Sí algún partido
seriamente luchara por derrocar a los explotadores y construir el socialismo y
tomara puestos en el parlamento, este partido rápidamente seria prohibido o
neutralizado en alguna otra forma. En los casos donde partidos llamados
“comunistas” o “socialistas” han ganado las elecciones dentro del Estado
burgués con promesas de socialismo y Poder obrero y han formado gobiernos, han
traicionado a la clase cada vez, voluntariamente administrando la dictadura de
la burguesía y mandando a las fuerzas militares y policiales contra todos que
se rebelan contra el sistema.
En Suecia, así como en todas las
dictaduras burguesas, es la burguesía – es decir los capitalistas monopolistas,
los dueños de las grandes empresas – que decide que política se va a aplicar
durante los próximos años. Que partidos
ganan en las elecciones y forman gobierno es de menos importancia; a lo sumo
puede cambiar los métodos y la retórica que el Estado va a utilizar para
ejecutar la política que el capital necesita. La política que la burguesía
sueca, el imperialismo sueco, necesita hoy es básicamente la misma que las
burguesías de los demás potencias imperialistas necesitan: necesitan prepararse
para la guerra. La guerra contra otros imperialistas por un pedazo más grande
del botín, la guerra para saquear y oprimir a las naciones oprimidas, y la
guerra contra la clase obrera aquí en
Suecia. Para poder realizar la política planeada: más guerra, más explotación
de los trabajadores, más restricciones de nuestros derechos; el capital
necesita también fortalecer su dictadura para prevenir la rebelión. Los diferentes
partidos políticos, dentro así como fuera del parlamento, compiten para
movilizar a diversos sectores de la población para fortalecer el Estado
burgués, para más represión contra la clase obrera y para las guerras del
imperialismo. Con este fin utilizan en diferentes grados el fascismo, el
liberalismo y un reformismo supuestamente “socialista”. Hoy la clase dominante
promueve y utiliza cada vez más el fascismo, en forma de bandas de asesinos
racistas en las calles y en forma de la política fascista ejecutada por los
gobiernos de la “alianza” [alianza electoral de los partidos liberales y
conservadores] así como por los de los socialdemócratas. El blanco y el enemigo
principal del fascismo y de toda la burguesía es, y siempre ha sido, una clase
obrera revolucionaria, unida, organizada y armada, independientemente de sí
consiste de “inmigrantes” o “suecos”.
Por eso vemos hoy una campaña
electoral en la cual todos los partidos; M, L, KD, SD, S, MP, V, F! [abreviaciones de los principales partidos en
las elecciones suecas] así como la mayor parte de la “izquierda” no
parlamentaria, todos proponen diferentes variaciones del tema: más policía, más
facultades a la policía, el derecho de desplegar el ejército contra la
población, el belicismo contra otros países, la agitación racista en
combinación con la retórica hipócrita de la “diversidad” y una variante burguesa
y reaccionaria de feminismo que intenta aprovecharse de la lucha justa contra
el patriarcado para dividir a la clase obrera y legitimar al saqueo y la
opresión imperialista de los pueblos del tercer mundo. Por eso todos estos
partidos en conjunto han establecido la “seguridad”, el “problema de la
inmigración” y la “integración” como cuestiones principales en esta campaña
electoral; todo para desviar la atención del problema fundamental: el
capitalismo podrido y caduco y la dictadura de la clase explotadora.
La capa burguesa de políticos
arribistas que hoy dirige la llamada “izquierda” ya ha declarado su lealtad al
Estado burgués y al sistema imperialista, aun cuando los demás liberales y
fascistas acusan a Vänsterpartiet [Partido de Izquierda] y otros de “extremismo
de izquierda”. Para mantener el apoyo de los obreros y otros que todavía
quieren aplastar al imperialismo y construir al socialismo, dan promesas vacías
de “reformas de bienestar”, es decir pedazos mezquinos desechados de la mesa de
los explotadores para estabilizar al sistema y prevenir la rebelión. Para
captar el voto de aquellos que quieren luchar contra el saqueo y la guerra
imperialistas hablan alto y fuerte del “antiimperialismo”, pero al fin y al
cabo los dirigentes de esta “izquierda” votan por la participación sueca en las
guerras de bombardeo y fielmente representan a los intereses del imperialismo
sueco. Todos ellos se sujetan a una u otra superpotencia imperialista en la
contienda por la hegemonía mundial. La mayoría de ellos están plenamente de
acuerdo con los liberales en sus alabanzas a la “democracia occidental”, en la
defensa del monopolio de la violencia de la burguesía y en las condenas de la
reacción a la revolución de la clase obrera. Algunos de ellos ya se han unido
incluso a la campana de agitación racista del imperialismo contra los
musulmanes para justificar la represión y las guerras de rapiña.
Votar en las elecciones burguesas,
no obstante sí es para elegir “el mal menor” o para “detener al SD”
[Sverigedemokraterna – los “Demócratas Suecos”, un partido fascista y racista
en el parlamento sueco], objetivamente significa dar su aprobación a la
continuación de la dictadura y la explotación burguesa. Significa contribuir a
legitimar al presente sistema y su
fachada “democrática”. Pero llamar a boicotear a las elecciones no significa
llamar a la pasividad o la resignación. ¿Qué es lo que se necesita para poder
abolir este sistema de explotación; aplastar al imperialismo, al patriarcado,
al fascismo y al racismo, poner fin a la destrucción del medioambiente y
construir una nueva sociedad donde la política y la economía sirven a los
intereses del pueblo trabajador en vez de a un puñado de explotadores? Lo que
se necesita es un amplio movimiento popular dirigido por la clase obrera y su
ideología; un movimiento para derrocar a la burguesía y su Estado, construir el
Estado obrero, construir el socialismo y continuar la revolución hasta que no
existen la explotación y las clases en el mundo; un movimiento obrero que se
una con los pueblos oprimidos del tercer mundo contra todos los imperialistas y
se opongan a la guerra imperialista con guerra revolucionaria. Para eso la clase
obrera en Suecia y en cada país necesita su vanguardia, su Partido Comunista
militarizado, dirigido por revolucionarios en vez de arribistas burgueses y
construido para la revolución, no para los puestos en el parlamento o los consejos
comunales del capital.
¡BOICOTEAR A LAS ELECCIONES!
¡ABAJO AL ESTADO BURGUÉS!
¡VIVA EL MAOÍSMO, ABAJO AL
REVISIONISMO!
¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!
Círculo de Estudios el 24 de
Septiembre
Agosto de 2018
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